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Compañeros de cuarto por Soffik

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Notas del capitulo:

¡Buenas! Aquí reportándome con un nuevo capítulo de ‘Compañeros de Cuarto’

El anterior capítulo sí que fue demasiado triste y lastimó la sensibilidad de muchos (incluyéndome). Yo como traductora y todo, sufrí traduciendo el capítulo anterior :’( Así que espero que con éste capítulo se animen un poco.

 

Capítulo veintidós: Muerto Viviente.

 

Previamente:

Aparcó el coche en un adoquín y entonces se bajó del auto, abriendo el baúl para sacar sólo su bolso. Podría sacar el resto más tarde. Apretó el botón de bloqueo automático mientras que se dirigía a la puerta y apretaba la manija. Estaba cerrada la puerta. Sacó el segundo juego de llaves de su bolsillo y pudo abrir la puerta, entrando a la casa. Se sacó los zapatos cuando llegó a la puerta de entrada, dejando su bolso en el suelo.

 

“Te tomaste tu tiempo.”

 

>Sn<

 

“Te tomaste tu tiempo.” Una voz resonó desde el pasillo cuando Sasuke cerró la puerta. Sacudió su cabeza, dejando los dos juegos de llave en la mesa de madera.

 

“No deberías estar parado.”

 

“¡Estoy bien, maldita sea! Deja de preocuparte, bastardo.”

 

“¿A qué te refieres con dejar de preocuparte?” Demandó Sasuke enojado. “Recién llego de visitar tu maldita tumba. ¡Así que no me digas que deje de preocuparme!”

 

La boca de Naruto se cerró inmediatamente y miró al suelo, haciendo una mueca de dolor.

 

“Lo lamento.”

 

“¿Por qué lo lamentas?” Preguntó Sasuke, confundido. “No tienes nada que lamentar. Soy el único que debería lamentarse.”

 

Naruto envolvió sus brazos alrededor de él, sacudiendo su cabeza mientras que suspiraba.

 

“Las cosas cambiarán, ¿no?”

 

“¿Eso crees?” Inquirió Sasuke. Naruto le lanzó una fulminante mirada y el azabache suspiró. “Lo lamento.”

 

“Está bien. Lo lamento parece ser la palabra del día.” Sasuke asintió, metiendo las manos en sus bolsillos.

 

“¿Cómo te sientes?”

 

“¿Cómo crees?” Naruto le dio una mirada mordaz.

 

“Cierto.”

 

“¿Dónde está él?”

 

“¿Itachi?”

 

“¿Quién más?” Preguntó Naruto con un suspiro.

 

“No lo sé. No aquí, eso de seguro.” Respondió Sasuke, caminando hacia el rubio y abrazándolo. Naruto suspiró de nuevo, envolviendo sus brazos también alrededor de su novio.

 

“Prométeme.” Susurró Sasuke, inconscientemente aumentando la fuerza de su agarre en el rubio. “Prométeme que nunca harás eso de nuevo.”

 

“No puedo prometerte eso.” Susurró Naruto.

 

Los dos permanecieron de pie en silencio por un largo tiempo antes de que Naruto suspirara de nuevo.

 

“Esto realmente apesta.” Dijo suavemente.

 

“¿Qué cosa?” Preguntó Sasuke.

 

“Mentirles a todos.” Aclaró Naruto. “Ellos realmente me matarán cuando descubran que estoy vivo.”

 

“Si, bueno, no los dejaré.” Ajustó su agarre en el rubio, consciente de lo cerca que había estado de perderlo.

 

“¿Así que todos se lo creyeron?” Sasuke se alejó un poco, tomando la mano de Naruto para besarla.

 

“Si, todos lo creyeron.”

 

“Tsunade dijo que lloraste un montón. Estoy impresionado.” Naruto lo molestó mientras que caminaba hacia atrás, llevándose a Sasuke consigo ya que el azabache todavía sostenía su mano.

 

“Todo lo que tuve que hacer fue pensar en cuan cerca estuve de perderte.” Admitió Sasuke.

 

>Sn<

 

Un día antes.

 

Sasuke observó con la mirada en blanco la remera en sus manos. Estaba cubierta de sangre, y él no se veía mejor. Él había estado en silencio desde que había llegado al hospital, y ni siquiera se estremeció o algo así cuando su herida había sido tratada. Todo lo que había hecho era observar la remera que había sido arrojada cuando los paramédicos se la arrancaron a Naruto en su habitación antes de llevarse al rubio rápidamente.

 

Kakashi se sentó a su lado, ofreciéndole una taza de agua. El azabache ni siquiera lo miró. Se hubiera preocupado por su tutor si Kakashi no hubiera estado vivo y a salvo cuando los paramédicos llegaron, preocupándose más por Naruto que por sí mismo. Sasuke estaba agradecido, porque tendría que haber forzado a su corazón a dejar de latir si llegaba a perder a Naruto y a Kakashi.

 

“Sasuke, bebe esto. Vamos.” Kakashi alejó una de las manos de Sasuke de la remera de Naruto y lo obligó a sostener la taza. Sasuke lo hizo, pero no bebió el agua.

 

Las puertas del final del pasillo se abrieron de golpe, “¡Tú!” y un grito sonó en el pasillo. Kakashi se volteó y sus ojos se agrandaron cuando vio a Tsunade, quien apuntaba un dedo hacia Sasuke. Jiraiya estaba justo detrás de ella, seguidos por el mismo oficial de policía que había estado en la oficina de Tsunade cuando Kakashi había estado allí.

 

Tsunade apareció en frente de Sasuke y lo abofeteó en la cara. Fuerte. Sasuke ni siquiera reaccionó, simplemente dejó caer al suelo la taza de agua que no quería, desparramando agua por todas partes en el piso. Su rostro se puso lentamente pálido para continuar mirando la remera. Jiraiya había agarrado a Tsunade para detenerla de golpearlo de nuevo.

 

“¡Prometiste que no dejarías que nada le sucediera!” Exclamó la mujer, con lágrimas cayendo por su rostro. “¡Dijiste que estaría bien!”

 

“Tsunade. Tsunade, Tsunade, sh. Está bien.” Jiraiya atrajo a su hermana hacia él, a pesar de oponerse, y la abrazó fuertemente. “Sh, está bien.” La mujer mayor sollozó en su hombro. Jiraiya recorría con su mano suavemente arriba y abajo por su espalda.

 

Keita fue al escritorio de los secretarios para preguntar por Naruto, pero nadie tenía noticias sobre él, así que regresó con los otros. Estaba apretando tan fuerte su mandíbula para evitar llorar, sabiendo que sería inapropiado ya que se suponía que era su deber. Miró a Tsunade y sintió que su corazón se estrujaba. Su plano corazón casi se le sale del pecho cuando miró a Sasuke. Él estaba simplemente— sentado allí. Observando una destrozada y ensangrentada remera.

 

Keita se agachó en frente de Sasuke, tratando de encontrarse con los ojos del chico. Sasuke no lo miraba.

 

“Sasuke, ¿estás bien?” Inquirió.

 

“No hablará.” Keita miró a Kakashi. “No ha hablado desde que su hermano se fue.”

 

Keita se inclinó hacia adelante y sacó algunos mechones del cabello de Sasuke fuera de su cara, mirando su cubierta herida. “Parece pequeña.”

 

“Salió con suerte.” Respondió Kakashi, con sus ojos en Sasuke. “Estoy sospechando que hay una razón detrás de ello, pero no nos la dirá.”

 

Todos miraron a la doctora cuando ésta se acercó a ellos, excepto Tsunade, cuyo rostro estaba todavía enterrado en el pecho de Jiraiya. Kakashi leyó su nombre en su etiqueta, notando que su nombre era Shizune Kimeda.

 

“¿Tsunade?” Inquirió ella. La rubia se volteó como un rayo.

 

“¿Cómo está él, Shizune?” Demandó, pareciendo como si se estuviera absteniendo de agarrar a la otra mujer de los hombres y sacudirla.

 

La doctora suspiró, pasando una mano a lo largo de su frente, como si se estuviera sacando el sudor. “Está estable. Se salvó por los pelos, ya que la bala apenas esquivó su corazón. Perdió un montón de sangre, así que tuvimos que transfundirle sangre por un largo tiempo, pero ya debería estar bien.” La cabeza de Sasuke se levantó inmediatamente ante esas palabras.

 

Tsunade se cayó de rodillas, llorando en sus manos. Jiraiya se agachó justo al lado de ella, abrazándola fuertemente.

 

“Gracias a dios.” Susurró Keita, cerrando sus ojos e inclinándose contra la pared.

 

“¿Vivirá?” Kakashi se volteó hacia Sasuke. Era la primera cosa que había dicho desde que Itachi se fue.

 

La doctora asintió afirmativamente. “Si, vivirá.”

 

Puso una mano en los hombros de Tsunade cuando pasó cerca de su vieja amiga, y entonces continuó por el pasillo para atender a otros pacientes.

 

Los cinco se mantuvieron en la sala de espera por el resto del día y por  bien entrada en la noche. Era únicamente porque Tsunade había trabajo allí y que todo el mundo la conocía que el grupo no había sido echado. Cuando se acercó la medianoche, Shizune regresó con ellos, notando que todos lucían exhaustos, pero ninguno estaba durmiendo.

 

“¿Tsunade?” La rubia la miró. “Él está despierto por si quisieras verlo.”

 

Sasuke estuvo de pie antes de que cualquiera lo estuviera, Shizune lo observó, pasmada.

 

“Si siquiera intentas decirle que no puede ir, podría matarte.” Advirtió Kakashi, parándose y poniendo su curada mano sobre el hombro de Sasuke. La doctora sólo asintió antes de guiarles el camino a los cinco visitantes. Ella abrió la puerta y Sasuke entró enérgicamente, con sus ojos fijos en el rubio.

 

Naruto estaba apenas consciente, con los ojos a media asta. Tenía puesto un respirador, y un suero intravenoso saliendo de su mano. Las sábanas llegaban justo por encima de su ombligo, mostrando una parte de su tatuaje, y su torso estaba envuelto en una fuerte gasa. Sasuke ni siquiera quería preguntar cuántos puntos de sutura tenía.

 

El rubio le tendió su mano a Sasuke y el azabache se apresuró en llegar hacia él, agarrándole la mano fuertemente.

 

“Estás bien.” El rubio se oyó aliviado.

 

“¿Estás loco?, piensa en ti mismo imbécil.” Sasuke no pudo verse enojado, sin importar cuan duro tratara. ¡Naruto estaba preocupado por él cuando fue él al que le atravesaron una bala por su pecho!

 

“Tú debes ser Sasuke.” Se volteó a ver a la doctora. “Tú fuiste la primera cosa por la que él preguntó cuando despertó.

 

“¡Naruto!” Tsunade finalmente se liberó de Jiraiya, quien había estado sosteniéndola por la espalda para que Sasuke pudiera tener unos cuantos segundos. Ella se abstuvo de saltársele encima, y en vez de eso, agarró su otra mano y la apretó fuertemente.

 

“Hey, vieja bruja.” Chistó con dificultad.

 

“¿Estás bien?” Recorrió con su mano su cabello, sacando algunos mechones de su frente. El rubio dejó salir una pequeña risa, y entonces hizo una mueca de dolor.

 

“He estado mejor. Pero oye, es una nueva cicatriz para añadir a la colección.” Trató de sonreír, pero no pudo manejárselas para hacerlo.

 

“No digas cosas estúpidas como estas, ¡casi mueres!” Tsunade gritó.

 

“Tsunade, por favor.” Shizune cerró la puerta una vez que los tres hombres entraron. “Esto es un hospital.”

 

La mujer mayor no se disculpó, pero bajó el volumen de su voz cuando continuó, “Sabía que mantenerte con ese compañero de cuarto era una mala idea.”

 

“Tsunade, yo salté en frente de Sasuke.” Insistió el rubio. La cabeza de Tsunade se retorció y las cejas de Kakashi se elevaron.

 

“¿Tú qué?” Tsunade olvidó estar en silencio.

 

Naruto hizo una mueca de dolor ante el volumen de su voz. “Esto no fue culpa de Sasuke, fue mi elección.”

 

“Fantástico.” Murmuró Jiraiya, frotando sus ojos. “Lo suicida de Sasuke se le pegó a Naruto.”

 

“No hay nada de malo en querer proteger a la persona que amas.” Insistió Keita, cruzando los brazos. Él era un oficial de policía, entendía lo que Naruto había hecho más que nadie.

 

“Esto aún nos deja con un problema.” Todos se voltearon hacia Kakashi cuando éste habló. “Itachi descubrirá tarde o temprano que Naruto sigue vivo. Basándonos en lo que pasó, parece ser que el objetivo de Itachi no es Sasuke, sino todas las personas que le importan.”

 

Sasuke alejó su mirada de la de Kakashi. La mano de Naruto se apretó alrededor de la suya y él miró los ojos llenos de amor del rubio.

 

“¿Estoy en lo cierto?” Inquirió Kakashi.

 

“Si.” Susurró Sasuke.

 

Jiraiya se las arregló para cubrir la boca de Tsunade antes de que explotara. Keita se frotó la nuca, haciendo una mueca, y Kakashi simplemente suspiró.

 

“Esto será problemático.” Susurró Kakashi.

 

“Si él descubre que Naruto sigue vivo regresará por él.” Dijo Jiraiya con un suspiro.

 

“No a menos que Naruto esté muerto.” Todos se voltearon a ver a Keita. Él se encogió de hombros. “Hacemos cosas así todo el tiempo. Si enviamos a Naruto de vuelta a casa, y tenemos a Sasuke haciendo una actuación increíble, podemos convencer a todos que él está muerto. Sasuke puede simplemente cortar los lazos con sus otros amigos hasta que atrapemos a Itachi, de una manera en la que nadie excepto Kakashi estaría en peligro. Si ponemos a alguien que vigile a Kakashi todo el tiempo, podríamos eventualmente atrapar a Itachi, o matarlo. En caso de que Itachi se las arreglara para descubrir que Naruto sigue vivo, alguno de los chicos y yo podríamos vigilarlo para asegurarnos de que Itachi no se muestre en lo de Naruto.

 

“¿Quieres que pretendamos que Naruto está muerto?” Dijo Jiraiya lentamente.

 

“Piensa en esto.” Insistió Keita. “El niño Uzumaki. Estaría en todos los diarios. Tengan un funeral privado al que asistan sólo Tsunade y tú, y entonces asegúrense de que Itachi vea a Sasuke llorando a mares después o algo así. Es la manera perfecta de asegurarnos de que no descubra lo de Naruto. Una vez que Itachi esté satisfecho, él probablemente dejará la ciudad por un tiempo para mantener el perfil bajo. Sasuke puede simplemente ir a Mission y quedarse con Naruto por un tiempo. Todos en la universidad pensarán que fue a casa para superar el dolor.”

 

Todos se voltearon a ver al rubio. Era su vida, después de todo. Él lo reflexionó por unos cuantos minutos antes de asentir.

 

“Muy bien, lo haré. Les daré algo de dinero para los arreglos del funeral.” Le dijo a Tsunade y a Jiraiya. “Probablemente tendrán listo los arreglos para mañana en la mañana así que pueden hacerlo mañana al medio día.”

 

“Notificaré a los diarios.” Ofreció Shizune. “Será más creíble si un doctor lo hace.”

 

“Traeré el Cruiser al frente. Deberíamos cambiarle de ropas a Naruto y hacer algo con su cabello. Lo esposaré y lo llevaré como si estuviera siendo arrestado así nadie lo reconozca y lo llevaré a Mission.” Se volteó hacia Naruto. “¿Sigues teniendo tu llave de repuesto escondida en el árbol de tu patio trasero?” El rubio estrechó sus ojos.

 

“Si, y como lo advertiste, la tendré que cambiar de lugar ahora.”

 

“Muy bien, todo listo entones.” Kakashi se sintió tan aliviado de que todo estuviera bien. Ahora todo de lo que tendría que preocuparse era de sí mismo. Hizo una nota mental para advertirle luego  a Iruka que no viniera a verlo. De hecho, Kakashi estaba pensando en tomarse unos días y regresar a Victoria. Estaría más seguro allí, ya que Itachi no sabía dónde realmente vivían Sasuke y él.

 

“Supongo que deberíamos irnos.” Dijo Tsunade mientras que se paraba. Se volteó hacia Sasuke. “Tú, comienza a trabajar con las lágrimas. Si tu hermano está afuera, quiero que esto sea creíble.” Había lágrimas dispuestas a caer en sus propios ojos cuando salió afuera del cuarto con Jiraiya acompañándola.

 

Sasuke se volteó hacia Naruto, con los ojos vidriosos sin siquiera tener que intentarlo. Ver a Naruto así, y saber que todo era culpa suya…

 

“No.” Sasuke frunció el ceño, confundido ante la insistencia de Naruto. “No te culpes por esto, Sasuke. Tú no pediste tener un hermano enfermo.” Sasuke se inclinó sobre él, besando ligeramente la frente de Naruto antes de abrazarlo cuidadosamente.

 

“¿Qué fue lo que hice para merecerte?” Susurró Sasuke.

 

“No soy tan buen partido.” Insistió Naruto, riéndose ligeramente y haciendo una mueca de dolor de nuevo. Sasuke se alejó.

 

“Si, si lo eres.”

 

“Vamos, Sasuke.” Kakashi puso una mano en su hombro y lo giró, guiándolo a la puerta. “Tenemos una actuación que hacer.”

 

“No lo olviden, no le digan a nadie que Naruto está vivo.” Les dijo Keita autoritariamente.

 

“Lo sé.”

 

“Esperen.” Todos se voltearon a ver a Shizune mientras que sacaba algunas píldoras de su bolsillo. “Si ustedes dos son tan cercanos como parecen, yo he dado estas píldoras numerosas veces antes a personas quienes perdieron a sus amados.” Le pasó la botella de píldoras a Kakashi, quien las inspeccionó.

 

“¿Qué son?”

 

“Son unos suaves sedativos. Estos lo enviarán directamente a dormir. Es común darles esto a gente que está con dolor. Los detiene de hacer algo estúpido.”

 

Kakashi asintió antes de guardarlos en su bolsillo, y saludó con la mano a Naruto antes de salir por la puerta con Sasuke.

 

Sasuke y Kakashi se dirigieron hacia el ascensor. Sasuke trataba de mantener la misma mirada en blanco con la que había estado hasta antes de escuchar las noticias de que Naruto estaba bien. Mantuvo esa mirada en su rostro mientras que caminaban por el hospital, yendo hacia el ascensor, y saliendo del edificio, dirigiéndose al estacionamiento. Se detuvo en frente del auto de Kakashi antes de forzarse en pensar en Naruto muriendo. Esto produjo lágrimas en sus ojos fácilmente y se quebró del sólo pensarlo, cayendo de rodillas y llorando. Kakashi se agachó para ponerse al lado de él, poniendo su mano en el hombro del azabache para consolarlo.

 

Dentro de un auto, dos filas detrás de ellos, Itachi observó la escena con satisfacción antes de arrojar un cigarrillo afuera de su ventana e irse del estacionamiento.

 

>Sn<

 

Presente.

 

Naruto arrastró a Sasuke hacia la sala de estar, sentándose en el sofá y tirando de Sasuke para sentarlo a su lado. Dejó salir un suspiro mientras que se acurrucaba contra el azabache, haciendo una mueca de dolor cuando los puntos de sutura protestaron por el movimiento. Aunque él siempre había sido de los que se curaban rápido, así que no estaba preocupado.

 

“Apesta un poco que hayamos perdido los exámenes finales. Tendremos que retomar el primer año de nuevo.”

 

“¿Apesta un poco?” Inquirió Sasuke, levantando una ceja. “No sé tú, pero personalmente, te prefiero a ti viviendo.” Naruto rio.

 

“Bastante aceptable.” Suspiró Naruto. “Entonces, tenemos tiempo para nosotros hasta que logren atrapar a Itachi. ¿Qué sugieres hacer?”

 

“Bueno, depende de cuánto les tome,” Sasuke le sonrió a su novio, “Si te curas antes de que sea atrapado, tú todavía me debes mi regalo de navidad. Creo que deberíamos tener sexo en cada habitación de esta casa.”

 

Naruto sonrió. “Comenzando por la sala de estar, ¿cierto?”

 

“Estaba pensando más en tu cuarto, personalmente.” Reflexionó Sasuke.

 

“Pero queda tan lejos.” Sasuke frunció el ceño y miró a Naruto.

 

El rubio se inclinó sobre él, cepillando sus labios contra los de Sasuke. Ese simple gesto fue directo hacia la ingle de Sasuke y gimió, abriendo su boca para tirar del labio inferior de Naruto, chupándolo.

 

El rubio agarró la parte de delante de la remera de Sasuke mientras que se movían, recostándose en el sofá y tirando al azabache sobre él para que éste quedara arriba.

 

Sasuke se separó del beso, mirando los ojos azules de los que estaba tan asustado de no volver a ver, y recorrió con su mano a lo largo de su marcada mejilla. “¿Estás seguro? Estás herido.”

 

“Estaré bien.” Susurró Naruto, tirando de Sasuke de vuelta hacia él, con su mano detrás del cuello de Sasuke, y lo besó.

 

>Sn<

 

Sasuke se removió ligeramente por un molesto calambre en su cuello que lo forzó a abrir los ojos. Lo primero que vio fue un hombro. Se levantó y observó hacia abajo a la figura todavía durmiente de Naruto. Fijándose en su reloj, notó que habían pasado sólo dos horas desde que habían hecho lo sucio en el a sala de estar de Naruto.

 

Sentándose, hizo una mueca cuando notó que había sangre filtrándose a través del frente de los vendajes de Naruto. Esto era malo.

 

Sé que estás feliz de que esté vivo, pero no quiero que hagan nada físico por al menos una semana. ¿Lo entiendes, Uchiha?” La voz de Tsunade retumbó en su mente.

 

“Lo entiendo.” Había respondido Sasuke.

 

El azabache suspiró. Si, él había entendido. Desafortunadamente, su libido era difícil de convencer.

 

Sasuke se paró y caminó hacia la puerta del frente en medias. Llevaría a Naruto al hospital, pero el rubio no tenía permitido salir de la casa, en caso de que fuera visto.

 

Sasuke abrió la puerta del frente, mirando a través de la oscuridad. “¿Keita?” Susurró.

 

El oficial de policía salió de las sombras, frotando sus ojos con el pulgar y el dedo índice de su mano derecha.

 

“Está muy bien que hayas tenido una buena noche, Sasuke, pero podrías haberte puesto algo de ropa.” Sasuke frunció el ceño y miró hacia abajo. Se sonrojó ante su estado de desnudez, cubriendo su ingle con ambas manos.

 

“Olvidé que estaba desnudo.” Murmuró. “Necesito vendajes.”

 

“Sospeché que lo hiciste cuando te vi desnudo, pero esperaba que estuviera equivocado. Tsunade te matará.” Dijo Keita, negando con su cabeza y mirando al azabache.

 

“Él lo instigó.” Insistió Sasuke. “¿Quién era yo para rechazar a un hombre herido?”

 

“Iré al hospital y conseguiré algo. Mi compañero estará vigilando la casa mientras que no esté. No vayas a ninguna parte.

 

“Lo sé.” Insistió Sasuke mientras que entraba a la casa y cerraba la puerta. Se dirigió de vuelta a la sala de estar, viendo a Naruto levantado y haciendo muecas por el dolor cuando tocó su pecho.

 

“¿Estás bien?” Preguntó Sasuke con urgencia, corriendo hacia el lado del rubio e inclinándose al lado del sofá. Naruto sonrió cálidamente.

 

“Estoy bien. ¿La cocina es lo siguiente?” Sasuke se rio ligeramente, negando con su cabeza.

 

“No, no más ésta noche. Esperaremos un par de días más.” Acercó su mano hacia él para recorrer suavemente su pecho por sobre los sólidos vendajes. “Keita fue a conseguir más gazas.”

 

“Ya que los vendajes van a ser cambiados de todas formas, debería tomar una ducha.”

 

“Quieres decir un baño. No puedes hacer que tus puntos de sutura se mojen.” Insistió Sasuke, ayudando al rubio a pararse.

 

“Baño, ducha. Lo que sea.” Pausó, sonriéndole descaradamente a Sasuke. “Entonces, ya que estaremos en el baño, y mis vendajes se arruinarán de cualquier forma, ¿quieres probar en el baño esta vez?”

 

¡Si! El yo interno de Sasuke festejó felizmente, poniéndose en forma chibi.

 

¡No! Dijo Sasuke.

 

Qué— ¿por qué no? ¡Él está dispuesto! ¡Sus vendajes están de todas formas arruinados! Estarás en el baño, ¡será fácil limpiarlo!

 

Está herido.

 

¡Y dispuesto! Vamos, ¡simplemente hazlo! ¡Sabes que lo quieres! ¡Casi lo pierdes! ¿No quieres asegurarte de que está aquí y a salvo?

 

Me aseguré de eso en la sala de estar.

 

Asegúrate en el baño.

 

¡Tengo mucho tiempo para tener sexo con él en cada habitación! ¡No necesito apurarme!

 

Puedes tener sexo en cada habitación dos veces.

 

Sasuke pausó, pensando en esto. Aquello era— atrayente. Sexo en cada habitación dos veces. Cuanto más rápido terminara con cada habitación, más rápido podría hacerlo en todos los cuartos de nuevo.

 

Bien, tú ganas esta ronda, pero la siguiente, ¡te patearé el trasero!

 

Amaría verte intentarlo, su yo interno le regresó, sonriendo.

 

Sasuke besó la frente de Naruto antes de susurrarle al oído. “Prepara el baño. Esperaré por los vendajes.”

 

“Trato.” Naruto inclinó su cabeza para besar a Sasuke en los labios antes de alejarse de él y dirigirse arriba por las escaleras. El mismo Sasuke se dirigía a la puerta.

 

Que dios lo ayude, Sasuke realmente se estaba convirtiendo en Genma. Él estaba incluso casi tentado a preguntar si el mismo Genma tenía un pequeño yo interno pervertido también.

 

Notas finales:

N/A(Nota de la Autora): Nop, sólo cincuenta demonios, ¡jajajaja! …listo…

También, antes de que alguien diga que esto no es posible, permítanme informarles que sí, si es posible. El padre de mi mejor amiga es un oficial de policía y él nos contó sobre algo así que sucedió (obviamente, después de que hubiera sido resuelto). Entonces, si, esto sucede en nuestro mundo, yo no lo acabo de inventar.

 

Me estaba debatiendo entre matarlo o no y terminar todo aquí, pero entonces noté que el problema de Itachi no había sido resuelto y me llegó una nueva y mejor idea! Y esta idea necesita a Naruto. Además, mi musa estaba algo así “¿LO MATASTE? ¿QUÉ PASA CONTIGO?” Así que… si, lo tuve que regresar a la vida. Lo siento por quien piensa que esto es una mala idea :c

 

……………………………………………………….

 

Lamento a todos los que sufrieron con la supuesta muerte de Naruto. Pero bueno, he aquí la razón detrás de todo. Espero que se les vuelva el alma al cuerpo al leer este capítulo ;) Ahora ¿hubo alguien de ustedes quien no se creyó al cien por ciento de la presunta muerte de Naruto?

¡Espero que hayan disfrutado la lectura! ^^


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