Todo estaba oscuro, en el ambiente se podía sentir una densidad que no dejaba estar en paz a Red, a lo lejos se oyó algo.
-Red, despierta, Red, por favor.
-“¿Qué? ¿Dónde estoy? No puedo respirar ¿qué es esta pesadez en mi cabeza?”
El bello jovencito abrió sus ojos lentamente, la luz de la mañana le molestaba.
-¿Qué sucedió?-preguntó somnoliento.
-Red, despertaste-dijo aliviada Misty-nos tenías muy preocupados.
-¿En serio? No entiendo nada ¿qué me pasó?
-Ayer estabas muy alterado y por alguna razón te desplomaste en los brazos de Brock.
-Ahora recuerdo todo-los momentos de lo sucedido con Green pasaron por su mente, cerró los ojos rápido, sintió un gran peso en su pecho, trató de levantarse de la cama pero no pudo, estaba muy débil.
-Red, no hagas eso, aun estás muy cansado.
-Red, dime por Dios que estás bien niño-entró el profesor Oak preocupado a la habitación.
-Tranquilo profesor, al parecer sólo nos dio un pequeño susto a todos-respondió la pelirroja.
-¿Cómo te sientes muchacho?
-Bien profesor, es sólo que…
-¿Qué tienes Red? Dime, así sea lo más mínimo, tu eres una de las personas que más aprecio.
-¿Cómo?-dijo Misty sorprendida-“ahora que lo pienso el rector jamás se había preocupado así por alguien”
-Gracias profesor, pero estoy bien-dijo Red arrojando una débil sonrisa en sus labios.
-Nada de eso, necesito que te dirijas al centro de salud de ciudad Azafrán, lo malo es que no te puedo acompañar ¿hay algún problema si te mando solo?
-Si usted gusta Profesor Oak, Brock y yo podemos acompañarlo-dijo Misty.
-Buena idea, Red, prepara tus cosas para ir con ellos.
-Muy bien profesor-suspiró Red.
Al rato llegó la limusina a la entrada del edificio, los 3 chicos ya estaban listos.
-Adiós chicos, Red no olvides venir a contarme tus resultados médicos-dijo sonriente Oak.
-Claro que si profesor-respondió apenado el jovencito.
-¡Vaya! Red el profesor Oak te aprecia mucho-lo miró Brock sorprendido.
-Así es, el es alguien muy allegado.
-¿Por qué no nos habías dicho nada?-preguntó Misty algo molesta.
-La verdad es que con tantas cosas en mi cabeza no había tenido tiempo, lo siento mucho.
-No te preocupes, te entendemos-dijo Brock.
-¿Y de donde lo conoces?-preguntó Misty nuevamente.
-El profesor Oak era mi maestro en la escuela primaria, era muy allegado a mi familia, el me aprecia mucho.
-Ahora todo tiene sentido, por eso conoces también a Green-dijo asertivamente Brock.
Red se quedó en silencio.
-Oye, no lo molestes-respondió la pelirroja.
Hubo un silencio incómodo por unos 5 minutos.
-Red ¿has comido bien últimamente?-preguntó Brock.
-Si, eso creo-respondió el chico de perdiendo su mirada por la ventana.
-Entonces no me explico que podría ser –lo miró detalladamente Misty.
-¿Cuanto falta para llegar?-preguntó Red.
-No mucho, supongo-dijo Brock.
Mientras los chicos se dirigían al centro médico de Ciudad Azafrán, Erika y sus compañeras se encontraban jugando Tenis en el campus de la escuela.
-Te lo dije querida, volví a ganar-dijo orgullosa la joven princesa-una chica como yo siempre gana.
-No es justo-dijo su compañera-tu eres una niña rica, de seguro desde pequeña juegas tenis en tu gran mansión-dijo irónicamente la chica.
-La verdad no te entiendo.
-Olvídalo-sostuvo la pelota en sus manos-mejor sigamos-arrojó muy fuerte la pelota.
El golpe de la compañera de Erika fue tan duro que salió del campo y cayó en unos arbustos.
-Mira lo que hiciste, si perdemos esas pelotas nos meteremos en problemas-la miró Erika enfadada.
-Tranquila, tu puedes pagar ¿o no? Mejor trae la pelota o entonces si se perderá.
-Como digas-gruñó.
Corrió para buscar la pelota en los arbustos, cuando escuchó un sonido extraño.
-“Rayos ¿qué fue eso?”- pensó atemorizada-¿Quien anda ahí? Responda.
Sacó su poke-ball con Gloom en su interior.
-Si no sales te arrepentirás-dijo la chica alterada.
De pronto volvió a escuchar el mismo ruido pero en un tono diferente, era más débil. Corrió algunas ramas y notó que se trataba de un Pokemon herido, era un Tangela.
-Y tu ¿cómo llegaste hasta aquí?
Tangela la observaba tiernamente esperando que la ayudara. Erika pudo notar que tenía una herida bastante profunda en una de sus pequeñas piernas, sangraba un poco.
-No te preocupes amiga, te ayudaré-sonrió.
Finalmente los chicos se encontraban saliendo del centro médico en ciudad Azafrán.
-Ya sabes Red, tienes que cuidarte un poco más-lo regañó Misty.
-Si, ya lo se, el doctor me dijo que todo había sido producto del estrés provocado por los últimos acontecimientos, demasiada presión-se quedó pensativo-“No pueden saber que todo se debió en parte a mi reecuentro con Green”
-Yo me encargaré de tus medicamentos, por un momento nos preocupamos mucho-regañó Misty a Red.
-Oye, está aun algo débil, no lo indispongas-intervino Brock.
-Vamos mejor-replicó Red corriendo al auto.
Los tres chicos subieron a la limusina y se dirigieron de nuevo a la escuela.
-Qué linda es esta ruta, la verdad no me había dado cuenta, ayer cuando llegué venía durmiendo y no pude notar la belleza de este bosque-se maravillaba el jovencito.
-Así es, de hecho es común encontrar muchos Pokemon salvajes por esta ruta-añadió Brock.
-¿En serio? Sería interesante bajar para atrapar algunos.
-Eso no es posible-dijo Misty-va en contra de las reglas de la escuela y estar por acá sería exponernos a diferentes peligros.
-Se ve que tu casi nunca sales Misty-la miró Red irritado.
-La verdad la escuela es inmensa, no entiendo para qué la necesidad de salir de un sitio tan maravilloso como ese-respondió la chica-además si quieres un Pokemon para eso lo puedes comprar en la escuela.
-¡Mira un Rattata!-interrumpió emocionado Red.
-¡Oye! ¿No me estabas poniendo atención?-dijo Misty indignada.
El Rattata miró a Red de una manera diabólica.
-¿Es normal que un Rattata me de miedo?
-Idiota, pon atención cuando te hablo-golpeó a Red en la cabeza.
-Oye, a veces puedo pensar en otras cosas-respondió el azabache sobándose su cabeza.
-Chicos, dejen de pelear ya-intervino Brock.
-Entonces dile a este grosero que a las personas se les pone atención cuando se habla.
-No todo gira a tu alrededor Misty.
-Aghhh, eres tan inmaduro Red.
De repente se oyó un estruendo que sacudió un poco la limusina, el auto se detuvo.
-¿Qué sucedió?-preguntó Brock.
-No lo sé-dijo misty asustada.
-Bajemos para saber qué pasó-dijo Red.
-¿Estás loco? Red-lo tomó del brazo-podría ser peligroso, mejor llamo a la escuela para que manden otra limusina-dijo Misty.
-La verdad no me importa, yo quiero saber qué sucede-se solto y bajó del auto.
-Red, no-gritó Misty.
Una vez afuera el jovencito, se estiró un poco y preguntó al conductor qué había sucedido.
-Son las ruedas traseras, al parecer están pinchadas-respondió el sujeto.
-Pero ¿cómo?-dijo Red.
-No te preocupes, ya me comuniqué con la escuela, mandarán pronto otra limusina, ahora ingresa al auto.
-En el auto hace mucho calor-hizo un berrinche-quiero estirar un poco aquí.
-Te entiendo pero no lo puedo permitir, me puedo meter en un gran problema, entra y pondré el aire acondicionado.
-Está bien, subiré al auto-caminó resignado.
Entre los arbustos se oyeron ruidos. La curiosidad de Red fue mayor.
-Perfecto, este es mi día de suerte, capturaré un Pokemon-dijo entusiasmado.
-Me temo que eso no es posible-replicó el chofer-ahora vuelve al auto.
Al parecer las palabras del personaje no le importaron a Red quien corrió a los arbustos esperando atrapar un Pokemon interesante, llevándose la sorpresa de su vida.
Mientras tanto Erika se encontraba curando a su nueva amiga Tangela.
-Muy bien, con esto te sentirás mejor-dijo La bella chica mientras aplicaba una poción al Pokemon.
Al parecer la herida era bastante profunda, la poción surtiría un efecto a corto plazo.
-“Maldición, no puedo dejarla aquí a su suerte, tendré que ingresarla a escondidas a la escuela, de seguro Blaine me ayudará”
-Tangela, necesito que confíes en mi, por favor entra a mi Poke-ball, juró que no te lastimaré.
El Pokemon lo dudó un momento, luego dio un salto para entrar a la Poke-ball de Erika.
-Gracias Tangela-susurró, inmediatamente corrió al edificio donde quedaba el laboratorio.
Más tarde en el camino hacia la escuela Red y sus amigos al parecer se encontraban en peligro.
-¿Qué sucede?-preguntó asustada Misty.
-Muchachos, no salgan del auto-gritó el chofer.
-Red ¿qué sucede? Habla-preguntó Brock alterado.
-No se, sólo recuerdo que esperaba capturar un Pokemon entre los arbustos pero me encontré con un montón de Rattatas salvajes que me miraban con sus ojos tan llenos de rabia.
-¿De qué hablas?-replicó Kasumi.