Capítulo 28: Bastante suave y peculiar
Daniel tomó asiento al lado de Azai. El niño había soltado el brazo de Seungri cuando éste le cedió su lugar a Daniel. Seungri se sentó en el suelo al lado de KyuHyun.
Daniel miró de reojo al pequeño muchachito. Lo escaneó con su mirada al parecerle aún curioso que él estuviese con Seungri y KyuHyun, esperando anteriormente noticias sobre su hermano.
¿Cuántos años tendrá? Se preguntó. No parecía mayor. Podría colocarle quince años. Podría. Se sentía demasiado indeciso para escogerle una edad. Catorce, quince… tal vez dieciséis. Miró sus pies. Ni siquiera alcanzaba a tocar el piso. Era tan… pequeño. Los zapatitos rojos se mecían de adelante hacia atrás en medio de un ritmo constate. Daniel miró que se jalaba la enorme camiseta roja para evitar que resbalara por su hombro derecho, donde, por dentro, una cadenita se escondía. El niño se veía más calmado. La angustia que figuraba su rostro había desaparecido.
Le tocó un hombro.
El niño le miró inmediatamente. Le sonrió.
-¿Cómo te llamas?-preguntó Daniel.
-Azai, ¿y tú?
-Daniel-susurró. Frunció el ceño. Vaya nombre.-Nunca había escuchado tu nombre antes, ¿Qué significa?
-¿Qué significa?-repitió, riendo-Taemin me preguntó lo mismo-. Aunque en una situación remotamente diferente, pensó.
-Mi hermano…-pronunció-¿Son amigos, supongo, no?
-Sí. Me arrolló con su bicicleta, fue cuando preguntó mi nombre así como el significado. ¿Una forma bastante peculiar de conocer a alguien, no te parece? Por cierto, significa, fuerte, sólo así, fuerte a secas.
Daniel asintió. El niño parecía tener entre catorce y quince años exteriormente, pero con lo poco que se mantenía hablando con él podía ver que interiormente parecía alguien más maduro como para tener como mínimo catorce años. Los ojos peculiares del muchachito mostraban una combinación de inocencia y otra pizca de travesura. No parecía ser tan inocente como su apariencia lo delataba. Sin embargo, sólo porque sus ojos no se mostraran puramente inocentes, no significaba que fuese una mala persona. También veía un sentimiento reprimido. Veía tristeza y dolor. Veía alegría. Los ojos de Azai le mostraron diversos sentimientos ocultos.
-Mi hermano… él, ¿te arrolló con su bicicleta, cómo fue que pasó?-preguntó, murmurando contradictoriamente lo que su mente pensaba. Hubiera querido preguntar… ¿Cuántos años tienes? Pero al final su hermano terminó plantándose en su cabeza. Vio más importante preguntar por él.
-Cómo ya sabes, soy su nuevo vecino, así que simplemente iba de camino a mi casa y Taemin conducía su bicicleta demasiado rápido. No me vio, iba conduciendo directamente por mi rumbo. Chocamos, o más bien chocó contra mí. Fue un accidente.
-Espera…-murmuró, deteniéndose a sí mismo y no al muchachito; deteniéndose para pensar y analizar lo que estaba pasando por su cabeza.- ¿El accidente de mi hermano pasó porque te arrolló por error?
-¿Ah?-murmuró confundido-. No… pensé que ya lo sabías.
-No, no…respondió. Miró a KyuHyun. KyuHyun. El muchacho parecía tener más color sobre su piel. Le pareció extraño. Antes se veía increíblemente pálido, pero pensó que era su color natural. Se dio cuenta de su error. KyuHyun había estado pálido debido a la preocupación. No solía hablarle al muchacho, cuando visitaba a Taemin apenas se tomaban la palabra, sólo unos cuantos saludos. Hola y adiós. Era la primera vez que lo tenía tan cerca. O que lo tuvo. Cuando se abrazaron. Negó con la cabeza. Se abrazaron. Apenas fue consciente de ello. Se sonrojó apenas perceptiblemente y desvió la mirada cuando KyuHyun sintió sus ojos plantados sobre él y lo miró. Tragó saliva. Si Dan supiera que estuvo abrazado a un muchacho tan profundamente, lo mataría. No a él, al muchacho. A KyuHyun. Sin embargo, se sintió agradecido. KyuHyun le ayudó mucho. Sus abrazos le ayudaron. Pensó que era una buena persona. Le agradó. Volvió a mirarlo, notándolo más relajado, las líneas de su rostro menos tensas. Sonreía. Le sonreía a Seungri, a su amigo que le hacía un millón de bromas. Ambos reían. Desvió la vista una vez más cuando KyuHyun sintió su mirada y le volvió a observar.
Avergonzado, decidió seguir hablando con Azai.
-¿Me podrías decir cómo pasó el accidente de Taemin?
-Sí, supongo. Taemin está bien, así que…-Daniel miró directamente el rostro del niño al verlo callar abruptamente.
-¿Qué pasa?
La mirada de Azai mostró cierta diversión. Su boca curveada sonreía hacia un lado. Su cabeza señaló discretamente a KyuHyun.
-Pienso que ustedes hacen una pareja linda. ¿Desde cuándo son novios?
Daniel agrandó los ojos. ¿Qué…?
-¡¿Qué?!
Alzó la voz y lo supo cuando sintió la mirada de varias personas sobre él. De Seungri y KyuHyun también. Oh, no. Sus mejillas se calentaron energéticamente. Hizo de sus manos dos puños, colocándolas sobre sus mejillas.
-No…-susurró-nosotros sólo, sólo somos amigos. Digo… apenas nos hablamos. Él sólo estaba siendo amable conmigo.
-Daniel.
-¿Entiendes, él…? Me, me estaba ayudando porqué yo…
-Daniel, está bien.-Azai le hizo terminar sus palabras en cuanto tuvo la oportunidad-. Entiendo, disculpa. Te puso en un aprieto. Sólo pensé que lo eran por la forma en que se daban consuelo. Lo siento, fue mi error.
Azai se sintió apenado. El sonrojo en Daniel fue tan evidente, su nerviosismo por negarlo. Su actuar. El muchachito se jaló la camiseta roja hasta que la tela se topó con sus muslos.
KyuHyun seguía observándolos. Azai pudo notar que no despegaba la vista de las mejillas coloradas cubiertas por los puños de Daniel.
Sonrió pequeñamente.
-¿No querías saber cómo fue que pasó el accidente de tu hermano?
-¿Hm?-sacudió la cabeza- sí, si, por favor. Pero, antes, ¿podrías responderme otra pregunta?
-Claro.
-¿Cuánto años tienes?
Azai sonrió enormemente.
-Tengo dieciocho.
-¡¿Qué!?
El muchachito sabía perfectamente que Daniel se sorprendería. Notó su mirada desde el instante en que se sentó a su lado, también notó que no era una mala mirada, era una mirada curiosa.
Daniel había alejado sus manos de las mejillas extrañamente anaranjadas. Esta vez le tocó a Azai observar curioso al chico. Sus mejillas sonrojadas mostraban un color grandemente peculiar. No eran rosadas, tampoco eran rojas. Eran naranjas. No un anaranjado chillante, era un anaranjado suave. Más suave que el color natural de una naranja. Bastante suave y peculiar.
-¿En serio tienes dieciocho años? Oh, con razón. Ahora lo entiendo.
-¿Qué es lo que entiendes?-preguntó Azai, aún más curioso que antes.
-Que tus ojos no se ven tan inocentes-respondió sinceramente, sin pensar antes en las palabras que pronunció.
-Ah…-Azai pareció verse sorprendido, miró a sus lados, riendo-no sé cómo tomar eso. Lo tomare como algo bueno.
-¡Lo siento!-se disculpó enseguida- ¿Te ofendí? Siento si fue así.
Las mejillas naranjas de Daniel se trasformaron en un naranjado suave más profundo.
-No te preocupes.
El niño miró los ojos de Daniel. Eran negros. Un negro profundo, inmenso. Como los ojos de su omma. Lo recordó, los ojos de la omma de Taemin. Lo vio una sola vez, dos veces cuando lo vio entrar en una camilla e ingresar a urgencias, detrás de él venían Daniel y KyuHyun. Pero Kibum tenía los ojos cerrados en aquel momento, pero Daniel parecía ser su hijo. Ahora sabía que efectivamente era su hijo. Y tenían los mismos ojos. Los ojos de Daniel se veían puramente inocentes. No como los suyos. Daniel tenía razón. Sus ojos no eran completamente inocentes. Analizó al chico. Era capaz de ver describir los ojos de las personas, Daniel era capaz de ver el alma de las personas a través de sus ojos; lo que sentía, los sentimientos malos o buenos que sentían. Se preguntó que más había visto a través de sus ojos cobrizos.
-Daniel…-susurró-¿podemos ser amigos?
-¿Te gustaría?-preguntó. El par de ojos gatunos se mostraron animados con la idea.-Bueno. Claro, me has agradado.
-Es bueno escucharlo-. Daniel rio-.Entonces… te contaré sobre Taemin.
KyuHyun dejó de observar a Daniel al verlo reír. No había dejado de hacerlo, hasta este momento. Se topó directamente con la mirada de Seungri.
-No seas más idiota, KyuHyun.
-¿Qué tratas de decir?
Seungri negó.
-No seas idiota.
-Seungri, no soy adivino para poder saber que es lo piensas, así que dime que es lo que pasa por tu cabeza.
Seungri siguió negando.
-Vamos, sabes a lo que me refiero-señaló con su cabeza al chico. Daniel charlaba con el niño.
-¿Daniel?-murmuró confundido-.No insinúes tonterías. Apenas le dirijo la palabra, y tu igual. Sólo estaba con él porque se veía muy mal, quería ayudarlo. Podría decirse que ahora somos amigos. No pienses mal-recalcó.
-Por esta vez creeré en ti.
-No tienes por qué dudar.
Seungri negó una vez más antes de enfrascarse con otro tema para seguir charlando. KyuHyun se sintió extraño al escuchar las cosas que Seungri pensaba. Era verdad que apenas conocía al chico, es decir, sobre su forma de ser, su carácter. Comenzó a verlo como un buen amigo, como parecía Azai comenzaba a verlo. Se divagó en que decirle la verdad a Daniel sobre Taemin fue lo correcto, no pareció haber pasado nada malo, no al menos como cuando se lo dijo a Kibum. Miró a Daniel una vez más sin que Seungri lo notara. El adorable color naranjado había desaparecido de las mejillas del jovencito.
*
Kibum abrió la puerta frente él. Lo que presenció dentro de la habitación le provocó una gran tristeza.
-Mi niño…-susurró-, mi Taemin.
Se dirigió hasta su hijo sin perder el tiempo. Su vientre rebotó contra sus manos; sostenía el vientre con ambas manos al sentirlo rebotar.
La mueca que Taemin le mostró le provocó una ráfaga de confusión y desconcierto. Sintió que su hijo depreciaba su presencia. Se detuvo un momento, pero terminó por avanzar sin volver a detener sus pasos ni un segundo.
Acarició los cabellos de Taemin cuando llegó a su lado.
-Hijo…
Taemin desvió la vista.
-Te vez terrible, omma.
Kibum negó con la cabeza. Sintió el pecho de JongHyun chocar contra su espalda. Volteó el rostro, encontrándose con su esposo intentando tomar una silla para que él tomara asiento. Cuando la tuvo, hizo que Kibum tomara lugar sobre ella.
-Cariño… ¿Cómo te sientes? ¿Mejor? Tu appa no me contó detalles, pero imagino que tuviste mucho dolor. Mira nada nada más como estas-.Bajó sus manos para tocar el rostro de su hijo. No había ningún rastro de rasguños o heridas extras. Lo único que delataba su estado desaprobatorio era el collarín y su pierna enyesada. El equipo de protección le había ayudado a pesar de todo, pudo haber sido peor si no hubiese usado nada, pero aquello Kibum no lo sabía. Seguía ignorando como fue que sucedió el accidente de Taemin. No sabía que se debía a la culpa de una moto defectuosa.
-Por esto es que no quería que supieras…-susurró el muchacho-. Pero appa no sabe guardar secretos-. La vista de Taemin se perdió en el rostro de JongHyun, le observó meramente en llamas, con un enojo que describía perfectamente su molestia-. Jamás volveré a confiar en usted.
Kibum miró confundido a su esposo.
-Yeobo, ¿me puedes explicar?-preguntó. JongHyun lo miró, pero pronto Kibum dejó de mirarle al escuchar la voz de Taemin.
-Omma, no me digas cariño otra vez, por favor, appa te llama de aquella manera, escucharte decirme así me causa escalofríos.
Kibum entrecerró los ojos. Suspiró. Se levantó de su asiento y le dio un minúsculo golpecito a su hijo en el hombro. Taemin cerró uno de sus ojos debido al impacto. Kibum no le había dado fuerte, pero dolió. Dolió porque Kibum no media sus fuerzas cuando usaba sus manos. Las manos pesadas le habían tocado a su hijo esta vez.
-Somos tus padres-profirió el rubio-, sea lo que sea que haya pasado entre ustedes dos, debes de mantenernos respeto, ¿entiendes?
Taemin asintió. Sobó su hombro, pero volvió a mirar a su appa con esos ojos convertidos en llamas.
JongHyun tomó por los hombros a su rubio y le hizo sentar nuevamente en la silla. Se mantuvo detrás de él.
-Ahora…-prosiguió-JongHyun ¿podrías decirme porque Taemin se comporta contigo tan groseramente?
-Omma, no estoy siendo grosero.
Kibum lo miró con una mueca perfectamente figurada sobre su rostro que se leía mudamente: “guarda silencio, tu appa va a hablar” Se calló. Sin duda y sin siquiera suspirar. Su omma estaba enojándose y eso no podía ser algo bueno de ninguna manera.
-Nuestro hijo no quería que te dijera nada sobre su accidente, sabía que te pondrías mal. Lo secundaba…
-Pero se lo dijiste y no te importó.
-Taemin-. El rubio le llamó haciéndole callar nuevamente. Taemin dejó de emitir palabras, por el momento.
-Cómo podrás darte cuenta-JongHyun siguió hablando-. Taemin cree que te lo dije-. Miró a Taemin. Dirigió sus siguientes palabras a él:- Y no es así, hijo.
Taemin frunció el ceño.
-Claro que se lo dijiste…-cerró los ojos y se llevó una mano a la frente. No puede ser, se dijo ¿cómo es que no había sido su appa? ¿Entonces, quién?-Omma…-susurró-Estás… estás usando una bata de hospital-. Entonces, su boca se abrió enormemente y su pecho se infló-. ¡No puedo verte! ¡No así!-exclamó- ¿Me entiendes? Sabiendo que fue mí culpa que tú estés aquí…
-No, Taemin, no fue tu culpa. No fue culpa de nadie, simplemente son cosas que pasan. Nosotros no decidimos como será nuestro día a día. No todos los días serán perfectos, sabemos que no. Pero como familia debemos a aprender a superar los malos momentos. Permanecer unidos y no gritarnos unos a otros. ¿Está bien? Así que aleja esos pensamientos de culpa, no te harán bien, hijo.
-Dime que estas bien, dime que pronto te iras porque no te quiero ver aquí, en un hospital. Dime que Minho está bien.
Kibum volvió a acariciar el cabello de su hijo.
-Estamos bien. Decaí debido a estrés. Me darán de alta en un rato, me dieron permiso de venir a verte por un momentito.
Sonrió, la preocupación de su hijo le lastimaba, pero también le hacía ver que era importante para él. La dura mirada que le dedicó al entrar fue simplemente una combinación de diversos sentimientos. Estaba enojado consigo mismo. Ver a su omma entrar con una bata de hospital, un rostro entristecido y una apariencia desaliñada, le causó un revoltijo de malos sentimientos. También estaba enojado con su padre. Pensó que lo había traicionado. Confió en él y le contó a su omma, provocando su hospitalización. Eso pensó. Pero muy pronto se dio cuenta de su equivocación.
-Omma, quiero que vayas a descansar. Es verdad cuando te digo que te vez terrible.
Kibum rio.
-No trates de correrme que no me iré…-comenzó a sobar el hombro lastimado de su hijo. No había querido darle fuerte, pero Taemin había terminado por sobarse la zona con una mueca dolorida.-Por cierto, tu appa no me dijo nada. Él nunca tuvo la intención de hacerlo, lo sé.- Kibum miró hacia arriba, hasta toparse con la mirada de su esposo.
Taemin se rascó la frente. Ups. Le había dicho cosas hirientes a su padre. Se arrepintió, pero las palabras ya no podían ser borradas cuando habían sido dichas por el emisor y escuchadas por el receptor. Sin embargo, su frente se arrugó, formulando dentro de su cabeza una sola pregunta.
-¿Entonces quién te lo dijo?-Kibum no respondió, tampoco JongHyun. Taemin lo descifró por sí mismo-¿Mis amigos?-Ambos asintieron- ¿Acaso son imbéciles?
JongHyun asintió, Kibum al verlo, le dio un codazo.
-¡Cariño!
Kibum resopló y Taemin rio.
-No asientas ante las palabrotas que tu hijo dice-regañó a su esposo, pero prontamente sus ojos se toparon con el rostro risueño de Taemin-, y tú, no te burles de tu appa.
Taemin dejó de reír tan pronto como empezó.
-Lo siento, yo sólo…-Taemin mostró un tono de voz bajo, en un timbre levemente avergonzado e incómodo.- Quería disculparme, appa.
JongHyun le mostró una gran sonrisa.
-Ahora podrás seguir confiando en mí, malcriado-. Taemin alzó una ceja. JongHyun por su parte, usó su mano como megáfono-. Al menos, podremos hablar de chicos con más confianza.
Taemin volvió a reír al ver que su omma volvía a provocar otro codazo contra su querido esposo.
-¡Cariñito!
-Taemin podrá hablarte de chicos, tu a él, olvídalo.
JongHyun sacó aire exageradamente por la boca.
-Por supuesto que me refería a eso, ¿cómo podría yo hablar de chicos? Ni que existieran millones de Kibums a mi disposición con los que pudiera salir.
-O embarazar-Taemin murmuró.
Kibum abrió la boca.
-No secundes a tu infantil padre, Taemin.-El rubio suspiró-. A veces siento que tengo casi once hijos en lugar de casi diez.
JongHyun sacudió la cabeza.
-¿A qué te refieres?
-Jonggie, podrían confundirte con uno de mis hijos.
-Mi amor, no trates de ofenderme.- JongHyun se inclinó hacia el rubio. Su rostro se enterró en el cuello blanco y besó la zona junto a sus dientes. Kibum sintió cosquillas. Con sus manos tomó el rostro de JongHyun entre ellas y lo acarició; tomaron el cabello castaño y lo jalaron a su gusto.
Taemin desvió la vista. Sus padres estaban comenzando a ponerse melosos. Y no es que odiara que lo hicieran, es sólo que le resultaba incómodo. Aún no se le olvidaba la primera y última vez que los escuchó intimar. Había sido traumático. No había sido como escuchar su preciado rock, pero tampoco como escuchar metal. No podía compararlo con ningún género de música. Sólo sabía que fue traumático y punto.
Taemin regresó a su cada después de un día agotador en el parque con su bicicleta. Ese día, debía ir a casa de los abuelos porque sus padres estarían ocupados con cosas que no comprendía, y todos sus hermanos, como él, estaban a cargo de sus abuelos. Rebeldemente, no se dirigió a la casa de los abuelos, fue directamente a su casa. En aquel entonces tenía quince años.
Abrió la puerta cuidadosamente. Al mirar dentro, se dio cuenta que toda la casa permanecía oscurecida. Le pareció extraño, pero no le tomó importancia. Pensó que estar solo en casa por una noche sería genial, incluso podría llamar a KyuHyun y Seungri. “No hay nadie en mi casa, hagamos una fiesta”
No sucedió.
Sin embargo, Taemin no estaba preparado para escuchar los sonidos que pasarían por sus oídos al subir a la segunda planta. Dejó su bicicleta en el patio y, minutos después de tomar alguna golosina de la cocina, subió para dirigirse a su habitación.
Se detuvo abruptamente al pasar por la recamara de sus appas. Los sonidos que provenían eran extraños, no podría describirlos, parecían lamentos…
Al principio se asustó. Pensó que quizá su casa estaba embrujada. Tal vez alguien había muerto en aquel cuarto y ahora vagaba por todos los pasillos de la casa. No fue hasta que escuchó la voz de su omma que todo susto se desvaneció.
-A-Amor… espera, m-me estás lastimando. Me ésta doliendo mucho, detente, ve más lento…
Taemin sintió su corazón latir ferozmente contra su caja torácica. ¿Qué le estaba haciendo su appa a omma? ¿Por qué decía que le dolía? ¿Por qué estaba lastimándolo? Contuvo el impulso de abrir la puerta de un portazo, incluso de una patada si resultaba estar asegurada, pero al final no hizo falta que lo hiciera.
Escuchó la cama rechinar, después sobrevinieron los jadeos.
-Ah~
Ah~
Comenzó con uno, más tarde parecieron no tener fin.
Llegaron los gemidos, y con ellos, la explosión del corazón de Taemin.
-Mph…
-Precioso.
Espera.
-Acércate.
-Jonggie~Amor.
No, no.
Taemin caminó lentamente. Su corazón había dejado de latir. Explotó y se esparció en miles de pedazos.
-M-Más rápido…
NO. No quería que fuese más rápido, no con él allí siendo un oyente.
NO.
Salió, tomó su bicicleta como alma que lleva el diablo y se dirigió a la casa de sus abuelos. Adiós KyuHyun y Seungri, adiós fiesta. Después de aquel día, no pudo ver directamente la cara de sus appas. Ellos lo resintieron. Taemin al final confesó y tuvo la “charla” con sus padres.
En la actualidad lo había superado. Al menos mayormente. No le molestaba verlos besarse, pero si acariciarse como cuando se besaban el cuello o las manos de su appa acariciaban los brazos de su omma. Tampoco es que fuesen un par de exhibicionistas frente sus hijos, pero para ellos era normal verlos besarse o abrazarse.
-Appas, podrían dejar sus muestras de afecto para la casa.
JongHyun y Kibum parecieron no escucharlo. JongHyun mantenía las manos sobre el vientre de Kibum. Ambos mantenían las manos en aquella gran zona. Bueno. Taemin suspiró, al menos su appa había dejado de besarle el cuello.
Taemin escuchó que la puerta de su habitación rechinó. Miró hacia aquella dirección. Vio a una mujer, parecía ser una doctora. No le pareció extraño verla parada en el marco, era una doctora ¿cuál era el problema? Quizá pasaba a verlo. Antes de subirlo al área de traumatología, el médico que llevó a cabo la cirugía de su pierna le comentó que lo llevarían a rayos X para revisar su cuello y confirmar que el dolor que sentía sólo era un simple esguince. Pensó que aquella mujer era quien lo llevaría a rayos X. Se equivocó. La mujer veía fijamente a JongHyun, pero parecía querer asesinar con los ojos a su omma. Un momento después, la vio llena de tristeza. Ella escapó unas cuantas lágrimas antes de verla desaparecer tras la puerta. Cerró. JongHyun y Kibum no se percataron de su presencia, y la doctora nunca vio a Taemin.
El muchacho entrecerró los ojos. Imaginó que tenía muchas cosas que preguntarle a su appa. Reconoció que la doctora fisgona no era fea. Era guapa. Usaba lentes, pero a pesar de ello, se podían asomar unos ojos hermosos. A Taemin no le gustó descubrir el atractivo de la mujer. Pareció molestarle. ¿Qué era lo que se traía su appa?
-Ahora dime, Taemin.
El nombrado miró a su omma. Kibum se había ganado su atención nuevamente. Taemin lo miró y evitó realizar alguna mueca. No quería que se preocupara por tontas suposiciones, antes quería hablar con JongHyun. Sinceramente no creía que su appa fuese capaz de engañar a su omma. Se les veía tan enamorados a pesar de los años y tantos hijos.
-Hijo-Kibum le llamó una vez más-¿Cómo fue que sucedió tu accidente? Hasta ahora no lo sé.
Taemin miró a su appa. Buscó su ayuda y JongHyun lo rechazó.
-Appa…-respingó.
-No querías que le dijera nada, pues bien. Te toca a ti. No me mires a mí.
-No puede ser que te vengues con tu propio hijo.
-No lo hago, sólo te enseño una lección.
Taemin no supo que más agregar. Se había quedado sin palabras. Se esfumaron entre sus labios, sus cuerdas vocales parecieron desaparecer y esfumarse como vil traicioneras.
-Taemin-. La voz de Kibum volvió a surgir, deteniendo todo pensamiento de Taemin para contratacar a su padre. Una lucha que le había ganado limpiamente y Taemin lo sabía-. Habla, hijo. Quiero saber.
*
-¿Creen que podamos pasar a ver a Taemin?-Seungri preguntó mientras veía el techo sin ningún interés en particular. El aburrimiento comenzando a tocar su puerta.
-Supongo que sí, no entiendo porque no lo hicimos antes-KyuHyun respondió mientras veía el techo junto a su amigo. Los minutos pasaban y pasaban y seguían su camino, y ellos seguían allí sin saber exactamente que hacer ahora que Taemin tanto como Kibum se encontraban bien. Daniel, por su parte, esperaba el alta de su omma para retirarse con él, pero la idea de ver a su hermano era extremadamente tentadora.
El muchachito se puso de pie de un salto cuando vio salir a un enfermero de las puertas de urgencias.
-Preguntare-dijo.
El resto de los chicos asintió. Le vieron caminar a paso presuroso hasta el enfermero que preguntaba por los familiares de un paciente internado. Intercambió unas cuantas palabras con el enfermero mientras éste, a su vez, seguía llamando a los familiares. Azai regresó un par de minutos después.
Se jaló el cuello de su camiseta cuando se paró frente los muchachos.
Daniel se puso de pie y se colocó a su lado.
-¿Podemos pasar?-preguntó en medio de una sonrisita.
Azai negó.
-Me dijo que sólo pueden pasar mayores de edad, a visita.
-¿Qué? Eso es injusto-Daniel resopló. Sólo resopló y respingó. ¿Qué más podía hacer? No le dejarían entrar por más que se quejara. Tomó asintió nuevamente mientras, al hacerlo, se cruzaba de brazos, indignado.
KyuHyun rio. La actitud de Daniel le pareció tierna. Es un niño, pensó, un niño. Un niño púbero.
-¿Entonces el que parece de doce años pasara a ver a Taemin, y nosotros no? ¡Yo si parezco de dieciocho!-exclamó Seungri.
Azai le fulminó con la mirada.
-Pareceré de doce años, pero tú te quedaras aquí.-Azai le sacó la pequeña lengua rosada. La metió en seguida al acercarse a él.- Pequeño adolescente-.Alzó una de sus manitas y la posó sobre el cabello negro de Seungri. Le dio repentinas palmaditas.
Seungri se puso de pie. El muchachito se vio obligado a alejar su mano de la cabeza del muchacho. Seungri era notoriamente más alto que él.
-¿Qué has dicho? Enano.
-¡No me digas enano!-lo señaló con su pequeño dedo acusador.- ¡Jifarón!
-¿A quién le dices jirafón, pequeño hobbit?
-¡¿Hobbit?!
KyuHyun y Daniel, que sólo se dedicaban a observar, rieron. Daniel le habló a KyuHyun, éste captando lo que quería, se puse de pie y sentó a su lado, en el asiento que antes había usado Azai. No hablaron, sólo siguieron observando al par que se mantenía firmemente discutiendo. Daniel reconoció una vez más que Azai no era lo que su apariencia resultaba ser. Parecía ser sumamente vergonzoso, incluso que se dejaba almendrar por otros, pero no dejaba la pelea contra Seungri, demostrando que era alguien lindo pero con carácter.
Azai terminó por darle una patadita en la espinilla a Seungri. Seungri arrugó el rostro, pero no fue un dolor extraordinario que le hiciera doblar el cuerpo. No le había dolido como tal, sólo fue una pequeña molestia. Tampoco había sido intención del niño lastimarlo. Se despidió de Daniel, aunque pronto regresaría. Las horas de visita estaban por terminar, pero sería el único que vería a Taemin.
-Me ha dicho jirafón ese maldito hobbit-murmuró, negando, señalando la puerta por donde había entrado el muchachito-. Incluso tú eres más jirafa que yo, Kyu.
La sonrisa sobre el rostro de KyuHyun se desvaneció como si le hubiesen dicho un gran insulto.
Daniel se carcajeó. Sostuvo su vientre mientras trataba de retener su risa.
KyuHyun rio al verlo, no pudo evitar no hacerlo. La risa del jovencito era contagiosa. Era armoniosa, un poco escandalosa, pero no llamaba la atención como tal, podía ser discreta. Una combinación de ambas. Se escuchaba, alguien podría deleitarte con ella y sonreír a su par. Seungri también rio. Daniel tenía una bonita risa.
Hubo una risa que se detuvo abruptamente. Fue la de KyuHyun. Después continuó Seungri y por ultimo Daniel al escuchar que callaban.
KyuHyun se puso de pie cuando vio salir a JongHyun junto al precioso rubio. Sabía que estaba en problemas en cuanto se topó con los ojos de JongHyun. El hombre no lo veía de una manera precisamente amable.
-¡Omma!
Vio a Daniel correr hacia el rubio y abrir los brazos para recibirlo. Abrazó el gran vientre en su totalidad antes de alcanzar la espalda de Kibum con sus manos. Kibum se veía cansado, su cabello desordenado y sus ojos grises le hacían ver que necesitaba dormir por unas cuantas horas. Muchas horas quizá hasta fundirse en su cama y desvanecerse en su almohada. KyuHyun no se percató de ello, evitó a toda costa ver directamente el rostro de Kibum.
Daniel fue consiente de la mirada de su padre. JongHyun se veía molesto por alguna razón que desconocía, pero no le tomó importancia, lo ignoró en el momento que abrazó a su omma.
JongHyun se alejó del lado de su esposo e hijo cuando los vio demasiado distraídos en una conversación que habían iniciado.
Se acercó a KyuHyun, pero no se paró frente él. Pasó a su lado. KyuHyun supo inmediatamente que JongHyun le había insinuado sin necesidad de usar las palabras que le siguiera. Seungri lo captó también, permanecía a su lado. Le sonrió, dándole simple apoyo con una mirada. KyuHyun lo tomó, regresándosela también antes de desaparecer tras JongHyun a la salida del hospital. Kibum había salido con JongHyun, aquello sólo significaba que JongHyun sabía que él le había llamado a su esposo, provocando su hospitalización. KyuHyun sabía que sólo era cuestión de tiempo para que lo supiera, pero no esperó que fuese tan pronto.