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Un regalo inesperado. por Tomoyoka

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Notas del capitulo:

He demorado muucho con este capítulo, debido a falta de inspiración más que todo T_T 

Así que lo siento mucho ;-; 

-Por favor, quiero una habitación.

El muchacho de cabello castaño esperaba pacientemente en la recepción de un hotel. Había decidido no volver a casa de su hermano, y tampoco a casa de Usagi-san. No estaba preparado mentalmente para enfrentar a ninguno de los dos.

-Nos queda una...la 005...es de las más baratas.

-¡Perfecto!-Exclamó el chico.-solo pasaré la noche aquí.

-¿Su nombre?

Misaki dio sus datos. Para su suerte, era un hotel realmente barato, y podía pagar la estancia por una noche. Pero no tenía idea de que haría después. Se había pasado el día vagando por la ciudad, sin saber muy bien a donde ir. En un principio, había planeado decirle directamente la verdad a Usagi-san, pero el miedo lo había hecho cambiar de idea.

-Muy bien, señor Takahashi. ¿Lo ayudamos con sus maletas?

-No traigo nada, muchas gracias.

El joven recibió la llave, pero no fue inmediatamente a su habitación. Decidió explorar el hotel, intentando distraerse.

Encontró una especie de piscina, que estaba algo sucia. No le extrañó, no era época para bañarse. Cerca de la piscina, que estaba en medio de la azotea del hotel, pudo ver un par de bancas en mal estado. Sin importarle, se sentó en una de ellas y dirigió su mirada a la oscura noche.

Sintió un deje de tristeza, y algo de rabia. ¿Por qué su hermano se había interpuesto entre Usagi-san y él? ¿Acaso no quería que Misaki fuese feliz? ¿Qué su esposa fuese feliz? ¿Qué acaso no era JODIDAMENTE heterosexual, y quería tener muchos hijos? ¿Por qué demonios justo ahora que esperaba un bebé? Las lágrimas saladas comenzaron a caer por su mejilla. Se sentía tan mal. Un gusto agrio recorría su boca.

No tan lejos del muchacho, un hombre de fino cabello rubio escuchó unos sollozos. Fue solo cosa de girar el rostro para ver a Misaki llorando. Suspiró y apagó el cigarrillo que estaba entre sus dientes. Se asombró al ver el rostro del joven cuando se acercó a él.

-Eh, muchacho. ¿Qué sucede?

Misaki dejó de llorar y levantó la cabeza, lentamente. Frente suyo, se encontraba un hombre de alta estatura, con cabellos de oro cubriéndole la frente. Usaba gafas de cristal plano y una sonrisa decoraba su rostro. Llevaba una playera y pantalones casuales. Lucía de veinticuatro años.

-N-nada. No me ha pasado nada.-susurró Misaki.

-Vamos, no tendrías esa cara si fuese así. Y estoy seguro de que ese rostro se vería mucho más hermoso con una sonrisa.

El chico se sonrojó y desvió la mirada.

-Realmente no me sucede nada.

-¿Entonces porque estás llorando?-Preguntó el hombre, tomándolo de la barbilla y girándole la cabeza, mientras se inclinaba.

-¿Eh? ¿Llorando? ¿Yo?-Misaki se encontraba tan sumido en su tristeza que no había notado sus mejillas húmedas. Se palpó la cara varias veces para comprobarlo.

-Así es, muchacho. No deberías llorar a tal edad.

-¿Eh? Tengo diecinueve.

-¿Diecinueve? Te estimé unos veintidós.-murmuró el rubio, para sí.-Por cierto, mi nombre es  Haruka Isomi, llámame por mi nombre.

-¿Haruka-san? Mi, mi nombre es Takahashi Misaki.

-Misaki-chan.-sonrió Haruka, y le tendió una mano a Misaki para que se parara de la silla.

...

Takahiro caminaba de un lado a otro en la sala de su casa. No encontraba a su hermano en ningún lado.

-Ese chico...-murmuraba. Tenía la vaga idea de donde podía estar, más sin embargo no creía que se hubiera atrevido a faltarle el respeto de esa manera.  Aunque era lo más probable, estaba donde Akihiko.

-Lo llamaré.-dijo a la nada, ya que su esposa se encontraba en la calle buscando al muchacho. Marcó los números que se sabía de memoria en su teléfono.

-¿Takahiro?-La voz del hombre resonó con fuerza en su oído, denotando angustia y molestia.

-¿Dónde está Misaki?-Preguntó sin más.

-¿Eh? ¿No está contigo?

-No te hagas el inocente, Akihiko. Sé que está contigo.

-¿De qué demonios hablas? Lo separaste de mí, ¿recuerdas?-murmuró el hombre con un tono que daba a entender: "¿Eres idiota o lo estás fingiendo?"

-No está aquí.

-¿Se escapó? ¡Es Misaki! ¡Le puede suceder cualquier cosa!

-¡Lo sé! Por eso estoy preocupado...-La voz de Takahiro amenazaba con desbordarse.

El escritor tenía ganas de reprocharle lo mal hermano que había sido, que nada hubiera pasado si él no se hubiera llevado a Misaki de su lado. Pero aún seguía siendo su mejor amigo, y por más que esas duras palabras quisieron escapar de su boca, dijo algo que calmó al hombre.  

-Iré para allá. Búscalo. Tranquilo, yo te ayudaré.

-Gracias...

...

Haruka y Misaki se encontraban hablando animadamente en la habitación de Misaki. De alguna manera, el muchacho rubio lo había convencido de que ese era el mejor lugar para hablar, y además que un par de botellas alcoholizadas no le harían mal.

-¡Y luego viene, y ¡zas! me agarra e intenta metérmelo, sin mi voluntad.-exclamaba Misaki, totalmente borracho.

-¿Eso no te incomoda?-Le preguntó el rubio mientras le ofrecía mas licor. Ya sabía todo el historial de la pareja romántica.

-Sí, sí, y sí. Claro que me incomoda. Aunque debo admitir que se siente, ¡Tan bien!

-Dios mío, estás completamente borracho. -reía Haruka.

-¿Borracho?  Claro que no. Sí estuviera borracho no podría contarte del plan secreto de mi hermano.

-¿Su plan secreto?

-Así es, el planea quitarme a Usagi-san.-declaró Misaki. -¡Pero no lo dejaré!

-¿No?

-Claro que no...Además espero un hijo de él... ¡Demonios! ¡No debería estar tomando!

-¿Un hijo de él? Tranquilo, haz tomado muy poco. Al parecer eres muy débil con el alcohol.

-¡Eso es mentira! y así es, tendremos un hijo.

-¿Por qué no dejas que te lo quite? Tu hermano a Usagi, me refiero.

-¿Eh? ¿Por qué?

-Estoy seguro de que habrían muchas otras personas que desearían estar contigo...

-P-pero, Usagi-san-

-Yo puedo reemplazarlo.-dijo el hombre, callándolo con un beso.

El rostro del muchacho se ruborizó por completo.

-¿Eh? ¿Haruka-san?

-Por eso, solo déjate llevar...

-¡¿EEh?! ¡No! S-suéltame...

Pero el rubio había sujetado a Misaki por la cintura, impidiéndole escapar.

-Usagi-san...-suplicó el muchacho.

...

Eran aproximadamente las tres de la madrugada cuando Usami Akihiko y Takahashi Takahiro se reunieron en la estación de trenes.

-¿Ninguna señal de él?-Fue lo primero que preguntó el escritor al haber llegado.

-Nada.-respondió Takahiro, realmente urgido.

-Demonios.-Usami se llevó una mano a su frente, intentando calmar el palpitante dolor de cabeza que lo atormentaba. Tomó un cigarrillo y se lo llevó a la boca, luego lo encendió.

Para ser realistas, las posibilidades de Misaki hubiera sufrido algún tipo de accidente eran muchas. El chico era demasiado inocente, a su parecer. Y ya muchos hombres habían intentado hacerle daño. Apretó los dientes con rabia.

-Lo siento.-murmuró Takahiro.

-¿Por qué es exactamente por lo que te disculpas?

-¿Eh?-el hombre parpadeó, sorprendido.-Misaki no es tu problema, aún así viniste...

-Escucha, Takahiro. Misaki sí es mi problema. Porque yo lo amo, y no pienso dejarle. Él está a punto de cumplir la mayoría de edad, así que no tienes más remedio que aceptarlo.

-No entiendes nada.-susurró Takahiro, con la mirada baja.

-¿Qué?

-Hm, No es nada, Akihiko. Aunque digas eso me costará aprobar su relación.

-Y aunque me duela decirlo, con tu aprobación o sin ella seguiré estando con Misaki.

Takahiro suspiró.

-Por ahora no hablemos de eso, hay que buscarlo.

-¿Qué fue lo último qué te dijo?-preguntó Usagi.

-Veamos...Que si hubiera podido, hubiera escapado.-murmuró algo avergonzado.

-¿Eso?  Pues...siendo Misaki probablemente estaría vagando por la calle...o en un hotel.

-¿Un hotel? ¿De dónde habrá sacado dinero?

Usami enarcó una ceja. Sólo había una posibilidad.

-¿Tan enojado estaba conmigo para haberme robado?

-Te lo devolverá.-le aseguró Akihiko.-ahora vamos.

Ambos adultos comenzaron a caminar por la ciudad, en busca de Misaki.

El joven se encontraba en serios problemas. Apenas podía moverse, y tenía encima a Haruka, que intentaba tocarlo.

-¡Detente!-el chico trataba de empujarlo, sin muchos resultados.

-Ah, pero Misaki es muy lindo, déjame aprovechar esta oportunidad. Tú querido Usagi no lo sabrá.

-¡Ese no es el problema! ¡No quiero que me toques!

-¿Estás seguro? ¿Qué acaso no te gusta esto?

El rubio metía su mano dentro de los pantalones del muchacho, directo hacia su miembro. Comenzó a acariciarlo y apretar.

-Hnn.-el chico jadeó, muy a su pesar.- ¡P-para!

-Se nota por tu cara que lo disfrutas.

-¡Claro que no!-el muchacho intentaba por todos los medios aguantar los gemidos. Lo que no pudo evitar fue lo erecto de su miembro, ya que su cuerpo reaccionaba diferente a su cabeza.

-¡Demonios!-chilló Misaki.-sí no me sueltas ahora mismo, le diré a-

-¿A quién?-Interrumpió Haruka.- ¿Al hombre que te dejó ir? ¿Al hermano que te quiere robar el novio? ¿A la policía, quizá? ¿A quién le creerán? ¿A un adolescente o a un reconocido doctor?

-¡¿Eres un doctor?!

-Lo soy...y conozco los puntos débiles de la gente. -respondió, mientras inclinaba su cabeza para lamer su oído, provocando que el muchacho se estremeciera.

-Sí no me das esos sonidos que quiero escuchar.-lo amenazó el rubio.-tendré que dejarte inconsciente.

Por las mejillas del muchacho comenzaron a rodar unas pequeñas lágrimas. ¿Por qué confiaba así como así en la gente? Su cuerpo se sentía débil, estaba mareado. Sólo podía pensar en Usagi-san, y su bebé. Su dulce bebé.

-¿Por qué haces esto?-sollozó.

-Tengo que reconocer que me gusta escuchar ese tipo de sonidos.-admitió el doctor, mientras se llevaba un dedo a la boca y lo lamía.- ¿Qué pasaría si este dedo fuese tu paquete? ¿Eh? ¿Muchacho?

El chico carraspeó. Apretó los ojos y tomó aire.

-No lo hagas, por favor.

Lamentó el ser tan débil. Sí no estuviera ahora aprisionado bajo el cuerpo del hombre, saldría pitando de vuelta a con su hermano, por mas furioso que estuviera con él.

-Veamos, veamos.-canturreó el doctor.-vamos a ver como reaccionas a esto.

El hombre de deshizo de los pantalones del chico. Llegados a este punto Misaki sólo luchaba por no sentir.

-Tengo un mal presentimiento.-susurró Usami Akihiko.-A Misaki le sucede algo malo.

-Vamos, no porque ustedes hayan estado juntos significa que puedes saber eso.

Usami frunció el ceño.

-No es eso Takahiro, realmente siento que le sucede algo malo.

-No debemos pensar negativamente...

-¡Al demonio contigo Takahiro! ¡Lo buscaré por mi cuenta!

-¡Akihiko!

Pero el escritor ya corría en dirección contraria, buscando a Misaki. Realmente tenía un muy mal presentimiento. 

Notas finales:

Lo sé, está muy corto, pero prometo muchos capítulos, para así hacerlo más largo ;-; Además, estoy subiendo otro fanfic, que pronto actualizaré, se llama "Corazón de porcelana" Y sería genial sí lo leyeran n.n Gracias por todos los comentarios que han dejado! Prometo contestar cada uno de ellos<3

Hasta el siguiente capítulo ;u;

Nota: Subiré un capítulo por semana, cada sábado, sin falta n.n 


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