CAPITULO 2
Una noche buena, una mañana confusa.
Escuchó como el despertador sonaba pero no quería abrir los ojos, estaba tan cansado que solo pudo tratar de moverse hacia el lugar en donde se encontraba el objeto que le había privado de seguir durmiendo pero todo se quedó en un intento…Tuvo que abrir los ojos cuando sintió como un fuerte brazo le rodeaba la cintura tan posesivamente impidiéndole moverse. Sin embargo su sorpresa no paró allí. Sus ojos se encontraron frente suyo a un rostro totalmente sereno debido a que dormía sin importarle el fuerte ruido que hacia la alarma del despertador y es que ese rostro lo conocía tan bien…
JongIn estaba acostado con él en su cama pero ¿Si JongIn estaba frente a él quién se supone que lo estaba abrazando?
Oh no…
Movió su cuerpo lentamente para quedar con la mirada clavada en el techo. Se quedó así por unos instantes hasta que agarró el suficiente valor para voltear su rostro al lado izquierdo de su habitación.
“Maldita sea” pensó KyungSoo cuando comprobó que esa persona no era nada más ni nada menos que Park ChanYeol. Su mirada se detuvo en esa boca entreabierta, ese cabello desarreglado, ¡No, KyungSoo! ¿Qué estás haciendo? Se regañó mentalmente mientras volteaba su rostro hacia otra dirección menos a aquella donde se encontraba el alto muchacho pero cuando giró hacia la derecha no pudo más que contener un gemido de frustración.
JongIn respiraba tan pesado pero a la vez tan lento que su respiración chocaba contra la cara del castaño. Nuevamente sus ojos traicioneros se dirigieron a la parte de la anatomía de su amigo que le enloquecía por completo: su boca.
Y es que JongIn tenía los labios moldeados por los mismísimos dioses griegos. Dos gruesas líneas con un color bastante peculiar, siempre moviéndose de la manera que podía llevar a imaginar lo más impuro hasta al más inocente de las almas.
La serenidad de KyungSoo se fue al demonio cuando su cerebro empezó a funcionar correctamente cuestionándose el por qué se encontraba en aquella situación. ¿Cómo demonios había acabado en la cama con esos dos? ¿Había pasado algo entre ellos? ¿Los tres?
¿¡Y por qué demonios la maldita alarma no se callaba!?
Con toda la fuerza que su cuerpo le pudo ofrecer quitó de su cintura aquel brazo mientras aventaba a un dormido ChanYeol al suelo para después girarse y seguir el mismo procedimiento con su moreno amigo. Ambos chicos despertaron debido al choque que sufrió su cuerpo con el duro suelo e instantáneamente buscaban al causante de su dolor.
—¿KyungSoo acaso estás loco?—preguntó JongIn mientras se paraba del suelo y dirigiéndole una mirada de pocos amigos al castaño.
—No eres el más adecuado para decir eso —dijo ChanYeol desde el suelo, observando a JongIn con una seriedad rara en el—Te dije que te fueras, que el mismo KyungSoo me pidió que me quedará en su recamara pero no, tuviste que insistir en quedarte— bufó molesto el pelinegro.
—¿Cómo iba a dejar que tú te quedarás con Soo?—contestó JongIn con los brazos cruzados. — KyungSoo estaba borracho y no iba a dejar que prácticamente un desconocido durmiera con él—.
KyungSoo estaba callado pero sus pensamientos lo estaban torturando ¿Desde cuándo JongIn se volvió tan protector? ¿Por qué le pediría a ese que se quedará a dormir con él? ¿Por qué todo era tan confuso? Tuvo que llevarse ambas manos al cabello y jalar de ellos mientras lo alborotaba en un acto pleno de desesperación.
—¡Los dos, largo de mi habitación, ahora!—gritó sin poder contenerse apuntando hacia la puerta para que quedará bastante clara su petición. ChanYeol Y JongIn dieron un brinco por la manera en que había gritado el castaño mirando con bastante incredulidad al pequeño pero no pusieron ninguna replica y ambos salieron de la habitación entre murmuros que KyungSoo no pudo descifrar.
Cuando escucho que la puerta era cerrada el castaño se dejó caer de espaldas a la blanda cama llevando su brazo hacia su rostro y así cubrir sus ojos. Una cosa era clara; no había pasado nada entre ellos y es que ChanYeol llevaba la misma ropa que había usado aquella noche así como JongIn. El llevaba puesta su pijama lo que solo podría llegar a dos conclusiones: Se cambió el solo o alguien lo…ayudo. Se retorció en la cama chocando sus puños a ambos costados de su cuerpo a la vez que pataleaba con suma desesperación pero se vio interrumpido cuando nuevamente su alarma se había encendido, acontecimiento que lo hizo volver a la realidad. A pesar de no tener en claro que había pasado no podía dejar de lado sus responsabilidades. De mala gana se levantó de la cama y se dirigió al único lugar que le podía proporcionar una paz momentánea y ese era sin duda el baño.
Ya después vería como resolver el lío donde se había metido.
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ChanYeol estaba en la cocina preparando el desayuno mientras JongIn estaba recargado en el refrigerador con una pose despreocupada, girando un vaso de jugo que traía en las manos. El pelinegro no podía estar en un lugar tan silencioso y peor aún con una compañía como la del moreno. Y es que no es que fuera mala, la cuestión es que era muy incómodo estar en el mismo lugar con la persona que le había declarado la guerra prácticamente.
—Quiero que dejemos algo claro—soltó de pronto JongIn aun girando el vaso de jugo.
—Dime—dijo ChanYeol apagando el fuego de la estufa para después retirar el sartén de ahí y vaciar el contenido en un plato que se hallaba en la mesa.
—Lo que te dije ayer es verdad— decía JongIn, alejándose del refrigerador para sentarse a la mesa y disfrutar lo que había cocinado el pelinegro.— Él es mío.—soltó a la par que se llevaba el pan francés a la boca esperando cualquier respuesta del alto muchacho.
—¿Tuyo?—bufó ChanYeol mientras se sentaba frente al moreno—Pues ayer KyungSoo no me dio a entender eso.
—Él estaba borracho y no sabía lo que hacía— contestó JongIn.— Además cada vez que él se acercaba a ti mientras bailaban tenía la mirada clavada en mi—dijo con una sonrisa bastante prepotente y pudo ver que su comentario tuvo el éxito esperado cuando vio el rostro de ChanYeol.
—Puede que haya sido así—murmuro ChanYeol, no apartando su vista del plato de comida que estaba degustando para después dirigir esa mirada a la persona que estaba frente a él—pero fueron mis manos quien lo tocaban, fueron mis labios quienes lo besaron—ChanYeol no quería usar esas palabras para poder defenderse pero le había calado el hecho de recordar que lo que decía el moreno… era verdad.
JongIn se inclinó lo suficiente para alcanzar el cuello de la sudadera que llevaba puesta ChanYeol pero antes de que su puño se estrellará contra el rostro de este, escucharon el sonido de la puerta de la habitación de KyungSoo abrirse para después ver al castaño en un traje de oficina de color gris y un maletín que llevaba en la mano izquierda. JongIn soltó al pelinegro pues no dejaría que KyungSoo los viera en una situación de violencia cuando sabía muy bien que para el castaño esos actos eran de gente idiota que preferían solucionar todo a base de golpes en vez de entablar una conversación que pudiera resolver el conflicto.
KyungSoo vio como ambos chicos estaban en la cocina tomando el desayuno cosa que se le hizo bastante extraña ¿Es que amanecer los tres juntos no les había sorprendido o qué? Bufó a la par que se dirigía a esa parte del departamento donde se hallaban esas personas con sumo silencio. No quería hablarles, no hasta que pudiera recordar bien lo que había pasado en ese club y sobre todo cuando tuvieran más tiempo puesto que ahora tenía que ir a trabajar y no iba a llegar tarde solo por el hecho de querer saber a profundo los detalles del suceso en el que se había metido.
Se dirigió al refrigerador para poder sacar la leche y así poder servirse un vaso de ese líquido blanco pero sus manos le estaban traicionando. Temblaban tanto que le era incapaz de servirse como era debido. Estaba nervioso pero como se supone que controlas los niervos cuando dos personas tienen la vista clavada en ti, observándote detenidamente.
—Preparé el desayuno ¿Gustas que te sirva, Soo? —preguntó ChanYeol.
—No, gracias—contestó KyungSoo bastante nervioso dejando la leche nuevamente en su lugar y el vaso en el fregadero.
Antes de que siquiera pudieran conversar sobre lo que había pasado, KyungSoo salió de la cocina, tomando su maletín que había dejado en el suelo cerca de la puerta para después abrir el trozo de madera y finalmente salir de ese lugar, dejando a ambos chicos confundidos por su comportamiento.
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—¿Qué tienes KyungSoo? A penas es tu segundo día de trabajo y parece que no puedes más—escuchó que le decía JongDae asustándolo en el proceso.
—¿Qué? No, estoy bien es solo que esta mañana no fue muy agradable—contesto KyungSoo removiéndose en el asiento.
KyungSoo se sentía fuera de sí mismo, no podía concentrarse como era debido pero es que no podía recordar al cien por ciento lo que había pasado ayer en ese club de mala muerte. Estaba frustrado y eso se estaba reflejando en su desempeño laboral cosa que no le parecía lo más profesional.
—Antes que ser compañeros de trabajo, somos amigos—le trato de tranquilizar JongDae.
—Lo sé —contestó sin ganas KyungSoo dejando caer todo su peso en su asiento—.Es solo que ayer salí con JongIn a un club y—
—¿Le confesaste tus sentimientos? —le interrumpió JongDae
—¡No! —gritó KyungSoo incorporándose bastante nervioso e incluso un poco sonrojado.
—¿Entonces?—preguntó de nueva cuenta JongDae recargando su codo sobre el escritorio para poner la palma de su mano en su rostro.
—Verás —suspiró KyungSoo.— Ayer no solo fuimos él y yo, nos acompañó ChanYeol,un tipo que me presentó el mismo JongIn hace dos años, fuimos a celebrar el hecho de que yo obtuviera este trabajo—sonrió—.De que JongIn fuera admitido en la Academia de Baile y de que ChanYeol obtuviera un contrato con una marca prestigiosa—seguía diciendo mientras JongDae le escuchaba atentamente.—Vi a JongIn bailar con una tipa y me enoje —gruño — así que empecé a beber más de la cuenta —, pudo ver como JongDae formaba una sonrisa de medio lado a la par que ladeaba su cabeza en una acción de reprobación —Pero después ChanYeol me propuso un trato…— susurró el castaño bajando la mirada hacia el montón de papeles que se encontraban en su escritorio.
—¿Un trato? ¿Qué clase de…trato?—preguntó JongDae bastante curioso.
—Uno donde…pusiéramos celoso a JongIn—contestó llevándose ambas manos a la cara para cubrir su sonrojo.
Escuchó como JongDae se soltaba en carcajadas mientras él está muerto de la vergüenza por contarle aquello pero es que en ese momento el trato no le pareció tan mala idea. Los celos le estaban cegando y no podía seguir así simplemente siendo un observador más de como JongIn se conquistaba a cualquiera y él tuviera que esperarlo hasta que acabará con sus momentos de conquistas para regresar a casa.
No, esa vez sería diferente…
[ FLASH BACK ]
—Hagamos la prueba hoy—susurro KyungSoo dirigiéndose al pelinegro.— Si logramos que tenga celos, verdaderos celos—hizo una pausa respirando profundamente— fingiremos que me gustas y que yo te gusto—concluyó con su copa vacía en el aire.
—Trato hecho, D.O KyungSoo— le contestó tomando de la barra su copa.
—Trato hecho Park ChanYeol— repitió, chocando sus copas.
KyungSoo observó cómo JongIn estaba por llegar al lugar donde él se encontraba con ChanYeol así que fingió estar de lo más alegre pasando su mano descaradamente sobre la pierna del pelinegro…solo un sutil roce.
—Ey, Soo ¿Estás bien?—pudo ver como el moreno le tomaba de la mano, aquella que había puesto en la larga parte de la anatomía de ChanYeol.
—Claro que sí, ChanYeol me está haciendo la noche—le contestó sin apartar la vista del pelinegro para total disgusto de JongIn.
El moreno se puso en medio de ambos para quedar de frente al castaño. Trono sus dedos justo enfrente de su cara para que le prestará la atención que él quería, KyungSoo frunció el entrecejo al ver la acción que había usado JongIn para que le hiciera caso pero no, había hecho un trato y ahora mismo comprobaría si había sido una buena decisión.
—No soy tu esclavo para que me truenes los dedos de esa manera y menos para que te preste la atención que quieres —gritó KyungSoo parándose de su asiento apartando al moreno para posicionarse enfrente de ChanYeol nuevamente y arrastrarlo hacia la pista de baile.
—Ahora si me disculpas iré a bailar con Yeol, tú puedes seguir dejando que aquella te restriegue su cuerpo—dijo con un tono bastante molesto haciendo un movimiento hacia enfrente para que el moreno pudiera percibir que la chica con la que estaba bailando se aproximaba hacia donde ellos estaban. JongIn quería frenar al castaño para que no fuera a bailar con él y menos estando prácticamente borracho pero sus intentos se vieron truncados cuando la bella chica posiciono sus manos en ambos hombros de él para besar así su cuello. Tomo la muñeca de la chica y la dirigió hacia el lugar donde KyungSoo y ChanYeol iban.
Si KyungSoo quería jugar…él jugaría también.
Cuando ambos chicos llegaron a la pista, KyungSoo se quedó prácticamente parado enfrente del pelinegro sin moverse ni nada. ChanYeol pudo percibir que para el castaño todo eso estaba siendo demasiado rápido para una persona como él pero no iba a permitir que la bondad del menor se interpusiera en lo que había querido que pasará desde aquella vez que esos ojos se cruzaron con los suyos…Así que aunque pudiera perder en el proceso, lo intentaría todo.
El pelinegro empezó a moverse al ritmo de la música, juntando su cuerpo al del castaño. La música era lenta, de esa música que te permite perderte solo en el acto de tocar, de juntar tu anatomía a la de otro y perderse en un mundo alternativo en donde solo importa sentir su piel sobre la tuya. KyungSoo movía sus caderas al ritmo que ChanYeol le marcaba, lento, adentro, afuera, a lado. Su mano que se encontraba en el hombro del pelinegro fue descendiendo lentamente sobre la longitud del brazo del mayor para poder entrelazar así sus dedos con los contrarios pasando así, con las manos unidas, su brazo sobre su cabeza para poder estar él de espaldas a ChanYeol. Fue ahí cuando al alzar su mirada pudo ver como JongIn se encontraba con esa chica prácticamente enfrente de ellos. Notó como JongIn deslizaba su mano sobre la cintura de la chica para apegarla más a su cuerpo y mover sus caderas a un compás tan lento que parecía que prácticamente el moreno le alzaría la falda tan corta que llevaba la muchacha y que lo harían en plena pista de baile.
KyungSoo sintió como su cuerpo ardía al ver como JongIn tocaba a la muchacho sin apartar su mirada de él ¿Es que acaso JongIn lo estaba haciendo…por celos? Ante ese pensamiento el castaño sonrío con malicia debido a que llevaría todo aquello hasta las últimas consecuencias así que antes de girarse le dirigió una última mirada al moreno mientras deslizaba la mano del pelinegro desde su pecho hasta la hebilla de su pantalón, viendo como prácticamente JongIn se congelaba al contemplar dicha acción.
Al girar su cuerpo de nueva cuenta al frente del pelinegro, KyungSoo se sobresaltó cuando la mano de ChanYeol se posiciono en su barbilla para poder alzar su rostro. No supo si fue acto del alcohol el que cuando su mirada se encontró con aquellos ojos negros sintiera una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo. No supo si fue culpa del alcohol el dejar que esos labios se acercaran tanto a los suyos. No supo si fue culpa del alcohol cuando le… beso. Un beso rápido, suave…misterioso. Cuando ChanYeol se alejó de él pudo ver como se formó una sonrisa en el rostro de este que le hizo estremecer y es que ¿Qué es lo que tenía ChanYeol que ahora le parecía tan…distinto?
[FIN FLASHBACK]
—Espero sepas en lo que te metiste —le dijo JongDae desde la puerta de su oficina.
—No, no lo sé pero veré hasta donde me lleva este juego—contestó KyungSoo totalmente convencido de que una vez iniciado todo esto llegaría hasta las últimas consecuencias. No quería seguir perdiendo el tiempo mientras esperaba que JongIn se diera cuenta de sus sentimientos.
—Espero no termines perdiendo el mismo juego que tú iniciaste sin pensarlo correctamente—le regaño su amigo para después salir por completo de ese lugar.
—Qué más da perder algo que nunca ha sido mío…—murmuro KyungSoo dirigiendo su vista hacia el lugar donde segundos antes JongDae había salido.
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Cerró la puerta de su departamento con sumo cuidado. No quería despertar a ninguno de los chicos porque sencillamente no estaba de humor para entablar una conversación por más simple que fuera con alguno de ellos. Cuando se quitó los zapatos dejándolos en la entrada vio como las luces de la sala se encendían. Alzó su vista hacia la sala y distinguió como tanto JongIn y ChanYeol se incorporaban del lugar donde estaban acostados bastante somnolientos.
—Creo que es mejor que vayamos a dormir, siento mucho haberlos despertado—decía KyungSoo dirigiéndoles una reverencia para poder irse directamente a su habitación.
—No espera Soo, tenemos que hablar de algo importante —pronunció JongIn alcanzando al castaño antes de que pudiera seguir caminando hacia su cuarto.
—¿Im-importante? —balbuceó KyungSoo algo nervioso.
—Verás…ChanYeol y yo tuvimos una conversación unas horas antes de que llegarás —. contestó JongIn mirando al castaño directamente a los ojos. —Él y yo hemos sido amigos desde hace mucho tiempo y por esa razón —hizo una pausa para indicarle al mayor que se sentará.—Llegamos a un acuerdo —finalizo sentándose sobre una acolchonada sala.
—Tanto a JongIn como a mí nos gustas —. Soltó sin ninguna contemplación ChanYeol—JongIn es algo lento y puede que esto te tomé con sorpresa pero es la verdad—seguía diciendo mientras percibía como los ojos de KyungSoo se abrían de una manera alarmante. — Así que hemos decidido luchar por ti—concluyó recargándose sobre el respaldo del sillón donde estaba sentado.
—¿Qué?—preguntó KyungSoo bastante confundido. Acaso había escuchado que el pelinegro había dicho que a JongIn le gustaba… ¿Qué, cómo, desde cuándo?
—Sé que soy bastante distraído y tengo miles de defectos pero eso no tiene nada que ver con lo que sé que siento por ti —dijo JongIn algo nervioso.
—Es que ustedes creen que soy idiota —gritó furioso KyungSoo dirigiéndoles a ambos una mirada que podría darle miedo hasta al más valiente del mundo. —¿Qué querían que les dijera? “Ay, que lindos luchando por m, si claro”— formó con sus dedos comillas dándoles a entender el mensaje que estaba queriendo transmitirles.—¡No! —volvió a gritar el castaño parándose de golpe de la sala.
—Sabíamos que ibas a tener una reacción como la de ahora pero decidimos correr el riesgo—le contestó ChanYeol bastante relajado.— O puedes cooperar con nuestro acuerdo o tener que resignarte a ver como dos tipos idiotas luchan por ti a la mala—.
KyungSoo sintió como el cuerpo le ardía por la furia que esos dos le estaban provocando, apretando ambas manos en forma de puños que prácticamente se podía percibir la fuerza que estaba ejerciendo en ellos puesto que sus nudillos se ponían blancos. Suspiró tan fuerte para poder relajarse ¿No se supone que él había hecho un trato con ChanYeol? ¿Cómo ahora ese maldito hacia un acuerdo con JongIn? ¿Era parte del plan o qué demonios pensaba ChanYeol?
—KyungSoo—dijo JongIn en un tono tranquilo para tratar de tranquilizar al castaño.—Solo déjanos luchar por ti de una manera limpia, en donde aceptemos que habrá un ganador y un perdedor—le susurró acercándose más a él tomando ambas muñecas del castaño
—¿Qué dices?—
KyungSoo no sabía cómo demonios siempre tomaba las decisiones que parecían buenas y que al final le resultaban las peores del mundo. Pensó que el trato con ChanYeol solo iba a ser para que JongIn se diera cuenta de que él no iba a estar siempre atrás, siempre viéndolo con alguien más pero… ¿No se supone que entre toda esta conversación JongIn le había prácticamente dicho que le gustaba? ¿Entonces por qué ChanYeol había hecho ahora un trato con su moreno amigo para conquistarle?
—Una cita por día —Soltó ChanYeol.
—Sin interrupciones —Añadió JongIn.
—Besos solo cuando tú quieras, llegar solo hasta donde tú quieras —menciono ChanYeol una vez más.
KyungSoo dejó caer de nueva cuenta su peso sobre la sala. Parecía que esa acción ahora iba ser su pasatiempo favorito. Suspiro clavando su vista hacia el techo sin decir ni una sola palabra. Todo esto parecía una novela de esas en donde al protagonista le pasaban cosas sacadas de un cuento de fantasías solamente.
—Solo espero que sea verdad la parte en donde a pesar de lo que llegue a pasar no habrá conflictos entre ustedes—susurró KyungSoo parándose del lugar donde estaba cómodamente sentado dirigiéndose a su habitación.
—Así será —le contestaron ambos muchachos con una evidente sonrisa en sus rostros.