Capítulo 16: Pesadillas en el Abismo de Elizabeth (segunda parte)
***ABISMO***
No sabía dónde me encontraba, y no era de extrañarme; había caído en las garras de la maldad, de nuevo… Ya me era tan familiar estar en problemas y esperar que sus ojos escarlatas llegarán a verme y tomarme en su mirada maligna que estaba en problemas después de salvarme.
En la oscuridad de este lugar no veo nada, al principio fui atacado por mi prima Elizabeth, ella me reclamaba el amor qué jamás correspondí, pero no entendía de qué amor me hablaba; o de qué pasado juntos me protestaba, dónde Sebastián, nos separó según ella. Solo sé muy bien qué clavo sus dientes en mi cuello para dejarme sin aliento y ahora qué he escapado de su pequeña jaula vago entre este gran charco abismal de penumbra entera; dónde solo escucho los gritos de personas que miran cada hueco en forma de un espiral purpura, viendo su pasado, presente, y futuro; y yo no he podido ver el mío.
-Puede que sea muy especial y te lo hayan robado-dijo una cantarina voz femenina qué me ha estado siguiendo desde qué me escape de Elizabeth.
-Déjalo en paz “Harut”-le grito la voz femenina qué siempre se escuchaba nerviosa y de mal humor; tenía una voz fina y tierna como la de una niña, y la otra era un voz alegre y despreocupada.
-Déjame en paz tú Marut; no deberías estar atormentando a los humanos-dijo risueña y con extrema maldad en cada palabra.
-Tienes razón, podría ser….-le respondía la otra voz melancólica.
Solo las escuchaba pero no podía verlas; sabía bien que me seguían ambas; pero no podías saber sí estaban ahí o qué; así que me atreví a decir:
-¿Por qué no se muestran ante mí, y me dicen cómo salgo de aquí?-les pregunte soberbio.
-Vaya Harut, sí qué es un chico soberbio…-dijo la voz tristona.
-Oh tú favoritos Marut-contesto la otra voz alegre.
Y de las sombras salieron dos chicas aladas, eran dos jóvenes una un poco más alta que la otra. Una de ellas traía un precioso vestido negro de faldas largas, y un corsé apretado con detalles rojos escarlatas. Y era una joven de cabello negro como la misma noche en el infierno, y sus ojos grandes y melancólicos lucían aquel tono de profunda oscuridad, ya que eran de un negro medianoche.
Esa chica me miraba con una sonrisa amarga; a diferencia de la otra qué lucía muy diferente, llevaba el mismo vestido, pero era de un rojo pasión ardiente con detalles negros en acabados; su melena corta y atrevida era de un rojo carmesí, y sus ojos eran negros azabaches; con cierto toque de perversión y comedia.
Eran dos chicas muy diferentes, una era más baja y tenía una larga melena negra y; la otra era más alta y con su cabello corto carmesí. Pero las dos tenían unas alas enormes al estilo circular, cómo un pequeño petirrojo eran de un brillante rojo las alas de la chica de cabello corto; y en cambio su acompañante tenía unas alas cortas de color negro como un cuervo; cómo las de mí “Sebastián” recordé al ver su mirada pérdida y malvada; en aquellas alas negras.
-Yo soy Harut-dijo altanera la chica de cabello rojo muy corto; mientras hacía una graciosa reverencia, y sus alas rojas bailaban al compás de su presentación.
-Y yo soy Marut…-dijo con cierto desdén de tristeza y perversión la chica de cabello largo y negro; cómo una mirada triste podía acabar siendo la mayor depravación.
-Nosotras somos ángeles de la magia-dijo la chica llamada Harut de cabello rojo.
-Solíamos ser….-termino la otra de cabello negro Marut.
-Nosotras somos las entidades en este Abismo, haz caído en el Purgatorio… Niño, este lugar llegan las almas qué no han podido arreglárselas en vida, y ahora será el sitio de guerra de ángeles, demonios, y dioses de la muerte…-dijo Marut viendo la profunda oscuridad que nos consumía.
-Marut es una exagerada chico, no le hagas caso-dijo la otra que se llamaba Harut con cierta burla.
-¿Sí son ángeles qué hacen aquí?-me atreví a preguntarles.
-Esa es una buena observación-dijo Harut, para luego mirarme seriamente y ver a la otra chica de forma muy penetrante y decir:
-No recuerdo dile la historia Marut-contesto, para hacernos desesperarnos a la chica alada y a mí; era una verdadera idiota.
Qué ser en su sano juicio no recuerda por qué ya no es un ángel. Y no puedo creer que haya pensado eso, estás dos chicas son idiotas o se harán.
-Maldita Harut deja de hacerte parecer intensa y profunda desquiciada pelirroja-le respondió con amargura después de levantarse de la decepción que le causo la otra.
-Muy bien… Mira niño, nosotras solíamos ser ángeles; los seres humanos qué son respondidos por árabes nos han llamado durante siglos… “Ángeles Mágicos” estamos para ayudar a los humanos a regirse por el bien, y nos enviaron en forma humana a cuidar de ellos, pero sucede qué…..-no termino de decir más, ya que su amarillento rostro como un ser pálido y oscuro de tez; no era una chica morena ni blanca; era ver un café late aquel amarillento cafetucho que podría ser; esa era un tono de piel muy raro, parecía una persona latina.
-Siempre se avergüenza en esa parte-respondió la otra, y ella no tenía esa piel así; era de un color caramelo más oscuro como el mismo dulce de leche con más azúcar.
-Mira niño, solíamos ser ángeles qué tenían la fe de salvar al mundo, enseñando a los hombres; antes pasábamos en el Paraíso disfrutando de nuestro poder y autoridad; pero la banalidad que nació nos hizo ver qué éramos superiores y vimos a los humanos envueltos de sus vicios y diversión que empezamos a comportarnos como ellos en el Paraíso; deseando qué cayeran en lo profundo del dolor; así que nuestro Jefe, nos envió como castigo a la Tierra a enseñar la poderosa sanación y virtudes, pero caímos en desgracia por culpa de esa idiota de allá, qué le gustan los juegos, diversión, demonios y es una gran pervertida-dijo al empezar sonaba tan seria y después fueron risotadas de lunática.
-¡¡CÁLLATE!!-le grito avergonzada.
-No sucedió tan así…-dijo sonrojada.
Respiro hondo mientras le dio un fuerte golpe a la pelirroja para continuar:
-Es cierto todo excepto el final; nosotras solíamos ser categorizadas por los humanos llamados “árabes” como mágicas, pues nuestros poderes sanativos los deslumbraran con cierta magia; ya que la luz celestial que teníamos fue arrebatada, al caer en pecado y dejarnos llevar por los humanos y sus vicios; así qué Alá nos envió al Infierno a ser demonios; pero su rey no nos aceptó, y ambas seguíamos actuando de una forma buena pero mala por decirlo de alguna forma; así que nos quitaron nuestro poder celestial; todo aquel que un ángel necesita para ayudar a los demás, nace de las personas con fe; y en el Infierno solo dolor y la fe no existe; así que aprendimos a usar la magia de los demonios, extraíamos de ellos su aura demoníaca y la combinamos con lo poco de nuestro poder celestial de personas que aún nos creen en fe, y la usamos para intervenir en la Tierra desde aquí en el Abismo-me explico con cierta rudeza pero pude ver en aquellos ojos negros el profundo arrepentimiento, en ambas.
-Les paso algo así como Lucifer-me atreví a decir y ambas me miraron anonadas y de forma desaprobatoria.
-¡¡Lu!!, es una campeona-dijo Harut en risotadas de maniaca.
-¡¡Harut!!-le grito la otra mientras la mangoneaba. –Deja de llamar así al rey de los demonios, nosotras no somos como “eso”, sé creyó más poderosa y mejor qué el mismo Dios, y fue expulsada por San Miguel, y fue la creadora de todos los pecados del mundo, los experimento y forjo para destruir a los hombres…-dijo maravillada en un haz de locura.
-Disculpa a Marut, chico ella suele adorar mucho a los demonios-dijo entre risotadas pervertidas.
-Son unas chicas muy raras, pero cambiando de tema; saben como salir de aquí.-dije algo molesto, como esas dos podían desesperar tanto.
-Bueno verás no podemos ayudarte si aún no has visto tu pasado, presente y futuro…-dijo Marut seriamente.
-Pero podemos ayudarte a encontrarlo-dijo la otra Harut.
-¿Enserio? ¿Y cómo demonios es qué ayudan ustedes?-dije algo fastidiado.
Entonces la chica Marut, me tomo entre sus brazos en un extraño abrazo. Colocando mi rostro al suyo, respiro hondo en mi cuello y vi como sus ojos se pusieron color purpura brillante.
-Sammael-sama-dijo en una larga expiración.
-Te lo dije nena, estará aquí pronto.-dijo la otra, y no entendía absolutamente nada.
-Ciel Phamtonhive-me llamo.
-Eres un chico especial, pero aún no sabes nada; y lo peor es que todos tus amigos están en peligro en especial él qué amas-dijo con cierto aire de tristeza.
-Marut-dijo su amiga, al tocar su hombro.
-Te dije qué ese demonio jamás lo ibas a tener-dijo envuelta en risas, para fastidiar a la otra.
-Maldita Harut-le grito y le dio un golpe en su cabeza para dejarla noqueada.
-¿Estará bien?-Le pregunte.
-Sí después de unas horas-dijo ella como si nada.
-Mira, no tienes recuerdos de un pasado, ya qué tu alma fue sellada dos veces; la primera por ese amor tuyo, y la segunda vez por un poderoso ángel; así qué solo tienes sueños con personas qué conoces y recuerdos vagos; pero las de ese enamorado tuyo son las qué hacen qué poco a poco se abran; para qué recuerdes quién eres en realidad tienes qué abrir el sello con una palabra de poder-dijo ella muy seriamente.
-No sé de qué hablas, de Sebastián y ese ángel, no entiendo nada, pero ayúdame a salir-dije algo preocupado, no entendía nada, y no sabía qué hacer.
Me miro enternecida para asfixiarme en su abrazo mientras le gritaba qué me soltará.
-Lo siento-dijo ella.
-Anda loca ayúdame-dije molesto.
-Antes debemos buscar a tu amigo Alois-dijo ella observando el lugar.
Y fue como una ráfaga de aire rojo se levantará. La otra chica se alzó vuelo entre nosotros con una gran cara de perversión.
-El rubio sensual qué estaba con la vampira.-dijo ella y en un salto hacia nosotros lista para recibir órdenes.
-¿Eh?-dijimos ambos de lo sorprendidos qué estábamos.
-Harut-le llamo enojada. –Tú ve y búscalo entendido-dijo autoritaria.
-Yes, my lady-dijo la otra en una graciosa reverencia, con un brillo perverso; qué sonrojo a la chica de cabello negro.
-Esa maldita-dijo entre susurros para sí misma; con un ligero sonrojo.
-Mira niño; no puedo hacerte recordar nada pero puedo sacarte a ti y a tu amigo, pero creo qué necesitamos intervención divina; tu prima está perdida en el dolor y la soledad; pronto tu amigo hindú estará aquí, y una legión de demonios y dioses de la muerte así qué será más fácil si me ayudas, qué dices pequeño Ciel-dijo ella seriamente, qué nunca pensaría si fuese una broma.
-Entre más rápido salga te lo agradeceré-dije mientras le sonreí siniestro.
-Me caes bien, así que ven niño; bajemos a las profundidades de este abismo y busquemos a……… La chica qué hará a tú prima volver a ser ella misma, antes de que sea un monstruo chupa sangre toda su vida….-dijo ella con una pícara sonrisa; me tomo de la mano y alzo vuelo con sus alas.
La altura me sorprendió, pero no dije nada, solo sonreí altivo, tomado de sus manos mientras volaba en la oscuridad a gran altura sobre el Purgatorio, todo en ventaja de salvar a Lizzy.
*****En el parque de Sorry*****
Dos jovencitos de nacionalidad hindú, se encontraba en lo más profundo de una banca en el parque; dónde se besaban ardientemente; uno sonrojado y jadeante; mientras el otro dominante y feroz. Pero lo qué no sabían es qué entre la oscuridad estaban dos dioses de la muerte observándolos, para salvarlos de la avalancha de terror qué los iba a atacar.
-Recuerdo cuándo me besas así-dijo el shinigami carmesí; el exquisito Grell Sutcliff.
-Cállate-dijo lleno de molestia, y con la mirada hacia otro lado, el shinigami de cabello corto y negro; el gran y jefe de la división de asuntos internos “William T. Spears”.
-Cállense estúpidos, pueden hablar de sus temas de pareja después; hay que estar atentos, Sammael-sama, quiere qué los capturemos a su señal.-dijo la voz femenina de la niña demonio Margaret.
-Estúpida mocosa-dijeron ambos juntos.
-Malditos dioses de la muerte-dijo ella; mientras se colocaba en posición.
En una posición alterna a ellos estaban el viejo y misterioso sepultero, y un demonio alado de largo cabello azabache en su encuerado traje ajustado y sus largos cuernos puntiagudos.
-Señor mayordomo…. No mejor dicho príncipe demoníaco…… He he he cómo harás para qué los ángeles no vayan a secuestrar a tu amor y la llave qué te hará el rey de los infiernos-dijo con su típica voz siniestra y divertida en una mirada muy seria; dejando ver aquellas sensuales cicatrices qué adornaban su pálido rostro y el brillar de sus esmeraldas ojos.
Tranquilamente voltea, y con el brillo demoníaco en sus ojos felinos responde:
-Él no se dará por vencido señor Undertaker, así que jamás lo verás caer, a menos de qué sea yo mismo él qué lo haga doblegarse.-dijo con altivez Sebastián, en aquella voz siniestra del fino terciopelo qué emergía de su profunda garganta.
Ambos pensativos en el objetivo, el shinigami legendario guardo silencio, jamás se metía en este tipo de problemas sí no fuese qué, una guerra iba a empezar sí no mataban a ese estúpido ángel.
**************En el abismo****************
Elizabeth logro soltarme, de un pronto a otro desapareció de mi lado y en un vórtice de color purpura se sumergió y no la vi más. Ella no era Lizzy… Lo sé porque sus bellas esmeraldas estaban teñidas por lágrimas al atacarme.
-Elizabeth-dije con la voz ronca.
Me había estado estrangulado tanto, y ahora ando caminando en estas desoladas aguas y charcos en el abismo de las almas perdidas.
-¿Quién dijo qué estabas perdido mi pequeño niño?-dijo una voz seductora de mujer.
-¿Qué quieres?-dije con cierta ironía.
Entonces un aleteo abismal resoplo en mi rostro, y ante mí una mujer de cabello corto y rojizo se alzó; su piel semi oscura estaba bien entallada en el coqueto vestido rojo carmesí.
-¿Quién eres?-susurre con una mirada altiva. Después de todo era Alois Trancy, un gran joven, un caballero entre los caballeros y era muy superior a los demás, hijo de un Conde maldito aquel abogado que hundió a mi madre; la mejor abogada de Sorry y la mujer más hermosa qué existía.
-Deja de alabarte pequeño hermano, y ven conmigo sí no ese mocoso azulino va seguir fastidiando-dijo estresada en su tono de voz.
-Dime quién eres y haré lo qué quieres…-respondí cortante.
-Vaya….Vaya… Si qué eres amigo de Ciel…-dijo entre risotadas.
-¿Conoces a Ciel?, ¿Dónde está?, ¿sabes dónde puedo hallarlo? –grite frustrado y sujetaba el cuello de su vestido apegándola a ella a la pared en mi desesperación que me volví loco.
Me quito las manos de encima con una bofetada, he intente decir algo y me silencio con su rostro frío cuál hielo, ella estaba mal ese ser parecido a un ángel.
-Sé dónde está Phamtonhive no te estreses pequeño rubio. Teñido…-dijo burlona.
-¿TEÑIDO?-grite exaltado.
-¡¡¡NO SOY TEÑIDO!!!- grite a todo pulmón.
-Sí lo qué digas…-dijo ella rodando los ojos en dirección contraria hacía a mí.
Y antes de qué me lanzará a matarla, como estaba haciendo ya que empecé a ahorcarla por decirme teñido y aparte de eso burlarse del gran “Alois Trancy”, la muy maldita tomo vuelo en el aire y empezamos a volar entre las sombras de oscuridad qué se removían en ese abismo de dolor.
Yo y Marut andábamos caminando por el abismo en busca de su hermana Harut, de verdad el odio que siento por ellas es grande… Estos ángeles o lo que fueron son muy tontas y no saben nada, aunque esta siempre está deprimida o amargada. Pero dijo que debía llevarme a ver en las lagunas de las memorias un pasado qué me atrapa en pesadillas.
-¿Tú soñabas con él verdad?-dijo en un suspiro lastimero.
-¿Quién?- pregunte.
-Tu amante Sebastián Michaelis-dijo ella con una mirada vaga al abismo.
Me sonroje de solo pensarlo. Y al escuchar el nombre mis mejillas ardían y una corazonada me hizo tambalear.
-Es normal actuar así… Siendo el consorte del rey de los demonios me parece normal qué al ser nombrado te estremezcas…-dijo burlona.
-¿CÁLLATE?-grite colérico.
-En fin eres muy afortunado de tener a ese demonio a tu lado… Él pronto va ser rey de los demonios, aunque ya controla muchos de ellos; siempre ha sido así… Sebastián-sama es un demonio muy peculiar pasar dos siglos buscándote y perderte de nuevo por qué le fuiste arrebatado tres veces… Ha de querer suicidarse pero no puede…-dijo ella entre risas.
Lo que decía me parecía tan falso y tan lleno de mentiras.
-¿Qué sabes tú de Sebastián?-pregunte tal vez celoso, su forma de hablar de él me parecía bastante triste; ¿cómo cuándo abandonas a una mujer despechada?
-No soy despechada niño, hace mucho conocí a Sammael-sama, ese es su nombre real sabías, fue cuándo Alá-sama nos envió al Infierno, no podré olvidar, lo vi postrado sobre un gran trono hecho de cadáveres todas almas de mujeres, y jovencitos de tu edad, sangran y eran tan putrefactos que mis alas se estremecieron erizándome la piel, sólo la profundidad de sus ojos escarlatas me dejaron exaltadas, mi respiración se frenó y sentí miedo como los humanos a la muerte, fue ver la misma encarnación de Lucifer, y esa voz, esa voz hizo que cayera a sus pies; cuándo se acercó a mi bajando desde aquel trono, acaricio mi rostro y suspiro sobre mis labios, entonces comprendí que la lujuria humana no era nada comparada con la de un demonio de verdad, ÉL era todos los pecados en el mundo, y entonces jamás olvide…………-dijo ella cada palabra abrumada y muy sonrojada; como si la excitase y la dejase sin alma, ¿sí es qué poseía alma?, no podía imaginarme a Sebastián así.
-¿Jamás olvidaste?-me atreví a decir mientras ella quedo perdida.
-Jamás olvide lo que me dijo: “Eres un ángel hermoso”-dijo ella muerta en sí de tristeza.-Después de ahí sus sirvientes nos usaron y nos enseñaron el pecado de verdad y la tortura que se dé a los humanos como castigo eterno….
-¿Tú amas a Sebastián?-pregunte un poco celoso susurrando avergonzado y sonrojado.
-No Ciel, no puedo amar a quién me jamás tendré a mi lado; sólo lo recuerdo su poder, gloria, encanto y sensualidad……… Los demonios son de naturaleza extremamente malvada son entes de locura y desenfreno…… Diría qué estoy enamorada de su naturaleza y dominio en los seres humanos, no entiendo porque Ála-sama confió en mí sí el enemigo era tan fuerte….-suspiro.
-Confió en ti porque te considero fuerte, vio algo que no notaste en ti misma, pero se equivocó porque tú misma dejaste de creer en la fe que te movía-dije bastante frío y con cierto desdén su falta de voluntad me dejo anonadado.
-Tienes razón…… - se quedó en silencio un poco- Oh creo que ella nos encontró antes………-suspiro pesadamente-
“Entre la penumbra salió una espeluznante figura se reflejaba entre los charcos púrpuras en espirales, y fue cuán mis ojos se deslumbraron con la aparición de aquella mujer, o lo que pensé era una mujer, se brotó de las aguas del abismos, su espectral forma de dama tan alta y esbelta, aquella pálida piel tan trasparente y el largo y rizado cabello naranja que brilla tan intenso como una llama infernal, sus ardían en el mismo fuego de la mísera humana, y su desnudez fue solamente tapada por las cascadas anaranjadas infernales de sus rizos demoníacos, sentí como mi pecho se oprimía y cerré los ojos un instante para sentir como me tocaba el rostro con sus huesudas manos de mujer y aquellas uñas negras tan largas que acariciaban.
-Ciel Phamtonhive…..- Me rasguño, y Marut intento ayudarme protegiéndome de su golpe y fue ella la que lastimaron más.
-Baylon-sama…-dijo ella haciendo una reverencia.
-Marut……… Pequeña Perra de Sammael, ya no te basta con ser su Puta fiel…… ¿Quieres probar su pene y el sabor de su semen caliente?-dijo ella con toda fluidez aquella ronca voz femenina llena de celos e ira.
-No le hablas así seas lo que seas…-hable molesto y altanero, ¿quién se creía esa mujer?
-Oh vaya el pequeño cachorro de mi esposo hablo-dijo ella.
-¿Esposo?-dije perdido.
-Ciel………… Ella es Baylon-sama la princesa del infierno y futura consorte real…… Sammael-sama está casado con ella…-dijo Marut hundiendo su rostro entre sus manos mientras caían lágrimas de sus ojos…. Eran de sangre.
-¿Sebastián…. Casado?-fue lo único que dije gritando perdido ahogando mi dolor en golpes en esa dama.
******************En Sorry******************
-Te amo tanto mi amado Soma-sama-dijo el joven Agni besando el cuello del otro chico.
-Ag….ni-suspiro pesadamente.
-Hasta tú que te comportas como un niño eres mucho más feliz que yo….-aquella voz femenina llena de lágrimas ataco a los jóvenes hindúes que se besaban apasionadamente.
-Lizzy-dijo Soma con asombro, y todo lo siguiente fue el despertar de una guerra entre el Cielo, la Tierra y el mismo Infierno.
“Sólo quedaban pocas horas para el encuentro entre dos almas enamoradas, y un destino que el universo iba acontecer en la historia humana, el infierno va resucitar……… ¿Estás listo para verlo?
-¿O acaso le temes a los demonios?”