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Un regalo inesperado. por Tomoyoka

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Notas del capitulo:

Hola lml

he subido este capítulo en la madrugada por que lo quería acabar y dormir. Ahora muero de sueño, lkjhgj espero que les agrade

 

Keita y Nagisa volvían a casa tranquilamente, con los nervios en flor de piel. Caminaban tan juntos que sus dedos se rozaban, aunque ninguno de los dos se atrevía a entrelazar sus manos.  El ritmo de sus pasos era lento, nada comparado a su respiración acelerada, en sintonía. Keita analizaba las cosas, mientras a Nagisa le era imposible pensar. No dijeron ninguna palabra en el trayecto, pero sonreían de vez en cuando y hubo un momento en el cual Nagisa lo sujetó con su dedo meñique. Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Sintió como si su corazón se fuera a escapar de su pecho por los fuertes latidos que sentía, y su rostro se volvió tan rojizo que se confundió con los colores del atardecer. Sin darse cuenta, ya habían llegado a casa.

-Bienvenidos, niños.-saludó Misaki.

-¿Eh? ¿Y Shizuko?-preguntó el escritor, levantándose del sofá en el que estaba recostado y frunciendo el ceño.

-No me digan que la han olvidado.-saltó una voz desde atrás, y Takano-san se dirigió hasta la puerta.-ustedes dos deben estar tan enamorados que de seguro dejaron a Shizuko-chan.

-¡Papá! ¿Q-Qué hacen aquí?

-Misaki-kun nos ha invitado a cenar.- anunció Onodera, sonriendo.

-Oye, oye. ¿Qué es eso sobre estar enamorados? ¿estás enamorado de mi pequeño Keita?-demandó Usagi-san. El rostro de Nagisa se deformó y el color le subió. Keita agitó los brazos y exclamó:

-¿Ahora es "mi Keita", verdad? ¡Siempre estás del lado de Shizuko!

-¡Eh! ya. -los separó Misaki.-¿Dónde está Shizuko?

-De seguro se ha ido con...

Nagisa estaba a punto de decir "con alguna de sus amigas" pero luego recordó que la muchacha no tenía ni una sola confidente.

-De seguro se ha ido sola.

-Eso espero. Hoy estaba un poco decaída...

-Ya va a volver, de seguro. Shizuko no es una muchacha que se entretiene demasiado en la calle.-aseguró Takano.-san.-ahora, ¿Nos pueden explicar por qué sus ojos brillan tanto?

 

 

Shizuko no estaba precisamente en la calle. De mala gana, era arrastrada por Arima Shuu, hasta la casa de él. No mentiría si dijera que tenía miedo, estaba aterrada. Después de todo, la conversación que había mantenido con el chico luego de que Nagisa se fuera con Keita no había sido muy alentadora.

-¿Así que ese idiota es tu novio? ya va a ver. Lo voy a golpear de una manera que no va a olvidar...

-¡No digas eso! gran imbécil. Tu tocas a Nagisa y no te dirigiré la palabra nunca más... es más, no lo haré desde ahora y ya. Piérdete.

Pero la amenaza no había servido. Arima se había dedicado a molestar a Shizuko por todo el día, y Nagisa ya no estaba ahí para defenderla. No es que necesitara su ayuda, pero le sorprendía lo increíblemente obstinado que podía ser el chico. Lo golpeaba, y nada. Lo hería verbalmente, nada.  Incluso había llegado al punto de decirle a su profesor. Fue en la salida de clases, cuando, con lástima, observó como su hermano y su "hermano mayor" se alejaban. Entonces Arima la pilló desprevenida.

-Aw, ¿tu novio se va con tu hermano?

-Púdrete.

-Cuando Keita fue a hablar con Nagisa a solas, me parece que hubo algo más... ¿tal vez es gay? ¡Probablemente el chico te está engañando con tu hermano!

-¡Ya cállate! me desesperas.

-Eh, Shizuko. ¿Qué tal si me acompañas a casa? sería divertido.

La joven no le respondió. Dignamente, se alejó de él con pasos lentos y calmados. El problema fue que Arima no se rindió. Tomó de la muñeca a Shizuko y la arrastró con sigo, asegurándole que todo sería divertido y alegre. Ella forcejeó, luchó y mordisqueó. Eso no evitó que terminara frente a la puerta de la casa de Arima. Su corazón latía frenéticamente, asustado. ¿Qué mierda planeaba hacerle ese idiota?

-Ya estamos aquí, Shizuko-chan.

-Déjame ir...

-¿Hermano? ¿trajiste una chica?

Una dulce voz los sorprendió. Arima soltó enseguida a Shizuko, y esta se preparó para correr. Pero la persona que salió por la puerta la dejo anonadada. Era una muchacha bajita y delgada, de cabello rubio hasta el cuello. Sus ojos eran color miel, grandes y hermosos. Transmitía un aire inocente y puro, como si fuera un ángel. Eso era precisamente a lo que le había recordado.

-¿Tu eres?-preguntó la chica. Parecía tener su misma edad.

-... Usami Shizuko. Soy compañera de clases de este idio... de Arima-kun.

-¡Ya veo! encantada de conocerte. Soy Arima Momo. Gracias por cuidar de mi hermano. ¿Vas a pasar?

-Ah, si...

¿Qué demonios le sucedía? sentía intriga por esa persona, tanto que incluso había aceptado entrar a la casa del tarado de Arima. Era tan bella...

-Shuu, te ves confundido.-rió Momo cuando entraron a la casa, señalando a su hermano.

-Es sólo que... nada. Iré a preparar unas bebidas, si.

Miró a Shizuko intrigado. Primero rugía para que la dejara libre y luego entraba por su propia voluntad a su casa. ¿Tal vez se estaba enamorando de él?

Momo y Shizuko quedaron solas. La joven Usami se vio entonces con el ceño fruncido y mirando directamente a la niña. ¿Qué tenía? ¿Por qué su rostro era tan pequeño y delicado? No se parecía en nada a Arima.

-Usami-san, ¿Cuántos años tienes?-preguntó. Su forma de hablar era tan dulce como la miel.

-Llámame por mi nombre, ¿sí? así yo te podré llamar Momo-chan.-de alguna forma, Shizuko no estaba actuando como hacía normalmente. Quería agradarle a la chiquilla. Por primera vez en su vida quería agradarle a alguien más aparte de Keita y Nagisa.-tengo catorce años, ¿y tú?

-Cielos, soy mayor. Quince años.

-¿Quince? ¿eres mayor que yo? eso es sorprendente...

-Por cierto, Shizuko-chan. A menudo te veo en la escuela. Eres tan hermosa... me encantaría ser como tú. Te admiro.

-¿Estás en mi escuela?

-Así es. Supuse que no reconocerías mi rostro, pero yo siempre te observo, ¿sabes?-sonrió y ladeó la cabeza, feliz.-no tenía idea de que estabas en la clase de mi hermano. Pensé que serías mi senpai o por el estilo.

La pequeña no respondió. Momo la había halagado, como cualquier otro persona. Aún así, era completamente diferente. Un revoltijo en su estómago se desató. ¿Qué significaba esa sensación?

-Podemos comenzar a hablar más seguido, si así lo deseas.-sugirió Shizuko.  A Momo se le iluminaron los ojos, y sus mejillas enrojecieron.

-¿En serio? me harías muy feliz...

-Al contrario.-Shizuko demostró ser hija de Usami Akihiko al levantar su mano y tomar de la barbilla a una sorprendida Momo, para acercarla un poco a su rostro.-tú me harías feliz a mí.

-Eh...

-¡Usami-san! ¡Tengo preparadas las bebidas! podemos pasar a mi habitación, y...-gritó Arima desde la cocina. Shizuko se dirigió a la puerta con sorprendente rapidez.

-¡No es necesario! voy tirando. Adiós, Momo-chan. Espero verte mañana.

Salió de la casa y se llevó una mano al pecho. Se movía fuertemente, apresurado y quisquilloso. Su cabeza daba vueltas y su respiración no se podía normalizar. Sin embargo, era una sensación maravillosamente gustosa. Comenzó a caminar a casa con pasos apresurados, para luego empezar a correr. Una enorme sonrisa apareció en su rostro, y una carcajada se implantó en su garganta.

-¡Qué demonios es esto!-gritó a la nada. Le fue imposible ocultar su felicidad incluso cuando llegó a casa, y encontró a su hermano y a Nagisa siendo interrogados en el sofá.

-¿Están saliendo?-preguntaba su padre.

-¡No es tu asunto!-sollozaba Keita.

-Vamos, solo les quiero poner un par de reglas. Hay un par de cosas que plantear.

-Vaya, miren quien habla.-dijo Misaki irónicamente.

-Nagisa,  sólo dilo.-pidió Takano-san con una sonrisa. Onodera-san se veía como si ya hubiese visto venir la situación.

-¡Sí!  me gusta Keita, ¿ya? ¿eso es todo? que viejos más molestos, por favor.

Todos murmuraron un "Aaaw" al ver alejarse al pelirrojo de mal humor. Misaki entonces se percató de la presencia de su hija.

-¡Shizuko-chan! ¿cuándo has llegado? ¿ tienes hambre? te ves mucho mejor que en la mañana. ¿Algo sucedió?

-Tal vez, querida madre.

-Te he dicho que no me llames madre, dime papá... espera, ¿si sucedió algo?

Pero la chica no respondió. Subió al segundo piso, hasta su habitación. Ahí se lanzó a su cama, y abrazó a la almohada hasta quedarse dormida.

Notas finales:

Gracias por leer :D nos vemos


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