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La familia Kim por Nanaa

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Notas del capitulo:

Holaaaa n_n/

Gracias infinitas por sus comentarios, me alegran cada actualización <3

Capítulo 33: Agradable y lentamente.

 

JongHyun cogió a su esposo por la cintura, le rodeó con sus brazos antes de salir de la cocina. Kibum parecía una adorable bolita, rechoncha y rosada. Su caminar, más lento de lo normal, mostraba a un hombrecito luchador que mostraba todas sus fuerzas para mantenerse de pie día a día con un embarazo complicado.

Era la fortaleza y el amor por los hijos.

Sólo eso significa. Aquel gran amor inigualable.

Kibum rodeó su vientre con los brazos, y, al alzar el rostro, se encontró con un alguien que no esperó.

Lo que se mostró después del marco de la puerta, fue un muchachito lindo, cobrizo y de pequeña estatura.

Kibum miró anonadado al niño, JongHyun, en cambio, que en realidad no conocía a sus vecinos, miró extrañado al muchachito.

-Buenas tardes.

Kibum sonrió, pequeños segundos en que su expresión anonadada cesó y mostró una preciosa sonrisa. Sus labios se curvaron hacia arriba deshaciendo el pequeño corazón de su boca. Taemin estaba con Azai, el vecino con madre homofóbica que hizo enfurecer a su hijo como pocas veces alguien lograba hacerlo, hizo despertar el virus, pero parecía apaciguar gracias al niño.

Sonrió lleno de ternura. Un incipiente orgullo por su hijo pareció arribar contra su cuerpo.  Taemin olvidaba el rencor y el odio, no contratacaba contra Azai que, por obvias razones al verlo en la entrada de su casa, podía deducir sin dudar que aquel muchachito no fuese como su madre.

JongHyun notó el cambio en el rubio; los hombros huesudos parecieron más relajados, menos tensos y más livianos. Había estado cargando con un camufajeable  pesar por su hijo y no lo había notado. Había estado preocupado por él todo el tiempo.

-Buenas tardes-JongHyun respondió.

El niño mostró una tímida y vergonzosa sonrisa, sobre todo apenada por ver a la omma/appa de Taemin. Recordó las palabras crueles y las miradas desagradables que su madre le dedicó a aquel rubio embarazado. Lo había olvidado. Se presentaba frente Kibum después de todo, sentía que no debía estar ahí, ahora mismo sentía que no era bienvenido. Retrocedió. Dio un paso atrás. Agachó la vista por un momento, míseros segundos, en donde, al alzar de nuevo el rostro, se encontró con una enorme sonrisa amable. Kibum le sonreía.

-Buenas tardes.

Tres buenas tardes, el suyo, el de JongHyun y finalmente el de Kibum. El de Kibum le supo a dulzura, un sabor cargado de bondad,  todo lo que su sonrisa transmitía, esa amabilidad desbordante. JongHyun, por otro lado, había desaparecido la expresión de extrañez y la transformó en curiosidad. ¿Quién era aquel muchachito?

-Appas, él es Azai, nuestro vecino.

Taemin sabía que Kibum lo conocía, al menos sólo de vista desde aquella ocasión… cuando no sólo conoció al niño sino también a su madre, pero su padre no lo conocía y desde que lo vio salir de la cocina pudo descifrar en su mirada una pregunta tatuado por todo su rostro: ¿Quién es? Dime ahora.

Ya tenía la respuesta.

Taemin miró al niño, notando que estaba un poco por detrás de él, unos cuantos pasos detrás. Tocó su hombro, moviéndolo sin provocar ninguna fuerza, sólo una señal silenciosa “Tranquilo, ven… no mordemos” 

Trató de darle un poco de comodidad, Azai pareció captar su mensaje y avanzó los pasos restantes hasta permanecer a su altura.

-Mucho gusto, Azai-pronunció con una voz emocionada. Omitió por completo su primer encuentro, para él fue como si viese al niño por primera vez-. Soy Kibum, y él-señaló a JongHyun con un dedo, picando su pecho en el proceso-, es mi esposo, JongHyun.

-Un gusto-respondió el aludido, avanzando hasta llegar frente el muchachito. Alzó una de sus manos, recibiendo la de Azai. JongHyun pareció nuevamente extrañado, esa extrañez  que muchas de las personas que llegaban a tomar las pequeñas manitas de Azai sentían. Sin embargo, y a pesar de que su mano envolvió aquella pequeña como si fuera la mano infantil de uno de sus hijos, se alejó tan pronto como la tuvo entre la suya. Su rostro pareció más serio…más.

 

 

*

 

 

Kibum preparó una rica merienda para su hijo y su visita repentina, JongHyun, muy de cerca, observaba cada uno de sus movimientos.

-Cuidado con la jarra.

JongHyun se levantó de su asiento desde el comedor. Tomó la jarra llena de jugo naranjado de las manos de su esposo.

-JongHyun, no exageres, sé que no puedo cargar cosas pesadas, pero…-Kibum frunció el ceño. Sus palabras se detuvieron y su rostro se llenó de interrogativos-. ¿Por qué estás enojado?

-No lo estoy, cariño.

Kibum sonrió, de inmediato intuyendo la razón del extraño enojo de su esposo.

Esperó que JongHyun dejara la jarra sobre la mesa del comedor para poder actuar. Rodeó el pecho de su esposo con los brazos, sin embargo, no logró rodearlo completamente con las manos. La curiosa posición, él detrás de su esposo mientras le abrazaba por la espalda, debido a su gran vientre, daba una imagen graciosa pero desmesuradamente adorable. Se paró de puntitas para, de esta manera, poder rodearlo mejor. Su espalda comenzó a doler, pero ignoró el diminuto dolor. Trató de pegar su rostro a la espalda contraria, apenas logrando su objetivo.

-Yeobo-canturreó-, no te pongas celoso, nuestro Taemin merece conocer muchachos o muchachas, bien sabemos que nuestro hijo es bisexual.

JongHyun suspiró. Kibum supo que había dado justo en el clavo. El suspiró de JongHyun le supo a pura e insólita derrota.

El hombre  tomó las manos del rubio, al observarlas, las besó a una a una. Se preguntó, sin que viniera al caso en aquel momento, ¿qué haría sin su precioso esposo? Él lo era todo. Todo. Como lo eran sus hijos, pero Kibum era su compañero, su mejor amigo, su confidente, la persona que amaba hasta doler; un dulce y fascinante dolor que no cambiaría por nada del mundo.

-Cariñito…

Kibum sintió cosquillas en los dedos. Los labios de JongHyun masajeaban la piel blanca desde la punta de los dedos hasta llegar al fin. Entrelazó sus dedos, echando la cabeza hacia atrás, sintiendo, entonces, chocar su cabeza con la rubia. Se detuvo.

-JongHyun, nuestros hijos crecen, pero tenemos la dicha de saber que son buenos niños. Ellos serán felices.

Quiso asentir, decir que así sería, que no lo dudaría. No lo dudaba. Pero… justo por su mente recorrió un recuerdo no muy profundo, no hizo falta buscar demasiado para encontrarlo, pudo verlo navegar entre las aguas menos profundas. El dolor más profundo que alguna vez pudo sentir… cuando casi pierde a su esposo.

 

*

 

-Es agradable… Taemin.

Azai observó la habitación desde el marco de la puerta. Ingresó lentamente al ver sólo el perfil de Taemin. El muchacho intentaba sentarse sobre la cama, nada difícil, lo logró de inmediato. El niño entró lentamente, incluso tímidamente al lugar tan… agradable.

Al ser, Taemin, un muchacho rudo y hasta tallar lo rebelde, esperaba otro tipo de habitación. El lugar olía bastante bien, olía a… Taemin, olía a él. El aroma estaba impregnado por todo el lugar; fresco, a tierra mojada, a; Oh, ¿Naranja? En algunas ocasiones lo había notado, pero al entrar a la casa Kim, el olor se identificó. Le agradó. Toda la habitación pintaba lo agradable por donde se le viera. Ordenando, aunque no llegaba ser pulcro ni exagerado. Era lo justo. Demasiados discos en una estantería frente la cama, e incluso libros, bastantes de ellos. En una esquina pudo ver tierra, muy poca, pero tenía la huella de llantas, las llantas de su bicicleta.

Sonrió nostálgico al pensar que no podría  usarla por un tiempo. Miró su pierna vendada, realmente se veía doloroso, aunque Taemin no parecía estar sufriendo en absoluto.

Dos ventanas alumbraban el lugar, el aire entrante por las cortinas les daba la frescura necesaria. Azai inspiró aire.

Naranja.  

-Lindura.

Ah…

Miró con terror al muchacho a su lado, casi a su lado… volteó nuevamente hacia la cama. Taemin intentaba ponerse de pie mientras le observaba. Le notó sonriendo, mostrando los dientes. Era una sonrisa que nunca había visto en él. Antes le había visto sonreír de aquella manera, mostrando sus dientes de una manera escalofriante, una sonrisa que fue únicamente dirigida a su madre cuando ella insultó a la omma/appa de Taemin. Ésta era diferente en todos los aspectos, primeramente porque lo miraba él y no a su madre, segundo, porque no era escalofriante en absoluto. Era… cielos, nuevamente agradable.

Sintió que sus mejillas se pintarrajeaban del tinte rosado, lo sintió tibió contra sus mofletes. Ardía.

¿Taemin?

Se posicionó frente él, llegó más rápido de lo que esperaba a pesar de su estado.

-¿Qué pasa, lindo? ¿Por qué esa mirada? No te haré nada…

A menos que no pueda evitarlo.

-No… no, sé que no, es sólo que… me perdí.

Azai intentó mantener la calma, ignorar el ardor inquietante sobre sus cachetes que, sabía era notorio, no podía ocultarlos. Quería enterrar el rostro en un montículo de tierra por largoooo tiempo. Pero no podía hacerlo y Taemin no ayudaba en nada. Hacía todo lo contrario.

Una de las manos del muchacho se colocó sobre su mejilla, sintió que su rostro era alzado hasta colocarlo frente el rostro más alto de Taemin. Exhaló. La otra mano se posicionó sobre la madera del marco de la puerta para mantener el equilibrio en su pierna lastimada.

-¿Te perdiste? ¿En qué te perdiste?

Taemin veía algo totalmente distinto en el muchachito. Él veía al ser más tierno, más lindo, más inocente pero lleno de destellos salvajes. Salvajes. No lo había notado antes, pero no le prestó demasiada atención. Al fin era su lindo; unos preciosos rizos cobrizos, unos ojos tímidos, veía una boca rojiza. Brillante. Veía una imagen que no podía ignorar jamás. Las mejillas, el rostro sonrosado. Les estaban invitando a romper sus anteriores palabras… “No te haré nada

No te haré nada.

No lo haré.

No.

Las manitas del niño se movieron hacia los brazos de Taemin, enrollando con sus dedos la piel del muchacho. Los deditos, los pequeños y suaves deditos. Y esa mirada en el muchachito. Fue lo que desencadenó lo inevitable.  Fue lo que desencadenó: “No te haré nada” El No, se convirtió en un Sí. Se paró de puntitas y el beso llegó a sus labios. 

La suave caricia, el primer beso. Taemin abrió los labios, recorrió los tiernos y pequeños cereceros. Y Azai lo recibió, lentamente.

 

 

Notas finales:

¿Ya se imaginan lo que nos espera en el siguiente capítulo? Vienen recuerdos: la razón del casi divorcio de JK, y el TaeZai, couple hecha por YinBummie <3

La Familia Kim huele a naranja(?) A JongHyun le gustan las bebidas naranjadas, a Kibum le gusta hacer bebidas de naranja, cuando Daniel se sonroja sus mejillas se pintan de naranja suave y Taemin huele a naranja, familia naranjada xD okno ._.

Les presento a mi nuevo fanfic: Prisionero Me hago publicidad(?) okno xD Espero que les guste n_n Claro, es JK *0* Me gustaría conocer su opinión sobre él c:

PD: Muero con Daddy de Psy *0* Y Run de BTS, SHINee, maigah, ese trailer de su MV <3

ahaha Bye queridos o/

 


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