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La familia Kim por Nanaa

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Notas del capitulo:

Holi <3

Capítulo 26: Dime, precioso.

 

-¿La habitación de Kim Kibum?

No pidió por favor, no pidió amablemente, ni siquiera sonrió y tampoco le importó hacerlo. Ahora no, ni en los próximos minutos.

-Área de Ginecología y obstetricia, cama 325-respondió la enfermera recepcionista. La mujer lo miró por una fracción de segundo después de verlo desaparecer por los pasillos apretujados de gente y personal. Lo único que vio de Kim JongHyun fue su espalda ancha ,embutida en una bata blanca, alejarse apresuradamente sin darle tregua a sus pies entre un montón de personas a su alrededor.

Doctor Kim, dislocado, mareoso, ojeras grises y vista desorbitada; entró a un elevador, presionó el piso número cinco y esperó. Esperó. No quería esperar. Suspiró. Trató de buscar su calma y no la encontró. Ahora mismo le pareció imposible. Suspira, suspira, suspira.

No.

Las puertas se abrieron y él salió como una gran bala humana hacia la cama trecientos veinticinco.   

Una puerta blanca lo recibió.

La abrió sin pensarlo ni dudar.

Kibum.

-Jonggie… mi amor-. Más que palabras habladas, fueron palabras exhaladas. El hilo de voz viajó como agudas siglas musicales entre ellos.

JongHyun lo miró desde el marco de la puerta. Su Kibum se veía inaceptable. El cabello dorado se mostraba opaco; cabellos entrelazados entre sí desordenadamente, enmarañado, hecho líos. Lo único que significaba que había estado moviéndose, desesperado, en aquella cama, inquieto. Así era. Después de llamar incesantemente a alguien, apareció un médico y le hizo calmar, aunque no lo hizo con la mente de Kibum. Su mente siguió divagándose y pensando en su hijo.

JongHyun observó los ojos. Sus ojos. Mostraban lo único que un llanto angustioso podía dejar. Las ojeras debajo de ellos no hacían más que provocar una mirada más cansada. No supo cómo interpretarlo. Sintió como si una enorme aguja afilada se hubiese enterrado sobre su pecho.

Una mala sensación.

Caminó hacia él con un solo objetivo en mente. Se inclinó, abrió los brazos y lo envolvió entre ellos, formando un abrazo que ambos añoraron.

-Cariño.

-Yeobo…

Sintió los brazos flacuchos enrollarse en torno a su espalda. Los dedos largos tomaron posesión de la tela, arrugándola entre ellos, tomándola, estirándola, jalándola, haciendo puños entre telas.

Después, sobrevino un temblor.

El cuerpo cálido comenzó a vibrar, a temblar y emitir gimoteos tan lastimosos que no eran soportables escuchar.

Kibum no pudo lograr lo que se había propuesto, no pudo evitar pensar negativamente. Se fue hundiendo en sus pensamientos, creyendo que su hijo estaba pasando por un terrible momento. Las disculpas inconsolables de KyuHyun seguían retumbando dentro de su cabeza. Cuanta angustia hubo en sus palabras, cuanto miedo al pasar lo peor. ¿Realmente había pasado algo tan malo con Taemin para que KyuHyun le hubiese llamado con tal voz angustiosa y desesperada? No podía pesar nada más que un sí, pasó lo peor.

Lloró inconsolable entre los brazos de su esposo, dejó escapar cada lágrima que su cuerpo dejaba salir. Sollozó innumerable cuando sintió que lo estrechaba con más fuerza; se hundió en el pecho fuerte, se refugió como un gatito buscando consuelo y cariño, mimos y más mimos. Por favor, y no me sueltes.

Pero lo soltó y por más que negó alejarse de él, JongHyun no lo permitió. Para el consuelo del gatito, JongHyun no lo soltó completamente, sólo estrechó sus mejillas regordetas entre sus manos grandes. Miró que JongHyun se mostraba trastornado y sus ojos se abrían enormemente mientras buscaban su vientre. Vio que se calmaba al verlo: grande e impotente, redondeado, ocupando su lugar donde debía estar. JongHyun pensó: El bebé está bien, mi rubio está bien, ¿entonces, qué pasa? 

-Yeobo-musitó. JongHyun lo miró, aún trastornado y más confundido que nunca.

¿Por qué su Kibum seguía viéndose inaceptable?

-Dime, precioso-pronunció-, dime que pasa, porque no soporto verte llorar. Sabes que lo odio.

Kibum arrugó el rostro.

No podía.

-Taemin…-susurró.

JongHyun dejó de respirar. ¿Cómo es que Kibum lo sabía? ¿Cómo…?

-Dime que está bien-continuó-, dime que lo está. No me mientas, no me mientas…por favor, mi amor.

JongHyun parpadeó, profirió un respingo. La misma aguja pareció atravesarle el pecho. La sensación fue como un rebote de pinchazos contra su piel.

-Taemin está perfectamente.

Mentía, y Kibum lo supo. Sus ojos profirieron algo que hace mucho tiempo no mostraba. ¿Qué era? ¿Qué significaba? Eran esos ojos, esos que le mostró la única ocasión que le pidió el divorcio años atrás. JongHyun cerró los ojos y se negó a pensar en aquellos días.   

-¡Te dije que no me mintieras!-exclamó. JongHyun parpadeó. Kibum comenzó alejando sus brazos del cuerpo de su esposo, moviendo el rostro de un lado a otro para que las manos de JongHyun desaparecieran. Antes, no quiso que lo soltara, ahora se soltaba por sí mismo. Su rostro mostraba toda su furia y descontento. Se batía en temblores e hipada en medio de sollozos.- ¡Dime la verdad, JongHyun!

JongHyun no se permitió alejarse, intentó abrazarlo nuevamente a pesar de que Kibum se resistía y trataba de alejarlo.

-¡No, no!

-Cariño, por favor.

-Me estás mintiendo, sé que lo estás haciendo.

-Mi vida, tranquilízate.

Logró inmovilizarlo con sus brazos, tuvo que sentarse en la cama. Kibum siguió poniendo resistencia, intentó alejarlo, pero ya no podía apartarse del cuerpo moreno aunque lo deseara.

-No…-musitó-, no-susurró. Sus brazos decayeron, dejaron de apartar al hombre que amaba, pero tampoco correspondió su abrazo.

-Precioso…-Le llamó, Kibum no lo miró, sólo siguió negando-.Precioso, mírame. Cariño, por favor, quiero que me mires y que me escuches.

JongHyun se arriesgó y dejó de abrazarlo, tomó el rostro de su esposo y le obligó a que lo mirara. El rostro que le mostró fue tal mezcla de enojo y tristeza, que no pudo seguir negando lo que había sucedido con Taemin. Aunque su mente se batía en innumerables preguntas sin respuestas tuvo que apartarlas y sólo pensar en su esposo. A pesar de que se preguntaba como era que Kibum lo sabía, como era que estaba enterado de la situación y el accidente de su hijo, tuvo que apartarlas, lo haría sólo por un momento.

Kibum estaba histérico, estaba perdiendo la cabeza pensando que a Taemin le había pasado lo peor. ¿Pero qué era lo peor? ¿Qué pasaba por su cabeza?

No era el Kibum que solía ser, el adorable y siempre amable hombrecito, ahora mismo estaba desesperado y toda aquella desesperación la estaba rematando con JongHyun. A pesar de todo, JongHyun comprendía su molestia, si a él le negaran la situación de uno de sus hijos al sentirse tan desesperado y asustado por saberlo, también exigiría saber la verdad por más dolorosa que fuese. Si la primera persona en la que confiaba, le negaba la verdad, enloquecería. Estaban hablando del bienestar de uno de sus hijos, querría saber cada detalle. Pero Kibum estaba embarazado y también debía pensar en el pequeño dentro de su vientre. JongHyun supo que lo hacía al ver las manos temblorosas de su esposo acariciar la zona abultada.

Besó su frente y ambas mejillas a pesar de que Kibum seguía mostrándose reacio al mirarlo, había dejado de mirarlo al cerrar los ojos.   

-Jonggie-. La voz delgadamente dulce, le hizo saber que estaba tranquilizándose.- Por favor-suplicó-dime…dime.-Abrió los parpados y el mar cristalizado se hizo ver a través de sus ojos rasgados.

JongHyun no lo soportó.

-Creme-empezó-, creme cuando te digo que nuestro hijo está bien.  

-No, no es verdad, no…

-Escúchame-lo detuvo, callando sus palabras en cuanto tuvo la oportunidad-, mi amor, Taemin está bien. Tuvo una fractura en una de sus piernas y un esguince en el cuello y es todo lo que pasó con nuestro hijo. Nada más, no es grave y él realmente está bien. Yo mismo lo atendí, está en una habitación algunos pisos arriba de nosotros.

El rostro de Kibum fue una combinación de desconcierto, preocupación, alivio, vergüenza, susto, enojo; tanto, en tan poco tiempo. Luego le dio un manotazo a JongHyun en el rostro.

-¡Por qué no me lo dijiste antes!

JongHyun se alejó como un resorte de la cama, se puso de pie y tocó su mejilla lastimada y ahora enrojecida gracias a las manos no tan livianas de su esposo.

-¡No me dejaste decirlo!-exclamó-.Estabas fuera de sí, no me escuchabas.

Kibum lo señaló.

-A la primera que pudiste, me mentiste y lo sabes Kim JongHyun.

JongHyun lanzó un suspiro al aire.

Lo había hecho, JongHyun sabía que realmente le había mentido al principio al decir que Taemin estaba perfectamente bien, no estaba perfectamente bien, pero estaba bien, y sólo se quedaba en bien. Aún no había pensado la manera correcta de decírselo a Kibum, el saber que estaba enterado, fue una terrible sorpresa. Tampoco tenía pensado mentirle, las palabras habían salido solas mientras buscaba la manera correcta de comentarle la situación de Taemin, al final Kibum se había molestado con él.

-¿De verdad Taemin se encuentra bien?

JongHyun lo miró, ladeando el rostro.

-Ahora no te estoy mintiendo, no lo haría.-El rostro serio le hizo saber que su sinceridad era palpable. Kibum supo que si seguía preguntado, JongHyun se molestaría al pensar que no confiaba en él. Sin embargo, le creía. Le creía.  

El rubio asintió. Se permitió sentir una gruesa masa de alivio. Sus lágrimas detuvieron la tormenta sobre sus ojos, la convirtieron en una delgada brisa hasta hacerla desvanecer, sólo quedaron los rastros de unos ojos rosados e hinchados.

-Nuestro Taemin está bien, yeobo, está bien.

JongHyun sonrió. La geniuda mirada contenta sobre el rostro de Kibum le pareció increíblemente adorable. Sus ojos brillaban, era genuinamente hermoso. También genuinamente bipolar; lo atribuyó al embarazo.

Entonces, la mente del nombrado se frunció, sus cejas lo hicieron hasta juntarlas y parecer que tuviera una en lugar de dos.

-¿Qué pasó, Kibum?-murmuró. Sus ojos entrecerrados parecían pensar algo mientras hablaba, suponiendo la razón de la hospitalización de su esposo-. ¿Por qué estás aquí?-. Kibum lo miró, sus ojos parecieron recordar algo. Un algo que tenía un nombre con siete letras, KyuHyun-. Estaba realmente preocupado cuando los niños me llamaron. Me dijeron que te desmayaste y dejaste caer el teléfono, lo que me hace pensar muchas cosas, ¿Qué sucedió? ¿Cómo estás, como te sientes? ¿Qué te han dicho los médicos que te atendieron al llegar aquí?-pronunció lleno de una preocupación que remató con una explosión de preguntas. Sentado sobre la cama, atrajo al cuerpecillo delgado con vientre abultado y cachetes redondeados hacia su propio cuerpo, hasta sus brazos, envolviéndolo con ellos y sintiendo la dicha de que le era, por fin, ser correspondido.

-Los niños…-susurró-JongHyun, mis niños…-habló con más fuerza. De todas las preguntas que JongHyun emitió, ninguna fue respondida. Kibum olvidó todo y sólo pensó en sus hijos.

-Están bien, les afirmé que estabas bien a pesar de que no lo sabía. Logré tranquilizarlos porque no paraban de llorar, creo que en eso se parecen a ti-murmuró, sonriendo levemente. Kibum rio, y negó con la cabeza. Parecía que el ambiente estaba relajándose. Lo peor había pasado.

Parecía que así era.

-Quiero ver a Taemin-dijo de pronto- luego quiero ir a casa y ver a todos nuestros hijos. Amor, ayúdame.

Kibum intentó ponerse de pie, un acto sin sentido considerando que su mano aún seguía conectada al suero por medio del catéter. Sumando el importante hecho de que su cuerpo no le respondía correctamente. Se desvaneció entre los brazos de su esposo al sentir tanto cansancio y debilidad.

-Hey…-JongHyun lo sostuvo rápidamente, envolviendo con sumo cuidado entre sus brazos-.No tan de prisa ¿A dónde crees que vas? ¿Acaso te han dado de alta?

Lo abrazó con más protección, apoderándose del cuerpo delgado libremente. Esperó, esperó por una respuesta. 

-Yeobo-protestó. Intentó alejarlo nuevamente, no logró ni moverle un dedo. Miró a JongHyun suspirando.

-No-JongHyun le dio una negativa inmediata-. Además, no me has respondido muchas de las preguntas que te he hecho.

-No hace falta hacerlo, estoy bien.

Kibum le besó la barbilla, donde a los pocos segundos sus dientes hicieron acto de presencia y mordieron la zona con todos los dientes delanteros. Se alejó después de poco tiempo y sonrió en medio de dos sensaciones infinitamente disparejas, timidez y atrevimiento. Las dos sensaciones se batieron entre sí hasta formar una sola. Nadie podía mostrarle una mirada tan perfectamente combinada como la de su rubio.    

-Eso lo puedo ver…-murmuró al verlo más animado. Su energía mental había vuelto a él. Kibum dejó de verse inaceptable-. Me tenías tan preocupado.-Una de sus manos abandonó la cintura de su esposo y se apoderó de las mejillas sonrosadas. Su mano se mantuvo, pero los dedos no dejaron de moverse.

-Estoy bien ¿Ves?- Kibum fue menos atrevido en esta pequeña ocasión. Le besó una mejilla. Después, sucedió una contradicción; la timidez se desvaneció e inicio un beso.

JongHyun sintió que respiraba en medio de aquellos labios fresados. Respiración. Autentica. El oxígeno no se fue, ingresó a sus pulmones; a los alvéolos pulmonares. Se llenaron del aire inhalado al abrir los labios, al recibir, luego abrir, luego cerrar, luego morder… el oxígeno se difundió hacia la sangre de los capilares, donde fue bombeado por el corazón hasta todos los tejidos del cuerpo.

JongHyun sabía, que si no llegase oxígeno al cuerpo, no podría subsistir, traería como consecuencia una muerte súbita por asfixia o una muerte cerebral.

El beso, no era como perder oxígeno, era como ganar oxígeno y llenar el corazón de vida. El cuerpo de vida.

Era aquello, la autenticidad de un beso que JongHyun necesitó después de un día difícil.

JongHyun no sabía que aún no terminaba.

Se permitió disfrutarlo, porque sentía que había pasado tanto tiempo después de su último beso. Y no era así, pero lo sentía.

-Mph~~-Un jadeo entre sus bocas terminó un beso. Otro continuó. Treinta y cinco segundos después, terminó.

-Te amo.

-Yo a ti.

JongHyun hundió el rostro en el cuello blanco. Olfateó porque adoraba el aroma de su esposo, después mordió porque adoraba comérselo.

-No, yeobo, no dejes marcas-murmuró cosquilloso.

-Quiero saber porque estás aquí-demandó con la voz cargada de un tono sutilmente grave-. ¿Qué pasó? ¿Dime que te dijo el médico que te atendió, por qué un médico te atendió, no es así?

-¿No te basta con saber que estoy bien y que te amo?

-Me basta, pero quiero saber más.

-¿Tengo más opciones?

-No, definitivamente no las tienes.

JongHyun rio, alzó el rostro y lo miró. No podía dejar de tocarlo, de contemplarlo. Lo necesitaba, sólo Kibum podía hacerle olvidar los malos ratos, sólo él, sólo su presencia. Era como perderse en su propio mundo, uno inmenso lleno de él, y unas cuantas criaturitas más, sus hijos, pero ahora sólo estaba él, él y él.

Relajación en todo el sentido de la palabra. Como Kibum, que había dejado su histeria a miles de años luz.

-Supongo que tendré que resignarme-continuó el rubio, siguiendo su pequeña discusión que no era una discusión realmente.

-Así es, ahora habla, mi adoración embarazada.

Kibum le dio un pequeño puñetazo en el pecho, riendo. Dejó de hacerlo al momento que comenzó a hablar. 

-Me dijeron…-pausa- que me desmaye debido a una sobrecarga de estrés. Colapse.

-¿Por qué el estrés, por qué tú? El estrés agota, pero no pensé que lo estuvieras sintiendo. ¿Por qué no me dijiste nada? Tengo que cuidarte y no me dices nada.

Kibum se encogió entre los brazos fuertes. Repentinamente se sintió como un niño regañado.

-No digas “tengo” como si fuera una obligación-murmuró.

JongHyun negó.

-Quiero cuidarte, quiero que estés bien, mimarte cuando lo necesites, como ahora-. Acarició los cabellos revueltos, peinándolos con sus dedos hasta lograr desenredar unos cuantos.

Kibum se dejó hacer. Era verdad, repentinamente había olvidado todos sus problemas. Todo. Pero regresó al hacerle mención. KyuHyun regresó a su mente.

-¿Nuestro bebé?-escuchó que su esposo preguntó. Sintió las caricias de JongHyun posarse sobre su vientre, aquellas manos morenas abandonaron su cabello y se posaron en el gran vientre de ocho meses. Movió sus propias manos y acarició su vientre junto a las de JongHyun.

 -Nuestro bebé está bien. Sólo me dijeron que tratara de no volver a tener emociones fuertes.

-¿Volver? Por Taemin-afirmó.

Kibum asintió. Sus palabras no fueron dichas por nada.  Fueron palabras pensadas, razonadas antes de abrir la boca. “Que tratara de no volver a tener emociones fuertes“

-Precioso, no me estas contando todo.-JongHyun comenzó a divagar.

-No… no lo estoy haciendo.

 

 

Notas finales:

¿Que tal, les gustó?

Un capítulo dedicado sólo para nuestro JongKey <3

Bummie se puso un poquito mal u.u pero JongHyun lo supo controlar(?) Ahora Kibum tiene que hablar, ya saben, KyuHyun no se escapara D:

Espero les haya gustado n_n Mil gracias por sus bonitos RW, fueron más esta vez y me hace pensar que el fic va por buen rumbo, pocas veces tengo tantos ahaha gracias! seguire esforzandome mucho! <3

Hasta el proximo mis queridos lectores n_n 

 


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