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La familia Kim por Nanaa

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Notas del capitulo:

Holaaaa! Que tal o/

Mis queridos lectores, siento tanto esta demora, se que la estuvieron esperando :c Vi todos sus comentarios, y me hicieron muy feliz! n_n estoy por contestarlos todos, pero antes quería subirles el capi. Sólo les digo que la escuela me tenía casi, casi, día y noche estudiando, una noche no dormí absolutamente nada y al día siguiente estaba como zombi en la escuela :c pero bueno, así esta la cosa, pero, eh, ya casi termina el semestre y sere libre(?) por fin ahaha

Nos vemos en notas finales, si? Los dejó leer ahora c:

Capítulo 12: Bienvenido

 

Con una mochila sobre la espalda y una maleta de llantas arrastrando por la acera, Kibum se preparaba para una nueva vida.

 

JongHyun lo recibió con un pequeño beso en los labios, tan pequeño que apenas lo sintió. Pestañeó, sintiéndose perdido. ¿Esto era real? ¿Realmente se mudaría? ¿En serio dejaría atrás al hogar que lo vio crecer? Aunque había algo que le parecía ciertamente descabellado. No importaba cuantas vueltas le diera al asunto, simplemente no le cabía en la cabeza como era que, los padres de JongHyun, aquellas personas que siempre lo despreciaron, ahora le ofrecían su casa. Pero tampoco podía creer que él mismo hubiera aceptado.

 

JongHyun lo convenció, haciéndole creer que era lo correcto. Lo mejor para los tres; su bebé, JongHyun y él:

 

“-Cariño, yo no tengo dinero, salvo unos cuantos ahorros, pero no es suficiente. Odio hablar sobre esto, como si el dinero fuera lo más importante. Pero trata de comprender, tenemos que comprar la cuna para nuestro bebé, su ropa, sus biberones, su comida. ¿Y cuando enferme?

 

-No lo hará, tú sabrás cuidarlo.

 

-Kibum, mi carrera es muy costosa, no podre mantenerla. Dejaré la universidad, porque ustedes son lo más importante para mí.

 

-No lo harás, te dije que podríamos.

 

-Hay que ser realistas, mi amor. Mis padres nos ayudaran con todos los gastos del bebé…

 

-No, no JongHyun, de ninguna manera.

 

 -Incluso tu madre nos ayudara.

 

-No…

 

-Cariñito… escúchame, será mejor para nosotros si te vienes a vivir a mi casa. Quiero tenerte a mi lado, quiero que estés en mi casa.

 

-Tus padres me odian.

 

-No lo hacen, ellos están ciegos, no te conocen realmente. No saben del maravilloso hombre que tienen como yerno. Hablé con ellos, y créeme cuando te digo que mis padres fueron los que me pidieron que te vinieras a nuestra casa.

 

-¿Qué?

 

-Ellos me lo pidieron.

 

-Pero…

 

-Le advertí a mi madre, no se comportara indebidamente contigo, y si lo hace, no dudes en decírmelo y nos iremos inmediatamente de esa casa.

 

-¿Nos iremos?

 

-Supongo que sólo te irás tú…

 

-¿Por qué tú no te vienes a vivir a mi casa, porque tengo que se yo?

 

 -¿Quieres que me vaya a vivir a tu casa?

 

 -Bueno… creo que, eso no sería posible. Mi casa es pequeña.

 

-No te preocupes, se que todo estará bien. Estaremos bien. ¿Qué no habías dicho que podríamos con todo esto? Y así va a ser. Mis padres no están todo el día, y yo regresaré por las tardes después de la universidad. Me encargare que nuestro hijo y tú estén cómodos todo el tiempo. Ustedes son mi prioridad ahora.

 

-Jonggie… es que no estoy seguro de que sea buena idea.

 

-Escucha, sólo hay que intentarlo, ¿Bien? Y si no resulta, entonces te regresas para tu casa. ¿Qué me dices?

 

-Amor…

 

-Es tu decisión, sólo tuya.”

 

Y justamente allí estaba, en esta situación. Había aceptado. Esperaba que, efectivamente, fuera lo mejor. Porque lo estaba haciendo. Se estaba yendo; subiendo al auto rechinador de JongHyun para dirigirse a su nuevo hogar.

 

Se había despedido de su madre en más de una ocasión. Un abrazo tras otro. Era difícil dejar a Yun, su madre, sobre todo le pesaba por ella. Pero había prometido visitarla siempre que pudiera y  cumpliría con todas las ganas su promesa. JongHyun había hablado con ella, por supuesto tenía que hacerlo. La mujer no dio su consentimiento en primera instancia. Esperó varios días. Aquel tiempo lo dedicó a charlar con su hijo. Le dio consejos, lo preparó para aquella nueva vida. Y no sólo se debía al hecho de que se iría a vivir a casa de su novio sino porque lo haría también con sus suegros. Vivir con los suegros no era algo sencillo. Yun lo sabía perfectamente, quien vivió una temporada con los padres de su ex marido, el padre de Kibum. El hombre con el que se había divorciado hace años.

 

Yun le advirtió que tal vez los padres de JongHyun se meterían en su relación, en sus asuntos de pareja, o quizá, cuando el bebé naciera, también se entrometieran, o más que eso, criticarían su forma de cuidar a su bebé. Era algo quizá común cuando uno de los novios se iba a vivir a casa de los suegros (aunque todo dependía del tipo de suegros que tuviesen, algunos podían ser entrometidos, otros simplemente les daban su libertad). Intentó, y no lo negaba en absoluto, que Kibum no se fuera. Quería que su niño esperara un poco antes de dar aquel gran paso. Pero incluso JongHyun logró convérsela, de que era lo mejor. Aunque lo que logró realmente convencerla fue el hecho de que, JongHyun, le dijo: “Le comenté a Kibum que si las cosas se ponen difíciles para él, me lo diga, y entonces lo traeré de vuelta con usted, se lo prometo, sabe que no obligaría a su hijo a nada”.

 

Ahora todo dependía de Kibum, de su adaptación en ese nuevo ambiente. Porque él había tomado esta decisión, suya, él lo había meditado y había decidido irse. Pero tampoco era como si el hecho le desagradara del todo, sólo lo hacía porque estaría con sus suegros y no iba a negar que aquello le asustaba. El punto positivo era que estaría con su Jonggie, viviría con él. Al pensar en ese gran detalle, sonrió. Se sonrojó al pensar que tendrían una habitación para ellos dos, solos, y que dormirían en la misma cama. Cielos.  Se tapó la boca y reprimió una sonrisita. Sintió que unos dedos largos tomaban su barbilla y le hacían voltear el rostro hacía un lado. Se topó con el rostro de JongHyun.

 

El hombre le miraba de lleno. Sus ojos de cachorro, penetrantes, seductores, picarones, le sonrieron. Observó sus mofletes sonrosados. Podía verlo libremente, porque el auto se había detenido. Habían llegado. Pero ninguno bajó del vehículo. JongHyun se quitó el cinturón de seguridad, después hizo lo mismo con el de su novio.

 

-¿Cuál es la razón de esa sonrisa?- dijo, aún cuando Kibum mantenía una mano sobre la boca de corazón. JongHyun sabía que estaba sonriendo sólo con el simple hecho de ver sus ojos gatunos. Estaban brillosos, hermosos como siempre solían estarlo, la diferencia aquí era que se veían más pequeños de lo normal. Cuando sonreía, sus ojos se volvían dos preciosas líneas rectas. Las pestañas negras sobresalían entre sus ojos, sólo una grietita pequeñita dejaba ver sus ojitos. El brillo allí era singular. JongHyun no pudo evitar inclinarse y besarle una mano, aquella misma que Kibum mantenía sobre la boca. Logró que la quitara, y entonces lo hizo. Se comió a la boquita rosada por largo tiempo. Eran suyos. Como siempre.

 

-Hmm-murmuró como cuando se come algo delicioso. Su boca mordió la rosadita, estirándolo hasta que Kibum gimió-Me alegra que no te sientas presionado, cuando saliste de tu casa te veía ciertamente aturdido, ahora me sonríes- JongHyun hablaba sin despegar sus labios de los de su novio, rosándose labios entre sí mientras pronunciaba cada palabra- Ya verás que todo resultara a nuestro favor, cariño.

 

Kibum asintió, y, de pronto, al ver a JongHyun salir del auto, sintió tremendos nervios y ganas de salir corriendo lejos de ese lugar. Estaban frente la casa de JongHyun; majestuosa y grande. Cielos. Cielos. Cielos. Abrieron la puerta de su lado, una mano morena le fue puesta frente sus ojos, la tomó vacilante, y entonces salió del auto.

 

Su vientre de cuatro meses, pequeño y apenas perceptible debido al enorme camisón que adornaba su cuerpo, fue bañado por los rayos solares del atardecer. El sol le daba de lleno en el rostro, JongHyun posó una de sus manos en frente de su rostro, cubriendo, al menos, a sus ojos de los mortíferos rayos.

 

-¿Listo?

 

Kibum negó. Su rostro se desfiguró y abrazó a JongHyun, hundiendo el rostro en el cuello moreno.

 

-Jonggie, creo que ya me he arrepentido.

 

JongHyun sonrió. Acarició calmadamente las hebras doradas, acunando con sus brazos al delgado cuerpo.

 

-Kibum, entraremos junto cuando tú me lo pidas- pronunció. Y se quedaron allí, siendo bañados por los rayos cálidos. Sentía al rubio tan, terriblemente frágil entre sus brazos. Lo sentía como un pequeño niño asustado y temeroso. No pudo evitar pensar que, a pesar de su angustia, se veía tan adorable. Lindo, completamente desde la cabeza hasta los pies, desde cada mueca hasta cada palabra que pronunciaba con aquella tierna boquita.

 

-Amor… tenemos que entrar-Kibum dijo de pronto. Lo había dicho, pero no sonaba para nada convencido.

 

-Cariño…- JongHyun tomó entre sus manos al pequeño rostro, acarició los pómulos con los pulgares.- Mis padres no son tan terribles, tienen su carácter, pero no tienes realmente algo de que temer. Sé que estas asustado, que todo esto es algo totalmente nuevo para ti, también lo es para mí porque te tendré día y noche en mi casa, que a partir de ahora también es tuya.

 

Kibum alzó los labios y no lo hizo darle un beso. Un puchero, un precioso y único puchero respingón.

 

-¿Día y noche?- Pronunció con un poco de humor, tratando de aligerar un poco el ambiente. Sintió que era el momento de hacerlo, hora de entrar a esa casa y ser valiente.- ¿Me quieres tener día y noche encerrado? ¡Pero qué obsesivo me has salido Kim JongHyun!

 

JongHyun se carcajeó. Su rubio era preciosísimo. Se le antojaba tanto hacerlo suyo de nuevo. Lástima que ahora no pudiera hacerlo.

 

-Shh, está bien- Lo sostuvo de los hombros- sólo tendrás que decirme a dónde vas, a qué hora te vas y a qué hora vuelves. Con quien, porque tienes prohibido ver a Remi y cualquier hombre de este mundo. ¿Entiendes?

 

JongHyun lo miraba con tanta seriedad que Kibum, en su tanta inocencia desbordante, le creyó.

 

-¿Qué…?-musitó- No puedes hacer eso, es demasiado…-Pero sonrió, captando la broma un poquitito tarde, pero lo hizo- ¡No seas un controlador conmigo, tonto!

 

JongHyun rio.

 

-Bien, bien. Puedes salir, pero no con Remi.

 

Kibum se cruzó de brazos.

 

-Ajá- murmuró, sonriendo de esa manera tan linda.

 

-Esa es en serio, Kibum.

 

El rubio deshizo la sonrisa.

 

-¡Jonggie!     

        

 

*

 

 

Cuando ingresaron a la casa, esta se sintió cálida. No fría ni tenebrosa como Kibum lo pensó. No era la casa de unos dictadores, ni tampoco de unos asesinos. Cielos que no. Era la casa de tres personas comunes, y una de ellas era la persona que amaba. No tenía porque pensar que sería escalofriante. Aunque no pude evitar un escalofrió recorrerle la columna vertebral al ver a sus suegros.

 

-Buenas tardes, Kibum.

 

No le sonrieron, pero al menos no lo ignoraron como, bueno, como siempre. Se sentía cierta tensión en el ambiente, claro que sí, pero Kibum se tranquilizó al pensar que era los padres de JongHyun quienes habían pedido que se fuera a vivir a esa casa. Si era así, entonces suponía que debían llevar la fiesta en paz y que, por lo tal, no lo ignorarían tan olímpicamente como solían hacerlo.

 

-Buenas tardes- saludó. Su voz, tembló, si, lo hizo como siempre. Sonó bajita, endemoniadamente bajita. Se vio tentado a bajar la vista, pero inmediatamente desistió. No debía hacer tal cosa, quizá los señores lo vieran como una falta de respeto de su parte. Después de todo, ellos siempre malinterpretaban su vergüenza como una falta de respeto.

 

-Por favor, siéntete como en tu casa, Kibum.- El rubio asintió. Maggie, la única y dura Maggie, le había hablando amablemente, o al menos no sonó tan fría e indiferente como otras veces.

 

-En realidad, esta es ahora tu casa, así que por supuesto eres bienvenido- Dongwan, el padre de JongHyun. El hombre permanecía apacible con una mirada serena. Tampoco sonreía, pero se veía incluso más relajado que Maggie.

 

Y así empezó, su nueva vida al lado de su novio. Y sus suegros.

 

 

*

 

 

Kibum permanecía sentado en una orilla de la cama cuidadosamente como si temiera romperla. Sus pies se balanceaban de un lado a otro. Con las manos jalaba su camisón nerviosamente. Estaba en su nueva habitación. Allí, sentando en esa cama donde hizo el amor con su novio por primera vez. En la recamara de JongHyun, ahora también suya.  

 

JongHyun había salido hace un momento por su maleta y su mochila. Lo único que había traído con él; un poco de ropa y otras cosas necesarias. Después regresaría por más, pues en la casa de su madre tenía ropita y juguetes para su bebé, aunque aún no sabía el sexo de su niño. Eso lo sabría hasta que cumpliera cinco meses. En un mes más. Se sobó el vientre, acariciándolo mientras suspiraba. Hoy era domingo, mañana sería lunes, es decir, JongHyun se iría y lo dejaría solo. Estaría solo toda la mañana, así que aprovecharía ese tiempo para ir a visitar a su madre, y más tarde, se inscribiría en la universidad en línea.

 

Suspiró, y decidió bajar para ayudar a su suegra con la cena. Se topó en el camino con JongHyun.

 

-¿Estás bien?-Preguntó.

 

-Si, Jonggie.

 

JongHyun dio un paso al frente, permaneciendo muy cerca de su novio. Alzó un brazo, con sus dedos acarició el moflete pálido

 

-Te acostumbraras, ya verás- dijo, y le sonrió. Kibum asintió sin decir más. JongHyun se hizo a un lado y siguió subiendo las escaleras para dejar su maleta y mochila.

 

Kibum se dirigió hacia la cocina. Cuando se acercó a Maggie, esta rechazo su ayuda. Pero, para su suerte, no lo hizo de una manera grosera o molesta, sino que, con amabilidad le pidió que tomara asiento y si lo deseaba viera televisión con su esposo, ella se encargaría de la comida. Y así lo hizo, el hombro lo saludó con un asentimiento de cabeza mientras cambiaba canales. El momento era incomodo, pero pensó que era algo normal. Esperaba acostumbrarse con el tiempo, y que los encuentros con sus suegros fueran más naturales.

 

De esta manera, el tiempo pasó.

 

Remi lo visitaba seguido junto con Tao y Allie. Remi un día llegó tremendamente emocionado, parloteando y brincando de un lado a otro como un niño. Tenía novia, esa era la causa de su, tan explosiva felicidad. La chica se llamada Arisa, misma con la que se casaría tiempo más tarde.  

 

Durante su embarazo, sintió los síntomas comunes mes por mes. Nada anormal, todo iba perfecto. Para el quinto mes, por fin supo el sexo de su bebé. Sería un niño, y como JongHyun le dijo una vez, lo llamarían Taemin.

 

Sus botoncitos rosados le dolían un poco, pero era una incomodidad muy pequeña. A veces le costaba permanecer derecho, algunas veces hasta respirar. No debía agitarse demasiado. JongHyun en algunas ocasiones le ayudaba a bajar las escaleras. Kibum era muy delgado, JongHyun temía que se doblara demasiado y no pudiese soportar el peso de Taemin. Kibum siempre le decía que estaba bien, y la mayoría de las veces era cierto. Era su primer embarazo, así que todo era nuevo y cansado para él.

 

Pero, aún sobre las diversas molestias que atravesaba su cuerpo delgado, se sentía feliz, muchísimo. El tiempo estaba pasando agradablemente para él. No veía mucho a sus suegros pues estos trabajan, pero cuando pasaba tiempo con ellos eran buenos con él. No sonreían mucho, pero al menos lo trataban con respeto y amabilidad. Por su parte, había dejado de ponerse tan, extremadamente nervioso cuando les dirigía la palabra.

 

La primera vez que sintió las pataditas de su bebé estaba solo. Era una mañana tranquila y cálida. Su bebé los pateó justo cuando terminaba de prepararse el desayuno. Sonrió tanto que su quijada comenzó a dolerle. Llamó a JongHyun, y este terminó por dejar la universidad solo para poder tener la oportunidad de sentir las primeras pataditas de su bebé. Lloró sobre el hombro de JongHyun porque se sentía tan feliz que no podía con tanto. Esa noche, hicieron el amor. A Kibum le costó con el alma tratar de mantenerse callado. Sus gimoteos eran constantemente callados por los labios de JongHyun. Era le segunda vez que hacían el amor, y Kibum, siendo sincero, se sentía un tanto necesitado. No sabía si era por culpa de las hormonas, o por el hecho de que su necesidad de hombre lo pedía a gritos. O quizá, simplemente necesitaba a JongHyun, deseaba a su novio, como este lo deseaba a él.

 

JongHyun lo besó con tanto amor que se sintió derretir. Sus labios terminaron tan hinchados que al final no pudo seguir los besos. Lo desnudo, y sintió tanta vergüenza como la primera vez. Se tapó el rostro, se tapó la boca. Y se tapó su intimidad cuando JongHyun intentó… ponerlo en su boca.

 

-N-No…Jonggie no no no no no- No usó puntos ni gomas en ninguna palabra. Habló tan rápido y con el rostro convertido en una manzana tan roja que apenas pudo respirar- Nohagasesoamornonono- ¿JongHyun podía entenderlo? Bueno, habló tan rápido, tanto, pero JongHyun entendió perfectamente, ¿Y qué hizo? Por supuesto, lo ignoró. Se lo comió. Retiró aquellas manos tímidas y se lo comió. Kibum se tapó el rostro con tanta vergüenza que, para no gemir, se mordió el labio con tanta fuerza que terminó por sangrar. Pero un momento después, tanto placer lo dejó abrumado. Olvidó, y se dejó llevar. Sus gemidos resonaron libremente.

 

Al día siguiente, se levantó con un característico dolorcito en su parte baja. Pero lo que realmente le llenó de dicha fue despertar viendo a JongHyun. Al moreno hombre, guapo y musculoso sosteniéndolo entre sus brazos mientras dormía. Se acurrucó sonriendo, dejando escapar una risita avergonzada al recordar todo lo que habían hecho la noche anterior. No pudo evitar recorrer con sus dedos al duro abdomen y el pecho de su novio. Después los brazos, sintiendo bajo las palmas los músculos marcados. Suspiró, y se dejó vencer por el sueño nuevamente. Lo que él nunca supo fue que JongHyun estaba despierto, que ese hombro sintió sus caricias tímidas con mucho gusto mientras se hacía el dormido.

 

Cuando despertó nuevamente, estaba solo en la habitación. JongHyun se había ido a la universidad.

 

Se duchó y bajó a desayunar. Uno de sus antojos estaba atacando y deseaba con todo su ser comer pan repleto de chocolate. Sus antojos, para suerte de JongHyun, no eran extraños y no los pedía por las madrugadas como muchas personas embarazadas solían hacerlo. Él, usando una playera de JongHyun (sólo una playera de JongHyun y nada más por debajo, pues sabía que estaba completamente solo en casa) junto un par de pantuflas blancas, comenzó a prepararse un enorme plato de fruta. Cuando terminó, se dispuso a recoger todo el desorden que había hecho. No había pan ni tampoco chocolate, así que tenía que ir a vestirse decentemente para salir a comprarlo.

 

Mientras subía al segundo piso, se tocó el pecho. Se sintió un poco extraño pero trató de ignorar la sensación.

 

Se vistió con ropa floja y cómoda sin quitarse la camiseta de JongHyun. Pero, hubo un problema. Ups. Cuando se puso los bóxers; más específicamente, al pasarlos por su intimidad, la sintió vibrar. Vibrar. Algo no estaba bien allí abajito. Al terminar de ponérselos, exhaló. Su rostro permanecía colorado. Y ya no supo si era por su propia vergüenza o por sentirse un poco… necesitado.

 

Con el rostro acalorado, salió de la casa. Miró su vientre, y lo sobó mientras caminaba. ¿Serían las hormonas? No lo sabía, sólo… quería que JongHyun regresara pronto de la universidad. Pero… ¿Cómo se lo pediría? ¿Sería capaz? Kibum negó con la cabeza. No sería capaz de ninguna manera. No podría. Moriría abochornado. Con aquellos pensamientos entró al súper. Tomó un carrito, y se encaminó por sus panes y su líquido achocolatado. No debía tardarse mucho porque tenía tarea por hacer, estudiar en línea no era tan sencillo como creyó. Estudiaba Psicología.

 

Terminó por tomar cinco panes, no sólo serían para él, tenía pensado ofrecerles a sus suegros. Por último fue por el chocolate. Pasó por las estanterías, buscando el dichoso chocolate, cuando, en un pequeño momento, se detuvo. Vio un paquete de harina para pastel. Pensó que sería buena idea hacerle pastelillos a su novio, consentirlo con aquel pequeño detalle ya que estudiaba demasiado. Algunas veces se desvelaba, otras, no dormía en toda la noche. Sonrió, y tomó el paquete.

 

Cuando JongHyun llegó, lo sorprendió gratamente con cinco pastelitos. Bonitos y pequeños, llenos de chispas de colores. JongHyun se sintió genuinamente feliz, y, sin que Kibum lo esperara, le hizo el amor nuevamente.

 

Al día siguiente, Kibum preparó más pastelillos sólo por la dicha de ver sonreír a su novio. JongHyun, de nuevo, le hizo el amor. Entonces Kibum descubrió una manera muy singular de pedir sexo: preparando pastelillos. Hacía pastelillos siempre que deseaba hacer el amor. JongHyun por su parte, captó la indirecta muy fácilmente.

 

En cuanto a las pataditas de Taemin, otro momento característico, era que ese pequeño niñito sólo calmaba las fieras patadas cuando su omma le cantaba. A veces se ponía inquieto cuando su omma tocaba la gran barriguita y se calmaba cuando escuchaba su voz. Con JongHyun, eso no pasaba. Sólo se inquietaba cuando tocaba la pancita, pero no se tranquilizaba con su voz. No. Eso sólo lo hacía con su omma Kibum.

 

Los primeros cinco meses fueron tranquilos y agradables. Kibum fue muy feliz, desprendía tanta felicidad y hermosura que JongHyun no podía evitar ir detrás de él todo el tiempo como un perrito hambriento. Y más aún cuando le preparaba pastelillos.

 

 

 

Notas finales:

Buenooooooooo, que tal les pareció?

De nuevo les conte más detallitos sobre los pastelillos, que les pareció? Kibummie es una monada xD

En el siguiente capi habra muchas sorpresas, Taemin, por ejemplo, hara su debut(?) nacera, y otras cosas más por allí, cambios especialmente en Kibum.

Por cierto, la Arisa de esta historia, la que es novia de nuestro lindo Remi, es la Arisa de Bummie en We got married n_n tenía muchas ganas de ponerla en algun fic, ella me agrada mucho, y siempre fue un amor con Key <3 Lastima que aún no terminanan de traducir el WGM de key a español :c

Pero bueno, ahora, les prometo algo, el proximo domingo, les subo capi. Ya lo tengo casi listo, sólo me quedan algunos detalles por arreglar c: Tengo pensado hacer una pagina en facebook, para avisarles por allí cuando no pueda actualizar, e igual, cuando actualice les aviso, por lo pronto, ya saben  que el proximo domingo tiene capi seguro n_n E igual, les paso el link de la pagina que hare ese mismo domingo.

Cuidense mucho! Gracias por sus Rew <3 


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