Crystal y Nay parecían haberse tomado muy enserio eso de “ La alianza para tocarle las narices al novato” Así que al final tuve que refugiarme en una de las literas superiores fuera de su alcance de vista (Siempre he dicho que las camas salvan vidas). Por ello cuando Sara entró no me atreví a asomar la cabeza y mantuve la mirada fija en mi móvil mientras agudizaba el oído. Seré un cotilla y todo lo que queráis, pero en mi situación ¡vosotros habrías hecho lo mismo!. Aún así solo alcancé a oír un par de voces tensas hablando. Tampoco pude entender lo que decían, pero creo que estaba bastante implícito en la situación. Nay probablemente querría arreglar las cosas (Un poco difícil dado que ni siquiera se acordaba de lo que había hecho) y Sara probablemente no querría ni hablar del tema y en el fondo yo la comprendía, yo ni en sueños le diría a Nay lo que pasó la noche anterior.
Suspiré al recordar las imágenes de ayer e inconscientemente me llevé una mano a los labios. Fruncí el ceño contrariado en un repentino ataque de furia.
-Idiota- Notaba como las teclas de mi móvil empezaban a quejarse por que las estaba apretando demasiado fuerte. - No se puede besar a una persona y luego olvidarte de ello.
“Mira quién fue a hablar”
El comentario de mi subconsciente solo hizo que empeorase mi humor. Lo peor es que sabía que era verdad. Yo había hecho lo mismo, ¡Pero no es como si lo hubiese hecho a propósito!
“Nay tampoco lo hizo a propósito entonces” Solté un bufido. “Eso te fastidia, ¿verdad?”
-¡Ah cállate de una vez estúpida amarg…!
-¿Con quién hablas? - La cabeza de Crystal asomó por el borde de la litera haciéndome pegar un respingo sorprendido. Pronto noté el calor en las mejillas
-¡Con nadie! -¿Cuánto tiempo llevaba ahí la pelirroja?. La chica sonrió de una manera que la hizo parecer una demente.
-Sí, eso dicen todos. Hazte a un lado- Rápida como un gato la chica escaló para tumbarse en la litera ignorando mis quejidos de protesta- Ahí abajo las cosas se están poniendo tensas y no me apetece ver una escénica de amigos enfadados en este momento.
Balbuceé unas cosas incomprensibles hasta para mí y volví al vista a la pantalla del móvil “Tal vez si la ignoro acabará por aburrirse y dejarme en paz”, pero Crystal no parecía tener esos planes. Con tono natural me preguntó.
-Bueno, entonces ¿con quién te has besado? - Solté el aparato inmóvil por el pánico. “¿Cómo diablos lo sabe?”
-¿Yo? - Pretendí sonar confundido, pero la voz se me quebró desastrosamente haciéndome carraspear- Con nadie ¿Por qué?- Crystal entrecerró los ojos
-¿Te ha dicho alguien alguna vez que eres pésimo mintiendo?
-Sí. Unas cuantas veces. En una ocasión cuando estaba en el colegio intenté decir que un mono…
-¡No me cambies de tema Dan! - “Mierda”-
-¿Segura? La historia del mono era bastante divertida- La mirada que me echó la chica me dejó bastante claro lo poco que le importaba la historia del mono así que opté por callarme. Sabía que Crystal debía estar repasando los hechos de ayer y atando cabos, por ello no me sorprendió que en un determinado momento hablas.
-Dan- el tono serio de su voz me hizo alzar de nuevo la mirada casi con miedo- No te habrás aprovechado de un borracho, ¿Verdad? - Mi reacción fue instantánea. Ofendido golpeé con el puño en el colchón sin ser consciente de lo que decía.
-¿Qué? ¡Pero si fue él quién me besó a mi! ¡Yo no me aproveché de nadie! - No fue hasta después de unos segundos que me di cuenta de lo que acababa de decir. La risa de Crystal inundó la zona.
-¡Lo sabía!, ¡Lo sabía! - El rostro se me puso pálido. Había caído en la trampa de lleno. “Eso te pasa por no pensar las cosas Dan” . Totalmente avergonzado me refugie en la pantalla del móvil de nuevo. Aunque sabía que iba a ser inútil- Siempre pensé que tenías alma de gay- Fruncí el ceño
-No soy gay - ¿Por qué a todos les había dado por pensar que era gay? Una vocecita de mi cabeza me respondió “ ¿Tal vez porque te vas besando por ahí con tíos? No se, piénsalo” Vaaaale, reconozco que mi comportamiento no es “ el más heterosexual”, pero ¡tampoco es que vaya gritando a los cuatro vientos mis gustos!
-¿Ah no? Bueno gay, o bisexual o pansexual lo que quieras ser. Por mí está bien.
-Por ti todo está bien - Mi amiga me dedicó una sonrisa de oreja a oreja.
-Vayamos al grano ¿Qué tal fue? - Cada vez me sorprendía más el descaro de esta chica.
-Metete en tus asuntos, cotilla pelo zanahoria- Crystal bufó con ese sonido que la hacía parecer un gato más que nada.
-¿Voy a tener que preguntar a Nay? ¡Nay! - Pegué un chillido que a mi parecer sonó como un hamster que había entrado en pánico e inútilmente intenté taparle la boca a mi amiga para que se callase.
-¡¿Estás loca?! ¡No le digas nada!- Mi amiga se escabulló como una culebra de mi agarré y habló más fuerte. Se veía que estaba disfrutando la maldita.
-NAAAAY, ¡Ven aquí! - Contuve la respiración y apreté con fuerza la mandíbula esperando lo peor, pero los minutos pasaron y ninguna cabeza asomó por la litera. Permanecimos unos minutos en silencio expectantes hasta que mi amiga rompió a reír.
-Tendrías que haber visto tu cara. Sara y Nay salieron de la caravana hace ya mucho tiempo.- Observé a mi amiga fijamente unos instantes mientras intentaba asimilar sus palabras en mi mente. Luego , muy serio, comenté
-Eres una ramera despiadada ¿Lo sabías?- La sonrisa de Crystal se acentuó
-Y tu eres un tipo que se inventa unos insultos muy raros ¿Lo sabías?
Fue entonces cuando la pelirroja pareció cansarse de tanta charla y con brío se removió y bajó de la litera.
-¡Creo que es hora de salir y disfrutar un poco del exterior frikazo!- Mascullé un par de quejas para mis adentros, pero misteriosamente acabé por bajarme yo también de la litera y seguirla mientras salía de la caravana. “Yo saliendo por propia cuenta a la naturaleza… increíble” Incluso yo mismo podía notar lo mucho que habían cambiado mis hábitos desde que conocí al par de locos, y pensar que hacía solo unos meses había estado aburrido de la vida deseando algo interesante para ese verano.
Crystal me condujo al supuesto “punto de encuentro” donde prácticamente ya estaban todos disfrutando del festival. No pude evitar suspirar aliviado al ver a Sara y Nay entre todos hablando con naturalidad. “Al menos las cosas vuelven a la normalidad… si es que esto es normalidad” Cuando se dieron cuenta de nuestra presencia Nay sonrió con esa sonrisa que indica que nada bueno va a ocurrir para mi persona. En cambio Sara me sonrió… con amabilidad. La primera sonrisa sincera que me dedicaba esa chica en la vida probablemente. No pude más que sonriere de vuelta sorprendido. Fue ese típico momento incómodo en el que no sabes que decir para ser agradable, pero quieres ser agradable. Al final la chica optó por iniciar ella la tregua.
-Bonito corte de pelo- Era un comentario cliché de esos que se dicen sin pensarlo en realidad probablemente, pero solo hizo falta eso para que Crystal se emocionará.
-¿A que sí? Se enfadó mucho cuando le quise cortar el pelo, pero ahora estás mucho mejor - Le dediqué una mirada asesina a la pelirroja, pero no tuve tiempo de decir nada porque en ese momento Nay aprovechó para pasar su brazo por mi hombro y apoyarse en mi. Seguía con esa estúpida sonrisa burlona. Con un movimiento de cabeza señaló a un par de chicas que había sentadas en el césped luego habló con evidente burla.
-Fíjate novato si ahora hasta las chicas se fijan en ti- Me contuve de decirle que a quién miraban era a él y no a mi. - Una para ti y otra para mi ¿Qué dices? - Fue como si me diesen una patada en el estómago, pero hice todo lo posible para que no se notará la palidez de mi rostro. Negué con la cabeza y murmuré en voz baja ligeramente nervioso.
-Yo paso- Nay inclinó la cabeza pensativo y por un momento la vista se me nubló por los pelos azules del chico. Este hizo una especie de puchero que habría quedado fatal en cualquier otra persona.
-Eres un aburrido - El dolor en el estómago pareció agravarse. ¿Es que uno no puede estar en paz sin que te recuerden a todas horas lo poco que le interesas a la persona que te gusta? Sintiendo mi humor decaer considerablemente pregunté algo que llevaba tiempo rondando por mi cabeza aunque algo me decía que simplemente quería que Nay se olvidase de esas chicas.
-Nay ¿Alguna vez has tenido una pareja? - El chico enmudeció unos minutos aún aferrado a mi hombro. Desde donde estaba podía ver sus ojos grises meditando la respuesta. Al final habló con tono natural.
-No se si se pueden definir como pareja. Me gustan las relaciones menos agobiantes - Una vocecita en mi interior gritaba fuertemente “¡MIEDO AL COMPROMISO!”, pero por el bien de mi integridad física no comenté nada. Justo en aquel momento llegó el Haddock salvador dándonos las entradas a todos y alegrando el ambiente.
-Será mejor que disfrutéis todo lo que podáis. ¡Hoy es el último día!
La gente pareció tomarse muy enserio las palabras del mayor. Aquella noche fue la noche de olvidar todas las tragedias del día anterior y disfrutar del festival enteramente. Crystal se emocionaba a todas horas y estaba continuamente tirando de mi de un lado para otro, pero por alguna razón ya no me molestaba. Alex fue mi compañero Sara cambió completamente de humor y por fin pude ver de nuevo a la chica que me ofreció jugar a los videojuegos desinteresadamente hacía ya unas semanas. Mía y Haddock acabaron desapareciendo a la hora evitando así que tuviese que soportar los “momentos pastelosos de la noche” Nay… bueno, digamos que Nay esta vez no se emborrachó al menos.
Al día siguiente todos estaban agotados y pareció haber un mutuo acuerdo silencioso de “ Este es el día de descanso”. Nadie molestó a nadie. Crystal se tiró el santo día durmiendo sin que nadie pudiese moverla. Sara y yo volvimos a nuestra olvidada batalla de videojuegos. Haddock y Mía se dedicaron a planear el recorrido de vuelta y Nay desapareció como casi siempre.
No fue hasta ya muy entrada la tarde que todos decidieron irse a dormir mientras que yo salí al exterior …vale, lo reconozco. Salí fuera para pillar Wifi gratis,vosotros también lo haceis. Con un suspiro me senté en el suelo apoyando la espalda en la caravana y miré al cielo pensativo. Alemania iba a ser la última parada en nuestro viaje y ahora tocaba el camino de vuelta. De vuelta a la rutina, a los sitios de siempre, a la gente de siempre. “No tiene por qué ser así si no quieres” Me mordí el labio pensativo imaginándome como sería el día a día de mis compañeros de caravana. Definitivamente no podían tener una vida normal ni aunque quisiesen.
Mi móvil vibró indicando que ya empezaban a llegar los mensajes acumulados de los días anteriores. Con aburrimiento fui pasando la vista por cada uno: Que si mensajes de preocupación de mi madre ,que si preguntas estúpidas de mi hermana… y esos estúpidos grupos del whatssapp, eso sí que es el infierno. Me detuve al ver un mensaje de hacía apenas unos minutos.
Martín Santos:
-Daaaaaaan. Hola!
Tragué saliva sorprendido “ Oh, mierda, mierda, mierda, mierda” Martín era mi único y mejor amigo del instituto…. Bueno, no era el único amigo, pero digamos que era el único amigo con el cual me lo pasaba realmente bien todo el tiempo (?) ( Sí, soy un asocial y prefería estar en mi casa viendo anime a ver como mis amigos se emborrachaban en mitad de la calle ¿Algún problema con eso?)
No es que me llevase mal con la gente. No, en realidad me solía llevar bien con todo el mundo, pero siempre está esa cosa… como que sientes que vuestros gustos no encajan con los de los que te rodean. Martín siempre había sido un buen amigo… y yo me había olvidado completamente de él. “ Menudo amigo estás té hecho” Sintiendo un gran sentimiento de culpa me apresuré a responderle con un saludo. En seguida me llegó la respuesta
-¿Qué te cuentas?
Me mordí el labio pensativo. ¿Cómo decir a tu mejor amigo que te ha dado un pronto de “ Anormalidad” y has decidido irte en una caravana con unos desconocidos a recorrer Europa por la cara? Probablemente le estallaba la cabeza con tanta información. Suspirando tecleé una respuesta.
-No mucho
Una mentira piadosa por el bien de la salud de mi amigo. Ya tendría tiempo para explicárselo más tranquilamente dentro de un mes… o tal vez dentro de un año… o mejor no se lo explicaba y le ahorraba el quebradero de cabeza. “ No puedes esconderle a tu amigo el hecho de que has decidido cambiar tu vida al completo Dan”
-Con esfuerzo todo se consigue. - Casi pude sentir el facepalm interior de mi subconsciente, pero lo ignoré. Mantuve una conversación bastante normal con Martín hasta que de repente una bolsa me cayó encima dándome de llenó en el abdomen. Solté el aire de golpe debido al golpe y dejé escapar un quejido de dolor.
-¿Qué demonios? - Al alzar la vista airado me encontré con una mirada gris brillante que me hizo enmudecer. La sonrisa que me dedicaba Nay hizo que se me olvidase enseguida del dolor. -¿ Esto es una declaración de guerra o algo por el estilo?
El chico se rió alegremente y negó con la cabeza. Por su expresión parecía tener planeado algo divertido.
-Ven conmigo, te quiero enseñar algo. - Fruncí el ceño confundido.
-No me fío de ti- La sonrisa de Nay se ensanchó aún más. Como si fuese esa respuesta la que esperaba de mi.
- Se que antes de ayer no solo le hice algo a Sara. A ti también. Esta es mi manera de compensarlo