La mañana siguiente fue rara para los dos compañeros de cuarto. Ellos habían pasado tanto tiempo odiándose que ahora no estaban seguros de cómo actuar. Se saludaron, y entonces comenzaron a prepararse para las clases.
Sasuke se las había arreglado para sacarse el pegamento de su cabello en su ducha matutina, y cuando Naruto apareció, Sasuke estaba feliz de ver los mechones rubios de nuevo con solo una pequeña tinta de rojo todavía presente. Eso se iría con unas cuantas duchas más.
Naruto estaba por salir del cuarto cuando se detuvo y se volteó hacia Sasuke, quien estaba guardando sus libros.
Naruto dudó, pero terminó hablando. “¿Quieres venir a desayunar?”
El azabache se giró para mirar a su compañero de habitación antes de asentir lentamente.
“Seguro.” Recogió su mochila y se fueron de la habitación.
El desayuno estuvo un poco incómodo, pero se las arreglaron para hablar un poco sobre ellos mismos. Naruto descubrió que el color favorito de Sasuke era el azul, y Sasuke descubrió que el de Naruto era el naranja, a lo que Sasuke respondió, “Bueno, eso explica mucho. Pensé que solo querías resaltar.”
Fue una mañana muy interesante para los dos, y mientras que caminaban a química juntos, Sasuke se preocupó de ver a Orochimaru. Parecía no importar a qué hora Sasuke llegara, Orochimaru siempre encontraba la manera de hablarle o preguntarle si había pensado sobre su propuesta. Sasuke tembló del solo pensar en ello.
“¿Estás bien?” Preguntó Naruto, dándose cuenta de su temblor.
“Estoy tratando de pensar en un modo para evadir a Orochimaru.” Murmuró Sasuke. Naruto solo se encogió de hombros.
“Puedes sentarte conmigo. Te garantizo de que se mantendrá alejado de ti.” Sasuke se volteó a ver al rubio, anonadado, pero Naruto no lo estaba mirando.
“Si no te importa que pregunte…” Sasuke se cortó, y Naruto se volteó a verlo. “¿Por qué no le agradas?”
Naruto sonrió tristemente, mirando hacia delante de nuevo. “Digamos que mi papá recibió la misma ‘proposición’ que tú recibiste y la rechazó.”
“Oh.”
El resto del camino estuvo en silencio.
Llegaron a Wesbrook y como Naruto predijo, Orochimaru se mantuvo lejos de Sasuke, lanzándole soberbias miradas a dicho rubio. Gaara había observado a Sasuke durante una buena parte de la clase, como como si estuviera asegurándose de que Sasuke no fuera a golpear a Naruto o algo así. A la larga, él ignoró al azabache y se enredó jugando el ahorcadito con Naruto.
Sasuke puntualizó que Naruto probablemente no aprendía nada porque no escuchaba la clase, pero Naruto le informó que Jiraiya le había dado todas las notas de Orochimaru, así que no necesitaba escuchar. Ya las tenía todas. Él simplemente no entendía, y escuchar a Orochimaru no iba a cambiar eso.
Después de química, se fueron por caminos separados, Sasuke se dirigió a francés, y Naruto se dirigió a matemáticas. Sasuke pasó casi toda la clase de francés pensando en su rubio compañero. Naruto había prácticamente perdonado a Sasuke completamente, y ahora estaba actuando como si hubieran sido amigos todo el tiempo. Sasuke tenía que admitirlo, era extraño, pero disfrutaba bastante que el rubio dejara el pasado atrás.
Cuando llegó a inglés, se dio cuenta de que Naruto estaba sentado al frente con Kiba de un lado, y apresuradamente fue a por el otro lado. Habían dos razones para su apuro. Una era porque realmente quería tomar un asiento al lado del rubio, y la otra porque Ino y Sakura justo habían entrado, y probablemente iban a arrastrarlo forzadamente a un asiento junto a ellas así pudieran pegarse a él. Como sanguijuelas, pensó Sasuke temblando.
“Parece que tiemblas un montón.” Notó Naruto, causando que Sasuke se volteara hacia él.
“Cuando eres yo, tienes un montón de cosas por las que temblar.”
La cabeza de Kiba se inclinó hacia adelante así no estuviera bloqueado en la línea de visión de Sasuke por la cabeza de Naruto. “Hey, Sasuke-bastardo, ¿ya no eres más un bastardo?”
“Nah, sigue siendo un bastardo.” Sonrió Naruto. “Pero puedo tratar con él.”
Los tres continuaron bromeando hasta que Kakashi llegó allí— o mejor dicho, Naruto y Kiba bromeaban y Sasuke sonreía o hacía sus típicos “Hn”. Una vez que Kakashi entró al salón, miró dos veces cuando se dio cuenta de que Sasuke estaba al lado de Naruto, luego salió del salón, y regresó de nuevo, para asegurarse de que no estuviera viendo cosas. Parpadeó mirando a Sasuke unas cuantas veces antes de encogerse de hombros y caminar hasta su escritorio en frente de la clase, empezando la lección.
>Sn<
Naruto estaba sentado en su escritorio, golpeteando su lapicera contra su frente continuamente mientras que releía el texto frente a él. Sasuke estaba recostado en su cama, leyendo el mismo texto. Los dos no se dijeron nada, ambos absortos en lo que estaban leyendo.
Naruto finalmente dejó su lapicera y se volteó para ver a Sasuke. “Así que sobre esos libros de los que habló al comienzo de año...” Sasuke lo miró.
“¿Qué?”
“Los libros del comienzo del año. Kakashi habló sobre una serie que podríamos leer para conseguir puntos extras. Me estaba simplemente preguntando que eran, viendo que tengo que levantar mi promedio de notas debido a mi calificación en química.”
Sasuke sonrió ligeramente, gustándole hacia donde estaba yendo la conversación. Contestaría a una pregunta que ya ni siquiera tendría que preguntarla. Eso era bueno.
“Bien,” Sasuke se sentó, sonriéndole al rubio, “básicamente son libros porno.”
“Estoy interesado.” Sonrió Naruto. “Soy un chico.” Sasuke le sonrió de vuelta.
“Bueno, depende.”
“¿Depende de qué?”
“De hacia donde se inclinan tus preferencias sexuales.” Sasuke puso cara de póquer. Naruto pestañeó.
“¿Qué?”
“Es un libro sobre chicos gay.” La cara de Naruto palideció. Bueno, eso respondía la pregunta, Sasuke pensó con un suspiro.
“Oh.” Fue todo lo que dijo. “Pero t-tú no tienes que ser gay para leerlos— ¿cierto?”
“Por supuesto que no. Es extraño y bastante raro, pero no serías etiquetado de ser gay si lo leyeras.” Sasuke se encogió de hombros.
Naruto tenía la pregunta en la punta de su lengua. Estaba a punto de preguntarle a Sasuke si era gay, ya que estaba hablando con mucha indiferencia sobre el tema, pero entonces su puerta fue abierta. Sin tocar, sin aviso, solo se abrió y entró Kiba.
“¡Yo!” Gritó cuando entró al cuarto. “¡Shino tiene esta jodida cosa de ingenieros para hacer! ¡Tiene permitido elegir a cualquiera que quiera ayudarlo así que quiere saber si estás en el juego!”
“¿De qué se trata?” Inquirió Naruto frunciendo el ceño.
“¡Es una noche entera de la búsqueda del tesoro! Tienen que ir por todo Vancouver y encontrar todo tipo de cosas raras, y Shino quiere que lo ayudemos. Tomó prestada la camioneta de su padre, así que tendremos espacio suficiente para unas cuantas personas además de lo que tenemos que robar. ¿Estás en el juego?” Los ojos de Kiba brillaron con travesura, y si había una cosa que Naruto amaba, eran las travesuras.
Naruto sonrió. “Demonios, sí. ¡Estoy dentro!”
“¡Genial! ¿Sasuke-bastardo?” Ambos chicos se voltearon a ver al azabache.
“No sabía que estaba invitado.” Contestó Sasuke fácilmente.
“Bueno, ahora lo sabes, joder. ¿Estás dentro?” Sasuke se volteó a mirar a Naruto, quien sonreía.
“Vamos. Dejará que los otros chicos te conozcan.” El rubio insistió mientras que se paraba y se dirigía a su armario para agarrar su sudadera.
Sasuke suspiró y puso sus cosas a un lado, bajándose de su cama.
“¡Genial!” Gritó Kiba mientras salía del cuarto. “¡Shino! ¡Ellos están en el juego!”
“Qué suerte que no tenemos laboratorio mañana, ¿huh?” Sasuke le sonrió al rubio. Él asintió.
Los dos llegaron al cuarto de Shino una vez que cerraron su puerta y esperaron a que todos los otros estuvieran listos. El equipo consistía de Shino, Kiba, Naruto, Sasuke, Chouji y Shikamaru. Shino no quería que se separaran porque no sería tan divertido así, por lo que decidieron permanecer juntos.
Shino cerró su puerta y leyó la lista, los seis paseaban por el pasillo. “Deberíamos empezar con todo lo del campus, y después encontrar una salida. Vamos a tener que llegar a la frontera con Estados Unidos, también.”
“¡Joder!” Exclamó Kiba. “¡Eso está muy lejos!”
“Es por eso que tenemos toda la noche.” Dijo Shino mientras que pasaba las puertas frontales y se dirigía al estacionamiento. “Tenemos tiempo hasta mañana al mediodía en frente del edificio forestal en la parte de Ingenieros del campus.”
“Espera, ¿por qué estamos yendo al estacionamiento cuando vamos a empezar en el campus?” Inquirió Naruto.
“La mayoría de las cosas están cerca del pueblo. Nos salvará de caminar de regreso por la camioneta.” Shikamaru contestó mientras que entraban al estacionamiento y se dirigían al Ford de Shino. Shino y Chouji se pusieron en los asientos del frente y los otros cuatros eran lo suficientemente delgados para entrar cómodamente en la parte trasera, y le preguntaron a Shino que es lo que iban a hacer primero.
“Hay treinta artículos en total. Comenzaremos por cosas que tengan que ver con el campus, luego iremos por las cosas de Vancouver, y por último nos dirigiremos a la frontera. Cualquier articulo personal que tengamos lo conseguiremos justo al final antes de que estemos en tiempo.”
“¿Qué va primero?” Inquirió Kiba mientras que Chouji inspeccionaba la lista.
“En el campus, podemos robar una señal de reducción de velocidad. Las tienen por todas partes. Creo que sería el mejor lugar para empezar.
“Hay una justo aquí.” Naruto señaló entre Chouji y Shino, directamente al frente de ellos. Pararon la camioneta y todos salieron. “¿Crees que necesitamos la cosa entera, o solo la señal?” Inquirió él, rascándose la cabeza.
“Sacaremos solo la señal. La cosa entera nos tomará una eternidad lograr sacarla del suelo. Además, ellos no especificaron.” Sonrió Kiba mientras que sacaba un taladro.
Sacó la señal fuera del poste en menos de cinco minutos y, arrojándola en la parte trasera de la camioneta, los seis se metieron en el auto.
“Lo siguiente, ya sea una imagen de alguien en la cima del edificio de la asociación de estudiantes, o de alguien saltando desde diez metros de altura en un trampolín a la piscina de afuera cerca de la trayectoria de autobuses. Doble punto si la persona que salta está desnuda.”
“¡Hecho!” Gritó Naruto, golpeando su mano contra la parte de atrás del asiento de Chouji. “¡Yo lo hago!”
“¡¿Tú vas a hacerlo?!” Preguntó Kiba incrédulamente.
“¡Demonios, si!” Naruto le sonrió a Kiba. “Es una foto desde muy lejos, no verán nada. Me sacaré mi bóxer cuando esté en la cima para liberarlos de la vergüenza de ver cuán mucho más grande soy, y alguien puede pasármelos cuando esté abajo.”
El cerebro de Sasuke amenazó con sobrecargarse. ¿Naruto? ¿Desnudo? ¿Foto?
“Hablando de eso, ¿Alguien trajo una cámara, cierto?” Preguntó Shikamaru.
Todos estuvieron en silencio por unos cuantos segundos hasta que Sasuke habló. “Tengo una.”
“¿La llevabas por diversión, Sasuke-bastardo?” Preguntó Kiba con una sonrisa. Sasuke realmente deseaba que dejara de llamarlo así.
“No, tiene doble uso como MP3. Siempre lo llevo en caso de que necesite ahogar a perros molestos que ladran.” Se volteó hacia Kiba lanzándole una mirada. “En caso de que fuera muy enigmático, tú.”
“Oh, lo entiendo, Sasuke-bastardo, simplemente elegí ignorarlo.” Kiba le sonrió, no inmutado del todo por la mirada de Sasuke.
“¿Qué hacemos primero? ¿Lo de la asociación de estudiantes o lo de la piscina?” Inquirió Shino.
“La Asociación de Estudiantes está en el camino. Haremos eso primero, entonces iremos a por lo de la piscina. Voy a estar húmedo en tu camioneta, Shino.” Informó Naruto.
“Estoy consciente de ello. Estoy seguro que la tapicería sobrevivirá.”
Se detuvieron frete a la Asociación de estudiantes y los chicos jugaron al piedra, papel o tijera para decidir quién subiría a la cima de la Asociación de estudiantes, con Naruto siendo excluido porque iba a saltar de un trampolín alto. Shikamaru terminó perdiendo, así que con un suspiro, él se dirigió al edificio.
“Que problemático.” Trepando la larga estructura con la agilidad de un acróbata, se paró en la cima, con las manos en los bolsillos, y asumió una vaga postura. Sasuke le sacó una foto y se la mostró a Shino antes de señalarle a Shikamaru que venga abajo. El azabache quería que las fotos estuvieran aprobadas por Shino antes de continuar. Amaba su cámara digital, y estaba a punto de convertirse en su más preciada posesión cuando se acercaron a la piscina, caminando una corta distancia.
“Bien, Naruto. ¿Estás listo?”
“Demonios sí.” Le sonrió a Shino.
Naruto se puso detrás de él y se sacó su suéter, quitándoselo sobre su cabeza antes de tirárselo a Kiba. Hizo lo mismo con su remera, balanceando su cabeza para hacer sonar su cuello.
Los ojos de Sasuke se pasearon sobre él abiertamente porque sabía que nadie podía ver sus oscuros ojos en una luz tan tenue. Su amigo parecía ajeno mientras que Sasuke analizaba su piel morena. Estaba fornido en el área del pecho, y músculos ondeaban a través de la zona como si estuviera tallado de una piedra.
No era la primera vez que Sasuke había visto el pecho del rubio, pero era la primera vez que había tenido la oportunidad de realmente observarlo. No babees, no babees, no babees… El pensamiento estaba circulando en su cabeza, y él realmente comprobó que su boca no estuviera abierta.
Naruto entonces procedió a quitarse los zapatos y desabotonarse el jean, sacándose el material azul para exponer un bóxer azul con un largo zorro rojo.
“Bonito bóxer.” Bromeó Kiba.
“Solo estás celoso porque son más geniales que los tuyos.” El rubio bromeó de vuelta mientras que caminaba hacia la escalera para llegar al trampolín. La subió rápidamente, alcanzando la cima y se sacó el bóxer. “¿Listo, Sasuke-bastardo?”
“No me llames así, o me aseguraré de que no consigas la foto y tengas que hacerlo de nuevo.” Sasuke le dijo. La respuesta de Naruto fue simplemente correr y saltar. Dejó salir un grito mientras que navegaba por el aire, aterrizando en la piscina con un fuerte zambullido. Sasuke sonrió al ver la foto. Definitivamente iba a guardarla.
Naruto emergió, escupiendo el agua en su boca mientras que nadaba hacia el borde. “Bien, alguien tráigame mi bóxer.” Hubo silencio mientras que los cinco chicos se miraban entre ellos.
“Yo hice lo de la Asociación de estudiantes.” Insistió Shikamaru, apoyándose contra la valla. Los otros cuatro compartieron una mirado, y entonces vieron a Naruto.
“Eres un chico grande.” Dijo finalmente Shino. “Estoy seguro que puedes traértelos tú mismo.”
“¡Aw, hombre! ¡Ustedes chicos apestan!” Naruto nadó a través de la piscina para llegar al otro lado.
¡No! La mente de Sasuke chilló, su yo interior lloraba golpeando con sus puños el suelo. ¡No, vuelve! ¡Ven a este lado! ¡Este lado!
Sus súplicas no fueron escuchadas mientras que Naruto salía del agua a través de la piscina. Sasuke tenía que admitir que ver la firme retaguardia de Naruto mientras que salía de la piscina y caminaba hacia la escalera era una decente consolación. Su yo interno hizo un mohín cuando se dio cuenta de eso, de haber habido más luz, la breve caminata hasta la escalera lo hubiera expuesto mucho más ya que el rubio estaba siendo visto de perfil.
Naruto recuperó su bóxer y entonces luchó con Kiba por el resto de su ropa. Sasuke hubiera deseado haber recibido la ropa de Naruto así él pudiera conseguir poner sus manos sobre ese dios acaramelado.
Todos ellos fueron en fila de vuelta al auto, y Naruto sacudió su cabello mojado para molestar a los otros.
“Entonces, ¿qué sigue?”
“Bueno, supongo que depende.” Dijo Chouji cuando Shino comenzó a manejar. “Tendremos que separar que es lo que tenemos, y que es lo que necesitamos conseguir.”
“Lee la lista primero, hará las cosas más fáciles.” Respondió Sasuke. “Cualquiera que tenga alguna de estas cosas, simplemente dígalo, y Chouji puede tildar lo que tengamos.
“Suena bien.” Concordó Kiba.
“Bien. Una manija de puerta del centro Richmond. Un carrito inteligente del aeropuerto. Un examen de mitad de trimestre con una calificación menor a un once por ciento.”
“Tengo uno.” Hubo silencio en el auto y todos miraron a Naruto. “¡Hey, mi profesor de química me odia, bien! ¡Sigue leyendo!” Chouji se aclaró la garganta.
“Uh, un cartel del puente en Richmond. Veinticuatro, caja de periódico Metro o Dose. Visor de Nintendo.”
“Tengo uno.” Informó Kiba. Chouji tildó la casilla.
“Bien, una palmera en maceta. Foto de una pirámide humana de tres filas en frente del Mundo de Ciencia.”
“¿Tu cámara tiene temporalizador?” Shikamaru le preguntó a Sasuke. Él asintió afirmativamente y Chouji continuó.
“Recibo de los Estados Unidos por doritos y carne seca.” Chouji pausó. “Estoy bastante seguro de que tengo uno.”
“Genial.” Kiba sonrió.
“Una cerveza que no puedas conseguir en Canadá.”
“Lo tengo.” Respondió Shino. “Tengo cerveza alemana. Es ilegal aquí.”
“Bueno, bueno, ¿Así que rompiendo las reglas, huh, Shino?” Naruto bromeó. El otro chico simplemente sonrió.
“Bien, una gorra de policía.”
“No tengo una, pero sé cómo conseguirla.” Respondió Naruto. “Pero tendremos que salir e ir a Mission.”
“Podemos hacerlo antes de dirigirnos a la frontera.” Acordó Shino.
“De acuerdo, así que eso está bien. Um, esposas, y consigues puntos dobles si es real.”
“De nuevo, puedo conseguirlo.” Aseguró Naruto.
“Foto de alguien sobre un auto de policía, foto de alguien en un auto de policía, foto de alguien comiendo donas con un policía.”
“Listo, listo, listo. Lo siguiente.”
“¿Estás seguro, Naruto?” Preguntó Shino, mirándolo a través del espejo retrovisor.
“Oh sí. Hay un chico al que solía cuidar en Mission. Su padre es un policía y trabajaba estrechamente con mi papá, así que nos llevamos muy bien. Es como un hermano mayor para mí. Él lo hará de seguro.
“Bien.” Shino se sintió reasegurado.
“Muy bien, siguiendo con la lista.” Chouji leyó la lista hasta llegar a donde había quedado. “Chaqueta de ciencias de licenciatura.”
“Tengo una.” Sasuke les aseguró.
“Excelente.” Chouji lo marcó. “Una foto de alguien profanando una estatua. Pero sin vandalismo, así que estamos bastante limitados. Una bandera de campo de golf de tamaño completo.”
“Tengo una.” Todos se voltearon hacia Shikamaru. “No pregunten.”
“Un juguete sexual— supongo que podemos ir a cualquier tienda porno. ¿Alguien de aquí tiene diecinueve, cierto?” Chouji le preguntó al grupo. Hubo silencio.
“Trataré de conseguir que un amigo mío nos compre algo por nosotros.” Naruto les aseguró.
“Bien, a lo siguiente. Un— alargador de pene.” De nuevo, silencio. “Tengo que admitir, no esperaba que alguien ofreciera información sobre esto.”
“Hey, todos vieron que estaba bien dotado. No necesito uno de esos.” Sonrió Naruto.
No pude ver lo suficientemente bien, en mi opinión, Sasuke reflexionó, haciendo ligeramente un mohín mientras que miraba afuera de la ventana.
“Una foto de alguien abrazando a un guardia de fronteras. Insignia de un guardia de fronteras.”
“¡Oh, yo quiero robar la insignia!” Exclamó Kiba. “Yo soy buenísimo en eso, ¡Joder!”
“No quiero saberlo.” Admitió Shino.
“Foto de catorce personas desnudas en un autobús transitado.”
“¿Cómo diablos vamos a hacer eso?” Demandó Shikamaru.
“Yo puedo hacerlo.” Dijo Naruto.
“Incluso cuando te gusta estar desnudo, sigues siendo una sola persona.” Bromeó Kiba.
“No, estoy siendo serio. Puedo conseguirles catorce personas desnudas en un autobús transitado.” Los otros chicos estaban en silencio.
“Bueno— genial.” Dijo Chouji inseguro antes de continuar. “Foto de un conductor de autobús sacándonos el dedo del medio. Foto de cuatro personas desnudas en una fuente.”
“Cuatro de nosotros podemos hacerlo.” Dijo Kiba.
“No lo creo. No voy a sacarme los calzoncillos.” Insistió Chouji.
“Yo lo haré de nuevo.” Sonrió Naruto.
“Lo haré.” Acordó Kiba también.
Los otros tres estaban en silencio.
“¡Oh, vamos!” Insistió Naruto. “¿Todos aquí no son lo suficientemente hombres como para comparar su paquete con mi gigante?”
“Voy a hacer que te tragues esas palabras, Uzumaki.”
“Dulce, Sasuke-bastardo está dentro. Uno más.” Sonrió Kiba. “Vamos, solo uno.”
“Es mi búsqueda.” Dijo Shino con un suspiro. “Yo lo haré.”
“¡Genial!” Aclamó Kiba. “Conseguimos un equipo de cuatro.”
“Aunque no quiero volver a mojarme.” Naruto dijo con un suspiro.
“Dos artículos más. Condones con sabor a chocolate.”
“Márcalo.” Le informó Kiba.
“Y la peor revista porno alguna vez vista.”
“Jódanme, márcalo.” Gruñó Kiba. “Gasté veinte dólares en ello, por cierto.”
Ellos empezaron su pequeña búsqueda después de eso, comenzando en Richmond por la manija de la puerta y el cartel. Las dos cosas fueron sorprendentemente fáciles de adquirir, especialmente cuando uno considera la seguridad. Por supuesto, Kiba casi muere en el puente cuando él y Naruto comenzaron a bobear y casi se cae de la viga de soporte, pero todos se rieron sobre ello mientras que se movían a la siguiente tarea.
Fueron al aeropuerto después para robar el carrito inteligente y tuvieron que escapar del furioso personal del aeropuerto cuando se dieron cuenta de lo que los chicos estaban cargando en la parte trasera de la camioneta. Por supuesto, ellos escaparon.
Después de esto, fueron a una tienda para comprar una palmera en maceta, ya que no pudieron pensar en otra manera de conseguir una, y vieron una caja de periódico veinticuatro justo afuera de la tienda. Ellos se las arreglaron para robarlo y meterlo en la camioneta sin que nadie se diera cuenta.
Luego fueron a profanar una estatua. No estaban seguros de que hacer, así que Shikamaru simplemente se puso en el largo caballo de bronce y comenzó con su mano a repiquetear en la cabeza del caballo. Sasuke sacó una foto y un video, simplemente para asegurarse de que consiguieran puntos extras por la creatividad.
Llegaron al Mundo de Ciencia después y Sasuke puso el temporalizador en su cámara. Chouji, Naruto y Kiba estaban abajo, Shino y Shikamaru se pusieron en la siguiente fila, y Sasuke se puso en la cima. Todos cayeron en una gigante pila una vez que la foto fue tomada, riéndose hasta que Chouji accidentalmente pateó a Shino en la ingle. Chouji condujo a su siguiente destino.
Ellos encontraron un autobús, y le dijeron al conductor que les sacara el dedo del medio, lo cual hizo felizmente cuando ellos continuaron molestándolo. Su siguiente problema era hacerlo que dejara meter a catorce personas desnudas en su autobús.
“Voy a manejar esto.” Insistió Naruto. “Solo esperen en el auto hasta que lo diga.”
Los otros estaban confundidos, pero hicieron lo que el rubio les pidió. Lo vieron hablar con el conductor y con trece personas en el autobús. Naruto habló por cinco minutos antes de caminar por el pasillo y pasarles lo que parecía ser hojas de papeles a todos. Pronto, todos los del autobús se habían desvestido, incluyendo al conductor. Naruto salió y le señaló a Sasuke para que sacara la foto.
“El conductor dijo que nos haría el fuck you de nuevo desnudo para conseguir puntos extras. Conseguí que todos en el autobús se desnudaran, también. Hay alrededor de veintidós personas, así que serán puntos extras también.
“¿Qué hiciste?” Preguntó Kiba, impresionado, mientras que Sasuke desaparecía para sacar las fotos. Naruto simplemente se encogió de hombros, no dispuesto a divulgar la información. Cuando Sasuke regresó, volvieron a la camioneta.
“¿Qué sigue?” Inquirió Shino.
“Bueno, tenemos los instrumentos de sexo, lo de la fuente, y las cosas de policía.”
“Fuente. Todo lo demás estará en Mission.”
Encontraron una pequeña fuente en el centro de la ciudad con casi nadie alrededor. Eran cerca de las dos de la mañana un miércoles, así que esto no les sorprendía. Kiba y Naruto se desvistieron apresuradamente y volaron hacia la fuente, riéndose enérgicamente. Sasuke estaba sorprendido —y decepcionado— de ver que la Fuente era lo suficientemente profunda como para llegarles hasta la cintura, cubriendo la región baja de Naruto.
Sasuke y Shino se desvistieron hasta llegar a los bóxer, y se detuvieron.
“Vamos, Sasuke, ¡sácatelos!” Exclamó Naruto. “¿Estás demasiado asustado de mostrarnos tu hombría?”
“Grandes palabras para alguien quien nunca mostró lo suyo.” Sonrió Sasuke. “Estuviste desnudo dos veces, y no lo vimos.”
“No sabía que estabas mirando.” Naruto pestañeó varias veces estúpidamente y Sasuke se sonrojó ligeramente. Shino se volteó hacia él, dándose cuenta del indicio de rosa en sus mejillas. Sasuke miró a Shino, y su sonrojo aumentó. Apresuradamente se sacó el bóxer y se lanzó a la fuente. Shino lo siguió segundos después, sin comentar sobre el sonrojo de Sasuke. Shikamaru sacó una foto y los cuatro chicos salieron con un chapoteo, agarrando sus ropas y poniéndoselas.
“¿Ahora a Mission?” Preguntó Shino mientras que volvía al volante.
“Sip. Lleva alrededor de dos horas llegar allí— bueno, para gente normal. Yo manejo un poco alocadamente, así que me toma llegar en casi cuarenta y cinco minutos o por ahí.” Informó Naruto.
“Loco.” Murmuró Chouji.
“Pero útil. Tenemos límite de tiempo. Naruto, tú manejarás.” Shino dejó su asiento.
“¡¿Qué?!” Cuatro voces exclamaron, solo para ser ahogadas por un, “¡Genial!”
Los dos cambiaron de lugares y se dirigieron a Mission. Naruto se las arregló para bajar la velocidad un poco, y llegaron a la casa de su amigo en una hora.
“¿Estará despierto?”
“Él está acostumbrado a verme por ahí a estas horas.” Respondió Naruto a la pregunta de Chouji, abriendo el portón. Los cinco chicos miraron al Cruiser(1) aparcado en el garaje mientras que entraban, Naruto hizo su camino hasta la puerta central y tocó el timbre. Dos minutos después, la puerta se abrió.
“¡Eres tú! ¡Estás de vuelta!” El joven chico alrededor de doce años se lanzó hacia Naruto, casi derribando al rubio al suelo.
“Me alegra verte también, Konohamaru. ¿Está tu papá?”
“Hey, Naruto.” Un hombre alto apareció. “¿Qué puedo hacer por ti?”
“Hey Keita.” El rubio lo saludó.
Los ojos de Keita vieron a los cinco chicos en la camioneta, y luego sus ojos se movieron a los contenidos en la parte trasera. Dejó salir un suspiro.
“¿No quiero saberlo, cierto?”
“Estamos haciendo una búsqueda del tesoro.” Respondió Naruto. “Necesitamos unas cuantas fotos relacionadas con un policía. Sé que es mucho pedir, pero ¿crees que podría ponerte tu uniforme y complacernos?”
“Ah, búsqueda del tesoro de la universidad.” Keita suspiró. “Recuerdo mis años de universidad. Chicas, fiestas, bebidas alcohólicas.”
“Papeles perdidos, exámenes de mitad de semestre reprobados, desalojamiento.” Una mujer bromeó mientras que se ponía al lado de su esposo. “Hola, Naruto.”
“Hey Yuki.” Naruto sonrió ante la molesta mirada en el rostro de Keita.
“Voy a ponerme el uniforme.” Se volteó y desapareció en la casa.
Los ojos de Yuki vieron a los chicos en la camioneta, todos ellos apoyándose sobre ella. “¿Quiénes son ellos?”
“Créelo o no, amigos.” Naruto dijo con una sonrisa. Yuki le devolvió la sonrisa.
“Estoy contenta. ¿Vas a presentarnos?”
“Si quieres.” El rubio se encogió de hombros mientras que se volteaba y les señalaba para que vinieran. Ellos cumplieron, caminando lentamente por el garaje. “Chicos, esta es Yuki y su hijo, Konohamaru. Solía cuidarlo, y Keita era un buen amigo de mi padre.”
“Ellos estuvieron juntos en un montón de casos.” Informó Yuki, sonriéndoles a los chicos.
“Yuki, Konohamaru, estos son Shikamaru, Kiba, Sasuke, Chouji y Shino.”
“Encantado de conocerla.” Sasuke contestó cortésmente.
“Nos disculpamos por molestar tan tarde en la noche.” Añadió Shino. Yuki simplemente les ondeó su mano.
“No es una molestia, se los aseguro. Estamos acostumbrados a las visitas casuales de Naruto. Siendo honesta, lo extrañábamos bastante.” Naruto sonrió ligeramente, frotando su nuca.
Keita reapareció segundos después.
“Muy bien, chicos. ¿Qué necesitan?”
“Un gorra y esposas.” El hombre mayor frunció el ceño. “¿Por favor, Keita?” Con un suspiro, sacó un conjunto de esposas de su cinturón, y entonces le lanzó la gorra al rubio. “Tienes suerte de que tenga una debilidad por ti.”
“Y repuestos.” Yuki le lanzó.
“Gracias, cariño. ¿No es tiempo de que Konohamaru vaya a la cama?”
“Aw, pero quiero pasar el rato con Naruto.” El chico insistió.
“No, a la cama.” Insistió Keita.
“Yo lo llevaré. Fue un placer conocerlos a todos. Fue bueno verte, Naruto.”
“Igualmente.” Respondió Naruto.
“¡Adiós, Naruto!” Los dos desaparecieron de nuevo en la casa mientras que Shino regresaba de haber puesto las esposas y la gorra en la camioneta.
“¿Qué necesitan?”
“Necesitamos una foto sobre el Cruiser, y otro dentro del Cruiser.” Naruto le informó mientras que se dirigían al vehículo policial. Keita asintió.
“Que solo sea en el capó ¿de acuerdo?”
“Seguro.” Le aseguró Naruto. “¿Quién estará sobre al auto?”
“¡Yo! ¡Yo!” Kiba corrió y se inclinó sobre el capó, posando idiotamente. “¿Hago sentirte caliente? ¿Cachondo? Hago sentirte caliente, cariño, ¡yeah!”
“Deja de hablar.” Sasuke le tomó la foto y Kiba rio mientras se salía del capó.
“Muy bien chicos.” Keita aplaudió con ambas manos, sonriendo. “¿Quién quiere pasar el rato en el Cruiser?”
“Hey, ¿Qué hay sobre ti, Naruto?” Le sonrió Kiba. El color se drenó de la cara de Naruto, y sus ojos se agrandaron. La sonrisa de Kiba se fue. Había olvidado quien era Naruto.
“Prefiero no hacerlo.” Murmuró el rubio.
“Yo lo haré.” Sasuke cortó apresuradamente para evadir la torpeza de Kiba. “Puedes esposarme, también, para más puntos.”
“Buena idea.” Sonrió Shikamaru.
Keita le puso las esposas a Sasuke y entonces lo puso en el auto. Él consiguió estar en el frente con incluso las luces prendidas para añadir el efecto completo.
Sasuke trató de verse vicioso mientras que pegaba ambas manos esposadas en la ventana, gruñendo a los cinco chicos más allá del vidrio. Shino rio mientras que tomaba la foto, y asintió cuando salió. Keita le sacó las esposas a Sasuke— a pesar de las quejas de Naruto— Y Chouji inspeccionó la lista.
“Necesitamos la foto de alguien comiendo donas con un policía.”
“¿Estás dispuesto a ir a Tim Hortons?” Inquirió Naruto.
Con un suspiro explosivo, el policía aceptó, metiéndose en su propio auto para guiarle el camino a Shino. Ellos tomaron la foto y luego le rogaron a Keita que fuera y les comprara el alargador de pene y otro juguete sexual.
“Nunca volveré a hacer esto, chico.” Él falsamente miró mal a Naruto mientras le pasaba al rubio lo que compró.
“Te debo una, Keita, gracias. Considera esto un pago adelantado para mi trabajo de niñera.”
“Espero que mantengas eso, mocoso.” Keita sonrió mientras que se dirigía a su auto. “Hey, tú, compañero de habitación.” Sasuke se volteó hacia él. “Asegúrate de que se mantenga fuera de problemas ¿está bien?”
“Eso está más allá de lo que puedo ayudar.” Dijo Sasuke inexpresivo. Keita rio y Naruto lo golpeó en la nuca.
“Bastardo.”
Todos los chicos regresaron al auto para dirigirse a la frontera, donde Kiba sedució y sigilosamente robó una de las insignias de los guardias de frontera. Todos ellos le agradecieron a dios de que había una mujer en el turno de noche o entonces hubieran tenido que pasar un montón de tiempo tratando de robar uno.
Cuando llegaron a casa, eran cerca de las nueve de la mañana, y ellos seguían sin haber terminado. Yendo a cada uno de sus cuartos por cualquier cosa que clamaran tener, ellos se reagruparon en la camioneta y se dirigieron al Forestal, donde un grupo de ingenieros estaban ya reunidos. Ellos eran los que iban a contar los puntos.
En total, los chicos tenían trescientos ochenta y dos puntos. Fueron el segundo grupo en volver, pero el primer grupo no había conseguido muchas de las cosas. Ellos sospechaban que el grupo de Shino sería el único que tendría la insignia de los guardias de frontera y lo de las catorce personas desnudas en un autobús transitado.
“¿Qué conseguimos si ganamos?” Inquirió Kiba.
“Ipod gratis para cada uno, y una fiesta en cualquiera de los edificios de ingeniería.”
“¡Genial!” Naruto y Kiba chocaron los cinco.
“¿Qué hay sobre el segundo lugar?” Inquirió Chouji.
“Una caja de cerveza. Les debería atraer, ya que todos son menores.” Uno de los chicos sonrió.
“Asombroso.” Shino sonrió.
“Bueno, buen trabajo chicos. Tenemos el correo electrónico de Shino; les dejaremos saber los resultados. Vayan a casa y descansen.”
Saludándolos, los seis regresaron a la camioneta con los artículos personales, dejando el resto de ellos con los ingenieros, y volvieron al dormitorio. Naruto y Sasuke trastabillaron soñolientamente hasta su cuarto, cerrando la puerta. Naruto saltó a su cama, todavía vestido completamente, y estaba roncando segundos después. Sasuke se cambió antes de meterse en la cama, siguiendo prontamente al rubio en el sueño.