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Un regalo inesperado. por Tomoyoka

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Notas del capitulo:

Hola n.n gracias por sus comentarios! espero les agrade :3

Su mirada era tierna, radiante y alegre. Así era Momo-chan, la nueva amiga de Shizuko. Desde su primer encuentro se habían vuelto realmente cercanas, asombrando a todos. Después de todo, era difícil ver a la hija del famoso escritor Usami Akihiko haciendo vida social. Keita y Nagisa eran los más sorprendidos, sin embargo. Habían transcurrido un par de semanas desde que habían comenzado a salir, pero el hecho poco importaba en la familia tras descubrir un avance en la depresiva joven. Aunque no importaba, el par lo prefería así. Además, les agradaba Momo; era una persona amable y trataba con cuidado a su querida hermana, aunque Shizuko fuera un tanto más atrevida. Le gustaba abrazar por la espalda a la rubia jovencita, hacerle cosquillas y soltar fácilmente insinuaciones que sonrojarían a cualquiera, y la excepción no era Momo.  Se habían vuelto íntimas, incluso había llegado a conocer a la familia Usami-Onodera. Sin duda, las cosas mejoraban.

Keita y Nagisa estaban en la etapa en la que debían superar la vergüenza. A diferencia de sus padres, ellos no habían sentido que hacían algo extraño, o que era repentino. Por haber crecido en un ambiente en donde se incentivaba el libre pensamiento, no pensaban nada extraño de su relación. Pero al parecer, el resto de la escuela, si. Los observaban desconcertados, ¿Por qué eran tan cariñosos? ¿Por qué habían veces en los que los pillaban tomados de las manos? Aún así, nadie se atrevía a mencionar palabra. No les intimidaba Nagisa, que podía llegar a ser sumamente frívolo e inquietante. Shizuko era quién les frenaba la lengua. "Alguien se atreve a molestarlos y le haré la vida imposible a toda la escuela" por alguna razón, nadie dudaba de esa oración.

Misaki y Usagi estaban realmente intrigados por la familia de Momo-chan. Fue así como le pidieron a Shizuko el invitar a la familia Arima a cenar.

-¿A Momo-chan y a sus padres? ¡Eso es una gran idea! así lo haré, papá.

-También pueden traer a su hermano, es de tu clase, ¿no?

-¿Arima Shuu? Mierda, ¡no! me desagrada demasiado.

-No digas groserías, Shizuko-chan. Invita a todos los integrantes que vivan en su hogar, sería de mala educación el no hacerlo.

-Pero mamá...

-¡Te he dicho que no me llames mamá!-chilló Misaki, con el rostro enrojecido y una expresión de vergüenza en sus ojos. Había maldecido el día en el cual Usagi-san le había enseñado a sus hijos a que le llamaran "mamá".

-Vamos, Misaki, ¿Acaso no eres su madre?-susurró el escritor, rodeándole las caderas con su brazo y haciéndole cosquillas en el cuello. Misaki dio un salto y golpeó la pared con una cuchara de palo.

-¡Esto es imposible!

Shizuko y su padre rieron. Sin embargo, el hombre de cabellos castaños no encontraba una pizca de gracia en la situación.

-O invitas a toda la familia o no hay nada. Fin de la discusión.

Shizuko se apresuró a replicar, pero para eso la persona que le había dado a luz ya estaba fuera de la habitación, dirigiéndose al comedor. Miró a su Usami con el rostro suplicante pero este se encogió de hombros.

-Dejemos que haga como desea por una vez, ¿está bien?

La adolescente compuso un puchero y asintió. Al día siguiente, Momo-chan y el idiota de Arima Shuu aceptaban con alegría la invitación de la familia Usami-Takahashi.

 

-Keita, ven un momento.-llamó Nagisa a su novio. Le hacía feliz pensar en él como tal, pero al mismo tiempo el sentimiento lo llenaba de vergüenza y nerviosismo. Estaban en su casa, ya que en el hogar de Usami-san y Takahashi-san eran constantemente interrumpidos o por el escritor, o por el torpe pero amable amo de casa. Sus padres Masamune y Ritsu se encontraban en el trabajo, que consumía la mayor parte de su tiempo. Ritsu trabajando en el departamento de literatura, actualmente. Según había escuchado Nagisa, su tío se había negado a dejar el departamento de manga shoujo por mucho tiempo, pero finalmente, y después de salir con Takano-san un par meses, por fin se había largado al lugar que realmente amaba. Su escusa era "mi orgullo no me permitía dejar algo que los demás consideraran que no podía lograr". Desde la boca del editor jefe la historia era diferente: "Ritsu no lo decía, pero estaba tan mortalmente enamorado de mi que se negaba a abandonarme" por supuesto, su tío insistía fuertemente en que esas palabras eran falsas. Realmente le conmovía la historia de amor de sus padres, y le parecía complicada. Sentía suerte de que su amor "no correspondido"  haya durado tan solo dos años, y no 3.650 confusos días en los cuales solo podía pensar en ese amor tan anhelado. Había sido simple, pero no fácil. Sin embargo, sentía que todo valía la pena al ver a Keita observándolo sonrosado, con las manos un poco inquietas y el corazón palpitándole a mil por hora. Keita se acercó a él, con la mirada baja y los labios siendo mordidos por sus propios dientes.

-Vamos a jugar un vídeo juego, ¿está bien?

-Vale...

A pesar de que acostumbraban a sentarse en la alfombra uno al lado del otro, hacía no mucho tiempo habían empezado a jugar de manera distinta. Keita se sentaba entre las piernas de Nagisa, así estando mucho más juntos. La acción los reconfortaba a ambos, era bastante grato. Cuando el juego comenzó, Keita pareció olvidar todo lo demás. Y como siempre, su cuerpo se movía como si estuviese en el mismo juego. Por eso razón, no era muy difícil de adivinar que la posición en la que terminarían no sería precisamente inocente. De alguna forma, -no se dieron cuenta de cómo llegaron a eso- Nagisa rodaba con los brazos a Keita y este se enfrascaba a su cuello, en un apasionado beso. La lengua de Nagisa recorría precozmente la boca del muchacho, lamiendo sus labios y humedeciéndolos al tiempo en que sus alientos se volvía uno. Un hilillo de saliva colgó de ellos luego de que se tomaran un momento para retomar sus respiraciones, pero enseguida volvieron a la labor. Keita no evitó soltar un pequeño gemido cuando Nagisa lamió su cuello, y luego un escalofrío recorrió su cuerpo en el segundo en el cual sintió la mano de su novio bajo su camisa. Enroscó sus piernas alrededor de la cintura del adolescente y terminaron en la habitación de este. Se dejaron caer sobre la cama de Nagisa, y su cuerpo quedó peligrosamente apegado a Keita, sus miembros rozándose.

-Deberíamos detenernos.-sollozó Keita.

Nagisa lo pensó una fracción de segundo. Keita tan sólo tenía catorce años, no era edad en la que debiera hacer esas cosas, consideraba. Pero al ver su expresión se dio cuenta de que parecía anhelar lo contrario a detenerse. Suspiró, era demasiado tentador. Pero con la mayor fuerza de voluntad posible, se levantó de sobre el muchacho y le besó la frente.

-¿Sabes? tienes razón. Te aprecio y te amo demasiado como para ir tan rápido, Keita. Eres mi tesoro, no quiero asustarte.

-No me asustas...

-Lo sé, y quiero que aún sea todo así.

Sonrió. Keita le devolvió la sonrisa, un tanto adorable y tierno. Lo abrazó por la espalda y le susurró:

-Vamos a dormir, ¿sí?

 

El día tan esperado para Shizuko llegó pronto. Esa noche decidió usar uno de sus vestidos más amados, uno blanco con pequeñas florcitas moradas, que le caía delicadamente por la cintura. Nagisa le trenzó una corona a mitad de la cabeza y le hizo un par de risos en el cabello suelto. Se veía realmente hermosa, como deseaba. Sin embargo, al llegar Momo-chan comprobó que de seguro no le llegaba ni a los pies, aunque los demás afirmaran que la belleza de ella era más bien "impresionante" y la de la chiquilla rubia "tierna y adorable" Aún así, no fue todo como ella esperaba. Al entrar la jovencita, Misaki había saludado con entusiasmo. Pero al momento en que los padres pusieron un pie en la entrada, su rostro se congeló y sus cejas se fruncieron, parecía estar en shock. Tras unos segundos que parecieron interminables, exclamó:

-¡HARUKA-SAN!

Su padre, Usami Akihiko, al escuchar ese nombre, se levantó enseguida de la silla en la que descansaba, y su expresión se volvió simple desagrado.

-Ah, usted.

 

Definitivamente, las cosas no pintaban bien.

Notas finales:

La verdad me dio mucha risa hacer este capítulo xDD quería escribir una escena tierna entre Nagisa y Keita, pero de alguna forma me dejé llevar... entonces pensé "Nope. Es muy pequeño" así funciona mi cabeza (?) y lo detuve uwu PERO HABRÁ LEMON kjhghj

 

Por cierto, ¿alguien recuerda a nuestro querido Haruka-san?


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