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Rojo Escarlata por Demon Witch

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!! aquí está el cap de hoy!!

Bueno es algo corto, disculpen eso pero creo que sigue siendo genial, hoy estuve un poco ocupada así que no pude hacer más, lo siento si al leer se esperaba más, pero creanme que pronto se pondrá mejor!!!

Y agradezco a todos los que la leen, y me encanta cuando me dejan sus reviews me animan ha escribir mucho más eso me hace sentir lindo en mi interior!!! *w*

Y tambien agradezco a los que leen y no comentan!!! aunque en algun momento un comentario jijijiji xD

Ya saben los personajes no me pertenecen y nos vemos el otro sábado y domingo!!

Por cierto un anuncio molesto jijiji xD pronto sacaré una serie de oneshots insprirados en "Alicia en el país de las Maravillas", espero lo lean cuando los suba!!!

Me despido y dejo de molestar por si leyeron todo esto!!

D.W

Capítulo 8: El  inicio de  problemas.

 

"-Soy Sebastián Michaelis, un simple universitario que volvió a su pueblo natal-dijo aquel joven de mirada escarlata y una sonrisa cínica en su rostro. Esto hizo a Rachel Durless, pensar qué fue lo que le pasó a su Ciel, y quién en verdad es este joven misterioso que salvó a su Ciel……"

En ese momento pensaba la joven madre de Ciel, Rachel había aprendido demasiado por parte de su exesposo Vincent, como saber cuándo son tus amigos y cuando son tus peores enemigos.

-Ann, ¿qué opinas de ese joven?-dijo Rachel a ver a su hermana abrazar cálidamente al pequeño Ciel, que seguía dormido por los antibióticos.

-Rache….Eso no importa, cariño al fin Ciel regresó sano y salvo; ese joven lo salvo, cómo encontró a nuestro bebé fue algo milagroso, no me digas que esa estupidez del Conde Phantomhive al desconfiar de todos y esas idioteces de cuestionar lo más mínimo te está afectando, qué él se haya hecho llamar: “Perro Guardián”, no significa que tengas que actuar como la esposa  de ese perro y comportarte así. ¿No me digas qué crees qué ese joven es algún demonio qué busca a nuestro Ciel para devorárselo?, ¿qué todo es un plan maestro para acabar con nosotras?, por todos los Cielos Rachel agradece  que volvió y ya-dijo Angelina, con cansancio mientras observaba que el rostro de su Ciel estaba bien.

Pero lo que no sabía la dama de rojo que todo era un inicio en aquella aventura a la que ambas mujeres estarían a punto de caer.

-Necesito hablar con ese joven Ann-dijo Rachel, reflexionando del joven.

-Muy bien Rache….me quedaré con Ciel, anda debe estar en la oficina de jefatura con el señor Randall-dijo Ann con una sonrisa a su hermana, para que dejará de dudar.

-Sí tienes razón, es solo un simple joven universitario-dijo Rachel con una sonrisa de pensar en cosas extrañas que fuera a pasarle a su Ciel, por un joven universitario.

Así salió de la habitación mirando a su bebé y a su amada hermana para irse a la jefatura y averiguar más de ese misterioso joven que salvó a su niño.

Pero claro aquella madre había visto demasiado con aquel que una vez fue su esposo y perfectamente sabía que no hay que confiar en nadie; más después de ver aquella sonrisa cínica y esos misteriosos ojos escarlatas que ese joven tenía….

 

¿Después de todo, no creerán qué el rojo escarlata es un color demoníaco o sí?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En otro lugar:

Un joven de cabello azabache, tez blanca como la nieve de un cruel invierno y aquella mirada ambarina más brillante que una llama; se encaminaba por el boscoso pueblo de Sorry, en búsqueda de aquel joven que baila en las llamas de la pasión más ardiente en el infierno…

-Danna-sama lo encontraré de nuevo-decía aquel tono misterioso e inhóspito de simpatía hacia algún ser humano, o tal vez solo a uno.

 

En la ciudad de Sorry todo el suceso del niño perdido había terminado, las personas le enviaban regalos, saludos y de todo a las desdichadas mujeres Durless; que se encontraban mejor al tener de nuevo a su niño. En cambio un joven rubio de mirada azul cielo se encontraba esa noche en la oficina de la Corte de Justicia del pueblo de Sorry esperando a que una dulce mujer del mismo aspecto terminara un intenso papeleo.

-¿Madre nada qué terminas?-dije al ver que mi madre seguía en su cubículo escribiendo.

-Alois cariño, dijiste qué no molestarías si te dejaba venir conmigo-dijo ella cansinamente de mí.

-Lo sé madre, pero por favor estoy aburrido de verte teclear, además ¿cómo haces para escribir y verme a los ojos también?-pregunte interesado ya que madre me miraba con enojo y a la vez escribía.

-Alois, por qué no sales al pueblo o vas a ver a Hannah a su trabajo-dijo ella ya molesta de mí.

-Bueno saldré a tomar aire fresco, regresó pronto y sí nada de alejarme-dije un poco disgustado, ya que veía venir su ceja arqueada y eso solo significa que está muy enojada.

Salí de las oficinas y ahora me encontraba caminado por las aceras del parque de Sorry, siempre es así, bueno es mi culpa le dije que no quería ir a clases porque estaba cansado pero también le dije que no quería quedarme solo en casa; menos después de ver una araña en mi plato del desayuno, las odio.

En eso que llevaba mi mente tan ocupada con mis absurdos pensamientos esperaba el semáforo para cruzar la calle, y ni siquiera vi bien si ya estaba en verde el semáforo peatonal para cruzar de igual forma cruce.

Cuando levanto la vista por el intenso sonido de las bocinas de los autos y veo que un autobús se dirige hacia a mí, lo único que hice fue cerrar mis ojos y esperar lo peor…

Pero no fue así, ya que solo el sonido de las bocinas y la gente gritando estaba; al abrir mis ojos quede impresionado estaba en lo alto de un tejado y al agudizar mi visión note que me estaban levantando en el aire.  Al ver al ser que me sostenía me encontré con un joven azabache cabello, que me sostenía en sus brazos como princesa.

-¿Quién eres?-dije sorprendido de aquella mirada tan brillante como el sol, eran sus ojos como el ámbar, una gema tan resplandeciente que mis ojos se abrieron como platos y no pude más que quedar en un estado de shock.

Seguía tan sorprendido, y ese hombre no me contestó lo que había preguntado; en eso sentí como  acerco su rostro al mío de manera peligrosa, sentía un calor en mis mejillas y estaba aún paralizado en sus brazos.

Entonces fue la gota que derramo el vaso, sus labios rozaron los míos con lentitud sobre los míos; y observe atento como sus ojos ambarinos se tornaron como los de un felino de un intenso fucsia muy extraño y lo que dijo me dejo aún más helado que antes.

-Te encontré-dijo ese extraño hombre de mirada luminosa; con aquel tono de voz varonil y tan frío que congelo cada fibra de mi ser. Jamás había escuchado un tono de voz tan profundo y lleno de misterio que me hacían querer odiarle pero a la vez me parecía interesante.

Volvió a rozar mis labios con suavidad, estaba demasiado congelado con esa acción que no podía reaccionar aunque lo quisiera. Solo sentía un extraño calor recorrer mi cuerpo y un extraño sentir de rencor a ese bello rostro varonil, que me observa con firmeza.

-Mi danna-sama, estoy de nuevo con usted-dijo con ese frío y bastante calculador tono de voz al separar sus labios de aquel extraño roce, mientras sus ojos volvían a ser de ese ámbar reluciente.

Sin embargo no pude preguntar qué fue eso de “danna-sama”, cuando al entreabrir mis labios, me planto un tremendo beso pasional que me estaba dejando sin aire; sentí un mar de emociones con ese beso, era tan intenso como si hace tanto tiempo ya lo hubiese recibido, sus labios son suaves y fríos a la vez pero me dejaban un delicioso sentir cálido con cada movimiento, sentí como era fuertemente sujetado más su pecho, mientras su mano libre movía mi cabeza para profundizar ese beso, con todas mis fuerzas lo negué pero al ver que aquella mirada amarilla dejaba de ser fría y cruel, y pasaba a una extraño sentimiento de reencuentro total, vi la dulzura y la tristeza en esos ojos que hicieron cayera a corresponder ese beso pasional.

Ese fue mi fin ya que en mi interior algo me incitaba a negarme y a caer al mismo tiempo...

¿Por qué estos labios me son tan conocidos?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la jefatura de policía:

Rachel Durless discutía con el joven aprendiz de policía Abberline, que este hombre joven no dejaba pasar a la pobre madre para hablar con el chico que había rescatado a su niño.

-Abberline si no te mueves te destrozaré por completo cada hueso de tu cuerpo-dijo Rachel con enojo mientras se ajustaba su gabardina marrón.

-Señora Durless, esperé aquí ya el jefe Randall la atenderá; sabe no es de muy buen gusto y fe amenazar un policía-dijo el pobre de Abberline que era sujetado del cuello de su camisa por la joven madre de mirada azul zafiro.

-Sabes Abberline, las madres tienen un instinto muy poderoso, sabías que una mujer aumenta su fuerza más cuando su instinto maternal por salvar a sus hijos se pone a prueba-dijo la mujer con aquella mirada amenazante que estaba aterrando al inocente joven policía.

-Señora Durless, quería hablar conmigo-dijo una voz aterciopelada de tono varonil profundo y muy misterioso que dejo a la madre se apretar el cuello del policía y girar en su eje para quedar en frente del joven que había salvado a su niño.

-Eres tú-dijo ella inconscientemente.

-Sebastián Michaelis, para servirle señora Durless-dijo aquel demonio que jugaba a ser un simple joven.

-Bueno yo…..Sí quería saber cómo fue qué encontraste a mi Ciel-dijo ella firmemente mientras observaba de pies a cabeza al joven.

-Como le explicaba al señor Randall, conducía por la carretera y tomaría después el camino hacia lo profundo del bosque ya que la tumba de mi madre se encuentras ahí; ella solía tener una cabaña en lo más profundo y fue enterrada en ese lugar el cual mantengo en buen estado para cuando visito su tumba. Pero antes de girar por esa entrada al bosque y dejar la carretera me sorprendí de ver a un niño que caminaba muy tristemente por ahí y me detuve en seco; el pequeño se asustó de mis maromas en la camioneta que se desmayó, justamente hablan en la radio de un niño azulino que se perdió en Sorry y en eso pensé que este debería ser; lo subí en mi auto y lo traje al hospital, ya sabe el resto-dijo el joven de mirada escarlata que se mantenía con una extraña melancolía y cinismo al contar la historia.

-Ya veo…..-decía con desconfianza Rachel, ya que creía parte de la historia.

-Así es señora Durless, su hijo sobrevivió esos dos días en el bosque gracias a que encontró la cabaña con provisiones y arreglada del joven Sebastián, parece que se aventuró a salir el tercer día que fue cuando lo encontró el chico Michaelis-dijo el inspector Randall al ver a la mujer dudar, y observar un informe sobre esa cabaña misteriosa y todo concordaba con la historia que le daba el joven de mirada escarlata.

-Me alegró que Ciel haya encontrado un lugar donde estar en su desaparición, le pagaré todo lo que Ciel uso-dijo ella que se encontraba más relajada de ver que el joven no era lo que ella pensaba; aunque fuera verdad su instinto de madre aun la llevaba a querer averiguar más.

-No sé preocupe por eso señora-dijo con gentileza ese apuesto joven.

-He regresado a Sorry en búsqueda de estar un tiempo de reflexión en el hogar de mi madre-dijo el joven de mirada escarlata, mientras una lágrima falsa de tristeza caía del rostro de ese mentiroso demonio. Haciendo caer en sus artimañas a la joven madre que sentía el dolor de una madre al perder un hijo.

-Sebastián, tú dijiste que perdiste a tu mamá cuando eras niño no es así-dijo ella con suavidad mientras tocaba el hombro del joven universitario que ocultaba su rostro en sus manos y fingía llorar de dolor.

-Así es señora Durless, tenía la edad de su hijo cuando la perdí, fue cuando me enviaron a un orfanato en Londres, y termine mis estudios de secundaria ahí, después de eso cuando cumplí los dieciocho años el Estado me dio dinero para vivir solo. Y decidí vivir en el pueblo natal de mi madre-decía entre sollozos y muchas lágrimas de sufrimiento el joven demonio que hacía que el corazón de la madre Durless cayera presa de los engaños.

-Entonces cariño apenas tienes dieciocho-dijo ella al abrazar al joven que se estremecía del llanto. Mientras el viejo inspector miraba a otro lado y ocultaba las lágrimas de compasión por la tristeza del joven.

-Así es señora Durless, me he matriculado para estudiar en la universidad comunitaria de Sorry y apenas estoy buscando apartamento-dijo el joven recuperando la compostura.

-Ya veo-dijo ella pensando en algo.-¿Qué te parece si te alquiló una habitación en mi casa; hay un ático bastante espacioso, solo necesita una limpieza, puedes vivir ahí hasta que consigas trabajo y desees irte, no te cobraré intereses ni alquiler si nos ayudas en el hogar-dijo ella con amor, al pensar si a su Ciel le hubiese ocurrido algo igual.

-Lo dice enserio señora Durless, se lo agradezco mucho si me dejará vivir con ustedes, no seré una molestia, soy bueno en la cocina y haré todo lo que necesite-dijo el joven con una mirada de esperanza y dulzura al abrazar fuertemente a la madre que sentía haber hecho una buena acción al ayudar a ese misterioso joven que salvo a su bebé.

Cada duda de desconfianza en aquella madre se borró, ya que sintió como si todas aquellas palabras de aquel joven fueran verdad, eso la hizo sentir compasión. Lo que ella no sabía era qué había sentido compasión por un demonio.

¿Y qué pensará el pobre Ciel Phantomhive al saber que ese demonio vivirá con él?

 

 

 

 

 

 

Ese fue mi fin ya que en mi interior algo me incitaba a negarme y a caer al mismo tiempo...

¿Por qué estos labios me son tan conocidos?, en eso ese hombre dejo de besarme; al dejar mis labios los separó de forma pausadamente, mientras me miraba penetrantemente y yo recuperaba el aliento de aquel apasionado beso.

Lo miraba confundido y el intentaba enternecer su mirada, pero esos ojos se te clavaban como dagas al verlos.

-Mi querido danna-sama, he vuelto para elegirlo solo a usted-dijo con una sonrisa, ese hombre había sonreído; no sabía por qué pero cuando lo vi sonreír me llene de asombró y eso que ni siquiera lo conozco.

-Disculpe…..Verá le agradezco que me salvará de casi ser atropellado pero ni lo conozco así que me deja libre-dije algo nervioso no sé por qué pero este hombre tan frío me estaba haciendo sentir muy extraño y lleno de nostalgia.

Me aleje de su extraño abrazo y en eso empecé a caer al suelo, había olvidado que estaba en un tejado de un edificio y en lo que caía y gritaba asustado, sentí como me tomaba en brazos de nuevo y me colocaba en la acera con delicadeza.

-Amo, sigue siendo muy descuidado-dijo con voz cansina; yo en cambio estaba en shock, este hombre, no era más que un chico universitario tal vez, que llevaba una camiseta blanca y unos pantalones de mezclilla azul con un  saco negro elegante arriba.

Era un joven muy atractivo, y bastante extraño pero tuve que salir de mi ensoñación para reclamarle.

-Espera, ¿por qué me dices amo? ¿Y qué es eso de “danna-sama”?, y cómo fue que saltaste tan alto-dije rápidamente, mi mente estaba llena de preguntas y deseaba calmarlas todas.

En eso una sonrisa maliciosa surco sus labios, eso me dejo helado mientras miraba esos ambarinos ojos y fue cuando se agacho a mi altura y me dio un corto y delicado beso que hizo que dejará de preguntar.

Mis ojos se abrieron como platos y todas aquellas preguntas que tenía se fueron con el viento.

-Venga amo, según lo qué los jóvenes de está era hacen, es que salen juntos en citas para conocerse mejor-dijo con esa maliciosa sonrisa y esos ojos fríos.-Vamos a conocernos mejor y recordarle quién es usted-dijo él con su tono aterciopelado que estaba empezando a gustarme.

Me tomo de la mano e inicio una caminata por todo el pueblo; yo seguía en un estado de shock, no sé por qué pero este hombre me es familiar y no solo eso siento un extraño sentimiento de nostalgia y rencor a la vez. Pero más que eso mi corazón no deja de latir tan rápido.

¿Será qué yo te conozco de algún lugar extraño de mirada dorada?

 

¿Podrás escapar del dorado color de sus ojos?

 

No puedes….Jamás escaparás…….

 

 

 

 

 

 

En un tejado en lo alto de un pequeño edificio de apartamentos, estaba una mujer de cabello azabache, de intensa mirada, unas de sus orbes era de color dorado y la otra era escarlata. Y una sonrisa divertida se dibujaba en sus labios.

-Alois y Ciel-dijo con un tono de burla y diversión.-Parece que mis bebés al fin estarán mejor después de dos siglos enteros buscándolos-decía la mujer cambiando su semblante a uno triste.

-¡Escuchaste!, no dejaré qué ninguno de tus ángeles molesten a mis hijos-dijo la mujer misteriosa que dejaba ver unas enormes alas negras como la de los murciélagos, mientras su mirada bicolor se tornaba de un rosa siniestro y brilla de una intensa furia.

Dirigiendo su mirada a los cielos, esperando alguna contestación.

-Ya lo veremos Lucifer-dijo una voz que resonó en el soplido de un cálido viento que toco los hombros de la reina de los demonios.

Está sonrió de forma malévola dejando ver sus colmillos y fue cuando miro desde lo alto de ese tejado el pueblo de Sorry.

-¿No dejaré qué te metas Gabriel?, ni mis hijos te lo harán sencillo-dijo la demonio superior mientras una intensa carcajada resonó por los aires. Ya que empezaba a mover sus alas y desaparecer volando de aquel lugar.

 

La vida en Sorry estaba a punto de cambiar, será posible que una guerra se lleve por unos simples humanos. Pero eso sí para Ciel Phantomhive y Alois Trancy, miles de tormentas se avecinan, ya que los demonios eso traen o no

¿Problemas?

 

Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado ya que me gusto al final como lo escribí, y espero no les disguste que fuera algo corto!!!

 

Nos leemos pronto!!! merezco algún review? creo que no xD

okey nos vemos después!!! metáforicamente claro xD

 

Demon Witch...


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