Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Compañeros de cuarto por Soffik

[Reviews - 248]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Saludos a todos! Aquí traigo un nuevo capítulo algo retrasada por las fiestas y eso, pero me puse a trabajar lo más rápido posible y algo tarde se los traje, pero aquí está y espero que disfruten.

Por cierto, ¡felices fiestas a todos mis lectores!

 

Capítulo diecisiete: Un Tarro de Nubes.

 

Naruto y Sasuke caminaron hacia la sala de entretenimiento, todos estaban sentados en frente del televisor, viendo alguna película.

 

“¡Ahí están!” Exclamó Ino con una sonrisa brillante. “¿A dónde habían estado ustedes dos?”

 

“Fuimos a conseguir algo de comida.” Respondió Sasuke.

 

Era verdad. Habían estado ausentes por dos horas, e incluso cuando se habían estado besando y manoseando por más de media hora, ellos habían ido a conseguir algo de comida.

 

“Tenemos dos opciones para comer.” Declaró Naruto. “Podemos ordenar algo, o nosotros podemos hacer algo.”

 

“¡Pizza!” Kiba y Kankurou gritaron a la vez, con sus puños en el aire. Los dos se rieron y chocaron los cinco.

 

Querido dios, Kiba y Kankurou han descubierto que comparten el mismo sentido del humor, pensó Sasuke con un suspiro. Esto apestará.

 

“Muy bien, dos votos por pizza. ¿Están todos de acuerdo con eso?” Inquirió Naruto.

 

Todos estaban bien con ello, la única feroz oposición vino de parte de Ino y Sakura, quienes no querían ponerse gordas. Kiba y Kankurou procedieron a halagarlas sobre sus pesos y sobre cuán hermosas eran, y el hecho de que ambas podían muy bien tener un poco más de carne en sus huesos. Las chicas finalmente cedieron.

 

Después de decidir qué tipo de pizza pedirían, Naruto se fue para hacer el pedido. Justo como Sasuke lo había predicho, Ino y Sakura se pegaron a él. ¡Son como sanguijuelas! Sasuke hizo una mueca, mirando a Naruto para que lo salvara. El rubio parecía estar disfrutando del padecimiento de Sasuke. Dos pueden jugar a este juego, pensó Sasuke con una sonrisa maliciosa.

 

“Hey, chicas, ¿sabían que Naruto tiene un tatuaje?”

 

“¿Eh?” Preguntó Sakura mientras miraba a Naruto, el rubio palideció. Le lanzó a Sasuke una clara “¡¿qué carajo estás haciendo?!” mirada, pero Sasuke simplemente lo ignoró.

 

“Oh sí, es un tatuaje genial. Pero tiene que sacarse la remera para que lo vean.”

 

“¿En serio?” Sakura estaba confundida. “Lo hemos visto sin remera antes. En la fiesta.”

 

“Estaba muy oscuro para ver algo.” Ino rodó sus ojos. “Probablemente nos lo perdimos.”

 

“Bueno, está lleno de luces ahora.” Sasuke le sonrió a un preocupado Naruto.

 

“¿Aceptas el reto, frentona?” Sonrió Ino.

 

“Es un hecho, Ino-cerda.”

 

Sasuke nunca antes había sido liberado tan rápido. Naruto nunca tuvo una oportunidad para defenderse. Las dos chicas aterrizaron en él, y a pesar de su resistencia, consiguieron sacarle su sudadera y empezaron a tratar de sacarle su remera.

 

El azabache estrechó sus ojos cuando el rubio trató de rechazar a las dos chicas, ambas estaban recorriendo con sus manos arriba y abajo por su torso. Tal vez esta no era una muy buena idea después de todo. Sasuke estrechó sus ojos aún más. ¡Ellas estaban tocando a su Naruto!

 

De repente, Sakura se inclinó hacia atrás, observando el cuello de Naruto con el ceño fruncido, “Naruto, eso es— ¡¿es eso un chupetón?!”

 

La sala quedó completamente en silencio, todos los que habían estado concentrados en el televisor se voltearon a mirar a las dos chicas que estaban prácticamente sentadas en Naruto.

 

“¡¿Fuiste tú, no es cierto?!” Ino y Sakura gritaron mientras que de un salto se pusieron de pie, señalándose entre ellas. Una vez que se dieron cuenta de que ambas dijeron la misma cosa, fruncieron el ceño. “¿Huh?”

 

Naruto comenzó a avanzar lentamente hacia atrás, haciendo una mueca ante el lastimado que iba a tener en sus codos. Sasuke se acercó al rubio acuclillándose al lado de él.

 

“Te jodes.” Naruto siseó mientras que Ino y Sakura seguían mirándose, confundidas.

 

“¿Lo estás ofreciendo? Porque no me importaría ir más lejos.”

 

“Te odio.” Murmuró Naruto.

 

“Entonces, espera.” Los dos chicos miraron a Ino mientras que hablaba con Sakura. “Si tú no lo hiciste, y yo no lo hice— ¿quién lo hizo?”

 

Ambas chicas lentamente se voltearon a ver a Hinata. Los pálidos ojos de la chica se agrandaron.

 

“¡N-no me m-miren a m-mi! ¡Y-yo estaba c-con K-Kiba!” Tartamudeó, sonrojándose.

 

Ino y Sakura se voltearon hacia Tenten.

 

“Salgo con Neji.” La chica de pelo azabache les recordó.

 

Finalmente miraron a Temari, quien sonrió. “Naruto es delicioso, le doy eso, pero ya tengo puesto el ojo en alguien más.” Miró a Shikamaru, quien o no se dio cuenta, o ignoró la mirada.

 

“Bien, si ninguna de ustedes lo hizo, y nosotras no lo hicimos, ¿quién lo hizo?”

 

“Yo lo hice.”

 

Hubo total silencio ahora, todos miraban a las dos chicas, quienes tenían sus mandíbulas barriendo el suelo.

 

“Si no me crees,” Sasuke se movió de lugar para quedar detrás de Naruto, extendiéndose para inclinar la cabeza del rubio para así exponer el cuello del rubio, “Puedo darle otro ahora mismo.”

 

Siendo completamente honesto, tener su cabeza forzada hacía atrás de esa manera para exponer su cuello hacía a Naruto sentir que Sasuke era un vampiro. Saltó un metro de alto cuando Sasuke enterró sus dientes en el pulso de Naruto, chupando fuerte.

 

Los ojos del rubio se agrandaron cuando los otros se giraron para evaluar a las dos chicas. Sakura había cerrado su boca y estaba mirando el suelo, su mirada era lo suficientemente fuerte como para poner en fuego la alfombra. Ino se dejó caer en el sofá al lado de Chouji, silenciosamente furiosa.

 

El timbre sonó.

 

“¡Yo voy!” Gritó Naruto, alejándose de Sasuke y corriendo hacia la puerta. Cualquier cosa por alejarse de las dos chicas quienes estaban por despedazarlo en pedazos.

 

>Sn<

 

“No estoy segura sobre esto.” Insistió Sakura mientras que el resto del grupo se paraba fuera de una larga casa. No era tan grande como la de Naruto, pero era bastante larga. “Probablemente nos traerá problemas.”

 

“Yo también pienso eso.” Murmuró Ino.

 

“¿Neji?” El pálido chico se volteó hacia su tímida prima. “¿Estás seguro de que esto estará bien?”

 

“Necesitas comenzar a hacer lo que quieres y no preocuparte por nuestro padre, Hinata.” Insistió su primo. “Si quieres hacerlo, entonces pienso que deberías. Yo sé que yo lo quiero hacer.

 

“¿En serio? ¿Tú lo harás también?” Preguntó Hinata, con sus ojos grises abiertos. Neji le sonrió.

 

“¡Muy bien! ¡Gente!” Naruto aplaudió. “¿Están listos?”

 

“¡Estoy tan emocionado!” Gritó Kiba.

 

“¡Si! ¡Esto será genial!” Kankurou y Kiba chocaron los cinco.

 

“Muy bien, vamos.” Naruto golpeó la puerta y segundos después se abrió.

 

“¡Mocoso!”

 

“¡Tazuna!” El hombre viejo rio, dándole palmaditas en el hombro.

 

“¿Cómo estás? ¿Cómo está el tatuaje?” Sin esperar una respuesta, levantó la remera del rubio para evaluar el tatuaje.

 

“Me lo hice hace años, viejo, ¿por qué no estaría bien?” Naruto puso su remera en su lugar.

 

“Fue mi mejor trabajo.” Insistió Tazuna. “¿Qué puedo hacer por ti hoy?”

 

“Todos nosotros quisiéramos hacernos tatuajes.” Sonrió Naruto.

 

“¿Eh? ¿Todos ustedes?” Evaluó al grande grupo y sonrió. “¿No estás preocupado que todos salgan huyendo y llorando?”

 

“¡Hey, no vamos a huir, viejo!” Gritó Kiba, señalando con su dedo a Tazuna.

 

“¡Si! ¡Hazlo!” Estuvo de acuerdo Kankurou.

 

Tazuna sonrió, caminando hacia los dos chicos. “Saben,” sonrió maliciosamente, empujando sus lentes para que estuvieran más arriba en su nariz, “dicen que los perros que ladran más fuerte son también los primeros en huir lloriqueando.” Kiba y Kankurou palidecieron.

 

“¿Qué soy yo, una anomalía, entonces?” Dijo Naruto sonriendo parado al lado de la puerta.

 

“Hablaste demasiado como para darte cuenta de que algo estaba sucediendo.” Suspiró Tazuna mientras que entraba a la casa, haciéndole señas para que entraran también. “Tsunami, Zabuza, miren a quien encontré.”

 

“Oh, Naruto. No te habíamos visto hace tiempo. Bienvenido.” Tsunami le sonrió mientras que limpiaba una silla reclinable como la de los dentistas.

 

Tazuna era dueño de una tienda de tatuajes, trabajaba en la planta baja de su casa, su hija y su nieto vivían con él en la planta alta. El amigo de la infancia de su hija, Zabuza, vivía en la habitación de por encima de la cochera.

 

Los tres adultos trabajaban en la tienda mientras que el nieto de Tazuna, Inari, normalmente venía a servir bebidas y a reírse de los lloriqueos de la gente.

 

“¿A dónde está el bobalicón?” Preguntó Naruto, dejándose caer en uno de los muchos sofás. Todos los demás se quedaron parados.

 

“Salió con sus amigos.” Respondió Tsunami.

 

“¿Volviste por una segunda ronda?” Zabuza sonrió maliciosamente. “¿Serás los suficientemente hombre para dejar que te tatúe yo esta vez?” Todos excepto Gaara, Neji y Sasuke se encogieron ligeramente cuando el hombre sonrió, notando como sus dientes eran bastante filosos.

 

El rubio se encogió de hombros. “Seguro. Los doce íbamos a hacernos lo mismo, porque todos tomamos al menos una clase juntos.”

 

“Bueno, eso no es divertido.” Suspiró Zabuza. “¿Qué quieres?”

 

“Estaba pensando en mostrarles el que quería la otra vez, y ver si están en el juego.”

 

Tsunami caminó hacia ellos, hojeando un libro. “¿Era el remolino doble, cierto? ¿O era ese que parecía una hoja?”

 

“No, el remolino doble. El que quería para mi brazo izquierdo.” (1)

 

“Ah, aquí está.” Dio vuelta el libro y lo sostuvo para mostrárselos.

 

“Es genial.” Comentó Ino. “Me gusta.”

 

“No me importaría tener ese en mi brazo.” Concordó Chouji.

 

“Tch. Tan problemático.” Suspiró Shikamaru. “Todo ese dolor por algo tan pequeño.”

 

“Vamos, Shikamaru. Es mi regalo de navidad para todos ustedes chicos.” Insistió Naruto.

 

“¿Tú pagarás, mocoso?” Preguntó Tazuna.

 

“Por supuesto.” Le lanzó una sonrisa al hombre viejo. “Lo que sea que quieran, házselos.”

 

“Bien. Comenzaremos con los doce que quieren este. ¿Quiénes van a ser?”

 

“Todos excepto esos tres.” Sasuke señaló a Gaara, Kankurou, Temari. “Ellos quieren algo más.”

 

“¡Muy bien!” Sonrió Zabuza, empuñando su equipo. “¿Quién va primero?”

 

“Yo iré primero.” Naruto se paró perezosamente del sillón, arremangándose su manga mientras que se dejaba caer en la silla de Zabuza.

 

Los tres tatuadores se los hicieron a los doce al mismo tiempo. Hinata sostuvo la mano de Kiba mientras que a ella le estaban haciendo su tatuaje, pero Tsunami trató de ser lo más amable posible ya que la chica estaba muy nerviosa.

 

Zabuza no mostró piedad, aunque tampoco es como si no lo hubieran esperado. Naruto estaba acostumbrado al dolor, así que no le molestó mucho. Sasuke gruñó una vez pero no dijo nada más. Kiba estaba prácticamente extrayendo sangre mientras que se mordía su mejilla internamente para no lloriquear. Chouji simplemente se retorció.

 

Tsunami había tatuado a las cuatro chicas, yendo lo más amable posible con Hinata. Tenten parecía soportar el dolor bastante bien, así que Tsunami simplemente fue a un ritmo normal con ella. Lo tomó duro cuando fue el turno de Ino y Sakura, porque ellas eran molestas.

 

Tazuna se los hizo a Lee, Shikamaru, Neji y a Shino, quienes soportaron el proceso bastante bien.

 

“Muy bien. ¿Qué quieren ustedes tres?” Tazuna señaló a Kankurou, Gaara y a Temari.

 

“Los tres queremos el kanji japonés de ‘viento’ en nuestros brazos izquierdos.” Kankurou le dijo.

 

“¿Eso es todo?” Inquirió Tazuna.

 

Gaara se volteó a ver a Naruto. “¿Cualquier cosa que queramos?”

 

“Haz lo que quieras.” Le dijo Naruto. Gaara se volteó de vuelta hacia Tazuna.

 

“Me gustaría también el kanji japonés de ‘arena’ en mi brazo derecho, y el kanji de ‘amor’ en mi frente.”

 

Hubo silencio.

 

“¿En tu frente?” Preguntó Tazuna, impresionado.

 

“Si. En rojo, en el lado izquierdo.”

 

“También me gustaría un tatuaje en mi frente.” Ellos se voltearon hacia Neji. “Uno verde. Lo vi anteriormente cuando estaba hojeando el libro.” Agarró el libro, pasó las páginas y señaló el símbolo que estaría a través de su frente. “Éste.”

 

“¡Si ustedes van a hacer todas estas locuras, cuéntenme en ello!” Kiba le arrebató el libro a Neji, pasando las hojas hasta encontrar lo que parecía ser un largo colmillo. Lo señaló, sosteniendo el libro hacia Tsunami. “Quiero este en rojo, en mis mejillas.” (2)

 

“Mierda, mocoso, tienes unos amigos bastante valientes.” Sonrió Tazuna mientras que le hacía señas a los hermanos para que fueran hacia adelante.

 

Gaara se sentó con los brazos cruzados y con un rostro imperturbable todo el tiempo en el que Zabuza lo tatuaba. Tazuna le había hecho el tatuaje a Kankurou y entonces llamó a Neji para comenzar a trabajar en él. Tsunami le había hecho a Temari el suyo antes de hacerle señas a Kiba para que se acercara.

 

Cerca de dos horas después, todos estuvieron tatuados y vendados, Naruto pagó por todos sus tatuajes.

 

“Asegúrate de ser cuidadoso por un tiempo.” Tazuna le recordó al rubio. “No quiero meterme en problemas porque ustedes mocosos sean irresponsables.”

 

“Si, sí. ¡Nos vemos, viejo!” Naruto lo saludó con la mano mientras que todos se metían en sus autos.

 

Naruto cerró su puerta y encendió el auto cuando Sasuke se acercó, volteando la cabeza del rubio y besándolo suavemente en los labios.

 

“Gracias por el regalo, Naruto.”

 

“No hay problema.” Naruto sonrió.

 

“No puedo esperar a que sea el veinticuatro.” Murmuró Sasuke, besando todo el camino de la mandíbula de Naruto. “Te tendré todo para mí.”

 

“Sólo cuatro días más.” Insistió Naruto, cerrando sus ojos y saboreando la sensación de los labios de Sasuke en su piel.

 

“Eso es mucho tiempo.” Murmuró el azabache en su oreja.

 

Los dos chicos saltaron cuando un bocinazo sonó fuertemente detrás de ellos, seguido de un grito de Kiba. “¡Apúrense! ¡Pueden besuquearse en casa!”

 

>Sn<

 

Sasuke exhaló lentamente mientras que se daba vuelta, frunciendo el ceño cuando su mano buscó la de Naruto y no encontró nada. El azabache abrió sus ojos, viendo que no había nada. Pasó su mano por sobre el lugar que el rubio normalmente ocupaba y sintió que no había nada. El lugar ni siquiera estaba caliente para sugerir que el rubio recientemente se había ido, lo que significaba que había estado desaparecido por un largo tiempo. Con Naruto en su mente, Sasuke salió de la cama para buscarlo.

 

Era navidad, y todos se habían ido el día anterior. Sasuke estaba contento. Había sido muy divertido —especialmente cuando las chicas se calmaron después de su descubrimiento— pero Sasuke realmente quería a Naruto para él solo. Tan egoísta como podía sonar, era lo que él quería.

 

El día anterior había sido realmente divertido, incluso para los estándares de Sasuke. Todos habían intercambiado muchos regalos y pasado el rato juntos hasta que se tuvieran que ir. Naruto parecía estar del mal humor, pero todos le habían prometido volver para una gran fiesta. Kiba sugirió hacer una fiesta cada semana. Sasuke le corrigió diciéndole que podían tener una al final del año escolar. Kiba dejó de discutir cuando vio la mirada en los ojos de Sasuke.

 

Estirándose, Sasuke salió del cuarto y pasó por el pasillo, dirigiéndose a las escaleras. Fue a la entrada para ver si el auto de Naruto no estaba para sugerir que se había ido a comprar algo, pero seguía situado pacíficamente en el frente. De cualquier manera, la puerta de la entrada estaba abierta. Sasuke odiaba que la puerta de entrada estuviera abierta, incluso si alguien estaba en la casa. Llegó hasta ella y la cerró antes de dirigirse a la cocina, su siguiente apuesta para encontrar a Naruto.

 

Debería conseguir un dispositivo de seguimiento o algo así. Reflexionó Sasuke mientras que cruzaba la sala de estar. Este lugar es tan jodidamente grande. Debería conseguir intercomunicadores. ¿Cómo diablos alguien pudo encontrarlo en este lugar alguna vez? Sasuke comenzó a imaginar a un Naruto hiperactivo de bebé, corriendo por toda la casa, riendo contento. Su abuela se debía haber vuelto loca tratando siempre de encontrarlo.

 

Sasuke sonrió mientras que abría la puerta de la cocina— y se congeló. Sus ojos se enfocaron en el líquido rojo en el azulejo blanco, dirigiendo todo el camino hacia la mesa donde Naruto estaba sentado en una silla, tenía la cabeza apoyada en la mesa y sus brazos en ambos lados de su cabeza,

 

Sasuke no podía moverse. ¡No podía respirar! ¿Qué mierda había pasado? Oh, dios, ¿fue Itachi? ¿Él hizo esto? ¿Por qué atacaría a Naruto?

 

¡Muévete! Su yo interno comentó enojado. ¡Asegúrate de que esté bien!

 

“¡Naruto!” Sasuke corrió hacia él y se agachó, sólo para erguirse de nuevo cuando casi choca con la cabeza de Naruto cuando el rubio la levantó.

 

“¿Qué?” Miró a Sasuke, confundido, sus ojos seguían semi-cerrados. ¿Él había estado— dormido? “¿Sasuke? ¿Qué pasa?” El rubio se frotó los ojos antes de reclinarse en la silla, estirándose. Sasuke sólo podía mirarlo fijamente.

 

Al no recibir respuestas, Naruto miró a Sasuke y notó que estaba mucho más pálido de lo normal. También notó que los ojos de Sasuke mostraban una pizca de miedo debajo del alivio.

 

“¿Sasuke, estás bien?” Sasuke no contestó. En vez de eso, se agachó en frente de Naruto y lo abrazó apretadamente. Naruto estaba aturdido, pero abrazó también al azabache.

 

“¿Qué pasó?” Preguntó Sasuke, su voz sonó apagada debido a que su rostro estaba enterrado en el hombro de Naruto.

 

“¿Qué?” Naruto frunció el ceño.

 

“¿Por qué está esa cosa roja en el suelo?”

 

“Estaba haciendo el desayuno. Conseguí algunas frutillas, pero la bolsa en la que venían se rompió mientras que me dirigía a la mesa. Iba a limpiar, pero estuve con dolor de cabeza así que recosté mi cabeza por unos cuantos segundos. Debo haberme dormido.”

 

Sasuke se alejó de Naruto y miró el líquido en el suelo. Ahora que su mente no estaba en estado de pánico, podía distinguir que eso no era sangre. Miró a la mesa y notó que las bolsas de almacén seguían situadas allí. Naruto se rio tímidamente, frotando su nuca.

 

“No se suponía que despiertes aún. Iba a hacerte el desayuno como regalo de navidad, pero supongo que no se puede hacer nada ahora.” Besó ligeramente la mejilla de Sasuke. “Feliz navidad.”

 

Empezó a pararse cuando Sasuke agarró su mano, tirándolo hacia atrás. “¿Llamas a eso un beso de navidad? Yo creo que no.”

 

“Maldita sea, sabía que tú y Genma pasar—“ Naruto fue cortado por el choque de los labios de Sasuke con los suyos, la lengua del azabache demandaba su entrada. Naruto concedió el pedido, abriendo su boca para permitir a la poderosa lengua de Sasuke entrar. El sabor de Sasuke inundó la boca de Naruto y él gimió, enterrando sus manos en el cabello del azabache.

 

Los dos continuaron besándose hasta que el teléfono de Naruto sonó. Naruto se alejó de Sasuke —a pesar de las quejas del azabache y su insistencia en dejarlo sonar— y se dirigió hacia el teléfono, recogiéndolo.

 

“¿Hola?”

 

“Feliz navidad, Naruto.” La voz de Tsunade sonó a través de la línea.

 

“Hey, vieja bruja. Feliz Navidad.”

“¿Cómo estuvieron tus vacaciones?”

 

“Estuvo todo bien.” Asintió Naruto, incluso cuando sabía que Tsunade no lo podía ver. “Tuve a un grupo de amigos un tiempo por aquí. Todos se fueron ayer.”

 

“¿Estás solo?” Preguntó Tsunade, sorprendida. “Si lo hubiera sabido, hubiera ido contigo. Eres bienvenido a venir aquí si tú quieres. Jiraiya y yo amaríamos tenerte aquí para navidad.”

 

“Oh, no.” Sonrió Naruto. “Está bien. No estoy solo. Sasuke se quedó.”

 

“Oh, ¿Sasuke, huh?” Lo molestó Tsunade.

 

“¿Cuántos años tienes, cuatro?” Naruto rodó sus ojos.

 

“Hey, no seas engreído.” Insistió Tsunade. “Feliz navidad, mocoso. Haz buenos recuerdos en casa.”

 

“Si, sí. Feliz navidad, vieja bruja. Dile al pervertido que digo lo mismo.”

 

“Naruto dijo ‘Feliz navidad, pervertido’.”  Tsunade le informó a su hermano.

 

“¡No me llames así!” Insistió Jiraiya mientas que Naruto reía y colgó. Se volteó para mirar a Sasuke, quien estaba ocupado hurgando la bolsa en la mesa.

 

“¡Hey, Hey! ¡Muchacho entrometido!” Naruto agarró la bolsa, escondiéndola detrás de su espalda. “¡Estamos impacientes!”

 

“Salsa de chocolate, crema batida, frutillas.” Sasuke sonrió. “¿Voy a tenerte como desayuno?” Naruto se sonrojó, volteándose.

 

“No, bastardo, tendremos waffles.” Sasuke se acercó a Naruto, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura del rubio.

 

“Pero tú sabrías mucho mejor.” Ronroneó en la oreja de Naruto.

 

“¡Llama a Kakashi para desearle una feliz navidad, pervertido!” Naruto empujó a Sasuke lejos de él con una mano, el azabache de mala gana lo dejó ir.

 

Mientras que Naruto se ocupaba de hacer los waffles, Sasuke se dirigió al teléfono, exhaló profunda y pesadamente, y lo recogió, marcando el número de Kakashi. El hombre mayor contestó el teléfono después de dos tonos, jadeando pesadamente en la línea.

 

“¿Hola?” Preguntó sin respiración. Sasuke puso una mueca de disgusto.

 

“¡¿Quién responde el teléfono en medio del sexo?!” Demandó incrédulamente. Sólo Kakashi, pensó con un suspiro.

 

“Quien dice que estoy, uhn…” Kakashi respiró con más dificultad. Sasuke levantó una ceja. “¿Teniendo sexo?”

 

“Sé que no estás agitado por trotar, eres demasiado perezoso.” Suspiró Sasuke. “Feliz navidad. Me alegro de que al fin tengas sexo.” Colgó y se volteó hacia Naruto, quien había estado congelado desde que escuchó la pregunta de Sasuke.

 

“¿Estaba— en serio?”

 

“Ese es Kakashi.” Suspiró Sasuke, rascándose la nuca. “Podría haber vivido felizmente sin esto. Me arrepiento un poco de haberlo juntado a él y a Iruka ahora.”

 

“Personalmente, estoy comenzando a odiar los consejos que Iruka sigue tratando de darme. Lo odio aún más cuando comienza a hablar de Kakashi.” Naruto se volteó hacia Sasuke y empezó a imitar a Iruka. “ ‘Kakashi ama cuando chupo su cuello justo ahí. Sé que Sasuke no es su hijo, pero tal vez deberías probarlo. Oh, y siempre es mejor darle sexo oral a tu pareja estando parado, porque entonces consigues la satisfacción de saber que tú eres la única cosa que mantiene a tu pareja parado, y te sientes con más control’ y bla, bla, bla.” Rodó sus ojos antes de voltearse para regresar con los waffles que había comenzado a hacer.

 

“¿Iruka en serio te dijo todo eso?” Preguntó Sasuke, impresionado, no esperándose que su instructor de karate fuera tan abierto.

 

“Entre otras cosas, las cuales prefiero no repetir.” Declaró Naruto.

 

Los dos chicos desayunaron, riendo y tirándose crema batida. Naruto rápidamente notó que era una mala idea porque le daba una razón a Sasuke para molestarlo.

 

“¡Voy a limpiarte, deberías estar agradecido!” El azabache había insistido.

 

A Naruto no le hubiera importado ser limpiado; él simplemente no sabía cuan buena era la lengua de Sasuke para limpiar. Sasuke estaba más que nada echando la crema batida por ahí antes de chuparla para sacarla de su morena piel.

 

Habían pasado la mayor parte del día sentados en frente del televisor antes de que Sasuke comenzara una sesión de besos. Tres películas habían pasado y ellos sólo miraron cerca de dos minutos de la primera. Naruto culpaba a Sasuke. Sasuke insistía que el rubio lo amaba.

 

No fue sino hasta la cena que ellos decidieron intercambiar regalos. Naruto se puso realmente apasionado sobre los regalos que le iba a dar a Sasuke, e insistió en que el azabache abriera primero el suyo.

 

“¿Por qué estoy un poco asustado?” Preguntó Sasuke mientras que desenvolvía el primero. “¿No estarás reiniciando nuestra guerra de bromas, cierto?”

 

“No, pero esa sería una buena idea.” El rubio sonrió. Sasuke simplemente suspiró, negando con su cabeza mientras que abría su regalo. Levantó una ceja cuando sacó una remera naranja, observándola.

 

“Pensé que necesitabas más color en tu armario.” Lo molestó Naruto. “Además, sé que amas mi remera naranja.”

 

“Si quisiera una remera naranja, simplemente robaría la tuya.” Sasuke lo molestó también antes de besar la mejilla de Naruto. “Gracias. Me aseguraré de llevarla puesta el día en que lleves puesta la tuya para que parezca que coinciden.”

 

“Bastardo.” Naruto lo empujó ligeramente. Sasuke sólo sonrió, tomando su siguiente regalo. Era una carta, y abriéndola, un certificado de regalo cayó.

 

“Genial. Certificado de música.” Vio la pequeña carta que parecía un certificado.

 

“Aún no estoy seguro de que tipo de música te gusta. Pensé en jugarla seguro y darte un bono HMV.”

 

“¿Cuánto hay en esto?” Preguntó Sasuke, buscando un lugar en la carta donde lo dijera. Naruto no respondió, haciendo que el azabache le diera una mirada seria. “Naruto.”

 

“Doscientos dólares.” El rubio se rascó la nuca.

 

“Dos— ¡Naruto!” Exclamó Sasuke. “¡¿Por qué me darías doscientos dólares para CDs?!

 

“¡Los CDs están caros estos días!” Insistió Naruto. “No discutas conmigo, sólo tómalo, ¿está bien?” Sasuke suspiró, negando con su cabeza mientras que ponía la carta abajo y empujaba sus tres regalos hacia Naruto. “Me diste tres. Ahora me siento mal, yo sólo tengo dos para ti.”

 

“Lo del tatuaje también cuenta. Así que son tres.”

 

“Oh, cierto.” El rubio sonrió mientras que alzaba el primero para desenvolverlo. Dejó salir un chillido de colegiala ante el cual Sasuke parpadeó antes de sacar el largo peluche de zorro y abrazarlo.

 

“¿Te gusta?” Sasuke no pudo evitar sonreír ante la manera de actuar de Naruto. Era como un niño pequeño.

 

“¡Lo amo! ¡Gracias, Sasuke!” Lanzó sus brazos alrededor del cuello de Sasuke, abrazándolo fuertemente antes de alejarse para agarrar el segundo regalo. Sasuke agarró el regalo antes que él.

 

“Abre este al último.”

 

“De acuerdo.” El rubio se encogió de hombros, agarrando el segundo para él y desenvolverlo. Explotó de la risa cuando vio el bóxer. Tenía pequeños zorros por todas partes cada uno con una burbuja diciendo ‘astuto’.

 

“Si, pensé que te gustaría esto.” Sasuke sonrió. “Cuando vi tus bóxer durante la búsqueda del tesoro, pensé que apreciarías estos.”

 

“Gracias, Sasuke. Está genial.” Lo puso a un lado y sostuvo con ambas manos el último regalo. Sasuke se lo dio y Naruto procedió a rasgar el envoltorio.

 

Al principio, estaba confundido mientras que sacaba el envoltorio. No era nada más que un tarro ordinario lleno de bolas de algodón. Notó que Sasuke había escrito algo en la tapa y no pudo evitar sonreír cuando lo leyó.

 

‘Un tarro lleno de nubes.’

 

“Sé que es estúpido,” Murmuró Sasuke, mirando a otra parte con un ligero enrojecimiento en sus mejillas, “Pero era mi más preciado recuerdo. Pensé que debería compartirlo contigo.”

 

Se volteó hacia Naruto cuando no recibió una respuesta, y frunció el ceño cuando el rubio abrió el tarro y sacó todas las bolas de algodón. Entonces comenzó a contarlas, volviéndolas a meter una por una. Quedaban como seis antes de que cerrara el tarro de nuevo y pusiera las bolas de algodón restantes junto al envoltorio para tirarlos. Furiosamente sonrojado y evitando la mirada de Sasuke, le explicó sus acciones.

 

“Incluyendo cada sala en esta casa —refiriéndome a baños, la cocina y tales— tengo treinta cuartos. Puse esa cantidad de bolas de algodón en este tarro.” Su sonrojo se intensificó. “Cada vez que— hagamos eso en uno de los cuartos, ataremos una bola de algodón a la manija. De esa manera, no usaremos el mismo cuarto dos veces.”

 

Sasuke sonrió, acercando a Naruto hacia él —quien aún se negaba a mirarlo— y besándolo en la mejilla antes de enterrar su rostro entre la unión del cuello de Naruto y su hombro.

 

“Si. Porque eso sería una verdadera pena.”

 

“No lo haremos ahora.” Aclaró el rubio.

 

“Cuando sea que estés listo.”

 

“Feliz navidad, Sasuke.”

 

“Feliz navidad.”

 

Notas finales:

(1) El tatuaje de ANBU. Me debatí entre el símbolo de la hoja de Konoha y el símbolo ANBU, pero eventualmente me decidí por el tatuaje ANBU porque es más genial.

(2) Obviamente, los tatuajes del viento en los hermanos es porque son del país del viento.

 

El símbolo de amor en la frente es obviamente porque es Gaara. Y por Neji, en caso de que alguno no lo haya entendido, es el símbolo que fue puesto en su cabeza por el padre de Hinata en el manga/anime. Con el que pueden controlar algo saben realmente nunca lo entendí. Sólo sé que es el tipo de símbolo verde de sumisión en la frente de Neji. Y Kiba, él es un Inuzuka. Mi musa dijo que se asustaría si llegara ver a alguien cruzando la esquina con tatuajes como esos y  que debería haber hecho que Neji se lo hiciera en la espalda o por ahí… pero no quiero. Porque realmente es en su frente… lol.

 

N/A: Necesitaba a alguien, así que si, cedí y Zabuza vino. ¡PERO HAYATE NO VOLVERÁ! ¡ME REHUSO! ¡TOMA ESA, MUSA!... por favor no me lastimen…

También, recibí muchas preguntas acerca de Itachi. Si, él aparecerá. No se preocupen, no me olvidé de él.

 

…….

 

Bien, eso fue todo por hoy, espero que hayan disfrutado de la lectura, y sepan que el domingo estaré actualizando. ¡Nos vemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).