(Narración por Christian)
En Cocoa Beach, 10 de la mañana, sábado 6 de septiembre, departamento, decidí quedarme aquí varios días con mis hijas, hable con la directora del internado, por lo que decidí sacarlas de ahí, estar en el cuarto de Henry, sentir su perfume, me ponía triste, el detective de la señora Hewitt no tenía pistas sobre él, mi mamá me hablaba cada día para que entre en razón y me dé cuenta que Henry sí me abandonó y se fue lejos con mis trillizos.
Tocan la puerta, abro y es mi hija Jennifer quien me dice que el desayuno ya está listo, la abrazo y le doy los buenos días.
Papi no estés triste, sabes que papá regresara con mis hermanitos, me dice mi hija, ya que a ellas les tuve que contar lo que pasaba, no quería que hubiera secretos en nuestra familia.
En el comedor, Christine sirviendo los vasos de jugo de naranja, me dice que abuelita Heather mandó pan dulce.
(Narración normal)
En tanto en la casa Janney, Heather saliendo de su casa, se sorprende que un taxi se estacione, baje un tipo alto y musculoso, abre la cajuela sacando tres carriolas, y ve que en el taxi baja Henry con unos lentes obscuros y una capucha.
Heather llorando de alegría, exclama, ¡Hijo regresaste! Lisa y Sherry se asoman en la ventana ven que es su hermano con sus bebés.
Lisa abre la puerta y sale corriendo a abrazarlo, hermanito dónde estabas por qué te fuiste.
Henry nervioso, yo no me fui, me quisieron matar, dice.
Heather, Lisa y Sherry atónitas al escuchar lo que les dice Henry.
Hijo pero quién te quiere matar, cuestiona Heather preocupada.
Jim acomoda a los bebés en sus carriolas, Lisa y Sherry se acercan, quienes ven con ternura, dicen pero que hermosos están y grandes.
Mamá vamos adentro por favor para hablar y necesito que papá venga por favor, dice Henry al entrar a su casa.
Hijo aquí en Cocoa Beach se encuentra tus hijas y Christian, están en tu departamento, dice Heather.
Henry empieza a llorar al saber que Christian está en su departamento, pe….pe….pe…ro que hace aquí él, cuestiona.
Lisa entrando cargando al pequeño Christian, él está aquí desde que supo que desapareciste, por qué no creyó la carta que le mandaron con tu nombre, haciéndole creer que te irías lejos y no regresar, dice.
Henry atónito y enojado, cómo que una carta mande, cuestiona.
De seguro lo mandaron ellos, dice Jim asustado.
Cómo que ellos, dice Heather.
Mamá por favor habla a papá y a Christian necesito hablar con ellos, y que vengan mis hijas a conocer a sus hermanitos.
Sherry entrando con el pequeño Dylan, le dice este bebé es muy travieso no deja de agarrar mi soguilla.
Heather llora al ver a sus tres nietos, Jim le da al pequeño Mark para que lo cargue, ella le pregunta a su hijo quién es su amigo.
Mamá él es mi ángel de la guarda, me ayudo a estar a salvo, dice Henry llorando.
No entiendo hijo, dice Heather.
Por eso necesito que venga mi papá y Christian a casa por favor, dice Henry.
Heather agarra el teléfono y va a la cocina a hablar.
Ay hermanito no puedo creerlo que mis sobrinos estén tan guapos igual que a su tía, dice Sherry.
Sí mis pequeños Christian, Mark y Dylan son los más preciosos y a quienes amo, dice Henry.
Tienen los nombres de …., dice Lisa llorando.
Sí a las personas que tanto quiero, dice Henry.
Ay hermanito, mira sé que quieres contarnos a todos, pero debes saber que Christian no ha regresado al Senado desde que desapareciste, dejó su trabajo por estar aquí con sus hijas, ya que su mamá Beth nos echó días después que desapareciste, según que abandonaste a su hijo y no lo querías, dice Lisa.
Henry molesto, reprocha, no es cierto, esa señora es una vil mentirosa.
Hijo la señora Hewitt contrato hasta un abogado para dar con tu paradero, dice Heather al asentar el teléfono inalámbrico en su lugar.
Ella es un ángel mamá, desde que la conocí, dice Henry.
Sí hijo, dice Heather, al comentarle que ya vienen en camino su papá y Christian con las niñas.
Mientras en el departamento, comedor, Christian sorprendido les dice a sus hijas que terminen de desayunar para ir a casa de sus abuelitos.
De seguro mi abuelita nos dará un regalo, dice Jennifer.
Christine terminando de tomar su jugo de naranja, les comenta que tuvo un bonito sueño, que estaba en un bosque y vio a su papá Henry sonriendo y corriendo.
Christian se pone triste y desvía la mirada.
Jennifer abraza a su papá, vamos papi a apurarnos.
Una hora después, 11:15 de la mañana, en Washington, residencia Anderson, Maggie sonríe al ver que sus papás y Hannah no han logrado convencer que Christian regrese, ya que sigue todavía en Cocoa Beach con sus hijas.
Suegro tiene que hacer algo al respecto, no es posible que mi esposo siga en ese “pueblo”, reprocha Hannah.
Lo único factible sería encontrar el cuerpo de ese chef, para que nuestro hijo esté aquí, dice Beth.
Ay por favor, de seguro lo quemaron, por eso no hay rastros de él, dice Robert.
En tanto en Cocoa Beach, casa Janney, sala, Dylan llorando abraza a su hijo Henry quien le dice que regresó, no podía estar lejos de su familia.
Heather bajando les dice que los bebés están durmiendo en su recamara.
Papá mira, quiero presentarte a mi ángel de la guarda, refiriéndose a Jim, quien saluda al señor Dylan, así que tú estuviste cuidando a mi hijo.
Tocan el timbre, Lisa les dice que debe ser Christian y sus hijas.
Henry se pone nervioso, cuando abren la puerta, las niñas entran saludando y se detienen al ver a su papá Henry ahí, empiezan a llorar, papi regresaste, dicen y corren a abrazarlo.
Henry abraza a sus hijas.
Christian entrando, saluda y alza la mirada, se sorprende ver a Henry abrazando a sus hijas.
Henry alza la mirada y ve parado a Christian, quien se acerca, Henry lo abraza.
Amor dónde estabas, cuestiona Christian abrazándolo.
Henry le pide a Sherry que suba con sus hijas para que conozcan a los pequeños Christian, Mark y Dylan.
Las niñas gritan emocionadas que nacieron sus hermanitos.
Uno de nuestros hijos, tiene mi nombre dice Christian llorando, sí amor le dice Henry al empezar a besarlo.
Son tan hermosos, esos bebés cuñado, dice Lisa.
Henry agarrando la mano de Christian, bueno familia creo que es hora que sepan el por qué me tuve que ir de Washington.
Amor el día que mi hermana y su novio salieron, me dejaron solo, un sujeto entró al penthouse para matarme, dice Henry llorando.
Christian y Dylan atónitos al escucharlo, se enojan.
Hijo pero quién quiere verte muerto, cuestiona Dylan.
Amor pero quién es capaz de hacerte daño a ti y a nuestros hijos, dice Christian.
Henry llorando soltando la mano de Christian, tu propia familia amor, quiso matarme pero no lo lograron.
Christian atónito al escuchar lo que dice, cómo dices que mi familia quiere hacerte daño, de dónde inventas esa barbaridad, si mis papás aceptaron nuestra relación, le reprocha.
Sé que es difícil creerlo, pero así fue, dice Henry sacando de su mochila, las carpetas negras, dándoselo a Christian, quien los agarra y abre y ve las fotos de Henry con él y su familia de él, en otra carpeta ve recibos y cheques a nombre de sus papás.
Christian llora de enojo, no, no puedo creerlo, mis papás querían matarte, reprocha.
Dylan ve las carpetas con Heather, hijo eso no puede quedar impune, tienes que demandarlos.
Henry abraza a Christian, amor Jim me salvo de las garras de tu familia, por eso me tuve que ir de Washington para salvar a nuestros hijos.
Así es señor Anderson, yo primero acepte ese trabajo en matarlo, pero ahí su mamá Beth Anderson no me dijo que su pareja estaba embarazado, dice Jim.
Usted, fue el matón que quería hacerle daño a Henry, dice Christian al golpear a Jim.
Amor por favor cálmate, él me salvo, se arrepintió y me cuidó antes y después del embarazo, dice Henry.
Christian furioso, y mis papás han hablado de nuevo con usted para preguntarle por el supuesto cuerpo de Henry, cuestiona.
No, por qué el último acuerdo fue no dejar ningún rastro y que usted creyera que Henry lo abandonó, dice Jim.
Ahora entiendo todo, entonces la supuesta carta que mando Henry no fue de él, sino de mis propios papás, para hacerme creer que me dejó, dice Christian furioso.
Me lo suponía, dice Lisa con razón tanto interés quieren que regreses con tu esposa.
¡Comoooooooooooooooo! Exclama Henry.
Christian lo abraza, pero no te preocupes amor, no soy capaz de estar con otra persona, sino contigo, le dice.
Amor sé que es tu familia, pero tienen que pagar lo que me hicieron, tengo que denunciarlos, dice Henry.
Lo sé amor, son mis papás pero lamento mucho lo que tengo que hacer contra ellos, te quisieron matar y yo no estuve ahí contigo, dice Christian al empezar a besarlo.
Por eso hermanito llegaste aquí directamente, no en Washington, cuestiona Lisa.
Así es, dice Henry al abrazar a Christian, quien le da la mano a Jim, le agradece que lo cuidara.
Amor por favor ayuda a Jim y a su amigo Sam en salir del país, ya que no cumplieron con el plan de sus papás, dice Henry.
No te preocupes amor, eso haremos primero, ayudarlos, luego iremos a casa a ajustar cuentas, dice Christian.
Sherry, Jennifer y Christine bajan con los pequeños Christian, Mark y Dylan que no dejan de llorar.
Ay papi no dejan de llorar nuestros hermanitos, te los trajimos, de seguro tienen hambre, dice Jennifer.
Christian se acerca a ellos y llora de emoción al ver a sus bebés, carga al pequeño Dylan quien sonríe.
Mira que hermoso lo carga y deja de llorar a ver a su papá, dice Lisa.
Henry le dice a su mamá Heather que lo ayude a preparar los biberones.
Dylan le dice que están tan hermosos sus nietos.
El pequeño Mark sonríe al ver a Jim quien lo carga.
Se ve que mis hijos se encariñaron contigo, dice Christian sonriendo.
Así es señor Anderson, estuve al tanto al cuidar a su pareja, y saca de su bolsillo, una carta, tómela por favor, esta carta se la quería mandar Henry desde Missouri para que vaya por él, pero se lo escondí con el temor que sus papás lo lean y vengan por él a matarlo, dice Jim.
Christian sonriendo le dice gracias, por cuidar a mi familia.
Sherry cargando al pequeño Christian que no deja de llorar, le grita a su hermano que se apure con el biberón.
Christian se ríe y se acerca con el pequeño Dylan, a ver al pequeño Christian que no deja de llorar.