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Compañeros de cuarto por Soffik

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Vuelvo con un nuevo capítulo de la traducción y quería antes que nada agradecer a Aadi Lee, FannyWanny y a Misaki Heartfilia por ser mis primeros 3 reviews ^^ Sepan que con gusto voy a terminar de traducir completamente el fanfic.

En cuanto a un tema que me gustaría aclarar es que a pesar que lo correcto sería poner los diálogos entre guiones, preferí seguir con el formato original de la autora de poner los diálogos entre comillas. Disculpen la molestia.

Sin más que decir, disfruten el capítulo dos.

 

....

 

Disclaimer: No importa cuánto quiera que Kiba sea mío, él no lo es, y tampoco lo es nadie más.

 

Naruto dio un respingo como si hubiera sido abofeteado. Ese ruido. Ese sonido estridente que sonaba en sus oídos...  ¡¿Qué mierda era, y cómo lo detenía?! Naruto comenzó a realizar la ardua tarea de desenredarse de las numerosas colchas y frazadas antes de que su cabeza se asomase fuera de la masa de sábanas. Apretó sus dientes furiosamente al ver lo que le esperaba.

 

Voy a matar a ese hijo de puta, pensó enojado. Su compañero de cuarto no estaba por ninguna parte. Su cama estaba perfectamente hecha, y situándose perfectamente sobre ella había un despertador con una nota pegada a éste.

 

'Disfruta la mañana, perdedor.'

 

"Fantástico." Naruto apretó los dientes enojado, tratando de mantener su ira bajo control.

 

"Ni siquiera sabe mi nombre y ya me está insultando. Nunca puedo relajarme."

 

Saliendo de la cama, y casi matándose en el proceso, Naruto dio grandes zancadas por la habitación y apagó el estúpido despertador. Vio la hora en él y casi arrojó la maldita cosa por la ventana. Eran las ocho de la mañana, y orientación no comenzaba hasta las once. Naruto gruñó enojado mientras que arrugaba la nota.

 

Tomando unas cuantas respiraciones profundas, Naruto se calmó lo suficiente como para ignorar el hecho de que era todavía muy temprano. No podría volverse a dormir de todas formas, así que pensó que bien podría enlistarse para orientación. Con eso en mente, caminó hasta su escritorio y miró su silla. Frunció el ceño y observó por todas partes alrededor de su escritorio antes de mirar a su silla de nuevo.


"¿Dónde podría haber puesto mi camiseta?" Murmuró para sí mismo. Podía jurar que la había puesto en la silla la noche anterior. Encogiéndose de hombros, caminó hacia su armario. ¿Tal vez la había guardado? Rebuscó en sus cajones. Después de diez minutos, la camiseta aún no aparecía.

 

"¿Qué demonios hice con ella?" Masculló mientras miraba alrededor de la mitad de su cuarto, completamente confundido. Decidió buscar en su cesta de ropa tirando todo lo que había en ella, pero aun así su remera naranja no aparecía por ningún lado.

 

Estaba a punto de empezar a entrar en pánico cuando se dio cuenta de que había otra nota en la puerta. Había estado tan determinado en encontrar su remera que no la había visto. Caminó a la puerta, sacó la nota y la leyó.

 

'Aunque el color apesta, la camiseta es cómoda. Gracias, perdedor.'

 

"¡Voy a matarlo!" Naruto gritó furioso, arrugando la nota en su mano. ¡¿Qué demonios estaba mal con su compañero?! ¡Naruto no le había hecho nada!

 

Al menos voy a poder encontrarlo fácilmente, Naruto pensó enojado mientras agarraba su cepillo y pasta de dientes. Vistiendo una camiseta naranja iba a ser fácil de encontrar, incluso entre una gran multitud de personas. Y cuando lo hiciera... Naruto sonrió maliciosamente mientras que pensaba en todas las cosas maravillosas que estaba por hacerle a su compañero de cuarto.

 

Abrió la puerta de la habitación y apenas consiguió contener un grito, sabiendo que los de su piso lo matarían si los despertaba. Farfulló mientras que el agua corría por su pelo y por su pecho desnudo. Un balde de agua estaba colgado flojamente en una cuerda, ahora que el contenido se había vaciado en Naruto. Sí él no había estado despierto antes, ¡seguro que lo estaba ahora! ¡El agua estaba helada!

 

"¡Bien, bastardo!" Naruto siseó enojado entre dientes, sus ojos azules brillaban peligrosamente. "¡Si quieres guerra, tendrás una maldita guerra!"

 

>Sn<

 

Sasuke miró por afuera de la ventana de la cafetería mientras que mordisqueaba un pedazo de tostada. Había estado esperando casi una hora para que la cafetería abriera, y ahora que había abierto, era la única persona allí además del personal. Por supuesto, esto no le sorprendía. Él era la única persona con un despertador interno que lo levantaba cada día a las seis de la mañana.

 

Sasuke sonrió maliciosamente mientras que pensaba en el tiempo, preguntándose si su compañero habría recibido su regalo ya. Una mirada a su reloj confirmó que ya tendría que estar despierto y, con suerte, se habría dado una rápida 'ducha'. La sonrisa de Sasuke se ensanchó.

 

Generalmente, Sasuke no era de los que hacían bromas, pero ya que quería deshacerse de su compañero de cuarto, y habían comenzado con el pie izquierdo, pensó en ver cuánta mierda su compañero podía aguantar antes de pedir un cambio de cuarto. Sasuke lo tenía todo planeado perfectamente. No había forma de que algo fuera a salir mal.

 

Tiró del cuello de su camiseta que en realidad no era suya y sonrió ante aquello. Sí, el naranja era un color asqueroso, pero joder que la camiseta sí que era muy cómoda. Podía entender por qué su compañero quería volver a usarla. Claro, la camiseta era más o menos dos talles más grandes que Sasuke, pero no era su culpa que fuera delgado y de alguna manera desgarbado. No había visto mucho a su compañero, pero de lo que podía estar seguro, es que era alguien con un cuerpo bien tonificado.

 

Una voz que atravesó la cafetería, interrumpió sus pensamientos, y volteó la cabeza para ver a quien pertenecía la voz.

 

"¡Buenos días, Vangie! ¿Cómo estás hoy?" El rubio dijo con una brillante sonrisa a la mujer sentada en la caja. Él había leído obviamente su nombre en la etiqueta.

 

"Buenos días, Naruto." Contestó Vangie, mirando el nombre de él en su pantalla cuando él le pasó su tarjeta.

 

Hn, pensó Sasuke. ¿Naruto, huh? Nombre raro. Lo observó y se dio cuenta de que su cabello no estaba ni un poco húmedo. Eso significaba que alguien había quitado su regalo. Sasuke suspiró y se volteó de nuevo hacia el lado de la ventana.

 

"Estoy bien. ¿Primer día?" Le preguntó Vangie a Naruto.

 

"Claro que lo es. Y por eso es que tengo que tener un gran desayuno." Naruto le sonrió mientras le indicaba su bandeja bien cargada.

 

"Que te diviertas."

 

"Gracias, ten un buen día, Vangie."

 

"Tú también, Naruto."

 

Naruto recogió su bandeja y se dirigió al lado de la caja para agarrar algunos utensilios. Él viéndolo de reojo, localizó a Sasuke cerca de la ventana, pero lo ignoró. Ya había conseguido todo lo que necesitaba para los pequeños 'regalos' de Sasuke, y estaba más que listo para colocarlos más tarde, cuando supiera que Sasuke volvería a la habitación. No tenía razones externas para dejar que Sasuke sepa que lo había conseguido. Además, sí el bastardo quería guerra, Naruto lo complacería. Y él definitivamente ganaría.

 

Los dos se sentaron en los extremos opuestos de la cafetería, completamente ignorándose el uno al otro. Naruto se removió incómodo en su silla, sin mirar hacia arriba para no ser rodeado por gente que lo mirara y juzgara. Sabía que no podía hacer nada que pudiera cambiarlo, pero eso no significaba que tuviera que gustarle. Cerca de diez minutos después, un grupo de ruidosos y gritones chicos entraron a la cafetería, bromeando el uno con el otro. Bien, principalmente sólo uno de ellos gritaba, pero todos ellos parecían estar pasándola bien. Consiguieron comida y continuaron charlando y cuando pasaron de la caja, se dirigieron rumbo a la dirección de Naruto.

 

"¡Hey, amigo! ¡Tú vives en mi piso!" Uno de ellos exclamó mientras dejaba su bandeja abajo frente a Naruto. "¿Está bien si me siento?"

 

"Sí, claro." Naruto sonrió mientras el chico se sentaba frente a él, los otros hicieron lo mismo.

 

"Te vi por ahí ayer mientras estabas acomodando tus cosas. ¿Tienes una habitación doble, cierto?"

 

"Si."

"Yo vivo a dos puertas de la tuya. Soy Kiba Inuzuka." Le tendió su mano, y Naruto la estrechó.

 

"Naruto." Si Kiba se dio cuenta de que no le había dicho su apellido, tampoco es como si lo hubiera mencionado.

 

"¿Más nombres para recordar?" Un chico nuevo preguntó mientras se sentaba al lado de Kiba. "Qué problemático."

 

"Cállate, vago de mierda." Kiba le sonrió contento al recién llegado. "Este es Shikamaru Nara. Vive en el tercer cuarto del mismo piso. Él es el mejor amigo de uno de mis vecinos en la residencia; así es como lo conocí."

 

"Hey." Naruto cabeceó con la cabeza en forma de saludo. Shikamaru simplemente comenzó a comer sin decir otra palabra mientras que los últimos dos chicos se sentaban.

 

"Este es Chouji Akimichi, mi vecino de la derecha, y él es Shino Aburame, mi vecino de la izquierda. Chicos, este es Naruto."



"¿Vives en Robson?" Shino le preguntó mientras abría una botella de agua.

 

"Si" Naruto contestó.

 

Le echó una mirada a Sasuke para ver si le importaba ser excluido, pero el azabache parecía estar contento mirando fuera de la ventana. Naruto ni siquiera sabía por qué le importaba si se sentía excluido o no, el tipo era un bastardo.

 

Kiba se dio cuenta de que él miraba a otra parte y se volteó para ver a quien estaba observando. Sus oscuros ojos cayeron en Sasuke, y se dio de nuevo la vuelta. "¿Amigo tuyo?"

 

"Por dios, no." Respondió Naruto, mirando de nuevo a Kiba con una sonrisa. "Compañero de cuarto. Un verdadero imbécil. Ni siquiera se presentó."

 

"Mierda." Maldijo Kiba, volteándose de nuevo para mirar a Sasuke. "Suena a que vas a tener un año duro."

 

"Como sea." Naruto se encogió de hombros mientras bebía su leche. "No es el fin del mundo ¿cierto?"

 

"¡Hey, imbécil!" Naruto se sobresaltó cuando Kiba llamó a Sasuke. El azabache volteó su cabeza lentamente, con una mirada de indiferencia. "¿Quieres unirte y pedirle disculpas a tu compañero, o estás contento con solo sentarte allí?"

 

La respuesta de Kiba fue Sasuke volviendo a darse la vuelta para mirar hacia la ventana de nuevo. Kiba molesto, miró a Naruto.

 

"Sip, tenías razón. Un imbécil."

 

>Sn<

 

Sasuke abrió la puerta del baño con un fuerte suspiro. Este había sido por lejos, el peor día de su vida. Toda chica que lo había visto había tratado de pegársele. Ya estaba acostumbrado, pero no por eso significa que le gustaba. Además no había considerado que el hecho de usar algo naranja atraería más la atención, y entonces tendría el doble número de chicas colgándosele más de lo normal.

 

Refunfuñando, Sasuke se sacó la remera y la tiró al cesto de su compañero de cuarto. Dicho compañero no estaba en ninguna parte. Vanamente, Sasuke se preguntaba si ya había asustado al chico. Después de todo, lo había despertado a las ocho de la mañana y le había robado la que parecía ser su remera favorita. Sasuke estaba todavía seguro que él no había conseguido que el agua se volcara en su cabeza. Lo que era una pena, pero podía intentarlo de nuevo.

 

Caminó hacia su armario y puso su mano en la manija de este para abrirlo. Se echó hacia atrás como si hubiera sido quemado, y miró a su mano con disgusto. No tenía idea de que era, pero olía ligeramente a una mezcla de loción, jabón y era lo suficiente pegajoso como para sugerir que había algo de pegamento envuelto. ¡El pequeño bastardo había puesto alguna mierda en la manija de su armario!

 

"Hn." Sasuke caminó al lado de su cama y cogió su caja de pañuelos, limpiando su mano antes de ir a su armario para limpiar la manija. Satisfecho, abrió la puerta su armario y recibió una montaña de crema de afeitar en su cabeza.

 

Sasuke se situó cerca de su armario, mirando con incredulidad como la crema de afeitar continuaba lentamente cayendo de su cara hasta su pecho desnudo.

 

"Yo diría que si recibió mi regalo." Gruñó entre dientes. Fantástico. Entonces, no solo su compañero iba a aguantar la tortura, sino que él iba a torturarlo de vuelta. ¡Bien!.

 

Sasuke agarró sus llaves e irrumpió al baño después de cerrar la puerta, con impaciencia se apresuró en lavar la porquería blanca en su cabello. Su mente no estaba funcionando lo suficientemente rápido como para ser capaz de tomar represalias inmediatamente, y él sabía que pasaría un tiempo antes de que su compañero pudiera esperar algo más de él ¡pero él no quería esperar! A ese chico lo quería fuera.

 

En vez de regresar a su cuarto, Sasuke sacó las sabanas de la cama de su compañero y comenzó a reorganizar todo. Satisfecho con su trabajo, colocó las sábanas de la misma forma como las habían estado antes y regresó a su otra mitad del cuarto. Se cambió y puso sus cosas listas para el día siguiente, que sería el primer día de clases. Una vez que estuvo listo para la cama, después de haberse lavado los dientes y saltado a su cama, abrió sus mantas. Se metió debajo de ellas y apagó la luz antes de acostarse.

 

Las cejas de Sasuke se fruncieron. ¿Por qué su cabeza se sentía fría y muy, muy húmeda? La sensación comenzó a bajar por su espalda y sentándose, se volteó para mirar a su almohada.

 

"¡Perdedor!" Gritó enojado al notar lo que había en su almohada. Estaba completamente empapada. Como se le había escapado esto, no tenía idea, pero ¡él iba a hacer pagar a ese rubio bastardo!

 

Refunfuñando, el azabache saltó de la cama y sacó la almohada empapada, tirándola en la cama de Naruto y agarrando su almohada. No tenía más colchas, así que tendría que arreglárselas por esta noche y conseguir otras más de Kakashi después. No había forma de que usara las sabanas de Naruto. Dios solo sabría que habría hecho en ellas.

 

Metiéndose de nuevo a su cama y acomodándose para dormir, Sasuke escuchó la puerta abrirse. Estaba dando la espalda hacia la puerta, así que simplemente pretendió estar dormido.

 

Naruto caminó hacia su cuarto, sin importarle ciertamente si Sasuke estaba despierto o no.

 

"¡Nos vemos mañana chicos!" Los saludó en el pasillo, y los otros le regresaron el saludo. Cerró la puerta de un portazo y caminó hacia su armario. Sus ojos se posaron sobre la almohada húmeda en su cama y sonrió divertido, agarrándola para tirarla en el piso al lado el pie de la cama de Sasuke. Sus frazadas eran gruesas, así que dudaba de que el agua se haya colado por ellas a menos que la almohada haya estado allí por lo menos cerca de una media hora. Buscó debajo de su cama y sacó una almohada de repuesto después de darse cuenta que la suya no estaba.

 

Haciendo ruidos fuertes, se preparó para dormir, yendo antes al baño para conseguir tiempo extra para dormir. Revisando su horario, suspiró y colocó la alarma para las siete, ya que tenía una clase a las ocho en punto.

 

Una vez que estuvo listo, retiró sus cobertores y se metió en la cama. Deslizando sus pies debajo de las sabanas, y dejó salir un grito sobresaltado al ver como sus piernas y pies se detuvieron en seco, como si una barrera hubiera aparecido mágicamente en la mitad de su cama. Confuso, Naruto salió de la cama y retiró todas las sabanas, sólo para fruncir el ceño en molestia. ¡Ese imbécil! ¡Me hizo la broma de la cama turca!

 

Dejando salir una sarta de insultos a lo que Sasuke sonrió, Naruto deshizo su cama completamente antes de decidir rehacerla. Después de que terminara de hacerlo, maldijo al darse cuenta de que tenía que ir al baño. Confiando en que Sasuke se despertaría si alguien abría la puerta, se fue dejando la puerta sin llave y bajó hacia el pasillo, pero aun así traía sus llaves en caso de que el idiota decidiera dejarlo afuera y hacerlo ir a los bloques comunes por una llave de repuesto.

 

Una vez que estuvo listo en el baño, regresó a la habitación, satisfecho de que la puerta se abriera fácilmente. Tirando sus llaves al estante de su lado del cuarto y cerró la puerta. Estirándose mientras se dirigía a la cama, se arrojó a ella y puso sus pies debajo de las sabanas. Contuvo una maldición al sentir que sus pies no podían extenderse de nuevo y lanzó una furiosa mirada a través del cuarto a Sasuke, quien seguía dándole la espalda. Como el idiota se las había arreglado para hacerle la broma de la cama turca de nuevo en tan poco tiempo, no lo sabía, pero él sí que sabía una cosa: éste iba a ser un largo año.

 

>Sn<

 

Dos cabezas se levantaron ante el sonido de una alarma que sonaba estridentemente en la mañana. Era el de Sasuke, y lo estaba dejando sonar un poco más de lo normal para asegurarse de que su compañero estuviese bien despierto. No importaba de cualquier forma, porque solo veinte segundos después la alarma de Naruto comenzó a sonar también. Sasuke no podía más que quejarse al darse cuenta que no importaba que dejara sonar su alarma más de lo normal, ya que Naruto se estaba despertando también.

 

Los dos chicos lentamente salieron de la cama, completamente ignorándose el uno al otro. Sasuke se encaminó hacia su armario mientras que Naruto a su computadora, moviendo el mouse para salir del modo de suspensión. Él nunca apagaba su computadora; no veía una razón para hacerlo.

 

"Por supuesto." Se murmuró a sí mismo. "Lo primero cada lunes, miércoles y viernes. Química."

 

La cabeza de Sasuke se giró hacia la espalda de Naruto, su mano flotando en el aire ya que estaba justo por agarrar una remera. Oh, genial, Sasuke pensó, molesto. Fantástico. ¡Primera clase en la mañana con él! Suspirando, tomó todas sus cosas y dejó el cuarto, asegurándose de agarrar sus llaves por si el rubio idiota lo dejaba fuera.

 

De nuevo, desde que Sasuke se había ido, Naruto se cambió en la habitación. Se estaba volviendo probablemente un hábito entre ellos, pero no le importaba. Prefería cambiarse en la habitación. Una vez que estuvo vestido con unos jeans y una remera azul clara, agarró su sudadera naranja y la tiró sobre su cabeza antes de sentarse de nuevo en frente de su computadora para comprobar sus e-mail, poniendo su teléfono y billetera en sus bolsillos.

 

Sasuke volvió unos segundos después de que Naruto se sentara, también vistiendo unos jeans con una remera negra y una sudadera azul oscura. Se mofó al darse cuenta del suéter naranja y negó con la cabeza mientras tiraba su ropa sucia en la cesta. Sin decir una palabra, Sasuke agarró sus libros y comenzó a irse del cuarto para dirigirse a tomar su desayuno, dejando al rubio solo.

 

Sasuke paró con su mano en el picaporte, sonriéndose. Naruto se quedaría solo en el cuarto, esto era cierto, ¿pero qué pasaría si Naruto no pudiera salir? Sasuke se giró para mirar a Naruto, asegurándose de que no esté prestando atención. Fue hacia su vestidor y abrió el primer cajón, hurgando dentro por alguna cuerda que sabía que tenía. Encontrándola, la sacó y se giró para mirar a Naruto de nuevo. Sin decir una palabra, sonrió y salió de la habitación. Cerrando la puerta detrás de él.

 

Una vez fuera. Sasuke tocó la puerta a través del pasillo. Lo probó y la puerta se abrió con facilidad. Miró el cuarto completamente vacío. Nadie vivía allí. Perfecto. Volvió a su puerta y desenredó la cuerda, enrollándola al picaporte. Silbando algún tono, Sasuke aseguró la cuerda alrededor de la perilla volviéndola a enrollar. Él hizo esto un par de veces más hasta asegurarse de que no se salga si Naruto tirara de la perilla muy fuerte, y entonces la ató. Recogiendo sus libros, admiró su trabajo y asintió.

 

"Ten un buen día, perdedor." Sonrió mientras se dirigía al pasillo.

 

Dentro del cuarto, Naruto pensó que había escuchado a Sasuke decir algo, pero lo ignoró. No le importa lo que el bastardo tenía que decir. Mirando al reloj, decidió que era lo suficientemente tarde para irse a conseguir el desayuno así que se desconectó y agarró su programa del tablón de anuncios de en medio de dos escritorios. Tomó su mochila que estaba detrás del escritorio mientras se paraba y se dirigía a la puerta. Agarrando sus llaves en el camino, volteó la manija y abrió la puerta. Nada pasó. Naruto frunció el ceño y trató de nuevo, tirando fuerte. Y nada.

 

"¿Qué rayos-?" Naruto puso sus cosas en el suelo y agarró la manija con ambas manos, puso un pie contra la pared, y empujó. La puerta cedió un poco, pero apenas. Sólo había un pequeño espacio para mirar a través y ver qué diablos era lo que pasaba. Manteniendo la puerta abierta ligeramente, miró a través de la pequeña brecha y casi se arranca el cabello. ¡Su maldito compañero lo había jodido de nuevo! Naruto decidió que tendría que ser más cuidadoso de ahora en más.

 

"Estúpido bastardo." Murmuró mientras sacaba su celular del bolsillo. Descendió en su lista de contacto y marcó el botón de llamar cuando encontró el nombre que quería.

 

"Si, ¿qué pasa?" Una voz medio dormida preguntó del otro lado.

 

"¡Mi maldito compañero de cuarto me encerró!" Naruto explotó enojado antes de poder detenerse a sí mismo.

 

"Espera, ¿qué? ¿A qué te refieres con qué te encerró?" Kiba se sentó en su cama a dos puertas de la de él, frotándose los ojos.

 

"¡Él ató algo como una cuerda afuera! Ven con un par de tijeras y sácame de aquí ¿puedes?" Naruto escuchó un movimiento de pies y entonces una puerta del pasillo se abrió.

 

"¡Mierda!" Escuchó a Kiba exclamar en el pasillo sobre el celular. Hubo risas una vez que Kiba colgó, su voz hizo eco en el pasillo. Él continuó riendo hasta que alcanzó la puerta de Naruto y vio a través de la brecha. "¿Estás teniendo una buena mañana?"

 

"Ja, muy gracioso. Déjame salir." Naruto gruñó molesto.

 

"Cálmate, joder." Kiba insistió mientras comenzaba a cortar la cuerda.

 

Naruto no pudo evitar darse cuenta de que Kiba decía la palabra 'joder' muchas veces. Era un poco raro, pero a Naruto no le importaba cuántas veces la gente maldecía, así que no le prestó atención. Asumió que Kiba nunca tuvo permitido maldecir en casa, por lo que ahora en la universidad, lejos de su familia, iba a maldecir cuánto más pudiera.

 

Unos segundos después, Kiba abrió la puerta y le sonrió a Naruto. “Mucho mejor. ¿Quieres qué sostenga tu mano en el camino a clase también? Naruto sólo le dio una mirada antes de pasar de él con sus cosas y cerrar la puerta.

 

"Gracias, Kiba."

 

"Si, no hay problema." Kiba masajeó la parte de atrás de su cabeza mientras miraba al pasillo. "Hey, ¿irás a clases?"

 

"Desayuno."

 

"Genial, ¿quieres darme dos minutos para cambiarme de ropa? De cualquier forma, tengo clases a las diez."

 

"¿Te das cuenta que son las siete y media, cierto?" Inquirió Naruto. Kiba sólo se encogió de hombros mientras caminaba de vuelta a su habitación.

 

"Como sea. Voy a navegar por la red." Desapareció en su cuarto y Naruto suspiró, mirando a su puerta. Estaba vagamente consciente del hecho de que estaba tratando de hacer un hueco en la madera con su mirada, pero no podía evitarlo. Su compañero de habitación había sido un idiota desde antes de que siquiera se conocieran. ¿Qué diablos había hecho Naruto para merecerlo?

 

"Una cosa es segura, voy a hacerlo pagar por esto." Gruñó Naruto mientras Kiba salía de su cuarto, poniéndose una sudadera gris.

 

Ambos caminaron hacia la cafetería y consiguieron comida. Una vez que ellos pasaron por la caja y se sentaron, Naruto se dio cuenta de que Sasuke estaba sentado un poco más lejos de él, luciendo muy molesto con dos chicas que estaban a cada lado suyo. Naruto sonrió, disfrutando su molestia. Especialmente después de lo que le había hecho.

 

"¿Vas a cobrártelas?" Naruto se volteó de nuevo hacia Kiba, quien estaba devorando una tortilla.

 

"Por supuesto." Naruto sonrió. "¿Quién no lo haría?"

 

"Genial. ¿Alguna idea?" Preguntó Kiba, surgiendo una chispa es sus ojos marrones oscuros mientras pensaba en la travesura que Naruto causaría.

 

La sonrisa de Naruto se agrandó. "Algunas. ¿Tú tienes algunas ideas?"

 

"Claro. Yo era el mayor bromista en mi secundaria." Kiba se limpió la boca con la manga de su sudadera antes de tomar un gran trago de su jugo de naranja.

 

"¿Si? ¿Qué tienes en mente?"

 

"¿Hey, por qué no hacemos que la venganza encaje con el crimen?" Kiba le guiñó. La sonrisa de Naruto se ensanchó. Le gustaba éste tipo. Le recordaba a él mismo.

 

"Por esta vez, ¿qué es lo que tienes planeado?" Naruto preguntó mientras comenzaba a comer su cereal.

 

"No tengo nada de baja tecnología como esta. Necesito la grande, mierda."

 

"Cierto. Supongo de que voy a pensar en algo." Naruto meditó sobre esto un momento mientras masticaba su cereal. Se dio cuenta de que Sasuke se paraba, no pudiendo seguir mirándolo de reojo, pero las chicas se quedaron. Eran bastante atractivas; él probablemente terminaría tratando de charlar con ellas.

 

"Estás en ciencias ¿cierto?" Inquirió Kiba, señalando con su tenedor a Naruto.

 

"Sip. Y tú estás en artes."

 

"¿Tienes tu programa? Quiero comprobar algunas cosas, a ver si combinamos." Kiba dio otra mordida a su tortilla.

 

Naruto rebuscó entre su mochila y sacó su programa, comprobándolo. Entonces frunció el ceño cuando sus ojos cayeron en cuenta de lo que tenía después de química. Él no eligió francés. Pero que- ¡Mierda! Naruto gruñó al darse cuenta de dos cosas. Primero, él tenía química con el imbécil de su compañero de cuarto, y segundo, había agarrado el programa equivocado.

 

"Mierda." Gruñó. "Tomé el programa equivocado. Ahora tendré que caminar todo el día con el programa del bastardo-" Naruto se cortó él mismo al centrar su atención en un destello rosa y se giró de vuelta hacia las chicas que habían estado pegadas a su compañero.

 

Naruto miró de nuevo el programa en su mano, y sonrió maliciosamente. Su bastardo compañero de habitación parecía odiar que las chicas se le pegaran, y aquí sentado con lo que podría considerarse una mina de oro para todas y cada chica que estaba caliente por dicho compañero. Dándoles esto a las dos chicas de la otra mesa, le aseguraba que tratarían y lo perseguirían tanto como pudieran, lo que significaba que estaría molesto todo el tiempo.

 

"Te ves como un gato que acaba de atrapar un canario." Naruto se volteó hacia Kiba, ampliando su sonrisa.

 

"Atrapado, masticado y tragado, mi amigo. Ya vuelvo." Naruto se paró y se dirigió hacia las dos chicas que estaban por terminar su desayuno. Lo miraron extrañadamente mientras se acercaba y se sentó frente a ellas.

 

"Hola, damas." Naruto les mostró su más encantadora sonrisa. "¿Les gustaría que fuese su nuevo mejor amigo?" La chica rubia se burló.

 

"Si, sueña con eso." Empezó a pararse, pero Naruto no las dejó ir lejos.

 

"No, estoy siendo serio. ¿Vieron ese chico con el que estuvieron hablando? Es mi compañero de cuarto." Esto llamó su atención, como también la de la peli rosada al lado de ella, quien lo había estado ignorando.

 

"¿Eres el compañero de habitación de Sasuke?" Finalmente, pensó molesto. Ya tenía un nombre. Sasuke.

 

"Si." Apoyó su espalda en la silla. "De hecho, tengo incluso su programa aquí." Sostuvo el papel por la punta.

 

Ambas chicas miraron el papel como si estuviera hecho de oro. Naruto podía ver como la mano de la rubia se sacudía para alcanzar el papel fuera de su agarre y tenerlo solo para ella misma. Él sonrió, sabiendo que esta era probablemente la mejor manera de vengarse de Sasuke por lo que le había hecho.

 

"Bien, ¿qué quieres por el?" La peli rosada le preguntó con un suspiro. Todo tenía un precio, y ella lo sabía.

 

Naruto se encogió de hombros. "Los nombres de las chicas más bonitas de la universidad. ¿Qué tal eso?" Le sonrió a ella.

 

"Sakura Haruno."

 

"Ino Yamanaka."

 

"Bien, damas, fue un placer hacer negocios con ustedes." Tiró el programa en la mesa, dejándolas pelearse por él. "Nos vemos." Les dio un saludo de dos dedos antes de volver donde Kiba.

 

Kiba negaba con su cabeza cuando el rubio volvió de nuevo hacia él. "Naruto, eres un mal, mal hombre."

 

"Lo intento." Naruto sonrió.

Notas finales:

Espero que hayan disfrutado la lectura ^^


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