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La familia Kim por Nanaa

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Notas del capitulo:

Holaaaaa! ¿Cómo están? Ahora si hay actualización n_n

Perdón para las personas que no se dieron que cuenta que no actualizaría en domingo pasado, avise en mi página de FB >u< Pero comprendo que algunos no se hayan dado cuenta D: Pero aquí esta nuevo capitulo, un poco cortito, no he tenido mucho tiempo. No les miento cuando les digo que pasó de lunes a jueves, todo el día, hasta en la noche, en la escuela. La biblioteca se ha convertido en mi nueva casa xDD Pero intento escribir los viernes y sabados n_n Espero les guste esta cosita chiquita c:

 

Capítulo 30: A él.

 

Sintió aquella tremenda quemazón. Tan conocida por su cuerpo… su cuerpo ardió. Se vio a sí mismo desnudo frente unos ojos brillantes en medio de la oscuridad. Como un lobo asechando y buscando su presa. Atacando. Y su único objetivo era comer. Comer.

A él.

Comérselo a él.

Envolvió los brazos en el cuerpo ajeno. No le importó ser comido, se entregó sin contemplaciones. Se dejó tocar. Se dejó que besar los labios y el cuello. Dejó que le dejara marcas.

-Cariñito.

Ah…

Sintió las caricias sobre sus caderas. Los dedos grandes tantearon la zona con una inmensa delicadez. JongHyun lo estaba provocando. El rubio lo sabía perfectamente. Su esposo estaba tocando su zona más sensible de una manera severamente lenta. Lo estaba torturando.

Le estaba haciendo desear más.

Más.

Más.

-Amor…-. JongHyun no respondió a su llamado. Lo ignoró. Pero lo miró, lo miró y no despegó su vista del rostro precioso; contraído ahora, perdido en la deliciosa caricia, tan delicada y apenas perceptible-. Mi amor…

Yeobo.

Hmm.

Rasguñó la espalda ancha sobre la ropa, intentó clavar las uñas pero no lo logró. Y en un momento, la sensación fue arrancada de toda quemazón. La llama se apagó con la más fría agua.

Se durmió.

-¿Cariño?

JongHyun se alzó sobre el cuerpo delgado. Tanteó su gran vientre, tocando con los dedos una y otra vez, masajeando hasta llegar a su rostro; la respiración a compás, relajante, de pronto pausada. Un ronquido.

¿Qué?

¿Kibum roncando?

JongHyun sonrió. Kibum roncaba cuando estaba extremadamente cansado. Esos tiernos ronquidos eran una línea fina de soplidos. El aire cálido salía de los labios semi cerrados. JongHyun lo miró en medio de la oscuridad, no tan diminuta gracias a la luz que entraba entre cortinas. Acarició el rostro sereno antes de quedar profundamente dormido a su lado. Después de todo él también moría de sueño. Quizá no hubieran terminado su acto después de todo, pero JongHyun hubiera preferido durar un poco más…aunque debido al estado de Kibum sabía que no podían hacer mucho. Aun así, aun así…

Ambos se durmieron.

 

*

 

Olvidaron cerrar las ventanas. El aire se volvió gélido. Abrió sus ojos porque su esposo no dejaba de temblar. Lo sintió entre sus brazos, temblando como si estuviera en medio de un iglú. JongHyun se sentó de golpe sobre la cama cuando se dio cuenta de su error.

Su esposo le había pedido que le ayudase a vestirse, pero él decidió empezar con otra cosa antes de vestirlo.

Se paró como un resorte. Cerró la ventana antes de empezar a buscar la ropa. Tomó un bóxer, un pantalón de algodón y una camiseta de manga larga. Decidió que tomar ropa suya sería lo mejor. Aquella ropa le quedaría   grande, y por ello le abrigaría bastante mejor, más aun tomando en cuenta el estado de su esposo. El vientre cada día crecía más y más. Parecía a punto de explotar, como esos días en lo que tuvo trillizos; el vientre era tan inmenso, casi como ahora. JongHyun comprendió plenamente los dolores de espalda de su esposo. Se compadeció de él y se prometió a sí mismo hacer todo lo que pudiera a partir del día de mañana en el hogar.

Por su cabeza pasó la imagen de un pequeño rechonchito, gordito, naciendo entre llantos, y por alguna razón lo imaginó moreno. Un hermoso bebé moreno, gordito y precioso como su omma. Se llenó de ilusión, aunque muy pronto tuvo que deshacerse de sus pensamientos.

Kibum seguía temblando.

Se deshizo de la toalla. Negó y se golpeó la frente con el dorso de su mano. Incluso dejó la tolla húmeda al lado del rubio. Decidió colgarla en algún lugar dentro del baño.

Al terminar, tomó una de las piernas de su esposo y se dedicó a colocarle el bóxer. El elástico se hundió debajo de la gran pancita. Fue más sencillo colocarle el pantalón, debido a que era de su pertenencia, le quedaba flojo y grande. La camiseta resultó en una colocación igual de sencilla. Su adorable rubio terminó siendo un lindo muñequito vestido con ropa enorme y una panza sobresaliendo entre las telas.

El temblor desapareció poco a poco de Kibum.

JongHyun se recostó a su lado cuando todo terminó. Fue rápido, aunque pareció ser una eternidad mientras observaba los temblores de su hombrecito embarazado.

Un pequeño descuido que se prometió nunca más volvería a pasar. Esperaba que Kibum no enfermara, se maldeciría mil veces si aquello llegara a pasar.

No podía enfermarse, no ahora que estaba por dar a la luz. Dentro de un mes. Menos de un mes.

Suspiró.

Se recostó a su lado, abrazándolo con ambos brazos; lo envolvió con ellos, apretando el rostro dormido contra su pecho. Kibum durmió de lado, JongHyun durmió de lado. Una noche más juntos.

La madrugada transcurrió, siguió su camino entre horas y minutos.

 

*

 

Kibum caminó medio dormido después de haber despertado. Se restregó las manos sobre los ojos, miró hacia atrás, observando a su esposo dormido. Recordó que a JongHyun no le gustaba que se restregara los ojos, sin embargo, siguió sólo por el hecho de que él no era consciente de que lo estaba haciendo ahora mismo.

Dio un paso, luego dos, luego tres, llegó al cinco y casi tropieza con sus propios pies. O más bien con un montón de tela entre sus pies. Sintió un agudo dolor de angustia. Tocó su vientre.

“No pasa nada, no pasa nada”.

Era consciente que una caída podía poner en peligro de su embarazo. Por suerte el susto sólo fue minúsculo. No sucedió nada.

Siguió caminando, y de pronto se sintió extraño.

¿Tela? Un momento. ¿Por qué tenía un montículo de tela entre sus pies, y porque la camiseta de manga larga cubría todas sus manos? Esa ropa no era suya.

Se paró frente el espejo del baño.

Claro, esa ropa no era suya.

Sonrió.

-Mi Jonggie me consiente-murmuró.

Se abrazó a sí mismo.

Le gustó verse con aquellas ropas. Ocasionalmente usaba ropa de JongHyun, pero normalmente sólo camisetas de él, verse hasta con unos pantaloncillos le hizo sentir cómodo.

Pero de desharía de ella más pronto de lo que pensaba.

Quería visitar a Taemin.

Se sobó el vientre varias veces al sentir pequeños pinchazos. Allí venía. Sabía lo que significaba. Contracciones. Intentó regresar a la habitación, pero el dolor se extendió tanto que tuvo que permanecer de pie en el mismo lugar.

Inclinó el cuerpo hasta llegar a tocar el lavamanos con las palmas, intentó tomar apoyo con el material, pero sus dedos se resbalaron como si estuviera tocando masas de seda.

-¡Yeobo!-gritó.

Intentó sentarse, tomando todo el inútil apoyo del lavamanos. Lo logró.

-Yeobo…

 

 

Notas finales:

¿Qué tal, les gustó? 

Nuestro Bummie tiene contracciones, recuerden que al ser hombre son más dolorosas, por eso el drama(?) xD

Okay, nos vemos, les seré sincera, dentro de dos semanas más. Pero les traere algo muy bueno para el siguiente cap, ya verán ;)

Cuídense mucho mis queridos lectores, mucho amor para ustedes <3 besitos!

PD: Vi todos todos los comentarios que me dejaron en mi página y morí c': Los amo mucho, en serio que me alegraron mi domingo, espero yo tambien haberlos alegrado con esta cosita chiquita de capitulo <3 Gracias! 


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