Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La vida es aburrida por CrystalPM

[Reviews - 124]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOLAAAAAAA!!!!!!

 

Acabo de volver de la Uni y no había internet en casa T.T y no había otra cosa que hacer que ponerme a escribir. Así que esa es la razón por la que tienen la continuación hoy XD ( Dadle las gracias al apagón de luz. Oh apagón de luz querido)

 

No es un capítulo excesivamente largo, ni excesivamente corto, ni excesivamente interesante, ni excesivamente aburrido... digamos que simplemente es (?)

 

Espero que al menos os entretenga un rato o os haga olvidar de los examenes y las tareas y esas cosas ^^

CHAOP!

Fue uno de esos momentos donde no te paras a pensar, simplemente actúas. Haddock y yo nos levantamos al unísono y con la misma sonrisa fingida agarramos a Nay cada uno de un brazo totalmente sincronizados, como si hubiésemos hecho un plan de huída previo. Haddock habló con la típica voz de anuncio feliz.

-¡Nosotros nos vamos! -Antes de que Nay pudiese decir nada y (más importante) antes de que Crystal pudiese HACER nada ya habíamos salido pitando por la puerta de la caravana. Llevando al peliazul casi a cuestas hacia su salvación. El chico soltó un par de palabrotas e intentó zafarse de nuestro agarre.

-¿Qué mosca os ha picado ahora? ¡Soltadme! - Haddock habló entre dientes, sin quitar esa sonrisa plástica de sus labios. Seguramente aún temía que la pelirroja pudiese estar detrás de nosotros al acecho.

-¿Acaso quieres que te mate tan pronto?- El peliazul bufó y respondió con tono de desafío.

-¿Quién?¿Crystal? Que lo intente- No pude evitar soltar un suspiro “ Este tío es imposible”, pero cuando Nay se volvió para mirarme yo evité a toda costa sus ojos.

-No tientes a la suerte amigo- Nay había conseguido zafarse de nuestro agarre y Haddock había optado por liderar la marcha a Dios sabe donde, pero el peliazul no parecía por la labor de olvidar la escena de antes y siguió insistiendo.

-De todas maneras ¿Qué demonios ha pasado con Sara?- Denuevo noté su mirada clavada en mi- Tú sabes algo novato- No era una pregunta, estaba totalmente convencido. -Por eso estás tan raro- Yo negué con la cabeza débilmente

-Creo que será mejor que lo hables con ella y no conmigo. - El peliazul me dedicó una mirada acusadora que quería decir “ ¡Traidor!” , pero no añadió nada más. En cambio sacó su móvil y empezó a llamar, supongo que a Sara. Me alejé un poco para dejarle intimidad y me puse a la altura de Haddock, que nos miraba confundido.

-Os dejo solos una noche y ya la estáis liando parda.- solté un gruñido-¿Se puede saber qué pasó anoche?

-Mejor no preguntes

 

---minutos después---

 

-¡Cógela! - Más por puro instinto que por otra cosa extendí las manos para agarrar la bola que me había lanzado Haddock. Llegó mucha más fuerza de la que esperaba y por poco pierdo el equilibrio.

-¿Enserio tenemos que jugar a esto?- Contemplé el balón de fútbol que tenía entre mis manos como si se tratase de una colmena de avispas furiosas. Haddock nos había llevado a una especie de campo de deportes público donde todos los jóvenes se dedicaban a hacer el burro. El mayor me sonrió con claro entusiasmo mientras daba pequeños saltos como una especie de calentamiento.

-¡Venga será divertido!

-También dicen que las mates son divertidas , pero no es más que una vil mentira-Haddock no pareció amedrentarse ante mis quejas y mantuvo la mirada fija en mi sonriente.

-No seas aguafietas. Empecemos. Anda, pásame el balón -Sin mucha delicadeza le volví a lanzar la pelota (Vale, tal vez estuviese apuntando a la cara, pero eso no importa) Haddock la agarró y frunció el ceño.

-¡Me refería a pasarla con el pie Dan! 

-Eso no lo has especificado- Pude notar como el moreno inspiraba y expiraba lentamente y no pude evitar sonreír cruelmente al ver su desesperación, una sonrisa que se me borró de los labios cuando el chico me volvió a mirar con una expresión de decisión en el rostro.

-Lo he decidido ¡Te voy a poner en forma! 

-¿Qué? Ni de coña- Me giré con rapidez dispuesto a salir del campo de fútbol ahora que aún tenía posibilidades, pero el mayor fue más rápido y se aferró a mi chaqueta para impedirme la huída. -¡Te he dicho que no pienso jugar! 

-Deja de quejarte novato. Estas tan enclenque que necesitas un entrenamiento.

“¿Entrenamiento?”  La expresión de mi rostro se transformó en una de horror puro. Podía intuir que clase de entrenamientos haría Haddock. Entrando en pánico hice lo único que se me ocurrió. Gritar pidiendo ayuda como un cobarde.

-¡NAY, Haddock me quiere matar!- Unos metros alejados de nosotros Nay se dio la vuelta con el móvil pegado a la oreja. Llevaba horas intentando contactar con Sara y por su expresión de desconcierto supuse que no nos había prestado nada de atención. Haddock volvió a tirar de mi chaqueta con el ceño fruncido.

-No quiero matarte novato. Solo quiero que te pongas a hacer flexiones hasta que la bilis te salga por los oídos.- Pegué un ligero bote al escuchar lo aterrador y serio que sonaba mi amigo.

-¡ES LO MISMO!

A nuestro lado Nay carraspeó. Ambos nos giramos a mirarle.

-Haddock, creo que la tortura se ilegalizó allá por el siglo XV, nada de soltar la bilis por ningún sitio- Ni siquiera me dio tiempo  suspirar aliviado porque enseguida el peliazul se volvió a mirarme- y tú novato deja de quejarte ¿Acaso no querías experiencias nuevas? Además- Esa estúpida sonrisa bulona se formó en su rostro- Es verdad que eres un enclenque.

Iba a protestar, pero en aquel momento la persona a la que estaba llamando Nay pareció contestar. Su expresión se tornó seria y sin decir nada más se alejó de nosotros mientras empezaba a hablar en un susurro. Le contemplé sintiendo un nudo en el estómago. No había que ser un Einstein para saber que a Nay le había preocupado en serio las palabras de Crystal. Suspiré “ Fue su borrachera, él solo tendrá que arreglarlo”

 

Luego no tuve tiempo para pensar en nada más porque Haddock me agarró de nuevo del brazo  y empezó a tirar de mi hacia el centro de la pista. 

-De acuerdo novato. Empecemos con un par de vueltas a la manzana.

 

 

4 horas después estaba tumbado en las gradas del campo sin ser capaz de mover ni un solo músculo por el esfuerzo. “ Es la última vez que me dejo convencer para salir solo con estos dos ¡LA ÚLTIMA!”  

No estaba muy seguro de donde había aprendido Haddock esa clase de “Entrenamientos”, pero lo más probable es que de  algún samurai ninja nazi ( Sí, los samurais ninjas nazis existen… que poca cultura tenéis). Lo sorprendente es que después de que yo hubiese caído desplomado al suelo (Creo que entre en coma durante unos minutos) al moreno aún le quedaban fuerzas de sobra. Tanta energía que había acabado jugando al fútbol con unos completos desconocidos dándome así la oportunidad de salir huyendo antes de que se percatase de mi. 

 

No pude evitar gemir de dolor al notar todos los músculos de mi cuerpo entumecidos. 

-¿Por qué tenías que querer cambiar tu vida? ¿No podrías haberte hecho amigo de los del club de ajedrez o algo así?

Fue entonces cuando el sonido de una voz me hizo caer en la cuenta de que no estaba solo.

-No pensaba que fueses tan raro como para hablar solo novato. Cada día te superas

“Oh, perfecto. Lo que me faltaba”  Habría soltado un sonido de pura exasperación de no ser porque hacerlo sería como clavarse un millón de pequeñas agujas en los músculos. Nay se sentó en la grada de abajo de la que yo estaba tumbado. Quedando su rostro a la altura del mío. Le miré agotado unos minutos sin ser capaz de decir nada, pero al final la curiosidad pudo más que el dolor.

-¿Has conseguido contactar con Sara? - El peliazul soltó una mueca mientras se rascaba la cabeza.

-Algo así- Desde donde estaba pude ver como se mordía el piercing del labio por la parte interior. Creo que siempre hace eso cuando está pensando en algo. Al final el peliazul acabó por suspirar.- Creo que la lié bastante ayer. Pero no recuerdo nada.

-Lo se- La frase se escapó de mis labios inconscientemente y cuando me di cuenta de la metedura de pata ya era muy tarde. Nay me observó en silencio unos instantes.

-Lo siento. No solo le hice algo a Sara ¿no?. También te lo hice a ti.-“Mierda Dan,¿Por qué no te has estado callado?” A pesar del dolor me incorporé repentinamente nervioso.¿ Y ahora qué? ¿Lo negaba? ¿Me inventaba una historia o algo por él estilo? La verdad es que ya estaba cansado de esas cosas así que opté por cambiar de tema. Además acababa de caer en que había algo que quería probar.

-¿Quién es Annie? 

Inmediatamente noté como el chico apretaba la mandíbula visiblemente incómodo. El silencio inundó la estancia y contemplé su expresión crispada unos segundos. Como debatiendo internamente si decirlo o no. No pude evitar sonreír amargamente “ Así que me lo dijo solo porque estaba borracho. Lo suponía” ¿Tanto le costaba a Nay hablar de él mismo?. Una parte de mi sintió la decepción al darme cuenta que el chico aún no confiaba en mi. Conteniendo un suspiro me deslicé desde mi asiento al que estaba a su lado y hablé con tono conciliador.

-No tienes por qué decírmelo. No necesito saberlo- Pude ver la gratitud en sus ojos y supe que eso significaba para Nay más de lo que aparentaba, pero incómodo continué hablando e hice como si no hubiese pasado nada.- No te preocupes por Sara. Estoy seguro de que te perdonará. - El chico chasqueó la lengua frustrado.

-Eso espero.- No me cabía duda de que todo se arreglaría y que yo pensase eso era buena señal, ya que soy el rey de los pesimistas. Sin tener nada más que añadir permanecí a su lado mientras contemplaba a Haddock correr en el campo de un lado para otro. Hice una mueca desesperado pensando lo que me esperaba si otro día me volvía a atrapar para entrenar “¿Es que acaso nunca se cansa?”

 

 

Cuando Nay entró en la caravana tuve la impresión de que era como uno de esos héroes de las historias medievales, que se enfrentaban contra dragones colosales sin vacilar en ningún momento… solo que en está ocasión el dragón era una chica pelirroja de metro 56 que juraría que echaba chispas por los ojos. Las dos personas que más imponían en el mundo en un enfrentamiento en el que ni siquiera necesitaban palabras.  Nada más entrar ambos se miraron fijamente mientras el resto guardaba silencio. Creo que yo hasta contuve la respiración, esperando que apareciese un agujero negro en el espacio que había entre ellos o que estallase una supernova o algo parecido.

 

Pero nada estalló. En cambio permanecieron ambos callados fulminándose con la mirada…bueno., más bien Crystal  fulminaba con la mirada. La expresión de Nay era de total tranquilidad, como si no fuese consciente de las torturas que pasaban por la mente de mi amiga en esos instantes. Al final fue el peliazul el que optó por empezar la conversación, lo hizo con tono despreocupado como quién no quiere la cosa.

-Por cierto Crystal. Has vestido al novato de una manera muy ridícula. - Apoyado en la pared desde donde contemplaba la escena no pude evitar pegar un bote alarmado. 

-¡A mi no me met…! - Crystal me interrumpió hablando más fuerte.

-¡Era totalmente necesario! ¿Habías visto sus camisetas?

-Tienes razón. Habría muerto en el festival con esas camisetas - Ambos asintieron con la cabeza en una especie de acuerdo mutuo. Les contemplé  alucinado. “ Hace dos segundos parece que se van a arrancar la piel a mordiscos y ahora están teniendo una conversación normal y civilizada” A mi lado Mía se río. Supongo que adivinando mis pensamientos . En un susurró habló para que solo la escuchase yo.

-Tranquilo Dan. Esos dos han encontrado un punto común que les interesa. Meterse contigo- Por su expresión se veía que estaba aguantando las ganas de romper a reír.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).