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La familia Kim por Nanaa

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Notas del capitulo:

Hola :3

Capítulo 40: Gracias por elegirme a mí.

 

JongHyun observó la estancia en su totalidad. Los niños permanecían a su alrededor, deseando ansiosamente ver a su nuevo hermanito. Minho, el nuevo miembro de la familia, abrió sus enormes ojos. Fue, en aquel instante, que la casa pareció romperse

En risas.

Primero fue silencio, imperturbable y extraño silencio. Segundos después sobrevino un estallido de risas y gimoteos de ternura.

Isabelle pareció mostrar una mueca sobre su rostro que nunca antes mostró. Su rostro, lleno de ternura, tocó la mejilla de Minho con uno de sus dedos. El bebé le miró con sus grandes y negros ojos. Isabelle sonrió. Quiso cargarlo entre sus brazos.

No supo en que momento pasó, sólo sucedió. Recibió al bebé sobre sus brazos. No recordó haberlos extendido, sólo supo que lo estaba cargando.

Kibum observó curioso a su hija. Pareció haber sucedido algo… como un vínculo entre los dos hermanos. Isabelle estaba sencillamente feliz con su nuevo hermanito.  Se acercó a su hija, la adolescente no le miró, siguió pendiente de su pequeño hermano. Pero Kibum pude ver algo más allá.

JongHyun no estaba.

Miró a su alrededor. Sus hijos podían ver con mayor facilidad a Minho gracias a la estatura de Isabelle. Remi se posó a su lado, no fue consciente de ello hasta que éste le saludó y señaló con la cabeza, sin necesidad de pronunciar una palabra, hacia el camino de las escaleras. Fue sencillo descifrarlo. Remi sabía que buscaba Kibum. JongHyun se había retirado hacia las escaleras.

-¡Omma! Minho tiene unos ojos grandototes- Akemi estalló en medio de una exclamación. Su rostro iluminado era incomparable. Los rostros de todos los niños se mostraban llenos de ánimo. Era exactamente, eso, incomparable.

-¿Cómo un sapito?-. Grace preguntó con una mano en el aire. Los niños asintieron lleno de emoción. Remi y Kibum, por otro lado, no pudieron evitar reír.

-Isabelle, déjame cargarlo a mí también-. Dana se colocó enfrente de ella, pero Isabelle pareció no escucharla-¡Isabelle!

-Ya, ya, niños. Tranquilos, todos podrán tener un momento con Minho.

-¡Pero yo primero!- Hiromi intentó alejar a Dana para ser el siguiente, ella se movió, porque sabía Hiromi no sería el siguiente. Era demasiado pequeño para cargar a Minho y necesitaba supervisión de un mayor si lo hacía. Kibum en estos momentos no podría cuidarlo, seguramente seguía exhausto, así lo pensó Dana. Miró a su omma. Kibum bostezó mientras se tapaba la boca con una mano. Sus ojeras negras lo delataban irremediablemente y el pans que llevaban encima le hacía ver aún más cansado.

Sin embargo, lo más curioso de toda la situación, era que el bebé recién nacido no parecía molestarle en absoluto tanta atención. Cualquier otro bebé, quizá, ya hubiese llorado, pero Minho se mostraba tan tranquilo.

-Amigo, tal vez te lo haya dicho antes, pero tu familia es completamente hermosa.

Kibum sonrió. Miró a Remi.

-Gracias, sabes que pienso lo mismo de la tuya. ¿Dime cuando vienen a comer?

-El día que tú quieras. Menos el lunes, ni el martes, el miércoles tengo que…

-Bien- le interrumpió mientras reía-, mejor tú avísame.  

-Creo que será lo mejor.

 

 

*

 

 

JongHyun se alejó de su familia cuando colocó al pequeñín sobre los brazos de Isabelle. Nadie lo notó, o eso creyó.

¿Dónde estaba Taemin y… Azai? JongHyun pensó que era muy probable que Azai haya regresado a casa debido a que vivía exactamente a su lado, pero definitivamente no estaba preparado para ver a su hijo abrazar a una personita sobre la cama.

Permaneció entre el marco de la puerta por varios segundos.

Las muletas de Taemin estaban repartidas sobre el suelo como él lo estaba sobre la cama abrazando a Azai.

¿Qué es esto?

JongHyun suspiró.

Definitivamente no estaba listo para que sus ojos observaran tal escena.

-Kim Taemin-habló. Sabía que no lograría despertarlo, a ninguno de los dos con sólo pronunciar el nombre de su hijo. Pero ahora no podía sentirse más que enojado y un poco trastornado. No estaba totalmente listo para aceptar que sus hijos estaban creciendo.

Para él, el tiempo estaba pasando más rápido de lo normal. Sin embargo, y a pesar de las mil cosas que pudo haber hecho, eligió la que menos pensó. Cerró la puerta  haciendo el menor ruido posible. No cerró la puerta para entrar, cerró la puerta para salir. Salió de la habitación de su hijo.

Al final no fue capaz de alejar a su hijo del niño. De alguna manera, no pudo hacerlo. Azai se veía tan… inocente. ¿Realmente lo era? No podía olvidar que las apariencias engañan. Sólo sabía que estaría vigilando a Azai. Una parte él le dijo que confiara en su hijo, realmente no llegó a imaginar que hubiera hecho algo indebido con el muchachito. Imaginó lo que vio, dos chicos, o quizá novios… durmiendo juntos, nada más que eso, un inocente abrazo mientras se duerme.

Bajó las escaleras con un agrió sabor de boca.

Al llegar al final, vio a sus hijos sentados sobre el sofá más grande, o al menos todos lo que llegaban a caber en el espacio, algunos estaban repartidos sobre el suelo. JongHyun sonrió, una parte de él deseo que sus hijos no crecieran más, pero sabía era inevitable. Ahora, sólo disfrutaría de ellos, de su agradable paternidad, mientras aún los tenía con él.

Onew le vio, y le llamó. Inmediatamente la mirada de Kibum se posó sobre su esposo.

-Yeobo, espera…

-Cariño, ¿qué pasa?

Remi se levantó de su sitio para ayudar a Kibum a levantarse. Ambos habían permanecido sentados sobre uno de los sofás.

JongHyun llegó inmediatamente a su lado, lo sostuvo de la cintura cuando logró ponerse en pie.

-¿Quieres que te lleve a la habitación?

-Sí, pero me gustaría ir al segundo piso.

JongHyun sabía perfectamente que Kibum no quería dormir más en la planta baja por el simple hecho de que la habitación de Minho estaría arriba. Aunque por unos cuantos meses, su bebé dormiría en su habitación. La cuna estaba lista, al lado de su cama.

-Claro, subamos.

-Me encargo de los niños mientras regresas, JongHyun.

-Gracias, Remi. Enseguida bajo para que puedas regresar a casa, seguramente has de estar cansado por cuidar a tanto niño.

-¡Appa!- algunos niños rezongaron, pero fueron vilmente ignorados por JongHyun. El hombre sólo rio mientras subía las escaleras con su esposo.

-Cuidado, sube despacio.

-Lo sé-.Kibum bostezó, cerró los ojos por un momento y se detuvo-. Estoy sufriendo de sueño justo ahora…

-Si no me lo dices, créeme, que no hubiese sido capaz de notarlo-.Kibum le respondió con un débil y cansado puñetazo en el hombro-. Pero no te preocupes en ésta vida todo tiene solución.

El rubio supo que era lo que iba a hacer en cuanto terminó  de pronunciar la última palabra. Se preparó mentalmente y no hizo ningún movimiento. Esperó y entonces sucedió.

Su esposo lo cargó como siempre, como si no pesara absolutamente nada.

-Me encantas, mi amor.

Kibum sonrió. No dijo nada, JongHyun en algunas ocasiones podía decirle palabras cariñosas como un golpe, llegaban de repente, sin esperarse. Era tremendamente agradable escucharlas. Se amarró al cuello de su esposo con ambos brazos. Su rostro se hundió en el pecho fuerte, y así, sin avisar, se durmió en los brazos de la persona que le encantaba.

JongHyun llegó a la habitación. Lo recostó sobre la cama y le dejó con la ropa que portaba, parecía cómoda, pensó que no había necesidad de cambiarlo. Lo único que hizo fue quitarle la sudadera. Kibum se removió tiernamente como un gatito, emitió unos cuantos sonidos, pero sólo unas cuantas o muchas palabras fueron entendibles mientras murmuraba con los preciosos ojos cerrados.

-Jonggie… cuando traigas a nuestro bebé, despiértame, quiero verle. Cuida a los niños y…

-Shh, está bien, le diré a Remi: infinitas gracias.

-También, no vi a…

-Taemin está durmiendo en su habitación.

-Muy bien, por cierto, acércate.

JongHyun alzó una ceja. Sabía a lo que se atenía si se inclinaba sobre su esposo, por supuesto, corrió el riesgo con absoluto gusto.

Kibum enrolló los brazos una vez más en él, pero esta vez no es su cuello sino en su cabello castaño. Lo atrajo hacia él, logrando que sus frentes fueran capaces de tocarse. Las manos de Kibum no dejaron de moverse sobre las hebras de su esposo, así, con los ojos cerrados, sonrió, y le entrego un beso en medio de la casi inconsciencia. JongHyun lo respondió con lentitud, recibiendo los suaves labios contra los suyos, tan conocidos y perfectos. Respondió la caricia hasta que los labios de corazón dejaron de moverse. Kibum se entregó por completo al sueño, y él tuvo que aceptarlo, aunque no quisiera, aunque deseara más. Por el momento, y aunque no fue suficiente, le dejó descansar.

Sus ansias de Kibum jamás se extinguían, estaba feliz de que nunca lo hubiese hecho. Tantos años, y todo seguía igual, bueno, quizá algunas no tanto, Kibum no era tan tímido como antes, pero adoraba que a pesar de todo, siguiera sonrojándose para él. Como ahora, como justo ahora; en este preciso momento, dormido y con las mejillas preciosamente empañadas.

Nunca se arrepentiría de amar a Kibum.

Lo abrazó porque de repente unas ansias enormes de hacerlo lo invadieron. Lo sostuvo entre sus brazos, lo envolvió como si fuese su regalo y lo besó aunque Kibum estaba inconsciente.

-Gracias por darme está familia, gracias por elegirme a mí.

Le dio un último beso sobre sus labios antes de salir. No mencionó nada sobre Taemin y Azai, esta vez dejó sus celos de lado para no molestar el sueño de su esposo. Tal vez se lo mencionara, quizá no, o el mismo Taemin sería quien lo dijera. La confianza en Kibum siempre era grande en sus hijos, JongHyun también quería que sus hijos fueran capaces de contarle ciertas cosas, también quería aconsejar a sus hijos y ayudarlos en su camino, no era como si antes no lo hubiera hecho, pero dolía que le ocultaran asuntos más íntimos como los novios. Aunque no quería que sus hijos crecieran, los seguiría en su camino hasta que hicieran su propia vida, con sus propios hijos y, esposas o esposos.

JongHyun suspiró.

Muy bien, no quiero pensar más en esto. Mis hijos siguen siendo pequeños, estarán con nosotros muchos años hasta que se conviertan en adultos. Minho acaba de nacer, no tengo porque ser paranoico. Sólo disfrutare de la niñez de mis hijos, JongHyun, sólo disfruta a tú familia, pensó, pensó y pensó hasta que llegó nuevamente a la sala y vio a todos sus hijos, y a Remi.

Escuchó murmullos, susurros, nada más que voces bajas.

Vio a sus trillizos, los chicos seguían entretenidos con el bebé, que ahora dormía, entonces supo porque todos sus hijos permanecían tan silenciosos.

Sus ojos se agrandaron. Por alguna razón, recordó algo, más bien a alguien…

KyuHyun.

Había olvidado por completo al muchacho.

 

 

Notas finales:

Gracias a todos por sus comentarios <3


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