PASADO:
-¡Thor, déjalo! ¡Eres un maldito bruto, déjalo!- exclamó Loki, intentando separar a Fandral de la lluvia de golpes y puñetazos que su hermano le estaba proporcionando.
Sin lograrlo, el pelinegro fue impulsado hacia atrás, cayendo estrepitosamente sobre su espalda, gracias a un empellón del ojiazul. Por varios minutos más, los que se suponía eran los mejores amigos se golpearon con ganas... Fandral no estaba dispuesto a permitir que le humillaran y al final, los dos eran guerreros que arreglaban sus diferencias como guerreros y no como cobardes.
-Quiero que lo dejes en paz... ¿Me escuchas? No te le acerques... no te atrevas a intentar hacerle daño...- espetó Thor al espadachín, mientras casi lo ahorcaba, dejándole caer cada palabra con mal disimulada rabia.
-¿Estás... loco?- preguntó Fandral con dificultad y sin ceder- ¿A ti qué te importa lo que Loki hace? No puedes prohibirme pretenderlo...
-Puedo y lo haré. Conozco tu reputación...
La pelea comenzó a llamar la atención de otros jóvenes del grupo, que suspendieron sus diversiones junto al lago para ir a observar el enfrentamiento. Loki supo que no era prudente continuar dando de qué hablar... así que reunió toda su fuerza mágica y lanzó un haz de energía que separó a los rijosos, aturdiéndolos por un instante.
-Su reputación no es peor que la tuya...- murmuró mientras se quedaba sin fuerza y sin magia.
-¡Qué demonios haces!- le gritó el mayor, mirandolo a Loki con coraje y dejandose ir contra Fandral para continuar con los golpes.
-Basta, te lo pido...- volvió a decir el otro, aunando dos gruesas lágrimas que cruzaron sus mejillas dejando un rastro brillante- No quiero que te lastimes...
Fandral se detuvo al escucharlo... habían pasado juntos una buena tarde, era la tercera vez que salían y por fin Loki había permitido que lo besara. Estaba enfebrecido de deseo por el menor de los príncipes, la blanca piel de Loki, sus labios finos y frescos, su negra cabellera lo estaban torturando desde que regresara de Vanaheim, a donde había ido a perfeccionar sus estudios de magia. Ya no era el adolescente enclenque de meses atrás... Loki florecía y estaba dispuesto a pagar el precio del rencor y al parecer de los celos de Thor por saborearlo.
Pero dos cosas le convencieron de detenerse, una era la terrible reacción del mayor, quien se mostraba exageradamente posesivo y protector con su hermano y la otra era, por supuesto, la evidente preocupación del joven, que apenas podía con el dolor que le causaba ver cada golpe que Thor recibía. Fandral de pronto lo comprendió todo...
-Me rindo, Thor... tu ganas esta vez...- declaró, haciendo que el puño poderoso que estaba en camino a su quijada se detuviera y la pelea terminara.
-Lo siento, Fandral... pero no me pareces la mejor compañía para mi hermanito...
Se encogió de hombros, dando a entender que le daba igual. Mostró su acostumbrado semblante de cinismo y se fue a contener al resto del grupo que se acercaba. Con risas, fingiendo que se lo tomaba a broma, Fandral los obligó a regresar al lago y a la fogata... buscando cerveza para quitar el dolor del cuerpo y el del orgullo lastimado.
Loki y Thor quedaron solos, frente a frente, el menor limpiando sus lágrimas con ademanes de impaciencia y el mayor con la mirada baja, conociendo que era de él la mayor imprudencia al armarle todo ese escándalo.
-Hermanito...- comenzó a decir, extendiéndo su brazo hacia Loki.
-¿Qué pretendías hacer?- le reprochó- No puedes ir matando a todo el que se me acerque en la vida... ¡No tienes ningún derecho! Ni siquiera como mi hermano o como mi príncipe tienes derecho a meterte en mi vida privada...
-¡Fandral estaba muy pegado a ti! ¡Te estaba abrazando! ¡Te estaba besando!
-¿Y qué? ¡Yo deseaba besarlo también! ¿Cuál es tu idea de volver a ser hermanos? ¿Qué tú puedas estar con Sif o con Amora cuando te dé la gana y yo permanezca recluido en mi habitación, llorando tu abandono?
-Loki... yo no te he abandonado... es solo que... ¿No lo has pensado? Lo que hacemos no está bien... Y no quiero que salgas lastimado...
-¡No me toques! Tú que sabes de mí, tu no conoces las cosas que me lastiman... o que me rompen el corazón... ¡Mientras me tuviste y me usaste no existían riesgos ni murmuraciones que te importaran! Y ahora que te has aburrido de mí, ahora que Padre te obliga a hacer visitas sociales con las hijas de los dignatarios... pretendes que permanezca solo y aislado mientras tú te diviertes... ¿No es así?
El pelinegro de echó a caminar de regreso a palacio y Thor caminó tras él, tampoco iba a permitir que lo dejaran con la palabra en la boca y Loki debía dejar de ser caprichoso. ¡Fandral! Si Fandral era un conquistador sin remedio, él sí que usaba a sus parejas y los abandonaba sin piedad... y se había propuesto conquistar a Loki... peor aún, Thor se enteró que Fandral había apostado que le robaría la virginidad.
Pero no podía decírselo... no si no quería hacerlo sentir más humillado aún.
-Hablemos, Loki...- declaró el rubio, deteniéndolo bruscamente del brazo.
-¡Déjame, me lastimas!- renegó el menor, luchando por liberarse.
Thor usó a medias su propia fuerza para dominarlo... tenía que confesarse que la idea de ser solamente hermanos había sido la peor que tuvo y que extrañaba mucho la cercanía, el calor y los besos de Loki.
-Perdóname ¿Sí? No medí mis palabras... Tienes razón, soy un bruto a veces... Pero es que no sé qué hacer... No sé que hacer sin ti...
***
Loki utilizó su magia para disimular las marcas que los chupetones de Fandral habían dejado en su cuello. No sabía que estaba pensando al permitirle que lo besara así... sintió un poco de repulsión al recordar las manos del espadachín acariciándole las caderas, ansioso por abarcar su trasero y su entrepierna... menos mal que el impulsivo de Thor había llegado a tiempo para interrumpirles.
Tomó las tarjetas de los muchos arreglos florales que estaban en la antesala de su alcoba... todos eran precisamente del afamado guerrero, quien además le dedicaba apasionadas palabras esperando que volvieran a salir esa noche. Las tiró en la basura sin terminar de leerlas. No volvería a salir con él... ni con nadie... era estúpido intentar darle celos a Thor.
Thor era un mar de celos caminando.
Se miró al espejo, satisfecho de lo que veía... estiró su cabeza a un lado y a otro... esperaba no dejar visible ninguna desagradable marca. Sonrió y sus bellos ojos de esmeralda brillaron con ilusión... después de la pelea y de discutir con Thor, su hermano mayor terminó confesando que lo extrañaba y eso era lo que quería escuchar.
Fue llamado para que se presentara a la cena familiar. El protocolo cuando su padre estaba en casa era observado estrictamente y se apresuró a bajar, pulcramente vestido y esperando que esa noche, Thor volviera a caer a sus pies.
No había nadie en todo Asgard mejor portado que Loki Odinson en los eventos oficiales. Su gracia, su brillante don de la palabra, su elegancia, eran el orgullo de la Reina Frigga y aunque Odín prefería los modales rudos y poco refinados de su heredero, no había noche que no terminara desesperado porque Thor ya fuera derramando el vino o comiendo como salvaje, lo hiciera abochornar y tampoco había noche que no elogiara la compostura de su hijo menor.
Pero esa noche parecía un duelo de hijos modelo. Thor se presentó impecablemente vestido, peinado y limpio... oloroso a maderas finas. Tomó su lugar a la derecha de su padre y a la izquierda de Loki, que ocupaba el lugar designado al segundo príncipe de la sangre. Odín respiró tranquilo... esa noche pretendía halagar a los visitantes de Elfheim, con quienes esperaba hacer grandes alianzas y negocios, benéficos para Asgard y también para sus arcas personales. Mucho le ayudaba la decisión de sus vástagos de comportarse esa noche como lo que se suponía que eran... Príncipes.
Frigga los observó desde su lugar al otro extremo de la enorme mesa del banquete, sospechaba que algo se traían sus hijos... aunque por muchos años le fue imposible adivinar el secreto que los dos guardaban.
-¿Vas a tomar vino, hermano?- preguntó Loki con disimulo, mientras sus copas eran vertidas con el aromático líquido carmesí- Es demasiado para tu paladar acostumbrado a la cerveza y al hidromiel...
-El vino también me agrada- respondió Thor, bebiendo un sorbo y cerrando los ojos mientras degustaba su añejamiento- Sabe igual que tu... como aquella noche del aniversario de nuestros padres...
Loki se sonrojó... la referencia era a la ocasión en que, bebiendo un poco más que de costumbre, Loki se sintió tan mareado solicitó permiso para subir a recostarse. Como no podía sostenerse en pié, Frigga le ordenó a Thor que lo ayudara a llegar a sus habitaciones. Lo llevó, le quitó la camisa, las botas y lo acostó, como si fuera un niño pequeño... y antes de regresar a la celebración y ante el riesgo de ser descubiertos, Loki lo haló por el cuello para besarlo y casi obligarlo a que se recostara sobre él. -Un día quiero ser tuyo...- murmuró, sin dejar de besarlo. -Creo que ya lo eres...- murmuró Thor, respondiendo a la caricia.
-Por supuesto. Tenías que recordar las estupideces que se hacen cuando el vino es demasiado en la sangre...- sonrió mientras se sonrojaba nuevamente.
Por respuesta, el rubio deslizó su mano bajo el mantel de la mesa, posándola suavemente en el muslo de su hermano.
-¿Ya me perdonaste por lo de Fandral?- preguntó, apretándo un poco y haciendo círculos sobre su rodilla, a manera de caricia.
-No. Y va a ser muy difícil que te perdone. No soy tu juguete, Thor... Y aunque yo también te extrañe, no estoy dispuesto a permitir que me toques tan solo como diversión.
La cena continuó. Otra hermosa princesa, esta vez de la casa gobernante de Alfheim le fue presentada al heredero. Thor tuvo que comportarse como caballero y charlar con ella durante la tertulia de sobremesa. Era linda, avispada y tenía una conversación amena, pero gracias a todo lo eterno, sus padres opinaban que aún eran los dos demasiado jóvenes para un compromiso y que esperaban que se hicieran amigos, porque en un futuro, tal vez si naciera la chispa del amor entre los dos.
Ese punto fue perfecto para que Thor se despidiera de ella y la llevara gentilmente, ofreciéndole su brazo, hasta el lugar donde las damas charlaban. La dulce princesita no ocultó su desilusión, pero no tuvo opción alguna.
Thor fue por dos copas más hasta la mesa de servicio, buscó con la mirada a su hermano y no lo encontró por ninguna parte. Solo tenía dos opciones... o se había retirado, molesto por la presencia de la joven dama o estaba en el lugar donde acostumbraban citarse, esperándolo... cruzó los dedos para que fuera lo segundo.
Loki estaba ahí, sentado en la semipenumbra, observando las estrellas y pensando. Tomó la copa que le fue ofrecida y bebió más de la mitad de un solo trago, sin dejar de mirar al cielo.
-¿Tú crees que realmente podemos seguir así por mucho tiempo?
-¿Seguir como, Loki?
-Así... escondiéndonos... A mí no me divierte esta situación.
-No lo sé... Solo puedo decirte que no es divertido porque no es un juego... Yo no estoy jugando contigo... Solo sé que cuando no estamos juntos, me desespero y cuento cada minuto que falta para verte... y si puedo estar contigo aquí, aunque sea por un par de instantes... es suficiente para sentirme feliz.
Loki suspiró, haciendo un espacio para que el otro tomara asiento. Chocó su copa con la de Thor y ambos bebieron hasta el fondo, luego el rubio tomó ambos envases y los arrojó hacia atrás, estrellándo el fino cristal contra la pared de roca de la fuente que dejaba escuchar el sonido del agua sobre la piedra como música a sus oídos.
-¿Y si un día nos separamos?
-Yo no sé, Loki... yo no sé que nos espera siquiera el día de mañana... pero en eso no quiero pensar... hoy solo quiero estar junto a ti...
Se entrelazaron sus manos, y se tocaron sus frentes. Ninguno podía decir con certeza lo que su corazón sentía por el otro. Y en cierta forma, era un sentimiento aún inocente, que no tenía una sola mancha de culpa, de egoísmo o interés.
Unieron sus labios suavemente... habían ya pasado casi tres semanas sin estar a solas. Se extrañaban terriblemente... Aún así, los besos seguían siendo más bien tiernos que apasionados... y sabían a vino... tal y como Thor había dicho, tal y como Loki ya sabía... tenían gusto a vino, a ternura, a cariño inmenso...
-Entonces... ¿Ya no estamos distanciados? ¿Ya no estamos enfadados?
-No... Nunca más... ¿me entiendes? Nunca más...- Dijo Thor, volviendo a los labios de los que no quería volver a separarse y sin poder contenerse más, abrazó a su hermano, lo estrechó con fuerza y después hundió su rubia cabeza entre la negra melena, ahogando un sollozo y una emoción que amenazaba desbordarlo.
-¿Qué tienes?
-Nada... que ahora comprendo que te quiero... ¡Te quiero, Loki!
***
PRESENTE:
Thor no estaba pálido... estaba lívido... del recuerdo de la pelea con Fandral habían pasado a una realidad difícil de aceptar. Loki le había soltado la noticia sin anestesia.
Salieron de la pizzería y comenzaron a caminar sin rumbo. Más bien Thor caminaba y Loki elegía seguirlo...
-¿Estás seguro?- fue lo primero que se le ocurrió preguntar, metiendo nervioso las manos en los bolsillos de su pantalón y casi sin atreverse a tocarlo, como si ahora fuera que Loki era de cristal.
-No estoy seguro... no tengo la menor idea de como comprobarlo... pero tengo todos los síntomas y la verdad... tengo mucho miedo...
-Tanto tú como yo sabíamos que tu cuerpo es diferente al mío... que tienes mucha más herencia Vanir que Asgardiana... pero no sabía que podías... quedar... tu sabes...
-¿Embarazado?
El mayor asintió... estaba asustado... ¿Qué iba a suceder ahora? Aún así, quiso sonar como si tuviera el control de la situación.
-No tengas miedo... seguro encontraremos la forma de arreglarlo...
¿De arreglarlo? ¿Cómo era eso de arreglarlo? Si no era una máquina descompuesta... era su cuerpo... y además, dentro de él crecía otra vida que no pidió estar ahí... y que era producto de el amor entre los dos...
Aunque Thor nunca le había dicho que lo amaba.
Le había dicho que lo quería... muchas veces... pero eso era distinto a amar.
Ahora tenía el doble de dudas que antes. Tuvo que aceptar que nunca se preocupó lo suficiente por informarse, por cuidar que las relaciones sexuales no tuvieran consecuencias... podía sonar a locura, tal y como sonaba, pero en su caso, en su cuerpo, si existía la posible consecuencia de un embarazo no deseado...
-Solo quise que lo supieras, Thor... no te estoy culpando o responsabilizando de nada... estoy consciente que no tenemos ninguna clase de compromiso que nos una y además, aún no decido que haré...
-¿A qué te refieres exactamente con eso de que no has decidido qué harás?
-No he decidido... es todo.
Loki se echó entonces a correr para alejarse de su hermano... pudo desaparecer o transportarse usando la magia, pero en realidad tenía miedo de usar sus poderes y lastimar al bebé...
Ya estaba dicho, ya estaba hecho... Thor no reaccionaba o le faltaba tiempo para pensarlo... también él necesitaba pensar muchas cosas más.
-¡Espérame! ¡No corras, por favor! Loki... ¡Puedes hacerte daño!
Los dos vivían en una casa de estudiantes. Tenían habitaciones separadas y compañeros de cuarto, una medida estúpida tomada por Thor para evitar sentirse tentado a mudarse a media noche, a la cama de Loki. Y esto lo tenía sumamente irritado... no podía entrar por la fuerza ni hacerlo hablar... tampoco podía dar gritos para obligarlo a dejarlo entrar... ¿O sí podía? ¿Qué le importaba a él hacer un escándalo? Después de todo, Loki estaba esperando un hijo de los dos... el bebé también era de él y también tenía derecho a opinar sobre el futuro... Loki tenía que escucharlo decir eso, quizá de esa forma podrían hablarlo con más calma y tomar las decisiones juntos.
-Parece que el destino se empeña en juntarnos... no importa lo que hagamos, no importa cuantos problemas tengamos... siempre estaremos juntos...- se dijo a sí mismo, forzando la puerta sin ningún problema.
El compañero de cuarto de Loki, un joven estudiante de psicología, era sin duda el mejor desahogo que el pelinegro pudo tener. Acomodó un poco la historia y le contó que era una novia (y no él mismo) quien sospechaba del embarazo y que no sabía como proceder. Thor tuvo que fingir solidaridad con su hermano y la supuesta novia, para quedarse escuchando con interés.
-Siempre pensamos que puede sucederle a otros pero no a nosotros- dijo el joven estudiante- Pero lo cierto es que no lo reflexionamos hasta que es demasiado tarde. Dime, amigo... ¿Ya están plenamente seguros del embarazo?
-No...
-¿Entonces como es que sospechan? Te voy a decir, que solamente por cosas como náuseas, mareos o incluso por retraso en el período no deben asegurar nada. Lo mejor es una prueba de sangre.
-¿Y una prueba casera?
-Es buena, pero será mejor una de un laboratorio y un especialista que la revise a ella y asegure que está embarazada. Primero eso... después, vayan con mi profesor... seguro que podrá orientarlos acerca de que es lo mejor: Pueden interrumpir el embarazo o seguir adelante... depende que quieran hacer con sus vidas.
¡Interrumpir el embarazo! Thor casi se desmaya al escuchar esas palabras. Pero Loki estaba muy atento escuchando... algo extraño le oprimió el pecho... Interrumpir el embarazo era una posibilidad que su hermano estaba considerando.
El resto fue solo eco en su cabeza... atento a Loki, a su cuerpo arqueado, a su abdómen todavía plano que se movía mientras hablaba, mientras preguntaba detalle tras detalle... ¿Cómo se iba a ver aquel joven dios cuando la gestación avanzara? ¿Cómo adquirirían esos ojos de esmeralda el brillo de amor por el hijo que llevaría al vientre? ¿Cómo sería el momento en que naciera? La visión era hermosa... Thor comenzó a soñar despierto y se dio cuenta, aún antes de Loki, que un hijo de los dos era un milagro maravilloso...
-¿Ya estás más tranquilo?- se atrevió a preguntar, luego que el compañero de habitación aceptara mudarse al cuarto del rubio temporalmente, para que los hermanos pudieran apoyarse. Thor salió y compró una prueba casera... no estaba muy seguro que funcionara, pero Loki deseaba hacérsela...
-Si... me siento mejor. Pero todavía tengo miedo...
Loki entró al baño y colocó la prueba casera en un recipiente con su muestra de orina, ahora todo lo que restaba por hacer era esperar... Se sentó en la orilla de la tina de baño mientras observaba como una línea azul de control aparecía... Si el resultado era negativo, solo esa línea estaría presente; pero si el resultado era positivo, otra línea color azul cruzaría la primera formando una cruz... y significaría que estaba gestando.
Escuchó los pasos de Thor recorriendo la habitación de un lado a otro, podía observar su sombra inquieta en la luz que se filtraba bajo la puerta del baño. Podía sentirse agradecido de eso... el rubio no lo estaba dejando solo en ningún momento...
Pasaron quince minutos... la prueba solo requería entre tres y cinco. Lo que fuera, tenía al pelinegro muy pensativo... Thor esperó con paciencia, ya saldría a compartirle lo que estaba sucediendo.
Se rió un poco de los dos. Tan poderosos, hijos de Odín, herederos de Asgard, con problemas tan simples como los de cualquier plebeyo o los de cualquier mortal.
-¿Cuál fue el resultado?- preguntó, cuando Loki salió del baño con la prueba en la mano, sin una expresión clara en el rostro que le adelantara las noticias.
-Parece que es positivo...- murmuró Loki, echándose a llorar- No es muy claro... la hice dos veces y las dos veces resulta una cruz... pero muy borrosa. Aquí dice que debe ser una marca fuerte... pero es positivo... ¡Estoy esperando un bebé!