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Inocente Pecado [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! 

Aquí les traigo el capítulo once de esta historia °-° creo que demasiado fluff y tal, pero de igual manera espero que les guste :3 

¡Disfruten! 

Luhan se sentía realmente abatido. Sehun no había asistido a clases los últimos cuatro días, tendido en su cama y llorando de vez en cuando, comiendo poco e ignorando sus intentos por hacerlo sentir mejor. Había sido muy difícil explicarle a Baekhyun lo que había sucedido en el bar aquella noche; las lágrimas y los abrazos no se hicieron esperar entre los hermanos; pero pese a todo lo que pudiese pensar Luhan, era el daño emocional el que no le permitía ponerse  de pie y seguir con su vida.

 

Sehun lloraba por las noches y durante el día simplemente dormía.

No sabía qué hacer, ver al menor en esa situación le estrujaba el corazón, ¿Cómo podía ayudarlo si ni siquiera quería mirarle a la  cara? Soltó un hondo suspiro y miró a su amigo durante unos instantes. Agradecía que Yixing estuviese ahí para ayudarle a él a sobrellevar el tema; últimamente las cosas  era  demasiado pesadas en la universidad y Yixing cuidaba al menor cuando él tenía que ir a clases. Cuatro días que parecían una eternidad.

 

— ¿Aún no quiere salir de la cama? —cuestionó Yixing tecleando en su móvil, seguramente hablando con Junmyeon, como era costumbre.

 

Luhan cerró los ojos unos segundos.

 

—No, él tampoco quiere hablar conmigo. Ha sido un golpe muy duro para él, debiste haberle visto cuando lo traje a casa… tenía los ojos desorbitados y no paraba de llorar. Nunca lo vi así… —murmuró el de cabello rubio.

 

— ¿Ni siquiera cuando tú… ya sabes?

 

El mayor se tensó pero rápidamente negó. Incluso cuando él había llevado comida a la habitación del menor, él no se había molestado ni le había tratado mal. Su experiencia en ese bar debió haber sido mucho más dolorosa.

 

—Ni siquiera cuando yo fui el causante de  su sufrimiento. —indicó.

 

—Oh, escucha esto, habrá una fiesta en casa de Kris Wu mañana por la noche y nos han invitado. —exclamó el castaño con una sonrisa.

 

— ¿Kris Wu? —inquirió Luhan. — ¿No es el amigo de Minseok hyung, el que es como dos años menor que nosotros?

 

Yixing asintió.

 

—Ése mismo, es su fiesta de cumpleaños número veintidós en realidad. Seguramente  irá todo el mundo, deberías ir para distraerte un poco. —le dijo y se puso de pie sacudiéndole el cabello como si fuese un niño pequeño. —Me iré a ahora, quedé de comer con Suho, te veré después, Lu-ge.

 

El muchacho salió por la puerta tras hacer un ademán con su mano derecha y él se vio sumido en el silencio. Baekhyun estaba en casa de Chanyeol desde hacía horas, aparentemente en una reunión de amigos, después de haberse  quejado porque Sehun había declinado la invitación una vez más. Pero Gema estaba ahí, en la habitación del muchacho, pues había llevado su comida del día. La chica aún estaba en shock después de que JongIn le contara lo ocurrido, cosa que sólo sabían ellos y Kyungsoo por supuesto.

 

 

+

 

Subió las escaleras muy despacio como no queriendo llegar a su destino y se detuvo frente a la puerta de la habitación de Sehun; Gema yacía sentada a su lado sobre la cama acomodándole la almohada, seguramente para dormir. La muchacha se puso de pie lentamente y sujetando la bandeja de comida vacía, se encaminó hacia la puerta. Al verlo, sonrió.

 

—Él rechaza toda la comida que le traigo pero cuando vienes tú… él simplemente come todo sin quejarse. No lo entiendo. —comentó él con cierta diversión. Gema se encogió de hombros.

 

—Sehun oppa es muy terco, sólo tienes que esforzarte un poco más. —sonrió ella. —Dejaré esto en la cocina y me iré. Cuida bien de él. Adiós.

 

El mayor simplemente asintió y se adentró en la habitación sentándose en el borde de la cama donde Gema había estado momentos antes; y se dedicó a observar a Sehun. Su piel pálida enmarcada en finas y delicadas facciones se veía completamente lechosa; su cabello de color arcoíris le caía sobre la frente tocando delicadamente  sus párpados; sus labios gruesos y rojizos… Luhan se sintió hechizado de un momento a otro. Era demasiado hermoso.

 

Temeroso alzó una de sus manos y la llevó hasta la cabeza  del más joven, acariciando sus hebras teñidas y esbozando una tímida  sonrisa. No importaba si Sehun lo odiaba, Luhan jamás dejaría de verlo como el ser más hermoso y perfecto del universo. Cada vez que sus ojos se encontraban, las aves cantaban. Cada vez que sus labios se tocaban, el mundo entero giraba. Deslizó su mano un poco más y acunó una de sus pálidas mejillas acomodándole las frazadas  para  evitarle el frío. Quiso quitar su mano antes de  que éste lo notara, pero cuando se movió apenas un poco, otra apresó su muñeca fuertemente, haciéndole sobresaltarse.

 

Los ojos abiertos de Sehun le contemplaban fijamente, entrecerrados y somnolientos. Tragó saliva removiéndose en su sitio y desvió la mirada.

 

—Yo… me iré ahora.

 

—No. Quédate—mencionó Sehun liberando su muñeca del agarre. —, quiero preguntarte algo.

 

Luhan se volvió a acomodar sobre la cama y reposando sus manos en su regazo, asintió.

 

— ¿Qué es lo que quieres preguntar? —le animó. Sehun se movió para poder sentarse  sobre la cama, recargando su espalda sobre una de las almohadas. Se veía bastante mejorado, mucho más radiante que días atrás. Tenía que obligarlo a ir al instituto al día siguiente, si seguía faltando sin justificación podría meterse en problemas.

 

— ¿Por qué te casaste con mi madre, Luhan?

 

El rubio se sorprendió; se pasó la lengua por sus labios, remojándolos y soltó otro suspiro, sintiendo como el aire se le atoraba en los pulmones.

 

—Escucha, esto… tu madre y yo no nos casamos  porque tuviésemos algo de manera romántica —comenzó nerviosamente, consiguiendo que Sehun frunciera el ceño. —, por Dios, ella podría ser mi madre, yo no soy tan depravado como para hacer algo así. Acepté casarme con ella por asuntos de fuerza mayor, porque ella me lo pidió.

 

—No lo entiendo, creí que ella y tú…

 

—Tu madre no fue a China por una oferta de trabajo, ella… —se detuvo ante la mirada curiosa de Sehun; reparando en que esa era  la primera conversación que ambos mantenían sin ser agresivos o groseros. Simplemente charlando. —fue a tomar un tratamiento. Tu madre estaba muy enferma, no se los dijo porque no quería preocuparlos. Viajó a China para poder obtener el tratamiento, porque ella quería curarse y volver a su lado, cuidarlos y ser la madre que ambos se merecían. Ella me contactó cuando llegó y me pidió contraer matrimonio en caso de que su tratamiento no resultara exitoso, Sehun. No tenía a nadie más en el mundo, ¿Con quién dejaría a sus hijos si ella moría, de todas formas? Si yo era legalmente su pareja, sería su tutor y no estarían solos, así que acepté. Durante ese tiempo las cosas parecían marchar bien con su tratamiento; yo realmente no creí que tuviese que ser un padre para alguien, m sentía avergonzado sabiendo que ella confiaba en mí aún después de lo que yo te había hecho en el pasado, aún así jamás fui lo suficientemente valiente como para confesárselo. Al finalizar  el año, el tratamiento también lo hizo, y resultó exitoso y ella estaba lista para volver a Seúl con ustedes.

 

Se detuvo repentinamente y miró a Sehun que parecía no saber qué decir, probablemente toda aquella información había sido demasiado difícil para procesar, sobre todo porque él no tenía ni  idea de nada de eso. Se aclaró la garganta y arrugó la nariz.

 

—Pero si el tratamiento resultó exitoso… ¿El accidente fue lo que arruinó todo? —cuestionó Sehun en voz baja como si no quisiera seguir rememorando todo aquello.

 

—Sí, eso me temo. De todas formas decidí cumplir mi promesa y por eso estoy aquí. —indicó un poco incómodo,  hablar con el menor de esa forma resultaba completamente extraño en ese momento. —De todas formas, ¿Te sientes mejor? Debes volver al instituto, has faltado demasiado.

 

Sehun se recostó de nueva cuenta y gimió en protesta, como un niño pequeño.

 

—No quiero volver, no quiero salir de esta cama nunca más.

 

—Sé que este tiempo ha sido difícil para ti, pero no puedes permitir que tu vida se termine aquí; la vida sigue y las cosas se superan… —murmuró.

 

Se incorporó de nuevo y le miró con incredulidad, ahí estaba de nuevo esa mirada que hacía que el corazón de Luhan doliera. No duró ni un poco esa felicidad que creyó que podían obtener entre ambos. Luhan se hizo hacia atrás un poco y su labio inferior comenzó a temblar.

 

— ¿Las cosas se superan? ¿Así como así debo olvidar que fui violado? ¿Sólo porque tú lo dices? ¡Ni siquiera sabes lo que se siente, joder! —casi gritó, su voz fuerte y potente, le hizo temblar las rodillas al mayor. Probablemente debió haber dicho algo más inteligente. Sin embargo estaba ahí, arruinándolo todo una vez más; se inclinó sobre Sehun y con sus brazos le rodeó el cuerpo abrazándose a su cintura y recargando el rostro contra su pecho.

 

—Lo siento, Sehunnie… y-yo no quise decir eso… lo único que deseo es que no sufras más. N-no sé cómo se siente, es cierto, pero a mí también me duele saber que eso te causa mucha pena. Sólo quiero que vuelvas  a ser la persona de antes, incluso si eres un mocoso molesto y creído, manipulador y  grosero; no me importa si eso te trae de vuelta a mi lado, Sehun…

 

El menor estaba paralizado, incapaz de poder corresponder ni con gestos ni con palabras; la calidez  del cuerpo de Luhan era estúpidamente abrumadora; le hacía sentir como si se estuviese quemando en llamas  enormes a su alrededor. Sintió ganas de llorar, nada más por el hecho de pensar en ello, en ese bar y en ese bastardo que lo atrapó en aquel baño público.

 

—Tú debiste haber estado ahí hace cuatro días. —masculló con voz sombría. Luhan se alejó confuso y le miró con los ojos abiertos.

 

— ¿Debí estar donde? —preguntó sin comprender. Sehun alzó una de sus manos y sujetó al mayor por el mentón, conectando sus ojos en una mirada que si bien no expresaba nada en especial, los absorbía el uno en el otro.

 

—En el bar, hace cuatro días. Yo te llamaba pero tú no venías, no viniste por mí aunque te llamé una y otra vez. —murmuró el de cabellera  arcoíris. Luhan sintió los párpados pesados, sus ojos llorosos se cerraron al mismo tiempo en que se inclinaba para abrazarlo una vez más, ahora con más fuerte.

 

—Yo en verdad deseo haber estado ahí, no habría permitido que un extraño te tocara… jamás habría permitido que otras manos te tocaran, que otros labios te tocaran… pero no lo hice, por eso soy culpable. —sollozó hablando entre hipidos. Sehun no comprendía porque era el mayor el que estaba llorando, sin embargo le tomó por la cintura y lo apartó; alzó sus manos y con sus pulgares eliminó todo resto de lágrimas de su rostro y mejillas.

 

—No hay nada que podamos hacer. ¿Sabes? Esas cosas te marcan hasta lo más profundo; no he podido dejar atrás nada de lo que ha pasado,  no creo poder hacerlo nunca. No creo poder perdonar  a ese bastardo ni perdonarte a ti, no creo poder volver a ser el mismo nunca más. Puedo ponerme de pie e ir mañana al instituto, pero seguiré recordando todo a cada momento.

 

Luhan asintió tratando de evitar su llanto; no le estaba rogando que le perdonara porque sabía que eso era algo imposible pero no significaba que no le doliera. Él más que nadie quería eliminar todo el dolor que el muchacho guardaba dentro de sí mismo, pero, ¿cómo hacerlo si él había iniciado todo ese juego ocho años atrás?

Aspiró profundo y llevó una de sus manos hasta una de las pálidas mejillas de Sehun y sintió el calor apoderándose de sus mejillas cuando el menor se inclinó en busca del toque de  su piel; sintiendo helada la ajena.

 

— ¿Entonces irás a clases mañana?

 

Sehun asintió, cerrando los ojos y tomando la cintura del otro para acercar sus cuerpos una vez más. Luhan esbozó una sonrisa tímida, recordando inconscientemente la vez anterior que ambos habían estado en una cama así de cerca; su corazón latió más fuerte que de costumbre.

 

—Incluso si esperase que las cosas fuesen un poco diferentes, creo que tú y yo jamás podríamos ser… ya sabes, no sería posible.

 

—Entiendo que aún me odies, pero yo no puedo evitar lo que siento; y probablemente sea esa la única razón por la cual sigo en esta casa soportando tus desplantes.

 

Sehun soltó una carcajada, y Luhan sintió un montón de mariposas revoloteando en su interior, porque jamás había visto al menor así, luciendo feliz aunque fuese por sólo un momento. Se inclinó rápidamente y dejó un beso en los labios del menor, tocando sus labios apenas un poco, como el suave aleteo de una mariposa mejor dicho, logrando que la nariz de Sehun se arrugara y su ceño se frunciera.

 

— ¿Qué es lo que sientes, Luhan? —cuestionó alzando una ceja.

 

—Te amo, Sehunnie. —murmuró sin demora, él esperaba muchas cosas menos que hicieran el amor.

 

 

 

Notas finales:

Una gran duda  ha sido revelada (con la madre de SeHun, obviamente xD) Yo sé que quieren saber que pasa con el SeBaek.. y en el siguiente capítulo lo sabrán *-* 

Lemon, señores, en el siguiente capítulo. 

Si todo sale bien, lo subiré el día de mañana, yay:3 

Espero que les haya gustado y espero sus comentarios. 

¡Saludos y mucho amor!<3


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