-No le sucede nada grave, Príncipe Thor... al finalizar el estro, Loki dormirá unos dos o tres días continuos... –mencionó como quien menciona nada el Rey Laufey, cuando el rubio le cuestionó algo asustado porqué no lograba hacer despertar a su compañero- Después será el de siempre. Yo volveré dentro de un mes, cuando sepamos con certeza si la unión de ustedes ha dado frutos... y espero llegar a bendecir la gestación de un heredero…
DIA UNO.
Loki se ve como un ángel al dormir... su gesto siempre feroz, su ceño arrugado, sus labios curvados en una sonrisa algo cruel se suavizan con el sueño... Ahora parece un niño sumergido en el sueño de los inocentes... poco a poco va perdiendo el tinte azulado de su piel para regresar al aspecto alabastrino que a él tanto le gusta... su largo cabello sigue siendo negro, suave y brillante, sus uñas y sus labios ahora están sonrosadas y una expresión de satisfacción perdura en su rostro...
Thor se lo comería a besos si no fuera porque se lo ha comido sin parar por un mes entero y se encuentra muy cansado.
Se acuesta junto a él, lo abraza por la espalda y se acurruca para dormir también... le hace falta recuperar fuerzas.
Por suerte, Loki no despierta a pesar del concierto de roquidos del rubio, ni siquiera se mueve un poco cuando Thor lo abraza, lo aprieta, se vuelve boca arriba y le sube el brazo o la pierna... y lo vuelve a abrazar... así desde la puesta del sol hasta casi el atardecer del día siguiente.
DIA DOS.
-¿Estás seguro que no te afecta venir a la taberna?
-No, Volstagg... tenía muchos deseos de salir y ver a mis amigos. Han sido meses muy difíciles... la guerra con Cimmeria, todo lo que ha sucedido con Loki y ahora...
Thor ni siquiera quería pensar en lo que seguía, pero eran asuntos inevitables.
-¿El hijo que seguramente viene en camino?
-¡Oh, no… no! Aún no sabemos si estamos embarazados o no- rió el grandote, haciendo reír igualmente a los tres guerreros- Pero me disgusta que mi hijo pueda nacer mientras yo esté de luto... Ustedes saben
-Un año entero sin fiestas, eso debes guardar de luto por el fallecimiento de tu esposa.
-Pero Thor- agregó Fandral- Si nunca la amaste.
-Te equivocas, amigo mío... Anneke fue amada en su momento, sinceramente y me apena mucho que todo terminara de esta forma. Lo menos que puedo hacer es devolver la dote y guardar el luto correspondiente.
-Sacrificios inútiles- dijo el práctico de Hogunn, vaciando su tarro de hidromiel- No tienes obligación de devolver la dote, ni de guardar luto... el verdadero problema es que hay quienes piensan que te burlas de su memoria, puesto que tu amante fue quien la mató.
-Solo nombra a alguien que se haya atrevido a decir que yo bromeo con algo tan serio, pero dilo con su nombre y el nombre de su padre... yo me ocuparé de hacer que no se atreva nuevamente a difamar la casa de Thor Odinson.
El honor de Loki era ahora el honor de Thor. No importaba contra quién... él siempre estaba dispuesto a defenderlo.
Aunque en realidad, su amante había asesinado a su esposa...
DIA TRES.
Loki abrió los ojos en la madrugada... moviendose con cuidado... se dio cuenta que había recobrado su aspecto asgardiano al notar el tono de la piel de sus manos y sonrió. También pudo notar que su rubio amado roncaba, dormido en una posición sin duda incómoda en un enorme sillón de cuero.
Se enterneció... Thor estaba velando su descanso y el sueño lo había vencido.
Pero ahora no sentía deseos de dormir... en realidad tenía muchísima hambre... y por todo lo eterno... deseaba más comer y comer que hacer el amor... eso le indicó que su período de fertilidad había terminado al fin. Intentó conciliar el sueño sin lograrlo… entre los ronquidos de Thor y los gruñidos de su estómago, terminó por ponerse de pié y salir en busca de comida.
El amanecer comenzaba a mostrar su claridad detrás de las montañas... el palacio todo permanecía en calma y solo llegaban hasta sus oídos los cantos de las cataratas y los pasos marciales de la guardia recorriendo el hogar de Odín.
-¿Qué haces levantado a esta hora, amor? Abrí los ojos, no te vi acostado y me preocupé mucho... ¿Te sucede algo?
-Bueno, además de notar mi aspecto... es que muero de hambre, en verdad muero de hambre... pareciera que no he comido en varios días...
-Llevas casi setenta y dos horas durmiendo... no me extraña tu hambre.
-¿Qué? ¿Llevo tres días durmiendo?
Thor acompañó a Loki mientras ambos miraban el amanecer y el menor consumía un desayuno abundante.
DIA CUATRO.
-Pero... pero... ¿Qué le ha sucedido a toda el ala norte? ¿Acaso Asgard estuvo bajo ataque estos días que estuve dormido?
Frigga sonrió, encantada de ver el gesto sorprendido y preocupado de su hijo menor. Finalmente, cuando los dos iban hacia la biblioteca, Loki vió que gran parte del ala norte del castillo había sido derrumbado y un pequeño ejército de trabajadores se afanaba en levantar de nuevo cada pared y ventana del lugar que ocupaban las antiguas habitaciones de Thor... y de Anneke.
-Thor ordenó reconstruir... todo... hasta el último cimiento fue removido y ahora, nuevamente es puesto en pié...
-Pero... ¿Por qué?
-Pregúntaselo a él...- concluyó la dama, extendiendo sobre la mesa el libro donde ambos se disponían a leer y a estudiar sobre la gestación Jotun- Ahora pon atención, querido... Aquí dice que durante el estro, el noventa por ciento de las uniones dan fruto.
-Por todo lo eterno... pudiera ser entonces que yo...
-Pudiera, si... ya que según me contó Thor, no fue posible evitar la unión.
-No facilité mucho las cosas... lo confieso... todo fue más fuerte que yo...
Loki suspiró en corto y se sonrojó, recordando las noches de pasión.
-Mira esto: Los varones Jötnar tienen un período de gestación de seis meses y dan a luz através de una incisión que se practica en el abdómen, en una ceremonia familiar... No se tiene ningún cuidado, ni se administra analgésico alguno... es una prueba de valor soportar la herida y el dolor, ya que las hembras dan a luz después de diez meses, y sus partos son dolorosos, largos y peligrosos... no es raro que alguno de los progenitores muera mientras nace su criatura y los gigantes de hielo siempre darán preferencia al recién nacido, aún por sobre la vida de su madre o de su padre...
-Entiendo... mi vientre será rebanado sin anestesia, mientras todos miran...
-No creo que Thor permita que tengas el más mínimo dolor...
DIA QUINCE.
Finalmente, Thor abrió los ojos y arrojó lejos la almohada con la que tapaba su rostro... Loki hacía demasiado ruido en su lado de la cama y al volverse a mirarlo, lo sorprendió sentado, con un enorme platón entre las piernas y leyendo a la luz tenue de una vela.
-¿Qué haces?
-No tengo sueño... no era mi intención despertarte, lo siento... me iré a leer a la antesala.
-No, mi amor... no te vayas, al contrario- dijo Thor incorporándose para ir a colocarse tras del pelinegro, de manera que Loki se reclinara sobre su pecho y ambos pudieran estar cómodamente sentados- Mejor comparte conmigo que clase de lectura tan interesante es capaz de mantenerte absorto... ¿Es algo que deba preocuparme… o halagarme?
-Eres una fuente inagotable de comprensión- replicó el menor, sintiendo todo el apoyo de su rubio adorado- Pero solamente es que no tengo sueño y madre y yo hemos encontrado varios libros sobre gestación, los que tengo decidido leer muy bien.
-Me parece que ya has estudiado mucho acerca de ese tema... deja de obsesionarte. Si estamos o no estamos en espera de un bebé, lo sabremos en menos de dos semanas... A menos, claro, que tú ya sepas algo y ese algo tenga que ver con la forma desmedida en que comes.
-No, cariño... no tengo antojos, aunque comer uvas a las tres de la mañana no es nada normal, lo admito. Y lo que si puedo decirte es que tienes una manera maravillosa de decir eso de que si “estamos o no estamos embarazados” Claro, yo seré el único que engorde... pero al menos no estás excluyendo tu culpa.
Loki recompensó a Thor el resto de la noche con una sesión de caricias tiernas y besos castos... era casi cómico decirlo, pero después de tanto sexo, acariciarse como novios adolescentes era lo único que deseaban.
DIA 20
La alcoba principal, al menos eso le habían dicho que era... pero el exterior imponente no era nada comparado con el interior... los acabados de maderas finas estaban terminando de colocarse, pero los tapices, las finas alfombras y las cortinas de seda y de terciopelo en color gris acero, contrastaban agradablemente... además, era imposible dejar pasar los acentos en oro y plata resaltando ciertos rincones.
La cama, enorme, redonda, voluptuosa… toda poblada de almohadones suaves, en colores sepias y dorados, las blancas pieles... la chimenea de piedra casi terminada.
Un área de jardines en la terraza, con una mesita y dos sillas dispuestas para tomar juntos un desayuno o una merienda... solo dos... toda su privacidad cuidada.
Otra área de biblioteca con una cómoda poltrona tapizada en terciopelo verde, la lámpara colgante, el atril... esa era obviamente una zona de lectura pensada en una persona y solo en una.
-¿Qué haces aquí sin mi permiso?
La voz de Thor quiso sonar seria, pero no pudo, Loki tenía una expresión de asombro tan genuino y encantador que no fue posible ponerle cara de enfado.
-¿Todo esto...?
-Se supone que era una sorpresa... estas serán en lo sucesivo, nuestras habitaciones privadas... Todo lo que aquí ves te pertenece… todo... aquí serás dueño y señor, todo el que aquí entre respetará tu voluntad porque así es mi deseo... incluso yo, porque te adoro, me inclinaré ante ti cuando me lo pidas, en la privacidad de nuestra alcoba...
DIA 28
-No te ves nada contento, cariño mío- dijo Loki, recostándose sobre la brillante cama del generador de almas, vestido tan solo con una ligera túnica color marfil.
-Tampoco tú estás precisamente saltando de alegría...- replicó Thor, sosteniéndo la mano de su compañero mientras estiraba sus largas piernas y quedaba boca arriba.
-No puedo sentirme menos que un microbio bajo la observación de un miscroscopio.
Ambos rieron forzadamente y entonces el exámen dio inicio. Los sanadores encendieron los aparatos y poco a poco, la silueta del Jotun se fue trasladando en forma de energía dorada, flotando etérea sobre su cuerpo. Laufey, Farbauti, Odín, Frigga, Thor y los sabios y ministros de ambos mundos, Asgard y Jotunheim se aprestaron a observar.
Todos esperaban que al completarse la silueta generada, pudieran distinguir también al pequeño ser que seguramente se formaba ya en el vientre de Loki.
-Todo está bien, mi amor... todo está bien...- murmuró el rubio, apretando con fuerza la mano del menor, besando cada uno de sus dedos, intentando controlar su propío nerviosismo y ansiedad.
Los sanadores se miraron desconcertados.
Odín dio un profundo suspiro mientras Laufey imponía su elevada estatura al ponerse en pié e inclinarse ligeramente hacia adelante, para observar mejor.
Pero los ojos del fuego del Rey Jötnar decía todo lo que su boca callaba.
¿RESULTADO?
Loki no escuchaba la conmoción que se desataba a su alrededor... su mente estaba en blanco, sus ojos nublados... un zumbido molesto y ensordecedor le comenzó junto con la voz de Thor que se elevaba con toda su fuerza y gravedad, opacando las voces de Laufey y Farbauti.
Igual no entendía ni una sola palabra de lo que discutían, centrado únicamente en lo que él mismo estaba sintiendo.
El corazón se le quebró cuando el sanador le dijo: “Príncipe Loki... no hay rastro alguno de embarazo. Lo siento.”
No quería hijos, lo tenía claro... incluso Thor lo tenía claro y estaba de acuerdo. Habían practicado coito interrumpido durante su etapa de fertilidad, algo que calmaba la conciencia de todos, ya que se unían y hacían algo por evitar el embarazo, aunque era bastante conocido que ese método fallaba en un altísimo porcentaje, y que no era ciertamente el modo más seguro de controlarse y evitar engendrar.
Pero la noticia de que no esperaba ningún hijo sencillamente le dolió... algo en el fondo de su corazón estaba esperando que su unión con aquel a quien tanto amaba diese el anhelado fruto... sería hijo del amor, no de la obligación.
¿Quién no iba a desear ver reflejado en un bebé esos ojos de zafiro, ese cabello solar, ese corazón y valor de un Dios? ¿O quizá su astucia y su inteligencia si se parecía un poco a él mismo?
Pero nada... su vientre estaba vacío y así permanecería. Porque en la siguiente década nada podría nacer de él, nada podría crecer, ninguna semilla de Thor crecería en su simiente y eso... eso dolía mucho más de lo que esperaba que podía doler...
El brazo férreo del Dios del Trueno lo levantó a toda prisa y lo sacó del cuarto de sanación, fue entonces cuando reaccionó y escuchó las voces alteradas de Odín llamando a su hijo y a Laufey llamándolo a él.
-¿Qué quieren de mí?- gritó, dejandose arrastrar por su amante- ¡Estoy seco! ¡Estoy seco!
***
-Pensé que estabas derrumbado ante tu fracaso, Loki de Jotunheim... Ante tu evidente imposibilidad de dar un crío sano para perpetuar nuestra sangre en el trono... ¡Me decepcionas terriblemente! ¡Me decepcionas y me das lástima y asco! Y en lugar de verte sufrir por ser estéril, tienes la osadía de pararte frente a mí, con ese aire de soberbia... y verme a la cara... ¿Acaso no conoces la vergüenza?
Tal y como Laufey había dicho, el pelinegro se mostraba sereno, silencioso y con el porte altanero, con la mirada soberbia y una mueca de desprecio bien plantadas en el rostro.
Después de la revisión, después de que ambos reyes comprobaron una y otra vez que no existía la mínima posibilidad de un embarazo, Laufey hizo valer su derecho de confrontar a su vástago... la ley Jötnar era clara: Si por dos estros consecutivos no había embarazo, entonces existía un estado de esterilidad que tornaba en inútil para la procreación a Loki y lo degradaba... el cónyuge, la pareja o en este caso, la familia, podía repudiarle y venderle como esclavo o darle la muerte, según les diera la gana.
-Hace un mes eras todo dulzura, Laufey- dijo Loki arrastrando las palabras, le costaba trabajo dirigirse al gigante de hielo con la mínima cortesía- Eras mi padre, yo era tu amado hijo y toda la esperanza de tu raza... ¿Ahora me desprecias?
-Con tu incapacidad pones en riesgo el trono... la amenaza de guerra crece... Cimmeria, Gundershelm, Vanaheim… incluso Asgard, todos codician el uru de nuestras minas, guerrean por las rutas de comercio... y el gobierno se tambalea por las disensiones internas en Jotunheim... Nos has condenado.
-La nuestra es una raza que se goza en la guerra, en la destrucción... no creo que mi presencia o la de un hijo mío cambiara un poco ese destino que llevamos en la sangre.
-¡Basta! ¡Ya no deseo hablar contigo! Te desprecio... y mi voluntad es...
Pero antes de enunciar su sentencia, el rey fue interrumpido.
-¡No digas tu voluntad, oh voluble rey! Loki dirá la suya: Antes que me desprecies nuevamente, antes que me repudies o que me maldigas escúchame: ¡Yo te repudio a ti primero! ¡Yo te desprecio como padre, te desconozco como rey y maldigo el momento en que me llevaste de regreso a un mundo que jamás me aceptó!
-Seguramente piensas que este mundo te acepta...- rió Laufey, burlandose.
-Este mundo no lo sé... pero sí, hay uno que me acepta... uno solo. Y eso me basta.
-¿Thor? ¿Crees que el capricho de Thor por ti durará? ¿Crees que el Príncipe de Asgard eludirá eternamente su propia obligación de extender la sucesión? Ellos también ambicionan seguir en el poder... Odín, Thor y Balder... sangre asgardiana orgullosa y calculadora... valiente y egoísta... Un día Thor también te repudiará por ser seco.
-Tus palabras no me amedrentan. Thor me ha dado su voto de confianza para presentarme ante ti y defender mi dignidad, su honor y su casa, a la que yo gustosamente entrego desde este instante mi vida entera... Si dura un día, mañana moriré feliz, igual que si perdura cinco mil años más.
Laufey escupió en el suelo... saliva congelada que brilló despreciativa. Era el insulto mas bajo que se podía dar a un hijo, a un familiar... el desprecio absoluto.
Loki permaneció inconmovible.
-No vuelvas a Jotunheim jamás, jamás... o perderás la vida.
El soberano Jötnar dio la espalda a Loki y se enfiló hacia la salida del gran salón. En la antesala, Odín se puso en pié para que ambos monarcas iniciaran el protocolo de despedida y Thor, caminando impasible y sonriente, se adentró para ir hasta donde su adoración lo esperaba. Igual que una estatua, sin reflejar emoción alguna.
-Estoy orgulloso de ti- le dijo, haciéndole una reverencia elegante, a manera de halago.