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Verdadero mediodía por neko miri chan

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Notas del capitulo:

Aquí hay algunas cosas muy personales, la vida de Kai, es un poco de mi vida (pero eso no significa que Kai no sepa amar, tuvo la oportunidad de amar a su padre como yo la tuve) con ficción (sazonada con algo de amor no correspondido porque desgraciada o afortunadamente no es algo que me haya tocado vivir). 

II: Ruki

 

Diez de la mañana 14  de julio

El cielo estaba muy claro ese día, el sol bastante fuerte pero el viento era fresco y me daba de lleno en la cara. Si tuviera que presentarme, si tuviera que expresarme, dar una opinión o describirme diría que solo soy un chico acostado cubriéndose el estómago con un libro de lo más delgado, que tengo  el cabello negro de raíz y rubio de capricho, que yo, el chico en cuestión, me llamo Takanori.

Al igual que el personaje principal de aquella escritora china, Wei Hui, había decidid cambiarlo por otro, Takanori era Ruki al igual que Nike era Coco y al igual que Coco, Ruki sentía un vacío que no podía comprender. También me siento extraño por no poder definir lo que siento ¿Se sintió ella extraña al saber que su amor era impotente? No es como si Kai fuera impotente físicamente como Tian Tian, me refiero a que nuestra forma de amarnos es igual de muda, igual de estéril. Ese pensamiento me acompaña desde que me cuenta de que nuestros temperamentos al ser tan diferentes no podían llegar más lejos.

Me siento estúpido al compararme con el personaje de una novela, leer día y noche, antes de dormir, después de levantarse, mientras desayunas y en los recesos, definitivamente leer tanto hace daño y te perturba.

Noté que lo mucho que me molestaba el sol a pesar de que una nube lo tapo a toda velocidad en los últimos segundos, debe ser la resolana o que mis ojos ya no están acostumbrados a la luz natural. Escuché unos pasos por donde las escaleras, no tenía ni que mirar, solo podían ser dos personas las que subieran, el sonido era indudablemente el de los zapatos de Kai, con su caminar tan fuerte y el tintinear de las llaves pegadas a su pantalón. Abrió la puerta como si esperara encontrar la liberación, el viento lo recibió sacándole una sonrisa, de esas que marcan su hoyuelo. Caminó hacia mí y se tumbó a mi lado.

—     ¿Día duro?

—     Horrible, Suzuki-sensei ha dejado un informe de varios libros hace un mes y a pesar de que los leí no hice las anotaciones, he tenido que hacer lecturas rápidas toda esta semana he terminado hace nada y es en una hora su clase.

—     Eso te ha pasado ya varias veces, deberías aprender de tu error. Cada año, desde primaria es lo mismo.

—     No importa, de todos modos los he acabado—Le dije enseñándole el libro.

—     Solo a ti se te ocurre meterte en un taller impartido por él ¿Por qué no te metiste a electricidad conmigo y con Shima? Hay luces y electricidad…y Shima ¿Qué más quieres?

—     No voy a maltratar mis manos, he gastado mucho dinero en ellas—Le sonreí. Se acercó y me miró a los ojos, siempre me mira como si me fuera a dar un beso, pero al final se acobarda, me mira como pidiéndome disculpas y voltea hacia otro lado para quedarse como una especie de soldado de juguete hasta que llega Shima…como ahora.

Shima llega después de varios minutos preguntando si llegaba en mal momento, no es su culpa nunca darse cuenta de si llega o no en mal o en buen momento, simplemente Kai es demasiado confuso e intenso con las emociones, el aura se vuelve pesada como si estuvieras debajo del agua. Casualmente Shima es el único que puede respirar pero aun así le cuesta trabajo.

—     Como te va en tu taller, hoy kai y yo terminaremos de armar nuestros semáforos, cosa de nada— dijo al sentarse a un lado de kai sacando su emparedado de una bolsa de supermercado, es muy gracioso ver su emparedado, esta tan plano que podría pasar por una tortilla. Le da una mordida esperando una respuesta, no me queda más que responder.

—     He terminado mi trabajo hace unos momentos, me he traído el último libro para repasar algunas frases por si hace preguntas.

—     Aun no puedo creer que te hayas metido a un taller aun sabiendo que él daría la cosa.

—     Lo mismo le dije yo. —Se burló kai

—     Es decir—dijo con la boca abierta. — Era nuestro jodido maestro de primaria, aún recuerdo cuando nos enseñaba los  primeros kanjis, “No Kou-chan, es primero de arriba hacia abajo y después de izquierda a derecha, se escriben primero los trazos horizontales si están cortados en su totalidad por un trazo vertical.” Tenía 6 años ¿cómo carajos iba a saber yo que era horizontal y vertical? ¿Tanto le costaba decir parado y acostado?

—     No era mal maestro—Dijo extrañado kai

—     No, pero…dejaba mucha tarea, sigue dejándola, la verdad no me esperaba que diera clase también a los mayores, fue una gran impresión cuando el año pasado le tocó ser nuestro tutor.

En eso tenía razón Shima, él era profesor de primaria, bueno en realidad para su edad su currículo estaba muy completo, psicólogo clínico, psicopedagogo y licenciado comunicaciones, trabajó de reportero en algún periódico o revista pero en vez de eso prefería dar clases de japonés en la primaria y de literatura e historia en los grados superiores(siento que estudio demasiado para terminar siendo maestro), tal vez solo es la vocación y de verdad le gustaba enseñar(supongo que por eso estudio psicopedagogía).

Me encogí de hombros y miré al cielo. Kai pasó su mano por mi cabello, otra vez esa mirada. Cerré los ojos para no verlo, me daban ganas de besarlo pero él no tenía ninguna intención de hacerlo así que me frustraba siquiera observarlo. Cuándo Coco quería hacerlo con Tian Tian y éste se negaba ¿Qué tan frustrada se sentía? Porque, hablando con la verdad, hacerlo con sus dedos no es lo mismo que conectar ambos cuerpos, que las almas estén en contacto no significa que sea suficiente, como cuando kai me mira como si me amara y no lo dice, eso no es suficiente, debería buscarme a mi propio Mark, me “enamoraría” de mi “Mark” lo suficiente para engañar a kai, para mentirle aunque no le deba explicaciones, tal vez eso nos hace diferentes a Coco y a mí, ella sabía que Tian Tian la amaba, se lo decía y se lo demostraba, por eso le prometió que nunca le mentiría aunque al aceptar ya lo hacía, pero kai no me lo dice, solo me mira como si lo hiciera.

Escuché a Shima levantarse, probablemente a tirar la basura de su comida, kai seguía acariciándome pero pronto se detuvo.

—Mira, ahí está Yuu,

 

III: Kai

 

Paré de jugar con su cabello un poco molesto con Shima sólo por pronunciar el nombre de Yuu. Takanori se levantó del suelo y fue a verlo junto con Shima. Yo sé que lo extrañan pero nunca dicen nada al respecto. Yuu era un chico mayor, va a graduarse pronto de la preparatoria y seguro tenía muchas cosas en la cabeza en ese momento.

A Yuu lo conocíamos desde hace un tiempo, es de Mie, un lugar en la costa, cuando llegó tenía incluso la piel bronceada y el cabello afro cosa que para bien o para mal lo hizo bastante popular por su look tan raro, tan…playero. Obviamente él no nos habló primero, tiene varios amigos, a pesar de ser tímido es muy bueno con la gente así que solo teníamos amigos en común pero nunca nos hablamos.

En una fiesta del hermano mayor de un amigo de la primaria de Shima, estábamos los tres, Shima, Takanori, su primo Yomi (menor que nosotros por dos años) y yo, mirábamos un poco impactados como los mayores se alcoholizaban y empezaban a hacer y decir incoherencias, a mí por supuesto no me había gustado nada el ambiente pero a Shima le iba muy bien ese rollo. Takanori y Yomi se dedicaban únicamente a mirar.

En uno de eso juegos de fiestas donde lo que reina el alcohol y los adolescentes hormonados, metieron a la fuerza a Yomi y a Aoi, al verse tan tímido confundieron a Yomi con una chica (Supongo que ayuda su cara redonda, el cabello largo y la estatura pequeña). Yomi salió de ahí llorando mientras Yuu se retorcía (por cómo se lamentaba y se movía seguro fue una patada en los cojones) en el suelo, y  nosotros, naturalmente, corrimos detrás de él para saber lo que había pasado, Shima lo alcanzó y lo hizo detenerse, no dejaba de llorar y dijo que aquel muchacho (en ese tiempo Yomi no sabía ni su nombre) lo había forzado a besarle, que se lamentaba de que su primer beso se lo haya dado un borracho sin nombre.

Con la autoestima hasta el suelo Yomi fue a la escuela al lunes siguiente esperando no encontrarse jamás con nadie  que hubiera estado en la fiesta, desafortunadamente la mitad del instituto había asistido, pero alguien de primer año tenía muy bajo perfil y todavía no se había hecho de una reputación social para que alguien siquiera se acordara de que había estado en la fiesta (además de que todos estaban borrachos y las lagunas mentales fueron caso frecuente).

Una semana después, mientras comíamos con Yuu se acercó a nosotros, su sombra alta le tapó el sol a Yomi y este no le puso atención, como si se tratase de una simple nube cubriendo el sol. Yuu hizo un sonido con la garganta haciendo que volteara hacia él. Yomi dejó caer la gamba que tenía en la boca, lo bueno es que cayó sobre su tupper. Yuu estaba realmente sonrojado, pensamos que era porque había venido a nosotros corriendo. Finalmente vino a pedirle disculpas, al principio Yomi no las aceptó pero después de varios días de acoso terminó diciéndole que no había problema; Yuu entonces confeso que Yomi le gustaba y que quería que aceptara sus sentimientos. (Claro que Yomi primero enloqueció y después de otras varias semanas de acoso decidió aceptar sólo para no tener que soportarlo más)

Me levanté para hacerles compañía a mis amigos en la pesquisa, y miré hacia abajo. Yuu descansaba la cabeza sobre las piernas de una bella chica, de esas a las que no le pensabas ni dos segundos para lanzarte hacia ellas y arrebatarle la ropa; tenía el cabello negro, cortado en una pequeña melena que le llegaba a los hombros, de cintura pequeña, y pechos redondos. Acariciaba el cabello de Yuu como minutos antes lo había estado haciendo yo con Ruki.

Él dijo algo, con muy poco interés, como si estuviera hablando del pasto crecer y la chica soltó una elegante carcajada, él frunció el ceño, tal vez recordando que Yomi no se reía de cosas tontas y sin gracia. Se incorporó y volteo a ver la chica, la miró unos instantes y luego comenzó a besarla, metiéndole la legua y todo. ¿No se dio cuenta ella de que él había dudado en hacerlo? Fue una milésima de segundo peor lo hizo, porque no quiere besarla ¿Está decidido a eliminar todo recuerdo de Yomi?

 

—Parece algo triste. —Dijo Shima.

—Tal vez extraña a mí primo.

— ¿Por qué lo habría dejado entonces?—Le pregunté a Ruki, quien me miró como si estuviera preguntándole algo obvio como el  color era el agua del mar vista del espacio; y como siempre Ruki con la franqueza que le caracteriza, sin pensarlo ni meditarlo dijo

—Porque él no se enamoró de un ciego y no tiene que cargar con ello, además, una relación basada en lastima es lo peor que hay. —Y de nuevo miró a Yuu—La verdad es que lo entiendo perfectamente, yo hubiera hecho lo mismo.

Entonces me di cuenta de lo diametralmente opuestos que somos Ruki y yo. Estoy enamorado y no sé cómo decírselo, pero ¿Valdrá la pena decírtelo? Es decir, sé que es muy egoísta porque él tiene razón, desde su punto de vista pero, ¿Qué sería capaz de hacer él por amor? Si algo sucediera, no lo sé, trabajando, por decir algo, si me accidentara en alguna carretera, si yo quedara mal o enfermara ¿Me abandonaría?

 

¿Solo hasta ese punto puedes amar Takanori?

 

 

IV: Yomi

 

Con el tiempo he aprendido a descifrar aquellos puntos, y la verdad es genial pensar que solo seis posiciones diferentes de puntos pueden remplazar aquellos ideogramas que costaron tanto aprender.

Me senté en el comedor, no hay ni un ruido, bueno, no hay nadie además de mí en este lugar tan frio. Columpié mis piernas y suspiré fuerte, por más que no quisiera me sentía solo y esa soledad no acabaría hasta que llegara Aki-chan y aunque eso me tranquilizaba me hacía sentir vacío ¿Es que no hay nadie más aquí para mí?

Sé que nunca fui muy bueno haciendo amigos, pero los pocos que tenía pensé que serían de verdad, incluso con Yuu, a pesar de nuestra edad (que de por sí ya era diferente) pensé que lo nuestro era verdadero y es que sé que cuando me dijo que le gustaba, aunque yo no sintiera nada por él ni quisiera sentirlo, se volvió alguien especial para mí, porque nadie me había dicho que me quería o que yo era diferente a los demás, y en mi mente se formó una cruel fantasía que terminó cuando él me dijo que no podía con esto. Sé que cuando dijo “Me gustas” no fue un “Te quiero” y que cuando dijo “Te quiero” no fue un “Para toda la vida”, solo me hice ilusiones. Me siento como en esa canción que me mostró Aki-chan, no recuerdo el nombre pero  “Sin embargo esperaba que te quedaras pero al agua hay que dejarla correr” resuena en mi cabeza e inconscientemente lo repito cuando pienso en Yuu.

 Abrí el libro que me dio Aki-chan para leer el día ayer, lo he terminado anoche y me ha gustado un montón, me dijo que tenía dibujitos y lo primero que pensé fue “serás hijo de puta” creo que mi cara lo dijo por mí y el solo empezó a reír.

“El dibujo también es táctil como las letras, no te preocupes, seguro te gustara”

Me ha terminado por encantar, El principito, escuché mucho de él cuando era niño pero nunca lo leí, me parece irónico que ahora que estoy ciego lea todos esos libros que por jugar a la consola me perdí, me hubiera gustado ver los colores de estos dibujos, sencillos, rústicos pero muy tiernos, acompañados de un texto que no sabes si es para niños o para adultos,  de hecho fue bastante interesante leer.

“A León Wert

  Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo sin embargo una seria disculpa: Esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra disculpa, esta persona mayor puede comprenderlo todo, incluso los libros escritos para niños. Y, tengo además una tercera disculpa: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frio. Por lo tanto tiene una verdadera necesidad de consuelo. Mas si todas estas disculpas no fuesen suficientes, entonces quiero dedicar este libro al niño que fue en otro tiempo esta persona mayor. Todas las personas mayores primero fueron niños (pero pocas lo recuerdan). Por consiguiente, corrijo mi dedicatoria:

A León Wert,

cuando era niño. ”

 

Cuando leí esta dedicatoria sentí un calor extraño apoderase de mi corazón y me pregunté qué tipo de libro sería. Mientras pasaba las páginas me sentía cada vez más abrumado por las emociones. Cuando alguien te dice verdades de una manera tan brutalmente suave no puedes sentirte de otra manera.

Enumerare las verdades más relevantes de este libro en formas de citas textuales. Las guardaré en mi cabeza y en mi corazón de la forma más tierna que sea posible aunque sé que las personas que no hayan leído el libro las comprendan, las palabras pierden sentido cuando están fuera de contexto, simplemente lo relacionaré con personas a mi alrededor.

*Las personas mayores nunca comprenden por si solas las cosas, y resulta muy fastidioso para los niños, tener que darles continuamente explicaciones. (Me pasa todo el tiempo con mi madre).

*Es triste olvidar a un amigo y volverse como los adultos que se interesan solo por los números. (En el caso de mi padre biológico)

*Yo ya no sabía que decir. Me sentía tan torpe que no sabía cómo consolarlo…¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!(En todo el tiempo, hemos llorado los dos, me ha contado de sobre él, hemos sufrido los dos juntos y es más de lo que puedo decir de los demás, siento que es el sentimiento que nos rodea a mí y a Aki-chan)

Acerca de Yuu también hay verdades ocultas entre las palabras de este libro:

*¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla. (Aquella flor soy yo)

*Y es que la flor no quería que el principito la viera llorar. Era una flor tan orgullosa… (Por eso no salgo de aquí)

*—Busco amigos, pero ¿Que significa domesticar?

—Es algo que está muy olvidado—dijo el zorro—.Significa crear lazos. (Yo creé un lazo con Yuu, que me ha domesticado, me tortura saber que él lo ha olvidado)

*—Es el tiempo que has perdido con tu rosa lo que la hace tan importante (quiero que él piense en mí, quiero que llegue a esta conclusión, quiero que piense que soy especial de nuevo)

Empiezo a llorar.

Escucho el sonido de la puerta abrirse pero no me detengo, mis padres le han dado mis llaves para entrar, si yo le abriera la puerta a cualquiera para ver quien es seria peligroso, entonces él se ha quedado con mis llaves para poder entrar sin tener que tocar.

Me ha encontrado llorando; seguro se sentirá dolido porque sabe que lloro por Yuu, me abraza y me da un beso en la frente.

Ha comenzado a llover, eso es sorprendente porque mi madre dijo que el día estaba muy claro. Hace también un poco de frio, Aki-chan me cobija con su cuerpo y aunque el clima no mejora y sus besos no hacen que brille el sol nuevamente, intenta, con todas sus fuerzas darme calor.

 

 

V: Yuu

 

Me siento en esta misma banca todos los días, en el parque frente a su casa. Y todos los días, a la misma hora esa sensación de odio hacia mí mismo viene cuando él cruza por esa puerta. Mis manos se cierran por la ira. Ni siquiera intenta ocultarlo, nadie de por aquí sabe que él es un profesor, nadie sabe que tu eres apenas un niño, nadie sabe que las personas que están al otro lado de la ventana no deberían besarse, nadie sabe que ese hombre no debería poseer a ese niño.

— ¿Por qué me has olvidado tan rápido?—Me pregunté cuando días después de renunciar a ti, caminando hacia aquí, porque mi mente estaba colapsando de tanto pensar en ti, me encontré a ese hombre retenerte entre sus brazos. Sentí que la sangre se me iba a los pies. Te tomó por sorpresa pero tú no lo alejaste, no lloraste; sólo pasaste tus brazos alrededor de su cuello y te levantaste en puntas para corresponderle.

Y ahora muchos días después, desde la banca a donde solíamos ir para besarnos, veo tu comedor, veo como tientas el camino para llegar hasta él, como comienza a desnudarte para cargarte en brazos y llevarte (según pienso) a tu habitación.

Y por más que llore y me reviente de coraje, no puedo hacer nada; no puedo reclamarte, no tengo derecho; no puedo acusarlo, me odiarías; no puedo alejarte de la única persona que no ha renunciado a ti. Corrijo, la única persona que no te dio la espalda.

 

 

VI: Kai

 

Llegué a casa un poco cansado. Llegué para cansarme un poco más pero todo valía la pena. Acabas llegar de tu viaje a capital y estoy muy feliz por mí. No podría estar más feliz. Sé que estas muy cansado y que te duele todo, pero cuando Ita-nee-san llamó para decir que regresarían de la capital para cuando saliera de la escuela no puede evitar querer dar brincos por ahí, con una sonrisa en la cara.

Abrí la puerta, tú estabas en tu habitación, ya te habían acostado en tu sillón y te habían cambiado, aunque sé muy bien que no tomaste una ducha cuando saliste para acá. Me miraste con esos ojos que se esforzaban por mostrarse brillantes y te sonreí como siempre, te dije hola alegremente para correr hasta ti, bese tu frente, el único lugar donde podía besarte sin que te doliera; tu cara estaba hinchada, no te preocupes, el doctor de a dos calles vendrá a darte tu masaje linfático, yo masajeare tu brazo izquierdo, nami-nee-san masajeara tu brazo derecho, el doctor tus piernas mientras Ita-nee-san observa y cuenta chistes, es el único momento en que puedes relajarse, se esfuerza demasiado, conduce hasta capital de ida y de regreso y cuando te quedas ahí es a la única a la que dejan quedar en el hospital, ya que es un hospital nacional solo dejan entrar a un familiar a cuidar a su enfermo.

El doctor se ha ido y el tío Amu llegó, nos ha traído la cena del lugar donde trabaja, sinceramente papá, tu que le has dado todo a tu familia me sorprende que sea el que menos tiene el que te ha respondido según sus posibilidades. Se ha quedado a cenar con nosotros como cada día, ya hasta sabe dónde están los platos y los vasos.

Suena tu campanita y voy corriendo como flecha para ver que necesitas, me dices con señas que ya tienes hambre.

—Ahora te lo traigo papá.

Corro a la cocina para decirle a mamá que ya tienes hambre y ella pone a calentar tu comida que ya está preparada. Cada vez que la veo, preparando caldos y molerlos  para después guardarlos en jarritas con tapas de colores que tú mismo compraste cuando todavía podías caminar bien y conducir, cuando no tenías que quedarte en casa porque el clima estuviera frio o cuando no tenías que ver el jardín desde la ventana, cuando tu podías hablar pero que ya tenías que comer por sonda.

— ¿no te da asco comerte eso? (pregunté porque no me gustaba el caldo de pollo) Miraste tu batido y triste me respondiste.

—No me da asco lo que me como, me da asco como me lo como. — y vaciaste el contenido en la jeringa que llegaba a través de una manguerita a tu estómago.

 

 

Mamá me ha levantado a punta de gritos llamando a Ita-nee, la pobre no ha visto a sus hijos desde hace dos semanas, desde que se mudó solo para cuidarte. Es la una de la mañana y mamá no para de gritar, y me lleno de valor para levantarme, se con lo que me encontrare, sé que solo yo tengo el sueño ligero y que es mi deber como una persona que te ama abrir los ojos y enfrentarse a la realidad, pues esto pasa casi todos los días. No sé cuánto tiempo más podremos resistir. Tú y yo, tú y nosotros.

Corro escaleras abajo y entro en tu habitación como un cohete. Mamá estaba tratando de levantarte, pero enferma de sus pies no tiene la suficiente fuerza ni para sostenerse ella. Se ha puesto nerviosa, no sabes como la asusta que te caigas. Te miro enojado a pesar de que no me ves, aunque sé que no tienes la culpa, odias depender de los demás y odias despertar a mamá, pero ¿Por qué no usas la maldita campana? Te he dicho que la suenes si necesitas algo, que no me importa bajar en la madrugada, no me importa que todo el mundo se despierte, no sabes cómo se siente cuando te caes, no sabes cómo es saber que te lastimas.

 

 

20 de julio:

Han sacado el carro a las dos de la mañana, hoy tengo examen final de física, sé que no hay manera de salvar esa materia menos de que saque un perfecto 10, incluso tengo el dinero para pagar el examen extraordinario, pero en cuanto escuche el ruido salí. Go-nee me dijo que irían al hospital, que no podías respirar. He dicho que sí y apenas salieron  puse la música la música del grupo Epica a todo lo que daba, tal vez los vecinos me odien, pero no puedo evitarlo, estoy ansiosa. Apago la música 15 minutos después y bajo a prender la computadora, abro los archivos que nos mandó el profesor de física  y lo leo una vez, no acabe por que a las tres llegaron todos. Me dijeron que me fuera a dormir, me sentí tranquila al ver que regresabas en tu andadera a tu habitación.

Más “tarde” en la escuela, eran apenas las 7 de la mañana y tuve mi examen. Shima se veía más nervioso que una gelatina, todos ahí de hecho. Yo sólo tomé el papel y comencé a llenarlo (incluso con dibujos, al maestro de física le gustan los dibujos), me sentí feliz al ver que podía responderlo hasta que llegó la última pregunta. Era de la página que no revise porque habían llegado. Lo entregué después de 10 minutos y salí del salón. El profesor se sorprendió al ver que por primera vez había contestado más de tres preguntas.

 

6 de agosto:

Estoy de vacaciones.

He ido a recoger las calificaciones después de darte de desayunar un rico licuado de frutas (aunque tú ya no puedes distinguir el sabor ya que no comes por la boca, espero que pasen rápido esos dos años obligatorios para hacerte la cirugía y reconstruirte la laringe), me he sorprendido he pasado la materia. Fui al mercado y compré las verduras que me pidió mamá para tus caldos.

 

Viernes 17 de agosto:   

Te han hospitalizado y no sé por qué. Durante las últimas dos semanas la ambulancia ha venido por ti 4 veces.

Tu ojo izquierdo se ha quedado como blanco, y gira un poco hacia donde tú no estás mirando. Ahora solo me miras con uno pero se está cansando. Tengo miedo. Mamá se ha quedado el día de hoy contigo. Ita-nee no quiere quedarse, dice que está muy cansada y que no puede más, llora y sus nervios están de punta, mamá le ha dicho que tiene que hacerlo, que ahora eres como un bebe y que estas asustado y se arrepentiría si algo te pasa y no ella no está ahí para verte, dado a que confías mas en ella que en cualquiera.

 

Sábado 18 de agosto:

Mari-nee se ha quedado contigo para dejar a Ita-nee descansar unos días. Se ha quedado muy asustada cuando ha visto cómo te aspiraban la garganta al ver tus muecas de dolor.  El esposo de Ita-nee ha ido en la mañana para que Mari-nee fuera a comer y a dormir. Me he quedado ahí con Nami-nee para lo que se te ofrezca.

Cuando el cuñado ha llegado ha dicho que querías regresar a casa.

 

Domingo 19 de agosto:

El tío Momo se ha quedado contigo. Le ha llamado a Ita-nee dice que quiere que mañana mismo saque a su hermano de ahí. Que no te lo mereces.

Ita-nee ha entrado a mi habitación justo después de que he salido de bañarme. Yo tiritando de frio y cubriéndome bien con la toalla me dice que estas invadido, que el cáncer está en tu pulmón derecho y se está expandiendo, que tu estomago ya no sirve y que está en el cerebro. Dice que vas a durar de 10 a 7 días en el hospital si te quedas ahí para alimentarte por químicos  de tres a cinco si regresas a casa a morir de hambre.

—Esta noche van a venir mis tíos y entre todos vamos a decidir.

La miro a los ojos a punto de llorar.

— ¿Qué hay que decidir? No hay que ser genio para saber lo que él quiere.

 

Lunes 20 de agosto:

Otro día más de faena, estoy esperando a que llegues tengo la música, no muy fuerte pero si alta, escucho Baretta, una canción que compuso Ruki. La escucho mientras la tía Nana me ayuda con los quehaceres y le digo que esa canción me gusta mucho pero que este día suena diferente.

Han llegado los primos de Sendai, dicen que solo están de paso. Que querían ver a su tío cuando llegara. Supongo que todos tenían un presentimiento extraño ese día, en especial ellos porque era lo más cercano que tenían a una familia desde que su mamá murió y tú fuiste el que, no solo lloró, sino el que estuvo ahí para ellos.

Llegas en una ambulancia, está lloviendo y te bajan cubriéndote con un paraguas, no puedo evitar volverme un ovillo. Tú no te mereces esto. Te acuestan en tu sillón y Go-nee va por mí corriendo. Me dice que vaya, que es el momento. Al principio me quedé de ¿Eh? y voy como zombi a tu habitación.

Ita-nee dice que quiere ir corriendo por tu tanque de oxígeno.  Mamá sentada en el sofá que queda de frente dice que no importa. Mari-nee esta tirada en el suelo mientras sujeta tu mano y llora y llora prometiéndote que va a ser un mejor ser humano y que va a criar a su hija como la has criado tú. Los hijos de ita-nee no han llegado de la escuela, no sé si eso es bueno o es malo, ellos te amaban y te llaman papá. Me toca el asiento justo a un lado de ti. Sujeto tu mano, la punta de tus dedos se ponen frías, escondo tu mano debajo de la cobija aun sujetándote, te digo que te amo pero mi voz se volvió amorfa, mucho más grave de lo normal.

 Ita-nee te ha puesto el esfigmómetro, Mari-nee parece enojada con ella. Yo sigo sosteniendo tu mano. Tus labios se ponen grises, tu mano sigue igual pero Mari-nee se asusta.

2:55 pm

No has durado ni 15minutos desde que llegaste.

Hemos puesto una cruz de plata en tus manos. Estiré tus pies para que no te quedaras así en tu rigor mortis. Han prendido veladoras y comenzaron a rezar por ti. La familia fue llegando, Ita-nee se encargó de las llamadas, Nami-nee llena tu acta de defunción, la cual el tenido que leer varias veces para hacerme a la idea y hago chistes sobre los datos que piden en ella, Go-nee tramita todo lo de la funeraria.

Llamo a unos amigos, les aviso a los otros por internet.

Los de la primaria llegaron inmediatamente, hemos comido con la familia entera, ni parece que hubieras muerto, trajeron la comida y me mandaron por los refrescos a la tienda. Mis amigos me acompañaron.

Mi mejor amiga tantea el camino hacia mi desahogo. Les digo como fue todo. La sensación que me inundo cuando los de la funeraria vinieron a recoger tu cuerpo, y taparon tu rostro. Aunque así se hagan las cosas no soporto la idea de que taparan tu rostro, es una falta de respeto. El hecho de que estés muerto o que no te conocieran no importa, a nadie le gusta que le tapen el rostro a un ser querido de esa forma, Deberían pedir a la familia que salga, no saben cómo duele, Mari-nee soltó un grito al ver aquello y por poco yo lo hago, pero lo soporto, y me aguanto las lágrimas porque mis hermanas no pueden hacerlo. Alguien tiene que ser fuerte por todas.

Ya con todo sobre las mesas empezamos a comer, ¿Adivina en dónde? En la cocina que construiste solo para las fiestas.

Porque tú lo necesitabas, porque tú te merecías un descanso y dejar de sufrir. Porque a ti te gustan las fiestas.

Salimos y me compraron un helado, mis amigos son tan buenos, y a pesar de que se hacen los machos, esta vez fueron ellos los que me abrazaron.

Me dejaron en casa y ahí estaba otro de mis amigos, no podía quedarse pero me fue a dar el pésame. Su madre llamó para regañarlo porque ya era noche y él no había llegado. Lo dejé ir con una sonrisa.

 En el velorio tuve que leer la pantalla que decía:

“Salón de Plata” y que anunciaba tu nombre, el nombre y la hora del templo donde se haría la misa de cuerpo presente. En eso llegaron varios amigos de la secundaria y al mismo tiempo los de la primaria quienes se pusieron guapos solo para irte a despedir.

Taka y Shima llegaron a la misa.

Una gran caravana de personas y de autos; Tenías ocho hermanos, una infinidad de primos y sobrinos, y por si fuera poco casi 100 amigos; todo eso fue muy lento. Te lloramos una última vez. Te enterraron después de un poco de música en vivo, porque te encanta la música, de Iron Maiden al folclore pero siempre lo mejor de cada género.

Taka se tuvo que ir. Shima se quedó platicando conmigo un rato para animarme pero después también se fue. Shima es importante para mí, pero me pregunté con mucha fuerza, porque la persona a la que yo más quería atesorar en mi corazón, se iba, solo por un pendiente insignificante como una salida de compras en familia.

 

VII: Yomi

 

30 de Septiembre

—     El condenado a muerte es un manjar delicioso, si se come frio, su carne se deshace con facilidad,  tiene una delicadeza inimaginable en los varones, sobre todo si han pasado una gran parte de su vida a la sombra… ¿Qué clase de libro es este Akira?

El soltó una ligera carcajada.

—     Sabía que pondrías esa cara. ¿Te ha gustado la forma en que inicia el libro? A mí me encanta. Hace bastante tiempo que caí en cuenta de que Akira tenía un sentido del humor bastante negro.

La cocina caníbal era bastante curiosa ya en su nombre, en la portada tenía un dibujo. Era una boca abierta y  por la garganta se asomaba un hombre. Adentro venían una serie de recetas para cocinar personas, carteles irónicos (mis favoritos fueron “Se come a su mujer y muere ENVENENADO” y “Una MUJER ATROZMENTE MUTILADA fue descubierta en la CAFETERÍA de la fábrica, el plato del día era ESTOFADO DE VACA”) dibujos bastante perturbadores, como un hombre comiendo una rebanada del estómago de una embarazada. Una mujer con un niño en brazos, el niño se había comido sus brazos. Un hombre comiendo su propio pene como si fuera un emparedado.

—     En realidad me gustó bastante.

—     Lo sé.

—     ¿Cómo lo sabes?

Se subió a la cama y me arrebató lentamente el libro de las manos.

—     Porque a ti te encanta que te coma enterito—Me susurró al oído,  sonreía mientras besaba mi oreja. Cosquillas. Besos. Más besos. Manos juguetonas.

¡Fuera ropa! (Ya era hora)

Cómeme y déjame comerte Akira.

Bésame y déjame besarte.

Ámame que estoy comenzando a amarte.

VIII: Yuu

 

16 de octubre

Me sobrecojo cuando te veo azotarte contra la ventana de arriba. El ventanal  dibuja tu figura. Llevas la camisa del pijama a medio abrir, él termina de arrancártelo. Te toca y pasa sus manos por debajo de la ropa. A pesar de la distancia puedo ver tus muecas de placer. Se quita la camisa y te aleja de la ventana. Las luces se apagan.

Han pasado 7 meses, incluso me he graduado y no puedo olvidarte. Todos los días me quedo parado cerca de una hora frente a tu casa y cada vez se me rompe más el corazón. El  arrepentimiento. El dolor en mi pecho.

 

IX: Suzume

 

21 de noviembre:

Esa tarde me sentí mal en el trabajo y fui directo a casa. Vi a un chico de cabello negro y largo mirando hacia la ventana y estaba llorando. Lo ignoré y entré a casa en silencio.

Todo estaba oscuro ¿Dónde está Jun? Lo busqué por toda la casa y no lo encontré, salí muy asustada a buscarlo al parque. EL chico de cabello negro ya se había marchado ya; caminé buen tramo cuando lo encontré caminado de la mano con su profesor.

Mi Jun estaba caminando encima de unas jardineras siempre agarrado de la mano de su profesor. Trastabilló y casi se cae, estuve a punto de gritar su nombre. Suzuki-san lo detuvo y Jun al caer en sus brazos soltó una carcajada para después fundirse en un beso.

—     Quiero hacer el amor Aki.

Le dijo Jun al separarse.

—     Se supone que salimos hoy para no hundirnos en las sabanas.

—     Pero quiero, anda Aki-chan, yo sé que tú también quieres.

 Me moví de ahí tan rápido como si fuera un fantasma. Llegué a la casa y me senté en sala esperando a que llegaran.

Escuché las carcajadas acercarse y pararon de pronto cuando abrieron la puerta.

—     ¿Qué pasa Aki-chan?—Preguntó Jun asustado.

—     Tu madre a llegado temprano, parece hoy me iré antes. Buenas noches Chiba-san—Acarició los cabellos de Jun y me llené de enojo Cuánto tiempo ese cerdo nos ha visto la cara?. Él salió de la casa y Jun se dio la vuelta camino a las escaleras.

—      ¿A dónde vas?

—     A mi habitación.

—     ¿Te ayudo a subir?

—     Puedo hacerlo solo. Gracias. Buenas noches mamá.

 

Horas después llegó mi marido.

—     ¿Te puedo encargar a Jun?

—     ¿Sucede algo?

—     Nada, solo quiero dar una vuelta.

—     Está bien, pero no tardes, hare café por si quieres cenar.

—     Gracias.

Salí rumbo a casa de ese… ¿Cómo es que tan confiados dejábamos a Jun cuando salíamos? ¿Cómo es que le dimos llaves de nuestra casa?

 

Toqué fuertemente su puerta y me abrió un poco espantado.

—     Chiba-san ¿Qué está haciendo aquí?

—     ¿Puedo pasar? Necesito hablar contigo un par de cosas.

Su cara demostraba duda pero igual me abrió la puerta. Escuché como ponía el pestillo en la puerta.

Observe la sala. Tenía un montón de fotos. Al parecer era él con gente muy guapa, una chica lo abrazaba fuertemente, pero su mirada parecía estar perdida.

—     ¿Y su marido?

—     En casa.

—     ¿Por qué no ha venido con usted?

—     Esto  es algo que tengo que arreglar yo contigo.

—     ¿Entonces no le ha dicho que ha venido para acá?

—     No… ¿Es tu familia? —Dije señalando una de las fotos.

—     Así es.

—     No se parecen mucho a ti.

—     Eso es porque soy adoptado, mis padres biológicos murieron y pues la familia rica del pueblo me hizo su hijo. Siéntese. —Me dijo señalando el comedor y obedecí. — ¿Quiere café?

—     No gracias, siéntate.

Parecía confundido y nervioso, casi como inocente. Miré la mesa y tenía un montón de cables de colores en ella, junto a su taza de café.

—     Siento el desorden, estaba haciendo una instalación de focos en el ba…

—     Quiero que te alejes de mi hijo.

—     …

—     Eres un jodido cerdo y no puedo creer que nos hayas engañado tanto, confiamos en ti para que lo cuidaras, para que lo enseñaras y te acuestas con él, no quiero verte más porque si lo hago te juro que meteré una demanda por violación.

Soltó una risotada.

—     Señora, nunca hubo una violación, si me mete una demanda será por estupro, porque si lo hace por violación no procederá, no hay ninguna marca que indique el uso de la fuerza, no hay semen, Jun no atestiguara en mi contra, no hay testigos, fui trabajador social antes de ser profesor, créame, sé de lo que estoy hablando, tengo un currículo impecable, por no decir a los padres adoptivos más fundidos en dinero que otra cosa; señora, con todo respeto, es su palabra contra la mía.

—     Si crees que eso me hará desistir estás muy equivocado. —Me levanté con dirección hacia la puerta. Y cuando al fin llegué a ella escuché un suspiro a mis espaldas. Sentí como si el aire me faltara de repente. Me ardía el cuello. La desesperación era horrible.

 

X:Akira

—     Si me ha dicho que su marido sabía perfectamente donde estaba esto no hubiera terminado tan mal para usted. — Le dije a la mujer que estaba tirada en el suelo. Me incliné para verla mejor. — ¿Y ahora que se supone que hare con usted? ¿Comerla?—Sonreí. —Hace mucho que no hago obras de caridad para el hospital. Nadie rechaza un buen pedazo carne con patatas.

Cogí uno de los libros de mi librero. La cocina caníbal; lo ojee.

“Mamá a las rosas blancas:

Bese a su mamá en las dos mejillas y luego córtela en dos; échela en agua hirviendo y quítele la cabeza que sonríe bondadosamente—podría arruinarle el apetito—, la columna vertebral y todos los huesos que pueda. Prepare unas patatas cocidas y córtelas; poner en una ensaladera. Mézclelas con pequeño cachitos de su mama y alíñelo todo con aceite de oliva al momento de servir. No se olvide de poner una rosas blancas debajo del plato. Protegerán el mantel y además a su mamá le gustaban tanto…”

Una sonrisa como siempre que leo este libro.

Fui al jardín para recolectar las patatas de mi huerta, cuando decidí que ya eran suficientes mi vecino iba llegando, estacionó su auto y me saludó.

—     Está muy bueno el clima de esta noche ¿Colectando patatas?

—     Sí, haré estofado, seguro uno de estos días paso a darle un poco.

—     Pero claro hombre, si cocinas muy bien.

Sonreí para mis adentros por el cumplido

Estoy a favor de que la gente deje los prejuicios atrás pero… ¿en serio nadie lee lo suficiente como para llegar a pensar que su vecino perfecto, encantador, tranquilo, guapo y con trabajo estable puede llegar a cocinar a otra persona? Supongo que rara vez la gente que lee, les doy toda la razón, la piscología  es muy aburrida, no sé porqué la estudié.

Notas finales:

Chan chan chan chan…XD piche aki loco.

Bueno, pues, no tengo mucho que comentarles, solo que me encuentro en una etapa de creación, creo que me encuentro saliendo de ese cuadro de depresión donde estaba porque últimamente me encuentro acabando los fics que tenía por ahí en stanby.

Decidme que pensáis de este fic, en lo personal le tengo mucho cariño me encanta el reixyomi, pero no he visto muchos, sino es que ninguno, si han visto alguno pasadlo, quiero leer. 


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