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Conservando el corazón por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola! Cuanto tiempo, creo que un mes e.e

Gracias a todos aquell@s que me dejan un review y a aquell@s que se toman su tiempo para leer la historia.

Unos días después, Naruto fue dado de alta pero, aun no podía caminar con fluidez. Al llegar a la mansión, Sasuke le había ayudado a caminar la entrada a la mansión y luego subir por las escaleras hasta la habitación que compartían.

Sin embargo, la mansión era un terrible silencio y los únicos que trataban de iniciar una animada conversación mientras estaban en el comedor eran Deidara y Minato. Naruto estaba incomodo con la presencia de Itachi y Sasuke irritado también por su presencia, Madara hacia los fallidos intentos de reconciliar a sus hijos pero, por más que lo intentaba no lo lograba.

— ¡Ya fue suficiente par de mocosos en pañales!—Madara azoto el comedor asustando a los presentes menos a los aludidos—Ya que no logre reconciliarlos, se quien puede hacerlo y sin fallar.

—Con todo respeto Oto-San pero, por más que lo intentes no harás que me reconcilie con este bastardo—gruño Sasuke mientras Itachi no se inmutaba por el insulto.

— ¿A no?—Madara enarco una ceja con una sonrisa macabra—Porque, creo que acaban de llegar.

— ¿Acaban? —Pregunto Minato con confusión.

Silencio. Todos los presentes miraba a Madara como si estuviese loco pero, todos saltaron del susto al escuchar la puerta de la entrada principal abrirse con fuerza.

— ¡Ya llego su Oto-Chan mis pequeños retoñitos!

— ¡Y sus tíos también!

Los donceles miraron como Itachi y Sasuke se retorcían en un escalofrió por aquellas voces.

—No pudiste llamarlos ¿verdad Oto-San?—La expresión de depresión de Itachi desapareció mirando con desespero a Madara recibiendo una sonrisa en asentimiento.

Los rubios aun no entendían lo que pasaba hasta que en la cocina entraron tres personas.

— ¡Mada-Nii! Tanto tiempo sin verte, casi no me llamas al celular—Un doncel de cabellos negros con un estilo similar al de Sasuke, ojos negros y piel blanca de treinta y cinco años; se abalanzo a Madara con un tierno puchero haciendo fruncir el ceño a Minato, gesto que fue percibido por Deidara y Naruto.

—Lo siento, Izuna. Pero, sé que me contestara este idiota—gruño irritado mirando al varón de cabellos blancos, ojos rojos de cuarenta años que estaba frente a él. El esposo de su hermano menor, Tobirama Senju.

—No discutiré con un descerebrado—Madara gruño con molestia separándose de su hermano menor y acercándose a Tobirama quien hacía lo mismo para empezar una pelea pero ambos varones fueron empujados hasta caer sentados al suelo por un doncel de cabellos largos de color café oscuro con ojos del mismo color y piel morena de treinta y cinco años.

—Itachi y Sasuke, no he recibido buenas noticias de ustedes y como su Oto-Chan tengo el deber de hacerles reconciliar.

Minato se levantó con furia para caminar hacia Madara y levantarle del cuello de la camisa negra que llevaba— ¡Sigues viéndote con él Oto-Chan de tus hijos!

— ¡No es lo que parece! ¡Hashirama, explícale!—Se apresuro a hablar Madara, no quería que su doncel malinterpretara la situación.

El aludido asintió exageradamente y se acerco al rubio separándole del azabache empezando a inspeccionarle—Tienes un rostro muy joven para tener mi edad—Camino alrededor del doncel quien empezaba a irritarse hasta que sintió como uno de sus glúteos era presionado y un sonrojo le invadió.

— ¡¿Qué haces…?!

—Redonditas y suavecitas…—Hashirama abrazo al doncel por detrás y pellizco las tetillas por encima de la camisa de tirantes blanca haciéndole reprimir un gemido—Muy sensible—Y por ultimo llevo una de sus manos a la entre pierna del doncel haciéndole saltar del susto y alejarse de él a manotazos.

— ¡¿Qué te pasa?!

—Y tienes el tamaño que debes de tener, definitivamente tienes buen gusto Madara…—dijo Hashirama ignorando las quejas del doncel mayor, los sonrojos de los otros dos rubios, a los avergonzados Uchiha y su hermano Tobirama—Pero, no te sientas amenazado, Minato-Kun. A mí me gustan los donceles.

Minato miro asustado a Hashirama alejándose de él, era la primera vez que se encontraba con un doncel que gustaba de donceles. Luego miro al que sería su cuñado pero, se sonrojo al verle besando apasionadamente al de cabello blanco mientras Madara exigía que Tobirama quitara sus manos de encima de su hermano menor.

—Lo siento, me excito demasiado con las perversiones de mi cuñado—Izuna se separo de Tobirama con un sonrojo—Bien, siguiendo con la reprimenda de mis queridos sobrinos—Su sonrojo desapareció al acercarse hacia los azabaches menores—Les debe de interesar reconciliarse porque si no lo hacen, no me importara que estén casados, hare que tengan sexo entre ustedes mismos y créanme, no he practicado el «Bondage» pero unos sujetos de prueba no me faltarían, llevo unas cuantas cuerdas en las maletas—El doncel finalizo con una sonrisa macabra haciendo temblar a Sasuke e Itachi.

Deidara y Naruto se miraron entre sí alarmados, no querían que sus esposos sufrieran al intentar reconciliarse así que se levantaron de las sillas para detener a Izuna pero, Naruto se quejo de dolor llamando la atención de los presentes principalmente al de piel morena.

—Debes ser el esposo de Sasuke, Naruto—Hashirama se acerco al doncel con una sonrisa cálida. Pero, no podía dejar de pensar que, el embarazado rubio se veía demasiado demacrado y pálido— Deberías subir a tu habitación y descansar un poco.

Deidara miro a su suegro y luego a su hermano en asentimiento, aun no consideraba buena idea que, Naruto saliese de la habitación. Aunque, podía entender que su hermano menor se sintiera encerrado así que, estaba en planeando una tarde de amigos ya que, Haku y Gaara no habían logrado ver a Naruto desde el día que se enteraron del accidente con Itachi.

—Creo que es buena idea—dijo Izuna al escuchar el plan de Deidara después que Sasuke ayudase a su esposo a subir a la habitación—Así tengo tiempo de ver a mi guapo hijo.

— ¿Hijo? —dijeron Minato y Deidara, pensaban que la pareja no tenía hijos al no verlos presentes en la mansión.

—Si…—Hablo Itachi—Sai es hijo de Tobirama e Izuna.

—Pero, Sai se apellida Uchiha—Deidara le miro confundido.

Izuna levanto la mano enérgicamente haciendo reír nerviosos a los presentes—Eso es porque, soy el primer doncel en nacer en la familia Uchiha por lo tanto una condición para casarme con Tobirama-Chan fue que nuestro hijo conservara el apellido Uchiha.

Los donceles asintieron, sabían que la familia Uchiha era un poco estricta pero, no se imaginaban que fuesen tan delicados con el conservar el apellido, al parecer les llenaba de orgullo el resaltarlo y portarlo. Después de hablar un poco, los invitados se fueron a desempacar sus maletas a sus habitaciones.

Madara observaba a su doncel— ¿Por qué estas molesto? Hashirama te dijo que le gustan los donceles…

Minato le miro con el ceño fruncido al ver que se acercaba a él e intentaba abrazarle—Eso no es lo que me molesta ¿Por qué no planeaste esto conmigo? Pensaba que confiabas en mí.

Madara se acerco para abrazarle, le encantaba aquella faceta de su doncel y deseaba demostrarle que confiaba en él pero, si le hubiese comentado sobre su plan estaba seguro que se negaría y haría un escándalo peor que aquella simple queja. Así que, tomo la delicada mano de Minato y le llevo a la habitación, hablaría con él sobre el porqué Hashirama era único que podía arreglar la relación de sus hijos.

~*~

Naruto se acostó en la cama siendo ayudado por Sasuke, aunque fuese terco en negarlo no se sentía nada bien, sus caderas estaban entumidas y sus pies no soportaban el peso de su cuerpo incluyendo su pancita. Unos toques en la puerta llamaron su atención, Hashirama entro con una gran sonrisa observando a su hijo quien trataba de esconderse detrás de Naruto. Hashirama saco a empujones a su hijo menor a empujones con el motivo de pasar momento de «Suegro-Yerno» El rubio rio nervioso, desde que había contraído matrimonio con Sasuke, no había tocado el tema de su Oto-Chan y ahora tenerle al lado le hacía sentir nervioso.

Hashirama se acerco con una cálida sonrisa hacia su yerno, Madara le había comentado los sucesos desde el hijo mayor de Minato hasta la actualidad. Su idea de reconciliar a sus hijos era, demostrarle que sus acciones no hacían sentir bien a su familia en especial a aquel rubio embarazado.

—Eres hermoso…—dijo al sentarse en la cama y empezar a acariciar sus mejillas—Mis hijos escogieron buenos esposos, pero…—le dejo de acariciar mirándole con seriedad—Minato, Deidara y tu son donceles, y deben de ser fuertes. Itachi y Sasuke están pagando por su incapacidad de afrontar la situación, y no estoy culpándote de lo sucedido de hecho, mis hijos también la tienen, todos en esta mansión la tienen al dejarse llevar por la angustia de Deidara, y él por no superar una dura etapa de su vida como doncel.

Naruto le miro afligido, Hashirama tenía razón. Todos se dejaron llevar y al final nada bueno salió de ello. El doncel mayor le sonrió mientras sacaba una barra de chocolate del bolcillo de su pantalón dejándole en su mano guiñándole el ojo.

—Dicen que las propiedades del chocolate hacen «Feliz» a quien lo ingiere—Naruto miro maravillado el dulce—Esto es lo que debes hacer en la vida…—Hashirama sonrió enternecido al ver la confusión del rubio—Se supone que debes comer sano por tu estado pero, no te sientes bien comiendo frutas y verduras ¿Verdad? —Se levando de la cama—Madara me llamo para ayudarles en su situación porque no me dejo llevar muy fácilmente; si alguien esta triste yo no lo estaré, si alguien está molesto tampoco lo estaré y, si alguien esta alegre…—Hashirama se quedo pensativo hasta que empezó a reír—No sé qué haría en ese aspecto pero, creo que lo más lógico y sano es estar alegre.

Naruto sonrió despidiéndose de su suegro, él tenía razón. Debía de ser fuerte y si podía, ayudar a su esposo a reconciliarse con Itachi. Debía de mostrar un aspecto regocijante de tranquilidad y no preocupar a su hermano mayor y a su Oto-Chan. Se acomodo en la montaña de almohadas y abrió el empaque del chocolate para degustarlo. Su suegro tenía razón, el chocolate llenaba de alegría a cualquiera…

Hashirama sonrió satisfecho por lo que había logrado con Naruto, una parte de su trabajo estaba hecho. Bajo por las escaleras escuchando unos gritos en la sala, al llegar se encontró a sus hijos amarrados frente a frente a una corta distancia para besarse. Deidara y Minato están anonadados observando la escena mientras Izuna fruncía más las cuerdas.

— ¿Qué haces, Izuna? —dijo sorprendido mirando como sus hijos le suplicaba con la mirada que les ayudase.

—Estos pequeños trataron pelearse a golpes—Izuna lo pensó mejor— Corrección, Sasuke intento golpear a Itachi y este no hizo nada para impedirlo.

Suspiro, los varones eran tan complicados—Suéltales, necesito hablar con ellos.

Izuna miro la seriedad de su cuñado y luego miro a su esposo asentirle. Suspiro, tomo la cuerda de un jalón soltando a ambos azabaches haciéndoles caer. Hashirama les hizo un ademan de seguirle caminado hacia las escaleras escogiendo la habitación más alejada de Naruto, no tenia deseos que el doncel embarazado le escuchase. Entro a la habitación y se sentó a las orillas de la cama esperando a sus hijos quienes entraron; Sasuke con molestia e Itachi con su notable depresión. Hashirama suspiro, no podía creer que, su hijo mayor fuese el más sensible de la familia.

—Escúchenme, sé que ambos están molestos entre sí pero, es momento que vean las cosas como en verdad son—Hashirama miro a Itachi—Lo que hiciste con Naruto fue una desfachatez, esta embarazado y sé que Deidara te dijo lo mismo—El aludido solo aparto la mirada de su Oto-Chan con mas culpabilidad. Hashirama suspiro y miro a Sasuke—Y tú, piensa. Si estuvieses en el lugar de Itachi hubieses actuado igual…—Sasuke trato de hablar pero, Hashirama le detuvo—Si Naruto hubiese escuchado un comentario fuera de lugar por Deidara, empezase a agobiarse por las hormonas del embarazo hasta llegar al accidente de auto en el que te vieses implicado, perdiese al bebe y para finalizar Naruto se suicidase…—Hashirama negó con la cabeza—Estoy seguro que tu estabilidad mental fuese un desastre—Sasuke también bajo su mirada al encontrar un poco de razón en las palaras de su Oto-Chan. Hashirama se levanto para abrazar a sus hijos y recostarles en sus hombros—El que diga esto no quiere decir que es justificable los actos que cometieron pero, al menos, quiero que se lleven un poco mejor, sus esposos están preocupados por ustedes.

Hashirama sonrió al sentir como sus hijos asentía pero, su sonrisa se borro al escuchar los sollozos de Itachi con pequeños susurros de disculpas. Intento apartarse de él pero este se aferro más a él en un abrazo. Sasuke se separo observando la escena. Pasaron minutos para que, los sollozos de Itachi se detuviesen y se alejara de su Oto-Chan. Hashirama se sorprendió al ver la brillante sonrisa de su hijo mayor y sonrió al ver que aquella alegría se reflejaba en sus oscuros ojos.

—Tienes razón, Oto-Chan. Es momento de dejar de preocupar a Deidara—Salió de la habitación.

Hashirama observo irritado a Sasuke al ver que no se movía—Cariño, ve a cuidar de tu esposo.

Sasuke se sonrojo al ser llamado de aquella manera tan dulce y amorosa que solo los Oto-Chan podían ofrecer. Asintió y salió de la habitación. Hashirama suspiro, sentía que se quedaría sin aire de tanto suspirar, ahora entendía el porqué Madara no podía con aquellas situaciones, se necesitaba mucha paciencia y sabia que el varón no la poseía.

~*~

Itachi bajo las escaleras corriendo hacia la cocina donde se escuchaba las risas de los donceles y las de su Oto-San. Entro llamando la atención, llego hasta su esposo y le levanto en el aire de un abrazo, sorprendiéndole.

—Te amo, Deidara—El aludido se sonrojo mostrando una cálida sonrisa acariciando con cariño las mejillas del azabache.

—Aunque no recuerde nada, sé que te amo, Itachi—Deidara reprimió un sollozo abrazando a su esposo.

Madara abrazo de la cintura a Minato mientras sonreía, al parecer Hashirama había logrado un buen trabajo. El rubio mayor sonrió al ver el brillo en los ojos de Deidara, ahora solo esperaba que Naruto estuviese mejor…

Sasuke camino hacia su habitación donde descansaba su esposo, estuvo a punto de tomar el pomo de la puerta cuando escucho leves gemidos de alegría entonces, abrió con cuidado la puerta observando la brillante sonrisa de Naruto deleitándose con una barra de chocolate.

—La doctora dijo que debías ingerir alimentos sanos, Naruto—Entro a la habitación enternecido por la boca de su esposo manchada de chocolate.

El doncel dejo de comer—Pero…—Se deprimió, su estomago no se sentía satisfecho de tan solo comer frutas y verduras, Hashirama le había hecho sentir bien al entregarle aquel dulce además, como todo doncel embarazado aun tenía sus pequeños antojos.

Sasuke sonrió en disculpa—Aunque, eso no quiera decir que sigamos correctamente la dieta—Se sentó en la cama abrazando a su sorprendido esposo.

— ¡Sasuke! —Grito feliz.

Naruto correspondió el abrazo acurrucándose en el pecho de su esposo. La calidez de aquel cuerpo combinado con aquel atractivo aroma le empezaba atraer. Como todo doncel embarazado también tenía deseos de intimar con su pareja.

— ¿Sabes, Sasuke? —Empujo el cuerpo de su esposo para acostarle—No quiero más chocolate negro…—Se acerco al níveo cuello para lamerlo—Tengo antojos de chocolate blanco…

Sasuke sonrió complacido, se separo un poco de Naruto para besarle introduciendo su lengua deleitándose con el leve sabor a chocolate que aún conservaba su amor.

—También tengo antojos de una torta doradita muy rellena de dulce de leche—le dijo acariciando aquella abultada pancita mientras el otro se sonrojaba—Pero, si te devoro en tu condición puede que tengas indicios de aborto—Sonrió al verle deprimido—No te preocupes, después que nazca nuestro hijo no te dejare salir de esta cama.

Naruto se sonrojo aun mas— ¡Pervertido! —Se carcajeo abrazándose de nuevo a su esposo—Entonces quiero ramen.

Sasuke asintió mientras se separaba de él y le dejaba cómodo en la cama. Si su doncel quería ramen entonces él se encargaría de transmitirle el mensaje a su suegro para que elaborase la sopa de fideos. Estaba seguro que Minato no se negaría al saber que era para su bebe y nieto. Bajo a la cocina encontrándose con su hermano mayor abrazado a su pareja, ambos se miraron fijamente siendo observado por los demás. Al final asintieron en símbolo de paz y hablo con Minado que, se torno feliz al saber que su hijo menor tenia antojos.

Deidara sonrió de satisfacción, le alegraba saber que, la relación entre Itachi y Sasuke tenía indicios de mejoras. El rubio observo a su esposo, ahora tenía un aspecto más iluminado lleno de sinceridad, se veía más atractivo que de costumbre. Se sonrojo al añorar la calidez de aquel cuerpo que siento en el crucero.

— ¿Qué sucede Deidara? —Itachi le miro interrogante y no con aquel gesto lleno de preocupación y depresión. Aquello le hizo sonrojarse más.

Deidara se aferro a la camisa de su esposo y susurro—Vamos a la habitación…

Itachi le miro sorprendido sintiendo un escalofrió recorrer su cuerpo, su doncel estaba sonrojado, con sus ojos brillando de ansiedad. No podía dejarle así, su deber como esposo era cumplir todos los deseos de su rubio. Le sonrió tomándole de la mano aprovechando la distracción de los presentes en la emoción de los antojos de su cuñado. Entro a su habitación y le llevo hasta la cama.

Deidara sentía que los nervios le invadían después de todo, sabía que estaba casado con Itachi y lo típico es que hubiesen hecho el amor. Su problema era que, no recordaba su primera vez y mentalmente se sentía virgen pero, ansioso por sentir a su esposo. Sintió a Itachi tomarle de las mejillas para besarle bajando sus manos hasta acariciarle su cuello, continuo bajando donde se cubrían sus tetillas y apretarles hasta endurecerlas; siguió bajando llegando al borde del pantalón. Deidara salto del susto tomando las manos de Itachi separándole un poco.

—Espera, Itachi.

El aludido le miro interrogante— ¿No te sientes bien? Podemos detenernos si lo deseas—le sonrió.

Deidara se relajo al verle sonreír. Hizo un ademasen de negación— ¿Sabes? No recuerdo cuando nosotros hicimos…«Eso» Así que yo…

Itachi no pudo evitar sonrojarse al entenderle, su esposo se creía virgen. Comenzó a sudar frio, no sabía qué hacer, se sentía cuando lo hicieron por primera vez. Aun recordaba a Deidara, en aquellos tiempos le había empezado a hacer bromas desde que habían consumado su matrimonio sobre su primera vez. Trago el nudo que se había formado en su garganta y trato de mirarle seguro.

—Si ese es el caso entonces, seré gentil…Como en el pasado.

Deidara sonrió enternecido y se dejo recostar en la cama. Su cuerpo empezó a reaccionar al sentirse acorralado por el cuerpo de su esposo. Itachi le beso introduciendo su lengua mientras sus manos le quitaban la camisa. Se sintió nervioso al sentirse el único en mostrar piel entonces, sus manos inseguras se dirigieron hacia la camisa negra de Itachi tratando de quitársela. Itachi sonrió entre besos ayudando a su esposo a quitarle la camisa. Sus manos bajaron a desabrocharle el pantalón mientras el azabache deslizaba los suyos. Estuvo a punto de gemir pero, una punzada de dolor invadió su cabeza, sabía lo que pasaría, tendría recuerdos del pasado pero, se negaba a tenerlos en ese momento al saber que podría recordar alguna escena dolorosa así que, hundió su cabeza en la almohada llamando la atención de Itachi

— ¿Te sientes bien, Deidara? Podemos detenernos…—Pero fue callado al ser tomado de unos de sus brazos.

—Deseo un beso, quiero sentirme tuyo…

Un leve sonrojo apareció de nuevo en Itachi. Abrazo a su esposo de la cintura y se coloco entre sus piernas besándole con pasión. Bajo hasta las tetillas rosas que suplicaban su atención y degusto hasta endurecerles como en el crucero. Sus manos tomaron el borde de aquellos bóxers para doncel que, al haberle quitado el pantalón se sorprendió al ver que Deidara usaba ropa interior un poco más larga, siempre había usado bóxers más cortos y sensuales.

Deidara salto del susto al sentir su ropa interior ser quitada así que, trato de quitar los de su esposo pero, sus manos aun temblaban y con una sonrisa enternecida, Itachi le ayudo hasta quedar desnudos. Sus ojos se dirigieron a la clavícula muy resalta, continuo con aquellos brazos fuertes y en aquel pecho detallado. Sin vergüenza, sus manos empezaron a acariciar cada musculo del pecho de su esposo.

—Deidara…—Susurro Itachi, extasiado por aquellas suaves caricias que le torturaban.

— ¡Ah…!—Gimió Deidara al sentir una de las manos de Itachi acariciar sus muslos hasta llegar a su entrada.

Itachi le beso y dirigió su otra mano hacia la mesilla de noche abriendo el cajón palpando en el interior. Se alejo con rapidez de Deidara y seinclino hacia la mesilla abriendo en su totalidad el cajón encontrándole vacio. Miro a su esposo sorprendido y bajo de la cama colocándose la bata de dormir.

—No te enfríes Dei. Si deseas, mastúrbate— Salió de la habitación dejando anonadado al rubio.

Itachi corrió hacia la habitación de su hermano menor, entro sin importarle la posición comprometedora en la que Sasuke y Naruto se encontraba. Abrió el armario y se inclino hacia abajo, tomo un bote que encontró entre las ropas y salió de la habitación.

Sasuke, quien se encontraba encima de Naruto besándole y acariciando sus tetillas debajo del camisón, se detuvo al escuchar la puerta abrirse. Se impresiono al ver a su hermano entrar a su habitación como si nada, hurgar entre sus ropas, tomar lo que quería y salir.

Naruto miraba sorprendido la puerta de la habitación y luego a Sasuke— ¿Cómo sabia donde escondías los lubricantes?

—Es un misterio…—Sasuke miraba irritado el armario, aquella situación explicaba el porqué algunos lubricantes de su colección desaparecía al hacer la nueva cuenta. No le tomo importancia y continuo disfrutando de su embarazado esposo, tenía unos minutos antes que su suegro les llamaran para que, Naruto degustara su amado ramen.

Itachi entro a su habitación encontrándose con Deidara sentado en la cama cubriéndose con las sabanas. Se acerco a él para besarle dejando sobre la cama el envase de lubricante tratando de excitarle de nuevo, había olvidado que la mesilla de noche no contenía sus suministros de lubricante después de esos años pero, estaba preparado con los lubricantes de «Emergencia» sin sentir remordimiento de usar los envases que guardaba Sasuke.

Deidara ignorando lo último mencionado por su esposo había pensado en buscarle al verle salir como si nada de la habitación dejándole solo y…Ansioso. Pero se detuvo al verle entrar de nuevo atacándole con un beso y acostándole en la cama.

—Itachi ¿Por qué…?—Reprimió un gemido al sentir uno de los dedos lubricados de Itachi entrar en él.

—Lo siento, me había olvidado de algo importante.

Itachi introdujo el segundo dedo ensanchando aun más, le había prometido a su esposo ser cuidado y podía ver el temor detrás de aquellos ojos llorosos de placer. Introdujo el tercer dedo iniciando leves penetraciones, cada gemido de su doncel le llevaba al borde de la locura y su «Otro Itachi» deseaba entrar al lugar al que pertenece.

—Dei…Te deseo. Lo siento…

Deidara no entendió el sentido de la disculpa hasta que Itachi entro en él de una embestida— ¡Ah…!

El rubio arqueo la espalda al sentir como su interior era llenado por completo, trato de regular su agitada respiración pero, Itachi le tomo de la cadera y empezó las rápidas embestidas.

—Itachi…—Gimió. El temor que el momento de intimidad le doliese comenzó a desaparecer, apenas sentía un leve dolor por la brusca penetración pero, el placer recorría todo su cuerpo— ¡Itachi…! ¡Ahí!

El aludido sonrió entre embestidas, había encontrado el punto dulce de su esposo. Con rapidez le giro recostándole entre las almohada elevando aquella menuda caderas dedicándose a golpear aquel punto deleitándose con aquellos gemidos.

Deidara se aferro a las almohadas sintiendo como un escalofrió recorría su columna. Itachi se recostó sobre la espalda de su rubio besando su sonrosado cuello escuchando el grito de su orgasmo y sin poder evitarlo, mordió su clavícula mientras aumentaba la fuerzas de sus embestidas al sentir como su miembro era apretado con delicia por su doncel. Dejo salir un sonoro gruñido al sentir su orgasmo y llenar a Deidara.

Itachi cayó sobre Deidara procurando no dejar todo el peso de su cuerpo. Se deleito con el rostro placentero de su esposo mientras disfrutaba de los últimos espasmos de su orgasmo, su vista se dirigió hacia la mordedura y sonrió depositando un beso sobre ella. Salió del cuerpo del rubio escuchando un leve gemido haciéndole sonreír. Se acostó a un lado de la cama atrayendo a su esposo sobre su esposo.

—Estoy seguro que, mañana despertaremos de maravilla…—Escucho los leves susurro de su cansado rubio.

Itachi asintió aunque, hubiese despertado mucho mejor si su sesión de amor hubiese durado unas cuantas rondas pero, debía soportar la ansiedad por su esposo que, después de esos años su cuerpo había olvidado el fabuloso ejercicio que ambos ejercían en sus noches de pasión. Intento dormir al ver a su esposo en el profundo sueño pero, un escalofrió le recorrió. Había recordado que no solo su Oto-Chan había llegado para arreglar sus asuntos con Sasuke, su tío Izuna les torturaría sin importar que Hashirama hubiese arreglado el problema a su estilo. Suspiro, aunque su tío Izuna pareciese un doncel dulce, era un sádico en lo que castigos se trataba. Tal vez hubiese sido buena idea tener otra ronda con Deidara porque, no aseguraba que al día siguiente su cuerpo estuviese en buen estado físico.

Notas finales:

¡Hola! De nuevo XD

Okey...Llegaron los loquillos incluyendo al Oto-Chan del troll de los trolles pariente del guason alias "Sai" jajaja.

¿Que les parecio el capitulo?

Me dejan un review ¿Si? Son gratis :D

Nos vemos (n.n)/


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