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Compañeros de cuarto por Soffik

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Vuelvo aquí con un nuevo capítulo de compañeros de cuarto ^^

Antes que nada, sé que les había prometido actualizar de nuevo con regularidad y sin demoras, pero lamentablemente como habrán leído antes, mi computadora murió y tuve que recurrir a comprarme otra vía internet, y el envío no llegó en el tiempo estimado y tuve que esperar más para por fin obtener mi nueva computadora. Así que estuve por mucho más tiempo del que esperaba sin computadora :c

Alejándome un poco de mis líos con las computadoras, realmente no puedo creer que ésta traducción haya llegado tan lejos y que ya esté cerca de terminar. (el fanfic cuenta con veinticinco capítulos y ya estamos por el veinte u.u) Les agradezco a todos por su apoyo, y espero que lo sigan haciendo hasta el final :D

 

Capítulo veinte: Itachi.

 

“¿Es en serio?” Kiba chilló riéndose, golpeando su rodilla.

 

“No es gracioso.” Sasuke lo miró mal. “Me gustaría verte pasar al menos una clase con Gai.”

 

“Puedo hacerlo.” Insistió el castaño.

 

Los dos estaban parados afuera del teatro Hebb, esperando a Naruto. Sasuke le había prometido encontrarlo después de clases, y Kiba estaba por regresar a su dormitorio cuando de repente vio al azabache. Había decidido mantenerlo acompañado para que después los tres pudieran regresar juntos.

 

Kiba continuaba riéndose de Sasuke, y Sasuke continuaba mirándolo mal, cuando pronto las puertas se abrieron y la gente comenzó a salir. Sasuke sabía que no sería difícil encontrar a Naruto. Cabello rubio y una sudadera naranja— difícil de no notar.

 

Alguien lo rozó al pasar, acercándose mucho como para estar cómodo, y Sasuke se endureció. Sus ojos se agrandaron cuando escuchó las palabras que le dijo esa persona en su oído.

 

“Hola, hermanito.”

 

Girándose completamente, Sasuke estudió la multitud de gente que estaba dispersándose, con el corazón latiendo en su garganta. ¡¿Dónde está?! Pensó Sasuke frenéticamente, inspeccionando la multitud. Vio a alguien con largo cabello negro, y corrió hacia donde éste estaba.

 

“¡Oye! ¡Sasuke!” Kiba lo llamó, pero el azabache lo ignoró. Corrió siguiendo a esa persona, empujando a la gente que pasaba en el medio. Se detuvo en el medio del largo cuadrado entre Koerner y la biblioteca principal, buscando entre todas las personas.

 

Sasuke se sobresaltó cuando alguien lo empujó, girándose completamente. Alguien más se puso a su lado y dejó salir un grito, yéndose lejos de allí. Las voces de todos sonaban demasiado fuerte, y parecía que había multitudes por todas partes. Comenzó a hiperventilar, cubriendo con sus manos sus oídos y corriendo en cualquier dirección que podía. Tenía que alejarse. Había muchas personas.

 

Pasó a través de la multitud y se fue justo frente a Buchanan. Había un puesto allí, obviamente para promover algún tipo de club. Estaban haciendo hot dogs, y tenían olor a quemado. La garganta de Sasuke comenzó a cerrarse cuando el olor llegó a su nariz, haciéndole difícil la tarea de respirar. Sus ojos se concentraron en la gente que compraba los hot dogs. Todos estaban echándole kétchup en ellos y la única cosa en la que Sasuke podía pensar era que el kétchup que le ponían a los hot dogs era sangre.

 

Vio a uno de los chicos sosteniendo su hot dog cubierto de sangre y con la cara de su padre. El chico lo mordió, y la sangre comenzó a caer por su mandíbula hasta el suelo. Una gran piscina se estaba formando en su pie.

 

Sasuke cubrió su boca cuando le vinieron arcadas y pasó empujando las personas frente a él, corriendo hacia Buchanan. Se acercó a la esquina, abrió la puerta del baño y entró a un cubículo, vaciando su estómago en el inodoro.

 

Tosió y se limpió la boca con la palma de su mano, respirando con dificultad mientras que se mantenía agachado sobre el inodoro. Joder, contrólate, pensó, sacudiendo su cabeza. Simplemente estás imaginando cosas. Itachi no está aquí, de otra forma lo sabrías.

 

“¿Estás bien, amigo?” Sasuke se volteó para encontrarse con un chico cualquiera mirándolo, ligeramente preocupado. “¿Quieres que llame a una ambulancia o algo?”

 

“No. Algo me cayó mal.” Sasuke se ahogó cuando comenzó a acercarse a la puerta del cubículo. “Gracias.” Le puso traba una vez que la puerta estuvo cerrada y tiró la cadena del inodoro. La esencia de vomito hizo que le vinieran arcadas.

 

Inspiró profundamente y se sentó en el piso, incluso cuando era asqueroso. Inclinó su cabeza contra la pared, cerrando sus ojos. Se aseguró de estar lo suficientemente cerca del inodoro en caso de que tuviera nauseas de nuevo.

 

Inspiró lentamente, tratando de calmarse. Sabía que no debería haberse asustado de esa manera, pero no podía evitarlo. Primero, la voz de Itachi en su oído, y entonces alguien que se parecía a él alejándose—

 

“¡Joder!” Sasuke le dio un puñetazo a la puerta del cubículo del baño, gruñendo. “Joder.” Cubrió su rostro con ambas manos, tratando de olvidarse de Itachi.

 

>Sn<

 

Naruto iba y venía sin descanso en su cuarto, con su celular a mano. Lo chequeó de nuevo por lo que sería la décima vez que lo hacía en menos de cinco segundos. Aún sin llamadas. Negó con su cabeza, todavía yendo y viniendo.

 

Había llamado a Kakashi. Había llamado a Genma. Había llamado a casi todos, incluyendo a amigos y profesores, pero nadie había visto o escuchado a Sasuke. Kiba había sido el último en verlo, y después de haber seguido al azabache, le perdió el rastro en frente de Koerner.

Así que ahora, Naruto estaba en su cuarto tres horas después, yendo y viniendo. No había ido a cenar; no había ido al baño. No había ido a ninguna parte ni había hecho algo productivo. Según Kiba, Sasuke había enloquecido, y eso sólo significaba Itachi. Kakashi había pensado en eso también, que fue la razón por la que prácticamente le colgó a Naruto diciendo que iría a buscarlo.

 

Naruto miró su celular de nuevo, rogando para que sonara. “Vamos, Sasuke. ¿Dónde estás?

 

Nada pasó, así que Naruto continuó yendo y viniendo por la habitación.

 

Su celular sonó cinco minutos después y casi lo deja caer al intentar contestarlo tan desesperadamente. Finalmente apretó el botón de responder y lo puso en su oreja.

 

“¡¿Hola?!”

 

“¿Aún no escuchaste nada de él?” Preguntó Kakashi con un suspiro en la otra línea.

 

“No. No he escuchado nada.” El corazón de Naruto cayó y se frotó el rostro con su mano libre. “Joder. ¡¿Dónde está?!”

 

“Lo he buscado por todos los lugares que se me ocurrieron. No se suponía que Itachi regresaría a la ciudad, pero—“

 

“¡Ni siquiera se te ocurra ir!” Espetó Naruto. “¡Si Itachi le hizo algo, le arrancaré su caja torácica y la usaré como sombrero!”

 

La cerradura sonó detrás de Naruto y él se giró para mirar la puerta. Se abrió, y Sasuke entró al cuarto, mirando fijamente el suelo y luciendo como la mierda.

 

“¡Sasuke!” Naruto lanzó su celular en alguna parte del cuarto, sin importarle a donde aterrizara. Él se lanzó hacia Sasuke abrazándolo fuertemente. “¿A dónde has estado?” Le susurró contra el hombro del chico. “Todos estuvimos preocupados.”

 

“Lo siento.” Respondió Sasuke, manteniendo sus manos en ambos lados de su cuerpo. Naruto frunció el ceño y se alejó, mirando a Sasuke. Su piel se veía un poco gris, tenía bolsas debajo de sus ojos, y su ropa apestaba a dulce y a vomito.

 

“¿Qué pasó?” Preguntó Naruto, metiendo a Sasuke más adentro en el cuarto antes de cerrar la puerta. Sasuke fue hacia la silla de su escritorio, para sentarse en ella. Frunció el ceño cuando escuchó lo que parecía un grito, y miró a otro lado.

 

“¡Naruto Uzumaki! ¡¿Qué carajos pasó?! ¡Respóndeme!” Sasuke se agachó para alcanzar algo debajo de su mesa, encontrando el celular de Naruto y poniéndoselo en el oído.

 

“Estoy bien, Kakashi. Te hablaré más tarde.” El azabache le colgó a su tutor cuando Naruto se puso a su lado, abrazándolo por detrás.

 

“¿Qué pasó?” Preguntó de nuevo, con preocupación escapándosele en la voz.

 

“Simplemente tuve un ataque de pánico, eso es todo.” Insistió Sasuke, subiendo sus brazos para agarrar los brazos que lo envolvían.

 

“¿Tú ‘simplemente tuviste un ataque de pánico’?” Preguntó Naruto, negando con su cabeza. “¿Cómo puedes decir eso? Estuviste desaparecido por tres horas. Estaba enfermo de la preocupación. Kakashi estaba enfermo de la preocupación. Mierda, incluso Kiba estaba enfermo de la preocupación.”

 

“Lo siento.” Susurró Sasuke. “Yo— pensé que Itachi estaba aquí.” Sintió los brazos de Naruto endurecerse a su alrededor.

 

“Itachi no está aquí, Sasuke. Aún estás a salvo.”

 

“Lo sé.” Respondió Sasuke. “No quiero hablar de ello. Vayamos sólo a comer.” Se paró, obligando al rubio a soltarlo.

 

“Seguro.” Naruto susurró mientras que Sasuke abría la puerta del cuarto y se iba. Naruto miró el suelo, sintiéndose completamente inútil.

 

“Joder.”

 

Sasuke caminó por el pasillo golpeando la puerta de Kiba, Shino y la de Chouji.

 

“¡Sasuke-bastardo! ¡Estás de vuelta!” Kiba puso un brazo alrededor de sus hombros, sonriéndole. “Estuvimos preocupados maldito imbécil. ¿A dónde diablos huiste?”

 

Sasuke se sacó de encima el brazo de Kiba y caminó hacia las escaleras, con sus manos en los bolsillos. Kiba frunció el ceño, observándolo irse. Entonces se volteó cuando escuchó la puerta de Naruto y Sasuke abrirse. El rubio caminó hacia ellos con sus manos en los bolsillos.

 

“¿Qué pasó?” Le preguntó Kiba cuando Naruto se acercó. El otro chico simplemente negó con su cabeza, pasándolos.

 

“Iré por Shikamaru. Ustedes chicos adelántense.” Naruto se fue del pasillo y subió las escaleras para ir al tercer piso. Shino y Kiba compartieron una mirada antes de que ellos dos y Chouji se apresuraran en alcanzar a Sasuke.

 

“¿Tuviste una pelea con Naruto?” Inquirió Kiba.

 

“No, no nos peleamos.” Respondió Sasuke, caminando lentamente hacia los bloques comunes.

 

“Bueno, ¿rompieron o algo así?” Preguntó Kiba de nuevo.

 

“No.”

 

“Bueno, ¿qué diablos pasó entonces?” Sasuke se volteó para mirarlo. “Oye, ya estoy acostumbrado a que estés de mal humor. Dios sabe que eres así la mayor parte del tiempo, ya me acostumbré. Lo que no está bien es que pongas mal a Naruto.”

 

Sasuke subió una ceja y se volteó para mirar detrás de él. Vio a Shino y a Chouji. No a Naruto. ¿Pero qué—? No pude haberlo dejado mal; no hice nada, el azabache pensó frunciendo el ceño.

 

“Pareces estar confundido.” Comentó Shino mientras que entraban a los bloques comunes y se dirigían a la cafetería. “¿No sabes que Naruto se preocupa mucho por ti tanto como tú te preocupas por él? Si uno de ustedes está mal, el otro también lo estará.”

 

“Genial.” Murmuró Sasuke mientras que agarraba una bandeja. “Así que ahora tengo que estar siempre feliz.”

 

“¿Sabes cómo ser feliz?” Demandó Kiba, aturdido. Shino le lanzó una mirada y el castaño desapareció, Chouji lo siguió después. Shino parecía tener todo bajo control.

 

“Nadie está diciendo que no tienes permitido estar mal.” Lo corrigió Shino. “Simplemente trata de no actuar con dureza con la persona que está tratando de hacerte sentir mejor.”

Sasuke escuchó lo que dijo Shino, pero no le prestó realmente atención. Él apenas fue a conseguir su comida y estaba en la caja cuando Naruto y Shikamaru entraron, ambos agarraban sus bandejas.

 

Los otros cuatro chicos tomaron asiento, esperando a los otros dos unírseles. Cuando lo hicieron, Sasuke ya estaba finalizando su comida. Él se sentó en la mesa, con sus dos manos juntas delante de su boca. Comenzó a dirigirse hacia adelante sin pensamientos, ignorando la conversación de los otros.

 

Kiba miró fijamente al azabache antes de inclinarse hacia Naruto para susurrarle algo a su amigo, manteniendo sus ojos fijos en Sasuke. “Yo, Naruto.”

 

“¿Mm?” Preguntó Naruto con la boca llena de comida.

 

“¿Cuándo fue la última vez que ustedes tuvieron sexo?” Naruto escupió la comida. “Realmente, ¿por qué te estoy preguntando esto? ¿Fue ayer, cierto? ¿Cerca de la media noche?” Naruto se estaba ahogando, golpeando su pecho frenéticamente para conseguir que la comida trabada en su esófago fuera para abajo, o regresara.

 

Shikamaru estaba observando al rubio, con sus labios ligeramente abiertos y con su tenedor en medio del aire, a medio camino de su boca.

 

“Tal vez él necesita tener sexo. Ya sabes, para aliviar un poco la tensión.” Continuó Kiba, completamente inconsciente de la falta de aire de Naruto.

 

“Naruto se está poniendo azul.” Declaró Shikamaru lentamente, con sus ojos todavía fijados en el rubio.

 

“¿Huh?” Kiba dejó de mirar a Sasuke para mirar a Naruto, “¡Mierda!” Kiba empezó a darle golpes a la espalda del rubio. La garganta de Naruto se aclaró y tosió un poco más antes de tomar algo de agua.

 

Sasuke ni siquiera se dio cuenta.

 

Una vez que Naruto se calmó y recuperó el ritmo de respiración normal, Kiba puso un brazo alrededor de sus hombros y acercó a Naruto hacia él, con sus ojos en Sasuke, pero aun así hablándole a Naruto. “Creo que puede estar frustrado sexualmente. Y si no es así, al menos el sexo lo animará.

 

“Kiba, esto no es algo que el sexo repondrá.” Susurró Naruto, bajando la vista. Hizo una mueca cuando recordó el mes anterior en el que quiso hacer eso. Sasuke le había dicho que no porque no era lo que realmente quería, así que Naruto haría lo mismo.

 

“¡Hey, Sasuke-bastardo!” Kiba le sonrió al azabache, quien se volteó a verlo. “Aquí Naruto parece estar un poco frustrado sexualmente.”

“No lo e—” Kiba le golpeó en la entrepierna por debajo de la mesa y los ojos de Naruto se agrandaron mientras que dejaba salir un gemido, encorvándose y cubriendo sus miembro con ambas manos. Kiba nunca dejó de mirar a Sasuke.

 

“Tal vez los dos deberían irse de vuelta a su cuarto y, ya saben…” Kiba se cortó, tosiendo ligeramente al final, pero le guiñaba un ojo al mismo tiempo. “Nadie estará allí para molestarlos.”

 

“¿No quieres decir que no estarás allí para molestarlos?” Preguntó Shino sonriendo maliciosamente.

 

“Una ventaja que esté incluido en el grupo de los que no estarán allí. Lo que sea, cállate Shino. “¿Qué dices, Sasuke?”

 

Naruto seguía aún ocupado con su problemita, incapaz de decirle a Kiba que simplemente se callara. ¡Haría pagar al querido castaño por ésta! Cómo se supone que tengamos sexo si él daña mis bienes. Pensó Naruto enojado.

 

“Vamos.” Su cabeza subió de repente cuando vio a Sasuke pararse al lado de él, sosteniendo su mano. Naruto le lanzó a Kiba una mirada, mientras que el castaño le levantaba el pulgar.

 

Con un suspiro de derrota, Naruto tomó la mano de Sasuke permitiéndole al azabache guiarlo fuera de la cafetería y de vuelta al dormitorio. Subieron las escaleras lentamente, llegando a su cuarto en segundos. Naruto desbloqueó la puerta y entró, con Sasuke siguiéndolo y cerrando la puerta detrás de él antes de meter sus manos en sus bolsillos.

 

“No puedo pedirte hacer algo cuando yo fui el que escupió ese discurso del mes pasado.” Dijo Sasuke mientras que miraba el suelo, el rubio se volteó para enfrentarlo. Suspiró, sacudiendo su cabeza. “Mierda, algunas veces me cago a mí mismo.”

 

Miró hacia arriba para encontrar a Naruto frente a él. Estuvo aturdido al principio, pero se le pasó cuando Naruto lo abrazó fuertemente.

 

“Algunas veces, el simple hecho de conocer a alguien es suficiente para quitar el dolor.” Susurró Naruto. Sasuke cerró los ojos y abrazó también al rubio.

 

>Sn<

 

“No puedo creer que nos estemos salteando inglés.” Exclamó Naruto mientras que escribía su código antes de abrir la puerta de su dormitorio. “Nunca me he salteado nada antes. Me siento un poco mal.”

 

“No te sientas mal.” Insistió Sasuke mientras que envolvía sus brazos alrededor de la cintura de su novio, besando su cuello mientras que lo forzaba a moverse hacia adelante. “Esto es mucho más importante.”

 

“Tus hormonas no conocen límites.” Naruto lo molestó mientras que se liberaba del agarre de Sasuke y corría hacia las escaleras. Sasuke sonrió y corrió detrás de él.

 

Una semana después del incidente, todo volvió a la normalidad. Sasuke había prácticamente olvidado todo lo que pasó, pero sólo porque era su suerte la que iba a cambiar pronto.

 

Mientras que subía por las escaleras siguiendo a Naruto, sintió un escalofrío correr por su espina y miró hacia abajo por las escaleras. No vio nada, y no podía oír nada más allá que la puerta de entrada. Dio dos pasos hacia abajo, escuchando, pero no oyó nada.

 

“¡Sasuke, vamos!” Naruto apareció a su lado de nuevo, agarrando su brazo. “¡Tenemos sólo una hora antes de que tenga que ir a anatomía!”

 

“¿Puedes salteártela?” Preguntó Sasuke mientras alejaba ese sentimiento de él y continuaba subiendo las escaleras con Naruto.

 

“¡Eres una mala influencia! ¡No voy a saltearme otra clase!” Insistió mientras que abría la puerta de su cuarto. Sasuke se giró, besando su cuello mientras que cerraba la puerta de una patada. Naruto dejó salir un pequeño gemido.

 

“Pero es con Genma.” Sasuke respiró pesadamente contra el cuello del rubio. “Estúpido. Pervertido. Bueno para nada. Genma.”

 

“Eso…” Naruto jadeó ligeramente, con su cuerpo comenzando a reaccionar ante tal acción, “no es muy bueno.”

 

“¿Quién dijo que era bueno?” Preguntó Sasuke, sacándole la remera al rubio.

 

 Del otro lado de la puerta, una solitaria figura escuchaba los eventos que ocurrían adentro. Frunció el ceño con disgusto, avergonzado del chico que estaba allí dentro. Escuchó una puerta abrirse por el pasillo y se volteó a ver de quien se trataba.

 

Tres chicos entraron al pasillo viniendo desde las escaleras, charlando entre ellos.

 

“Tan estúpido.” Kiba se rio. “Decidieron saltearse las clases justo el día en que las cancelaron. Hombre, eso es tan divertido, joder.”

 

“Sin duda.” Respondió Shino. “¿Estás consciente de que los escucharemos las siguientes tres horas, cierto?”

 

“¡Joder!” Exclamó Kiba, sonriendo. “Shino, mi hombre, me gusta la manera en la que piensas.

 

“Me iré al cuarto de Shikamaru. Allí hay más aislamiento, así que el sonido no tendrá tanto impacto.” Comentó Chouji mientras que dejaba caer su bolso y cerraba la puerta.

 

“¡Amigo! ¡Es la mejor idea que pudiste tener, joder! Espérenme, conseguiré algo de música y nos iremos. ¡Haré el doble de ruido que ellos!” Justo entonces, los gemidos comenzaron a sonar. “¡Gah! ¡Debo apurarme!” Kiba llegó volando hasta su cuarto, buscando por todas partes a su I-Pod. Lo terminó encontrando, y cerró su puerta. “Cierto, ¡vámonos!”

 

Aunque Chouji no estaba mirando a Kiba. Él estaba mirando el pasillo, frunciendo el ceño al ver a la persona que actualmente estaba posicionada en frente de la puerta de Naruto y Sasuke. Kiba siguió la dirección de la mirada de Chouji, y pronto comenzó a fruncir el ceño también.

 

“Oi, ¿Qué eres, algún tipo de pervertido?” Espetó Kiba.

 

El hombre giró su cabeza, conectando su fría, y oscura mirada con la de Kiba. El castaño dio un paso hacia atrás instintivamente. Esa sola mirada lo hizo quedar sin respiración.

 

“Soy un familiar.” Fue la simple respuesta del hombre antes de que se volteara de nuevo para observar la puerta de Sasuke y Naruto.

 

Chouji puso una mano en el hombro de Kiba pero el castaño la quitó. “Olvídalo. Sigue sin mí. Me quedaré aquí.” Kiba entró a su cuarto desapareciendo y cerrando su puerta. Chouji simplemente miró al hombre de reojo una vez más antes de subir las escaleras.

 

Shikamaru y Chouji regresaron minutos más tarde, golpeando la puerta de Shino y de Kiba para preguntarles si querían ir a la ciudad. Shino aceptó la invitación, pero Kiba no.

 

“Quiero mantener un ojo en ese tipo. Ya saben, en caso de que sea algún rarito.” Les susurró, echándole miradas al pasillo. El hombre todavía no se movía.

 

“No hagas nada estúpido.” Declaró Shino mientras que los otros tres se iban y Kiba cerraba su puerta.

 

Todo estuvo en silencio —al menos gran parte, de cualquier forma, ignorando los gemidos, gruñidos y rasguños que hacían en la cama— por la siguiente hora. Y entonces, todo quedó completamente en silencio, Naruto y Sasuke se estaban cambiando de nuevo para que el rubio pudiera irse a clase.

 

Naruto besó a Sasuke una última vez antes de dirigirse a la puerta. “Te veré cuando regrese.”

Sasuke gimió, agarrando el brazo de Naruto y metiéndolo de nuevo en el cuarto, abrazándolo.

 

“Saltéatela.”

 

“No, no puedo.” Insistió el rubio, sonriendo. “Tengo que ir.”

 

“No.” Se quejó Sasuke.

 

“Sasuke, vamos. Te veré tan pronto como termine mi clase, te lo prometo. Incluso iré a sociología y deporte contigo.”

 

“Bien.” Sasuke lo dejó ir. “Si las clases son más importantes que yo, es cosa tuya.” Naruto rodó sus ojos.

 

“Caray, Sasuke, ¿no es suficiente habérmelo hecho ocho veces en un día?” Preguntó Naruto mientras que recogía su bolso.

 

“No.” El azabache dijo. “Quiero hacerlo al menos diez veces antes de fin de mes.”

 

Naruto lanzó una risa mientras que negaba con su cabeza. “Te veré luego, maniático sexual.” Abrió la puerta, pero se detuvo. Alguien estaba parado frente a él. “Oh, hola. ¿Necesita algo?” Dijo esto cuando de repente Naruto vio la pistola, y no hubo duda en su mente de quien se trataba.

 

Inseguro de su propia seguridad, el rubio arrojó su mochila al rostro del hombre, y se volteó para taclear al azabache para protegerlo.

 

“¡Sasuke!”

 

Un disparo resonó.

 

Notas finales:

N/A: Un poco de humor ahora ya que el capítulo fue tan feliz ;tos tos; Mi amiga (ella vive cerca de mi) dibujó un dibujo basado en el capítulo… creo que nueve. Estoy casi segura que es el nueve. Si quieren verlo, está aquí: www. deviantart. com/ deviation/ 31989002/

(tienen que quitar los espacios)

 

….

 

Así que si, esto fue todo. Estaré actualizando sí o sí el próximo miércoles sin falta. Hasta entonces, espero que hayan disfrutado la lectura^^


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