Capítulo 47: Mi pequeño.
Dan suspiró por enésima vez. ¿En qué momento regresarían? Estaban tardando demasiado. La molestia seguía latente dentro de sí, pero la precaución hacía lugar a su lado. ¿Por qué, de la nada, habían llegado varias patrullas y una ambulancia?
Los policías entraron a la universidad junto a los paramédicos.
Maldición.
Decidió que era mejor permanecer dentro del auto con sus hermanos. Además Taemin lo había obligado. Dan le dio la razón al fin de cuentas. No había sentido en salir y buscar a Daniel debido a que JongHyun había ido por él, y Dan no conocía el interior de la universidad, ¿dónde buscaría?
Tamborileo los dedos sobre sus muslos. ¿Cuánto tenía que esperar? La respuesta llegó a través de la ventana. Achicó los ojos al observar a su padre con un pequeño cuerpo sobre sus brazos.
Daniel.
Parecía dormido. Su cuerpo no se movía en absoluto. ¿Por qué…?
Abrió la puerta del auto antes de que su padre llegara. Bajó, y sin esperar un segundo más, caminó hacia ellos. Sus hermanos miraron extrañados la escena. No entendían que estaba pasando.
Dan retrocedió un paso cuando su vista pudo captar el rostro lastimado de su padre. Sangraba… su appa sangraba.
Corrió a toda prisa. En segundos llegó frente a él.
-Appa…-exhaló-. ¿Qué te pasó?
Quiso preguntar más. Mucho más. Y quería una respuesta. Quiso ver a Daniel. La bata de su padre le quedaba enorme, ni siquiera le permitía ver su rostro, la mantenía escondida en el pecho de JongHyun.
Fue cuando sus ojos captaron a KyuHyun, detrás de su appa. Sus ojos mostraron esa furia a fuego. No lo pensó. Pasó de largo a su padre y se posó, ahora, frente KyuHyun. El muchacho supo inmediatamente lo que Dan estaba pensado de él.
Negó con la cabeza incluso antes de que le preguntara.
-¿Fuiste tú?-preguntó. Preguntó y empujo.- ¡¿Fuiste tú?!
KyuHyun retrocedió debido al empujón de Dan. Su rostro figuró una mueca de dolor al sentir el contacto del chico contra su pecho. Todo su cuerpo era un hervidero de dolor.
-Dan, por favor, cálmate-murmuró alejándose del chico. Lo único que quería era evitar problemas, pero parecía que los traía a él como imanes. Sin embargo, no se arrepentía de ayudar a Daniel. No lo iba a hacer nunca. ¿Cómo iba a permitir que abusar del chico? Definitivamente no.
-¡Dan!-la potente voz de JongHyun llamó totalmente la atención del mencionado. Este volteó el rostro inmediatamente, pero no se veía en él la intención de alejarse de KyuHyun-. KyuHyun no hizo nada. Ahora vámonos.
Dan exhaló. Miró a KyuHyun. La mirada que le dedicó no fue nada agradable. Pero aún con la furia acumulada, retrocedió.
Miró a su hermano cuando se colocó al lado de JongHyun.
-¿Están bien?
JongHyun asintió. No quería hablar sobre el tema, mucho menos con su hijo. No era el momento, aún no. Dan no preguntó más. Supo que su appa no respondería ninguna pregunta. El rostro de JongHyun se crispó justo en el momento que hizo la pregunta. Dan no sabía el motivo, pero el solo recordar, para JongHyun, aquel momento, le hacía crispar demasiadas emociones.
El resto de sus hijos les esperaban fuera del auto, incluso Taemin en sus muletas. Seungri miraba sin saber exactamente qué hacer. Estaba tan confundido como todos, aunque su horror no fue el mismo al de los hijos Kim al ver a JongHyun. Su rostro.
-Appa…-susurró Isabelle.
Nunca antes habían visto a su padre en tal estado. Para ellos era horroroso, aunque no eran heridas graves, no eran agradables de ver, muchos menos al notar la sangre.
-¿Qué pasó? ¿Por qué cargas a Daniel, está bien? -preguntó Taemin tomando sus muletas firmemente. La preocupación embriagaba su rostro. Miró a los tres. Su appa, Daniel y KyuHyun.
Dana se adelantó y miró a su hermano, en brazos de su appa.
-Appa, por Dios, ¿qué es esto? ¿Por qué están así? Appa, Daniel…-. Sus ojos se posaron en KyuHyun. Lucía peor, mucho peor a su padre. Asustada, miró a su padre en busca de respuestas.
De pronto escucharon un sollozo, Isabelle derramó unas cuantas lagrimitas. Taemin, a su lado, la abrazó protectoramente en medio de la dificultad que suponía usar muletas.
-Tranquila, appa está bien.
-¡No se ve nada bien!
-Shhh-susurró en su oído-, él mismo te lo dirá, pero después, ahora necesitamos irnos a casa.
-Hijos, por favor entren al auto. Estamos bien, sólo fue un conflicto, pero ya se resolvió. Vámonos, rápido.
JongHyun se adelantó. Metió al cuerpo dormido en el auto. Su rostro se embriagó de tristeza al observar su rostro con aquellos rastros de lágrimas. Suspiró y negó con la cabeza. Se mantuvo un momento inmóvil, observándole.
Mi pequeño.
Tocó la frente de su hijo. Sus dedos recorrieron hasta llegar al cabello negro. Su largo fleco había desaparecido. Profirió un bufido, fastidiado. Los jóvenes que le hicieron esto a su hijo pagarían. Lo harían. Él haría todo lo posible porque pagaran.
Salió del auto.
-Dan, entra tu primero.
Dan no respigó. Enseguida entró. Supo que su hermano había llorado. Él lo reconoció enseguida. Notó también su fleco recortado. Y la bata. Vio que no usaba camiseta. Le abotonó la bata totalmente extrañado. Ahora no sabía cómo comportarse. Se sintió frio. Quiso gritar que había pasado. Gritarle a su padre por una respuesta, pero lo único que hizo fue callar. Observó que sus hermanos entraron uno a uno. Pudo ver a JongHyun abrazar a Isabelle antes de que esta subiera, le vio remover algunas de sus lágrimas y murmurarle algo, para después ella subir más tranquila.
Cuando todos entraron al auto, excepto JongHyun; él se alejó un poco, llamó a Kibum.
-Mi amor.
-Jonggie, ¿qué pasa, el examen de Taemin aún no termina?-murmuró curioso al recibir nuevamente otra llamada de su esposo.
-Terminó-respondió-, pero necesito que los niños estén en sus habitaciones cuando lleguemos, o en el jardín, jugando. No lo sé. Tenemos que hablar.
-“Tenemos que hablar”-repitió-. Esas palabras nunca son agradables de escuchar. JongHyun, no me asustes. Dime que pasa. ¿Los niños están bien?
-Hablamos en casa, ¿está bien? Todos están bien, pero pasó algo.
-Yeobo…
-Cariño, sólo necesito que los niños no estén cerca cuando lleguemos.
Escuchó el llanto de Minho al otro lado de la línea. Unos cuantos ruidos, Kibum moviéndose. Murmuros. Sus hijos trataban de hablar con Kibum.
-¡Omma, omma! Mira el dibujo que hice.
-Oh, mi niño. Pero que dibujo tan bonito… -pausa-¿qué es?
-¡Es un dinosaurio!
Era Akemi.
-Un dinosaurio amarillo. Es un buen dibujo.
-¡Omma! Mira el mío.
Hiromi.
-Vamos a ver… esto es…-pausa. Una pausa más larga-. ¿Otro dinosaurio?
-Omma… es spiderman.
Ups.
-¡Omma! Minho está llorando-. La vocecita de Grace llenó sus tímpanos.
JongHyun sonrió levemente al escuchar a sus pequeños. Sus niños. Cerró los ojos por un momento. No dejaría con los lastimaran nunca. Nunca de la forma en que aquellos jóvenes lo hicieron con su Daniel.
-Yeobo-.Kibum se dirigía esta vez a él-, está bien. ¿Tardarás mucho?
-No. En 20 minutos-abrió los ojos.
-JongHyun, ¿de verdad todos están bien?
-Sí. Sólo necesito que hagas lo que pido, por favor.
-Muy bien.
-Tranquilo, cariño.
-¿Qué más puedo hacer?-pronunció resignado-. Yeobo, tengo que cortar. Minho no para de llorar y los niños quieren que siga viendo sus dibujos y… ¿Grace, dónde está Jinki?
-No sé.
-¿Cómo que no sabes?
-Creo que está en su cuarto.
-Precioso, llegamos en un rato-habló JongHyun.
-¿Eh? Sí, claro. Por favor, ven con cuidado.
-Claro.
-¡Ommaaaaa!
-¿Ese fue Jinki?-preguntó Kibum.
-Mira, encontré un insecto muy bonito en el jardín.
-¡Jinki! Estás lleno de tierra.
-¡Ahhhhhhh! ¿Qué es eso? ¡Omma!-escuchó un gritito de Grace,
-¡Ahhh! ¡Vuela!-exclamó emocionado Akemi.
-¡Ay!-gritó Hiromi, aunque sonaba igual de emocionado que Akemi.
-¡Jinki!-regañó Kibum.
-¡Pero está bonito!
El mismo JongHyun corto la llamada al escuchar un diminuto golpe proveniente del mismo teléfono. Kibum, pensó, seguramente aventó al teléfono por allí sin colgar. Negó con la cabeza mientras sonreía levemente. Definitivamente protegería más a su familia.
Guardó el celular en el bolsillo trasero de su pantalón.
Seungri no volvió a entrar al auto, no había espacio para él. Aun así él sabía que tenía que irse a su casa por su propia en cuanto en cuando miró el rostro lastimado de JongHyun. KyuHyun, sin embargo, entró al auto por petición del mismo JongHyun. La última vez que KyuHyun fue a su casa fue para evitar que sus abuelos le vieran lastimado, quería ir a un hospital y necesitaba la ayuda de Taemin. Sabía de la atención del muchacho por no preocupar a sus abuelos, así que le ayudaría en ello. Curaría sus heridas como la última vez.
Se llenó de preguntas de parte de sus hijos durante el trayecto. Mencionó lo mismo que le respondió a Dana, un conflicto:
-Daniel se involucró en una pelea con unos muchachos. Sólo querían molestar. KyuHyun llegó a tiempo antes de que llegaran a lastimarlo- a lastimarlo más, pensó. De igual forma mencionó lo que creyó que pasó. No estuvo allí en el momento exacto en que llegó KyuHyun, ni mucho menos cuando lastimaron a su hijo-, pero el dañado fue él.
Dan miró a KyuHyun. El muchacho estaba sentado al lado de la ventana. Pestañeó, sorprendido. KyuHyun había ayudado a su hermano, y él lo había acusado, o había intentado hacerlo. Se sintió bastante incómodo. Supo que su actuar había estado mal, pero por el momento no podía remediarlo. Más tarde lo haría, quizá.
Miró a su hermano. Debido a la posición de Daniel, su cabeza se había ladeado hasta descansar en el hombro de Dan. Dan le pasó un brazo por la espalda, protector.
-Appa, ¿pero cómo fue que también te lastimaron a ti?
-Llegué poco después.
JongHyun no dio detalles, ni uno. Aunque no sabía cómo fue exactamente que Daniel terminó en aquel conflicto, simplemente quiso llamarlo de esa forma para no llegar a detalles. No creía conveniente que todos sus hijos supieran la verdad. Dan y Dana lo sabrían, también Taemin, pero sólo ellos, pensó que era lo mejor.
-Appa, pero Daniel, no entiendo… ¿por qué no despierta? ¿Qué le hicieron?-Dana preguntó, tratando de mirar a su hermano. La expresión en su rostro mostraba tanta angustia.
JongHyun pensó un poco antes de responder. Todos los chicos miraron atentos a su padre. Todos habían queridos preguntar que sucedía con Daniel desde que lo vieron en los brazos de su padre.
-Daniel duerme. Estaba realmente cansado.
Dan negó. ¿Cómo era posible que no despertara con tanto ruido?
-¿Pero que le hicieron?-Dan pronunció en busca de la respuesta con cierto desespero.
-Hijo, estaba asustado, Daniel estaba asustado. Más tarde hablaré con ustedes, ahora es prioridad llegar a casa.
Dan negó una vez más. Él quería una respuesta inmediata, pero sabía no la obtendría. Su padre no decía lo suficiente. Sin embargo, no hubo tiempo de más preguntas, llegaron más pronto de lo esperado.
*
La puerta de la casa Kim fue abierta por Kibum. Entre sus brazos tenía a su pequeño bebé. Su rostro fue un desfiguro de líneas angustiosas cuando miró el rostro de su esposo. Ver a Daniel en brazos de JongHyun tampoco fue una buena señal para él. Y, ver nuevamente a KyuHyun en tan lamentable estado tampoco fue agradable.
-JongHyun...-murmuró con los ojos sorprendidos.
Su corazón latió como desquiciado. Su mirada exigía respuestas, pero su boca no emitía demasiadas palabras. ¿Qué podía decir? Tantas cosas, preguntar tantas cosas, pero prefirió callar. Sabía que si abría la boca no podría hacerlo tranquilamente y no quería llamar la atención de sus hijos más pequeños.
Los niños estaban en el jardín, jugando.
JongHyun entró a la casa delante de sus hijos.
-Iré a curar todas estas heridas. No se preocupes, hijos. Como ven, realmente todo está bien.
Taemin y Dan no le creyeron del todo. Había algo más. Su appa no les estaba contando todo. Y estaban en lo correcto. Ambos pensaban en la razón del porque Daniel usaba su bata, Dan aún más al ser el único que notó que su hermano no tenía camiseta y por ello usaba la bata, además de notar los rastros de lágrimas sobre sus mejillas. En cuanto su fleco, aquello, todos lo notaron. JongHyun tuvo que decir que lo hicieron los jóvenes que le buscaron el conflicto a su hijo.
-Hijos, la comida está lista, pueden servirse- fue lo único que Kibum mencionó. Sonrió hacia sus niños, lo mejor que pudo en medio de su angustia. Quería trasmitirles calma aunque no sabía la razón del rostro lastimado de JongHyun y KyuHyun, ni porque su hijo dormía de aquella forma.
-Está bien, omma-respondió Taemin-. Sólo que primero subiré a mi habitación.
Dan se movió detrás de Taemin, sin mencionar palabra ayudó a su hermano. El rostro de Dan no se veía mejor, era claro que no se mantendría tranquilo hasta saber lo que había pasado.
-Omma…-murmuró Isabelle. Su rostro desfigurado no fue agradable de ver para Kibum.
-Mi niña, ya estamos todos en casa, no pasará nada más.
-Pero appa y Daniel, y el amigo de Taemin…
-Tranquila, ven aquí.
Kibum sostuvo con un brazo a su pequeño bebé dormido. El otro brazo se abrió a la espera de su hija. Abrazo a Isabelle mientras intentaba tranquilizarla. Dana observó y sin decir nada, se acercó y abrazó a su omma. Kibum tuvo espacio para sus dos hijas.
*
JongHyun depositó a Daniel en medio de la cama. Éste se removió un poco, pero no despertó.
KyuHyun había entrado detrás de él.
-Toma asiento, por favor.
El muchacho lo hizo. Todo era exactamente igual que la última vez, incluso se sentó en el mismo sillón; excepto porque, esta vez, Kibum no estaba durmiendo en la cama, en su lugar estaba su hijo. Estaba Daniel. Lo miró sin poder evitar revivir el momento.
Había terminado antes el examen. Decidió pasear por los alrededores mientras Taemin y Seungri terminaban. Los gritos de Daniel captaron su atención inmediatamente. No supo que era él, al principio no lo supo. Verlo rodeado de tantas personas, llorando, gritando, siento tocado de aquella forma… ¡Maldición! no fue agradable de ninguna forma. No pudo quedarse quieto. La adrenalina corrió por sus venas, la molestia, la impotencia en un momento al sentir que no podía contra el grupo de jóvenes. La impotencia de pensar, que si perdía ante ellos, volverían a dañar a Daniel.
Daniel, el chico de las peculiares mejillas naranjas había sufrido de una forma terrible.
Apretó los dientes.
JongHyun entró al baño a lavar sus manos debidamente, al salir se movió en busca del botiquín de primeros auxilios. Se dirigió a KyuHyun, pero se quedó a medio camino. El muchacho miraba a su hijo. La mirada que le dedicaba parecía perdida. Su rostro tenso delataba lo que seguramente estaba pensando. Sin vacilar, de nuevo caminó hacia el muchacho.
KyuHyun saltó sobre su sitio al sentir una enorme mano sobre su hombro. Miró al procedente atentamente, lleno de sorpresa.
-KyuHyun.
Esa mirada. Nunca antes había visto esa mirada en JongHyun. No hacía él. Siempre fue una mirada seria, fría y poco amable. Ahora mismo no sonreía, pero esa frialdad había desaparecido. La poca amabilidad no estaba. Se había ido.
-Muchacho-prosiguió-. Lo que has hecho por mi hijo… te lo agradeceré toda la vida. No tengo las palabras exactas en este momento, creo que jamás las tendré. Gracias por ayudar a mi hijo.
JongHyun no tendría las palabras exactas porque para él, que KyuHyun haya ayudado a uno de sus hijos a escapar de semejante conflicto, era algo que jamás podría terminar de agradecer.
-Yeobo…-.JongHyun miró hacia la puerta. Kibum había entrado y ninguno de los dos fue consciente de ello-¿Está todo bien?
-Lo está-dijo-, cariño, siento aún no decirte lo que pasó, pero en un momento hablamos, ¿está bien?
-Está bien-pronunció.
JongHyun alejó su mano del hombro del muchacho. Se agachó un poco para poder tomar el material necesario del botiquín de primeros auxilios.
Kibum miró sin mencionar nada más, sin embargo, en él estaba plasmada la duda, su rostro era un hervidero de angustia, y su boca deseaba, aún, preguntar tantas cosas. Miró a su nene entre sus brazos, después al par de hombres. Suspiró.
KyuHyun se removió incómodo. Arrugó el rostro al sentir un trozo de algodón humedecido en alcohol sobre una de las heridas de su rostro. Realmente pensó que no volvería a pisar la casa Kim. ¿Cuándo sería la última vez?
Cerró los ojos al sentir movimiento de parte de Kibum. No quería verlo. Ya no. Sólo quería olvidar definitivamente.
JongHyun sintió el cambio en KyuHyun. Adivinó que estaba evitando mirar a su esposo. Era consciente de que, posiblemente, KyuHyun aun sintiera algo por Kibum, pero estaba pintando raya. Sin poder evitarlo sintió lastima por él, pero no había nada que pudiera hacer, KyuHyun tenía que olvidar por sí mismo. Los celos no vinieron a JongHyun como otras tantas veces. Sus celos quedaron enterrados. Mirar el rostro lastimado del muchacho, esas muecas de dolor que hacía cada vez que el algodón hacia su trabajo en el rostro, y esos ojos, ahora cerrados, que mostraban sólo tristeza al abrirse, realmente le hacía pensar que el muchacho no merecía en absoluto todo lo que le había pasado. Fue su culpa enamorarse, pero JongHyun pensaba que algunas veces uno no podía mandar en sus sentimientos, a veces simplemente pasaba sin que se esperara; aunque tratara de evitarse, sólo sucedía. KyuHyun fue víctima de un amor no correspondido, ahora tenía la tarea más difícil que era olvidar.
JongHyun lo lamentaba por él, pero jamás le sedería a su Kibum. Sabía que su cambio con el muchacho estaba siendo quizá, drástico. Pero no lo cambiaría. No había razón para mostrar celos.
¿Cómo era que al suceder alguna tragedia, podía comprender un poco mejor a KyuHyun? A veces sucedía. Cuando se siente desprecio hacia alguien, cando se está molesto con ese alguien, y le sucede algo, algo malo, uno desearía que nunca hubiera ocurrido a pesar de todo. Hace arrepentirse. Pero JongHyun no estaba arrepentido de todo lo que le había dicho al muchacho, de todas las palabras que fueron dichas contra él. JongHyun pensó que nunca había sido grosero con KyuHyun, simplemente estaba cuidando de su esposo, de su matrimonio. Ahora, a pesar de todo lo que sucedió en el pasado, le estaba sinceramente agradecido por ayudar a su hijo.
-Muchacho-susurró inconscientemente.
-¿Sucede algo?
-Nada, no pasa nada-respondió al darse cuenta que había hablado en voz alta-. Ya casi terminamos.
Kibum se movió hacia la cuna de su bebé al permanecer un rato sólo observando. Depositó al pequeño cuerpecito de espalditas. Tomó una cobijita del ropero para tapar a su nene. Al hacerlo, removió unos cuantos cabellitos de la frente de Minho. Tenía tanto cabello, delgadito y muy negro.
-Mi bebé…-susurró sobre su frente antes de darle un diminuto besito en aquella zona-. Te dejo un momento, iré con tu hermanito.
Kibum se sentó al lado de Daniel. Acomodó el cabello de su hijo como lo hizo con Minho. Pero su hijo no tenía su largo fleco. Había desaparecido. Extrañado, miró a JongHyun. El hombre había terminado de curar a KyuHyun.
-JongHyun, quiero que me digas que fue lo que pasó. No quiero esperar más.
*
Aquí terminamos >u<
Hola o/
Bueno, este capítulo estuvo un poco más largo, ¿lo notaron? Se los debía, tardé nuevamente en subir. Pero para la próxima semana también habrá actualización.
Uff, se nos vienen unas cuantas cosas, pero sorpresa, nuevamente volvemos con nuestro JongKey y el nene Minho, ya hace falta, a que si? >u< Eh estado dedicando mucho a los hijos Kim, ya les toca a nuestros protagonistas hacer una aparición más larga n.n/ aunque, eh, tampoco significa que los hijos Kim no vayan a salir para nada xD
Nos leemos pronto, gracias por los RW queridos lectores. Hasta la próxima semana o/