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La vida es aburrida por CrystalPM

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Notas del capitulo:

Se que la mayoría me queréis matar porque no he hecho más que recibir mensajes pidiendo que actualizase la historia y lo siento. Se que he tardado, pero pffff. No sabéis lo horribles que son mis horarios últimamente, apenas hay tiempo para respirar.

 

También he estado muy disfraida con el tema de responder comentarios o dejar de responder Sorry T.T Pero al final acabo por respodnerlos todos.

Pero bueno, no voy a decir excusas baratas ni nada por el estilo, mejor os dejo el trozo y ya  XD Disfrutar(?)


P.D: Gracias Nuriyihan por tus recomendaciones, fueron geniales

 

 

A primeras no reaccioné. Me quedé observando a aquella pequeña de hijos azules preguntándome quién leñas sería y planteando la posibilidad de cerrar la puerta diciendo "Lo siento, no compramos galletas de las Scouts". Luego una risa me hizo alzar la cabeza para encontrarme cara a cara con Kyra, la hermana mayor de Nay. La mujer me dedicó una sonrisa aterradora y divertida a partes iguales y apoyando una mano en el hombro de la chiquilla habló.

 

— Es un amigo de tu hermano —No tuve tiempo de notar el tono extremadamente exagerado con el que había dicho "Amigo". Volví la vista hacia la pequeña rubia como si fuese la primera niña que viese en mi vida. 

 

—¿Annie? —La aludida alternó su mirada entre su hermana y yo. Con ese aire que tienen los niños de intentar comprender las conversaciones de los mayores aunque no entiendan ni la mitad. Al final acabó por sonreírme ampliamente y se río.

 

—Tienes el pelo raro— Tenía un acento extraño, seguramente debido a llevar tanto tiempo viviendo en Alemania. Inconscientemente me llevé una mano a la cabeza para notar como mi cabello había decidido cobrar vida, probablemente por el hecho de que me acababa de levantar, pero antes de poder decir algo coherente Kyra se cruzo de brazos y carraspeó para hacerse notar de nuevo.

 

—¿Vas a quedarte aquí parado o nos vas a dejar entrar en nuestra casa? —Dijo, poniendo especial acento en el "nuestra". Avergonzado al darme cuenta de mi estupidez me eché a un lado mientras balbuceaba una disculpa y cerré en cuanto las dos hermanas cruzaron la puerta. La pequeña nada más poner los pies dentro del bogar salió corriendo escaleras arriba a inspeccionar cada una de las paredes de la casa para observar las nuevas pinturas de su hermano (Algo que supuse que sería una especie de costumbre para ella). La hermana mayor en cambio se dejó caer en el sillón mientras observaba divertida a Annie corretear y gritar emocionada lo mucho que molaban los nuevos dibujos. Me quedé ahí parado en mitad del salón, sin saber muy bien como reaccionar ante esa escena. Por fin la niña volvió a asomar la cabeza por las escaleras con una enorme sonrisa en los labios.

 

—¿Donde está Nay? — Preguntó mientras recorría la amplia sala de la planta baja con la mirada esperando encontrar a su hermano sentado junto a su hermana o algo por el estilo. Me llevé una mano a la nuca mientras señalaba con la otra hacia la puerta cerrada de su habitación.

 

—Está durmiendo —No pude evitar hacer una mueca al sentir la mirada de la más mayor clavada en mi, probablemente pensando algo que no era, pero tampoco tuve mucho tiempo para enrojecer ya que la pequeña en dos saltos bajó de la escalera y corrió hacía la habitación de su hermano. Recordando el estado de Nay me apresuré a seguirla preocupado—. ¡No se si es muy buena idea des...!

 

Apenas legué a tiempo de cruzar la puerta para ver como la pequeña saltaba encima de un Nay dormido, que pegó un bote al despertarse de aquella manera tan brusca.

 

—¡QUÉ COJONES! — El chico se irguió alarmado, con la niña aferrada a su cuello en un extraño abrazo. Parpadeó confuso y sus ojos se enfocaron en mi —. ¡¿Novato?! ¿Qué haces tú...? — En aquel momento pareció darse cuenta de que algo seguía aferrado a él. Llevó una mano a la cabeza de la pequeña para acariciar sus cabello. En sus ojos pude ver primero la extrañeza, luego la comprensión y por último el shock—. ¿Annie? 

 

La niña se incorporó también dejando de ocultar su rostro en el hombro de su hermano y le sonrió. Pronto empezó a hablar con rapidez en alemán sobre algo que, obviamente, no entendía mientras Nay la miraba como si aún no se lo pudiese creer, luego poco a poco su expresión empezó a tornarse a una de pura felicidad.

 

Aquella expresión de Nay me hizo sentir incómodo. Fue igual que cuando le vi recibir la llamada de su hermana pequeña en la caravana y pensé que nunca le había visto tan humano... tan indefenso. Caí en la cuenta entonces de que me encontraba en medio de una reunión familiar, de manera inconsciente había acabado presenciando algo demasiado íntimo. Me sentí completamente fuera de lugar y al recordar lo mucho que le costaba a Nay contarme su vida privada me pregunté si se sentiría molesto porque estuviese presenciando esto. Kyra también entró en la habitación, pero ella no se mostró tan efusiva de ver de nuevo a su hermano.

 

—¿Qué te ha pasado en la cara Nay? — Annie cesó de hablar al percatarse en los moretones que recubrían la cara de su hermano y sus labios formaron una "o" perfecta. 

 

—¡Estás lleno de heridas hermanito! — Nay hizo una mueca que probablemente le dolió debido a las magulladuras.

 

—Ayer me tropecé por las escaleras. No ha sido nada grave — Con ello la niña pareció estar satisfecha y retomó su monólogo (Esta vez en español por fin) sobre como su compañera de pupitre se había chivado de no se que cosas. En cambio la hermana mayor fulminó a Nay con la mirada claramente avisándole de que aquella conversación no había acabado ahí y que la continuarían cuando Annie no estuviese con ellos. De nuevo volví a caer en la cuenta de que me estaba inmiscuyendo en asuntos demasiado personales y familiares así que decidí que lo mejor sería ir desapareciendo de escena silenciosa y discretamente ... o al menos habría sido una salida silenciosa y discretas no hubiese pateado sin querer una de las latas de pintura que Nay tenía esparcidas por el suelo. Ante el estruendo los tres familiares volvieron a percatarse en mi presencia clavando tres pares de ojos en mi ser. 

 

Annie me miró con curiosidad renovada unos segundos y luego volvió a mirar a su hermano, aun sentada en su regazo y se rió.

 

—Tú amigo es un patoso hermanito— "Oh, perfecto. ¿Qué tiene está familia que todos parecen ponerse de acuerdo con respecto a mi?" Nay sonrió por el comentario de su hermana y se acercó a ella como si fuese a contarle un secreto, aunque pude oír claramente lo que dijo.

 

— Entre tú y yo. Creo que nació con dos pies izquierdos — No pude evitar bufar y murmuré muy por lo bajo.

 

—Sigo aquí idiota.

 

—Hablando de eso —Kyra se hizo notar de nuevo alzando la voz y me miró con malicia—. ¿Por qué estás aquí?

 

"Oh mierda, las preguntas avasalladoras de nuevo ¡No!" Nay dejó de burlarse de mi con su hermana y respondió por mi. Tal vez temiendo que me fuese de la lengua y contase la pelea de anoche.

 

— ¿Acaso un amigo no puede venir a visitarme? —Preguntó con tono frío, aunque estaba claro que no había rastro de hostilidad hacia su hermana. Esta no se dejó amedrentar

 

— ¿Cuántos amigos tuyos han estado en esta casa Nay? Te has debido volver muy sociable desde la última vez que nos vimos — Nay enmudeció y apretó los labios en una fina linea. Kyra había dado en el clavo, Nay nunca llevaba a nadie a su casa excepto a Sara y a mi. Aquella idea me hizo sentir extrañamente feliz "Emocionarte por una cosa tan simple... que patético" .Una repentina seguridad me hizo ser capaz de contestar por mi mismo.

 

—Yo solo vine a ayudar en una cosa... Creo que será mejor que me vaya yendo ya— Nay me lanzó una mirada que no pude descifrar, pero yo ya estaba recogiendo mi móvil y mis llaves y tampoco le di mucha importancia. 

 

—¿Ya? Que pena. Tenía taaaantas preguntas que hacerte —"Vale, definitivamente llegó el momento de la huída" Justo en aquel momento empezó a sonar mi teléfono y no pude evitar sonreír de alivio al encontrar una excusa para salir de la habitación y escapar de las dos hermanas preguntonas. 

 

—Disculpad — Entré al salón mientras leía el nombre de Crystal en la pantalla del móvil. Caí en la cuenta de que no había visto ni sabido nada de mi amiga desde hacía casi tres días. Con una sonrisa descolgué la llamada, aunque no tuve tiempo para saludarla ni a preguntar por ella.

 

—Te he mandado una dirección por mensaje. Ven, ahora — Tras decir eso mi amiga colgó, dejándome con la palabra en la boca. Aparté el móvil de mi oreja y lo observé por unos instantes con el ceño fruncido.

 

—¡Oh sí! Yo estoy muy bien ¿y tú? No hace falta que seas tan educada ni aclarativa —Murmuré para mi mismo con tremendo sarcasmo mientras consultaba el mensaje con los datos de la dirección que me acababa de mandar la chica.

 

—No tienes porque irte novato —En algún momento mientras insultaba mentalmente a mi amiga Nay había aparecido a mi espalda—. Puedo controlar las preguntas estúpidas de Kyra si es lo que te preocupa — " Pues que yo recuerde en Berlín bien que la dejaste preguntar a gusto" El chico pareció adivinar mis pensamientos porque sonrió divertido—. Aunque si la que te da miedo es Annie no puedo asegurarte que no muerda.

 

—¿Eres capaz de no burlarte de mi por unos 10 minutos seguidos? 

 

—Lo dudo —Bufé mientras me dirigía a la entrada y abría la puerta.

 

—Deja de ser tan raro — Nay se apoyó en el marco de la puerta y me observó salir.

 

—Deja de pensar que ser diferente es ser raro — Estúpido Nay y estúpidas sus frases llenas de verdades "y estúpido tú por gustarte ese Nay y sus frases"

 

Miré por decimo tercera vez el mensaje con la dirección que Crystal me había mandado para comprobar que no me había equivocado y como las doce veces anteriores el letrero de la calle en la que me encontraba coincidió con el de mi mensaje. Luego volví la vista hacia la enorme mansión que podía divisar detrás de unas rejas de hierro negro oculta por un enorme jardín. 

 

Vale, definitivamente o me he vuelto tonto y no se seguir al google más o mi amiga me está gastando algún tipo de broma porque sino qué demonios hacía yo enfrente de el portón de aquella enorme casa. Suspirando agarré mi teléfono y llamé a mi amiga, golpeando con nerviosismo el suelo con el pie mientras escuchaba los típicos sonidos de llamada por el altavoz. 

 

—¿Dan?

 

—¿Me puedes decir porqué me has enviado a la puerta de una casa random enorme?

 

— ¡Oh! ¿Ya llegaste? —Lo peor era aquel tono natural que ponía.

 

— Sí ¿Y dónde demonios estás tú? —Paseé la mirada a mi alrededor, pero no vi ninguna cabellera roja entre la gente.

 

—Espera, ahora te abro —y tras decir eso colgó.

 

— ¿Eh? — El típico sonido de una puerta metálica sonó detrás de mi y asombrado vi como las puertas de la verga se empezaban a mover —"No jodas" Ciertamente intimidado me adentré en el jardín de aquella vivienda. ¿Podría ser esta la casa de Crystal? Siempre había supuesto que la cocha venía de una familia con dinero (Solo hay que ver la cantidad de ropa que tiene), pero tampoco pensé que fuese algo tan...exagerado. El edificio era un gran caserón de piedra clara, de esas típicas casas inglesas señoriales (Cosa rara, porque que yo recuerde no estamos en inglaterra) Altos tejados de pico y un montón de ventanales. La zona de la entrada tenía un pequeño porche de madera en el cual me pude refugiar del sol. Antes de siquiera llamar a la puerta de la entrada esta se abrió con un gran estruendo y la cabellera pelirroja de Crystal apareció de la nada. La chica corrió al exterior y se me abalanzó para abrazarme.

 

—¡Lo siento mucho Dan! ¡Lo siento!

 

—¿Eh? —La chica se separó de mi para empezar a andar por el porche con nerviosismo.

 

—¿Está bien Nay? ¿Y tú? ¡Oh, Dios! Fue todo culpa mía, si al menos hubiese pensado las cosas.

 

Recordé que la chica se había ido antes de que pasase todo lo relacionado con su ex novio y me pareció que había pasado una eternidad desde la última vez que la vi. La agarré de los hombros con firmeza para obligarla a pasar y tranquilizarse. 

 

— No pasa nada Crystal. Ambos estamos bien y tú no tienes la culpa de lo que hace el gilipollas de tu exnovio —La chica se frotó las manos y negó con la cabeza. Nunca la había visto tan agobiada.

 

—No lo entiendes. Jack no buscaba a Nay porque sí. Fue mi padre el que se quejó y ese idiota sacó sus propias conclusiones. Siempre quiere buscar su aprobación y...

 

—¿Tu padre? — La interrumpí sorprendido. Nunca había oído a Crystal mencionar a nadie de su familia antes, aunque por las pistas que me había dado la chica con el libro podía intuir que no tenía una relación muy agradable con ellos. La pelirroja pareció dudar unos instantes, miró al interior de la casa por el rabillo del ojo y al final acabó por suspirar.

 

—Vamos dentro, te lo explicaré todo en mi habitación— Ahora fui yo quien miró de reojo la puerta de la entrada, aquel sitio imponía. Tragué saliva y asentí. Lo mejor sería buscar un sitio más privado.

 

Ambos nos adentramos a la vivienda, yo siguiendo a Crystal más tieso que un palo. Subimos la escalera principal y mi amiga me condujo por el laberinto de pasillos y puertas de las que se componía su casa. En un momento dado topamos con un señor de pelos canosos y vestido de forma demasiado formal nos sonrió de una manera casi paternal

 

—¿Un amigo de la señorita? —¿Señorita? Me giré hacia mi amiga sorprendido por aquel tono tan formal (Aunque el tono dejaba mostrar el cariño de años de confianza) Crystal le devolvió la sonrisa.

 

—Henry, este es mi amigo Dan —aquel señor, que supuse que sería una especie de empleado en la casa, me ofreció la mano a modo de saludo y yo correspondí con torpeza.

 

—Un placer señor, es agradable ver que la señorita trae amigos a casa. Ahora si me disculpan tengo que ir a atender al señor— Dicho eso se fue, desapareciendo por el mar de pasillos. Crystal continuó la marcha.

 

—Mi habitación es está de aquí, podremos hablar sin que nos interrumpan...Dan¿ Estás bien? ¿Estás llorando? —Negué con la cabeza mientras exageraba una expresión de emoción.

 

—Es que es la primera vez que me presentas a alguien diciendo mi nombre de verdad.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Y eso es todo por hoy amigos!! Se que podría ser más largo, pero meh, así se queda.

Si quereis dedicarme cartas de amor o muerte podéis hacerlo por el Facebook VincaGnone/Crystalpm 

o por aquí o por telepatía, aunque esa última no la tengo muy bien dominada.

Un saludo :p

 


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