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Rojo Escarlata por Demon Witch

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Notas del capitulo:

Hola quiero disculparme con todos los lectores que esperaban la actulización el sábado pero me prohibieron la compuc ya que estoy enferma jijjijiji y hoy la robe por unas tareas, que a la vez me dejaron un tiempo para escribir el cap de hoy!!!

Es largo y enserio siento mucho no heber actualizado ayer ya que subo siempre dos caps el fin de semana, pero aquí está este y espero lo disfruten!!

A todos que leen y no comentan les agradezco que leean mi novela mucho y espero sigan disfrutandola!!

Este cap va dirigido a mi escritora favorita y la chica que acoso por facebook xD 

Mizuki-chan!!! ESPERO TE GUSTE Y HAYAS LEÍDO LA NOVELA!!!

Me despido y los que quieran digamen merezco un review?

D. W...

 

Capítulo: 6  La Araña color Dorado.

 

“PUEDES CONFIAR EN UNA ARAÑA DORADA………”

Las vías del tren rechinaban con fuerza con cada paso que la locomotora daba; muy pronto llegaríamos a la estación de Sorry, ya estaría en mi hogar, o lo que yo llamo mi otro mundo……

Soy Alois Trancy, un joven de catorce años de edad y mi historia empieza del más maravilloso dorado y termina de un triste negro furtivo.

Viajo en tren con Lizzy la prima de Ciel mi mejor amigo; él y yo somos amigos de infancia no fue hace mucho que viajaba a su mansión y jugaba con él y su prima. Pero cambió todo para Ciel cuando sus padres se divorciaron; puedo entender el dolor de Ciel y la desesperación de la traición de su padre a su madre ya que mi padre fue su abogado en el divorcio de sus padres.

Mi padre el conocido Richard Trancy; famoso por el seudónimo el “Conde Trancy de los abogados” es dueño de una importante firma de abogados en  Londres y claramente el mejor amigo de Vincent Phantomhive. ¿Cómo no son amigos si ambos son dos ratas de alcantarillas?

Mi padre ayudo al papá de Ciel con su divorció, ya que su padre se divorció para formar una nueva familia con su amante una tal Angela, horrible mujer. Mi madre es abogada y ella es por ende amiga de la mamá de Ciel, ambas eran muy unidas de niñas y en la universidad se separaron.  Diana Macken es su nombre una joven mujer de cabello rubio como el oro, ensortijado y de intensa mirada azul cielo; es la mujer más hermosa del mundo y la más encantadora, esa es mi bella madre…

Todo comenzó cuando mi madre de joven y sin experiencia alguna entró de casualidad a la millonaria firma del “Conde Trancy” a trabajar como secretaria personal y así subir de nivel en los puestos y llegar a ser una abogada de prestigió. Si no fuera porque el Conde se encapricho con su nueva subordinada, ese maldito hombre quedó impregnado de su belleza pero claro no solo de eso sino consumió su alma también. Mi padre es un hombre de cabello naranjazo como el fuego de una fogata, su mirada oscura y perversa, y claramente su piel trigueña muy bronceada.  Fue para mi madre un verdadero caos entre lo correcto y lo incorrecto, encontró un amor suicidad al enamorarse de ese hombre. Prácticamente estuvo casi en la película del “abogado del Diablo” al empezar aprender de mi padre.

Ella con el tiempo se encontraba bien pero al final cayó en esa red de mentiras que esa vieja araña le tejió en el camino. Se casarón y me tuvieron después de un tiempo tuvieron otro hijo; mi hermano menor Luka es igualito físicamente a nuestro padre excepto que él no es un maldito. ¿Por qué consideró a mi padre un maldito?

Bueno prácticamente el rompió a mi madre, si la convirtió en una mujer rota, la única que me amaba con amor. Mi padre tenía gustos secretos que nos ocultaba a nosotros. Él era homosexual, bueno no es gran cosa, pero lo era más si te das cuenta que tú padre es homosexual pero a la ves viola a pobres niños de la edad de tu hermano menor. Si mi maldito padre era un pedófilo tenía un gusto por niños pequeños y cuando madre  lo descubrió lo cayó por amor y la reputación de mi padre. Pero él no se detuvo siguió, ya no con los niños que alquilaba en sus viajes de negocios, sino con sus propios hijos. No es algo de lo que quiera hablar yo o mi hermano pero cuando una noche mi madre debía terminar un trabajo importante de una clienta en la firma, mi padre llegó temprano del trabajo y Hannah nuestra sirvienta en aquel entonces y mi nana, nos cuidaba, se retiró con mi padre al llegar. Fue un error que siempre dice querer pedir perdón hacia mí, pero al irse ella nuestro padre entró en acción; tomo a mi hermano de primero he hizo con él lo más horripilante, lo violo de todas las formas posibles hasta que su cuerpecito no aguanto la cruel violación, después de jugar con él y  enseñarme todo lo que le hizo, lo repitió conmigo nunca he podido olvidar ese día. Y así siguió durante un mes ya que mi hermano y yo lo callamos a nuestra madre porque no queríamos romper su amor del esposo perfecto y familia.

Pero claro todo salió a flote cuando mi hermano no soporto la última vez, él se suicidó; un pequeño niño de seis años se suicidó ante nuestros ojos y cuando mi madre llegó y encontró aquella escena cayó devastada, la muerte de mi hermano y saber lo que mi padre nos hacía la hirió hasta transformar su alegre personalidad por una lúgubre. Se divorciaron de inmediato y mi padre fue a la cárcel por un tiempo demasiado breve. Desde entonces no lo he vuelto a ver; aún siento al pobre de Luka estar a mi lado, mi pobre hermano, mi amado hermano, aun siento en mi interior la culpa de su suicido, él se fue por mí, no resistió aquello y yo lo hice que siguiera por mi madre….

-Todo fue mi culpa-dije inconscientemente.

-Eh, ¿sucede algo Alois?-dijo la aguda y femenina voz de Lizzy, que se encontraba despertando en el otro asiento de enfrente la cabina. Ella estaba muy cansada, ya que viajamos toda la noche con nuestros compañeros en el tren de regreso a Sorry.

-Nada Lizzy, te desperté, ¿discúlpame sí? No quería despertarte linda, vuelve a dormir aún falta algo de trayecto-dije con una voz coqueta pero triste que hizo que se sonrojará y se volviera acomodar en el asiento para dormir.

Lizzy y yo viajamos con el equipo de soccer a un partido en Londres, ya ambos somos los capitanes de las porristas, yo me encargo de los chicos y ella por ende de las niñas. También teníamos una competencia de baile, la cual ganamos y mantenemos el invicto por tres años seguidos, gracias a nuestro baile de tango.

Ella es una niña muy linda y mi mejor amiga con Ciel, siempre estuvo enamorada de Ciel y una vez de mí pero le dije la verdad; yo en realidad soy homosexual a mis catorce años me di cuenta, después de lo que he visto y sufrido no puedo estar con una chica.

Pero si hubiera escogido una chica la hubiera escogido a ella, es igualita a mi madre antes de ser una dama de corazón roto. Lizzy y yo viajamos juntos ya que nadie cree que pase algo así extraño.

Ya han pasado dos semanas desde que nos fuimos y me preguntó cómo esta Ciel, él es muy antisocial y por ser ambos mayores de un año a él no pasamos tanto tiempo juntos, me preguntó qué pasaría con él. Sé que Lizzy siempre ha querido que Ciel corresponda a sus sentimientos pero claro él no puede, sé muy bien que no le molesta los niños o niñas, pero sé muy bien que Ciel ya está enamorado, es un amante misterioso sé que está en sus sueños y  lo ve a escondidas ya que una vez me quede en su casa y el gritaba, gemía entre sueños preguntas extrañas como: ¿Quién eres?, por eso sé muy bien que él ya tiene un amor.

Lizzy por extraño que parezca dejo de seguir presionando a Ciel con eso y ahora solo lo aprecia como un  amigo.

Miro a través de la ventana el paisaje nocturno de las montañas y el bosque, que es eso en la ventana, es una “araña”, las odio, las desprecio mil veces es el símbolo de la empresa de mi padre pero también las he odiado antes de que conociera el símbolo de la empresa de mi padre, es como si alma no soportará esos animales, esos insectos que me hacen sentir una terrible nostalgia……

 

 

 

 

En la casa de las señoras Durless:

Angelina se encuentra sentada en su sillón favorito tomando entre sus brazos la fotografía de Ciel y llorando desconsolada; mientras su hermana hablaba con teléfono con el detective sobre alguna pista del paradero de Ciel.

-No han descubierto nada Ann-dijo Rachel, que vestía una bata de dormir y se encontraba muy desaliñada y cansada.

-Rache…. Deberías recostarte-dijo Ann con voz suave de ver a su hermana mayor bastante agotada de todo.

Solo había pasado dos días y nada sobre el lugar en dónde estaba Ciel.

-Sí Ann, iré a dormir un rato……Si es que puedo conciliar el sueño, mi bebé está solo y nadie está para protegerlo-dijo con tristeza en cada palabra y una opresión en el pecho de la madre.

Ambas mujeres se abrazaron, mientras observaban el retracto del niño azulino en la pared de la sala de estar.

Y sus corazones se derretían del dolor y una intensa lluvia empezaba a emerger esa noche….

 

 

 

 

 

 

 

En el castillo del Demonio Michaelis:

En el castillo de Sebastián Michaelis, un demonio de gran poder y enigmático ser, se daba una terrible discusión entre el ser sobrenatural y un niño azulino.

-¿POR QUÉ DEMONIOS NO PUEDO VOLVER?-gritaba cansado, Sebastián no me dejaba irme.

-Porque sencillamente eres MÍO CIEL-gritaba infantilmente el temido demonio.

-Pero….Bueno…. yo-decía balbuceante, ya que Sebastián me había dicho algo que me hizo sonrojarme y no supe que decir.

-No eres feliz en mi castillo, te daré lo que quieras pero sigue siendo mío por siempre-dijo seductoramente mientras me abrazaba por la espalda y susurraba con su frío aliento en mi oído; sentía esa escurridizas manos heladas tocarme debajo del camisón de dormir, en esa noche fría.

-Ah Sebastián, no hagas trampa-dije en un suspiro, ya que sus manos me estaban tocando muy desvergonzadamente e intentaba ocultar lo mucho que me gusta.

-Pero yo sé que te gusta mucho cuando hago trampa-dijo burlón mientras lamía mi cuello y me sentaba de espaldas a él sobre sus piernas y se sentaba en el sillón del cuarto y paseaba su lengua en mi nuca.

Sus caricias no me dejaban hablar, deseaba volver a casa y ver a mi madre y madame Red, pero anhelaba más ser prisionero de este demonio, él no actuaba como uno, pero era él amante que había estado esperando y deseaba más que nada ser suyo de nuevo. Mi corazón sentía una terrible nostalgia con cada caricia de este demonio.

-Eres un maldito, hazme el amor de una buena vez-dije molesto ya que había empezado a tocar mi miembro y eran caricias demasiados seductoras para mí.

-Sé solo mío Ciel, mi pequeño amante se mío, solo mío, tu alma es mía, tu cuerpo, todo tú me perteneces, eres mi prisionero de por vida-dijo con ese tono aterciopelado que susurra en mi oído y lame con lascivamente el interior de mi oreja. Su voz me hace sucumbir con facilidad me molesta pero adoro a la vez.

He vuelto a caer en Sebastián, pero no sé qué hacer; creo que me estoy enamorando de este demonio que juega conmigo………

 

 

 

 

Ya llegamos a la estación de trenes del pueblo de Sorry, muevo con mucha delicadeza el hombro de Lizzy para que despierte, acaba de amanecer parece que llovió en la noche; y ella me mira con sueño y un tierno bostezo sale de sus labios. Aún no puedo creer que alguien  tan dulce e inocente de rostro, baile el tango más seductor y promiscuo de la historia. En verdad es una chica interesante.

Veo que me da un beso mientras baja sus maletas y parte con su hermano mayor Edward, yo en cambió debo esperar a que Hannah venga por mí. Hannah era nuestra vieja sirvienta en casa de mi padre, ella estuvo en mi nacimiento y trajo a mi madre al pueblo de Sorry para que comenzará su nueva vida después del divorció y la muerte de mi hermano. No veo mucho a mi madre, ella trabaja en la Corte de Sorry y sale bastante tarde así que Hannah se encarga de mí.

-Alois-escucho la voz de Hannah en mi espalda.

Es ella, es la única mujer que reconocería en cualquier lado del mundo, es una joven de veinte años recién cumplidos, de piel trigueña muy bronceada y su largo cabello blanco llegando a un lila y sus intensos ojos purpuras. Lleva un vestido color turquesa, el cabello suelto con unos antejos  de sol encima y sus labios con su típico labial brillante. Ella se fue con mi madre y conmigo a vivir, es de este pueblo y ella es huérfana, entró a trabajar cuando tenía cinco años y era una adolescente. Ahora como mujer joven  nos ayudó a mi madre y a mí después de los problemas, mi madre no tenía a donde ir y ahora vivimos con ella en su departamento; es como si fuera una hermana mayor para mí.

Cuida de nosotros, siempre me apreció a mí y mi hermano, así que decidió dejar que vivamos con ella. Mi madre le ayuda con las cuentas y sus estudios, mi pequeño Luka la quería más que a nada.

Me di la vuelta y la abrace  fuertemente.

-Hannah, no tenías que venir a buscarme-dije un poco sonrojado ya que se veía que madrugo para venir a buscarme.

-Claro que sí Alois, eres mi lindo rubiecito pechocho, quién es mi precioso ganador-decía con voz aguda y como si le hablase a un bebé, mientras me abrazaba con fuerza.

La tome de la mano un poco sonrojado, solo ella podía hacerme ver como un niño pequeño y tanto tiempo con Ciel, ya había adoptado lo de odiar que me traten de niño pequeño.

Subí al auto con ella y empezó a manejar.-Hannah me llevarías a casa de Ciel, le traje un recuerdo y quiero dárselo antes ya que no iré el lunes a la escuela-dije con voz animosa y eufórica. Siempre me comportaba como un loco bizarro ante los seres que amaba, así podía sacar una sonrisa y verlos felices, ya que yo no podía serlo.

-Es muy temprano Alois, deben de estar durmiendo, es domingo no creo que estén despiertos. Aunque creo que hay una mala noticia por lo que recuerdo Ciel se extravió y los policías lo buscan desde hace tiempo-dijo ella muy triste y dudosa de contarme.

-¿QUÉ?-dije en un escandaloso grito que casi la dejo sorda.

-Alois lo siento pero tranquilo lo encontrarán-dijo con ánimos ya que mi rostro se sumergía en forma vidriosa. Mi mejor amigo desaparecido es algo de Ciel sí, pero su pobre madre y tía no lo soportarán.

Después de eso no hable más y me mantuve callado esperando porque Ciel esté bien, cuando Lizzy se dé cuenta sufrirá mucho.

-Ciel aparece pronto-dije inconscientemente.

Y Hannah toco mi pierna cuando detenía el auto y la acarició en señal de apoyo hacia mí. Esa era mi Hannah, mi ángel guardián, mi confidente la única que podía ser el verdadero Alois.

Al llegar a casa descubrí que madre estaba trabajando no pude besarla y verla, será hasta la noche, debía quedarme solo en casa ya que Hannah debía irse a su trabajo de medio-tiempo en una cafetería o mejor dicho en Starbucks y madre seguramente tenía que defender a alguien o hacer papeleo en la Corte para trabajar hoy.

Ya Hannah se había ido a su trabajo, pero claro me dejo el desayuno listo y lavo mi ropa, y siempre antes de salir un beso fogoso en mi mejilla antes de irse.

Me recosté en el sofá y encendí la televisión, los policías siguen con la búsqueda de Ciel; llamé a su madre y su tía para decirles mi dolor una hora antes y de verdad se encontraban muy mal, no puedo imaginarme desaparecer de los brazos de mi madre.

En eso note una telaraña en la mesa de vidrio que estaba en el centro de la sala, y ahí vi una pequeña araña de color negro con esos ojos dorados, era horrible así que la mate con el control remoto.

Las odio no sé porque es como si les guardará rencor desde hace mucho tiempo que se los guardó……

 

En eso la puerta del apartamento se abrió y entró de ella una mujer bastante madura de mirada azul cielo y cabello ensortijado rubio, era nada más que mi madre. Me levante del sillón y corrí eufórico a abrazarla.

-Madre he vuelto del viaje-dije con una voz inocente y dulce mientras la abrazaba de la cintura.

-Alois, mi bebito dorado-dijo ella con cariño, mientras besaba mi cabello.

-Pensé que volverías hasta la noche-dije al soltar un poco su abrazó.- Así es cariño regrese por unos papeles, pero me alegro de estar aquí ver que has llegado bien; ¿cómo te fue en la competencia?, seguramente ganaste verdad mi amor-dijo con dulzura, y se sentaba a mi lado en el sofá.

Nos abrazamos un rato y me mantenía en silencio quería sentir el afecto maternal, solo su amor era lo que necesitaba en ese momento, tanto tiempo alejado de ella me hacía sentir enfermo.

-Madre ámame por favor-dije con tristeza.-Claro que te amo Alois, que sucede me extrañaste mucho mi niño, porque yo te extrañe más bebé, tranquilo mami está aquí.-dijo con dulzura mientras me abrazaba con más fuerza.

-Quieres ir conmigo hoy a la Corte bebé, ser abogado notarial, es muy aburrido, era más emocionante en un juicio-dijo ella bromeando para que me animará.

-Si madre vámonos así saldrás antes-dije ilusionado, ya que me solté del abrazo y corrí a buscar un suéter para irme con ella.

-Alois te he dicho que no mates a las arañas; que te han hecho ellas para que les hagas daño-dijo mi madre mientras tomaba su gabardina verde y su bolso con llaves en la mano lista para salir.

-SABES QUE LAS ODIO MADRE-grite desde mi cuarto, al colocarme el suéter magenta.

Al salir de mi habitación la tome de la mano y salimos del apartamento abrazados a su auto en el estacionamiento.

-Adiós Diana, pequeño Alois-dijo la voz simpática de Roger el vecino del piso de abajo que salía a recoger el periódico.

-Adiós-dijimos al unísono mi madre y yo.

Pero aunque estaba feliz de salir con ella a su aburrido trabajo, por lo menos disfrutaría de fastidiar a alguien mientras estoy en su compañía, no sabía por qué pero una opresión en mi pecho me molestaba al pensar en la araña que había matado……

Al llegar a la oficina de mi madre, ella tenía que ver a su jefe pero a mí me molestaba que en su oficina hubiera una telaraña así que la limpie y entonces una araña de gran tamaño me salió, el muy despreciable insecto me mordió.

-Maldita araña, te odio a ti y a las de tu especie-dije molesto mientras tomaba un cuaderno y la perseguía para matarla.

-Vaya pequeño debes odiarlas mucho; ¿quién hizo que las odiarás tanto?-dijo una voz siniestra de mujer.

Y me di la vuelta y vi una mujer de caderas voluptuosas de pechos grandes que sonreía de forma maliciosa, mientras la araña huía a donde ella.

-Señora cuidado la puede morder, eso me hizo; detesto a esas horribles criaturas-dije sonrojado y preocupado de que esa araña la vaya morder.

-Tranquilo cariño, no son tan malas solo se equivocan al no darse cuenta de donde está su verdadero lugar-dijo la extraña mujer de traje negro y de anteojos oscuros. -No las odies puede llegar a gustarte algún día un amiguito como esté-dijo ella mientras se iba con la araña en mano.

-Qué mujer tan espeluznante, mejor que se largue con ese bicho-dije aliviado, mientras veía la figura de mi madre acercase a su oficina.

No sé por qué pero las palabras de la mujer me hicieron pensar; desde cuándo odio a las arañas y por qué las odio, que me hicieron, no lo sé. Sólo sé que jamás me gustarán; no sé por qué; pero no puedo confiar en esos insectos.

Mi corazón se oprime de nostalgia y sentimientos de recuerdos amargos al pensar en una araña; es como sí ellas me hubieran traicionado……

-¿Las arañas pueden traicionarte?-dije inconscientemente.

 

 

 

 

 

 

En unas cavernas de una profunda oscuridad, navegaba un pequeño bote, un ser de capucha negra remaba aquella góndola con lentitud mientras se acercaban a las tinieblas de un lugar de él que ningún ser humano ha escapado y todos llegaremos a caer algún día……

-Llegaremos pronto a la entrada del Averno, Lord Fausto-dijo el gondolero con aquella espeluznante voz que erizaba los bellos a cualquiera.  Pero Lord Fausto ni se inmuto,  y en ese oscuro canal de agua azul zafiro una mirada ámbar brillo en el reflejo del agua.

En la entrada del inferno, miles de gritos de desesperación resonaban en aquel lugar, los vientos eran una extraña combinación de calor y frío; podías sentir como el calor te quemaba la piel hasta hacerla enrojecer y el frío te calaba los huesos de manera horrible; mientras cientos de criaturas semi-humanoides se reían y gozaban del sufrimiento de las almas humanas que lloraban, suplicaban y morían una y otra vez, una y otra vez aquellos pecados que alguna vez habían cometido en vida y ahora eran castigo eterno…

Al llegar Lord Fausto se bajó de la góndola y arrojo a la criatura esquelética que estaba de gondolero una moneda dorada y reluciente de oro a sus huesudas manos. Y en eso una neblina negra lo sumergió transformándolo en una aterradora criatura semi-arácnida que empezó a la velocidad de  un rayo a recorrer las zonas de castigos con velocidad por todo el inframundo.

En la mente de este demonio de mirada ambarina, tan brillante como una gema; salía el rostro de un joven de cabellos rubios y de mirada azul cielo; que es lo que ese joven de aspecto infantil de niño y sonrisa pícara era lo que a mente del demonio pensaba de él.

En eso el demonio se  detuvo en seco en un enorme castillo de piedra negra con un rio de grandes proporciones que no era agua lo que surcaba, si no miles de cabezas humanas en un lago de sangre; y del castillo caían miles de suicidas al rio, sus cuerpos ardían en llamaradas incendiarias con tal fervor que la imagen al frente era peor que cualquier otra.

Miles de demonios recogían los cuerpos desnudos, arañados y bañados en sangre de los suicidas humanos y los lamían, desmembraban y hasta algunos abusaban de ellos en orgías. Muchos demonios gozaban de los gritos y partes que caían del cuerpo de aquellos humanos.

El castillo tenía una gran cúpula donde se escuchaban gritos de placer y desesperación. El demonio de mirada ambarina se corría para no ensuciarse de la sangre de los suicidas, mientras entraba en el castillo y una gárgola lo guiaba a aquella cúpula.

En la torre más alta en una habitación color sangre, llena de un putrefacto olor a muerte y una pequeña piscina llena de cadáveres desmembrados en sangre, donde partes de corazones, cerebros y genitales eran consumidos por unas horribles quimeras que nadaban en la piscina de sangrienta.

En un trono hecho por huesos y carne humana; y algunos cadáveres de humanos aún vivos que eran martillados unos sobre otros para ese trono de terror.

Sentada en aquel trono una mujer con un largo cabello azabache, una intensa y llena de toda la maldad de la humanidad era su mirada rojiza como las llamas del infierno profunda como un abismo de dolor, sus caderas voluptuosas al igual que sus pechos enormes se encontraban siendo succionados por un joven de quince años desesperado de morder esos senos; los mordía, chupaba con devoción mientras esa extraña mujer con cuernos enroscados, acariciaba con frialdad los mechones de cabellos del chico que estaba desnudo sentado en su regazo. Una mujer lamía la vagina de aquella mujer en el trono que abría sus piernas, mientras la chica le lamía con ferocidad y fuerza dejando marcas moradas con las succiones en su pelvis. El demonio en forma arácnida tomo figura humana de un caballero de cabello azabache, con un traje elegante color negro de frac y corbata.

Se acercó con el sigilo de un felino a la mujer de mirada de fuego que seguía sin inmutarse de las acciones de los chicos. El demonio saco de su traje unos anteojos cuadrados se los coloco y se acercó a la mujer desnuda de cabellera azabache y beso con fiereza sus labios, mientras el beso era tan intenso, hizo que ambos jóvenes dejarán sus acciones y lo mirarán.

Se alejaron de ella y abrazaron al demonio de mirada ambarina. El chico bajo la cremallera del demonio que estaba de pie besando a la mujer de mirada rojiza y la chica dejaba la vulva con tal de pelear con el chico para poder lamer el protuberante miembro de aquel demonio.

-MUY BIEN SUFICIENTE USTEDES DOS-dijo la mujer ignorada que soltaba los labios del demonio que empezaba este a besarla y tocarla.

Los dos jóvenes desnudos se alejaron de ahí, y unas quimeras los agarraron y tiraron a la piscina de sangre donde iniciaron un banquete de ellos.

-Mi reina la gran Lucifer-dijo el demonio de anteojos.

-Mi bello sobrino, hijo mío mi querido Claude; hijo de Belcebú, parece que respondiste a mi llamado-dijo la mujer que se ponía de pie y tomaba una bata negra de seda fina en el cuerpo desnudo y blancuzco.

-Madre de todos los Demonios, he venido porque usted me ha llamado-dijo con un tono de voz frío el demonio Fausto.

-Lo sé-dijo en un tono de burla bastante escalofriante la reina de los demonios.

-No quiero que te metas en los asuntos de Michaelis, hijo de Belcebú, sabes que él fue desterrado, su obsesión con ese que llama “amante” no es de tu incumbencia, pensé que aprendiste la lección-dijo la reina mientras se deslizaba y sentaba de nuevo en su trono.

-Él me mato y usted me dejo volver a vivir my Lady-dijo el demonio un poco disgustado.

-Lo sé, Sebastián será un excelente Lucifer en su momento pero un demonio enamorado es débil, pero un demonio desesperado de amor es peor-dijo la reina con una sonrisa macabra.

-No entiendo eso del amor del príncipe ni antes ni después de aquella época; pero supongo que de tal palo está la astilla-dijo en un susurro el demonio Fausto con desprecio de su primo hermano.

La demonio se lanzó encima del moreno y lo arrojo a la piscina de sangre, las quimeras se salieron asustadas, mientras el demonio y la reina encima suyo lo mordía con fuerza en el cuello.

-Jamás digas eso Claude-dijo la reina con ira mientras sus ojos brillaban de forma siniestra y de un rosa muy fucsia.-Sé qué tú también estás cómo mi hijo, lo sé pequeño Belcebú, tú envidia fue lo que hizo que lo perdieras-dijo la reina mientras bajaba su mano a la entrepierna de Claude.

-Tu alma dorada como el sol, esa joven alma que ignoraste por envidia de juventud, le complicaste las cosas a Sebby, pero perdiste lo que de verdad querías-dijo la reina burlona.- Sé que anhelas más que nada volver a ver esos ojos azul cielo de nuevo-dijo con una carcajada aterradora, ya que sujetaba el pene del demonio y lo estrujaba en su mano.

-Sí sus caricias aquí verdad-decía mientras deslizaba su cuerpo por el del demonio.-Y cómo lamía esto Claude era placentero verdad, jamás lo sentiste de otro demonio o ser sobrenatural, solo ese humano, tu humano Alois Trancy-dijo la demonio mientras engullía el miembro latente del demonio y colocaba una mano en su frente y este se retrocedía pero la demonio tenía más fuerza que él.

En la mente de Claude imágenes del pasado de un niño rubio, una canción extraña y él jugando a ser mayordomo surcaron su mente, mientras la demonio lamía su pene de forma lasciva y encajaba sus colmillos con fiereza. Imágenes eróticas de un rubio y él lo hicieron al demonio de mirada fría soltar unas lágrimas tan densas que la demonio paro sus acciones y se levantó; y sentó en el trono de nuevo mientras Claude estaba respirando agitadamente y su rostro sonrojado lleno de lágrimas miraba con desprecio a la demonio.

-Lo ves hijo de Belcebú, el amor afecta nuestros sentidos, un demonio desesperado de amor es peor que un demonio enamorado-dijo con una sonrisa burlona, mientras gozaba de la tristeza y anhelos del demonio de mirada ambarina.

-Mi hijo está como tú, perdió a su amante dos veces; una por un ángel asqueroso, una segunda vez por ti y ahora una tercera por un Serafín; no es justo que los demonios experimenten el único sentimiento que nos hace débiles pero si es controlado seremos poderosos-dijo  ella con tristeza y enfado mientras miraba el traga luz de aquella cúpula de vidrio.

-Quieres decirme qué me llamaste para decirme que estoy desesperado de amor-dijo con burla el demonio mientras volvía a su porte elegante.

-Ja, no has aprendido nada Belcebú junior, me das lástima ya que tu pequeña alma dorada ha vuelto a la vida, está en el mismo lugar que mi hijo encontró a su amante, no desearías volver a ver sus ojos azul cielo y su voz chillona llamándote; sé qué aún le tiene miedo a la oscuridad, pero eso si ahora detesta las arañas-dijo en carcajadas serias la reina demonio que recordaba al niño que mataba la araña en la Corte. Que movía sus manos y un espejo redondo apareció y levito enfrente de Claude.

-No me importa esa alma ahora-dijo Claude mientras miraba hacia otro lado.

-Ah enserio, pues tu mente y tu aura dicen otra cosa-dijo ella con risas ocultas.- Sé que lo anhelas y deseas más que nada, míralo me dirás que no es él-dijo ella mientras movía su mano izquierda y una ráfaga de viento caliente hizo que Claude volteará y mirase el espejo.

En eso la imagen de Alois salió a flote, el niño estaba poniéndose un camisón de dormir mientras torpemente se amarraba el lazo. La imagen hizo que los ojos del demonio se abrieran como platos y su corazón latiera mil por hora dejando devastado y muy trastornado al demonio.

-Vete y búscalo Claude u otro demonio se lo dejará antes que tú, cómo tu rival Hannah por ejemplo; pero eso sí no te metas con Sebastián-dijo ella amenazante, sacando de sus enamoramientos al demonio, que un hilo de saliva salía de sus labios.

Y así no dijo nada y su forma verdadera salió a flote, corriendo de forma vertiginosa por la puerta y buscando la salida del infierno.

-Sí Claude y Sebastián, ninguno de los dos pueden resistir el azul en los ojos de los humanos, mis pobres hijos siempre se equivocan donde yo misma lo hice alguna vez; pero todo fue la maldición de todo demonio tiene al sentir por primera vez amor, jamás puedes amar de nuevo y mucho menos olvidar-dijo la reina demonio con melancolía mientras gotas de lágrimas caían de sus orbes rojas.

Y el retracto de una imagen de un joven de mirada azulina y cabello rojizo apareciera de un movimiento de sus manos, lo observa con tristeza mientras dice:

-Adrien no pude tenerte, pero no haré el error de mi padre al prohibir amor, dejaré que mis hijos lo obtenga ya que no puedes luchar contra ello; y así al fin dejarán de sufrir-dijo la reina mientras su mirada felina de color fucsia relucía en el palacio.

En las sombras ocultas en las tinieblas de las quimeras una risa familiar resonaba con malicia y pensaba justamente lo contrario de la reina.

-Oh Lucifer, crees que dejaré que tus bestias disfruten de ese hermoso sentimiento; jamás aunque desees que así sea; tu fin está cerca reina de todos los males-dijo una voz firme y maléfica. Mientras unos aleteos se alejaban de la profundidad de aquella habitación y del infierno. Solo un camino de plumas blancas caía al suelo……………

Plumas blancas solo eso podía significar un mal presentimiento……

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado, más tu Mizuki-chan!!! jijijiji y espero que charlemos otra vez y dejame un review jijjiji xD

Los demás gracias por leer esta novela!!!

D. W...


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