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La familia Kim por Nanaa

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Capítulo 49: Confío en ti

 

-Más tarde seguimos hablando.

Los chicos asintieron resignados. Observaron a su padre entrar en su habitación; cerrando la puerta y dejándolos atrás, observó a Daniel asomar sólo la cabeza de la puerta del baño. Incluso para JongHyun era raro ver a su hijo sin el largo fleco. Sin embargo, podía ver mejor su rostro, sus ojos, tan parecido a los de Kibum. Pero tan perdidos en ese momento.

JongHyun suspiró. Cuán doloroso podía ser para un padre poder asimilar algo como tal; que alguien oso lastimar a un hijo de tal manera. Aún sentía rabia, pero podía ocultarla. Para su familia la ocultaba, pero había algo más que no podía ocular. Kibum podía verlo. JongHyun era consciente de que su esposo lo sabía. El rubio podía darse cuenta. Podía ver su tristeza y angustia. Pero JongHyun no estaba totalmente seguro de que Daniel también podía verlo.

Ladeó el rostro levemente, una pequeña sonrisa conciliadora se formó en sus labios.

-¿Qué pasa, hijo?

-No…-carraspeó-no traje ropa limpia.

-Muy bien, voy a tu habitación por algo de ropa.

-Gracias Appa.

Daniel lo vio alejarse del cuarto. JongHyun abrió la puerta. Pasaron tres segundos. Fue suficiente para que sus ojos se toparon con Dan a través de la puerta abierta. Dan seguía allí, tras la puerta, parecía charlar con alguien, o más de un alguien, sus hermanos… Dan lo miró. Daniel pudo ver demasiada furia en sus ojos, pero un leve ablandamiento se formó al verlo a él. Tres segundos, y la puerta se cerró.

Daniel supo que lo sabía. Dan lo sabía. Cerró la puerta del baño. Se recargó contra ella y poco a poco comenzó a bajar. Lágrimas ascendieron por sus mejillas, pestañeó intentando detenerlas inútilmente. Sus hermanos lo sabían. Dan lo sabía. Hubiera querido que nadie lo supiera, sólo sus appas, pero entendía que debían saberlo para que pudieran entender su actuar. Esperaba que sólo Dan y Taemin lo supieran, sólo a ellos los vio, de Taemin vio una de sus muletas recargadas contra la pared, pero también podía imaginar que Dana estaba allí.

Escuchó un toque tras a puerta. Su appa.

-Daniel…

No respondió. Restregó sus ojos con las manos con la intención se remover las lágrimas. La piel alrededor de los ojos terminó colorada e hinchada. No lo sabía, pero esa fue la imagen que le mostró a JongHyun cuando volvió a asomar la cabeza a través de la puerta.

No era un hombre que llorase a menudo, pero en ese momento sintió un tremendo ardor en la garganta. Era doloroso ver a su hijo en ese estado. Tragó saliva e intentó sonreír.

-Te traje tu pijama.

-Gracias appa-murmuró el chico. Tomó la puerta y se ocultó nuevamente en el baño.

Su mente pasaba por tantas cosas, no podría describir con exactitud la masa de sentimientos que estaba experimentando. Se sentía raro, triste e impotente. 

“Ojalá me hubiese quedado con Dan… nada hubiera pasado, nada…”

 

*

 

Los hijos Kim, más pequeñitos, habían dejado de jugar en el patio. Era hora de su merienda y Kibum se encontraba en ello. Mientras tanto los niños veían una película infantil en la sala. Picaba fruta a una velocidad impresionante, podría cortarse, pero no era consciente. Había tantos pensamientos en su cabeza.

Exhaló impresionado cuando sintió unos fuertes brazos alrededor de su cintura.

-Yeobo.

-Mi amor.

-Tengo que hablar contigo, con Dan, Taemin y Dana. Daniel no necesita otro psicólogo. Estoy yo para escucharlo cuando lo necesite.

JongHyun sonrió pequeñamente entre su cabello rubio.

-Estoy seguro que no necesita a nadie más.

Lo giró entre sus brazos morenos. Kibum quedó frente él. El rostro bonito mostraba una determinación y coraje extraordinario. La expresión de JongHyun cambió, dejando ver un leve atisbo de sorpresa. No sonrió más, pero sintió un tremendo orgullo por su esposo. Su hijo no podía estar en mejores manos. Antes, JongHyun no había mencionada nada al respecto sobre buscar otro psicólogo, realmente no lo creía necesario teniendo a Kibum. Pensó que Kibum quizá no se sentía capaz de manejar la situación y no lo cuestionó, no quiso presionarlo, tal vez en ese momento sólo estaba bloqueado, pero JongHyun confiaba en su esposo, y él, en cambio, lo creía totalmente capaz. Parecía que el rubio había escarbado extenuantemente en su memoria para recordar las clases de abuso sexual que aprendió en su tiempo de estudiante en línea. Habían pasado años, pero Kibum no lo olvidaría. Mucho menos ahora que, lamentablemente, su paciente seria su propio hijo.

-Es importante que Daniel nos cuente lo que pasó, a ti o a mí. Él tiene que sentir nuestro apoyo, nuestro afecto y sobre todo nuestra compañía. No debemos dejarlo solo.

-Cariño, ¿no crees le haremos sentir peor si habla al respecto?

-No. Esto le ayudará a sobrellevar esta situación. Creme JongHyun, se lo que hago, lo que haré. Pero por ningún motivo debemos presionarlo para que hable. Él lo hará en su momento, a su manera. Sé que será difícil, pero nosotros también debemos de mostrar nuestra calma y compresión. No debemos interrogarlo o cuestionarlo. Jamás, JongHyun, vamos a decirle algo como… “No debiste ir allí, no debiste hacer esto o lo otro”. Es algo que sucedió y vamos a ayudarlo para que lo supere.

JongHyun retuvo cada palabra mencionada por Kibum firmemente en su memoria, pero sobre todo la palabra Interrogar se plantó insistentemente. Recordó a Dan y Taemin. Las palabras que Dan dijo contra Taemin, esa acusación contra Taemin.

-No debí haberlo dejado ir solo…lo hubiera alcanzado, debí…-. Recordaba la mirada de Dan. Frustrada y enojada mientras miraba a Taemin-. No me dejaste ir tras él, no me dejaste seguir buscándolo.

-Dan, no lo hubieras encontrado. No conoces el interior de la universidad.

El rostro de Taemin se había formado de culpa.

-Tú sí, me hubieras acompañado y asunto arreglado.

-De haberlo sabido…

La culpabilidad no sólo la captó en Taemin en aquel momento. Dan también la mostró.

-Amor, esto es algo que debes de hablar con los chicos lo antes posible. Al parecer cuando entré a la universidad y Daniel también entró, Dan intentó alcanzarlo, detenerlo, pero Taemin lo detuvo. Al parecer Daniel se fue y Dan no pudo encontrarlo, iba a regresar a buscarlo, pero Taemin no lo dejó. Dan no conoce el interior de la universidad, como tampoco lo hacía Daniel. Pero imaginó que Dan preguntará muchas cosas, seguramente…

-Le dirá a Daniel “No debiste ir allí” o quizá se llene de culpa.

-Lo está, cariño, ahora lo está, y Taemin también.

-Hablaré con ellos, ahora mismo lo haré.

Kibum supo que había mucho por hacer, pero no se detendría. Abrazó a su esposo fuertemente. Los brazos delgados se aferraron a la espalda ancha. Fue cuando JongHyun sintió cierta humedad sobre su camiseta, fue cuando el mismo Kibum sintió, a su vez, cierto ardor en uno de sus dedos.

JongHyun se despegó de él lo suficiente para deshacer el abrazo y tomar la mano izquierda de su esposo. Notó una grande macha de sangre envolver el dedo índice

-Dios, como fue que no lo sentí-murmuró Kibum impresionado.

-Cariño, sé que estamos pasando por un momento difícil pero también cuida de ti.

Condujo la mano de Kibum hasta el fregadero. Abrió el grifo y mojó el dedo ensangrentado. Limpió minuciosamente la herida hasta dejarlo sin ningún rastro de sangre.

-Solo fue un accidente.

-No, Kibum. Te conozco tan bien como para saber que comenzarás a descuidarte. Nunca te das cuenta, pero cuando uno de nuestros hijos se encuentra mal te encargas por completo de ellos y te olvidas de ti mismo. Esto no es un simple accidente, no quiero que te descuides, ¿está bien?

Sostuvo el rostro delgado de su esposo con ambas manos. Realmente no quería verlo más delgado, aún más. Había adelgazado con el ultimo embarazo como para que perdiera aún más kilos. Kibum era capaz de dejar de comer lo necesario debido a la preocupación que le provocaba Daniel.

-Todo va a estar bien, JongHyun.

-Cariño…-pegó su frente a la contraria. Cerró los ojos y suspiró-. Por favor, cuida de ti. Debemos ser fuertes por nuestro hijo, así que no te dejes caer. Daniel notará que algo está mal en ti. He notado que analiza perfectamente bien a las personas, más aún notará el cambio en ti.

Kibum asintió.

-Estaré bien, Jonggie. No tienes de que preocuparte.

JongHyun abrió los ojos. Se separó de su esposo. JongHyun cuidaría de él, aun así, él cuidaría de Kibum. Lo cuidaría, lo sostendría para que ese bonito rostro no volviese a mostrar ojeras tremendas y un rostro en los huesos.

Delineó los labios rosas de su esposo con el dedo pulgar. Kibum se alejó un poco debido a las cosquillas que le provocó el roce.

-Amor, vamos a estar bien-pronunció Kibum.  

-Lo estaremos-secundó-confío en ti.

Se inclinó, y esta vez, no fueron los pulgares lo que rozaron los rosáceos labios, fue una boca. Una boca con labios gruesos que envolvieron unos más delgados. Kibum alzó las manos y las enrolló en el cabello de JongHyun. El hombre a su vez colocó las manos sobre las caderas de su esposo. Kibum se removió sintiendo una delgada ráfaga de corriente sobre sus caderas. Las manos morenas masajeaban la zona lentamente. Los dedos, las yemas; ligeros toques.

-Ah, Amor.

-Cariñito, confío en ti.

Kibum no lo miró. Escondió el rostro entre su cuello y hombro.

Confío en ti. Lo volvía a decir. Kibum se prepuso ser fuerte como nunca.

Por un momento ninguno pronunció palabras. Estaban bien sólo abrazándose. Sólo juntos compartiendo la calidez de un abrazo.

-Gracias.

JongHyun se separó una vez más. Dejó un corto y último beso en los labios de corazón.

-Día a día vamos a animar a nuestro hijo, cariño.

-Sí, amor.

Kibum tomó las manos de su esposo entre la suyas. No podía cubrirlas por completo con sus manos. Las manos de JongHyun eran notoriamente más grandes que las suyas. No le importó y siguió envolviéndolas con las suyas.

-Antes de saber exactamente qué hacer, vamos a esperar que reacciones tiene en los próximos días, seguramente no podrá dormir bien, tal vez quiera estar solo, no querrá comer, mucho menos hablar sobre el tema, quizá tenga sobresaltos exagerados. Tal vez no quiera ir a la escuela. Ahora sabemos que está demasiado triste.

-Hace poco le vi los ojos irritados.

-Estuvo llorando-murmuró pensativo.

-Por ahora ve a hablar con los chicos, siguen arriba. Me encargo de esto que estabas haciendo…-miró extrañado el montón de fruta. ¿Tenía que partir tanta?

-Sólo corta la que creas necesaria para los niños-mencionó, adivinando la razón de la duda en el rostro de JongHyun.

-Bien.

Kibum se alejó, pero antes vio la forma de picar fruta de su esposo. JongHyun lo hacía más lento que él, pero sabía perfectamente que hacer. Los niños seguían viendo televisión, apenas parpadeaban, incluso Isabelle se encontraba entretenida. Normalmente evitaba ver ese tipo de películas al creerse una mujercita grande, pero allí estaba, junto a sus hermanos pequeños. Al notar todo en orden, finalmente subió las escaleras al siguiente piso.

 

*

Taemin se recostó en su cama. Las muletas fueron arrojadas contra el suelo. No estaba de ánimos.

Rayos.

Pasó las manos por cara y cabello varias veces. Se detuvo en su rostro. Las mantuvo allí por largos minutos. Sólo un sonido proveniente de su celular pudo provocar otro movimiento en él.

Tomó el celular desde el bolsillo delantero de su pantalón. Al encender la pantalla, una palabra bastante cursi para provenir de él se dejó ver. El nombre de contacto que había colocado para Azai.

Lindura.

Era un mensaje de texto.

“Amor, ¿ya comiste?”

Sonrió. Por un momento sonrió. Su niño era lindísimo. Ese amor escrito fue agradable de leer justo en aquel momento.

“Aún no, lindo. Pero en un momento lo haré”

Mentía. No tenía apetito, pero creyó mejor mentir. Azai seguramente le diría que tenía que hacerlo pronto y él de igual forma no lo haría.

“¿Qué comerás?”

¿Qué había hecho de comer su omma? No tenía idea. Otra mentira fue escrita en su celular.

Arroz, entre otras cosas, ¿tú ya comiste?

“Si, lo hice”

Taemin suspiró. Quería verlo, tenerlo un rato con él, aunque no estaba seguro de contarle lo que había sucedido con Daniel. Se lo guardaría. 

“Quiero verte”

“Yo también, pero ahora no puedo. ¿Puede ser mañana?”

 

*

 

Kibum habló con sus tres hijos. Dan estaba lleno de ira, no contra Daniel, sino contra los muchachos que agredieron a su hermano. Kibum pudo calmarlo al dar directamente con su punto débil: la culpa que carcomía sus entrañas al no poder detener a Daniel. Le hizo ver que no era su culpa, aunque Kibum sabía que aquella culpa aún no se extinguía por completo en él. Le habló sobre la forma de tratar con Daniel. Las mismas palabras que usó con JongHyun fueron dichas para su hijo.

Taemin estaba perturbado. Sin embargo, su culpa era mayor a la que sentía Dan. Logró hacerle sentir mejor, pero Taemin aun necesitaba tiempo. Kibum creyó que la compañía de Azai sería de gran ayuda para su hijo. Le vio mandar mensajes de texto, parecía un poco más relajado al recibirlos y al escribirlos. Kibum supo que era Azai. Dana mostraba tristeza, con ella fue distinto. Ella necesitó que su omma le abrazara.

Finalmente entró en su habitación, encontrando a Daniel junto a Minho en la cama. Su nene había despertado. Jugaba con Daniel en medio de la cama. Aunque el chico no se veía con demasiado ánimo, intentaba entretener a su hermanito pequeño.

No hablaron sobre el tema. Daniel no lo haría, y Kibum lo respeto. Lo notó distraído, a veces notaba una mirada perdida, pero veía destellos de rabia. Fue fácil deducir que Daniel recordaba, pero al hacerlo, él mismo se negaba a seguir.

Daniel no salió de su habitación hasta el anochecer. Con ello, al menos Kibum comprobó que Daniel no se aislaría. Al menos no de ellos, no de Kibum y JongHyun, y al parecer también de Minho, pero no podía decir lo mismo de sus hermanos.

Kibum le acompañó a su habitación, con Dan. No habló mucho, no como normalmente lo hacía con Dan. Incluso evitaba su mirada. Dan por su parte, también lo resintió, pero no mencionó nada al respecto a pesar de que volvía a sentir la ira comer su cuerpo, pero también unas inmensas ganas de abrazar a su trillizo, se consolarlo, de cuidarlo, y charlar con él. No pasó nada, simplemente cada quien durmió.

 

*

 

El rubio meció a su bebé entre sus brazos. Minho balbuceaba palabras inentendibles mientras reía. Kibum intentaba dormirlo, pero estaba siendo difícil. Su nene no parecía querer dormir.

-Cariño, ven a la cama. Mécelo aquí, te noto cansado-. Kibum no se negó. No necesitó que se lo dijera dos veces. Realmente se sentía cansado. Sus pequeños ojos gatunos peligraban con cerrarse en cualquier momento, pero no podían cerrarse, aún no. Caminó hacia la cama y tomó asiento a su lado.

-Préstamelo, lo dormiré yo, descansa.

-No creo que quiera, Jonggie.

-No lo sabremos hasta que lo hagas.

Kibum sonrió levemente. Le dio al nene, pero este sintió el cambió e inmediatamente comenzó a hacer morritos. Su rostro se puso rojito y antes de que comenzara a llorar, JongHyun le pasó al nene a su omma nuevamente.

-Al parecer debo pasar más tiempo con él.

-Seguro que sí. Cuando te den vacaciones en el trabajo Minho será todo tuyo-bromeó.

-Por mi estará bien-respondió, siguiendo la broma de su esposo, aunque realmente pasaría más tiempo con su pequeño hijo.

Tomó las pequeñas manitas de Minho. Quedaban tan chiquitas en su palma, más aún al ser poseedor de unas manos demasiado grandes. Minho lo miró con aquellos enormes ojos negros. Parpadeó varias veces, pero sus ojos no se despegaron de su appa. De vez en cuando miraba a Kibum, pero sentir la mirada de su appa le hacía mirarle de nuevo, aún más cuando JongHyun hacía caras extrañas y le provocaba risa. Kibum le regañó más de una vez porque de esa forma el nene menos dormiría. Sin embargo, escuchar la risa de su bebé era un tranquilizador extraordinario a todo lo malo que estaba pasando. Al fin de cuentas, Minho durmió, una hora después.

Treinta minutos pasaron para que Minho comenzara a bostezar, una hora después quedó plácidamente dormido.

Dos horas después, por la madrugada, dos gritos y un fuerte sollozo perturbó su sueño.

 

 

 

Notas finales:

Hola mis queridos lectores <3 ¿Qué les pareció? ¿Quienes serás lo que despertaron a los appas Kim? Sí, es más de una persona, creo ya se imaginaran quien es una de ellas :'c

Muchas gracias por sus comentarios, me gusta mucho leerlos, siempre me animan mucho, y especialmente me animaron mucho las personitas que comentaron en el capi anterior <3 Tris me dijo que sería mi culpa si reprueba su examen, lo pasaste? xDD Mi YinBummie, si, ya mía, ahahah y Lolita que apenas va leyendo la historia >u< Gracias por darme un pedacito de sus pensamientos hacie el fic, me ayuda mucho y me hace feliz, las loveo <3

Nos leemos en el proximo!! aun queda mucho... no se cuantas veces les dije que estabamos en los ultimos capis, pero terminaba escribiendo más. La verdad es que planeo escribir, por ejemplo, una escena chica, pero esa "pequeña escena" termina siendo todo un capi. Se me alargan los capis mucho, mi cabaza no se calma xD

Aún queda esto: La mamá de Azai y su secreto(?) Otzea porque es así, el recuerdo del casi aborto de Onew. Nuestro Daniel, que más pasará con Kyu. La señorita que acosaba a JongHyun en su trabajo, la recuerdan? Seguramente se me han pasado más cosas, diganme que más secretos o dudas tienen(?) xD lo tengo todo planeado, pero a veces se me pasan algunas cosas >u<  

Cuidensen <3 

Por cierto, mañana estaré respondiendo sus comentarios, lo haría ahorita pero esta lloviendo fuerte y con rayos, y no quiero que me caiga uno(?) xD hasta mañana! n.n/

 


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