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Compañeros de cuarto por Soffik

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Notas del capitulo:

¡Hola! Hoy es miércoles de actualización de ‘Compañeros de Cuarto’ así que aquí les traigo el nuevo capítulo ^^                          

Antes, me gustaría aclararles a aquellas personas que leen este Fanfic y se preguntan si realmente esto es un SasuNaru y no un NaruSasu, que efectivamente tal y como lo aclaré en el resumen del Fanfic, es definitivamente un SasuNaru. Puede que sea algo confuso por la personalidad de Sasuke un tanto pasiva (y tengo que admitir que cuando leí por primera vez este Fanfic dudé que Sasuke realmente fuera el seme) pero en serio, definitivamente el activo en este Fanfic será Sasuke y se podrá ver en capítulos más adelante que la personalidad de Sasuke es mucho más dominante que la de Naruto. ¡Disculpen si antes no había sido lo suficientemente claro! xD

Y con respecto a este capítulo, debo advertirles que es un poco subidito de tono, así que queda bajo su responsabilidad leer ;) xD

Ahora sí, los dejo leer tranquilos el capítulo once: Pobre, Pobre Sasuke II

 

¿Por qué siento que esto es una mala idea? Sasuke reflexionaba mientras que seguía a Naruto bajándose del autobús. Quiero decir, no debería parecer una mala idea, pero realmente, realmente se sentía como una.

 

“¿Estás bien, Sasuke-bastardo?” Preguntó Kiba mientras que esperaban que el semáforo cambie de color.

 

“Estoy bien, cara de perro.” Murmuró el azabache.

 

“Ouch, ¿cara de perro? ¿Cómo conseguí ese apodo?”

 

“¿Será porque tienes fotos de perros en tu cuarto?” Aportó Naruto.

 

“Ah, cierto. No es mi culpa que haya crecido con ocho perros. Es lo que pasa cuando vives en una granja en Ontario.”

 

El color del semáforo cambió y los seis chicos cruzaron la calle, dirigiéndose al edificio con el título de ‘Konoha Karate’. Sasuke arrugó su nariz en disgusto mientras que lo observaba. Su yo interno estaba agitando una pancarta roja con la palabra ‘¡Peligro!’ pero lo ignoró. Estaba comenzando a odiar a su yo interno. Y ahora que lo pensaba, realmente nunca antes se había dado cuenta de él hasta que conoció a Naruto.

 

“¡Bien, aquí estamos, Sasuke!” Naruto pasó su brazo alrededor de los hombros de Sasuke como gesto amistoso, señalando el cartel. “Konoha Karate. Te va a gustar Iruka. Es genial.”

 

Todos los chicos abrieron las puertas y se dirigieron adentro, sacándose antes los zapatos en la puerta.

 

“¡Hey, Iruka!” Naruto lo llamó.

 

Sasuke observó al hombre con cola de caballo que llevaba un traje de karate blanco estándar con un cinturón negro alrededor y miraba al grupo que recién había entrado.

 

“Hey, Naruto. ¿Cómo están hoy?” Caminó hacia ellos, indicándoles a las personas de cinturón marrón que continuaran con su entrenamiento.

 

“Estamos bien. Te trajimos un nuevo miembro.” Naruto le dio un golpecito a Sasuke en la espalda, y él siseó.

 

“¿Nuevo miembro, huh? Bienvenido a Konoha Karate. Soy Iruka Umino.”

 

“Sasuke Uchiha.” Respondió el azabache.

 

Los dos discutieron sobre los precios y le consiguieron a Sasuke un traje mientras que los otros chicos iban a ponerse sus propios trajes. Veinte minutos después, ellos empezaron.

 

Sasuke fue sorprendentemente ágil e increíblemente bueno, incluso cuando nunca antes había practicado alguna forma de artes marciales. Sospechaba que era porque Kakashi solía hacer Judo y le gustaba empujar a Sasuke por ahí cuando estaba siendo molesto, así que había aprendido a hacer ciertas cosas para defenderse del hombre de cabello plateado.

 

“Está bien, ya fue suficiente de esto.” Iruka se volteó de vuelta hacia los seis chicos. “Vamos a hacer un poco de combate ahora. Sasuke parece que será capaz de seguirnos el paso así que vayan a elegir parejas.”

 

¿Combate? El yo interno de Sasuke— el cual había estado inactivo mientras que ellos estaban trabajando en las rutinas— regresó lleno de fuerza con un gran cartel de advertencia. Sasuke seguía sin entender por qué.

 

“¡Vamos, Sasuke!” Naruto agarró su brazo y lo arrastró hasta una esquina del salón, parándose en frente de él e inclinándose. Sasuke hizo lo mismo antes de que comenzaran a pelear. Estaban igualados, aunque ellos ya lo sabían debido a su previa pelea. Pero esta vez era más difícil  porque no querían golpearse en realidad.

 

Naruto finalmente se las arregló para patear el pie de Sasuke debajo de él, causando que el azabache aterrizara duramente en el suelo. Él entonces saltó sobre el estómago de Sasuke, poniéndose a horcajadas mientras que se reía ante la mirada de confusión en el rostro de su compañero de cuarto.

 

“¿Es lo mejor que puedes hacer, bastardo?”

 

Oh dios, fue todo lo que Sasuke pudo pensar cuando su región baja comenzó a agitarse. ¡Mierda! ¡Joder!

 

“¡Naruto!” Shino y Shikamaru lo sacaron de encima de Sasuke, y Kiba se paró entre Naruto y el azabache para bloquear la visión de la obvia erección de Sasuke.

 

“¿Qué?” Naruto estaba confundido, preguntándose por qué Shino y Shikamaru lo habían empujado.

 

Mierda, ¡¿todos lo saben?! Sasuke sintió sus mejillas sonrojándose mientras que se sentaba, poniendo sus rodillas contra su pecho y envolviendo sus brazos alrededor de ellas. De esta manera, bloquearía cualquier cosa que el rubio pudiera ver si Kiba se movía.

 

“Creo que deberíamos cambiar de parejas, ¿qué dices? Naruto y yo cambiaremos.”

 

“Estoy de acuerdo.” Shino le asintió a Kiba, él y Shikamaru arrastraron al rubio a través de la sala hacia donde Chouji estaba parado.

 

Kiba se volteó hacia Sasuke con una fiera sonrisa, y el azabache lo miró. “Vas a necesitar un minuto con eso, ¿o es que el hielo en las dagas que me estás enviando fluyen a través de todo tu cuerpo?”

 

“¿Cómo lo supiste?” Sasuke siseó. El castaño se encogió de hombros, estirándose.

 

“Shino y Shikamaru estaban hablando sobre ello un día. Ellos se habían dado cuenta en seguida. Yo los escuché por casualidad. Estoy completamente bien con que seas gay, pero no creo que me guste que estés interesado en Naruto.”

 

“De todos modos, él no lo sabe.” Murmuró el azabache, mirando a otra parte.

 

“Puede ser, pero él es Naruto Uzumaki. Él ha tenido una vida difícil, y los chicos y yo nos pusimos de acuerdo en que si lo lastimas, te patearemos el trasero.” Observó duramente al Uchiha. Sasuke asintió.

 

“Entendido. No quiero lastimarlo, así que no creo que tengas que preocuparte.

 

“No confió en ti, Uchiha.” Gruñó Kiba.

 

“No me importa.” Golpeó con fuerza las piernas de Kiba desde abajo, haciendo que el castaño cayera al piso de trasero.

 

>Sn<

 

Sasuke distraídamente mordió su barra de chocolate mientras que continuamente sus ojos miraban la página frente a él. Estaba leyendo una de las novelas de Kakashi —tenía una escondida debajo de sus sábanas. Estaba por llegar a una de las partes buenas, y estaba contento de que Naruto no estuviera en la habitación.

 

Su celular sonó, interrumpiendo su lectura, y se paró para llegar a su estante y contestarlo. Lo abrió y se lo puso en la oreja.

 

“Hola, Sasuke, ¿Cómo estás?”

 

“Hn.” El azabache respondió mientras que saltaba a su cama e inclinaba su espalda contra la pared. “Fui a una clase de karate hoy, así que ahora sé cómo patearte el trasero, Hatake.”

 

“Lo creeré cuando lo vea, Uchiha.” Su tutor sonrió.

 

“El instructor era muy atractivo.” Sasuke sacudió una pelusa de su edredón. “No es mi tipo, pero parece ser del tipo que te gustaría. Deberías ir y comprobarlo por ti mismo.”

 

“¿Y cómo propones que lo haga sin que parezca ser un psicópata acosador?” Inquirió Kakashi, con una ceja levantada. ¿Sasuke estaba tratando de ayudarlo a encontrar un novio? La última vez que Kakashi se había fijado, estaba en el planeta Tierra.

 

“Puedes tomar clases, o puedes simplemente ir y decir que estás verificando el lugar porque estás preocupado por mi o algo así.” Se encogió de hombros y se inclinó más abajo, con una mano detrás de su cabeza. “De cualquier manera, creo que deberías verlo.”

 

“Um, bien.” El de cabello plateado dijo inseguro. Hubo un largo silencio después de eso, y Kakashi frunció el ceño. “¿Sasuke?”

 

“¿Si?”

 

“Uh, adiós.”

 

“Oh, está bien.” Sasuke aclaró su garganta. “Uh, adiós.” Colgó.

 

Kakashi no pudo evitarlo. Observó con una estúpida mirada al teléfono en conmoción. Esa fue la primera conversación por teléfono que alguna vez tuvo con Sasuke donde no acabó con, “¿ya terminamos?” Fue— extraño.

 

Por otro lado Sasuke no podía creer que hubiera cambiado tanto en tan poco tiempo. ¡Naruto no tendría que tener tanto efecto en él! Después de todo, había pasado solo un mes desde que se habían convertido en amigos.

 

Sasuke no esperaba con ansias la navidad. Dos semanas sin Naruto. ¿Podría siquiera sobrevivir sin el rubio? Se había acostumbrado tanto a tenerlo a su lado que las cosas parecerían diferentes y fuera de lugar sin él.

 

Inconscientemente, Sasuke rodó sobre su estómago, y observó la cama del rubio. Naruto estaba en el cuarto de Kiba, así que Sasuke no tenía la posibilidad de mirar a su precioso compañero de cuarto.

 

Se preguntaba cómo es que todos excepto Naruto se habían dado cuenta de su atracción por el rubio. Estaba un poco molesto porque solía ser muy bueno escondiendo sus emociones —no es que fuera malo ahora, simplemente no era tan bueno como antes.

 

¿Qué diría Naruto si descubriera que soy gay? Se preguntaba Sasuke, pensando sobre lo que Shino le había dicho en la fiesta. Era verdad, a Naruto no le importaría, pero sería incómodo para él saber que su compañero de habitación es gay. Sasuke no quería poner en peligro su relación solo por sus preferencias sexuales. Iba a tratar y ver si Naruto alguna vez podría llegar a verlo como algo más que un amigo, y si no, él suponía que podría vivir siendo solo amigos. Simplemente no quería perder al rubio totalmente.

 

Sasuke golpeó su cabeza continuamente con su almohada, queriendo dejar de pensar en el rubio. Cada vez que pensaba en Naruto cuando no estaba cerca, imaginaba al rubio ya en toalla, o completamente desnudo. Era suficiente para volverlo loco. Sabiendo que todo eso estaba a su alcance pero sin embargo, tan, pero tan lejos.

 

Casi sin siquiera pensarlo, el azabache comenzó a frotar su pelvis en su cama, gimiendo el nombre de Naruto.

 

Sasuke siseó ante la sensación de su duro bóxer contra su erección, casi tentándolo a meter su mano en su ropa interior y aliviarse de esa manera. Únicamente serviría para ensuciar su mano, sin embargo, pensó que también funcionaría. Le llevaría más tiempo, pero no tenía apuro.

 

El azabache agarró los bordes de su cama, empujando su pelvis fuertemente contra el colchón y dejó salir un largo gemido debido a las sensaciones que sintió a través de toda su columna. Estaba tan duro que era casi doloroso embestir contra el colchón.

 

“Oh dios.” Sasuke enterró su rostro en su almohada mientras que continuaba follando el colchón. “Oh dios, ¡Naruto!” Sasuke gimió mientras que se iba llegando y se acercaba cada vez más al final. “Ah mierda, ¡Naruto!”

 

>Sn<

 

Por el mismo pasillo, completamente inconsciente de los pensamientos de su compañero de cuarto, Naruto estaba jugando a un juego de cartas con Kiba y Shino. Estaba perdiendo, así que no estaba de un muy buen humor.

 

“¿Qué piensan chicos sobre esa chica en nuestra clase de inglés?” Inquirió Kiba. “Hinata.”

 

“¿La de cabello corto que se sonroja si la miras?” Naruto frunció el ceño al ver sus cartas.

 

“Si. Pienso que es linda.”

 

“Deberías comenzar a sentarte con ella más seguido.” Comentó Shino mientras que ponía una carta. “Si llegas a conocerla mejor, quizás algo pase entre ustedes dos.”

 

“Si.” Suspiró Kiba. “Pero no estoy exactamente—“

 

“¡Naruto!”

 

Naruto saltó una milla de alto.

 

“Ese parece ser Sasuke.” Declaró Shino calmadamente.

 

“¡Mierda!” Naruto tiró sus cartas y salió apresuradamente del cuarto, corriendo por el pasillo. Abrió su puerta y entró a la habitación.

 

“Mierda, ¡¿qué?! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Estás bien?!” Sasuke se giró en la cama, viendo a su compañero de cuarto con los ojos bien abiertos. “Estabas gritando mi nombre, ¿sucede algo malo?”

 

“Y-Yo…” Diosmiodiosmiodiosmiodiosmio… “¡Estaba teniendo pensamientos suicidas!” Sasuke dejó escapar.

 

Hubo un largo silencio por un tiempo antes de que Naruto cerrara la puerta, negando con la cabeza.

 

“Sasuke.” Suspiró y fue hacia su escritorio, para sacar su silla y acercarla a la cama de Sasuke. “Está bien, ¿qué anda mal? Háblame sobre ello y te ayudaré.”

 

Sasuke no podía creerlo. ¿Naruto se la creyó? ¡Es más inocente de lo que pensé!

 

“¿Sasuke?” Se enfocó de vuelta en el rubio. “¿Qué pasa?”

 

La mente de Sasuke se puso en blanco. Naruto no sabía la verdadera razón por la cual había tenido tendencias suicidas —¿Pero era ahora realmente el mejor momento para contárselo? No, su mente decidió. Querrá darme un abrazo y no hay forma de que deje verle la parte de mi estómago para abajo. No con el lio que hay en las sábanas.

 

“N-no sé por qué. Yo estaba simplemente— supongo que sentía que no paso el suficiente, uh…” Se cortó, mirando a otra parte sonrojado.

 

“Piensas que…” Naruto sugirió.

 

“No paso suficiente tiempo contigo.” Masculló Sasuke apurado.

 

“¿Qué?” Demandó Naruto. “Sasuke, ¡pasamos un montón de tiempo juntos! ¡No creo que pase tanto tiempo con nadie más que contigo!

 

“No me refiero solo en la habitación, sino que— no salimos.”

 

“Es por eso que te traje a lo de karate. Me gusta pasar el tiempo contigo.” Sasuke parpadeó.

 

“¿Te gusta?”

 

“¡Por supuesto! Pensé que si los dos hacíamos karate juntos, pasaríamos el rato juntos más seguido. Y sabes, eres bienvenido a venir a pasar el rato con nosotros en la habitación de Kiba.” Insistió Naruto.

 

“Kiba me dice Sasuke-bastardo.” Gruñó Sasuke.

 

“Yo también lo hago.” El rubio sonrió perversamente. Entonces se paró, haciendo que Sasuke frunciera el ceño. “Vamos, ven a jugar a las cartas con nosotros.”

 

La cara de Sasuke se puso más blanca que sus sucias sábanas.

 

“Uh, no. Está bien. Me estaba por ir a lo de Kakashi.”

 

“No, vamos. Estamos jugando a las cartas.” Naruto agarró su muñeca y tiró de ella. Sasuke se puso en pánico, tirando hacia atrás su muñeca.

 

“No, en serio. Estoy bien.”

 

“Vamos, estabas quejándote sobre eso, y si piensas que voy a dejarte en el cuarto después de lo que acabas de decirme, estás absolutamente equivocado.” Exclamó Naruto, agarrando su brazo de nuevo y tirando de él más fuerte.

 

El yo interno de Sasuke se estaba riendo de la ironía de todo esto. El mismo Sasuke sentía que estaba listo para llorar.

 

Y entonces, el azabache realmente creyó que era un dios que le envió ángeles.

 

Hubo un golpecito en la puerta.

 

“Naruto, es tu turno, y Kiba está comenzando a ponerse impaciente.” Shino lo llamó a través de la puerta.

 

“¡No estoy impaciente!” Exclamó Kiba. “Simplemente quiero asegurarme de que Sasuke-bastardo no esté matando a Naruto.”

 

La manija de la puerta se movió, pero ya que estaba bloqueada, la puerta quedó cerrada. Naruto caminó hacia ella para abrirla, dándole el acceso para entrar a Shino y a Kiba.

 

“Vamos, Naruto, vayámonos lejos del bastardo.” Kiba pasó un brazo alrededor de los hombros de Naruto y comenzó a arrastrarlo fuera a pesar de las balbuceantes quejas del rubio sobre ayudar a Sasuke.

 

Shino entró al cuarto y cerró la puerta, bloqueándola. “Eso no fue muy inteligente, Uchiha.”

 

“Que te den.” El azabache gruñó mientras que se daba la vuelta dándole la espalda, envolviendo las sábanas alrededor de su cintura y saliendo de su cama.

 

“¿Debería irme?” Inquirió Shino.

 

“Preferiría eso, pero entonces Naruto se asustaría y volvería al cuarto.” Shino levantó una ceja. “Tuve que pensar rápido, así que le dije que estaba pensando en cometer suicidio.”

 

“Ah.” Dijo Shino, bien informado. “Entonces me mantendré ocupado con la computadora de Naruto.” Caminó a través del cuarto y se sentó en el escritorio de Naruto, navegando por el internet.

 

Sasuke se cambió rápidamente antes de lanzar sus sábanas y su ropa en su cesto, rehaciendo su cama con un nuevo juego de sábanas que se las había robado a Kakashi. Una vez que hizo la cama y que estaba limpiamente vestido de nuevo, apareció al lado de Shino, con las manos en sus bolsillos.

 

“Gracias. Ya sabes, por venir a mi rescate.”

 

Shino asintió y se paró, cerrando la ventana que había abierto. “Te aconsejo que seas más silencioso la próxima vez que decidas hacer algo como eso. O al menos asegúrate de que no pueda escucharte.”

 

Sasuke solo lo miró mientras que Shino salía de su cuarto, escuchando el grito de Naruto por el pasillo sobre no dejar a Sasuke solo.

 

“Él está bien, ya se va a ir.” Respondió Shino.

 

Y Sasuke se estaba yendo. Tenía que ver a Kakashi. Agarrando sus llaves y su celular, salió de la habitación y se dirigió hacia la salida.

 

>Sn<

 

Kakashi frotó su nuca mientras que abría la puerta, Sasuke pasó directamente por ella entrando al departamento.

 

“Wow, Sasuke, a comienzo de año te quejabas de que estaba muy cerca. Me pregunto qué hubiera pasado si no lo estuviera.”

 

“Cállate, Kakashi, necesito ayuda.” Sasuke se sentó en el sofá, frunciendo el ceño ante esas palabras. “¿Eres gay, cierto? Debes ser capaz de ayudarme.”

 

Kakashi levantó una ceja mientras que inspeccionaba al chico frente a él. Algo le decía que Sasuke estaba siendo emotivo de nuevo, y un emotivo Sasuke era algo que Kakashi no podía manejar. No estaba acostumbrado a ello. Prefería al estoico y enojón Sasuke que a este.

 

“Si te gusta un chico, pero no sabes sus preferencias —¿Preguntárselo haría que el chico sospechara que tú lo seas?”

 

“No lo creo, pero si le preguntaras y no lo fuera, él probablemente se sentiría insultado.” Le respondió Kakashi mientras que se movía hacia su habitación y abría la puerta, observando que es lo que había dentro. Sasuke se paró del sofá y lo siguió mientras que Kakashi entraba más adentro del cuarto, abriendo su armario.

 

“Bien, entonces ¿cómo harías para tratar de determinar si es o no es gay sin preguntárselo? Quiero decir, le dije que tus libros eran libros gay y se puso pálido, pero eso puede ser debido a que creía que lo estaba acusando de ser gay y se asustó, o que es heterosexual y esas cosas no le atraen.”

 

“Supongo.” Respondió Kakashi mientras que abría la puerta del baño y se fijaba detrás de la cortina de la ducha antes de mirar los gabinetes debajo del fregadero.

 

“Eso no es muy útil.” Murmuró Sasuke cuando se movió fuera del camino de Kakashi mientras que salía del baño. Los dos se dirigieron a la cocina. “¿Qué pasa si le digo que soy gay? ¿Crees que me lo diría si es gay, o haría que las cosas se pongan muy incómodas si no lo es?”

 

“Tal vez.” Respondió Kakashi mientras que miraba adentro de todas las alacenas de la cocina. Sasuke se estaba poniendo bastante irritado por su falta de respuestas.

 

No fue sino hasta que llegaron a la habitación de invitados que Sasuke suspiró y no pudo evitarlo. Tenía que preguntar.

 

“¿Qué estás haciendo?” Demandó.

 

Kakashi abrió el armario y lo observó. “Estoy buscando a Raidou.”

 

Sasuke parpadeó por unos cuantos segundos mientras que Kakashi lo pasaba, dirigiéndose a otro baño y buscando detrás de la cortina. Sasuke lo siguió, con las manos en sus bolsillos y con una ceja levantada.

 

“¿Por qué estaría escondido en la ducha?”

 

“Simplemente espero que dios sea lo suficientemente bueno como para hacerlo que convenientemente aparezca ahora.” Kakashi dijo con un suspiro.

 

“¿Por qué?”

 

“¡Porque no soy Raidou!” Exclamó Kakashi. La ceja levantada de Sasuke se levantó aún más arriba.

 

“Uh, sí, estoy seguro de ello.”

 

“No puedo ayudarte.” Dijo él con un suspiro. “Estoy acostumbrado al Sasuke temperamental, melancólico, enojón, que odia la vida y el mundo. No—“ Señaló a Sasuke sin palabras. “¡Esto!”

 

“¿Debería llamar a Raidou entonces?” Inquirió Sasuke.

 

“Eso haría sentirme menos inútil.” Sasuke se encogió de hombros y salió de ese cuarto para llamar a su profesor de biología.

 

>Sn<

 

“¡Deberías ducharlo con energía amorosa y con una juventud espirituosa!” Vociferó Gai, golpeando su puño contra la mesa.

 

“No, deberías noquearlo, atarlo, y cogerlo hasta dejarlo sin sentido.” Insistió Genma, apoyando su silla hacia atrás sobre sus dos patas traseras, con las manos detrás de su cabeza.

 

“Sigo pensando que el acercamiento mediante la charla es la mejor idea.” Insistió Raidou.

 

“No lo sé, el método de Genma parece ser bastante eficaz.” Dijo Asuma con un encogimiento de hombros.

 

“Estoy de acuerdo con Raidou.” Intervino Kakashi.

 

“Creo que debería ir a ver si este personaje es gay o no.” Meditó Anko, ligeramente borracha por haber llegado recién de un bar.

 

“Yo pienso que Sasuke debería simplemente descubrirlo él mismo.” Gruñó Ibiki.

 

Sasuke odiaba su vida.

 

Había llamado a Raidou, justo como Kakashi había sugerido, pero había comenzado a hablar sobre su problema por teléfono. El estúpido de Genma había estado escuchando y dijo que estaría justo allí. Por supuesto, ya que este era Genma, había llamado a Gai, Asuma, Ibiki y a Anko. Anko había estado emborrachándose en un bar, pero en el segundo en que Genma mencionó a ‘Sasuke’ y ‘estar enamorado’, la compraron. Ella nunca antes había aparecido de alguna parte tan rápido.

 

“En serio.” Anko puso un brazo alrededor de los hombros de Sasuke y se acercó. Él se alejó, el olor a alcohol en su aliento lastimaba su nariz. “Dame cinco minutos con él, y tendrás la respuesta.”

 

“Uh, eres su profesora de física.” Kakashi le informó. “Esa sería una mala idea.”

 

“Bueno, ¡maldita sea!” Empujó a Sasuke y comenzó a hacer pucheros.

 

“Puedes darme cinco minutos con él.” Sonrió Genma. “Si no es gay, lo será.”

 

“También es tu alumno.” Kakashi le recordó.

 

“¡Pero no tengo moral!” Exclamó Genma.

 

“Creo que deberías retractarte antes de que Sasuke te disuelva con sus ojos.” Raidou le susurró a su amante.

 

Genma se volteó hacia Sasuke, confundido, y palideció. El azabache le estaba lanzando dagas con la mirada, dagas cubiertas en ácido y en fuego dirigidas a Genma. El profesor de cabello largo retrocedió, riendo nerviosamente.

 

“O, puedo dejártelo a ti.” Hubo silencio.

 

Asuma se aclaró la garganta. “De vuelta al problema.”

 

“¡Si! ¡El problema!” Exclamó Genma, tratando de volver al tema y conseguir que Sasuke dejara de mirarlo como si quisiera volcarlo en un tanque de gasolina, y luego enviarlo a los fosos de fuego del infierno.

 

“Sasuke.” El Uchiha se volteó hacia Raidou. “No hay un camino fácil. Él no admitió nada, pero que tú admitas algo no sería una muy buena idea. Dijiste que tus otros amigos lo sabían, y que también son amigos de él. Ellos parecen estar bien con ello, y eso es una buena señal, pero de cualquier forma,” Apuntó un dedo hacia Sasuke, “ellos saben que no te atraen. Ahora, Naruto puede que no tenga consciencia de tus avances por el momento, pero eso no significa que no lo estaría si admitieras que eres gay. Si le dices que eres gay, él probablemente notaría algunas cosas que hiciste pero que no lo hiciste con otros. Y bien podría admitir que es gay, estar confundido por cómo te sientes, o asustarse.”

 

“Si se asusta, te sugiero que pruebes mi método.” Intervino Genma. “Lo de noquearlo y cogerlo hasta dejarlo sin sentido. Créeme, eso hará que se convierta en gay si lo haces lo suficientemente bien.”

 

“Genma, por última vez, nadie nunca noquearía a alguien y lo cogería hasta dejarlo sin sentido.” Ibiki suspiró molesto.

 

Raidou se puso rojo antes de disculparse, y apurarse para ir al baño. Todos lo miraron irse antes de lentamente voltearse a ver a Genma. Genma simplemente sonrió profundamente.

 

“Joder, Genma, estoy contento de que nunca te hubieras fijado en mí.” Admitió Asuma, sacándose el cigarrillo de su boca y poniéndose otro.

 

“Bueno, ¡él simplemente es tan lindo!” Insistió Genma, haciendo un mohín mientras que cruzaba los brazos.

 

“Entonces…” Todos se voltearon hacia Sasuke mientras hablaba. “¿Funcionó?”

 

“¡No vas a hacer eso!” Exclamó Kakashi.

 

“¡Eso sería horrible, Sasuke!” Exclamó Gai. “En el apogeo de su juventud, un hombre joven debe tener permitido elegir por sí mismo si ama o no ama los pechos de una mujer, o un fuerte, duro—“

 

“Gracias, Gai.” Asuma lo cortó. “No todos en la mesa somos gay.”

 

“¡Ah, Asuma, uno siempre debe tener una mente abierta!” Insistió Gai. “¡No me gustan los hombres, pero estaría dispuesto a tratarlo si eso significara ser más feliz y espirituoso!”

 

Genma se volteó hacia Kakashi con una sonrisa pervertida, y el hombre se impulsó fuera de su propio asiento, horrorizado.

 

“¡No! ¡No estoy tan desesperado!”

 

“Cálmate, Hatake, estaba bromeando.” Genma acarició el asiento vacío al lado de él. “Y tú sabes que estás más que bienvenido a compartir a Raidou conmigo.”

 

“¡¿Qué es lo que soy, un juguete?!” Escucharon gritar a Raidou desde el pasillo.

 

“Tú eres para mí, amor.” El profesor que mastica el palillo de dientes sonrió.

 

Sasuke se paró abruptamente, con las manos en los bolsillos.

 

“Ahora que he sido avergonzado y que esta conversación ha probado ser inútil, me voy. Tengan una buena noche.” Sin esperar por una respuesta, apresuradamente se fue de la casa.

 

Pensó sobre las palabras de Genma y Raidou por todo el camino de vuelta a casa. Lo que Raidou había dicho tenía sentido, pero ¡el método de Genma era simplemente tentador! Especialmente cuando Naruto justo sale de ducharse, con su piel morena y besable goteando y con su cabello—

 

Sasuke sacudió su cabeza, tratando de eliminar la imagen de su mente. No sería bueno para él regresar a su cuarto estando empalmado. Ya iba a tener que dar una explicación sobre donde había estado por cuatro horas —cuatro horas desperdiciadas, pensó el azabache molesto— y no quería añadir otra explicación vergonzosa a su lista.

 

Pero, él podría mentir y decirle al rubio que había estado hablando con Kakashi sobre querer cometer suicidio de nuevo. Podría funcionar.

 

Sasuke entró al edificio y lentamente subió las escaleras. Cuando llegó a su piso, la puerta de Kiba estaba cerrada, y no podía escuchar nada viniendo del cuarto del chico. Naruto debía haber regresado a la habitación.

 

Sasuke silenciosamente abrió la puerta, inseguro de si Naruto podría estar durmiendo o no. La luz estaba prendida y al ser empujado en el momento en que atravesó la puerta contestó su pregunta.

 

“¡¿A dónde estabas Sasuke-bastardo?!” Naruto lo empujó y le pegó. Duro. “Joder, ¡estaba preocupado!” Sasuke parpadeó.

 

“¿Lo estabas?”

 

“¡Si, maldita sea! ¡Si lo estaba! ¡¿Me dices que quieres cometer suicidio y entonces desapareces por cuatro horas?!” Empujó al azabache de nuevo.

 

Sasuke se quedó parado en el marco de la puerta abierta, congelado. ¿Qué es lo que acaba de suceder?

 

Creo que lo enojaste, su yo interno le contestó.

 

Oh, genial, ¿estás de vuelta?

 

¡Nunca me fui! ¡Ahora cállate y escúchame!

 

Sí, sí. ¿Qué fue lo que hice para enojarlo?

 

Huiste después de decirle que ibas a cometer suicidio. ¿No recuerdas lo que pasó la última vez? Su yo interno demandó. Sasuke meditó durante un rato.

 

Él estaba realmente preocupado por mí, y donó su sangre para mantenerme vivo.

 

Eso es cierto. ¿Realmente piensas que quiere convertir eso en un hobby?

 

La respuesta de Sasuke a su yo interno fue cortada por el rubio que pasó por encima de él y lanzó su cepillo de dientes a su estante antes de subirse a su cama.

 

“¿Naruto?”

 

“¿Qué?” Sasuke parpadeó.

 

“No quería asustarte.”

 

“¡No estaba asustado!” Naruto gritó, cubriendo su cabeza con las sábanas.

 

Sasuke no dejaría que la noche acabara de esa manera. Caminó hacia el rubio y le sacó las sábanas de la cabeza. Naruto no reaccionó; simplemente pretendió estar dormido.

 

“¿Por qué estabas preocupado por mí?” Preguntó Sasuke.

 

“Porque.”

 

“¿Por qué qué?”

 

“¡Porque lo estaba! ¡Solo déjalo estar!”

 

“No, no lo dejaré estar.” Insistió Sasuke. Se inclinó más abajo, reposando su mandíbula en sus manos en la cama. “Quiero saberlo.”

 

“Porque eres mi mejor amigo, ¡¿de acuerdo?!” Naruto gritó antes de voltearse y darle la espalda al azabache.

 

Sasuke estaba sorprendido. ¡Naruto le había dicho que era su mejor amigo! Sasuke— nunca antes había tenido un mejor amigo. ¿Ellos eran realmente mejores amigos?”

 

Poniendo su atracción por Naruto a un lado, Sasuke lo decidió, si, Naruto era su mejor amigo.

 

“Tú eres— mi mejor amigo también.” Susurró Sasuke, con un ligero sonrojo colorando sus mejillas.

 

Naruto se volteó hacia Sasuke, sentándose, “¿En serio?”

 

“Si.” Murmuró Sasuke.

 

“Oh.”

 

Silencio.

 

“Yo simplemente no quería que te lastimaras de nuevo.” Naruto finalmente susurró. “Yo solo— estuviste tan cerca de morir esa vez, y yo…” Naruto se cortó y Sasuke parpadeó. Se sentía bastante mal ya que en realidad no había estado teniendo pensamientos suicidas.

 

“Lo siento, Naruto.”

 

“Está bien.” Golpeó a Sasuke en el pecho. “Sólo no lo hagas de nuevo.”

 

“Trato.”

 

Notas finales:

Y bueno… eso fue todo por esta vez ;) Espero que realmente hayan disfrutado el capítulo. ¡Hasta el próximo miércoles! 


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