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Compañeros de cuarto por Soffik

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Notas del capitulo:

 

Presente y con un nuevo capítulo recién salido del horno ;)

 

Sé que muchos se habrán estado preguntando por qué rayos no he actualizado en tanto tiempo… Y ¡Cuánto lo siento! El inicio de clases en mi ciudad comenzó antes de tiempo, y tuve que ponerme a estudiar para unas materias que me quedaron pendientes del año pasado, y además también para otros exámenes que se avecinaban dentro de nada. Como podrán entender, estuve consumida por el estudio y cada día que pasaba eran libros enteros los que tenía que estudiar. Fue un mes de puro estudio para mí, y no me sobraba nada de tiempo u.u  ¡Espero que sepan disculparme! Básicamente esa fue la razón de que no actualizara, pero ya por fin tengo bastante tiempo libre, así que esta semana me dedicaré puramente a traducir los últimos capítulos del fanfic .

 

Ahora sí, hablando del capítulo, esta vez conoceremos un poco sobre la historia del sensual psicópata de Itachi. Cada vez nos acercamos más al final y aún las cosas siguen tensas. Esperemos a ver como suceden las cosas.

 

Capítulo veintitrés: Un Mejor Entendimiento de Itachi Uchiha.

 

 

Itachi Uchiha siguió el camino que estaba trazado delante de él, inhalando lentamente el humo de su cigarrillo. Le dio un golpecito para deshacerse de las cenizas del extremo mientras que exhalaba, logrando que el humo se formara a su alrededor antes de desaparecer en el aire. Sus botas crujían ruidosamente al pisar las hojas caídas del camino y el viento soplaba contra él, causando que su abrigo se plegara.

 

Cuando una cabaña apareció en su línea de visión, dio una última calada antes de arrojar el cigarrillo, exhalando el humo que había ingresado en sus pulmones. No se molestó en preocuparse por sobre si el cigarrillo incendiaba el bosque. Si lo hacía, lo hacía. No había nada que pudiera hacer. E incluso si lo hubiera, no se preocupaba lo suficiente como para hacerlo. ¿Qué importaba si unos cuantos árboles se quemaban?

 

Abrió la puerta que estaba frente él y entró a la pequeña cabaña, con sus ojos aterrizando sobre el único otro ocupante.

 

Kisame Hoshigaki —un prófugo convicto apodado ‘El Tiburón’— estaba sentado en una pequeña mesa de madera leyendo el periódico. Ni siquiera levantó la mirada cuando el mayor de los Uchiha entró.

 

“Llegas tarde.” Comentó con simplicidad mientras que volteaba la página. “¿Lo encontraste?”

 

Itachi no respondió, sin considerar la pregunta lo suficientemente importante como para contestar. Obviamente, si había vuelto sin estar cubierto de sangre era porque no lo había encontrado.

 

“¿Por qué molestarte con el viejo?” Preguntó Kisame mientras que bajaba el periódico, inspeccionando a su silencioso acompañante. “¿No dijiste que con matar al mocoso era suficiente?”

 

“No creo que esté muerto.” Itachi se dejó caer en el sofá, subiendo los pies para quedar recostado.

 

“¿Qué?” Su molesto acompañante preguntó. “Dijiste que tu hermano lloró como un bebé y que actuó como si fuera el fin del mundo.”

 

“Eso es todo.” Itachi conectó su intensa mirada con la de Kisame, causando que el otro hombre se encogiera. “Estaba actuando. ¿Por qué desaparecería de repente de la universidad justo horas antes de que Kakashi hubiera sido visto partiendo? Fue a lo del rubio. Él no está muerto. Ellos simplemente quieren que yo piense que si lo está.”

 

“Entonces, ¿ahora qué?” Kisame se reclinó en su silla. “No pudiste encontrar a ese Kakashi, y ahora el mocoso que supuestamente fue asesinado está todavía vivo y no hay nada que puedas hacer.”

 

“Quizás no.” Itachi miró su teléfono que se encontraba en una esquina lejana, y Kisame siguió la mirada. Le tomó unos segundos entender y volteó a ver a Itachi con una sonrisa en su rostro.

 

“¿Piensas que estará el número?”

 

“Es una posibilidad, pero no estoy seguro.” Itachi cerró sus ojos. “Él era un Uzumaki después de todo.”

 

“Estoy seguro que podemos torcerle el brazo a alguien hasta que hable. ¿No dijiste que le disparaste a uno de sus amigos?” Itachi pensó en Kiba.

 

“Tal vez.”

 

Kisame lo dejó solo después de eso, siendo capaz de reconocer las cortas y cortantes respuestas. Itachi había terminado de hablar.

 

El mismo Uchiha simplemente se recostó en el sofá, con los ojos cerrados y recordando cómo es que se había convertido en la persona que ahora era. Recordando por qué odiaba a sus padres, y más específicamente, a su hermano.

 

>Sn<

 

Fugaku Uchiha abofeteó a Itachi duramente. El chico de siete años únicamente volteó su rostro de vuelta para enfrentar a su enfurecido padre. Fugaku agarró la parte delantera de la remera de Itachi, tirándolo hacia adelante para que sus rostros estuvieran casi tocándose.

 

“¡¿Piensas que esto es aceptable?!” Le dio un golpe en la cara con el revés de su mano, aun sosteniendo el cuello de su remera. Itachi de nuevo volteó su rostro para enfrentar a su padre, con sangre goteando hacia abajo hasta su mandíbula por la nueva herida que había adquirido.

 

“Estamos muy decepcionados, Itachi.” Mikoto Uchiha dijo mientras que se quedaba parada en la puerta, sabiendo muy bien que tenía que mantenerse alejada de Fugaku cuando estaba muy enojado.

 

“¡Decepcionado ni siquiera comienza a describirlo!” Giró al chico y forzó su cabeza a quedar contra la mesa.

 

Al principio, Itachi pensó que su padre iba a estrellar su cabeza contra la mesa de madera, pero se detuvo al dejarla encima de ella, con sus ojos enfocados en la fuente de su furia.

 

Su boleta de calificaciones.

 

Tenía dos B, y cuatro A.

 

Otros padres estarían emocionados.

 

Los suyos no.

 

“¡¿Qué diablos estuviste haciendo?!” Fugaku lo regresó a su posición de parado, agarrando la boleta de calificaciones con su mano libre y agitándola en frente de la cara de su hijo. “¡¿Dos B?!” Lo empujó con enojo, causando que el chico cayera al suelo. Su padre comenzó a destrozar la boleta. “¡Si no puedes hacerlo mejor, no merecerás el apellido Uchiha!” Le lanzó los pedazos de papel destrozados a Itachi antes de irse furioso hacia la puerta. “No cenarás. ¡Ni siquiera quiero ver tu rostro en lo que resta de la semana!” Cerró de un portazo la puerta enojado, dejando a su hijo solo en el suelo de su cuarto.

 

Los puños de Itachi se cerraron fuertemente con enojo a pesar de que su rostro no mostrara emociones. Estaba acostumbrado a ser tratado de esa manera cuando sus padres no estaban satisfechos con él. Las cosas habían sido así desde que tenía uso de la razón. Aun así eso no significaba que le tenía que gustar. Tenía que ser perfecto. No podía hacer ni una sola cosa mal, o sino tendría que pasar por lo que acababa de suceder de nuevo.

 

Para evitar que esto suceda de nuevo y de nuevo, tenía que ser mejor. Tenía que mejorar, tenía que ser perfecto. Y mientras que mejoraba, aprendería como pelear, así que un día— un día, podría defenderse. Y entonces, él sería el único con la sangre de otros en sus manos.

 

>Sn<

 

Un año después, Itachi tiene ocho años.

 

Itachi miró con fijeza la cuna que estaba frente a él. La cuna que contenía una pequeña versión de él mismo. Su hermano, Sasuke. Era tan pequeño que sería muy fácil envolver su mano alrededor de esa delgada garganta y terminar con su vida.

 

Pero no lo haría.

 

No, no lo haría.

 

Porque después de todo, la miseria ama la compañía.

 

Esta cosa viviendo sufriría tanto como Itachi— si no es que más. Viviría en la sombra de Itachi, obligado a superar a su hermano mayor para conseguir evitar una paliza.

 

Pero nada lograría sobrepasar a Itachi. Él se había hecho demasiado perfecto. Perfecto en la escuela, perfecto en deportes, perfecto en esconder sus emociones.

 

Aunque a Itachi no le quedaban emociones para expresar, ¿cierto?

 

No, dejaría a la cosa vivir. Este hermanito suyo. Lo vería sufrir tanto como él lo hizo.

 

>Sn<

 

Ocho años después, Sasuke tiene ocho años, Itachi dieciséis.

Un año antes del asesinato de los Uchiha.

 

“¡Mami!” Sasuke corrió hacia la cocina con una gran sonrisa en su rostro.

 

“Oh, cariño. ¿No estás feliz?” Mikoto se agachó para atrapar al niño corriendo de ocho años, subiéndolo a sus brazos. Itachi los observaba fríamente desde la mesa, haciendo su tarea.

 

“¡Mami, mira!” El hermano más joven sacó su boleta de calificaciones de su mochila, la cual estaba todavía en su espalda, y la puso delante de los ojos de su madre. Mikoto jadeó.

 

“¡Dios mío! ¡Tú primera A! ¡Felicitaciones!” Ella besó la mejilla de su hijo, abrazándolo fuertemente.

 

Itachi le puso atención de vuelta a su tarea, ignorando los elogios que su madre le estaba dando a su hermano menor. Había sido así desde que Sasuke había nacido, e Itachi vio cómo eran las cosas inmediatamente: Itachi había sido criado para ser perfecto; Sasuke para ser amado.

 

Cada día Itachi se arrepentía de no haberle roto el cuello a su hermano años atrás. Continuaba enojándole que siguiera siendo golpeado cuando hacía algo mal mientras que Sasuke solamente recibía pequeños regaños. Y Sasuke nunca era regañado por de las mismas razones que Itachi.

 

Itachi seguía recibiendo palizas si no tenía notas de por encima del noventa y cinco por ciento en todas sus clases. Él había mantenido sus notas cerca del noventa y siete por ciento y del noventa y ocho por ciento, pero aun así le enojaba que Sasuke hubiera obtenido su primera A hoy cuando a Itachi le habían exigido puras A a su edad.

 

“Oh, espera a que tu padre vea esto, cariño. Estará tan orgulloso. Tú realmente eres hijo de tu padre.”

 

El agarre de Itachi en su lápiz se volvió más fuerte, pero su rostro no cambió en lo más mínimo. Solamente continuó con lo que estaba haciendo, sosteniendo su lápiz más fuerte de lo que realmente debía.

 

“¡Hermano! ¡Mira!” Los ojos de Itachi miraron la ‘cosa’ que era su hermano menor, con odio saliendo de cada uno de los poros de su cuerpo.

 

“Ah, ah. No debes molestar a tu hermano.” Insistió Mikoto mientras que colocaba una mano sobre la boca de Sasuke. “Tu padre no está feliz con sus notas, así que tiene que trabajar más duro para mejorar.”

 

“Oh. Lo siento Itachi.” El menor de los Uchiha le sonrió brillantemente a su hermano. Itachi lo miró con odio por un rato antes de volver a concentrarse en las hojas de papel que estaban frente a él.

 

La puerta se abrió unos minutos después, alertando a todos de la llegada de Fugaku.

 

“Cariño, ven aquí. Sasuke tiene una sorpresa para ti.” Mikoto lo llamó mientras que Sasuke agarraba su boleta de calificaciones entusiasmadamente.

 

Fugaku entró a la cocina, besando a su esposa en la mejilla antes de agacharse en frente de Sasuke. “¿Una sorpresa, eh? He tenido un día malo, pero estoy seguro que esto subirá mi ánimo.”

 

Sasuke sonrió antes de mostrarle a su padre su boleta de calificaciones, sosteniéndola con orgullo con ambas manos.

 

“¡Dios mío! ¡Tú primera A! ¡Esto es maravilloso!” Fugaku rio mientras que levantaba a Sasuke y lo subía a sus brazos. “¡Realmente eres mi hijo!”

 

Los ojos de Itachi se llenaron de enojo ante esas palabras, conectándolos odiosamente con los ojos de su padre. Fugaku le dio una mirada que le preguntaba si quería hacer algo al respecto.

 

La mano de Itachi se cerró fuertemente de nuevo y rompió su lápiz en dos. Sin embargo, se concentró de vuelta en su tarea, continuándola con sólo la mitad del lápiz en su mano.

 

>Sn<

 

Itachi escuchó un sonido cerca de él y no pudo evitar sentir que alguien estaba invadiendo su espacio personal. Abriendo sus ojos, miró la hoja de papel que Kisame estaba sosteniendo en frente de su rostro.

 

Sentándose, el Uchiha agarró lo que Kisame tenía en sus manos y lo inspeccionó. Su rostro permaneció indiferente pero por dentro, estaba sonriendo. Esto era justamente lo que él necesitaba. Casi se sintió tentado a preguntarle al otro hombre donde lo había encontrado, pero no lo creyó necesario. Lo tenía. Eso era lo suficientemente bueno.

 

El prodigio Uchiha se paró y caminó hacia la puerta cuando Kisame habló. “¿A dónde vas?”

 

“A esta dirección.”

 

Hubo una pausa, y entonces, “¿Puedo ir?”

 

El Uchiha se volteó para inspeccionar a su acompañante. El hombre era largo, haciendo gala de su obvia fuerza bruta. Sus ojos tenían una pisca histeria en ellos cuando le regresó la mirada a Itachi, casi como si la sed de sangre lo estuviera volviendo loco.

 

“Bien. Probablemente habrá oficiales de policía estacionados allí. Entraré a la casa mientras que tú los mantienes distraídos.”

 

“¿Oficiales de policía?” El otro hombre sonrió maliciosamente cuando sacó de debajo del sofá un rifle. “¿Qué oficiales de policía?”

 

>Sn<

 

“¿Por qué quieres matar a tu hermano? Quiero decir, aparte del hecho que matar te da placer. Hombre, yo amo cuando ruegan. ¿Harás que te ruegue antes de matarlo?”

 

Itachi deseó haber decidido ir solo.

 

No era malo tener a otro hombre con él. Significaba menos trabajo para él, realmente. Era también bueno que no tuviera que manejar y poder concentrarse en su plan— no es como si hubiera algo malo con su plan. Nunca lo había. El hecho de que Kisame también supiera a donde iban a ir ayudaba mucho también.

 

“¿Tuviste una razón para matar a tu esposa?” Preguntó Itachi fríamente.

 

“No realmente. Simplemente me dieron ganas.”

 

“¿Entonces por qué asumes que tengo una razón?”

 

“Pareces ser más calculador que yo.” Kisame insistió encogiéndose de hombros. “Eres del tipo de los que iría a alguna parte con un plan en mente. Yo simplemente entraría corriendo blandiendo un arma. Si mi vida fuera una película, sería el intrépido anti héroe.”

 

Itachi no respondió. No quería escucharlo más. Sólo quería terminar el asunto. Terminarlo. Hacer pagar a Sasuke. Eso era todo lo que quería.

 

“Ya casi llegamos.” Informó Kisame.

 

“Estaciona un par de cuadras antes.” Kisame simplemente asintió mientras que continuaba manejando por la calle.

 

Cuando detuvo el auto, los dos salieron de él. El rifle de Kisame estaba escondido debajo de su largo abrigo. Itachi llevaba puesto el mismo tipo de abrigo, con una pistola enfundada en su cintura. Le dijo a Kisame que iría atrás y que él debería concentrarse en distraer a los oficiales del frente. El Tiburón se dirigió a la casa por la calle mientras que Itachi iba una calle más adelante caminando por la hilera de casas para poder llegar a la casa y trepar para meterse en el patio trasero.

 

Encontró la casa que buscaba y saltó fácilmente la cerca, esperando por el sonido indicador del disparo. Tan pronto como lo oyó, corrió hacia la puerta trasera y la abrió.

 

“¡Mierda! ¡Mierda!” Escuchó exclamar al ocupante de la casa desde las escaleras. Itachi caminó con calma hacia las escaleras cuando de repente escuchó pasos que se acercaban a él. Apuntó y disparó la parte de atrás de la pierna de una persona una vez que apareció en su vista, tirándolo por el impacto hacia las escaleras. “¡Jesús! ¡Joder!”

 

Itachi se acercó lentamente hacia Kakashi cuando éste quedó derribado en el suelo, con el brazo sangrando por haber caído sobre su anterior herida. Itachi pudo también ver huellas de sangre borboteando por sobre la remera del hombre de cabello plateado. Había reabierto las heridas de Kakashi, y le había añadido una nueva.

 

“Itachi.” Siseó Kakashi, con la cara distorsionada por el enojo y el odio.

 

“Hola, Kakashi.”

 

“¿Viniste a matarme también?” Preguntó Kakashi, sin parecer ni un poco preocupado por su seguridad. Itachi casi frunce el ceño. Kakashi estaba actuando con tranquilidad y calma, pero el Uchiha sabía con certeza que él no tenía un plan. Si el profesor tuviera un plan lo hubiera intuido.

 

“Si. Pero torturarte de antemano será más entretenido.”

 

Itachi apuntó su pistola hacia la rodilla izquierda de Kakashi y disparó.

 

>Sn<

 

Sasuke levantó su cabeza al escuchar el ruido. No era la alarma del reloj, eso lo sabía con seguridad. Pero— ¿Qué había sido?

 

El ver a Naruto agarrar y contestar su celular respondió su pregunta. Se recostó de nuevo, acurrucándose más cerca del rubio así la espalda del otro chico estuviera pegada contra su pecho.

 

“Si, ¿qué pasa?” Murmuró Naruto con pereza en el teléfono.

 

“¡Naruto, le dispararon a Kakashi!”

 

El rubio se sentó tan rápido que no pudo evitar sisear debido a sus suturas, que además, ya estaban tensas por sus actividades previas con Sasuke.

 

El mismo Sasuke sabía que algo estaba mal por la manera en la que Naruto se sentó, y que se sentaba. Puso su mano en los hombros de Naruto con un poco de preocupación impregnada en sus ojos.

 

“¡¿A qué te refieres con que le dispararon?!” Naruto le demandó a Tsunade.

 

“¡¿Dispararon?! ¡Dame eso!” Sasuke arrancó el celular de las manos de Naruto. “¿Qué pasó?”

 

“Sasuke, Kakashi está en el hospital.”

 

A Sasuke se le heló la sangre y su agarre en el celular se hizo más fuerte.

 

“¿Cuándo pasó esto?”

 

“Cerca de una hora atrás. No me enteré de nada hasta ahora. Te llamé justo después de enterarme.”

 

“¿Él está bien?” Inquirió Sasuke, con los nudillos poniéndosele blancos por apretar tan fuerte el celular.

 

“Está vivo pero en mala condición. Los doctores dicen que parece como si los disparos hubieran errado los órganos vitales a propósito.”

 

Sasuke quería estampar el celular. Quería golpear las paredes hasta derribarlas y que sus nudillos sangraran. Itachi estaba jugando con él, y él lo sabía. Su hermano mayor haría que todos los que se preocuparan por Sasuke sufrieran hasta que dejaran de preocuparse. Mataría a Sasuke lentamente sacándole todo lo que tenía de una manera u otra.

 

“¿Qué hospital?”

 

“En el mismo que estuvo Naruto.” Sasuke colgó y se paró.

 

“¿Kakashi está bien?” Preguntó Naruto, preocupado, mientras que también se paraba.

 

“¡Joder!” Gritó con enojo, pudiendo haber rasgado la pared por la fuerza de su puñetazo. Sus huesos gritaron en agonía y sospechó que pudo haber roto cada hueso de su mano.

 

Se mantuvo parado de esa forma por unos segundos. Minutos. Horas. No sabía. Simplemente sabía que no podía moverse. Respiró con dificultad, con su puño todavía pegado a la pared, y el otro cerrado a su lado.

 

Sintió dos manos tentativas envolviéndose alrededor de su torso, abrazándolo por detrás. “Estará bien, Sasuke. Ellos lo atraparán, estará bien.”

 

Sasuke quería darse la vuelta y abofetear a Naruto. Quería gritarle y pegarle y decirle que no estaría bien.

 

Pero no lo hizo.

 

Naruto no se merecía eso. No era su culpa. No era culpa de nadie excepto de Itachi.

 

Temblando, el azabache alejó su mano y se enderezó antes de girarse para abrazar a Naruto. El rubio no dijo nada cuando lo abrazó, simplemente pasaba sus manos de arriba abajo por la espalda de Sasuke, tratando de calmarlo.

 

“Deberías ir a ver a Kakashi.” Naruto le dijo.

 

“No puedes venir.” Le recordó Sasuke.

 

“Lo sé. Yo estaré bien. Kakashi te necesita ahora. Sólo ve. Asegúrate de que esté bien.”

 

“No puedo ir solo.” Insistió Sasuke. “Te necesito.”

 

“Kakashi te necesita más.”

 

Sasuke sabía que Naruto estaba en lo correcto. Sabía que debería ir. Podría haber muerto cinco minutos atrás, pero simplemente no podía enfrentar a Kakashi sabiendo que era su culpa que estuviera en ese estado.

 

Sasuke dudó, ajustó su agarre en el rubio. No quería dejarlo ir todavía. Él quería— No, él necesitaba decírselo. Sólo que estaba demasiado asustado como para hacerlo.

 

“Naruto.” El Uchiha tomó aire profundamente. “Te a—“

 

“Lo sé.” Lo interrumpió el rubio. “No tienes que decirlo.”

 

“Quiero hacerlo.” Insistió Sasuke mientras que tomaba aire profundamente de nuevo. “Te amo, Naruto.”

 

Sintió al rubio sonreír contra su hombro antes de hablar también.

 

“También te amo, Sasuke.”

 

“¿Estarás aquí cuando regrese?” Susurró Sasuke.

 

“Lo prometo.”

 

Notas finales:

Y queridos lectores, esto fue todo por hoy :D

Quería aclarar nada más que los días de actualización son los mismos (es decir miércoles y domingo) y en realidad iba a esperarme hasta el miércoles para actualizar, pero me parecía correcto adelantarles el capítulo por haberme demorado tanto. Por supuesto que también estaré actualizando respectivamente el miércoles y el domingo. Además, quedan simplemente dos capítulos más…

Ahora si me despido y espero que hayan disfrutado del capítulo ^^


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