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Conservando el corazón por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola! cuanto tiempo sin actualizar...un mes y dos dias e.e

En verdad siento la espera jejeje

Gracias a aquellos que se toman un momento para leer la historia y a aquellos que me dejan un alentador Review.

Esa mañana, Haku y Zabuza habían decidido desayunar en una mesa apartada para avanzar en la reconstrucción de su relación. Entonces fue cuando el doncel miro a sus amigos haciéndole un ademan de acompañarles. Les siguió dejando a Zabuza con los varones quienes también le llamaban, entonces entendió que era el momento de usar aquellos tentadores trajes de baño que había comprado en la tienda. Cuando salieron, miro a su esposo dejando ver su piel morena, aquella que deseaba tanto saborear y miro sus ojos llenos de deseo sobre él y fue cuando le sonrió coqueto. Se acerco a él pero, la caída de Minato había llamado la atención de todos y se preocupo al recordar sus momentos de universitarios en los que Deidara le había comentado sobre su Oto-Chan, no sabía nadar.

Después que Madara dejara de lado su ira hacia al joven que había pateado al rubio y se tirase al agua a sacarle. Se sorprendió al ver como el azabache retaba al chico en un baile de Break Dance pero, se quedo anonadado al ver como se movía como si fuese una adolecente.

—Al parecer, Madara-San no se acompleja por su edad—Sonrió divertido para voltear a mirar a Minato quien se encontraba fascinado.

Se giro a mirar a Zabuza mientras este desayunaba sin inmutarse. Dejo de mirar el espectáculo de Madara y continúo desayunando con un poco de aburrimiento. No podía entender el porqué su esposo se veía tan serio, la noche anterior ambos habían disfrutados de sus caricias y besos; y en aquellos momentos parecía como si no hubiese pasado nada.

—Haku…—El aludido salió de burbuja y le miro tendiéndole la mano—Vamos a nadar.

Haku asintió con un leve sonrojo dejándole que le llevara al agua. Al entrar a la piscina jadeo de satisfacción al sentí el agua tibia y no pudo evitar dejar flotar de espalda mirando a sus amigos a su alrededor entonces noto que, su esposo no estaba a su lado. Le busco por los alrededores hasta que le encontró recostado en la orilla así que, nado hacia él.

— ¿Qué haces aquí? —pregunto incrédulo al verle solitario cuando le había invitado.

—Me gusta verte nadar—Zabuza le miro de manera extraña haciéndole estremecer.

Haku se relajo para no sentirse nervioso con su esposo, si lo hacia se sentiría en sus épocas de adolecentes y eran recuerdos un tanto vergonzosos así que, le miro con un fingido puchero.

—Pero, pensé que haríamos algo divertido.

Zabuza le sonrió con sorna entendiendo que había tentado a su esposo. Cuando intento alejarse con disimulo de él, le estrecho contra su cuerpo sonrojándose al sentir un bulto contra su bañador.

—Ya que insistes, hagamos algo divertido—le susurro al oído.

Haku jadeo sonrojado dejando a Zabuza besar su cuello hasta que escucho un «Busquen una habitación» por Sai.

Zabuza gruño mirando molesto a Sai, sabía que el Uchiha acostumbraba a gastarle bromas para interrumpir su trabajo o irritarle pero, no había considerado la idea que también le molestara en sus momentos con su pareja.

—Voy a matarte—dijo mientras se alejaba de Haku para perseguir a Sai quien le hacía ademanes de burla, dejando solo a Gaara.

El de cabello rojo se acerco a Haku para mirar juntos la graciosa pelea entre sus esposos. Rieron a carcajadas al ver como trataban de ahogarse entre sí gritándose debajo del agua. Haku sonreía con ternura al sentir como su relación con su esposo volvía a como era en sus tiempos de adolecentes. Así que decidió hacer las típicas bromas que le hacía en aquellos tiempos.

— ¡Zabuza! —El aludido dejo de hundir la cabeza de Sai del agua y mirar  a su doncel—Parece que tienes más interés en Sai que, en mí. —Le hizo un tierno puchero disfrutando en sus adentros del leve sonrojo de la piel morena.

Zabuza se sonrojo aun mas al escuchar la risotada ahogada de Sai al haberse librado de su agarre y llenar de aire sus pulmones.

~*~

Deidara observaba como Gaara y Haku se divertían con sus esposos que, a diferencia de él, Itachi se encontraba recostado a una de las orillas de la piscina con los ojos cerrados como si estuviese meditando. En aquellos momentos solo podía sentir celos de sus amigos al verles sonreír junto a sus parejas y eso, también le hacía sentir mal es como si estuviese deseándoles lo contrario, que estuviesen tristes y aburridos como él. Deidara borro aquellos pensamientos, no debía sentir celos, si quería divertirse debía de dar el primer paso con su esposo ya que había retomado un tema que al parecer había sido muy sensible para Itachi.

Mostro la mejor sonrisa que podía y se acerco nadando hacia el azabache—Itachi…—Le coloco una mano en su hombro para llamar su atención. El aludido abrió los ojos y le miro, Deidara estuvo a punto de borrar su sonrisa al ver la mirada llena de dolor de su esposo—Porque no jugamos con nuestros amigos—Le señalo el lugar donde jugaban con una pelota inflable multicolor. Sin dejarle contestar le tomo del brazo llevándole pero, Itachi le jalo hacia él capturándole en un abrazo.

—Deidara…—Itachi escondió su rostro en el cuello de su esposo—Lo siento pero, no creo poder divertirme con ustedes.

Deidara se alejo un poco para ver la sonrisa lastimera de Itachi. Eso le hizo borrar su sonrisa dejando ver su aspecto preocupado. Frunció el ceño, debía de dejar claras algunas cosas con su esposo, no podían lamentarse por aquellos momentos que ni él recordaba.

Le tomo de las mejillas para mirarle fijamente—Itachi, sé que hay algo que me ocultas y que es muy doloroso pero… ¿No sería mejor hacer buenos recuerdos para que, cuando recuerde sienta menos dolor? —El azabache le miro sorprendido y eso le hizo sonreír más, al menos había cambiado aquel aspecto afligido—Si te sientes deprimido, yo también lo estaré y nada mejorara. Así que, hay que cambiar eso ¿Si? —Itachi asintió— ¡Bien! Ahora una sonrisa

Itachi mostro una sonrisa tensa haciendo negar al rubio para que lo volviese a intentar. Sonrio de nuevo dejando ver leves arrugas mostrando lo forzoso de su situación. Deidara le miro incrédulo y suspiro.

—Entonces lo haremos a mi modo—Itachi le miro interrogante pero se sorprendió al sentir como sus mejillas eran estiradas hacia arriba—Sonríe, sonríe. —Deidara hacia un esfuerzo por moldear correctamente aquellas mejillas para que formasen una linda sonrisa pero, se le hacía más difícil.

Itachi empezó a sentirse adolorido e intento parar a su esposo hasta que escucho unas risotadas de sus amigos y su hermano menor. El azabache se sonrojo de sobre manera al ver que no solo era observado por sus amigos sino que, los turistas del crucero también.

—Deidara, esto es vergonzoso…detente—Le suplico pero su esposo no se rendía con sus mejillas así que, en un intento de detenerle también le tomo de las mejillas empezando a jalar de ellas.

Ambos escucharon grandes carcajadas a sus alrededores, entonces se soltaron sonrojados dejando escuchar una leve risa tímida. Deidara miro entusiasmado el cambio de humor de su esposo, le tomo de la mano llevándolo hacia los demás. Empezaron a jugar con la pelota mientras los varones bromeaban entre sí haciendo reír a los donceles. Terminaron el juego cuando el sol se colocaba en su máxima expresión y salieron de la piscina. Los donceles observaron a algunas mujeres y donceles se colocaban de espaldas en sus sillas en busca de un buen bronceado y algunos eran untados de protector solar por sus parejas. Los ojos de los donceles brillaron ante aquella escena y se acercaron a las sillas adecuados para el bronceado mirando con indirectas a sus parejas quienes solo les miraban confundidos haciéndoles irritar por lo lentos que eran en analizar tan simple pedido.

— ¡También quiero, Sasuke!—Los donceles y los varones voltearon a ver hacia una de las mesas donde se encontraba Naruto cubierto con una toalla siendo detenido por su esposo— ¡También quiero broncearme!

—Dije que no—Susurro Sasuke con paciencia ya que, había entendido a la perfección las miradas de aquellos donceles para sus esposos. Y también había comprendido el brillo en los ojos de su rubio embarazado—Puede darte insolación o algo peor…

—Si…—Interrumpió Sai dejando interrogante a Sasuke—Eres de piel canela, si tomas un bronceado serás como Zabuza—Sai hizo un gesto de terror mientras Sasuke suspiraba por las típicas bromas de su primo.

— ¡Te voy a matar! ¡Bastardo con complejo de fantasma! —Zabuza comenzó a corretear a Sai por todo el lugar.

Los demás observaban a Sai correr mientras le hacía ademanes de burla a Zabuza. Cuando Zabuza estuvo a punto de atrapar a Sai, el aludido corrió hasta su Gaa-Chan y se escondió tras él tomándole de los hombros moviéndolo de un lado a otro para que no le atraparan. Gaara estaba estático en su lugar petrificado por tener tan cerca al intimidante Zabuza.

—Basta los dos—Haku se acerco hacia Sai y le separo de Gaara—Están asustando a Gaara—Le dijo a ambos varones—Ahora ¿Pueden colocarnos el protector solar? Perdimos mucho tiempo en hacerles entender la indirecta y esperar que dejaran de jugar—Fingió molestia mientras tomaba de las manos al de cabellos rojos.

Los varones se miraron entre sí para una tregua, dejarían sus peleas, no querían tener más problemas con sus parejas. Sin hacerles esperar más, tomaron los envases de protector solar y se acercaron a sus donceles quienes le esperaban sentados listos para sentir sus manos en su piel untándoles. Deidara miro a Itachi mientras este asentía nervioso y tomaba el envase.

—En la espalda ¿Cierto? —Deidara se sentó y le miro. Debía de estar demasiado nervioso para hacerle aquella pregunta.

El rubio miro a sus amigos y no pudo evitar sonrojarse. Zabuza besaba a Haku mientras le untaba en protector solar en el pecho y Sai manoseaba de más las piernas de Gaara. Miro a su esposo quien seguía mirándole.

— ¿Puedes untarlo en todo mi cuerpo? —pregunto con un tímido sonrojo.

Itachi trago el nudo que se formo en su garganta, había pasado tiempo desde que, había disfrutado del tacto de su esposo. Asintió, tomo un poco de protector solar y empezó a untarlo en el pecho. Su mirada se fijo en aquellas sonrosadas tetillas, su lengua sintió la ansiedad de lamerlos y sin vergüenza, hipnotizado tomo entre sus labios uno de aquellos botones. Deidara cerró los ojos reprimiendo un gemido al sentir como una de sus tetillas era succionada, se sentía tan bien…« Itachi, creo que es suficiente…» Su mente le llevo a la habitación que compartía con su esposo, estaban desnudos en la cama con el azabache quien dejo de atender sus tetillas y mirarle fijamente « ¿Seguro?»  Su imagen solo asintió e Itachi se acomodo en su pecho « ¿Estarás embarazado?»…

Abrió los ojos al sentir como su garganta se cerraba dejándole sin respiración y una opresión en el pecho que trataba de explotarle de dolor pero, por alguna extraña razón no podía salir. Itachi se detuvo mirando el rostro pálido de su doncel llenándole de preocupación.

— Deidara ¿Estás bien?

Deidara miro de nuevo a su esposo con aquella expresión de aflicción así que, decidido, relajo su cuerpo tratando de olvidar aquellas leves escenas que llenaron su mente sintiendo como el aire volvía a sus pulmones.

Formo una sonrisa con todo el ánimo que pudo—Si, solo fue un mareo—Itachi le miro aun más preocupado—Ha de ser por el sol—Se apresuro a hablar levantándose de la silla dirigiéndose hacia las mesas con las sombrillas—Creo que dejare de lado el bronceado, mejor pidamos otra ensalada de frutas—rio nervioso esperando que Itachi le creyese.

El azabache sonrio un poco tratando de creer en aquella falsa sonrisa y la aparente excusa del mareo por demasiado sol así que, decidió acompañar a su esposo en las mesas, no quería incomodarle y estaba seguro que este tampoco quería que lo estuviese.

Deidara espero que le acompañara para hacer los pedidos. Empezó un tema de conversación mirando a sus amigos broncearse, miro a Itachi quien le hablaba sobre sus amigos y las imágenes que recordó le empezaron a llenar de dudas… ¿Habían planeado tener un hijo?

~*~

Haku miraba charlar a Deidara con su esposo y eso le hizo sonreír, le alegraba que comenzasen a reconstruir su relación y que su rubio amigo empezase a confiar en Itachi. Fijo su mirada en Zabuza, también quería revivir el fuego de su matrimonio, su mirada viajo por aquel cuerpo trabajado, tenia tantos deseos de estar entre aquellos brazos sintiendo su potente fuerza, sentir sus caricias. Sus deseos fueron interrumpidos al notar el rostro de su esposo cerca de él con una ceja enarcada.

— ¿Qué pasa?

Haku negó con un sonrojo invadiendo su rostro, se había olvidado que Zabuza le aplicaba el protector solar. Espero a que terminara de aplicarle la crema para acostarse boca abajo en la larga silla. Debía de contar los minutos para luego voltearse, solo deseaba un poco de color en su piel y el protector solar le ayudaba a no quemarse tanto, sabía muy bien que ese tipo de cremas solo te protegían un poco pero igual la piel se quemaba. Se volteo cuando lo sintió necesario cerrando los ojos al quedar frente al sol.

—No puedo esperar a que llegue la noche…—A los minutos el aliento de Zabuza sobre su cuello le erizo la piel.

Haku se giro para abrazarle del cuello y sonreírle con un notable sonrojo, su bronceado había terminado—La temperatura está bajando, ya es momento de ir a nuestras habitaciones.

Zabuza sonrio y miro a sus acompañantes, al parecer ellos ya había notado el momento y también se retiraban a sus habitaciones. Ayudo su doncel a incorporarse de la silla notando el contraste del bañador sobre aquellos redondos glúteos y sin poder evitarlo tomo uno entre sus manos escuchando un gemido contenido de su esposo.

—Zabuza, aquí no—miro aquel tímido sonrojo.

El varón le sonrio sin dejar de acariciarle hasta que llevo su mano a la cintura y caminaban hacia la habitación escuchando unos ahogados gemidos cada vez que se acercaban a la habitación de Madara y Minato.

—Al parecer, se divierten antes que nosotros—susurro el varón.

—Zabuza, no seas chismoso—Haku le guiño de la oreja y corrió hacia la habitación.

Zabuza se relamió los labios y corrió tras su esposo. Entro a la habitación evitando que su doncel se acostara en la cama abrazándole de espalda restregando su despierto miembro en aquellos apretados glúteos.

Haku se sonrojo al sentir lo «ansioso» de su esposo y se sonrojo aun mas al entenderle, aquella seria la posición en que lo tomaría. Los nervios le invadieron, era la primera vez que lo hacían en aquella pose y considerando que era la primera noche en que Zabuza le «Dedicaría tiempo» desde que había priorizado su trabajo, sus nervios no pudieron aumentar más.

—Zabuza…—Jadeo al sentir que se estiraba hacia la mesita de noche para abrir uno de los cajones y sacar el envase de lubricante.

—Tranquilo, mi flaquito—le susurro al oído, había presentido su miedo.

Zabuza unto una de sus manos con el lubricante colándola en el apretado bañador buscando la entrada de su doncel mientras que la otra le rodeaba la cintura. Introdujo uno de sus dedos deleitándose con aquella estrechez, sin poder evitarlo introdujo el segundo dedo ensanchando lo que podía. Se alejo por unos momentos de Haku sin dejar de prepararle para despojarse de su bañador junto a los bóxers y bajar aquella sensual prenda de Haku. Dejo de ensancharle y empezó a restregarse entre aquellos firmes glúteos.

Haku se sonrojo sintiendo su cuerpo temblar, su esposo entro de una embestida haciéndole de gritar de placer, la leve punzada de dolor había sido amortiguada por unas caricias en su miembro.

—Zabuza…—Haku empezó a mover sus caderas en señal que estaba listo— ¡Ah…!—empezaron las fuertes envestidas de su esposo.

En cada embestida sentía como Zabuza le levantaba de suelo hasta dejarle tendido sin detenerse, sus gemidos aumentaron al sentirse abrazado con fuerza. El rostro de su esposo descansaba en su hombro gruñendo en su oído en cada movimiento, sin poder evitarlo llevo una de sus manos para acariciarle las mejillas y mirarle finalizando con un húmedo beso.

Zabuza introdujo su lengua en aquella cálida boca dirigiendo una de sus manos hacia las tetillas rosas empezando a pellizcarlas saboreando el ahogado gemido de su esposo. Las embestidas se volvieron fuertes hasta que sintió como su miembro era presionado por Haku, estaba cerca. Salió de él escuchando una queja haciéndole sonreír y con cuidado le acostó en la cama, abriendo aquellas largas piernas con rapidez penetrándole de nuevo deteniéndose, se deleito con la imagen desaliñada de su dulce esposo, los cabellos alborotados, un leve hilillo de saliva en la comisura de sus labios, aquellos ojos llenos de placer sin olvidar aquellos pequeños botones rosas. Sonrio ante lo que haría, no dudaba que su esposo le gustaría pero estaba inseguro si le atemorizaría.

Haku jadeaba esperando las embestidas pero, se sorprendió al sentir uno de las fuertes manos de su esposo tomarle del cuello mientras le abrazaba de la cintura con el otro brazo. Sintió un escalofrió recorrerle, no se sentía bien con aquella posición.

—Zabuza… ¡Ah! —Su esposo no le dejo hablar empezando con las fuertes embestidas. Entonces, su cuerpo empezó a vibrar de placer al sentirse inmovilizado y sin más, sus manos se aferraron a la muñeca del brazo que le sometía.

Zabuza jadeo, podía sentir cada gemido ahogado de su doncel a través de su cuello, podía sentir el vibrar de su nombre. Aumento las embestidas, sintiendo los leves espasmos de aquel cuerpo y lo apretado que sentía su miembro, soltó a su jadeante esposo y apretó sus caderas para profundizar las embestidas.

— ¡Zabuza…!—Haku grito de placer mientras se corría en su vientre.

El aludido disfruto del rostro satisfacción de su doncel embistiéndole hasta que llenar su interior con su esencia. Se recostó su pecho escuchando los jadeos por recuperar el aire así que, comenzó a besarle hasta llegar a su cuello.

— ¿Estás bien? —pregunto el de piel morena sin dejar de mimar el cuello de Haku.

El doncel asintió sin dejar de tratar de recuperar la respiración, no podía negar que le había gustado ser sometido del cuello pero, le había costado un poco la respiración además, era la primera vez lo hacían de aquella manera.

—No sabía que empezaríamos con algo…nuevo—Zabuza dejo de besarle y se acostó a su lado abrazándole a su pecho.

—Siento por tomarte por sorpresa, quería impresionarte—acaricio su cuello mirando las leves marcas de su mano aparecían—Aunque, creo que no fue buena idea ¿Te duele?

Haku le regalo una dulce sonrisa mientras se acomodaba en el fuerte pecho de su esposo—No me duele. De hecho, me gusto la nueva experiencia.

Zabuza rio sonoramente antes de besar los labios de su doncel y cubrirles con la sabana para descansar un poco.

~*~

Deidara estaba en la cama de espaldas a Itachi con un notable sonrojo, no podía creer que, mientras caminaban hacia su habitación había escuchado los gemidos de su Oto-Chan junto con los de Madara sin olvidar que aun los escuchaban sumados a los gemidos de Haku en la habitación de al lado…Estaban rodeados. Pero, lo que más le avergonzaba era sentir como la temperatura de su cuerpo empezaba a subir ¡Estaba excitándose con los gemidos de su Oto-Chan y Haku! Se giro mirando a su esposo dormido o eso le parecía. No lo podía evitar, deseaba estar en sus brazos al verle su rostro tranquilo con todas sus facciones masculinas pero, un temor le invadía  a la vez.

—Itachi…—le llamo con suavidad pero, se sorprendió cuando le vio abrir los ojos sin ninguna complicación, al parecer no estaba tan dormido.

— ¿Qué pasa, Dei? —El azabache se giro para verle completamente disfrutando del inocente sonrojo.

Deidara se acerco a él hasta frotarse haciendo sentir nervioso al otro—Me siento raro, Itachi—Se abrazo al cuello del azabache hasta unir sus labios—Quiero que me toques, pero…

Itachi miro sorprendido a su esposo por el beso repentino pero, se enterneció al ver su rostro afligido. Sabía que quería estar entre sus brazos y también entendía que temiera ante su ansiedad, después de todo aun no recuperaba la memoria y hacer el amor a aquellas alturas le aterraría. Además, el también se sentía «Ansioso» al escuchar los sonidos eróticos de los donceles de al lado, aunque se sentía un asqueroso al excitarse por los gemidos de su suegro e incluso los de su Oto-San, al parecer estaba cayendo en la desesperación después de más de dos años sin «Acción»

—No te preocupes, confía en mí y te hare sentir bien ¿Si?

Deidara le miro dudoso pero asintió. Itachi le tomo de las manos haciéndole sentarse en la cama junto a él. Coloco aquellos delicados brazos en su cuello mientras le abrazaba de la cintura y unían sus labios en un lento baile. Itachi acaricio su menuda espalda hasta llegar a su pecho, froto una de sus tetillas  haciendo estremecer a su rubio. Siguió bajando hasta llegar a la cinturilla elástica del pantalón del pijama e introdujo su mano hasta tomar el miembro de su doncel.

Deidara rompió el beso con un sonrojo— ¡Itachi!

Itachi le beso con rapidez—Dije que confiaras en mi—Y sin vergüenza bajo su pijama dejando ver su miembro despierto aumentando el sonrojo del rubio.

Deidara iba a quejarse cuando Itachi lo aferro a él con uno de sus brazos uniendo sus labios y con el otro terminar de bajar su pijama juntando ambos miembros en su mano. Jadeo en los labios del azabache al sentir el miembro y la mano de su esposo frotarse contra el suyo. La temperatura de su cuerpo siguió en aumento al igual que el sube y baja de la mano de Itachi, hasta que sintió que no podía más.

— ¡Itachi…!—gimió al correrse en las manos del azabache.

—Deidara…—Itachi gruño mezclando su esencia con la de su doncel.

Recostó a su doncel a su pecho limpiando y acomodando sus pijamas antes de acostarse en la cama, no podía evitar formar una sonrisa al sentir cada vez más cerca la confianza de  su esposo. Tomo la sabana para cubrirse besando la cabeza de sus adormilado doncel, habían tenido un momento de intimidad después de más de dos años y esperaba llegar a hacer el amor con su Deidara en un tiempo cercano.

Notas finales:

¡Hola! De nuevo...

¿Que les parecio el capitulo?

Jejeje creo que agregue mucha "Intimidad" despues de tanto tiempo XD

Les agradeceria un Review?

Nos vemos (n.n)/


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