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La familia Kim por Nanaa

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Capítulo 45: Accidentalmente.

 

Los días pasaban con relativa normalidad. Los hijos Kim, los más pequeñitos vivían su vida llenos de felicidad. Iban a la escuela por la mañana y regresaban a casa para realizar unos cuantos deberes, más tarde podían jugar.

Kibum los llevaba a la escuela y los recogía como siempre. Aunque al principio y debido a su cesárea, JongHyun los llevaba a la escuela y Remi los recogía.

Llevaba a Minho en carriola siempre que iba por sus hijos. Minho parecía disfrutar de aquellas pequeñas salidas. Sus ojitos curiosos siempre miraban todo a su alrededor. Los niños, Akemi, Hiromi, Grace y Onew siempre le recibían con muchos mimos, a veces lo hacían llorar, otras simplemente le hacían reír.

Kibum llegó a casa con éxito, aunque no esperó toparse con su vecina. La mujer le miró desde su auto. Su mirada no fue agradable, pero Kibum le volteó el rostro. No tenía ganas de lidiar con ella, ni ahora ni nunca. Pensaba que era mejor ignorarla. Aunque había una cosa que le  preocupaba. ¿Cuál sería su reacción cuando se enterara de que Azai estaba de novio con su hijo? Haría tremendo alboroto, de eso estaba seguro, pero quienes más sufrirían serían los recién novios. Esperaba poder hablar con ella algún día cuando aquel momento llegara, poder calmarla y hacerle razonar, si era posible.

-Omma, ¿podemos ir a comprar un panque al terminar de comer?

-¿Un panque?-preguntó a su pequeño Akemi. Le extraño que no pidiera dulces, siempre lo hacía.

-Sí. Un panque grandote, con dulce de fresa.

Kibum sonrió.

-Primero ve a quitarte el uniforme y ya veremos.

-¡Sí!

Los demás niños se retiraron de igual forma, sabían que todos debían quitarse sus uniformes al llegar.

Kibum ingresó a la cocina dejando a su pequeño Minho aun en la carriola. El nene dormía así que por el momento no había problema de llanto.

 

*

 

Azai despertó aquel lunes de buen humor; más del usual. A pesar de que tenía la preocupación de su madre, al pensar lo que haría al enterarse de su noviazgo con Taemin, decidió levantarse, seguir con su buen humor y no dejarse opacar por aquella angustia. Se preguntaba qué era lo que haría su padre para ayudarle. 

Salió de su casa respirando el fresco aire de la mañana. Su naricita se había vuelto roja debido al diminuto frio que hacía en la calle. No era demasiado, pero él era muy susceptible al frio.

Miró la casa de Taemin con una pequeña sonrisa, pero no esperó verlo salir con su amigo Seungri en cuanto él estuvo a punto de dar media vuelta para ir a la universidad. Se quedó estático en su sitio cuando Taemin le pidió con una mirada silenciosa que esperara por él.

Miró su casa. Tenía que ser rápido, su madres estaba a punto de salir para ir a trabajar. Jaló el cuello de su camiseta nerviosamente.   

-Taemin…

Éste sonrió de esa forma burlona: esa que al niño no le gustaba. Pero esta vez no fue lo que sintió. Aquella sonrisa burlona estaba agradablemente combinada con una mirada serena.  

-Lindura.

Llegó a su lado. Seungri se había quedado en la puerta de la casa de Taemin, esperando precisamente por él para irse a la preparatoria.

-¿Cómo estás?-preguntó el niño.

-Perfectamente.

Taemin, aún con sus muletas, se inclinó hacia la carita de su niño y le besó los labios. Fue un besó diminuto, pero Azai lo recibió con gusto y unos cachetes enrojecidos.

-Hoy tengo mi examen de ingreso a la universidad después de terminar clases en la prepa. Entraré en la misma que tú.

-¡Oh!-exclamó alegre-. Eso es increíble, Taemin. ¡Mucha suerte!-. Sus lindos cachetitos se inflaron de alegría y aquellos ojos cobrizos le miraron brillosos.

-Gracias-. Como pudo logró pasar una de sus manos sobre el cabello ondulado, lo despeinó levemente mientras notó que el niño cerraba los ojos mientras lo hacía. Al alejar el contacto Azai volvió a abrir los ojos. Le observó con esa tierna miradita. Taemin sonrió de medio lado.-Espero verte por allí, si no te veo por la tarde.

-Claro.

-Ten un buen día, lindo.

-Tú también.

Taemin le plantó un último beso antes de retirarse, pero para su sorpresa Azai le detuvo.

-Ah… y amor-carraspeó, sintiendo que su voz comenzada a titubear y era lo que menos quería-. Cuídate.

-Por supuesto, ahora mucho más.

Taemin volvió inclinarse sobre él y esta vez la boca que tocó los labios de Azai fue un beso más profundo.

Para ese momento, la puerta de la casa de Taemin fue abierta por el mismo JongHyun. Seungri le miró y con un simple buen día lo saludó. Tras de él estaban Dan, Daniel, Dana e Isabelle. El hombre se detuvo en cuanto vio a su hijo. No permitió siquiera que sus hijos salieran de la casa al quedarse petrificado en su sitio.

Miró como las manitas del muchachito se movían a los hombros de Taemin y al mismo tiempo se paraba de puntitas. Taemin no hacía más mover los labios, sus manos estaban ocupadas sosteniendo sus muletas.

-¡Taemin!-gritó.

Azai se separó antes de que el mismo nombrado lo hiciera. Más asustado que el mismo Taemin, miró a JongHyun con terror. Al escuchar el grito pensó en su madre, si ella hubiera sido…

Asustado y con el corazón a mil, se despidió de Taemin y salió corriendo.

Taemin miró a su padre molesto. JongHyun en su defensa sólo se encogió de hombros fingiendo la inocencia que no tenía. Realmente no era su intención poner de esa forma al niño, incluso le hubiera gustado saludarlo, conocerlo mejor como bien Taemin se lo pidió, pero el impulso le ganó. Sin más que hacer salió finalmente con sus hijos tras él.

Notaba que Dan y Daniel, no hablaban mucho entre ellos como otros días. Más tarde preguntaría que era lo que pasaba, o hablaría con cada uno de ellos para encontrar una razón si esto continuaba por más días. Aunque él no solucionaría su problema, quería que sus hijos, por sí mismos, le dieran solución. Lo había hablado incluso con Kibum.  El cambio en Dan y Daniel era muy notorio debido a que eran muy unidos, al que con Dana, pero con ella todo era normal.

 

*

 

*

 

KyuHyun esperaba  a Taemin y Seungri en la entrada de la preparatoria. Tenía los audífonos puestos y el celular en mano. Miraba unas cuantas fotos en su red social, pero dejó de hacerlo en cuanto el auto de JongHyun se paró frente él. Una de la puertas se abrió y por ella salió Seungri seguido de Taemin, quien necesitó un poco de ayuda. Siguió mirando a sus amigos porque realmente no tenía nada más que hacer, pero al alzar un poco más el rostro, sus ojos se toparon con la mirada de Daniel. Él había estado sentado al lado de Seungri.

Le miró bajar un poco la cabeza, lo suficiente para lograr tapar sus ojos con el cabello. La alzó al sentir que sus ojos no se veían más gracias a su cabello, pero sus mejillas naranjas lo delataron innegablemente. Dan le empujo con un hombro. La mirada molesta del chico se posó sobre su hermano, poco después en él.

La puerta del auto se cerró y arrancó poco después. JongHyun no lo había visto, ni tampoco Dana ni Isabelle, incluso Taemin y Seungri aún no reparaban en su presencia.

Pensó en la razón de la mirada molesta de Dan. No le agradó sentir ese enojo sobre él, ya tenía suficiente con el simple hecho de tener prohibida la entrada a casa de Taemin por razones ya conocidas, como para que ahora uno de los hijos Kim le odiara, aunque pensó que odiar era un palabra fuerte, quizá simplemente no le agradaba. Se encogió de hombros.  Decidió no divagar más al respecto.

Qué más da, igual nunca más pisare la casa Kim.

Taemin y Seungri se posaron frente él en cuanto lo vieron.

-Taemin, ¿qué pasa? ¿Cuándo vamos a patinar?-bromeó.

-Cállate-sonrió, negando con la cabeza-¿por qué ya no quieres pasar a mi casa? De todos modos nos esperas en la entrada.

-Uy, si quieres ya no los espero.

-No hablamos de eso-pronunció Seungri-. Si nos vas a cambiar sólo dilo.

KyuHyun rio a carcajadas.

-¿Cambiar?

-Seguro que te vienes con alguien más… ¿acaso?

-¿Una chica?-completó Taemin.

KyuHyun los miró realmente extrañado. ¿Una chica? ¿En qué momento habían sacado semejante conclusión?

-Están locos. En todo caso, si fuera una chica, ustedes lo sabrían enseguida.

-Bueno…-Seungri asintió, reconociéndolo.

-Seungri, tú eres un chismoso y Taemin también. Son tal para cual.

-¡Oye!-exclamaron al unísono.

Por la tarde, el auto de JongHyun volvió a detenerse en una parada específica, pero esta vez no en la preparatoria sino en la universidad en la que, justamente, haría su examen de admisión. No solía llevar ni recoger a Taemin pero debido a su estado éste lo ameritaba. Sin embargo, Taemin no salía, no se veía por ningún lado y llevaba más de veinte minutos esperando, sumando el hecho del muchacho no contestaba el teléfono celular, así como ninguno de sus amigos.

-Appa, si quieres puedo ir a buscarlo.

JongHyun negó. No le hacía mucha gracia que su hijo entrara solo a la universidad. Era enorme, y había muchos chicos. Él más que nadie sabía lo bien parecido que era Daniel, y no lo pensaba sólo por ser su padre. Daniel nunca había tenido novio simplemente porque no quería. Desde hace mucho hubiera tenido más de uno, pero siempre se alejaba de los chicos que le pretendían por el simple hecho de que no le agradaban, sumando a un hermano celoso como lo era Dan la situación se volvía más difícil.    

-Te quedas aquí, iré yo.

JongHyun salió sin esperar respuesta. Los chicos lo vieron hasta que ingresó a la universidad.

-¿Es mi imaginación o appa está enojado?-preguntó Isabelle.

-Lo está. No le gusta esperar demasiado para ir a casa-dijo Daniel.

Pero JongHyun tardó más tiempo del esperado.

-Voy a ir yo también-. Daniel abrió la puerta, pero su hermano lo detuvo. Le cerró la puerta justo en sus narices y no de una manera precisamente delicada. El portazo hizo brincar a sus hermanos.

-¡Dan! ¡¿Qué rayos sucede contigo?-Dana, en el asiento del copiloto, volteó a mirarle indignada y al mismo tiempo sorprendida por tal acto.

Dan le ignoró completamente.

-Appa dijo que no. Te quedas.

-No inventes Dan, te estás pasando. Ya es suficiente, hablo en serio.

Isabelle miró a Dana, y en aquella mirada pidió una explicación a lo que estaba sucediendo. Dana sólo se encogió de hombros.

-Deténganse, los dos-pidió Dana.

-Dana, no te metas-respondió Dan.

-¡Deja de ser tan pesado!

-No lo soy. Simplemente cuido de ustedes.

-¿Qué forma es esta de cuidar?

Daniel aprovechó la oportunidad de salir del auto al sentir la guardia baja de su hermano. Abrió lentamente, pero salió rápidamente. El portazo sonó. Tan pronto como lo hizo Dan salió detrás de él. Dana estuvo a punto de hacerlo también, pero se detuvo al ver a Isabelle. No podía dejar sola a su hermana.

-Ya regresaran.

-¿Por qué Dan está siendo tan insoportable con Daniel?

-Cosas de ellos-suspiró sin darle muchas vueltas al asunto.

Isabelle asintió no muy convencida.

 

*

 

-¡Daniel! ¡Detente!

Entró a la universidad sin ningún problema. En la entrada se encontraba el  jardín, al fondo los edificios. Fue fácil perder a su hermano, había tantos lugares que podía usar como escondite. Tantos salones, tantas puertas… al final eligió el más sencillo, justo detrás de un arbusto. Dan pasó de largo. Él realmente pensó que Dan estaba llegando al límite. Era demasiado. Tenía que hablar con él seriamente,  esto estaba escapando de sus manos.

Suspiró.

Salió de su escondite cuando perdió totalmente de vista a su hermano.

Miró a su alrededor, algunos universitarios le miraban extrañados, pero él los pasó de largo. Sintió cierta vergüenza pero nada que no pudiera manejar.

Caminó sin saber realmente a donde ir. ¿Cuál era la carrera que su hermano había elegido?

-Era… era-murmuró pensativo-¿qué no era licenciatura en música? Umm, me parece que sí. Ay, pobre de mi hermano, se va a morir de hambre. Bueno no, mejor pensaré que le irá bien. Hay que ser positivos-. Mejor me calló, hablar solo donde hay muchas personas no es muy normal, pensó al final de su monologo al notar más miradas sobre él.

Siguió su camino sin rumbo, pero finalmente decidió preguntar. Sólo lo decidió, porque justo cuando necesitaba a alguien para preguntarle, ningún alma se veía pasar. Qué raro, pensó, creo que me estoy alejando demasiado. Sin embargo, sus pies siguieron moviéndose. Estaba a punto de llegar a la parte trasera de la universidad. Había unos cuantos edificios, más al fondo más áreas verdes. Se notaba más espeso y repleto de árboles. Juraría que era un mini bosque, pero realmente no lo era.

Su corazón latió nervioso al pensar que quizá… solo quizá podría encontrarse con KyuHyun. ¿Él también habría hecho examen junto con su hermano? Sí, seguramente que sí. Siempre estaban juntos, él, Seungri y su hermano, aunque por alguna razón, que él desconocía, KyuHyun no iba tanto a casa como solía hacerlo.

Recordó aquel día en que le confesó a Dan que gustaba de KyuHyun. Ni él mismo lo sabía. Lo supo cuando se lo gritó a Dan. Lo había estado negando en su interior, pero salió con todo y grito gracias a su hermano. No esperó que fuese de esa manera. Ahora podía decir que le gustaba. Ese chico, era la primera persona en su vida que le gustaba.

Su interior daba vueltas de solo imaginar que podría encontrarlo por casualidad en la universidad. Unió sus manos. Sus dedos jugaban entre ellos mientras su mirada buscaba.  Claro, buscaba a alguien para preguntar la ubicación de la facultad de música. Claro, , eso es lo que hacía.

Bajó su cabeza sin darse cuenta. No lo hizo porque estaba demasiado metido en sus pensamientos. Miró sus pies por unos cuantos minutos mientras caminaba.

Fue así como accidentalmente encontró a alguien.  

Se topó de lleno con un tipo que vestía totalmente de negro. Era irremediablemente, estúpidamente, ridículamente… alto.

-¡Diablos, pero que rayos!-exclamó totalmente sorprendido.

-¿Qué pasa, cosita? ¿Perdiste a tú mami?

-¿Cosita?-preguntó asqueado del apodo-. ¿A quién crees que llamas cosita, imbécil?

Daniel se trasformó. No dejaría que le hicieran menos. No se dejaría. No. Podía ser tímido algunas veces, pero cuando sabía que debía defenderse lo hacía sin dudar.

El muchacho le miró en medio de dos expresiones: burla y sorpresa.

-Mira nada más, el enano tiene agallas.

-Más de las que tienes tú, seguramente.

-Pobre cosita tierna, no sabe con quién se mete.

-Sí, pobrecito de la jirafa, no sabe con quién se mete.

-¿Jirafa?

Se inclinó sobre Daniel al momento que otros chicos llegaban detrás del muchacho. Daniel miró a cada uno de ellos. Sus miradas burlonas no le parecieron agradables.

Rayos.

Supo que se había metido en problemas.

-Sólo quiero saber dónde está la facultad de música-murmuró un poco más calmado, aunque un ceño fruncido se mantenía.

-Qué lástima que no vas a encontrarla.

 

*

 

Kibum terminó de comer junto con sus hijos. Esta vez no esperaron a la familia restante. Estaban demorando demasiado. Incluso fue a la tienda con todos sus hijos pequeños para comprar panqueques, y al regreso, ellos aún no llegaban. Se preocupó y terminó por llamar a JongHyun.

Recostó a Minho en el sillón más grande de la sala. Sus hijos estaban jugando en la alfombra frente él, al menos Hiromi y Akemi lo hacían. Grace y Onew permanecían en sus habitaciones.

Minho estaba despierto. Supo que tenía hambre en cuanto comenzó a chupar su dedo. Sonrío sin remedio. En cuanto su llamada terminara le daría de comer. Sus pechos, de cierta forma, se sentían pesados. Definitivamente su bebé necesitaba comer.

-Vamos a llamarle a papá ¿muy bien, Minho?-siempre hablaba con su hijo, aunque sabía éste no le respondería-. Seguramente ya lo extrañas, hace falta, ¿no es así? Así como tus hermanos más grandes.

Dejó de hablarle en cuanto JongHyun respondió.

-¿Cariño?

-Jonggie, ¿qué sucede, por qué tardan tanto?

-Taemin aún no termina su examen. Lo estoy esperando. No pensé que demoraría tanto. KyuHyun lo terminó, pero Seungri y él aún no.

-Entiendo. Los esperó entonces, hice tu comida favorita.

-Dios mío, mi amor, no me tortures así.

-Es broma, hice la comida favorita de Isabelle.

-¡Kibum!

-Te amo-rio-te espero. Minho parece a punto de llorar, quiere comer-dijo al notar que el rostro del nene empezaba a arrugarse y a ponerse rojito.

-Muy bien. En un rato estamos allá. También te amo, adiós.

-Adiós.

Kibum colgó. Cargó a su bebé y le chiqueó como siempre. Minho comenzó a hipar por lo que se apresuró a darle su alimento.

 

*

 

Daniel se vio arrastrado más profundamente por el grupo de amigos hacia la parte trasera de la universidad, justo en aquella zona que estaba repleta de pasto y árboles; el gran área verde que realmente se veía solitaria debido a que los edificios, ya en éste punto, estaban alejados.

-¡Suéltenme!-gritó- ¿Qué es lo que pretenden?

-Tus agallas se van a terminar ahora.

Sintió un fuerte dolor en su espalda. La jirafa lo aventó fuertemente contra el tronco de un árbol. Su espalda ardió, dolió horriblemente. Calló de llenó contra el pasto mientras se retorcía de dolor. Intentó no proferir ningún sonido, no hacer ninguna mueca, pero le fue imposible.

-Arghh.

-¿Eres un doncel, no es así? Apuesto lo que sea a que lo eres.

Daniel miró desde el suelo como el muchacho se ponía de cuclillas frente él. Lo tomó del cabello con tanta fuerza hasta hacerlo quejarse de dolor, sin embargo su verdadera intención era obligarlo a que le mirara directamente al rostro.

-Tiene un lindo rostro-murmuró uno de los otros muchachos. Vestía de negro junto a otros tonos grises. Todos parecían de la misma onda rockera, aunque algunos se veían más intimidantes que otros.

-Si le cortáramos el cabello podríamos apreciarlo mejor-sonrió con sorna un muchacho alto, aunque no tanto que la jirafa, pero era más corpulento. Usaba pulseras negras, gruesas, e incluso un piercing era adornado en su labio.

-Váyanse al infierno-Daniel escupió las palabras lleno de molestia, pero no le sirvió de nada. Aquello pareció divertir más al grupo.

-Steven, tráeme una tijeras, nos vamos a divertir un rato.

 

*

Hola n_n/

Uff, para este momento… no sé si… bueno, ay, no sé qué poner ahora >u<  Saben, mejor lo dejo aquí, y bueno, nos vemos para el siguiente capítulo. No quiero hacer spoiler aunque… no, nada xD Me aguanto, y, buenooooooo, ahahah ¡Muchas gracias por sus RW! Son amor <3 de verdad lo aprecio mucho, ustedes siempre me dan muchos ánimos T.T <3

Los responderé más tarde n_n/

 


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