(Narración por Henry)
En Ocracoke Island, afuera en el hotel Blackbeard’s Lodge, al escuchar esas palabras de Christian, que me quedará, me paralizo mi cuerpo, mis hijas me miraban esperando que iba a contestar.
Voltee pero con mucho miedo, a la vez me decía a mí mismo, no tambalearme frente a él y al mirarlo vi que ya estaba cerca de mí, su perfume, dios mío estaba impregnando en mi cuerpo.
Por favor quédate, no te vayas, me decía de nuevo Christian.
Es…te…. Dios mío volví a tarmudear, y eso que lo deje hacer tiene tiempo.
Christine y Jennifer contestaron de mi parte, si nos quedaremos señor Anderson, por lo que voltee a verlas, y me quede callado, no comprendía el por qué.
Bueno niñas nos quedaremos, dijo mi hermana Sherry entrando con ellas al hotel, y dejándome solo con Christian afuera del hotel, quería morirme, al verlo frente a los ojos.
Christian no decía nada, seguía ahí parado frente de mí, por lo que yo le dije, bueno estarás satisfecho que me quedare en esa suite, pero te pagare la reservación, no quiero deberte nada, al caminar para el lobby.
Siento que me detienen, volteo y veo que me agarra la mano, Christian, le reprocho, que estás tramando de hacer, suéltame por favor, le pedía.
Él no decía nada, me seguía sosteniendo la mano, su mirada era tan fría y calculadora, al observarlo.
Se acerca una mujer guapa y asiática, aquí estas Christian, por fin te encuentro, le dijo, voltea a verme, y me saluda tan familiarmente, hola Henry, me da mucho gusto conocerte por fin, me han hablado mucho de ti.
Atónito, le cuestione, quién le ha platicado sobre mí, por lo que su mirada de ella va hacia Christian.
No puede ser, no puede ser, el famoso político Anderson, hablaba sobre mí con sus empleados, replicaba en mí mismo, que tanto habrá dicho sobre mí, les habrá platicado cómo se divirtió conmigo al hacer su famosa apuesta. Quería ir con mis hijas, el seguía sosteniendo mi mano, deteniéndome.
(Narración por Christian)
No iba a permitir que se vaya Henry, al agarrar su mano, al sentirla, quería estar así con él, nada más escuchaba lo que me decía Chrissy de algo de una videoconferencia que tengo que hacer con el Presidente de Estados Unidos, por lo que le conteste que lo checara todo, porque yo iba de salida.
Empecé a caminar, jalando a Henry quien me reprochaba molesto que lo soltará, pero no, no, lo iba hacer, la limusina se acercó, abrí la puerta, ya puedes entrar, él me miró todo atónito en que me creía yo.
Qué crees o qué estás pensando hacer, al subir ahí, me reprocho Henry.
Sube por favor, no tardaremos, le dije, subiéndolo a la fuerza, voltee y observe como Dom y Chrissy mis mejores amigos y asistentes que tengo se empezaron a reír.
En la limusina, Henry no me miraba, estaba muy molesto, abrí mi botella de champaña, le serví un poco en su copa y se la di, ahí volteó a verme enojado, me contesto que no toma.
(Narración por Henry)
No sé porque me deje subir en esta limusina, que ni sabía dónde se dirigía, había tenido oportunidad en bajarme y salir corriendo, no entiendo de qué quiere hablar conmigo el famoso político universitario que me rompió el corazón.
Pero por otra parte mi corazón latía muy rápido, lo cual dejo de hacer hace tiempo.
La limusina se detuvo, por lo que Christian bajo y se asoma al verme de que ya llegamos, por lo que baje y al intentar correr, me detiene la mano.
Alzo la mirada, y estamos en un muelle, no puede ser aquí de nuevo, como si fuera ayer al conocer su famoso yate por primera vez y luego lo de mi cumpleaños.
Parece que si te acuerdas, dice Christian al quitarse su saco, se acerca a su chofer, no pude escuchar que tanto le decía, que sube a la limusina y se va.
Que, que, que, está pasando aquí le reproche, a qué venimos aquí.
A hablar, me contesto, jalándome.
Aquí hablar, o hablar de qué, no te entiendo, le reproche a Christian, quien me jala caminando hasta llegar a un yate más lujoso.
Bueno sé que el yate que te acuerdas de hace 15 años, lo quemé hace 4 años, señaló.
Al escuchar la palabra, quemarlo, porque lo habrá hecho, acaso estaba loco.
Me subió al yate, ok estamos aquí, señor Anderson, le dije, ahora si podremos regresar al hotel.
No, regresar al hotel, todavía no, dice al entrar a la cubierta. No entiendo que se propone, pero es mi oportunidad para escapar de aquí y regresar al hotel, cuando siento que se empieza a mover el yate y se sube el ancla.
No, no puede, estar pasando esto, al voltear, veo que Christian está hablando con un capitán de marina que está manejando su yate y se empieza a alejar del muelle, no puedo ni tirarme al mar, no sé nadar.
No puedo creerlo, me secuestra el famoso senador de Estados Unidos, porque no aprendí a nadar cuando era niño, exclamaba a mí mismo.
(Narración normal)
Horas después, dos de la tarde, mar, yate, Henry todavía seguía afuera, se acerca Christian con un vaso de jugo de naranja, no piensas beber tampoco este jugo.
Henry molesto voltea a verlo, le reprocha, por qué todavía no regresamos a la Isla, piensas que nos quedemos aquí, cuando debo estar con mi familia, que debe estar preocupada.
Por tu familia, no te preocupes, la están cuidando, dice Christian al tomar su jugo de naranja.
Por qué haces esto, no entiendo, quieres tenerme secuestrado, acaso, reprocha Henry.
Ya te dije, tenemos que hablar, dice Christian.
Hablar de qué, contesta Henry, ah no me digas quieres platicarme cómo te ha ido en tus viajes con tu esposa y familia, lo cual estoy muy enterado sales en las noticias, replicó.
Christian alzando la mirada, le dice, me halaga al saber que estás al pendiente de todo lo que hago, entonces todavía te intereso, riéndose sarcásticamente.
Que, tú que, reprocha Henry, te equivocas, yo ya te olvide, desviando la mirada.
Christian lo jala hacia él, mírame a los ojos, le dice, Henry no lo voltea a ver, mírame por favor, alzando su cara del joven.
Dime de frente que sí me olvidaste, reprocha Christian, Henry mirándolo, para eso me trajiste aquí, pierdes tu tiempo, le responde.
No pierdo el tiempo, he estado esperando este momento, a estar así contigo, dice Christian, porque, yo….. Henry le tapa su boca con su mano, comentándole, no sigas por favor con tus mentiras.
Christian quitándole su mano y agarrándosela, le dice ven vamos a comer, jalándolo para ir al camarote.
En el camarote, Henry al entrar se sorprende ver varios platillos en la mesa, Christian sentándose espero que te guste y no critiques lo que preparó mi chef.
Henry nervioso y pensativo, dice, ay Dios mío, parece un almuerzo romántico, nada más faltan las velas y la música romántica, no comprendo nada en por qué estoy aquí con él y hace todo esto.
No te vas a sentar, le dice Christian.
Henry sentándose con nerviosismo, Christian le pregunta si va querer ensalada de caracol o de camarón, el joven observa el plato del mayor, dándose cuenta que su hija tiene los mismos gustos que él.
Nada más quiero ensalada verde, contesta Henry.
No creo que eso nada más quiere comer, dice Christian, al servirle en su plato, varios tipos de ensalada de caracol, camarón y ceviche.
Se acerca un mayordomo coreano, con una botella de vino, dice, disculpe señor Janney querrá un poco, Henry atónito al ver cómo sabe su apellido.
Christian agarrándole su copa le dice, dale un poco Yukino, no quiero que se maree.
Henry empieza a comer con nerviosismo, pensativo, en qué es todo esto y por qué está aquí con él, alza la mirada y observa en como come Christian, su corazón empieza a palpitar, de que esté aquí con él.
Christian comiendo su ensalada, le cuestiona, no piensas comer y nada más estarás observándome.
Es que…. dice Henry, cuando siente la mano de Christian que le agarra su mano, el mayor le comenta, siempre espere este momento.
Momento de qué, cuestiona Henry, todo nervioso.
Me gusta mucho como te pones así, a pesar que creciste y estés totalmente diferente, sigues siendo el mismo adolescente del que me enamore, cuando te conocí aquí, dice Christian.
Henry se enoja, reprocha, vas a seguir con esas mentiras, acaso se te olvida cuando supe lo de tu famosa apuesta de acostarte conmigo por dos mil dólares.
No acepte, nunca este dinero de mis amigos, dice Christian al tomar un poco de su vino, Henry alza la mirada, observándolo asombrado.
Desde ese día que te conocí, empecé a sentir algo por ti, todo por mirarte, mis amigos se le vino la loca idea de la famosa apuesta contigo o con tu otro amigo, por lo que acepte que tu fueras la víctima, pero desde tú fuiste especial y al entregarte a mí, tu cuerpo me pertenece, dice Christian.
Henry asombrado, le reprocha, porque sigues mintiendo, acaso no tienes la conciencia tranquila, por eso me trajiste aquí, lo mejor es regresar a la Isla.
No supe de ti, a pesar que estaba en Londres, tú seguías y sigues en mis sueños y pensamientos, lo cual me ha llevado a tener problemas en mi matrimonio, porque desde ese momento que te entregaste a mí, no pude acostarme de nuevo con mi esposa, porque al momento de hacerlo, te veía a ti, dice Christian serio.
Henry asombrado y nervioso, jugaba con su tenedor la comida, al escuchar eso.
Mira sé que estás comprometido y que piensas casarte, lo cual me da mucho gusto, dice Christian al empezar a llorar, porque debí ser sincero contigo y de que te amo Henry.
Henry asombrado al escuchar lo que dice Christian, parándose.
Henry empieza a llorar, nervioso se para.
Christian voltea a verlo, le dice, voy avisarle al capitán que regresemos, Henry lo detiene agarrándole su mano, le contesta, no te vayas.
Christian le alza la mirada y ve que Henry también está llorando, quien lo abraza efusivamente, le susurra en el oído, yo también te amo Christian, quien busca sus labios y se empiezan a besar apasionadamente.
Las lenguas de Christian y Henry se empiezan a jugar en la larga cavidad de sus bocas, el mayor deteniéndose, camina con Henry llevándolo al sofá, acostándolo.
Henry llorando toca la mejilla de Christian, pese el tiempo y estos años no he podido olvidarte, el mayor lo empieza a besar, y desabrochándole su camisa, el joven lo ayuda y también le quita su camisa al mayor.
Minutos después, ya quedando desnudos, Christian empieza a lamer el miembro de Henry, quien empieza a gemir ¡Aghhhhhhhhhhhhhhhhhh! Sintiendo de nuevo los labios de su universitario, gime ¡Aghhhhhhh Chris!
Christian sigue lamiendo el miembro de Henry, quien jala los cabellos del mayor hacia su miembro para que lo siga chupando, gimiendo ¡Aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡Aghhhhhhhhhhhhh!
Christian deteniéndose se acerca a los labios de Henry quien lo empieza a besar, el mayor se sienta en un lado del sofá, donde el joven se acerca y empieza a besar su pecho, y a succionar sus pezones.
Christian empieza a gemir ¡Aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Henry le sigue succionando sus pezones con su lengua y con una mano empieza a masturbar el miembro del mayor.
Christian sigue gimiendo ¡Aghhhhhhhhhhhhhhhhh! Y agarra la mano de Henry para que siga masturbando su miembro con más rapidez.
Henry no para sigue masturbando el miembro de Christian, quien gimiendo ¡Aghhhhhhhhhhhh ya…. me…. ven….go…..! El joven ve que su mano está llena del semen del mayor, mete un dedo en la boca de él y en su boca, chupándose los dedos.
Christian lo acuesta, le abre las piernas a Henry, saca de su pantalón un preservativo, pero se lo quita el joven, quien le dice no te lo pongas, quiero tenerlo dentro de mí, empezándolo a besar.
Christian empieza a introducir su miembro, siente estrecho la entrada de Henry, le dice, nadie ha tocado esa parte, el joven se sonroja, contestándole que no, tú…..tú….tú…. has sido el único.
Christian empieza a embestirlo, Henry empieza a gritar ¡Ahhhhhhhhhhhh due…..le! El mayor lo calla besándolo, continuando con el vaivén, sus cuerpos se emergen en uno solo, después de tanto tiempo de no estar juntos, continuaron haciendo el amor varias veces, sin pensar cuantas horas se llevaron.
Horas después, 9 de la noche, Christian y Henry desnudos, entrelazados con sus manos, dormidos, en el sofá.