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La vida es aburrida por CrystalPM

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Notas del capitulo:

Lo siento chic@s . Lo siento mucho. Estoy en proceso " Bloqueo mentar total" DDDDDD: Me ha costado a horrores escribir solo esto. Que es poco y aburrido, pero bueno, no podía dejaros ya tanto sin poner nada y bueno toda historia tiene que tener alguna partecilla más plof ¿no? T.T 

 

Espero que dentro de poco se me pase. Tal vez sea esta escena en concreto, que no me atraía mucho la atención. Se que tengo algunas escenas pensadas para el futuro que si que me gustan más...A ver que sale XDDDDDD

 

Pero que le voy a hacer. Lo escrito escrito está. Espero que al menos os guste un poco y mirando el lado positivo, Al menos ya sabeis quién es Annie (?) 

XDDD

Buenas noches a todos. A ver si para el próximo no tardo tanto....

 

 

-¿Quién es Annie?

 

Nay frunció el ceño unos segundos, como si le costase ordenar sus ideas, pero al final acabó respondiendo.

-Es mi hermana pequeña - Inmediatamente sentí como todos mis músculos se destentaban(Cosa curiosa porque ni me había dado cuenta de que había estado en tensión esperando la pregunta). Sentí una mezcla de alivio y desesperación por partes iguales. Alivio por… bueno, creo que os imagináis porque me sentía aliviado y desesperación porque una vez más comprendí lo poco que conocía al chico de ojos grises. La voz de Nay interrumpió mis pensamientos. -¿Por qué? ¿Estabas celoso? 

Noté como mi rostro enrojecía instantaneamente (Sí, lo sé. Soy como una lámpara humana, todo el día rojo como un tomate) y entre balbuceos me apresuré a negarlo.

-¡Qué… Qué dices! No te creas tanto- La risa de Nay solo hizo que me pusiese más nervioso, pero hice un enorme esfuerzo porque no se notara. Saber quién era Annie solo había hecho que surgiesen más dudas. Medité unos segundos si debía entrometerme más o simplemente dejarlo estar. A fin de cuentas ya me había dado cuenta de lo poco que le gustaba al Nay sobrio compartir su vida, pero la curiosidad fue más fuerte. -¿Cómo es que vivís en países distintos? 

A mi lado pude sentir como el peliazul suspiraba.

-Cuando nuestros padres murieron los padrinos de Annie se hicieron cargo de los tres- “¿Los tres?” - pero se podría decir que yo no …congeniaba con ellos. Decían que era problemático, no querían hacerse cargo de mi y yo no quería que esos viejos se hiciesen cargo de mi- La voz de Nay destilaba odio, pero enseguida pareció suavizarse ante algún pensamiento- Fue entonces cuando Tarón ofreció hacerse cargo de mi. Obviamente aceptaron inmediatamente.

El silencio inundó el lugar de nuevo. Permanecí con la mirada fija en el cielo pensando todo lo que había dicho. No pensaba preguntar más, por eso me sorprendió que Nay volviese a hablar.

-Apenas las veo durante todo el año y ahora que estoy a solo unos kilómetros  no piensan dejar que vea a mi hermana… Esos cabrones- Giré la cabeza para contemplar el perfil de Nay. Tenía los dientes apretados y su mirada destilaba rabia pura. No tenía ni idea de que decir para animarle, así que directamente no dije nada. Me levanté del suelo y extendí una mano hacia él para ayudarle a levantarse. 

-Venga. Será mejor que te lleve a la caravana.

 

Cuando conseguí llegar a la caravana arrastrando a Nay el lugar estaba totalmente vacío. Probablemente todo el mundo siguiese en el festival. Suspiré. 

-No puedo creer que tenga que hacer de niñera en mitad de un festival de rock.- A mi lado, aferrado a mi brazo para no perder el equilibrio, Nay se rió. Creo que estaba demasiado borracho aún como para entender mis reproches indirectos muy directos.  

Tuve que hacer un par de malabares para conseguir abrir la puerta del coche mientras lidiaba con un borracho, pero al final conseguí meter al peliazul dentro de la caravana casi de un empujón.  Me crucé de brazos mirando a aquel extraño chico que aún me sonreía embriagado.

-Ahora se buen chico y vete a dormir. - El peliazul se mordió el piercing y mostró una sonrisa ladeada demasiado pervertida para mis nervios. Tiró de mi camiseta para que me acercará a su pecho. Paralizado noté como su aliento rozaba mi oreja.

-Duerme conmigo- Mis mejillas empezaron a arder inmediatamente. Con un movimiento brusco le aparté de mi y le agarré de la mano mientras tiraba de él hacia las literas y le hacía perder el equilibrio.

-¡No digas gilipolleces y duérmete!- Prácticamente le lancé contra una de las camas y sin molestarme en escuchar sus quejidos me di la vuelta dispuesto a salir por patas de ahí. Cuando abrí la puerta apresuradamente para salir me encontré con Sara en el exterior a puto de entrar.

Los dos nos miramos sorprendidos unos instantes. Seguramente la chica no esperaba encontrarse a nadie ahí. Se podía notar la tensión en el aire y las lagrimas que aún había en sus mejillas no ayudaban precisamente a amenizarla.  “ Mierda. ¿Debería decir algo para animarla?, ¡pero yo no se que decir para animar a alguien!”. Con evidente nerviosismo eché un rápido vistazo al interior de la caravana de nuevo. Nay debía haberse tumbado de una vez en la litera, porque no le veía por ningún lado. Me mordí el labio  y miré de nuevo a la rubia con incomodidad. 

-Eh… Nay está dentro. - La chica palideció mientras asentía. Lentamente se alejó de la puerta para dejarme espacio para salir.

-Entiendo… Gracias por avisar- Cerré la puerta de la caravana y el silencio invadió el lugar. Era el típico silencio incómodo cuando no tienes ni idea de lo que decir, pero sabes que deberías decir algo. Pero no señores, yo me había quedado sin palabras ingeniosas por lo que quedaba de noche y mi mente estaba literalmente en blanco. Carraspeé ligeramente mientras intentaba buscar alguna excusa que decir para poder largarme al menos, pero antes de soltar una estupidez la voz de Sara me interrumpió. 

-Ni siquiera me reconoció -Pegué un ligero respingo sin comprender. Me volví hacia ella con nerviosismo

-¿Eh?-  La expresión de la chica era demasiado tranquila, pero sus ojos vidriosos la delataban

-No se que es peor. Que nunca te bese o que solo lo haría si pensase que eres otra persona-  Oh. Así que estábamos hablando de ESO.  Desvié la mirada claramente incómodo “¿Por qué me cuenta esto a mi?”. ¿No es un poco raro contarle algo tan privado a una persona a la que solo hace unas semanas que conoces?. “Bueno, está claro que últimamente la palabra raro se había transformado en lo normal” 

 

Cualquier otra persona habría dicho alguna cosa para animar a la chica, pero yo simplemente me quedé callado sin saber que decir. Sara siguió hablando.

-¿Tienes mucha suerte sabes?- No se muy bien por qué desvié la mirada de la suya, por alguna razón me sentía..¿Culpable? Con un hilo de voz murmuré

-No se de que me estás hablando- La chica sonrió a la mitad, aunque la sonrisa no llegó a sus ojos.

-Yo me entiendo. Ahora si me disculpas. Tengo una festival que disfrutar- Dicho eso se dio la vuelta y con paso firme se alejó de la caravana, dejándome más confundido que al principio de la conversación.

 

 

 

Al día siguiente cuando desperté la caravana estaba en completo silencio y todo el mundo seguía durmiendo a pesar de que eran las 12 de la mañana. “ Normal, eso les pasa a todos por ser unos borrachos sin causa”. Intentando no despertar a nadie ( En especial a Crystal, porque se que si se levanta con mal humor el que sufrirá su ira seré yo) me levanté de la litera y me preparé el desayuno aún soñoliento y me senté en los asientos de la caravana mientras miraba al exterior por la ventanilla. Las imágenes de lo ocurrido la noche anterior volvieron a mi mente. Todo había sucedido tan rápido que no había tenido tiempo ni para procesar la información.

“ Recapitulemos… Ayer de nuevo casi me mata el exnovio de Crystal.Nay se deprimió, se emborrachó y se lió con Sara pensando que no era Sara. La rubia al darse cuenta se deprimió también. Luego Nay me besa y me cuenta su vida y que tiene una hermana pequeña de la nada que tiene unos padrinos que le odian… ah y puede que tenga otro hermano u hermana más. Luego cuando le llevé a dormir Sara me encontró y se puso a decirme cosas sin sentido sobre tener suerte o no tener suerte…Un día monótono como cualquier otro, por supuesto”

 

Pegué un sorbo al Cola Cao ( Sí, Cola Cao. Nada de café ¿ Algún Problema?  Os dejo un tiempo para que os riáis de mi a gusto……………………………… ¿Vale, terminasteis ya? Pues a lo que íbamos…) mientras mantenía la mirada fija en el descampado donde la gente había recobrado la vitalidad de nuevo. “Bueno Dan. Mira el lado positivo. Ya no te quejas de que la vida sea aburrida ¿Verdad?” Solté un pequeño gruñido.

-No será aburrida, pero sí complicada de cojones.- Fue entonces cuando un sonido a mi espalda me sobresaltó haciendo que casi derramase el contenido de la taza.  Haddock apareció de la nada con su típica sonrisa madrugadora( Mentira, no puedes tener una sonrisa madrugadora si te has levantado a las 12) y su buen optimismo.

-¡Buenos días novato! - Le contemplé en silencio unos segundos, preguntándome internamente si  Haddock y Mía estarían al tanto de todo lo ocurrido a noche, pero por si las moscas decidí no comentar nada.

-Buenos días - Murmuré mientras volvía a dar un sorbo de la taza. El mayor se sentó en el sofa de enfrente mientras empezaba a dejar un montón de comida en la mesa- Alcé una ceja inquisidor ante tanta cantidad. El chico inmediatamente se puso a la defensiva ante mi mirada.

-¿Qué? ¡Me entra hambre después de una noche de trabajo! - No dije nada, lo cual pareció poner más nervioso al chico que intentó cambiar de tema- ¿Por cierto, con quién hablabas antes?

Me encogí en mi sitio ligeramente avergonzado.

-Con nadie- Admití con un hilo de voz. Haddock me miró fijamente unos instantes y al final acabó por sonreír mientras se empezaba a untar una tostada con mantequilla.

-Eres muy raro novato.

Abrí la boca dispuesto a soltarle un bien merecido “ Mira quién fue a hablar”, pero un bostezo a nuestro lado me hizo olvidar el tema en seguida. Nay también parecía haberse despertado con el alboroto de Haddock y nos miraba somnoliento de pie frente a la mesa.

Pensaba que iba a ser capaz de guardar la compostura delante del peliazul después de lo de anoche, pero rápidamente quedó demostrado que lo mío no es el tacto. Solo con ver su rostro las imágenes de él inclinado sobre mi aparecieron en mi mente y por acto reflejó aparté la vista intentando ocultar mi rostro totalmente sonrojado. Haddock no pareció darse cuenta de ello, por que su tono siguió siendo el despreocupado de antes. Estaba claro de que no se había enterado de lo sucedido ayer.

-¡Qué bien que hayas despertado!, precisamente quería hablados a ambos de una cosa.

A Nay parecía haberle pasado factura la noche anterior, porque entre miradas furtivas pude comprobar las grandes ojeras que invadían sus ojos. El chico se sentó a mi lado en el asiento. Tan cerca que tuve que contener la respiración para no soltar un gritito de niña estúpida. “ Calmate imbécil. Es solo Nay”  ¡Ja! Solo Nay… una frase tan simple que en realidad quiere significar “ Es solo la encarnación del caos en persona” 

-¿Y bien? - volví a la realidad de repente. Al ver que Haddock me miraba como esperando mi aprobación sobre algo.

-¿mm? -  Mierda, me había quedado tan absorto que no había prestado atención a nada de lo que había dicho. Sintiéndome acorralado hice lo que cualquier persona habría hecho en su sano juecio- Sí, por supuesto. Me parece una buena idea…

La sonrisa en la cara de Haddock me hizo intuir que mi respuesta había sido la correcta, pero aún así solo hizo aumentar mi recelo. A mi lado Nay nos miraba con cara de suspicacia.

-¿En serio piensas llevar al novato a un campo de deportes?- pegué un ligero bote sobresaltado.

-¿Eh? -¿Deportes?¿Quién ha dicho deportes? A mi lado pude notar como Nay hacía un enorme esfuerzo por contener una sonrisa. Haddock ignoró nuestras preguntas.

-Vamos Nay. No seas aguafiestas. Me apetece pasar un rato solo entre amigos. Además el chico ha dicho que le parece bien. 

-Un rato entre amigos… En resumen, Mía se va a ir de compras y no quieres ser el perchero para todas las bolsas de ropa- “Oh. Duro, pero conciso”  El mayor de los tres hizo un puchero nada acorde con su edad.

-No seas cruel Nay. Hace mucho que no jugamos al fútbol - Yo en mi sitio no pude evitar sentir un escalofrío. La ultima vez que había jugado al fútbol había acabado con un diente de menos.

Nay suspiró y se llevó la mano izquierda al puente de la nariz.

-Como sea. Me duele demasiado la cabeza para discutir contigo.- Haddock debió tomarse eso como una victoria porque no volvió a comentar nada más. 

 

Fue entonces cuando Crystal  y Mía entraron por la puerta de la caravana interrumpiendo nuestra conversación. Cuando nos miraron la expresión de Mía se iluminó mientras que Crystal  hizo un mohín nada agradable. La morena se acercó a su novio para desearle los buenos días.

-¡Por fin despertáis dormilones! Crystal y yo hemos hecho una parada para dejar las cosas antes de salir a comprar- “¡JA! Con que Nay tenía razón” Haddock me dedicó una mueca de disculpa. 

Nay ignoró a la pareja olímpicamente y se sirvió algo para desayunar. Luego, sin ser consciente de lo mucho que metía la pata preguntó

-Por cierto. ¿Dónde está Sara? - Me quedé mudo en mi sitio. Estaba claro que no se acordaba de nada de lo de anoche por lo visto. En la entrada Crystal se hizo notar dejando caer bruscamente un montón de bolsas al suelo.

-No quería ver tu cara y se quedó a dormir en la otra caravana- Si ya de por si las palabras eran groseras el tomó afilado con el que las dijo enfrió el ambiente con una rapidez increíble. 

 

Nay permaneció en silencio unos segundos. Con una expresión de auténtico asombro en el rostro. Al igual que la expresión de Haddock y Mía, que parecían no haberse enterado de nada. Tras unos segundos el peliazul pareció reaccionar. Lo hizo con voz calmada e indiferente.

-Crystal…¿Por algún casual te ha venido hoy la regla? 

La habitación se congeló en cuestión de segundos. “Oh Dios mío. Esto va a ser una masacre”


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