Capítulo 15: Pesadillas en el Abismo de Elizabeth (primera parte)
Solo el letrero de la tienda viro un poco, por una tremenda ráfaga de viento que azoto el lugar, y el caballero de cabellos plateados desapareció entre las sombras tenebrosas de aquel callejón, dejando solo el anuncio del local lúgubre y dueño de la muerte en todas sus formas….
“UNDERTAKER”, sepúltelo funerario y doctor forense…
“La pesadilla acaba de empezar………… y la muerte la acompaña…”
Sus ojos mostraban el vacío que su alma oculta en aquella delicada tez blanca de porcelana más fina; pero su dolor es solo el reflejo de la soledad que la consume…………
Y esa la debilidad que ventajeo al verdadero demonio, disfrazado de ángel…
-¿Por qué?
-¿Por qué tienes a alguien qué te amé?, a diferencia de mí…
-¿Por qué eres feliz en compañía de quién amas, y yo no?
-¿Dime qué te hace tan especial?…. ¿Dime por qué no debo matarte?
-¿Dime…………Por qué no debo hacerte caer en mi propio abismo de dolor?...
“Un desliz de sangre resbalaba con suavidad en el delicado rostro de un bello durmiente, no sabía dónde estaba, qué había pasado; pero estaba perdido en un charco de abismo oscuro sin salida, dónde ella lo tendría ahí toda la eternidad al igual que su soledad…”
-Ciel, tú eres feliz; tú eres malditamente feliz….
No sabía dónde estaba pero mi cabeza dolía tanto, la inmensidad del dolor me hacía estar estático en el suelo húmedo y encharralado dónde me encontraba; hace unas pocas horas estaba con Sebastián disfrutando una de sus miles noches de pasión, mientras dormía con suavidad en sus brazos, y ahora estoy en la oscuridad de un lugar que no conozco, y la voz que solloza solo me pregunta, ¿sí soy feliz?
-¿Quién eres?, ¿dónde estoy?, ¿y qué es lo qué quieres de mí?...- me atreví a preguntar; pero mis ojos estaban perdidos en la oscuridad inmensa del lugar; solo mi tacto me daba la oportunidad de notar que estaba sentado en el suelo, y que este era húmedo, como si me encontrase en un charco.
-Siempre tan melancólico, siempre tan infeliz; pero siempre estás rodeado de aventura……. Y “amantes”…… De vida y amor…
No sabía quién me hablaba y por qué había de ignorado mis preguntas; pero la dulce y triste voz me era un recuerdo tan nostálgico y familiar; que me entristecía de escucharla, pues sabía rotundamente que era una chica….Una chica que habla con dolor en cada palabra pero…. ¿Por qué está así?
-¿Quién eres y qué es lo qué quieres de mí?, anda dime…-rogué estaba sintiendo una fuerte opresión en el pecho, recordaba a Sebastián, dónde está ese demonio, siendo o no un ser poderoso, sentía que lo estaba perdiendo; la incertidumbre me golpeo el pecho.
-Tú amante, él estará aquí pronto; pero no muy pronto…
-¿Qué le hiciste a Sebastián…… y qué es lo qué quieres de nosotros?-pregunte; mientras buscaba el origen de aquella triste voz femenina.
Y entonces ella no hablo… Y solo vi como todo se iluminaba de una extraña luz tenue y frívola que encarcelaba el lugar en dónde estaba; no entendía porque mi cuerpo estaba tan tenso y débil, no sé qué pasa, pero debía encontrar a Sebastián pronto…
Y en ese silencio, fue que la vaga luz que iluminaba me dejo ver dónde estaba; era la habitación de Elizabeth…O lo que alguna vez fue la habitación de Lizzy……… ¿pero por qué ella?
-Ciel…
Gire mi rostro y note los muebles que flotaban como plumas en el aire, al igual que los miles de peluches, sábanas, vestidos y muñecas que tenía aquella habitación, pero el suelo era lo más extraño del lugar, ya que en vez de la cerámica verde agua que tenía una alfombra rojo vino no estaba sino era un charco; todo estaba inundado de una viscosa agua color negro, y entonces ahí estaba…
-Elizabeth…-pronuncie al verla.
Ella llevaba una bata blanca de lino, con aquellos encajes de rosas y flores silvestres; sus cabellos sueltos y desordenados, mientras su mirada esmeralda estaba perdida en una tétrica sonrisa macabra, de la cual las comisuras de sus labios se deslizaba un delicado hilo rojo cual sangre…
-LIZZY-grite asustado, cuando sus manitas sujetaban mi cuello y el aire escapaba de mis pulmones.
-Siempre mi primo feliz….Siempre lleno de amores…Siempre con la familia perfecta……pero te olvidas de mí…por él…-dijo mientras lágrimas caían de sus perfectos cuencos verdes.
-Lizzy…-susurre sin aire mientras el apretón me succionaba todo.
-Ahora a tú amante de ensueños perderá lo que ha buscado estos dos siglos; él hace dos siglos te robo de mí…Hace dos siglos te convirtió en monstruo sin vida humana, él me robo hace dos siglos tu amor, tu vida humana………… Me robo a mi prometido, primo y amor hace dos siglos, y ahora me roba a mi hermano, mi mejor amigo, mi confidente, y a mi amado primo y amor platónico que jamás adquiriré…. ¡NO!, se lo quitare todo a ese maldito…-dijo aquel discurso mientras sus ojos estaban perdidos en la ira, miles de llamas verdes iluminaban aquellas ventanas; y supe que ya no era ella y ni ella en un pasado que decía; ella estaba perdida.
Y si ella estaba perdida en una realidad y otra de dónde veníamos; significaba que alguien me estaba asesinando, y no era mi Lizzy; pero fuese lo que fuese mi prima jamás me habla así, ella no era mi Lizzy, ni la Lizzy que recuerda hace dos siglos que desconozco, pero como escapare de este dolor y soledad….
-¿Qué pesadilla es está?-dije inconscientemente antes de cerrar los ojos y perderme en las lágrimas de mi prima, hasta pude escuchar un inaudible….
-Lo siento Ciel…
**********En el Castillo Michaelis*********
-Te asesinare-decía un aterciopelado tono de voz macabro.
El castillo del terror del más poderoso demonio se encontraba, más lúgubre de lo normal; el majestuoso dueño de aquel palacio solo tenía no menos de veinticuatro horas para encontrar a su pequeño amante fugitivo, no cabía de entender como lo perdió de vista a su dulce amor en una fracción de segundos; estaba consternado, pero como demonio de alto rango eso no iba a ser problema para él…
-“El abismo”, dejar caer a esa pobre chiquilla fastidiosa ahí, fue muy bajo Michael……… Solíamos divertirnos de forma diferentes, mi viejo amigo… Pero parece qué tienes problemas con tus subordinados-agrego aquella masculina y perfecta voz de hombre.
Y solo en el despacho de aquel lugar, el brillo fluorescente del rosa macabro ilumino con una tenue luz la estancia; ya que su mirada demoníaca hablaba por él…
Y él no estaba feliz…
En eso un leve golpe de tres sonó en la puerta de roble fino; y un débil y malvado “adelante” se dio a la luz, dejando entrar a una jovencita muy niña de tierna apariencia al salón en penumbras; camino con sigilo de felino al escritorio en aquel despacho; se reverencio con amabilidad y su semblante triste fue lo único que hizo hablar antes de que ella dijese algo al demonio dueño de ese lugar.
-Maggie, anda no llores……… Los demonios no lloran, y menos las demonios; ellas son frías y crueles, y tú querida eres muy buena en ello; anda anímate Ciel no es ningún debilucho; pero lo qué me preocupa es Dantalion, él me robo y ahora ha sido robado, no espero que pierda esta vez…-dijo Lord Michaelis, con una sonrisa nostálgica; llenando a la ingenua demonio de tranquilidad.
-Lo siento amo, he fallado como su solado, y ni siquiera puedo sentir tal ubicación…. Sariel ha robado lo único que nos unía al mundo angelical; mis pesadillas con él….-susurro en un lastimero sollozo aquella niña.
-No es tu culpa mi querida Maggie, relájate, anda y ve como está Dantalion, no será fácil entrar al abismo sin él; y mucho menos en su estado de irritación, fíjate que no haya destruido mi castillo y jardines; anda y dile también a Magnus que prepare todo……La cacería está a punto de empezar, y la “zorra” está en el prado…-agrego con un suave ademan de su perfecta palma blanca de uñas negras; y se recostaba más en la silla de su escritorio.
Dejando solo a sus ojos mostrar la ira que estaba conteniendo en la calma; pues mientras salía la demonio inferior; un fuerte estruendo resonó en el despacho, haciendo que toda la propiedad, el castillo, muebles, adornos, cuadros, los sirvientes y todo absolutamente todo se estremecerá hasta el grado de quebrantarse algunos vidrios y la tierra del jardín abrirse en miles de ranuras.
El demonio estaba muy enojado; pues le habían quitado de nuevo a a su Ciel; pero mataría a quién se atrevió a robarle su mayor tesoro y amor:
“Es débil un demonio enamorado, pero es peor uno desesperado de amor…” y en esta historia no solo él está desesperado de encontrarlo, tanto el escarlata brilla de ira como el dorado que se funde en ira”
***********Abismo**********
-Oscuridad…… ¿Por qué otra vez estoy en la oscuridad?...
Al abrir mis ojos me encontraba en la húmeda del suelo, todo era un gran charco de agua oscura y sin color que no podía distinguir, no sabía dónde estaba, pero tenía mi corazón ardiendo en dolor, y los gritos de un niño me erizaban cada centímetro del bello de mi piel.
Intentaba por todos los medios levantarme y descubrir dónde era exactamente qué estaba metido…… Solo recordaba que tenía el mejor sexo del mundo y me atragantaba con lo más exquisito que es su falo, para finalizar exhausto y encontrarme en la vacía “oscuridad” que me acongoja…
-Claude, ¿dónde estás?-pregunte en un débil sollozo; no entendía como pase de sentir placer con mi amado, para estar aquí…
-Él no vendrá a buscarte…… Sé qué es difícil hacer esto por alguien que amas, pero pronto veras lo hermoso qué es, separarte de una criatura tan horrible….
Escuche la voz de una chica que me pareció dulce y patética; una mezcla de niña y mujer; con aquel toque de melancolía que hablaba de mi amor, como si nos conociese.
Y entonces la tenue luz de una vela, ilumino unos largos y ondulados rizos castaños como las bellotas de los árboles en el otoño; y pude ver la delicada tez blanca de porcelana, en aquel vestido al estilo toga griega; pero mi asombro fue mayor al ver unas……
-Alas-dije fuera de mí mismo, al ver el alto plumaje blanco que sobresalía de su espalda femenina, aquella dama de mirada café tenía en su bello rostro la tristeza y el olvido de quién guarda en su corazón el más grande vacío de amor……… “Igual que yo…”
Mis ojos empezaron a abrirse y adaptarse a la luz, no dije nada, y ella tampoco hablo, solo nuestras miradas se conectaban y fue que note la extraña habitación o mejor dicho aquel horrible lugar; era un abismo, lo sé, lo supe y jamás olvidare las tinieblas y aquellas extrañas personas que huían de otras; repitiendo nombres de personas que no estaban ahí; mucho menos aquellos juguetes tétricos, muebles, autos, objetos materiales de la actualidad, del pasado y hasta la prehistoria; ¿dónde demonios estaba?
-El abismo es un lugar lleno de almas en pena, qué no pudieron ascender al Paraíso y mucho menos ser llevadas por los demonios, como lo es tu amante….-dijo la chica alada.
-Eso ya lo sé…-conteste sin emoción alguna.
Pero aunque no pudiese hablar más, fue entonces cuando el desgarrador grito que hiela la sangre me hizo abrumarme de tal manera que la chica desapareció de mi vista para poder ver más allá de las oscuridades un altar dónde estaba………………
-CIEL-grite atónito, y resbale al suelo en una torpe caída.
Y fue cuando vi a una horrible criatura semi-humana que se alimentaba de la sangre de mi amigo; él estaba sobre un altar color marfil, brillaba y resplandecía, mientras una manta roja cubría parte de su cuerpo, pero mi dolor fue terrible al ver como las entrañas de su cuerpo sobresalían, como podía ver los agujeros de sangre y carne que estallaban de su cuerpo, sus vísceras estaban siendo arrancadas una por una de la carne frágil de su cuerpo, podía sentir en carne propia su dolor y sus gritos aulladores de salvación, era solo la pronunciación de aquel amante que no estaba…
Sentí la necesidad de correr y ayudarle, le perdería como perdí a Luka, no, no quería que eso sucediera, así que corrí y tome a la criatura de bata blanca y cabello rubio ceniza; para voltearla y ver que era……
-Elizabeth-dije perdido.
Su rostro estaba transfigurado, sus dientes manchados de sangre, y por las comisuras de sus labios se deslizaba un delicado hilo de sangre; mientras el cuerpo del qué creí era mi amigo desapareció y solo ella reía como demonio, no sabía que era si una pesadilla o una realidad.
-Bienvenido a mi Abismo Alois…… Dónde has sido abandonado por tu amante y aquellos que te aman…-dijo con una tétrica voz chillona; mientras sus ojillos verdes brillaban de una temible oscuridad y fue cuando sentí como sus brazos me sujetaron.
Su fuerte agarre me estaba helando la piel y la sangre; pero todo fue confuso al sentir sus dientes en mi hombro y como desgarraba el camisón de dormir, y sentir sus colmillos desgarrarme, como la succión de mi sangre… Y antes de caer perdido en la inconciencia, vi a la chica alada llorar, y el leve sonido de una voz que si conocía, la voz de mi verdadera Lizzy decir:
-Lo siento Alois, solo falta uno….- fue un suspiro en aquel rostro de ira y odio; para al final caer perdido en su abismo de soledad…
**********En Sorry********
-Estás seguro qué encontraremos a ese idiota vulgar de mal gusto aquí-dijo la delirante voz varonil y aguda de un hombre en la oscuridad de las callejuelas aquella noche.
-Cállate Sutcliff-dijo un segundo caballero con un tono más profundo y gruñón.
Pero el sonido del filo de un arma puntiaguda y afilada, llamo la atención de los dos hombres y ambos giraron sus rostros a la izquierda y observaron una sombra descender con una resplandeciente oz de calaveras en un platinado color.
-He he he, disculpen la tardanza niños-dijo la voz siniestra y burlona de un caballero de cabellos platinados y largos.
-Ya calmaditos, solo falta el chico hindú a qué lo capture la niña vampira, y con eso encontráremos el portal al abismo, esperaremos a los demonios aquí; y nada de problemas con ellos entendieron Sutcliff y T. Spears………… He he he he ya va empezar la fiesta, miren quiénes están llegando…-dijo el bizarro hombre de cabellos plateados, que con un ademan de su mano, de las sombras surgieron, dos criaturas muy conocidas para ellos…
-Demonios-dijeron al unísono ambos hombres inferiores al que les hablo.
-Parece qué son los amigos de Sammael y Dantalion-dijo la femenina voz seductora de una dama que surgía de las sombras; con un tres hombres de cabellos purpúreos y ojos rojizos.
-Mayordomos-kun y la maid claro, he he he he, ya han pasado dos siglos sin vernos-dijo el hombre de tez blanca y sonrisa bizarra.
-Parece qué no has cambiado nada…… señor Undertaker-dijo Sebastián, que sobresalía de las sombras y dejaba verse en el claro de Luna, con su ropa ajustada, y la camisa holgada de aquel color negro satinado con la más suave tela de seda que el mundo jamás conocería.
-Magnus, Margaret, por favor saluden a nuestros amigos los “dioses de la muerte”-dijo con un toque de ironía y burla el demonio de mirada escarlata.
-¡¡¡Sebas-chan!!!-grito una figura rojiza de largo cabello y mirada verde con aquel traje distinguido del siglo XIX, aparte de su estilo femenino y andrógino.
-Cálmate Sutcliff, si no fuera porque estás alimañas pueden abrir ese portal, será la forma que……-dijo el otro joven que tenía cabello negro y ojos verdes amarillentos; que fue interrumpido abruptamente.
-Es un placer siempre verlos William T Spears, y Grell Sutcliff-dijo nuestro demonio con un sazón de burla y molestia.
Mirando a aquellos dos, la figura rojiza lo miraba maravillado y con un sonrojo, a diferencia del moreno de lentes que lo miraba con odio.
-Ya es hora de que se callen y esperemos a nuestro objetivo-dijo la profunda voz irritada de Dantalion que salía de las sombras en un traje exquisitamente formal, a diferencia de los tacones puntiagudos y la vestimenta que llevaba Sebastián.
-Dantalion tiene razón, estás seguro Sammael qué es buena idea que estos ineptos shinigamis participen-dijo Hannah, que se dejó ver, mostrando sus curvas en aquel corsé conectado con su ropa interior femenina de cuero, mientras su largo cabello platinado con un toque de lila se deslizaba por su cuerpo con el estocado del sombrerito negro.
Y con un ademan de sus manos, los tres demonios se acercaron a ella cual sombra.
-Canterbury, Thompson y Timber, aseguren el perímetro, que no los noten, es una orden-dijo ella de forma sádica y graciosa.
-Magnus, Margaret, sigan a esos tres y vigilen que no aparezca ninguno de los ángeles-dijo Sebastián delegando a sus subordinados. -Hannah y Claude, deben estar tranquilos los dos, estos estimados caballeros tiene la forma de salir del Abismo, a diferencia de qué nosotros solo podemos entrar al Abismo, si ambos quieren recuperar lo perdido será mejor que sean amables con ellos-dijo el moreno de ojos escarlatas, con autoridad y una mirada macabra que hizo que los dos demonios se tranquilizaran y se quedaran callados; mientras los shinigamis miraron a Sebastián, y fue así que el que se hacía llamar como “Undertaker” dijo:
-He he he he, con qué así controla el príncipe de las Tinieblas a sus demonios, es digno de usted viejo mayordomo-kun-dijo entre risotadas de ultratumba el shinigami, dejando en incomodos a los dos demonios.
-No es momento de risas, señor Undertaker, Abrhael y Dantalion, como todos los demonios no se fían de los dioses de la muerte como ustedes…-dijo Sebastián con su aterciopelada voz, en una sarcástica mención.
-Igual las alimañas como ustedes no son de fiar-dijo William T. Spears mientras se acomodaba los lentes y miraba con desprecio a los tres demonios.
Y antes de qué alguno hablara, a diferencia del pelirrojo que miraba engatusado al demonio escarlata; los tres demonios sirvientes aparecieron ante ellos y dijeron:
-El objetivo está en el parque, my lady-dijeron al unísono los tres.
-Parece qué la función está a punto de empezar he he he he, qué esperamos pongámonos en marcha, andando viejo mayordomo-kun, muéstreme de nuevo sus habilidades-dijo el shinigami mayor, con una sonrisa burlona y su voz retadora.
-Será un placer de nuevo……….Señor Undertaker-dijo Sebastián, con su burlona voz profunda y varonil; para desaparecer en las sombras seguidos por los otros demonios.
Mientras los shinigamis, ascendían y descendían de los tejados de la ciudad y la Luna iluminaría con su tenue crepúsculo a aquellos seres sobrenaturales unidos por razones diferentes, pero del mismo enemigo, unidos.
Ya desaparecidos aquellos seres; unos jóvenes hindúes caminaban aquella noche de tenue Luna por el parque, tomados de las manos; mientras sus miradas brillaban del dulce sentimiento que es el amor, sin saber qué estaban en el objetivo de varios seres sobrenaturales; pero el terror iba a recaer en el más joven de aquella pareja, ya que entre las sombras una joven recaída de soledad y dolor, necesitaba hacer desaparecer aquellos que amaba aunque en su corazón lo supiera los hilos de la marioneta que era no la dejaban salir del abismo de su soledad.
“La verdadera pesadilla llegaría en las profundidades del Abismo, aquel lugar entre el Cielo, la Tierra y el Infierno, dónde las almas humanas que no habían resuelto sus problemas en vida quedarían vagando en una insufrible soledad…”