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La misión por Shiro0

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Notas del capitulo:

Hola, tanto tiempo~~

Este viernes sali de la universidad,  (al fin!!) Y estoy feliz porque pasé todos los ramos, y la verdad es que temia de no pasar uno, pero lo pasé y estoy aún más feliz por eso.

Así que les quiero agradecer por la paciencia y por seguir aquí, después de tanto :')

Les dejaré un capitulo que espero que les guste ahahha y la verdad tuve que leer un poco de lo que iba, que ya me estaba olvidando que había pasado casi al final. Asi de harto que no escribo hahaha

Bueno, no tengo más que pedir disculpas por la demora y decir gracias porque aún están aquí :)

 

Cap. 26 "Desaparecidos parte 2"

 

— ¿Qué horas serán? — Murmura en voz baja, sentado abrazando sus rodillas.

Hasta el momento Iván iba a verlos  de vez en cuando, les llevaba comida o simplemente se quedaba ahí, parado frente a la puerta mientras  intentaban distraerse desesperadamente con la manchas en las paredes o en algún otro objeto en la habitación.

— Veneciano. —  Escucha su nombre amortiguado al otro lado. — ¿Estás despierto?

El italiano se acerca a la pared que coincidentemente daba con la habitación contigua. —  Estoy despierto. — Apoya la espalda contra el frio cemento volviendo a formar el agarre en sus piernas.

—  Me alegro, necesitaba escuchar una voz conocida un momento. — Se escucha como si estuviera feliz por ello haciendo sonreír al italiano. — Me gustaría saber qué hora son o si ya estamos de noche…

— Me lees el pensamiento. — Dice el Italiano con una pequeña risa. — quizás solo han pasado unas horas.

—Te equivocas— Se escucha una voz fuera del cuarto responder. — De hecho ha pasado un día y medio. — Dice Iván quien leía una revista tranquilamente sentado en una silla frente a las habitaciones. — Oh, pero no se preocupen quizás estén unos días más o quizás unas horas más, quién sabe.

Y con ello, la conversación termina.

 

En otra parte

— Ya deténganse, solo están mal gastando balas. — Les dice una voz a sus espaldas. Ambos se voltean encontrándose a Elizabeta acompañada de Heracles que infaltablemente abrazaba un gato. — ¿Nos dirán que es lo que los tiene de tan mal humor? — Les pregunta una vez que los chicos se sacan los audífonos.

— Solo esperamos unos informes y nos largamos. — Responde de mala gana Romano.

Antes de siquiera poder terminar de quitarse el equipo de entrenamiento, siente como le agarran la camisa y un fuerte golpe en la frente.

— Pero qué diablos. — Mira a la persona responsable. Elizabeta lo miraba con furia mal contenida.

— ¿Acaso esperas que nos largamos solo porque estás de malas? — Sin que se lo esperaran apoya de forma brusca el pie contra el posa brazo de entrenamiento. — ¡Me estas tomando el pelo maldito Italiano!

—Elizabeta— Dice Heracles como queriendo detenerla pero con temor a hacerlo.

Mientras Romano estaba siendo apresado, Alfred intenta salir de la habitación pero de la nada se encuentra frente a la furiosa cara de la chica sintiendo como su espalda chocando contra la muralla.

— Qué crees que haces Elizabeta. —  Dice Alfred tomando por la muñeca a la chica.

— Estamos con prisa. — Sigue Romano, intentado alejarla. Entonces vuelve a sentir presión en la zona que los tenían la Húngara agarrados.

— ¡ESCUCHEN PAR DE IMBECILES! — Grita sin contenerse haciéndolos callar y mirar con sorpresa a la castaña. Nunca les había gritado o al menos nunca como lo estaba haciendo en esos momentos. — Nos conocemos desde que apenas podíamos sumar, y hemos estado conviviendo en este maldito lugar cada mísero segundo de nuestras vidas. Los conozco como la palma de mi mano. Ahora díganme, qué pasó en la escuela que fueron.

— ¿Cómo es que sabes eso? — Dice Romano

— El hecho de que cada uno estemos haciendo cosas diferentes no quiere decir que no sepamos lo que está haciendo el resto. — Responde soltándolos de una vez. — Ahora, ¿nos dirán?

Alfred molesto con la interrupción del entrenamiento y con la repentina curiosidad de la chica sobre el tema, desvía la mirada. Romano por su parte, frustrado por todo lo que estaba pasando, respira hondo. No podía enojarse con cualquiera que pasara por frente suyo ni tampoco podía hacerlo su compañero. Apretando los dientes, le dice.

— Solo si me vences en una pelea.

Descolocando a la chica y al resto en la habitación. — Qué…

— Ya me oíste. Si quieres información pelea por ella, además estarás ayudándonos a matar el tiempo. — Ladea una sonrisa.

La chica responde con otra sonrisa. — Pequeño bastardo. Bien, vayamos a la otra sala.

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En la escuela

— Aún no hemos sabido nada de ellos. — Dice preocupado el alemán, que estaba con el cabello alborotado, el uniforme desarreglado y con pequeñas ojeras.

— Aún no nos podemos dar por vencidos…— Comenta un prusiano un poco más arreglado que su hermano.

— Nadie se está dando por vencido— Responde con molestia un Francés en igual condición que Ludwing. — Pero tenemos afrontar que no están en la escuela, hemos buscado por todo el bendito edifico, ese maldito se los llevo!

— Crees que no lo sé, crees que me es gracioso tener que afrontar eso.

— ¡Está bien, suficiente! — Corta el español. Todos los presentes en la habitación estaban en un estado deprimente. Todos con falta de sueño por seguir buscándolos en el edificio, no querían creer que el albino se los hubiese llevado.  — ¡No sacaremos nada con estar discutiendo! Ahora debemos pensar en cómo encontrarlos.

La habitación callo en silencio mientras pensaban en que podían hacer en sus actuales condiciones.  Cuando cierto Inglés recuerda las carpetas escondidas en su habitación. Sin saber por qué, siente como si en ellas pudiese encontrar algo que les sirviera de ayuda.

— ¿A dónde vas?— Pregunta un austriaco cuando este se disponía  a salir.

— Iré a tomar aire, así podré pensar mejor, vuelvo enseguida.

Dirigiéndose  apresurado a su habitación, intenta recordar cómo es que encontró esas carpetas en primer lugar.

Al entrar lo primero que hace es analizarla habitación, intentando visualizar algo que quizás estuvo pero no recuerda. Un pequeño y agudo dolor en los costados de su cabeza hace aparición cuando creía tener algo. Se dirige hasta el escondite de las carpetas mientras soba sus sienes.

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— Iván— Lo llama un hombre sentado tras un escritorio. La habitación estaba en penumbras por lo que con esfuerzo se le puede ver el traje que ocupaba. — Confío en que sabes del porque te llame.

— Sí, señor— Asiente.

— Bien, ¿y entonces dónde están? — Abriendo la palma listo para recibir lo que le había encargado.

— Aún está en proceso de recuperarse señor.

Cerrando la mano de forma brusca. — ¿Cómo? Creí que eras el más eficiente de este lugar.

— Lo soy señor, es solo que las presas aún no aparecen señor

Golpea la mesa con el puño. — Más te vale que apenas aparezcan me traigas los objetos que dejaste escapar. — Con voz huraña. Para luego dibujar una sonrisa. — No me hagas seguir bajando mis expectativas de ti.

Con una pequeña reverencia sale de la oficina.

“Tendré que apresurar esto” piensa para sí.

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En otra parte

Lejos de donde ocurría todo aquello. El grupo que se encontraba en la escuela, más específicamente en la habitación de uno de ellos.

— Tenemos que regresar, les dije a los demás que no me demoraría mucho en venir por ustedes.

—Está bien— Asienten dirigiéndose a la puerta. Cerrándola con llave al momento de salir. — Recuerden, ni una palabra a los demás— Menciona Arthur.

— Sí, lo tenemos claro. — Le responde el de melena

Cuando comenzaron a caminar, con voz baja pero firme dice

— Cuando estemos yéndonos a nuestros dormitorios, Francis espera a que tu compañero de dormitorio se duerma y luego ven.

— Eh, por qué soy al único que le dices eso

—Porque eres el único con compañero de habitación en esta situación ¡idiota!

Francis abre la boca para contestar pero la cierra de inmediato cuando no ve algo inteligente que decir, asiente.

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— Hasta que al fin aparecen. — Dice Gilbert entre divertido e irritado. — Me estaba aburriendo de tanto esperar, de hecho estábamos a punto de ir a buscarlos.

— Lo sentimos.

Se juntan de forma que crean un círculo en medio del pasillo.

— Entonces ¿encontraron algo? — Pregunta Kiku. A lo que  el grupo recién llegado niega con un movimiento de cabeza.

— Diablos. — Masculla el platinado— Ese demente puede estar haciéndoles cualquier cosa es más puede que hasta estén— Es cortado por la voz de Francis

— ¡SILENCIO! —Lo mira con el entrecejo fruncido y las palmas echas un puño. — No digas nada más. — Su expresión comienza a cambiar a una  abatida y a la con furia. — Le prometí a Matthew que lo protegería… yo… le fallé…— Sus ojos se cristalizan. Pese a saber algo que los demás no, el solo imaginarse a Matthew siendo… siendo quizás toqueateado o algo, era simplemente doloroso y lo llenaba a la vez de furia.

— No eres el único que ha prometido cosas que no pudo cumplir. — Francis mira a Ludwing que tenia la misma expresión de tristeza que él. — Le dije a Feleciano que estaría siempre con él, que nada malo le pasaría…

Los demás no saben cómo consolarlos hasta que Kiku sintiéndose herido les dice.

— No crean que son los únicos que se sienten mal con esto. — Las miradas de todos se dirigen hacia él. — Nosotros nos sentimos igual, aunque no les hayamos dicho con palabras a Feleciano o a Matthew que los protegeríamos, está claro que lo haremos, no porque nos sintamos obligados sino porque los queremos y estimamos como cada uno estima al otro en este grupo, así que no se echen a morir que recién estamos comenzando a buscar, tengamos las esperanzas que ese chico no los llevo muy lejos y los encontraremos antes de que nos demos cuenta. — Sonríe con pequeñas lágrimas en los bordes de sus ojos.

— Kiku tiene razón- aru escuchen la voz de la razón y no agachen las cabezas, juntos podremos!

—¡¡Sí!! — Un grito grupal fue los que les faltaba para recuperar las energías que se habían ido.

Notas finales:

Gracias de nuevo :)

Dejen reviews por si les gusto.

Y por cierto estoy comenzando a subir la historia a Wattpad, ¿Por qué? ¿Popu? No, hahaha tengo la aplicación desde hace mucho y la verdad me gusta poder ir leyendo en cualquier parte sin la necesidad de ttner internet, cuando ya estan descargadas claro. Tiene lo visual, que es otro punto a favor, es decir, agregar imagenes o video según convenga. Y se pueden ir agregando a la biblioteca personal.

La comence a subir antes de ayer, pero la cuenta la tenia creada hace un tiempo ya xD estab decidiendo si subirla o no.

Les dejo el enlace por si estan interesadas en tenerla en wattpad: https://www.wattpad.com/437705353-la-misi%C3%B3n-el-comienzo.

 


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