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EN LA LUZ Y EN LA OSCURIDAD por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

"Como esta copa y como este vino... quiero ser para tí..."

¿Se logrará concretar esta ceremonia de amor?

-No lo puedo creer... el Rey Geirrodur ha llegado, el Rey Freyj de Vanaheim, El Rey Eitri, de los enanos... ¿Qué se supone que es esta ceremonia?

La respuesta a la pregunta de todos en Valhalla era sencilla: la ceremonia del vino era lo de menos... la poderosa alianza que significaba, entre Asgard y Jotunheim era realmente trascendente, después de miles de años de frías y tirantes relaciones diplomáticas, sus dos hijos se unirían para dar un posible heredero.

El salón estaba adornado ricamente, en tonos azules y en el plata translúcido del hielo, la temperatura era mediada para que resultase agradable a los Gigantes y al mismo tiempo, soportable para el resto de los invitados, que se presentaron usando sus mejores pieles enjoyadas.

Loki lucía majestuoso, en toda la voluptuosa sensualidad de sus adornos Jotun, y su presencia hermosa. Thor imponente, con una capa de piel negra sobre su armadura de gala, con Mjölnir colgado a la cintura.

Ambos estaban sentados frente a frente, sobre tronos de oro, tal y como correspondía a los herederos de tan poderosos reinos. Sus soberanos y padres respectivos, se colocaron tras ellos y la ceremonia dio inicio:

-Como este vino- comenzó a decir Thor, mientras su padre Odín servía un vino con destellos de rubí en una copa de oro y cristales, misma que Laufey sostenía en el medio de ambos- Que se vierte aromático y sutil en tu copa, quiero ser para ti... darte calor, darte mi apoyo, darte dulzura y prodigarte vida. Que esta noche las fuerzas de lo eterno bendigan nuestra unión y dé frutos.

-Como esta copa- respondió Loki, tomando la copa de la mano de su padre- Que contiene, amolda y conserva la esencia de tu vino, quiero ser para ti... darte apoyo, darte dulzura y prodigarte vida. Que nuestra unión ofrezca lo necesario para lograr esos frutos y que sean benditos por ser tuyos y míos.

-Sean uno solo, como el vino en la copa...- enunció Laufey, con cierta emoción- Bebe primero tú Loki.

El menor dudó un poco, resistiendo cuando la copa fue acercada a sus labios. Pero Thor, sonriéndole con amor, le animó a proseguir. Un pequeño sorbo... luego otro más y por último, un empuje que vació casi la mitad del líquido hizo a Loki cerrar los ojos y sonrojarse ligeramente. Luego Thor llevó la copa, aún en manos del otro, hasta sus labios y sin dudarlo, bebió el resto del vino.

Casi de inmediato, el mayor percibió aquel enloquecedor aroma a vainilla emanado del cuerpo del otro.

-Ahora son un solo espíritu y pronto serán una sola carne... por el bien de Jotunheim y de Asgard- agregó Odín- Que esta unión sea sólida y duradera.

Todos rompieron en un sonoro aplauso… había sido corto, pero emocionante, habían atestiguado una costumbre ancestral y un evento de cada diez años. Un nuevo futuro se abría para Jotunheim unido a Asgard.

Thor se acercó para rodear a Loki con sus brazos, después de aquella sencilla ceremonia, después de beber el vino de la misma copa, ambos debían pasar a la alcoba, donde era su deber hacer el amor con la altísima probabilidad de que el Jotun quedase preñado... El rubio lo había hablado con sus padres antes... En sus manos y solo en ellas, estaría respetar el acuerdo y deseos de Loki, de Thor dependía que aunque pasasen juntos la noche, la unión no se consumara... El menor no estaría en condiciones de razonar y Thor podía perder la cabeza de amor en cualquier instante.

Pudieron negarse y decírselo a Laufey

Pero la negativa significaba que Loki podía ser reclamado y una nueva guerra podía quedar firmada. Por eso, decidieron apostar por la fuerza del rubio para tolerar la seducción de Loki.

-Es la hora- murmuró Laufey, observando ansiosamente como su hijo sobreviviente continuaba sin abrir los ojos, respirando pesadamente y emitiendo ligeros sonidos acompasados con el entrar y salir del aire en sus pulmones- Loki está entrando de pleno en su estro... con el vino, han mezclado sus deseos y sus instintos... se manifiesta con tanta fuerza porque solo podemos ser fértiles pocos días cada década... Llévalo contigo, Dios del Trueno y sigue atento mis recomendaciones...

El rubio asintió con un movimiento de cabeza: las recomendaciones eran no contrariar a Loki absolutamente para nada y no concentrarse en otro que no fuera él.

-Amor...- murmuró Thor al oído del pelinegro, provocando que de inmediato abriese los ojos de fuego, aunque continuaba silencioso, como si un éxtasis profundo le impidiera reaccionar y tener voluntad propia- Toma mi brazo... nos vamos ahora a la alcoba.

-A la alcoba...- repitió Loki, jadeando igual que si tuviese un orgasmo justo al rozar apenas el brazo de Thor.

Los invitados, pocos y selectos, observaban atentos... era muy poco común atestiguar una ceremonia Jötnar de fertilidad.

Disueltos ambos en el vino, unidos en el alma antes que en el cuerpo... aquella no era una ceremonia equivalente a un matrimonio, había aclarado Laufey. Se trataba de algo mucho más profundo; la decisión de procrear... porque para los Gigantes era un deber sagrado, porque guardaban todo el respeto y protección hacia aquella o aquel que lograba engendrar durante el estro... y ahora era el turno ni más ni menos, que del príncipe heredero...

-Vamos, mi corazón...- le repitió amorosamente al oído, obteniendo por respuesta una dulce caricia en la mejilla.

-Tu y yo... juntos...

Thor agradeció con un gesto a sus padres, a los padres de Loki y después a los presentes. ¡Qué difícil tarea tenía esa noche! No tocar a aquel a quien deseaba devorar a besos. Aunque tenía ya una estrategia... si no soportaban, si no bastaban castas caricias y besos, podían hacer el amor sin penetración... o practicando lo que los sanadores llamaban “coitus interruptus” o coito interrumpido... si no eyaculaba dentro, no se embarazaría... había riesgos, pero eran mejor que una guerra. Además, si las precauciones fallaban, siempre podría echar la culpa a la fascinante atracción sexual que el Jotun ejercía, como reclamo de su instinto de reproducción manifestándose.

-Es una vergüenza todo este montaje- se escuchó una voz femenina, fuerte y firme, declarar de pronto, rompiendo el encanto del momento, la solemnidad con que los presentes habían tomado la ceremonia del vino, la cual estaba a punto de concluir- Todo es una mentira... un engaño... ¡Oh veleidosos asgardianos... cuan poco les cuesta romper sus promesas y mentir!

Todos volvieron sus miradas hasta donde una furiosa Anneke de Asgard pronunciaba tales palabras. Muerta de celos, la joven tuvo el valor de infiltrarse hasta el gran salón y gritar a los cuatro vientos su dolor... esperaba con eso, interrumpir la ceremonia y hacer que las partes rompieran, aun a costa de provocar una guerra.

-Mujer... retírate- exclamó Padre de Todo, haciendo una señal a los guardias.

Pero al intentar acercarse y detener a Ann, un haz de fuerza surgió de su cuerpo, enviándolos a varios metros lejos de ella. Con ese poder evidente, el resto de los que se encontraban cerca se apartaron, los guardias apuntaron sus lanzas y espadas, pero fueron incapaces de detenerla... la joven dio unos cuantos pasos directos a la pareja.

-No te acerques...- ordenó Laufey, con gesto desencajado- Por tu bien y el de todos... no pienses siquiera en dar un paso más... en verdad ignoras lo que puedes provocar...

-Reclamo mi derecho como esposa de Thor Odinson, al que amo y por quien pelearé hasta el último minuto...- dijo Ann, haciendo que Loki dejase de jadear y abriera de nuevo los ojos, esta vez en actitud de espera, como pantera al acecho- Reclamo mi lugar... los sabios y los soberanos de los nueve reinos reconocerán que aún soy la consorte real, que toda unión es ilegal e improcedente... reclamo a mi esposo...

-Ann, no debes...- comenzó a decir Thor, causando tan solo con pronunciar el nombre de su esposa una expresión de espanto en Laufey... mientras un grito similar a un gruñido rompió la garganta de Loki, quien se colocó con gran agilidad de manera que Thor quedase a sus espaldas y su esbelto cuerpo se arqueara listo para defenderle.

-¡Silencio Thor!- rogó Laufey- No digas nada... no te atrevas a mirarla siquiera... por todo lo eterno... ni siquiera parpadees... concéntrate en Loki y solo en él...

El estado del pelinegro era similar al de un animal, poseído por su más puro instinto, el Jotun no tenía la capacidad de decidir ni razonar lo que estaba haciendo: Defender a aquel que había sido reconocido como su pareja, a aquel cuya alma estaba unida a la suya através del mágico vino libado entre los dos, era lo único que podía hacer, defenderlo a costa de su vida... defenderlo... que nadie lo tocara, que nadie lo mirara, porque Thor Odinson era solo suyo.

Todos reconocieron el peligro que representaba aquel trance terrible y poderoso.

Todos menos Anneke, quien dueña de una magia casi tan fuerte como la que estaba enfrentando, sonrió con desprecio e hizo un ademán mágico.

-¡Mi daga!- exclamó Laufey, sin poder detener la fabulosa arma de uru y diamantes, obsequio de Loki durante sus tiempos de negociador.

El arma fue a parar a manos de Ann, quien la tomó para cortar de un limpio tajo, la cara interna de su muñeca izquierda.

-Estás loca, Ann... debes detenerte- suplicaron casi a un tiempo Odín y Geirrodur, el rey de los trolls.

-Sea mi sangre el medio... Sea la forma en que salvo mi dignidad... ¿Recuerdas, mi amado esposo, que tú me salvaste del veneno que paralizaba mi cuerpo? ¿Lo recuerdas? Hiciste una formidable cruzada por la cabeza del demonio y sus favores mágicos... Lamento decirte que no fue la magia de erzone quien me salvó... sino los conjuros de mi madre, que permitieron que ese veneno fuera sembrado y se transformara en parte de mí... Que a mi voluntad puede mi sangre convertirse en ese líquido tan letal y sin cura conocida...

Ann levantó la daga, manchada con su roja sangre.

-No...- murmuró Laufey, rogando con la mirada que Thor no se moviera... pasara lo que pasara.

-¿Qué sucede a todos? ¿Le temen al dolor de una esposa engañada? ¿Temen a mi poder?- rió Anneke, totalmente fuera de sí- El uru es el único metal que puede matar a un asgardiano... ¿No es así? Y mi sangre es un veneno que triplica su letalidad...

-No provoques una tragedia, Ann de Asgard...- pidió Odín.

-Si no has de ser mío, Thor Odinson... no serás de nadie... ¡No serás de Loki! ¡Jamás te cederé a tu amante, jamás!

El resto sucedió en un parpadeo: La daga voló hasta el área del corazón de Thor, aunque antes de llegar a su destino, fue desviada por una rápida reacción de Loki, causando que el filo hiriera su mano y también rompiera la armadura del Dios, causando un leve rasguño en la piel de su brazo izquierdo.

De inmediato Ann exclamó furiosa al ver que había errado por muy poco.

Thor sintió un mareo y que todo se oscurecía a su alrededor.

Loki aulló también de furia, su más preciado tesoro había sido tocado.

-Pobre Ann...- susurró Geirrodur, deteniendo a Gurl por los hombros, pues ya el padre de la joven habia llegado dispuesto a intervenir en su defensa- ¿Creíste que su magia iba a ser suficiente? Gurl... la han enviado a su muerte...

-¡No!- gritó Gurl, impotente.

Loki jadeó furioso, volviéndose amenazador hacia Anneke.

-¡Cómo te has atrevido!-le gritó, transformándose casi al instante en un enorme y amenazador lobo plateado, cuyas fauces exhalaban un vaho que helaba la sangre- Lo has tocado... lo has herido... al que tanto amo.

-Miserable intruso- replicó la joven- Eres un miserable concubino, indigno de mi piedad...

-¿Así lo crees?- rugió el lobo, preparándose para saltar.

Ann comenzó a reunir todas sus fuerzas en un último ataque, que de dar en el blanco, sería fatal para Loki, Thor y quizá para quienes se encontraran cerca… es decir, Odín y Laufey.

-¡Detente!- exclamó Padre de Todo, levantando su lanza para protegerles de otro ataque de energía mágica.

El lobo saltó, recibiendo en medio del cuerpo la mayor parte de la descarga, que no pudo ser contenida en su totalidad por la fuerza de Odín, pero no fue suficiente para abatirlo, se levantó como pudo y de un salto, visiblemente dolorido, se abalanzó contra la muchacha y clavó los colmillos filosos en el blanco cuello de Anneke, quien ya no pudo gritar, al sentir que el aire le faltaba y que su sangre ahora comenzaba a vaciarse por las laceraciones que varias mordidas causaban en su piel.

-Loki... suéltala...- rogó Thor, antes de caer sin sentido.

El lobo no obedeció, llevándose a su presa entre las fauces, se acercó hasta la ventana, saltó através de ella, rompiendo los hermosos cristales del ventanal y se perdió en la espesura del bosque de Asgard.

***

-¡Pronto! ¡Los sanadores!- exclamó el soberano de la ciudad dorada, corriendo para auxiliar a su vástago, que se llenaba de pornto de un sudor frío y una palidez mortal en el cuerpo.

Laufey estaba irritable también... si por culpa de esa imbécil muchacha no se lograba la unión... si thor moría... Loki ya no aceptaría otra pareja, ya no aceptaría copular voluntariamente con nadie y la oportunidad pasaría, por otros diez años sería infértil y en ese tiempo, su gobierno sin duda sería nuevamente amenazado.

Era menester encontrar a loki y traerlo de regreso, así lo ordenó a sus guardias y los einherjar, se unieron a la búsqueda.

Alejados de todos, que centraban su atención en el Dios del trueno, unos padres destrozados se acercaron hasta el lugar donde solo restaba una mancha roja... era la sangre de su hija, Kaysa sollozaba aterrada ante la posibilidad de que ya no pudiesen encontrarla con vida, Gurl prefirió omitir la gravedad de las heridas que alcanzó a ver que le eran asestadas por el hocico espumeante del enorme lobo plateado.

-¿Qué hicimos, Gurl? ¿Qué hicimos? ¡Maldita sea la ambición que nos dominó! ¡Maldito el momento en que le dimos este poder! ¡Nuestra hija, esposo mío, nuestra pequeña Ann! ¡¿Dónde está?!

Los sanadores actuaron a toda prisa, llevándose a Thor hasta el cuarto de sanación, donde intentarían contrarrestar los efectos del veneno, toda vez que la inoculación había sido mínima… pero que había logrado entrar a su organismo gracias a la herida provocada por la daga de uru.

Notas finales:

Gracias por leer.

Un abrazo.


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