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Compañeros de cuarto por Soffik

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Notas del capitulo:

Aquí les traigo el capítulo número seis de compañeros de cuarto: Sangre y vida. En éste capítulo verán cómo se empiezan a poner las cosas más tensas.

Creo que este capítulo es medio fuerte, pero muy necesario.

¡Espero que disfruten la lectura!

 

……..

 

Disclaimer: K. Masashi intentó darme a Itachi, pero me daba mucho miedo, así que se lo devolví. Cuidado, ¡K. Masashi está tratando de deshacerse de él! ¡Puedes ser él/la siguiente en recibirlo! K. Masashi todavía es dueño de él… y de Kiba… Pero Kiba ha comenzado a cavar un hoyo en su casa para ir a la mía :P

Sasuke esperó pacientemente por diez o quince minutos para entrar a su clase de química.

 

Orochimaru se le había acercado en las escaleras para hablarle un poco al comienzo de la clase, y Sasuke hizo una nota mental de venir más tarde, para que le diera al profesor menos tiempo para interactuar con él. Para ser honesto, el interés de Orochimaru por Sasuke lo asustaba, y quería al repulsivo hombre lejos de él.

 

Distraídamente tomando notas al azar de lo que Orochimaru hablaba, Sasuke mantuvo sus ojos fijos en Naruto, quien estaba sentado al frente del salón al lado de Gaara. Los dos parecían estar jugando a algún tipo de juego. Al ta-te-ti o al ahorcadito, Sasuke no estaba seguro, pero ellos ciertamente no estaban prestando atención.

 

Sasuke miró al reloj, y se dio cuenta que había pasado bastante tiempo. Discretamente sacó su teléfono del bolsillo, y se aseguró de que quedara fuera de vista mientras que pasaba su lista de contactos hasta encontrar el nombre de Naruto. No le tomó mucho tiempo; solo tenía como ocho contactos allí. Apretando el botón de llamada, mantuvo el teléfono escondido, esperando pacientemente a la explosión.

 

Naruto se sobresaltó cuando su celular comenzó a sonar estridentemente en el salón. Las palabras de Orochimaru se atascaron es su garganta mientras que se volteaba y mandaba una furiosa mirada a la dirección de Naruto. Sasuke solo deseaba poder ver la cara de Naruto mejor. Apostaba a que no tenía precio.

 

Naruto buscó a tientas su celular para sacarlo, y apagarlo, maldiciendo entre dientes. Estaba seguro de que lo había apagado. Eso, y que además él nunca dejaba el volumen encendido.

 

“Bueno, bueno, Uzumaki.” Naruto parpadeó. Había casi olvidado en la clase de quien estaba. Ese tono de voz complacida le recordó. “Tu popularidad es asombrosa, pero esa no es una excusa para tener tu celular sonando en mi clase.”

 

“Lo lamento.” Murmuró Naruto.

 

“Si, lo lamentarás. De hecho, para asegurar de que no vuelva a pasar de nuevo, quiero que escribas un ensayo de dos mil palabras sobre respetar a los profesores cuando están dando clases, y por qué los celulares deberían siempre estar apagados. Eso, y quiero que salgas de mi clase. Cualquier cosa que te pierdas desde éste punto es todo culpa tuya. Retírate.”  

 

Silenciosamente, Naruto guardó sus cosas y salió del salón, Orochimaru sonrió todo el tiempo después de que se fue.

 

Más tarde en la clase, Sasuke se apenó. Si, Naruto habiéndole enclavado su armario fue duro, pero lo que él hizo ahora fue aún más duro. No esperaba que el hombre le diera a Naruto un jodido ensayo para escribir. Oh bien, Sasuke se encogió de hombros. Es su culpa, en realidad. Y dos mil palabras no eran algo tan malo. Sobreviviría. Y cuando descubriera que fui yo, ¡con suerte se mudará por fin!

 

Afuera, Naruto estaba agarrando su celular, confuso por el número que vio. No podía reconocerlo, y quería saber quién era, así que marcando el botón de enviar, se puso el celular en el oído.

 

Dentro del salón, Sasuke sintió su teléfono vibrar. Miró a Orochimaru, quien estaba dando la espalda a la clase, y sacó su celular fuera. Inclinándose más abajo en su asiento, confiado de que estaba lo suficientemente lejos, abrió el celular y lo puso en su oído, sabiendo que solo una persona lo llamaría.

 

“Kakashi, estoy en clase.” Murmuró.

 

¡Bastardo!” Sasuke alejó el celular de su oído, sorprendido de que no hubiera quedado sordo. Personas de la parte del frente del salón se habían incluso volteado hacia la puerta por lo que Naruto había gritado tan fuerte.

 

Sonriendo, el Uchiha puso de nuevo el celular en su oído.

 

“Múdate, pendejo.” Murmuró despacio, manteniendo sus ojos en la espalda de Orochimaru. “Todo terminará tan pronto como te mudes.”

 

“¡Pura mierda, imbécil! ¡No voy a mudarme hasta que sea el último en reír! ¡Vas a pagar por esto, imbécil!”

 

Sasuke sonrió. “Me gustaría verte conseguirlo.”

 

“¡Oh, de verdad que voy a conseguirlo! ¡Solo espera!” Naruto finalizó la llamada furiosamente. Sasuke solo sonrió mientras que calmadamente guardaba su celular.

 

Distraídamente, notó que esa fue la primera conversación que los dos habían tenido.

 

>Sn<

 

Naruto apoyó su espalda contra la pared, con los brazos cruzados. Inspeccionó el pasillo con pereza, casi como si estuviera esperando que algo pasara en cualquier minuto. En realidad, estaba esperando a que Kiba volviera con la confirmación de que no había nadie en ninguno de los otros baños.

 

Eran cerca de las diez de la noche, y Naruto estaba listo para concretar su venganza. Era viernes y el primer fin de semana del año estudiantil, así que la mayoría de la gente estaba fuera, de cualquier manera. Y como era de esperarse un bastardo antisocial no lo estaba. Y éste cierto bastardo antisocial estaba actualmente duchándose.

 

Kiba apareció detrás de él, la puerta del pasillo todavía seguía cerrándose lentamente.

 

“Están vacíos. “ Le aseguró él. “Puse un cartel en todos ellos para asegurarnos de que nadie entre.

 

“Bien. ¿Estás listo?” Naruto sonrió mientras que sacaba un guante de látex. Lo había robado de la oficina de Jiraiya cuando había ido a hablarle más temprano ese día.

 

Kiba sonreía mientras le asentía. “Deberíamos asegurarnos de hacerlo rápido y regresar a mi habitación antes de que alguien se dé cuenta de que estábamos en el pasillo.”

 

“Ve a abrir tu puerta. Voy a conseguir llegar a tiempo, y podremos actuar como si estuviéramos confundidos.” Kiba asintió y caminó por el pasillo unos cuantos pasos, abriendo su puerta. Era a tan solo dos puertas de donde Naruto estaba parado.

 

Una vez que Kiba desapareció dentro de su habitación, Naruto sonrió, y agarró la palanca que estaba al lado de él.

 

“Disfruta tu ducha, bastardo.” Bajó la palanca de la alarma de incendio y corrió hacia el cuarto de Kiba, quitándose rápidamente el guante de látex cuando la alarma de incendio sonó estrepitosamente a través del dormitorio.

 

Como los dos chicos habían dicho, ellos actuaron como si no supieran nada saliendo del cuarto de Kiba mientras que las otras puertas se iban abriendo, y varios chicos emergían de ellas. No habían muchos, ya que la mayoría se había ido, pero habían los suficientes.

 

“¿Es un simulacro?” Preguntó Kiba. Uno de los chicos se volteó para verlos y se encogió de hombros.

 

“¿Deberíamos dirigirnos afuera?” Otro de los compañeros de piso preguntó.

 

“Si, supongo.” Naruto dijo emergiendo del cuarto de Kiba, mientras que Kiba cerraba su puerta.

 

Todos salieron calmadamente afuera, los administradores de residencia gritaban por los pasillos de cada piso de que no era un simulacro, y que todos tenían que evacuar el edificio.

 

Naruto y Kiba salieron afuera y temblaron. Naruto se giró para ver a Kiba y sonrió.

 

“¿Un poco frío, no?

 

“Solo un poco fresco. Qué bueno de que no estemos mojados.”

 

Y como si fuera a propósito, Sasuke apareció saliendo del edificio, con una toalla envuelta alrededor de su cintura. Y como Naruto había planeado, todas sus admiradoras estaban allí para verlo.

 

“¡Sasuke!” Ino gritó mientras que corría hacia él.

 

El azabache miró al grupo de chicas, y Naruto pudo jurar que tenía una cara de pánico en su rostro, pero no duró mucho, reemplazándola por su usual comportamiento. Kiba y Naruto absolutamente murieron de la risa, prácticamente sosteniéndose entre los dos para mantenerse parados.

 

Los ojos de Sasuke cayeron en los dos chicos que se reían, y sus ojos se estrecharon. Apostaría su toalla que actualmente llevaba a que Naruto había hecho esto. Estaría jodido si solo se sentaba y dejaba esto pasar.

 

Naruto mismo sabía que Sasuke se vengaría, pero el rostro de pánico que había puesto cuando vio a su grupo de admiradoras mientras que no llevaba nada más que una toalla era peor de lo que cualquier cosa podría hacerle a él como venganza.

 

>Sn<

 

La semana pasó volando sin que Sasuke tomase represalias, y antes de que lo supieran, los dos volvían a tener clases. Sasuke se dirigía de vuelta a su cuarto después de inglés mientras que Naruto se dirigía a anatomía, agradecido de estar lejos de su compañero de habitación.

 

Una vez que había llegado a su cuarto, Sasuke tiró su mochila al suelo enojado y se apuró a llegar a su silla, sentándose y poniendo sus manos en su cara. Había tenido otra pesadilla sobre su hermano la noche anterior, y ese día, él podía haber jurado haber visto a Itachi en el campus en dos ocasiones. Por supuesto, en cuanto se había acercado para investigar, se dio cuenta de que no era Itachi, pero el mero hecho de que pudiera haber sido él había inquietado a Sasuke.

 

Sasuke tenía dos opciones sobre como las cosas irían con Itachi: la primera era que se convertiría en un muy buen forense o detective, y lo rastrearía él mismo; la segunda, era que se matara antes de que Itachi tuviera la oportunidad de matarlo a él.

 

La primera era imposible de realizar, y lo sabía. No importaba cuan bueno fuera, nunca sería lo suficientemente bueno. Itachi siempre estaría un paso más adelante que él, y nunca lo atraparía. La opción más fácil era la segunda. Morir antes que Itachi tuviera la satisfacción de matar al último de su familia.

 

Sasuke aun recordaba el despertarse todas esas noches atrás gritando de terror, Kakashi corriendo hacia donde estaba él para calmarlo. Había estado tan molesto consigo mismo por mostrar debilidad, pero Kakashi nunca habló sobre ello a la mañana siguiente. No importaba, porque sabía que era débil. El suicidio también era signo de debilidad, pero en otra manera, Sasuke podía verlo como un acto de valentía. Había que tener un montón de agallas para suicidarse.

 

Siendo sincero, Sasuke no sabía cómo podría continuar viviendo con esto. Había gastado tantos años tratando de olvidar a su hermano, olvidar su venganza, pero no podía. Sin amigos y sin nadie que se preocupe por él, la venganza era la única cosa que había tenido en su mente. Por esto era que Kakashi seguía intentando en conseguirle una novia. Por supuesto, había parado cuando se dio cuenta de que Sasuke era gay, y había dejado de meterse en el asunto.

 

A Kakashi no le importaba que Sasuke fuera gay—sería difícil, siendo que Kakashi también lo era— solo que lo encontraba difícil tratar de engancharlo con chicos.

Suspirando, Sasuke miró fijamente a adelante cuando sus ojos cayeron en algo brillando en la luz del sol. Parándose, se acercó al escritorio de Naruto, y se dio cuenta de que había una larga navaja situada en él. Sasuke solo la miró como si nunca antes hubiera visto una. No podía decidir si esto era una señal de un dios del cual no creía, o si era tan solo pura suerte. En cualquier caso, el cuchillo estaba gritando, “¡Úsame!” “Úsame.”

 

Sasuke cogió el pequeño objeto, con el fresco metal en su mano. Lo dio vuelta unas cuantas veces entre sus dedos antes de sacar el filo. Apretó la punta en su pulgar y sintió el metal atravesar su piel. Estaba impresionado. Las navajas no eran los cuchillos más punzantes del mundo, pero Naruto se había encargado obviamente bien de ella.

 

Pensando sobre cosas en su mente, Sasuke hizo una decisión. Naruto tenía clases, había un cuchillo en su mano rogando por ser usado, y hasta que Kakashi o alguien más lo encontrara, sería demasiado tarde. Nunca tendría una oportunidad mejor que esta.

 

Volteándose, Sasuke se trepó en su cama, dejando una mancha en sus sábanas por su pulgar sangrante. Se envolvió dentro de las sábanas, arropándose hasta que todo lo que mostrara por encima de las sábanas fuera su cabeza, y presionó el cuchillo contra su muñeca. Pensando sobre esto tranquila y racionalmente en su cabeza, asintió una vez antes de empujar el filo contra su muñeca de nuevo sintiendo como la sangre empapaba su mano en segundos.

 

>Sn<

 

Naruto respiró fuertemente mientras que corría hacia Robson. No podía creer que hubiera olvidado su cuaderno de anatomía. Se sentía como un idiota porque se había fijado en su programa y en su mochila dos veces antes de dejar la habitación. Suponía que su cerebro todavía no del todo despierto no era exactamente la mejor cosa para confiar, pero no había nada que pudiera hacer sobre ello ahora.

 

Tardíamente, se dio cuenta de que probablemente debería haber dejado su mochila con Neji y Tenten, pero lo que sea. Era muy tarde.

 

Naruto prácticamente se tiró encima de la puerta, había estado corriendo tan rápido. No había tenido el suficiente tiempo para parar, y tirarse encima de la puerta había parecido una buena idea en el momento. Sus rodillas y sus palmas refutaron ese pensamiento, pero los ignoró mientras que pasaba su tarjeta y metía su código. La puerta se abrió y corrió rápido por las escaleras, mirando su reloj. La clase estaba probablemente por empezar. Si se apuraba, solo se perdería unos cinco minutos. Después de todo él había llegado en cuatro o cinco minutos a Vanier desde Angus. Si es que Sasuke-bastardo no tenía puesta ninguna broma esperando por él, podría conseguirlo a tiempo.

 

Naruto llegó a su cuarto, rogando por qué Sasuke no estuviera allí mientras que abría la puerta. Corrió adentro de su cuarto, dándose cuenta de que Sasuke estaba en la cama. Ignoró al azabache para dar ventaja a la búsqueda de su cuaderno. Estaba buscando entre los libros en su escritorio cuando una esencia llegó a su nariz. Siempre había tenido un agudo sentido del olfato, y sabiendo que había una esencia que no pertenecía allí lo forzó a pausar su búsqueda. Mirando alrededor del cuarto, trató de descifrar que esencia era, y de dónde provenía. Pronto se dio cuenta que olía a sangre, y frunció el ceño.

 

Odiaba a Sasuke, pero el bastardo estaba lastimado, así que solo se aseguraría de que se encontrase bien. No había nada de malo en eso, solo una precaución para asegurarse de que no fuera acusado de lastimarlo.

 

“Bastardo, ¿estás bien?” Su respuesta fue solo una lenta respiración. Muy lenta.

 

Frunciendo el ceño, Naruto se acercó al lado de Sasuke mientras que tiraba su mochila al suelo, observando la espalda del Uchiha. Elevó una ceja y se encogió de hombros. No le importaba si despertaba al idiota, así que alcanzándolo, volteó a Sasuke.

 

La vista que se presentó ante él lo sorprendió tanto que no pudo moverse por unos segundos. La entera sección de su cama cerca de la pared estaba empapada de sangre, y el frente de Sasuke estaba también cubierto del oscuro líquido. Y más sangre se impregnaba mientras que los segundos pasaban.

 

Saliendo del shock en el que se encontraba, Naruto desenvolvió las sábanas que cubrían a Sasuke, viendo las dos muñecas cortadas.

 

“¡Mierda! ¡Ayuda!” Naruto vociferó cuan fuerte pudo, esperando, rogando por qué alguien estuviera en el piso. “¡Alguien! ¡Cualquiera!” Apresuradamente agarró una remera que estaba apoyada en la parte trasera de la silla de Sasuke y la envolvió alrededor de la muñeca más cercana de Sasuke.

 

Alguien apareció en su puerta. “Qué—"

 

“¡Llama a una ambulancia!” Gritó Naruto, sin voltearse a ver quién era. Necesitaba parar el sangrado. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Estaba en todos lados! ¡Y había tanto de ella! “¡Llama a una ambulancia, ahora! ¡Y trae a un administrador de residencia!”

 

La persona se había ido antes de que Naruto pudiera siquiera terminar de hablar, y el rubio agarró cualquier otra remera que encontró para envolverla alrededor de la otra muñeca de Sasuke. La remera que estaba envuelta en su muñeca derecha estaba completamente mojada ya, y Naruto no podía evitar las lágrimas que se estaban formando en sus ojos.

 

“¡Joder! ¡Maldita sea, bastardo, no te atrevas a morir!” Gritó enojado.

 

Pero había tanta sangre. Dios ayúdalo, ¡había tanta sangre!

 

Temblando, Naruto sintió el pulso en el cuello de Sasuke. Era débil, pero estaba allí. Aunque su respiración, había parado. Entrando en pánico, Naruto se esforzó por recordar lo que se suponía que debía hacer en estos casos.

 

Con manos temblorosas, Naruto abrió la boca de Sasuke para limpiar sus vías respiratorias. Entonces tapó la nariz de Sasuke y sopló en su boca dos veces, viendo como el pecho de Sasuke subía con el aire que estaba forzando a entrar en los pulmones del chico. Sasuke no respondió. Naruto cubrió la boca de Sasuke con la suya de nuevo, soplando en su boca por segunda vez. De nuevo, vio como el pecho de Sasuke subía, y se alejó. De nuevo, Sasuke no respondió.

 

Cuando sopló en la boca de Sasuke por tercera vez, el azabache dejó salir una débil tos y una respiración sibilante.

 

“Mierda. Mierda.” Naruto murmuró, aliviado, mientras que agarraba la mano de Sasuke más cercana a él y presionaba la remera empapada de sangre más firme contra el corte, tratando de parar el sangrado.

 

“¡¿Qué mierda pasó?!” Naruto se volteó a ver la puerta, apenas dándose cuenta de que tenía lágrimas cayendo por sus mejillas. Kotetsu se adentró al cuarto, inspeccionando la escena frente a él.

 

“V-vine de vuelta al cuarto por mi libro de anatomía y— no sé qué pasó. Él estaba recostado en la cama, y lo llamé, pero no me respondió y—“ Naruto se interrumpió mientras que comenzaba a hiperventilar.

 

“Cálmate.” Kotetsu insistió mientras que se subía a la cama para alcanzar la otra muñeca de Sasuke, apretando la remera fuertemente. “Está bien. Todo estará bien. La ambulancia está en camino.” Naruto meramente asintió. “¿Sigue respirando?”

 

“L-lo comprobé antes y no. Le di respiración boca a boca, y comenzó a respirar de nuevo.

 

Kotetsu se acercó ligeramente un poco a Sasuke, sin soltar el agarre en la muñeca de él, y acercó su cara a la de Sasuke. Sintió como un pequeño respiro golpeaba su rostro, y parpadeó. Era poco profundo, pero era suficiente.

 

Naruto estaba apretando la muñeca de Sasuke tan fuerte que estaba seguro que su compañero de cuarto despertaría en cualquier momento y le diría que lo estaba lastimando. Pero no despertó. Sasuke no se movía, manteniéndose completamente inmóvil, con la cara antinaturalmente pálida —Y considerando cuan pálido Sasuke era incluso desde antes de este incidente, era algo preocupante.

 

Naruto tenía que admitirlo, estaba asustado, no solo por Sasuke, sino por sí mismo también. La gente desde antes ya lo miraban como el hijo de una asesina, excepto por algunos. Si su compañero de cuarto repentinamente moría, iba a tener que dejar el maldito país para escapar de las amenazas y las miradas. Tampoco ayudaba haberse dado cuenta de su navaja en la cama mientras le administraba el boca a boca. Eso causaría un montón de preguntas.

 

Lo que pareció como una eternidad, pero que debió haber sido solo unos minutos, las sirenas de la ambulancia se escucharon, y los paramédicos corrieron al cuarto no mucho después, con Izumo detrás de ellos. Él obviamente los había dejado pasar.

 

Empujando a Naruto fuera del camino, los paramédicos comenzaron a trabajar. Kotetsu se movió por si solo de su lugar, parándose al lado de Naruto y poniendo una mano en su hombro.

 

“Ha perdido mucha sangre.” Uno de los paramédicos informó.

 

Naruto quiso gritar, “¡No, mierda!” pero se detuvo. En vez de eso, solo observó en silencio como ellos empezaban a moverlo mientras que otro de los paramédicos sumergía sangre en un extraño artefacto.

 

“Tipo de sangre B.”

 

“Yo soy B.” Naruto espetó.

 

Dos paramédicos salieron del cuarto con Sasuke mientras que el tercero le hacía señas a Naruto para que lo siguiera.

 

“¿Estás dispuesto a transfundir?”

 

“¡Duh! ¡Es por ello que dije que era B!” Exclamó Naruto. ¿Eran idiotas?

 

“Vamos a comenzar en la camioneta. Ha perdido mucha sangre, no podrá conseguirlo hasta el hospital si no empezamos ahora.” Naruto solo asintió mientras que pasaban por las escaleras. Se subió a la parte trasera de la ambulancia donde uno de los paramédicos estaba ocupado cubriendo las muñecas de Sasuke para que pararan de sangrar, el otro comenzó a insertar una aguja en su brazo para empezar la transfusión.

 

Naruto se sentó donde le dijeron que se siente y la aguja fue puesta en su propio brazo para empezar la transfusión. Observó como la sangre pasaba a través del tubo transparente mientas que la puerta se cerraba y la ambulancia empezaba a moverse, apurándose para llegar al hospital.

 

Naruto ni siquiera se dio cuenta de que estaba agarrando el hombro de Sasuke lo suficientemente fuerte como para dejarle un moretón.

 

>Sn<

 

Naruto se sentía mareado. Sabía que Sasuke había necesitado un montón de sangre, ¡pero estaban en un hospital! ¡No tenían que dejarlo seco como unas malditas sanguijuelas! ¡Estaba seguro de que tenían un almacén de sangre en alguna parte!

 

Apoyó su espalda contra un asiento, tratando de quitarse el mareo. No ayudó. Inclinándose hacia atrás— tan espacio como lo había hecho— lo hizo peor, y  comenzó a tener vértigo.

 

¿En que estaba pensando Sasuke? Era la pregunta que se mantenía repitiendo en la mente de Naruto. No entendía. Comenzaba a preguntarse si era por culpa de sus bromas, pero siendo sinceros, ¡no habían sido tan malas! Habían sido en realidad relativamente muy leves. Para que Sasuke se quebrara— tenía que haber sido algo más profundo.

 

Naruto se preguntaba si tal vez fue por sus pesadillas. No las pesadillas en sí, pero quizás sus pesadillas estaban conectadas a algo que lo hacía actuar de esta manera.

 

Sasuke estaba estable por el momento, y probablemente despertaría en algún momento de la siguiente hora. Naruto esperaba que sea así. ¡En el segundo que Sasuke despertara, iba a patearle el trasero! ¡Naruto nunca antes había estado tan asustado en vida! Si él no hubiera vuelto por su cuaderno…

 

Los pensamientos de Naruto fueron a parar a un lugar al que no quería ir. Era verdad. ¿Qué hubiera pasado si no volvía a tiempo? Sasuke hubiera muerta, y el cuchillo de Naruto hubiera estado situado en la cama al lado de la de él. Sin importar que Sasuke hubiera sido visto en inglés con Naruto y que entonces Naruto hubiera ido directamente a anatomía. No importaba. Todo lo que ellos verían sería el apellido Uzumaki, y sería arrastrado. Le vinieron escalofríos ante el pensamiento.

 

El sonido de tacos resonando por el pasillo lo alertaron de la presencia de alguien que no estaba esperando. Mirando arriba, él vio a Tsunade corriendo hacia él.

 

“¡¿Naruto, estás bien?!” Demandó ella cuando llegó hasta él, inclinándose. “Estás tan pálido. Te sacaron mucha sangre.” Murmuró mientras que lo examinaba. Ella solía ser una enfermera, así que su reacción no era tan sorprendente para Naruto.

 

“Estoy bien.” Insistió, asintiendo débilmente, incluso cuando lo hacía tener vértigo de nuevo.

 

“¿Llamaste a Hitomi? ¿Sabe lo que pasó?”

 

“Si, llamé a la abuela. Quería venir, pero le dije que no se preocupara. Estoy bien, después de todo.”

 

Tsunade observó sus ojos azules, odiándose por tener que hacerle una pregunta que no quería hacer. “Naruto. Tú-Tú no…” Los ojos de Naruto se agrandaron.

 

“¡No!” Gritó fuertemente. “¡No, por supuesto que no! ¡¿Por-por qué pensarías eso?! ¡¿Por qué tú—preguntarías algo así?!” El corazón de Naruto de Naruto de repente pareció ser demasiado grande para su pecho y con su mano tuvo que agarrarse.

 

Tsunade envolvió sus brazos alrededor de él, frotando su espalda suavemente.

 

“Lo siento. Lo siento, bebé. Tenía que preguntar. No quería, pero tenía que hacerlo. Lo siento tanto.”

 

“No fue él.” Los dos se voltearon cuando sintieron una nueva voz.

 

Kakashi estaba caminando perezosamente por el pasillo, solo unos pasos más lejos que ellos, con las manos en los bolsillos. No parecía del todo preocupado de que el chico al cual tenía a su cargo estaba en el hospital, y esto hizo que Naruto frunciera el ceño.

 

“Oh, Kakashi. No sabía que estarías aquí.” Tsunade se paró. Kakashi asintió.

 

“Soy el tutor de Sasuke. Sé que Naruto no hizo esto. Sasuke ha tenido tendencias suicidas desde que tenía nueve años.”

 

“¡¿Qué?!” Naruto gritó. “¡¿Colocaste al hijo de una asesina con una persona suicida en el mismo cuarto?!” Se las arregló para explotar sin tener que levantar la voz, y sin tener a Tsunade como receptora de su enojo, debe de haberse impresionado. En vez de eso, ella solo pestañeó.

 

“No lo sabía.” Admitió ella suavemente, volteándose a ver a Kakashi.

 

“Siempre lo intenta, pero nunca lo logra.”

 

“¡Estuvo cerca esta vez!” Escupió Naruto. “¡Paró de respirar! Si no hubiera vuelto…” Naruto se cortó cuando sintió su estómago agitarse, y no solo por la trayectoria de sus pensamientos. Tenía que parar de hacer movimientos repentinos.

 

“Naruto, por favor. Cálmate. No te alteres, acabas de dar un montón de sangre.” Tsunade sostuvo sus hombros firmemente para mantenerlo en su lugar.

 

Kakashi estaba simplemente mirando con los ojos bastante abiertos a Naruto. Sasuke nunca había estado tan cerca antes. Kakashi sabía que había hecho bien en conseguirle un compañero de habitación, pero parecía que no se suponía que Naruto estuviese allí. Había llegado por accidente.

 

Kakashi se estaba cansando de esto. Iba a tener que hablar con Sasuke, y forzarlo a superarlo. Itachi no tenía el control en su vida, sin importar que Sasuke pensara lo contrario. Naruto había tenido suficientes problemas, él no necesitaba esto.

 

>Sn<

 

Sasuke se sentía como mierda.

 

No, en realidad, se sentía peor que mierda.

 

Sentirse como mierda hubiera sido mejor comparado a como se sentía actualmente.

 

Y si sentía así, significaba que estaba vivo todavía.

 

Mierda.

 

Podía sentir el pitido de las maquinas, y supo que estaba en el hospital. ¡Maldita sea, había estado tan cerca esta vez! Hubo un distinguido periodo de tiempo donde no había sentido nada; no podía recordar nada. ¡Cómo diablos había sobrevivido, maldita sea! La única persona que podría haber venido sería Naruto, pero él tenía clases. Esa fue la razón principal por la cual Sasuke había decidido cometer suicidio en primer lugar.

 

Genial. Ahora iba a tener que escuchar otro sermón por parte de Kakashi. Si hubiera muerto, podría haber evitado esto, pero no. No murió. Y ahora, Kakashi iba a comerlo crudo. Odiaba que Kakashi lo reprendiera. Era casi tan exhaustivo como pelear con él, no obstante, mucho menos doloroso.

 

“Deberías abrir los ojos, Sasuke. Sé que estás despierto.” Con un fuerte suspiro, Sasuke obedeció, enfocando sus ojos lentamente en la gente que estaba en la habitación.

 

Kakashi estaba parado al lado de su cama, luciendo molesto, y aliviado a la vez. Ver a Kakashi mostrando otra emoción para de aburrimiento le decía a Sasuke cuanto cerca estuvo de lograrlo.

 

Sus ojos cayeron en la mujer al lado de él. Apenas la reconocía como la presidenta de la UBC, y se preguntaba por qué estaba allí. Dudaba de que estuviera por ser echado, pero verla allí era un poco extraño.

 

Y finalmente, sus ojos cayeron en la última persona. Naruto estaba en la puerta, apoyando su espalda contra la franja de la puerta con los brazos cruzados, con sus ojos azules enojados mirándolo directamente a él.

 

Sasuke  suspiró profundamente. “Mierda. ¿Significa que realmente no morí?”

 

Antes de que Sasuke supiera que es lo que pasaba, un puño se conectó dolorosamente a su mandíbula, y casi se cae fuera de la cama por la fuerza.

 

“¡Naruto!” Tsunade se paró de su asiento y fue a por el rubio, pero Kakashi la sostuvo, haciéndole señas para que no interviniera. Tsunade quería parar a Naruto, pero, Sasuke estaba a cargo de Kakashi. No había nada que pudiera hacer si él aceptaba que Naruto golpeara a Sasuke, así que se sentó de nuevo.

 

Sasuke se giró a ver al rubio, paralizado. Naruto había agarrado un lado de su cama, respirando dificultosamente y agitando su cabeza ligeramente. Sasuke se dio cuenta de que estaba tratando de concentrarse. Y fue entonces que se dio cuenta de que estaba anormalmente pálido. Había conseguido mirar bien el color de piel de Naruto el día en que lo dejó fuera el cuarto, y blanco definitivamente no era. Naruto había obviamente sido involucrado en la transfusión para mantener a Sasuke vivo.  

 

“¡Bastardo!” Naruto estaba a punto de volver a golpearlo con su puño, pero no lo hizo. Si era porque estaba sin energías o no quería golpear más a Sasuke, nadie lo sabía, pero su mano alzada cayó de vuelta a su lado. “¡Maldita sea! ¡Si mis bromas estaban llegando muy lejos para ti, podrías habérmelo dicho!”

 

Sasuke sabía que no estaba siendo serio, pero el tono sugería que pensó que tal vez las bromas lo habían empujado un poco. Sasuke se volteó lejos de él.

 

“¡¿Qué podría haber sido tan malo como para que tengas que hacerte esto?!” Agarró uno de los brazos de Sasuke, mostrándole la muñeca vendada.

 

“No entenderías.” Murmuró Sasuke.

 

“¡Inténtalo, imbécil!” Escupió Naruto, soltando su mano y sentándose en la silla al lado de la cama de Sasuke. Se sentía muy cansado, y no quería más que irse a casa y olvidarse de todo lo que había pasado.

 

“Mi nombre es Sasuke Uchiha.” Murmuró Sasuke. “De seguro que escuchaste la historia.”

 

“Recuerdo esa historia.” Los tres hombres se voltearon a ver a Tsunade. “Tu hermano casi mata a tu familia entera, y tú apenas te las arreglaste para escapar.”

 

“¡Mis padres se mataron entre ellos!” Gruñó Naruto.

 

“¡Tú no estuviste por morir!”

 

“¡¿De dónde diablos creer que tengo estas?!, ¡¿De afeitarme?!” Naruto vociferó mientras señalaba su cara.

 

Sasuke nunca le había prestado tanta atención a su compañero de habitación antes, pero ahora que miraba su rostro antinaturalmente pálido, se dio cuenta de tres cicatrices en ambas mejillas, casi como marcas de bigotes. Naruto entonces se sacó la remera, sorprendiendo a todos los de la habitación. Él señaló su pecho, donde cicatrices apenas visibles residían, uno tenía que saber dónde estaban para darse cuenta de ellas.

 

“Tenías dos malditos años.” Gruñó Naruto. “¡Mi mamá intentó matarme, y mató a mi padre! ¿Pero sabes qué? En vez de intentar matarme y desperdiciar la vida que casi perdí ese día, traté lo mejor posible de vivir mi vida al máximo. Haré cualquier cosa que disfrute cuantas veces pueda. ¿Por qué? ¡Por qué no estaría aquí si no fuera por mi padre! ¡Trato mi vida como si fuera una segunda oportunidad por qué lo es! ¡No la desperdicies cuando te la devolvieron!” Naruto se puso su remera de nuevo y se paró, saliendo furiosamente fuera del cuarto. Pero antes de irse, se volteó para ver a Sasuke. “¡Y la próxima vez que quieras desperdiciar tu maldita vida, hazlo con tu propio maldito cuchillo!” Dio un portazo detrás de él.

 

>Sn<

 

Si era posible, las cosas entre Sasuke y Naruto después de su intento de suicidio se pusieron peores. Sasuke realmente no hizo nada para empeorar las cosas, pero Naruto tenía un aura de odio que Sasuke comenzaba a ponerse preocupado de que explotara en llamas por solo una mirada del rubio.

 

Había pasado una semana desde el incidente, y sus muñecas estaban lentamente sanando, pero todavía tenía los puntos, y los vendajes.

 

Naruto no le había dicho a nadie lo ocurrido ese día, y Sasuke estaba agradecido por ello. No merecía ser protegido por Naruto, y lo sabía, pero sabiendo que a Naruto le importaba lo suficiente como para no decir nada le parecía de cierta manera importante a Sasuke. Lo hacía sentirse que de cierta forma, los dos podrían llevarse bien. La preocupación que Naruto había demostrado por él había sorprendido al Uchiha, y nunca hubiera esperado que alguien que lo odiara tanto pudiera preocuparse por él.

 

Nunca había considerado que Naruto fuera similar a él. Todo en lo que él pensaba era sobre el hecho de que uno de los miembros de su familia había matado a todos los otros. El pasado de Naruto era tan malo como el de él. Sasuke lo había olvidado porque no quería pensar que alguien más supiera como se sentía, pero sabía que había estado mal en hacer eso. Naruto lo había hecho darse cuenta de cosas que nunca había pensado antes, como el hecho de que quizás no había muerto ese día porque fuera el destino. Él incluso había intentado cometer suicidio incontables veces y nunca murió, así que si no era una señal para que viviera, entonces nada lo era.

 

Sasuke decidió ese día en el que había conseguido un moretón gigante en su cara (1) que dejaría la opción dos y se pegaría a la uno. ¡Se convertiría en un detective y encontraría a su hermano! Pero— no dejaría que controlara su vida nunca más.

 

Siempre había sentido un extraño sentimiento en su pecho cuando veía a grupos de amigos juntos, y fue después en el hospital cuando Kakashi se había ido que finalmente se dio cuenta de lo que ese sentimiento era. Era un vacío. Él nunca tuvo realmente amigos, y comenzó a pensar que quizás si quisiera algunos. No quería que Itachi arruinara su vida cuando ni siquiera estaba en ella. ¡Sasuke no lo dejaría!

Notas finales:

(1)  Mi musa dijo que no era lo suficiente claro, así que: Naruto le pega a Sasuke, ¿recuerdan? Bien, le pegó tan fuerte, que Sasuke consiguió un moretón. Por lo que esencialmente, decidió cambiar el día en que trató de cometer suicidio.

 

N/A: Perdón está tomando mucho tiempo para que Naruto y Sasuke se junten :gota de sudor: Está por venir, lo juro. Hay algunas cosas en mi cerebro que me obligan a escribir antes de que se junten, así que estoy haciendo eso. Va a pasar, lo prometo. Por favor esperen un poco.

 

……………

 

Espero que les haya gustado el capítulo, me tomó más tiempo de lo normal traducirlo, pero por suerte lo hice a tiempo ^^ Nos vemos!


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