Capítulo 38: El país del Lecourt ************************
Acababan de llegar a un lugar que ellos ya habían visitado antes y no creían ser muy bienvenidos ahí pero acababan de llegar y no se podían ir. El lugares era exactamente igual a como lo recordaban, aunque buscar un lugar para quedarse sería difícil ya que habían llegado al país del Lecourt, un lugar lleno de diferentes tipos de magia en sus máximas capacidades y lleno de viajeros mágicos que llegaban a turistear al país, para su suerte al llegar un guardia se puso alerta y se quedo observándolos, si no hubiera sido porque fye se cubrió con la capucha de su chaqueta y se puso a jugar con el pequeño Oliver haciéndose pasar por una madre "X" que llegó con su familia para ver y conocer el país lo cual les funcionó lo suficiente para poder alejarse de ese lugar hubieran sido arrestados y posiblemente obligados a pagar por el libro de los recuerdos original y de paso la copia que destruyeron.
Después de caminar un buen rato llegaron a una posada enorme y muy bonita para pasar la noche o el tiempo que estuvieran ahí, se arreglaron lo mejor que pudieron para verse diferentes ya que había carteles de "se busca" por el lugar con las imágenes de ellos, exceptuando a Ryuu, a Touya y Yukito ya que ellos no estuvieron en ese momento lo cual los beneficiaba y pues por el otro lado el pequeño Oliver era un bebé inocente sin culpas por lo cual era parte del doble beneficio a su favor agregándole a eso que el cabello de fye ya estaba casi tan largo como el de Ryuu aunque se lo cortaría cuando se fueran de ese lugar o lograría que descubrieran quien es.
Al entrar una bella muchacha de ojos verdes y cabello rojo les sonrio dándoles la bienvenida a "La posada mágica de Lecourt".
-Hola caballeros y joven dama, mi nombre es Lina, ¿me podrían decir cuántas habitaciones les puedo ofrecer?- Preguntó la peliroja que estaba tras el mostrador.
Shaoran: Claro que sí, serán 3 habitaciones para parejas y una individual- Sonrio el castaño al hablar mientras Ryuu en sus brazos le veía algo celoso.
-De acuerdo, ¿A nombre de quien la registro?- preguntó la mujer.
Shaoran: A nombre de...- Dijo nervioso.
Touya: A nombre de Touya- Habló el moreno castaño haciendo suspirar al otro de tez clara.
-Muy bien- sonrio- Estas son las llaves de sus habitaciones espero y tengan una linda tarde, el comedor esta al fondo a la izquierda - Avisó mientras los viajeros subían las escaleras.
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Ryuu-on y Shaoran fueron los primeros en entrar a su habitación, a Ryuu-on le dolía el tobillo vendado y a Shaoran le ardían las cortadas en su rostro que aquella gárgola le había dejado con sus garras de hielo. Con delicadeza dejo a Ryuu recostarse sobre la cama mientras el entraba al baño a enjuagar su cara para aliviar el ardor de las heridas y para después ponerse unas "curitas" y salir del sanitario con la cara llena de tiritas blancas cubriendo sus heridas, la cara de burla que tenía su pareja le decía claramente que se veía horrible pero pues de eso a un ardor horrible en la cara prefería eso. Ryuu abrió sus brazos indicándole que lo abrazara y Shaoran ni tarda ni perezoso se acostó a su lado abrazándole de manera protectora como siempre solía hacerlo, pero ya estaban cansados, se habían enfrentando a una gárgola no hacía mucho y todo lo que querían hacer era descansar para hasta la hora de la cena volver a ver a todos.
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Touya y Yukito simplemente entraron a ducharse uno por uno, igual estaban cansados pero no tanto como lo debieron estar Shaoran y Ryuu-on, sin embargo estar vigilando a los clones requería mucha magia de ambos lo cual aveces los dejaba algo cansados con ganas de solamente cerrar los ojos y dormir, ya frescos ambos se acostaron en la cama mirando al techo, Yukito recargado en el pecho de Touya mientras este pasaba su brazo por el cuello de Yuki y acariciaba dulcemente su pecho dándole sueño con las caricias hasta que este por fin cayó en los brazos de Morfeo dejándole solo a el despierto, con delicadeza retiro las gafas de su rostro y las dejo en la mesita de al lado de la cama para que no se vayan a romper. El moreno tras acomodarse mejor los tapo a ambos para poder dormir mejor y tras abrazarse a su pareja se sumergió en un sueño profundamente calmante.
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Sakura solamente llegó a su habitación y se tiro a la cama junto con Mokona quien estaba rebotando en la cama sonriendo y cantando una canción infantil como siempre lo hacía mientras la princesa se ponía a pensar sobre todo lo que había pasado, aún le dolía que Shaoran ni se haya quedado con ella ya que parecía que su relación funcionaba bien hasta que el castaño chocolate apareció y en cuestión de minutos arrasó con todo lo que a ella le costó formar, con esos pensamientos parecía que la irá que apago comenzaba a encenderse pero luego recordó que mando a Ryuu al hospital por celos, que Shaoran desconfío de ella, que su hermano y Yukito la enviaron a la dimensión de la agonía y todos aquellos posibles escenarios donde por locura acababa con todos inclusive con su gran amor, el hecho de haber visto en uno de esos escenarios como mató a Shaoran y a Ryuu cuando este ultimo estaba embarazado le calaba los huesos por completo, no quería eso y aunque le siguiera doliendo debía despejar su mente de ello. Con cansancio volteo a ver a Mokona que desde hacía un rato había dejado de cantar y había caído rendida a su lado y ella tras ver eso jalo las mantas e igual se acurrucó contra la almohada para dormir.
*************************** Ni hablar de los padres, Kurogane y Fye estaban adormeciendo al pequeño Oliver que estaba dando un llanto potente y ensordecedor a todo pulmón, la mamila ya estaba lista así que cuando su marido se la entregó se la dieron al pequeño que apenas sintió el cálido liquido entrar en su boca paró los gimoteos y le ayudó a su "mamá" para que comenzará a meserlo en sus brazos hasta que cerro sus ojitos azules y se durmió dejando a fye acostarlo en la cama mientras ellos se cambiaban de ropa para dormir cómodamente, tras darse un beso de "buenas noches" Fye se acostó a un lado de si hijo viendo a Kurogane hacer lo mismo del lado contrario para después verse de frente para luego ser tapados por el moreno y dejarse ir por brazos de Morfeo. **************************** Mientras tanto aquel guardia que los había visto estaba charlando con uno de los sub jefes de la congregación militar mágica para investigar sobre los ladrones del libro de los recuerdos y su copia más exacta.
Sin duda ese iba a ser un viaje pesado y es que ya no eran cinco contando a Mokona, ahora eran 8 contando a Mokona y debían cordinarse bien si ni querían ser atrapados.