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La familia Kim por Nanaa

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaa, que tal o/ ¿Como estan? Espero que muy bien n_n

Este capitulo es laaaargo, espero no se me aburran ;-; intente hacerlo más corto, pero no pude y de hecho todavía hay una tercera parte de "Buenas tardes" xDD !Es que no se que hacer! Las ideas salen como tornado de mi cabeza, es que estoy muy entusiasmada como esta historia >u< Pero ya, mejor los dejo leer ya n_n

Capitulo 3: Buenas tardes/segunda tarde/naranjada

 

La comida estaba servida, todos comían silenciosamente a excepción de la omma y sus dos hijos más pequeños. Los trillizos seguían molestos con su appa, Grace y Onew estaban resentidos con él porque los había mandado a poner los platos. Isabelle, muy en su mundo, comía tranquila, esperando un momento adecuado para hablar con su madre a solas. Necesitaba pedirle un consejo.

 

Los amigos de Taemin, permanecían en su habitación. Se suponía deberían hacer tarea en equipo, pero el trío estaba haciendo otras cosas. En la computadora, Taemin tecleaba, entrando a sus redes sociales. Seungri, frente el espejo, arreglaba su cabello. KyuHyun, ansioso, estaba recostado sobre la cama, moviendo sus dedos sobre las teclas de su celular. Taemin navegó un poco más hasta reproducir un video de música bastante ruidoso. Un solo de guitarra sonó al compás de su voz. Seungri se alejó del espejo.

 

-¡Eso suena estupendo! Maldita sea, Taemin, ¿De dónde conoces tantas bandas?- La voz animosa de Seungri inundó la pequeña estancia.

 

-Por allí- Pronunció, dejando a Seungri no muy conforme con la respuesta-¿Qué les parece que si… nos hacemos idiotas y no hacemos la tarea?- Dijo, mientras subía el volumen del video. Sus dedos comenzaron a tamborilear en el escritorio, siguiendo el ritmo escandaloso.

 

-No íbamos a hacer nada de todos modos. Mañana, en la escuela, lo hacemos como sea antes de que llegue el maestro- Seungri se sentó en la orilla de la cama, a los pies de KyuHyun.

 

-Me parece bien.

 

KyuHyun arrugó el entrecejo, sintiéndose más ansioso, y quizá, hasta un poco desesperado. Se sentó sobre la cama, de golpe. Miró a Taemin.

 

-¿No tienes algo para tomar?

 

-Claro, abajo-Pronunció despreocupado. Sus amigos venían mucho a su casa, podían pasearse por allí libremente, aunque claro, sólo por la sala, la cocina y el cuarto de Taemin.

 

-Okay, ya regreso.

 

KyuHyun se bajó de un brinco. Sus pies se escabulleron hacia la salida. Cerró la puerta tras él, topándose de llenó con el rostro de JongHyun. Brincó levemente, asustado. 

 

-Señor Kim- Carraspeó- con permiso- Dio un par de pasos, dejando a JongHyun atrás, dándole la espalda. Un escalofrió recorrió su espina dorsal cuando el hombre lo llamó. Tragó saliva.

 

-¿A dónde va, KyuHyun?

 

-Eh…-balbuceó-Iré por algo de tomar, un poco de agua, si no le molesta.

 

-Por supuesto que no- La voz se JongHyun se escuchaba tan profunda, KyuHyun la podía relacionar como una voz de ultratumba sumamente escalofriante-Pero cuidado con lo que tus ojos ven allá abajo.

 

KyuHyun sintió palidecer.

 

Volvió a tragar saliva, pasando como si estuviese tragando una piedra gigantesca. ¿Qué quería decir JongHyun con aquello? KyuHyun temía que fuese eso, que fuese Kibum. ¿JongHyun se habrá dado cuenta de sus miradas hacia la omma de la casa? KyuHyun quería salir corriendo para esconderse debajo de una piedrecita por el resto de sus días. Una cosa era ver a Kibum, sólo disimuladamente, deseándolo en secreto, pero que JongHyun lo supiera, con lo grande que era, el carácter posesivo y fuerte, definitivamente lo mataría por osar mirar al rubio, su esposo.

 

-Se-Señor Kim…-Exhaló, nunca se había sentido tan patético. Deseaba encarar al hombre y decirle, de que estaba hablando, que no insinuara cosas estúpidas, hacerse el tonto al respecto porque de ninguna manera JongHyun podía saber que deseaba a Kibum. Aunque quizá ya lo sabría, pero prefería seguir haciéndose el tonto. Finalmente, tratando de hacer su mejor voz, una que no lo delatara y no pareciese tan nerviosa, agregó-¿De qué habla, señor?    

 

Sintió que JongHyun le tocaba el hombro, ahora mismo podía predecir su futuro: era hombre muerto.

 

-En el refrigerador…

 

-¿Qué?- Preguntó inmediatamente. Se dio la vuelta, mirando al hombre sin poder creerlo. ¿Qué rayos acababa de decir?-¿El refrigerador?-Preguntó.

 

-Hmm-JongHyun asintió- No tomes la lata de naranjada del refrigerador, es mi bebida.

 

KyuHyun estaba atónito, pero JongHyun parecía muy divertido con eso. El señor Kim trató de evitar una sonrisa, pero no pudo lograrlo, la mitad de su boca se alzó hacia arriba; una media sonrisa.

 

-¿Por qué me dice eso?-KyuHyun observó que la sonrisa del hombre comenzaba a deshacerse-Señor-Pronunció finalmente; fuerte y claro, como si estuviese hablando con un general. La sonrisa de JongHyun volvió a su lugar.

 

-¿Qué no ibas por una bebida? No tomes esa, la naranjada, es mía, te lo advierto, ni siquiera la mires porque pagaras-Amenazó, esa amenaza tenía un doble sentido. Su sonrisa decayó un poco, sólo un poco, mirar al muchacho casi muerto de miedo le divertía tanto que decidió hacer caer su sonrisa por completo, mostrando una tan fría que, posiblemente, un robot pudiese verse con más emociones que él. Casi helada, sin pestañear un solo segundo, miró a KyuHyun, este asintió, sin ser capaz de pronunciar una palabra, pero JongHyun lo haría hablar-¿Entendido?

 

-Si…-JongHyun frunció el seño-Señor-Sonrió nuevamente.

 

-Bien, así que no la tomes, es mi bebida.

 

-Entendido, señor-JongHyun decidió que era de dejar libre al muchacho, estaba siendo demasiado cruel con él.

 

-Puedes retirarte.

 

KyuHyun no lo dudo, casi corrió hacia las escaleras, bajándolas a pasos agigantados.

 

-¡Baja más despacio!-Gritó, JongHyun.

 

JongHyun escuchó que las pisadas sobre las escaleras se hacían más suaves. Sonrió, cruzándose de brazos, había jugado con el chico. Esperaba que hubiese entendido el mensaje oculto de la bebida sino, se vería obligado a tomar otras medidas. Dio media vuelta y abrió la puerta del cuarto de Taemin.

 

-Hijo, baja el volumen de esa música.

 

*

 

Cuando Kyu llegó a la planta baja, no fue capaz de mirar al rubio. Sabía que aun estaba en la mesa, comiendo calmadamente con sus hijos. Deseo ser un súper hombre con el gran poder de la invisibilidad cuando Kibum le habló.

 

-KyuHyun… ¿Qué paso, necesitas algo?- La dulce voz invadió sus tímpanos, casi podía verse corriendo en medio de un cantico maravilloso lleno de florecitas coloridas hecho por la voz de…. y okay, ¿En qué rayos estaba pensando?

 

-Gracias- Susurró, su cantico maravilloso terminó. Se dio cuenta de Kibum no lo había escuchado. Habló más fuerte- Gracias. Sólo iré por una bebida, no se preocupe.

 

-Bien- Pudo ver por el rabillo del ojo que el precioso rubio le estaba sonriendo. Deseo tanto verlo, ver esa bonita sonrisa con sus propios ojos. Esa sonrisa era suya, le había sonreído a él y no había podido verla porque…

 

Algo en su cabeza hizo click.

 

¿Por qué exactamente no podía ver al rubio, porque estaba asustado de hacerlo?

 

Lo supo en ese mismo instante. “Cuidado con lo que tus ojos ven allá abajo” “¿Qué no ibas por una bebida? No tomes esa, es mía, te lo advierto, ni siquiera la mires porque pagaras” “Bien, así que no la tomes, es mi bebida” Las duras palabras de JongHyun hicieron eco en su cabeza una y otra vez y otra vez. Supo lo que JongHyun había querido decir con todo eso. “Cuidado con lo que tus ojos ven allá abajo” “¿Qué no ibas a ver a Kibum? No lo veas a él, es mío, te lo advierto, ni siquiera lo mires porque pagaras” “Bien, así que no lo mires, es mío”

 

Tragó saliva, esta vez más duro, ahora no sólo tragaba una gran piedra, esta vez se tragaba al mundo entero.

 

JongHyun lo sabía.

 

No moriría en paz.

 

Sintió que todo se venía abajo cuando sintió una mano sobre su hombro. Se alejó como si el contacto le quemara.

 

-¡Lo siento! No lo mire, lo juro.

 

Silencio.

 

Alzó la vista, mirando a un pequeño hombrecito parado frente él. Kibum lo miraba como si fuese un extraterrestre, y sus pequeños hijos, aun comiendo en la mesa, le miraban de la misma manera. Se sintió mal, había alejado la delicada mano del rubio porque pensaba que era JongHyun, igual, ahora ni siquiera debía mirar al rubio. Bajó la vista.

 

-Lo siento, señor Kim, lamento esto.

  

Se inclinó, dando una reverencia. Aunque JongHyun prácticamente le prohibió mirar a Kibum, si no lo hubiera hecho, de igual manera ahora mismo no sería capaz de mirar al rubio por vergüenza. Se paró rectamente segundos después, no miró al rubio, rápidamente le dio la espalda, ingresando a la cocina.

 

Su plan no resultó tan bien cuando Kibum lo siguió hasta el lugar. 

 

-KyuHyun… ¿Te sientes bien? Hijo, tu piel está muy pálida, siéntate por favor- KyuHyun respiró profundamente y se dejó arrastrar por el rubio hasta una silla donde fue sentado. El contacto de Kibum aun quemaba sobre su hombro-¿Quieres un poco de agua?- Preguntó amablemente. KyuHyun se permitió mirarlo. Algo se encogió dentro de él cuando vio la preocupación plasmada en el bonito rostro. Kibum estaba preocupado por él, eso calentó su pecho.

 

-Si, por favor-Contestó, sólo para poder mirar al rubio caminar hasta el refrigerador y tener el placer de ver como se agachaba, dejando su pequeño y bonito trasero al aire, tomando así el jarrón de agua helada.

 

Segundos después un vaso de agua le fue entregado, lo tomó sin poder apartar su vista de él. Una de sus cejas se alzó mientras tomaba el vaso de agua. Sus hormonas alborotadas le exigieron algo malicioso. Le llevó a cabo enseguida. Cuando terminó, hablo hacia el rubio.

 

-Señor Kim, me gustaría otro vaso de agua, por favor, creo que estoy sintiéndome mejor.

 

-Claro-Kibum le sonrió y esta vez sí tuvo la dicha de ver la grandiosa sonrisita.

 

Vio como abría el refrigerador nuevamente, Kyu pensó que JongHyun era un hombre muy afortunado. Miró hacia el interior del refrigerador, una lata de color naranja llamó su atención, la lata de JongHyun. Tragó saliva una vez más. Su pecho tintineó cuando una voz profunda invadió la estancia.

 

-Cariño- Hablo la voz justo cuando el rubio se iba a agachar por la jarra de agua. Ganó toda la atención de Kibum; este se giró y lo miró.

                                          

-Yeobo… ¿Qué pasa?-Preguntó inocentemente. Kibum no tenía idea de todo lo que estaba ocurriendo.

 

-Déjame, yo sirvo el agua para nuestro invitado- La voz amable logró engañar al rubio, pero a KyuHyun no. Sabía que estaba en problemas.

 

-Está bien…- Pronunció extrañado cuando JongHyun le quitó el vaso y se inclinó por la jarra. Esta vez, KyuHyun no fue capaz de mirar hacia  el trasero de la persona que se inclinaba. Cuando Jong terminó de servir, le entregó el vaso de agua, en la otra mano sostenía una lata anaranjada.

 

-Puedes subir, KyuHyun, Taemin te necesita para hacer su tarea. No pueden hacerse bobos y no hacerla, ni muchos menos hacerla durante sus clases, o antes de que el profesor ingrese a su salón de clases, que es lo que estaban planeando hacer.

 

KyuHyun pensó que no había nada más escalofriante que JongHyun. ¿Cómo es que el hombre se había dado cuenta de que no harían la tarea? Seguramente había estado escuchando tras la puerta. Kyu no fue capaz de decir nada más. Agradeció por el vaso de agua y se retiro hacia la habitación de Taemin. Se sintió tan patético y cobarde, ¿Qué le pasaba? Nunca era así, siempre era seguro de sí mismo, ningún nervio o vergüenza hacia lo que deseaba. JongHyun debía de aterrarlo demasiado. Cuando pasó por el comedor, miró a los pequeños niños. Akemi estaba tirando la comida, lanzándosela a Hiromi, Hiromi se las devolvía, manchando a Grace y Onew. Una pequeña guerra de comida. Los trillizos no hacían más que observar mientras reían al igual que Isabelle. Ellos sabían que si se unían los castigarían, ya habían pasado por esa etapa, y sabían cuál era el castigo.

 

KyuHyun suspiró, y resignado, subió los escalones.

 

En la cocina, JongHyun pensaba que esto estaba saliendo de control. No por él, sino por KyuHyun. Había estado observando todos sus movimientos en la cocina cuando se quedó a solas con Kibum. Como miraba a su esposo, como se esforzaba por mirar sus sonrisas, como iluminó su rostro cuando se dio cuenta de que Kibum estaba preocupado por él. Eso no podía ser bueno, en absoluto, ese sentimiento no podía seguir creciendo, sería muy doloroso para el chico. De repente, se sintió mal por él, pero las cosas no podrían ser de otra manera, el muchacho tenía que olvidarse del rubio y él iba a hablar con el chico, más directo y a solas, aunque no sabía en qué momento sería, quizá en otra ocasión cuando viniese a la casa nuevamente.

 

-Jonggie, ¿En que estas pensando?- La suave voz de su esposo interrumpió sus pensamientos. Sonrió, no quería preocupar a su rubio.

 

-En una buena manera de hacerte el amor esta noche sin que nuestros hijos se den cuenta- JongHyun le rodeó la delgada cintura con sus brazos fuertes, atrayéndolo hacia él en una fuerza brusca. Kibum gimió, sin esperarlo, quejándose.

 

-¡Yeobo!

 

-Hmm…- Hundió su rostro en el cabello dorado, aspirando el delicioso aroma que desprendía su adorado esposo-Me gustaría que me gritaras así cuando te…

 

-¡Basta! Ya, JongHyun, por favor…-Sintió que Kibum le daba un pequeño golpe en el pecho. Sonrió, abrazando al rubio con más fuerza, Kibum correspondió su abrazo lentamente, sus delgados brazos rodearon el cuerpo musculoso y varonil. Sentir el contacto del otro era una sensación maravillosa, podrían quedarse por mucho tiempo en esa posición, mucho, mucho tiempo.

 

JongHyun lo miró, sabiendo que estaba preciosamente sonrojado. Le acarició los labios acorazonados, sintiéndolos en sus yemas, disfrutándolos con el simple tacto. Con el otro brazo lo atrajo más a él, apretándolo contra su pecho, pero al mismo tiempo teniendo cuidado con los pezones sensibles del rubio y la bonita pancita alzadita de tres meces. Kibum dejó de abrazarlo para posar sus manos sobre el pecho fuerte. Sus ojos se encontraron.

 

-Adoro nuestros pequeños momentos-Susurró el rubio, logrando que sus labios se rozaran con los gruesos, JongHyun decidió entonces dejar de acariciar los labios rosados para comenzar a acariciarlos de una manera más profunda e intima. Un beso, un beso que nunca llegó.

 

El grito en el comedor rompió su casi caricia de labios.

 

-Los niños-Murmuró Kibum.

 

-Los niños-Afirmó JongHyun, soltó a su esposo y sólo le beso la frente. No podía besar sus labios sólo de rapidin, no quería un pequeño roce, quería un gran roce, un inmenso roce. Así que sólo le beso la frente para controlarse- Pero esta noche te las veras conmigo, Kim Kibum- JongHyun sintió que algo pegajosos le pegaba en la cabeza.

 

-Yeobo…- Kibum puchereó, meciéndose a sí mismo como un niño pequeño-Tienes un poco de papa cocida en tu cabecita.

 

JongHyun exhaló, tocando su cabeza. Eso no era sólo papa, era papilla, trozos pequeños de papa pegajosa sobre su cabello.

 

-¡Niños los quiero a todos con las manos en alto, ahora!- JongHyun gritó.

 

Cuando volteo, Akemi, Hiromi, Grace y Onew tenían las manos llena de comida en el aire, asustados porque los habían descubierto con las manos en la masa.

 

-Mis niños, ustedes limpiaran todo esto, ¿Están de acuerdo?- Kibum les preguntó y como esperaba, todos sus niños asintieron-Bien, después irán a sus habitaciones y empezaran a hacer sus tareas.

 

-Agregando, que por todo el resto del día ninguno de ustedes vera televisión- JongHyun miró como sus niños hacían muecas- Ahora bajen de sus sillas, es hora de limpiar todo este desastre. Todos los niños tomaron sus platos sucios, caminaron en fila india hacia la cocina donde dejaron sus platos sucios. Kibum y JongHyun les acercaron una escoba, unos cuantos trapos húmedos y el recogedor. Los trillizos e Isabelle miraban todo con una sonrisita reprimida.

 

Minutos después, Akemi estaba sobre una silla, de rodillas, debido a que no alzaba a limpiar toda la mesa. Pasaba el trapo húmedo, quitando los restos de comida y tirándolos en una bolsa. Hiromi hacia lo mismo. Onew estaba barriendo mientras Grace le sostenía el recogedor.Cuando terminaron, sus padres les esperaban para hablar con ellos antes de que se fueran a sus habitaciones a hacer sus tareas escolares. Los niños serios, escucharon cada palabra de sus padres. Debían apreciar la comida que se les daba, y eso, era precisamente de lo que Kibum y JongHyun les estaban hablando.

 

Media hora después, Kibum se retiro con Grace y Onew para ayudarles con cualquier duda que tuviesen con su tarea, mientras que esta vez, JongHyun fue a las habitaciones de los más pequeños.

 

En la habitación de Taemin, la tarea escolar también estaba siendo realizada. No habían querido hacer nada para tener tiempo de salir un rato al parque. Querían practicar su deporte favorito. La euforia los seguía por cada rincón de su cuerpo cuando conducían sus bicicletas, amaban hacerlo, era grandioso. Pero el ciclismo extremo tenía que esperar lamentablemente para ellos.

 

KyuHyun estaba distraído, pero trataba de no pensar demasiado y concentrarse con Taemin y Seungri. La música de la habitación había disminuido, el volumen era bajo y eso desquiciaba a Taemin, él adoraba escuchar su música a un volumen demasiado alto. Terminó por colocarse los audífonos, eso lo trajo a la vida nuevamente.  

 

La casa se sumió en un completo silencio. Los trillizos no tenían sus videojuegos, así que estaban en el patio, tomando la bicicleta de Taemin. Eso no le iba a gustar a su hermano mayor, definitivamente. Isabelle esperaba en su habitación a su madre mientras leía un libro, los demás miembros de la familia hacían sus tareas.

 

El cielo se volvió rosa, pronto anochecería.

 

Kibum de pronto recordó su manzana de caramelo, ¿Dónde la había dejado? Recordó, la había dejado en su cama. Tenía ganas de algo dulce, la boca se le volvía agua mientras pesaba en su manzana. Pero, sus ojos se cerraban, estaba cansado, era hora de su siesta. Tocó su pancita, la sentía un poco más grandecita. Deseaba tanto que Minho naciera, tener a ese pequeño ser entre sus brazos. Suspiró, aun faltaban varios meces para que eso ocurriera.

 

Varios minutos pasaron cuando escuchó que la puerta principal se abría, los amigos de Taemin estaban yéndose. Diez segundos y un gritó retumbó en la casa.

 

-¡Bajen ya mismo de mi bicicleta!

 

Kibum escuchó la voz de Taemin, sabía lo que estaba pasando, pero no quería levantarse de la cama. Estaba en la habitación de Onew, ayudándole con su tarea. El niño había comprendido muy bien su tarea después de la explicación que le dio y ahora la estaba haciendo él solito.

 

Sintió una mano grande y cálida sobre su rostro.

 

-Yeobo…- un susurró- está bien, descansa, esta noche no te hare mío, será hasta mañana.

 

-¡JongHyun!

 

Sintió una ráfaga de aire, JongHyun había huido por la puerta. Ni siquiera se había dado cuenta de cuando entró.

 

-¡Iré a calmar a Taemin, duérmete!-Escuchó el grito de JongHyun.

 

Kibum agradeció sus palabras, no tenía ganas de levantarse de la cama de su hijo.

 

-Mami…- Pronto su niño se le unió, descansando a su lado- Dormiré contigo.

 

-Está bien, mi niño-Onew se acurrucó a su lado, tomando el brazo de su omma para que lo abrazara. Kibum sonrió, los minutos pasaron, su sonrisa desvaneció poco a poco, volviéndose una mueca seria. Estaba dormido, pero no por mucho tiempo.

 

Pronto, una voz femenina invadió sus tímpanos.

 

-Omma, necesito un consejo-Era Isabelle- ¿Omma, estas durmiendo? Te necesito.

 

Kibum abrió los ojos, miró a su niña con lágrimas en los ojos. Se alarmó y se sentó de golpe en la cama. Sintió un mareo repentino, Isabelle se apresuró a llegar su lado, preocupada, abrazo a su omma.

 

-¡Omma! ¿Estás bien?- Kibum asintió. Miró a su pequeño Onew, el niño estaba bien dormidito y acurrucadito a su lado.

 

-Isabelle, ¿Por qué lloras? ¿Qué sucede?-Preguntó apresuradamente.

 

-Es un chico, omma. Me pidió ser su novia.

 

-¡Mi pequeña niña no tendrá novio hasta que cumpla los treinta y nueve años!- JongHyun, con su pose de papá celoso, entró en la habitación.

 

Aquí iba una plática, una que le tocaba a su pequeña Isabelle. 

 

-Appa… él me gusta, pero no quiero ser su novia, me dan miedo los besos.

 

Kibum recordó algo, sin esperarlo, un hermoso recuerdo, conllevando a las palabras de su hija, simplemente llegó a su cabeza.

 

Dentro de él, un recuerdo de sus días como alumno de preparatoria, invadió su cabeza. Recordó el miedo, los nervios, la vergüenza, pero sobre todo la felicidad, el cosquilleo incesante en su estomago, el leve cosquilleó que fue acariciado tiernamente por JongHyun. Su primer beso.

 

 

 

Notas finales:

¿Que tal, les gustó?

Mil gracias a las personas que me comentaron el capi anterior, ustedes fueron mi fuerza para escribir este capitulo TTnTT <3

Por cierto, ¿Les gustaría saber como fue el primer beso del JongKey? Sera algo cortito, ya que sólo es el recuerdo del prmer besito. Y KyuHyuuuuuuuuuuun, ahora saben con más claridad que es lo le pasa con Bumsito, desea a la omma el mushasho DD: Pero JongHyun con su bebida "naranjada" le puso un estate quieto ahah xDD

Mis personas, por favor, no me dejen solita y sigan comentado ;-; estoy sensible ahahah si algo no les gusta, diganme, yo quiero mejorar, si esto les esta pareciendo aburrido, el fic, diganme, para saber cuando darle el fin de una vez, sus comentarios son muy importantes para mí, despues de todo, que haría una escritora sin comentarios? Bueno, no quiero obligar a que dejen Rew, sólo quisiera saber si esto les esta gustado n_n Esooooooo xD Okay, ahora que recurdo, La familia Kim se ira de vacaciones, que les parece la playa? Bum quiere ir a la playa ahaha, también pense en que fueran de campamento o al parque de diversiones, que opinan?

Okaaaaaaaay, estoy escribiendo mucho xD

Nos vemos despuesin <3   


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