Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La familia Kim por Nanaa

[Reviews - 420]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaa! o/ ¿Que tal?

Buenooo, esta vez no me tardé tanto, parece que ya estoy en mi ritmo de nuevo xDD

Gracias por sus comentarios, en serio, no saben lo lindo que es para un escritor ver tantos Rew, de verdad que es un animo enorme, ya diran... ashh, es lo mismo que dicen todos los escritores xDD ahahah pues si, es lo mismo, porque es verdad, y, los quiero T.T ahaha, Gracias bellas criaturas del bosque T.T <3

Oki, ahora, les dejó este capi, que se les va a gustar, o siento que les gustara mucho... xD

Capítulo 14: Jueguitos

 

Kibum sonrió. Habían pasado tantas cosas en su vida; tantas habían cambiado.

 

JungHee.

 

Ahora, que la recordaba, no sentía nada. Podría verla de nuevo y sólo la saludaría. Podría ignorarla. Realmente  le daba lo mismo. Él no era una persona rencorosa, pero tampoco olvidaba el mal que le hizo, aunque, algo bueno había sucedido, pues la chica, inconscientemente, le había ayudado a ser un hombre más fuerte y seguro. Salió de su cascarón. Y mostró al hombre seguro y lleno de coraje que siempre fue, sólo necesitaba un empujoncito para salir, de su ya mencionado, cascarón. Habían pasado más de quince años desde la última vez que la vio. Tanto tiempo y, sin embargo, el recuerdo seguía tan fresco como una lechuga.

 

Incluso con la suegra sobreprotectora, Maggie. Ahora Kibum era un experto en cuidar niños. Con casi 10 hijos, como no lo iba a ser. 

 

Y su Jonggie. No había nada que mencionar sobre JongHyun. Todo estaba escrito. Era un hombre extraordinario, que con tanto esfuerzo le había comprado su primera casita. Era admirable, y lo amaba con todo su corazón. JongHyun no cambiaba. Porque, la vida de casados con el tiempo suele volverse aburrida y monótona. Una costumbre. Cambian, el hombre puede ser el más amoroso del mundo y pasar sucesivamente, con el tiempo, a ser un gruñón empedernido. Después podrían llegar las infidelidades.  A ellos no les pasó, y… ¿Por qué? Porque ellos luchaban porque aquello no ocurriera, porque JongHyun nunca dejó de ser aquel muchacho de hace veintiún años; encantador, atento. No dejaba de ser cursi, no dejaba que la llamita de su amor, de su pasión, se esfumara. No dejaban, ambos, que su vida se convirtiera en una aburrida rutina, en peleas. Y, en un divorcio. Absolutamente no.  Y sus hijos también ayudaban en ello. No podrían olvidarse de ellos por ningún motivo.  Sus hijos, de ninguna manera sus días podrían ser rutina con aquella cantidad de hijitos.

 

Kibum suspiró, y cerró la llave de la ducha.

 

Todo había pasado como un flash. Sus memorias habían volado en minutos, recordando tantas cosas en un parpadeo.

 

Era feliz, se sentía pleno, con unos cuantos dolores debido a su embarazo, pero todo le parecía perfecto.

 

Tomó una toalla y comenzó a secarse; el cuello, la espalda, el pecho (teniendo cuidado con sus pezones adoloridos), su vientre y se quedó en sus piernas. No quería agacharse más, podría causarle daño al bebé. Se irguió, y comenzó a secarse el cabello. Caminó por la estancia deteniéndose en el momento justo para comenzar a vestirse. Tomó un bóxer, un tanto grande, debido a que sus habituales bóxers no le quedaban debido a su embarazo. Alzó una pierna y se tambaleó un poco, nada para alarmarse. Metió un pie, luego el otro, subiéndolo hasta sus caderas. Y listo. Dejó la toalla, que se había mantenido sobre su cuello, colgada en un gancho. Bien, era hora de ponerse sus cremas. No lo hacía porque fuese vanidoso ni mucho menos, sino que debía cuidar su piel para que no le salieran estrías. Tenía unas cuantas, pero eran poco visibles. También se le percibía un poco la línea de sus cesáreas. Para Kibum era una línea muy bonita, porque por allí habían salido todos sus tesoros, sus hijos. No se acomplejaba por su cuerpo, no como lo había hecho tiempo atrás que llegó a contar con un autoestima muy baja. Ahora era otro.

 

Dio media vuelta, topándose de lleno con un rostro sonriente.  

 

Profirió un gritito, porque simplemente no se lo esperaba. Lo había asustado.

 

-¡JongHyun! ¡No hagas eso!-. Le dio un manotazo en el brazo. El sonido sonó como un eco en el cuarto de baño.

 

-¡Kim Kibum!-. JongHyun comenzó a reír con fuerza mientras se sobaba el brazo- Puedes parecer muy lindo, que no rompes ni un plato, pero golpeas con fuerza. Diablos, esto arde-. Siguió riéndose, observando cómo su esposo lo miraba con el rostro aún aterrado. Era tan…

 

-Lindo-prosiguió- tan lindo, cariño.- Dejó de compadecerse de su pobre brazo y se apoderó de la delicada cintura de su esposo.

 

-Yeobo, ya cállate de una vez. En serio… no vuelvas a hacer eso, sentí que se me salía el corazón.- Kibum se dejó abrazar, posó sus brazos en el cuello moreno y su cabeza en el pecho fuerte- Idiota.

 

-Cuanto amor me das, por eso te amo, cariñito.

 

Ambos sonrieron. Sus pequeños momento les hacían sentir tan plenos. Estar con la persona que amas era tan relajante. Sabían que pronto tendrían que separarse, sus hijos no tardaban en interrumpirlos, de hecho ya se estaban tardando. JongHyun aprovechó que su momento estaba siendo más largo de lo que usualmente lo era, y se alejó de su precioso esposo, pero sin dejar de tocarlo, para cargarlo y sentarlo sobre el lavabo.

 

-Ahora, cuando te vistas, háblame. Vi como te ponías la ropa interior, al menos sostente de algo para que no caigas. Ya te lo eh dicho muchas veces.

 

Efectivamente, JongHyun se lo había comentado en sus pasados embarazos, aunque Kibum a veces solía olvidarlo y se cambiaba él solito.

 

-O vístete en la habitación-prosiguió- el piso esta mojado, podrías resbalar.

 

Adquirió un colorcito suave en los pomulitos alzados y asintió con la cabeza. JongHyun lo había visto desnudo infinidad de veces que le era imposible contar la cantidad. Pero eso no quitaba el hecho de que lo había estado observando, y quien sabe desde cuanto tiempo, quizá desde que estaba en la ducha.

 

-Jonggie, lo sé, no te preocupes. No soy un niño, se perfectamente que hacer- Kibum sonrió, y aprovechando que tenía al hombre tan cerca, alzó ambas, posándolas cariñosamente en las mejillas morenas. JongHyun a su vez posó ambas manos en las piernas de leche. Las acarició. Las grandes palmas tocaron a su gusto, llegando hasta el interior de los muslos. Kibum se estremeció, pero dejó pasar el acto. JongHyun sonrió traviesamente, y Kibum fingió no haber visto aquella sonrisita.

 

-Aquí te quedas, mi vida- dijo. Finalmente se alejó y salió del cuarto, dejando la puerta abierta. Kibum lo miró sin comprender, lo esperó pacientemente mientras mecía sus pies. Repentinamente sintió un frio helado y se abrazó a sí mismo. Fue consciente de su casi desnudez. Se sonrojó un poco. Se palmeó las mejillas, pero eso no bastó para que el sonrojo bajara, en su lugar, se identificó aun más debido al frio que sentía. El aire helado seguía entrando por la puerta abierta, pronto comenzó a temblar.

 

-Y-yeobo…- tartamudeó. Él no era alguien que soportara el frio. Realmente era muy friolento. Las personas podían estar gozando de un clima fresco y cómodo, pero Kibum podría estar temblando de frio.- ¡Yeobo!- exclamó.

 

-¡Voy!

 

Casi enseguida apareció por la puerta, sosteniendo entre una de sus manos un pomo con crema dentro. Vio a Kibum y sus ojos se agradaron enormemente. Corrió hacia él, trastabillando al resbalarse debido al piso mojado. Cayó, pero se levantó en seguida, cubriendo al cuerpo húmedo con sus brazos. Cuando lo hizo, sintió que el cuerpo bajo suyo tembló aún más. Lo apretó más, pero se dio cuenta de que su último temblor no se debía al frio. Estaba riéndose. De él.     

 

-¡JongHyun!- Rió con ganas, sacando tantas carcajadas que contagió a JongHyun- Te-Te caíste…-murmuró lo obvio, sólo por tener que decirlo, porque quería decirlo. Burlarse, si.- Fue tan gracioso, tan…- Y siguió.

 

-Sí, sí- murmuró- muy gracioso, ¿Ahora podrías prestarme atención, yeobo?

 

Kibum asintió, pero no le prestó la atención que JongHyun quería.

 

-Okay- prosiguió.- Muy bien- murmuró juguetón- no importa.

 

Recostó al menudo cuerpo a lo largo del lavabo muy lentamente. Tanta era la  alegría de Kibum en ese momento que no se percató de ello sino hasta que sintió que una mano grande se posaba sobre su vientre junto a un liquido cremoso. Se calló de a poco, mirando por fin al hombre moreno.

 

-Vuelve a caer, fue increíble.

 

JongHyun negó con la cabeza, pero no dejó de sonreír. También le había parecido divertido, y al recordarlo, no pudo evitar agrandar su sonrisa.

 

-¿Te parece divertida mi preocupación, eh? Me caí por ti- dijo divertido, pareciendo el ofendido e indignado, pero su sonrisa no le ayudaba en ello.

 

-Pues vuelve a caerte por mí, amor- dijo. JongHyun lo miró nuevamente indignado, con la boca ligeramente abierta mientras negaba con la cabeza. Kibum lanzó otra carcajada.- No es cierto, no es cierto- murmuró, alzando un poco su cabeza-. Sólo por favor… ¿Podrías traerme mi ropa? En serio si tengo frio.

 

JongHyun lo miró con los ojos entrecerrados, pero se alejó rápidamente de él para ir por la ropa.

 

Kibum sabía que JongHyun sólo estaba fingiendo enojo, así que no se preocupó.

 

JongHyun terminó por plantarse nuevamente frente él y lo ayudó a sentarse nuevamente.

 

-Alza los brazos- JongHyun pidió, y Kibum obedeció rápido y con fuerza. Parecía un nene pequeño, y a JongHyun le pareció tan tierno.

 

-Por supuesto, lo que ordenes- Dijo con voz fuerte y correcta, como si fuera un militar siguiendo órdenes de su superior.

 

-Por favor…- murmuró JongHyun, porque sabía que esas eran las palabras que Kibum quería escuchar.

 

-Mucho mejor.

 

Kibum se dejó vestir con gusto. Ya listo, con un short grande para tapar los moretones sobre sus muslos debido a las mordidas que JongHyun le había hecho.

 

-Ahora sigue poniéndome la crema en mi vientre- dijo muy sonriente mientras alzaba un poquito su camiseta de playa.

 

-Pero que mandón, cariño- se burló.

 

-Por fis…- pidió con un hermoso pucherito.

 

JongHyun rió.

 

-Parecemos dos adolescentes.

 

-Siempre- alzó los brazos y enrolló con ellos el cuello moreno con mucho gusto. Sus rostros quedaron tan juntos que sus narices fueron capaces de tocarse. Y, entonces, comenzó a frotar su nariz contra la de JongHyun. Una y otra vez- Tan infantil como esto.

 

-Me encantas- JongHyun siguió el juego, moviéndose contra su esposo con gracia- Pero también me gustan las cosas de adultos, si sabes a lo que me refiero…-bajó una mano hacia la cadera huesuda, acariciándola con las yemas de manera muuuuuuy lenta. Rosando, tocando, alejándose, volviendo, tocando de lleno.

 

-Jonggie…- Kibum se sintió tan sensible que terminó por temblar entre aquello brazos fuertes.

 

-Como usar un juguetito que compré…

 

Kibum se alejó como un resorte; rápido y casi brincando del susto. Sus manos se posaron sobre su propio pecho, entrelazándose entre sí y mirando al hombre frente él con los ojos de gato tan abiertos que comenzaron a dolerle.

 

-¿Qué…? Yo no uso esas… cosas- murmuró casi sin aire, en un hilito de voz que a JongHyun le pareció tan adorable que no pudo evitar acercarse lo más que pudo a su lindo rubio. Lo vio allí, sentado en ese lugar donde sus pies no alcanzaban a tocar el suelo y por tal, colgaban infantilmente, meciéndose levemente, y lo imaginó como estaba hace pocos minutos; lleno de frio, pálido, sólo con una telita cubriendo su intimidad. Los labios rosas, apetecibles y tiernitos. Ahora, con ropa, el cabello húmedo y despeinado. Y los labios aún apetecibles y tiernitos.  ¿Qué esperaba? Estaba admirándolo, y en ello podría escapársele la vida. Pero perdió, cuando miró como esa boquita chiquita se movía… “JongHyun. Sabes que no me gustan. Eso… eso de los juguetes” No pudo esperar más. No pudo admirarlo más. Se comió aquella boca  pequeña con ganas. Y necesidad.   

  

Lo tocó como si sus manos fueron tentáculos. Muchos tentáculos. Kibum jadeó entre sus bocas, JongHyun lo estaba tocando con tanta necesidad, lo que provocaba que su cuerpo y sus mejillas se sintieran calientitas muy pronto.

 

-¡Mggh! Jo-Jonggie…-Exhaló, sintiendo como aquel pulpo tocaba su parte trasera. Y las dos. Con ambas manos. Y apretaba y estrujaba a su gusto- Ah, ah…

 

Era éxtasis en sólo segundos.

 

-¡JongHyun!

 

Elevó la voz, porque las manos de JongHyun se habían perdido entre sus glúteos. En un pasaje pequeño, rosado y… húmedo. Lo masajeó, de arriba y abajo, a los alrededores, en el perineo, luego volvía y seguía.

 

-Ngh…

 

Un dedo se adentró, aún cuando Kibum tenía la ropa puesta. 

 

-No… no, amor… no, espera un poco…

 

De nuevo, otra y otra y otra vez. Aquel invasor seguía tocando. Y se atrevió a ir más a fondo. Porque dejó de tocarlo y Kibum respiro. Pero sólo fue por un par de segundos. Dos pequeños y minúsculos segundos. Se sostuvo de los hombros de su marido con fuerza, su rostro se escondió en el cuello de él y se atrevió a dar una mordida para acallar un gemido. JongHyun se adentró dentro de ropa interior. Su mano entró, y malicioso, siguió tocando, disfrutando de las tiernas muecas y sonidos que su esposo le regalaba, y siguió masajeando. Haciéndolo suyo.

 

-Por… por favor- Kibum no supo descifrar sus propias palabras. Porque esta vez no sabía si decía “Por favor” pidiendo un detente o un más.

 

Se retorcía, movía las piernas con temblores incluidos. Oh por todos los dioses. Era tanto… y apenas estaban comenzando.

 

-Es sólo un vibrador… imagínalo, como mis dedos, pero más grande…

 

-Nonononono- Negó una y otra vez. JongHyun le había hablado tan… sucio. No podía. Oh, oh, oh, oh. ¿Cómo se atreve a decirme esto justo ahora que…? Oh, pensó, se perdió, y dejó de pensar. Terminó. Se esencia mancho sus bóxers recién puestos. Pestañeó y respiró con más calma- Idiota- dijo- no digas eso.- Sus ojos gatunos pestañearon más, desasiéndose de la nube de lagrimas allí enroscadas. Bajaron por sus mejillas y se perdieron en su barbilla. Que placer…

 

Intuitivamente se ruborizó al mirar sus shorts machados. Había eyaculado más de lo que pensó. Cielos. Se sintió incapaz de mirar a JongHyun.

 

-Hey…- pero este no le daría tregua- ¿Cómo te sientes? ¿Todo bien?- JongHyun buscó su mirada, pero Kibum se la negó- Cariño.

 

-To-Todo bien- musitó. Y se maldijo mentalmente porque su voz no había sonado como hubiese querido. Había temblado.

 

JongHyun tomó su barbilla, haciendo que sus miradas se encontraran sólo por un momento. Kibum cerró los ojos y JongHyun lo vio como una invitación para apoderarse de sus labios. Lo besó, y por largo rato. Lo dejó casi sin respiración, con la respiración agitada y los labios rojos.

 

JongHyun lo miró con tanto amor que se sintió perdido por un instante. ¿Él lo estaría viendo de la misma manera? Supo que sí, porque deseo volver a besarlo. Lo hizo, y sus labios volvieron a tocarse o comerse. JongHyun se aceró más, hasta el punto donde Kibum fue capaz de sentir, sobre su pierna, algo duro golpearle.

 

-Yeobo…-musitó al separarse-¿Quieres que…- No fue capaz de terminar. Una, porque se sintió extrañamente tímido y la otra…  

   

-¡Appas! Onew me ah roto mi salvavidas

 

JongHyun lo bajó del lavabo, tomándolo de las caderas y colocándolo sobre el suelo.

 

-Jonggie, lo siento- lo abrazo por los hombros, mirándolo con pesar, porque no era la primera vez que dejaba a JongHyun con, bueno, las ganas.

 

-¿Por qué le pusieron seguro a su puerta, appas?- Escucharon la voz de Grace.

 

JongHyun, sudando, doliéndole allí… abajito, acercó a Kibum lo más que pudo a sí mismo, teniendo cuidado al mismo tiempo con aquella pancita abultadita. Sus frentes se tocaron y JongHyun pidió algo:

 

-Recompénsamelo.

 

Kibum adquirió un color intenso. Sabía a lo que se refería su esposo. Y no quería. En serio que no quería. Era algo que nunca le gustó, pero… cielos. ¿Qué haría? Se sentía entre la espada y la pared.

 

-Cariño, sólo una vez, quizá te guste.

 

-No, JongHyun, no quiero…- bajó el rostro. NO QUERÍA, DE VERDAD QUE NO. ABSOLUTAMENTE.

 

-¿No lo harás por mí?- JongHyun lo miró intensamente, Kibum sentía su mirada como una puñalada.

 

-No me hagas esto.

 

JongHyun quería, deseaba tanto, usar aquel juguete con su esposo. Siempre lo había deseado, y Kibum se lo había negado por años. Era un deseo que le tenía comiéndole las uñas. Sólo un deseo. Después nunca más lo volvería a usar si al rubio no le gustaba. Tampoco lo obligaría por siempre a usar algo que a él no le gustaba. Quería que los dos disfrutaran, no solamente él. 

 

-Precioso- habló- sólo una vez, una, y nunca más lo volveremos a usar si no es de tu agrado. Concédeme este deseo, sólo este. 

 

Kibum pensó. Lo meditó. JongHyun se lo había pedido demasiado. Podía hacer eso por él. Le había dicho que sólo sería una vez. No pasaba nada. Sólo era un pedazo de plástico pasando por… NO.

 

-No…- dijo.

 

JongHyun asintió, y lo dejó libre. Kibum se sintió culpable, porque pudo ver el rostro levemente desanimado de su esposo. Algo que JongHyun cambió rápidamente por una sonrisa, una muy pequeña, pero estaba allí. Tampoco quería hacer sentir mal a su adorable rubio, pero sin darse cuenta, ya lo había hecho.  ¿Por qué algo así los ponía en ese conflicto? Kibum no quería, pero sólo sería una vez, se lo repetía mentalmente. ¿Por qué no cumplirle ese capricho a su esposo, ese que le daba todo, hasta lo más absurdo?

 

Bien.

 

Se plantó decidido, puso ambos brazos a sus costados, y lo dijo:

 

-Está bien, Yeobo, lo haré- sonrió, y ladeó el rostro.

 

-¡Appas! ¿Están allí?

 

-¡Sí! En seguida vamos, hija- JongHyun contestó animado, con tantas ganas y muy, muy feliz.

 

Kibum rio, ese hombre era increíble.

 

-Esta noche, por favor, cariño- pidió.

 

El rubio lo miró sorprendido, aterrado, y sin poder creerlo, exclamó:

 

-¡Has traído esa cosa contigo, aquí!

 

Por supuesto que sí.

 

 

 

Notas finales:

Bueno, hehehe, esta es la primera vez que hago si quiera mención de juguetes sexuales. Nunca, en el tiempo que llevo escribiendo shaoi había puesto juguetitos >u< No me gustan, así como tampoco las, ejem, ma...madas, oh cielos D: hasta me da cosa escribirlo xDDD este ultimo, quiza nunca lo haga, jamas nunca escribire algo de eso, pero los juguetes, bueno, allí esta uno... JongHyun Perver xD

(/n/) Waaah, me paso verdad xDD Okay, Okay, en este fic lo quice poner para hacer algo distinto, y porque como narre en este capi, el JongKey casi no cae en rutina y por ese motivo su matrimonio perdura, y allí entraran los juguetes, algo que nunca usaron, una nueva sesanción que les hará salir de su ya mencionada Rutina c:

Eje, ahahaha, bueno, hasta el proximo cap, en otro dominguito n_n Cuidense mucho y portense bien o/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).