Era mi desino octavo cumpleaños y no tenía ni la más mínima intención de levantarme de la cama, no después de la muerte de Naruto. Cuando el murió ya nada tenía sentido en mi vida. Solo había vuelto por el… había dejado a mi familia, y mi fortuna por él… y si que valió la pena. Al menos ese mes valió la pena…
Me levante con la tercera vez que sonó el maldito despertador, me lleve el cabello para atrás y me dirigí al baño.
Necesitaba salir antes de que llegara la pesada de Sakura, era mi amiga… Bueno en realidad era más amiga de Naruto, hubo un tiempo en que decía estar enamorada de mí, pero fue quien me ayudo a “confesarme” al rubio antes de partir:
—Sasuke… Solo te quedan tres días y aun no le has dicho nada a Naruto ¿sabes cómo se sentirá, cuando te vayas? Es tu mejor amigo y él ni por enterado de que te vas del país.
—Se lo diré.
— ¿Cuándo se lo dirás? Sasuke… se que Naruto te quiere mucho y tu también lo quieres mucho ¿estás enamorado de él, verdad? Es por eso que no has podido decirle adiós…
— ¿Cómo lo sabes?
—No soy ciega y sé que lo miras desde hace mucho tiempo… Solo te aconsejo que es mejor que le digas lo antes posible.
La peli rosa se alejo dejando al azabache sumido en sus pensamientos, desde hace años sabía que Naruto le gustaba, que lo amaba… Pero nunca se había atrevido a decirle “me gustas” “estoy enamorado de ti” y aun peor… No se atrevía a decirle “adiós, Naruto…”
En ese momento Sasuke entro a la ducha desnudo, se coloco bajo el agua fría que poco a poco se iba calentando, mientras volvía a su último recuerdo con Naruto:
— ¡por favor Sasuke!
—No, Naruto, no quiero llevarte a comer esa porquería.
— ¡No es una porquería, es Ramen!
—Es una porquería. Intenta comer algo más.
— ¡Si no vienes conmigo entonces iré solo!
El azabache lo siguió resignado, a pesar de que no le gustaba ir a ese lugar siguió a Naruto solo para complacerlo, a demás de que comió esa porquería solo porque el rubio quería. Si él se atrevía a comer semejante porquería aria que Naruto también comiera lo que a él le gustaba. Unas buenas verduras no le caerían nada mal.
Desde que Sasuke volvió del extranjero, se quedo en la casa de Naruto. Si, ya sabía en donde vivía, y para eso había tenido que contactar a Sakura, quien le ayudo en el viaje. Cuando toco la puerta y Naruto salió con solo un pantalón naranja y sobando sus ojos lo abrazo con fuerza, luego se separo y lo miro de pies a cabeza, sus miradas eran interrogativas con una pisca enorme de felicidad, Naruto se lanzo a sus labios y sin pensarlo se unieron en un acto de amor.
Las palabras no fueron necesarias, simplemente se besaron y tocaron, ambos sabían lo que sentían por el otro, por eso habían esperado tanto tiempo.
Cuando los padres de Sasuke le informaron que se mudarían para una mejor educación, su desesperación nació, el no quería dejar a Naruto… No quería dejar su vida en Konoha, pero tampoco había podido decirle a Naruto… El último día que le quedaba en aquel país llevo a Naruto a la azotea, tomo sus manos y lo miro fijamente a los ojos.
— ¿Sucede algo? —Pregunto el rubio mirando como el azabache sujetaba sus manos.
—Naruto por favor espérame… —Pidió para luego besarlo en un acto tierno. Era la única forma que se le había ocurrido despedirse, no sabía cuándo podría volver a ver esos ojos azules, no sabía cuándo podría volver a tocar esos suaves labios… No sabía si el rubio sentía lo mismo que el.
El tiempo había pasado rápidamente y a la vez a una velocidad mínima. Cada maldito día era desesperante para sasuke, cuando finalmente termino su estudio su madre había querido que se casara con una chica llamada Ino, pero él se negó, renuncio a su familia, a su fortuna y desapareció de sus vidas. Ya habían pasado cuatro años y era hora de ver a su amado Naruto.
Un mes después, una noche algo calurosa Naruto insistió en ir al Ichiraku, y lo había conseguido, había conseguido que Sasuke aceptara. Comieron y bebieron un poco, cuando la noche llego y las calles estaban vacías una persona de cabello rojizo y unos ojos bastante raros, les grito pidiendo sus pertenencias. Al principio se negó y Naruto insistió en darle sus pertenencias, pero el azabache se negó. El chico de cabello rojo saco su arma y sin pensarlo apunto al mayor. Era el único problema en su noche.
Por instinto Naruto se coloco frente a su novio recibiendo la bala. En cambio el chico que los estaba asaltando huyo al escuchar los murmullos de las casas vecinas. Las luces de las cosas alumbraron dejando ver un débil rostro.
Naruto estaba pálido, las lágrimas salían de sus ojos, no le gustaba para nada como Sasuke lo miraba.
—Perdóname Naruto… Debí dejar que él se llevara lo que quería.
—No te preocupes Sasuke… —Intento sonreír Naruto.
—Naruto… Por favor resiste. Estarás bien… —Susurro sacando su móvil para llamar a la ambulancia.
—Sasuke… perdóname… —Susurro posando su mano en el móvil del mayor y acercando sus labios hacia los de Sasuke para besarlo por última vez. Sabía que su cuerpo no resistiría más que unos segundos.
El causante de la muerte del rubio, se alejo y desde la distancia logro escuchar el nombre de la persona que había acabado de matar, no fue su intención matarlo a él. “!!NARUTO!!” Eso fue lo último que escucho para luego ser arrollado por un auto.
Naruto…—Susurro Sasuke saliendo de la ducha. Enrollo una toalla en su cintura, se acerco al lavamanos y cepillo mientras miraba su rostro. Se veía lamentable. Si tan solo hubiera dejado que él se llevara lo que quería…
Salió del baño para colocarse un pantalón negro y una camisa de abotonar blanca, miro su muñeca en la cual tenía una pulsera que decía: pertenencia de Uzumaki Naruto. Y claro que Naruto había llevado uno igual a él, solo que el del rubio decía: pertenencia de Uchiha Sasuke. Sonrió un poco al recordar cómo es que la había conseguido.
—Naruto, hagamos una apuesta.
— ¿Qué quieres apostar?
—Debes estar toda una noche en el cementerio de Konoha, si pierdes harás lo que yo quiera y para que no te quejes yo haré el mismo reto… Estaré contigo y gana quien no salga corriendo.
— ¿Y que gano yo?
—Lo que quieras. —Dijo Sasuke despreocupado, sabía que ganaría aquella apuesta.
—Pero teme yo no quiero…
—No seas Dobe.
—……… Eres un maldito teme manipulador ¡Está bien lo haré! —Contesto el menor después de pensárselo, no quería quedar como un cobarde debilucho ante su amigo, pero tampoco quería estar en ese lugar… aunque no lo admitiera le temía a los fantasmas…
Esa misma noche ambos se escaparon de sus casas y se encontraron frente al cementerio de Konoha, entraron y caminaron al centro de aquel lugar. Comieron y conversaron mientras se cubrían con unas mantas las cuales los cubría del frio.
—Sasuke tengo hambre…
— ¿No trajiste nada de comer, Dobe?
—No teme. —Contesto el menor algo enojado, no solo por las palabras de Sasuke si no porque no lo había pensado de tanto pensar en que podría ver un fantasma, pero para su suerte al menos no estaba solo.
Sasuke se acerco a su maleta y saco una manzana la cual le ofreció al menor.
—¿una manzana?... —susurro tomándola en sus manos— al menos no es verde, las verdes no me gustan son acidas…
—Lose. —Contesto Sasuke sacando una manzana verde de su maleta la cual mordió— Eres tan Dobe que era obvio que no traerías nada para comer.
— ¿Entonces la trajiste para mi, teme?
—……
Sasuke no dijo nada, no le diría a Naruto que tenía razón, pero tampoco hablo al escuchar unos pequeños murmullos los cuales erizaron los vellos del menor.
— ¿Qué fue eso Sasuke?
—Shhh, no lo sé, haz silencio…
Poco a poco los murmullos se hicieron más fuertes, un frio recorrió el cuerpo de los dos y en medio de Naruto y Sasuke apareció una chica casi transparente, tenía el cabello azul y una rosa como adorno, tenia ojos color miel y los miraba con una tristeza que los espanto, Naruto por reacción salió corriendo y tras de el Sasuke quien lo tomo de la mano al ver que el rubio por poco tropieza, ambos huyeron de aquel lugar tras la presencia de la chica, dejando sus pertenencias en el suelo.
— ¡Perdiste teme!
— ¡Tu saliste corriendo primero!
— ¡Pero tú me seguiste! Además salimos al mismo tiempo del cementerio. — Se defendió Naruto con la respiración agitada al estar varias cuadras lejos del lugar.
—Entonces es un empate.
— ¿Un empate?
—Si un empate. Quiero que uses una pulsera que diga “pertenencia de Uchiha Sasuke”
— ¡¿Qué?! ¿Por qué…?
—Porque es lo que quiero.
—Entonces quiero que también uses una pero que lleve mi nombre en vez del tuyo. “pertenencia de Uzumaki Naruto” claro que eso lo había dicho porque sentía que no era justo que el usara uno y Sasuke no.
En ese momento sonó la puerta sacando de sus pensamientos al azabache, Sakura le había ganado la partida y había llegado antes de que este pudiera salir. Pero tampoco pensaba abrirle.
— ¿Cuánto tiempo pretendes que me quede esperando que toque a la puerta? —pregunto una peli rosa mal humorada.
— ¿Cómo entraste?
—Naruto me dio las copias de sus llaves hace mucho tiempo.
—Me encargare de eso después.
— ¿Qué dijiste?
—Nada.
—Entonces vamos… Los chicos quieren que nos reunamos y celebremos tu cumpleaños en casa de Kiba.
Sakura practicante lo llevo arrastras. Cuando estaba a punto de subir a un taxi Sasuke recordó el último momento de vida de su amado:
— ¡Naruto, Naruto No te duermas…! —Gritaba conteniendo las lagrimas— ¡Naruto por favor resiste…
—Tranquilo Sasuke… —Susurro Naruto posando su mano en la mejilla del mayor, para limpiar sus lágrimas— Perdóname…
—¡¡NARUTO!!
En ese momento Sasuke aparto a Sakura de su lado. Necesitaba estar solo, no quería estar con ella ni con ningún amigo de Naruto. Con el único que quería estar era con el rubio.
—Hoy quiero estar solo, Sakura. Diles a los demás que no iré. —Afirmo alejándose de la menor a paso lento.
Se dirigía al cementerio, quería visitar la tumba de su amante. Y cuando llego se sentó frente a ella. La noche poco a poco llego empezó a recordar todos los momentos que habían vivido, cuantas apuestas y retos habían hecho, cuantas veces ocultaron sus verdaderos sentimientos tras cosas sin sentido como sus juegos.
Leyó con lentitud el nombre de “Uzumaki Naruto” que se encontraba tallado en la lapida al igual que la frase que estaba en el amuleto de Naruto.
— ¿Recuerdas cuando te pedí que me esperaras? Desde el momento en que me subí al avión no podía dejar de preguntarme si me esperarías o no. No podía dejar de preguntarme si estarías bien o si ya había llegado alguien más a tu vida. —Confeso delineando el nombre de su amado— tuve que esperar cuatro años para poder verte y fue el segundo mejor momento de mi vida… el primero fue cuando me correspondiste cuando te bese por primera vez. El momento más triste de mi vida fue cuando te alejaste de mí… Si yo hubiera dejado que ese sujeto se llevara lo que quería seguramente en este momento estarías.
Sasuke no se había levantado de donde se encontraba durante tres días, el cuarto seguía hablando de sus recuerdos, de Naruto… en ese momento sintió una mano en su hombro y unas gotas saldas en su cabeza azabache.
—Yo no quería que murieras así… Sasuke… —Susurro entre lágrimas en rubio siendo abrazado por el mayor.
—Estoy bien ahora, contigo siempre estaré bien…
Se miraron a los ojos y como hace cuatro años se volvieron a besar.
Al día siguiente en las noticias se informo que un chico de cabello Azabache, ojos oscuros y piel blanca había muerto por la fiebre que había sufrido al estar vestido con unos pantalones negros, unas botas de cuero y una camisa de abotonar blanca. Había estado tres días bajo la intemperie. El invierno había sido muy fuerte y el chico no había buscado refugio.
—Solo quería verte…
— ¿entonces tu decidiste tu destino?
—Así es. —Afirmo el mayor.
—Teme… —susurro Naruto volviendo a los labios de su amante, los cuales extrañaba al igual que su cuerpo.
En ese momento a la mente de los dos volvieron los recuerdos del mes en el que estuvieron realmente juntos. Cuando se hicieron uno, la cantidad de Citas que tuvieron, la cantidad de beses que se besaron con deseo…
Una de esas noches ambos fueron al apartamento de Sasuke, al principio tenían pensado ver una película pero las cosas se salieron de control, después de unos cuantos besos ya se encontraban casi desnudos uno sobre el otro mientras acariciaban el cuerpo de su pareja. Sasuke chupaba los pezones de Naruto quien acariciaba el azabache cabello del mayor.
Después de una ágil preparación, Sasuke abrió las piernas del menor, pero Naruto lo empujo y se coloco sobre él para auto penetrarse, no era tan sumiso como parecía… Sasuke quería sentir su hombridad entre las paredes del menor y Naruto quería sentir a Sasuke en su interior.
apoyo sus manos sobre la cama en los costados de la cabeza de Sasuke mientras empezaba a bajar, unos cuantos quejidos salieron de su boca pero fueron callados por los labios del Azabache quien lo beso para ayudar a calmarlo, sus manos recorrían su espalda, glúteos y nalgas. Cuando sintió que el miembro de Sasuke había entrado por completo se separo del beso con la respiración agitada y unas cuantas lágrimas que salían de sus ojos.
Después pasados unos minutos Sasuke lo tomo de la cintura y cambio la posición, sería él quien se movería a un ritmo lento que poco a poco se iba tornando más rápido, debía asegurarse que Naruto no sintiera dolor y este le indicaba cuando podía aumentar el vaivén de sus embestidas, los quejidos se habían difuminado y ahora eran gemidos de placer, había encontrado el punto que hacia gritar de placer a su pareja.
Querían que su primera vez fuera tranquila e inolvidable, ambos lo habían deseado por más de cuatro años…
—Ya nunca volveremos a separarnos Naruto… En este mundo ya nada nos separara. —Afirmo el mayor mirando a su pareja — En la muerte ya no hay nada que pueda separarnos.