[Segundo contacto]
-No te atreverás-
-Lo haré- el ahora castaño solo sonrió malignamente al acercarse aún más al rostro del joven; podía apreciar el nerviosismo ajeno, podía percibir como el sonrojo se iba extendiendo por todo su rostro y su mirada dudaba levemente...
Podía sentir la calidez de sus ahora paralizados labios al ser besados.
¿Cómo habían llegado a esto? Fácil, todo era culpa de Doraemon. Y es que desde que el castaño le regalara ese cojín Baek Hyun se había apartado completamente de él, solo acercándose cuando estaban frente a cámaras o en los conciertos.
¿Le molestaba? Más que eso, le irritaba el no saber que le pasaba al pelinegro, tener que buscarlo y que cada vez que le hiciera una broma el otro solo bufara y se pusiera a hablar entre dientes con aquel molestoso cojín alteraba todos sus sentidos. ¿Estaba siendo desplazado por un estúpido cojín? ¿Era eso? Pero Jong Dae no lo dejaría así, no señor; Kim Jong Dae iría y obligaría al pelinegro a que le confesara que le pasaba aunque tuviese que romper ese espantoso cojín con sus propios dientes.
O al menos esa era la idea.
Abrió la puerta de la habitación intentando calmarse, calma que no duró al ver a Baek Hyun con el “estúpido cojín” entre sus brazos.
Con solo verlo se lanzó encima del mayor; debía destruir ese cojín, desaparecerlo de la faz de la tierra y que nunca más nadie supiese de su existencia. “-Dámelo-“y “-¡nunca!-” resonando en la habitación con cada movimiento, un castaño sentado encima de un pelinegro que protegía ese cojín con su propio cuerpo.
“-Voy a quitártelo-
-¡No lo harás!- un nuevo movimiento, un nuevo forcejeo por ambas partes.
-Tengo muchas formas de hacerlo- dijo al darse cuenta de la cercanía que se había producido entre ambos, sus propias manos atrapando las del mayor y todo su peso acorralando al contrario - …hyung- murmuró quedando a escasos centímetros de esos ojos que lo miraban con rabia y nerviosismo escondido -¿quieres que te obligue?-
-No te atreverás-
-Lo haré-“
La conversación sonaba tan lejana en ese momento, aquel beso que había iniciado como un simple juego ahora iba acorde con sus torsos desnudos y sus respiraciones entremezclándose; mordidas, lamidas, movimientos creándose de ambas partes con el simple contacto de uno encima del otro… hace ya minutos que el castaño había liberado al pelinegro y hace ya minutos en que ambos miembros se encontraban frotándose entre ellos más que despiertos. Todo el nerviosismo se había evaporado, ambos cuerpos solo reaccionando ante los toques ajenos y brindando aún más…el calor desbordando de ambos y quemándoles la piel, los labios del menor marcando el cuello del pelinegro con agresividad, como si en vez del cojín fuese él a quien quisiera destruir…
Calor…
Calor que desapareció de un momento a otro al sentir como el grito del menor inundaba la habitación y su peso desaparecía rápidamente.
“¿eh?”
-¡¡MIERDA JUN MYEON!!- gritaba ahora un empapado Jong Dae al mirar con rabia al nombrado, el líder de EXO mirándole desaprobatoriamente al tener una jarra ahora vacía entre sus manos y salir del lugar con un castaño hecho furia.
“Su Ho…maldito Su Ho”
Y es que el líder lo había hecho de nuevo, siempre estando al lado de Jong Dae siempre tocándolo, siempre negándole un poco de tiempo con él, siempre…siempre..
Baek Hyun suspiró frustrado al ver el charco de agua en la habitación, lágrimas de rabia y frustración amenazando con invadir sus ojos al mismo tiempo que un tirón entre sus piernas se hacía presente; tenía un serio problema…uno del que ahora se tendría que encargar él solo por la culpa de su “amado” líder. Abrazó a su cojín volviendo a gruñir con rabia, no entendía que había pasado y no le interesaba en lo más mínimo, su mente solo albergando una idea…
Su Ho era un maldito bastardo…