“Hazme el amor” había dicho Thor y era una invitación que encendía y alegraba el corazón. Loki ya estaba montado sobre el rubio, con una erección que pedía a gritos ser aliviada y contando con la entrega espontánea del Dios del Trueno. Sonrió con satisfacción, mientras decidía por donde comenzar a amarlo.
-Quítame la ropa- ordenó al pelinegro, quien diligentemente lo hizo: deslizó la camisa sobre su cabeza y brazos, arrojándola al suelo, después desató el cordón del pantalón y liberó al enorme instrumento de Thor, que se encontraba todavía a mitad de su crecimiento. Engolosinado, se lo llevó a la boca para hacerle círculos en el glande con la lengua y chupetearlo juguetonamente... Thor empujó un poco y Loki tuvo que retroceder... era enorme... se rió divertido y lo tomó por la base, levantándolo para pasar sus labios a lo largo, con suavidad, recorriéndolo de arriba abajo varias veces, dibujando cada vena y surco con la punta de su lengua lasciva y caliente, hasta que el mástil estuvo a plenitud.
Terminó de sacarle la ropa y después se desnudó él mismo.
Thor lo observaba tomar el mando reflejando satisfacción en el rostro, Loki gozaba dominando, y en sus pensamientos juró siempre hacer lo que a Loki hiciera feliz. De manera que dócilmente permitió al Jotun volver a entrometerse con su periné, lamiendolo y jugueteando son la piel del escroto, levantó el rostro para mirarlo fijamente mientras bajaba una mano y comenzaba a trabajar en su entrada, con uno... y dos dedos... moviéndolos suvemente en círculos.
-¿Te molesta esto, Thor?
-Mucho menos que la primera vez...- mintió el rubio, aguantando un tanto la incomodidad de su interior invadido.
-Ya quiero estar dentro...- murmuró el menor, cerrando los ojos.
-Eres un impaciente... –Dijo el otro, mientras con sus brazos levantó al jotun para ponerlo encima suyo, de manera que su cadera quedó sobre de su rostro, atrapó su miembro y se lo metió en la boca con habilidad, Loki hizo lo mismo y en cuestión de un instante ambos estaban en la posición de 69, jugando y dándose placer al mismo tiempo... Loki continuaba con los dedos metidos en el esfínter del rubio y se atragantaba con las embestidas intencionales que le hacía Thor para obligarlo a devorarle hasta el fondo. Loki creía tener el mando, pero en realidad estaba dandole a Thor una de las mejores noches de su vida… y el otro no lo disimulaba, hacía al pelinegro a su medida, gimiendo con voz grave con cada chupada y caricia recibidas.
-Eres un bruto... casi logras que me vomite…- se quejó el ojiverde, listo para cambiar de posición.
-Eres tan sexy cuando me miras enfadado...- Dijo el mayor, riendose a carcajadas mientras veía a Loki hacer arcadas con su miembro hasta la garganta.
-Siénteme, Thor...- ronroneó Loki, colocándose atrás y empujando levemente su miembro- Siénteme ahora...
Loki estaba al borde del éxtasis, le gustaba poseer a Thor, le gustaba en verdad... Ver al Dios del Trueno sometido, rogándole por más y más, lo enardecía... empujaba y se movía con ansiedad, como si ahí le fuera la vida... el rubio, más relajado que la vez anterior, comenzó a disfrutarlo... mientras sentía al jotun esforzarse y sudar por el ejercicio que suponía el amor.
-Por Valhalla... cuánto te amo, Loki...- murmuró ahogadamente, percibiendo los espasmos de la eyaculación en su interior.
Desfallecido, jadeante y feliz, Loki se dejó caer en la espalda de su compañero, haciéndole a un lado el cabello rubio y empapado de su propio sudor también, mordiéndole la tostada carne del hombro, hasta dejarle bien marcado el arco de sus dientes y susurrándole al oído...
-Hazme el amor ahora tú a mí...
Thor gruñó de placer ante estas palabras, las semanas que había pasado al lado de Loki, siendo su esclavo, soportando sus cambios de humor, su trato soberbio, su enloquecedora presencia, su aroma y sonrisas le tenían loco de deseo... Las ocasiones en que el ojiverde lo invitaba a su cama y no podía hacer otra cosa que verle dormir, aguantar y morderse los labios si reía con otro o si coqueteaba con otro ya eran suficiente...
Desde el instante en que reconoció que seguía adorándolo había anhelado hacerlo suyo, recordarle quien había sido el primero en su vida y con suerte... el último. Y demostrarle que las promesas de muchacho, en los sobresaltos de la clandestinidad, eran ahora realidades de un adulto que lo amaba… que lo amaba sinceramente.
-Prepárate entonces...- murmuró, mientras se ponía de pié mostrando su erección aún completa con orgullo, y lo tomaba como si fuera una frágil hoja en el viento, recostándolo boca arriba suavemente... lo haló a la orilla de la enorme cama y se puso de rodillas frente a él- Loki... si hoy tengo suerte contigo... no vas a poder caminar en varios días...
Loki rió de la amorosa amenaza, sintiéndose algo nervioso... pero no pudo responder nada ingenioso, ni pensar en lo que Thor acababa de decirle porque justo en ese instante el rubio hundió el rostro entre sus nalgas, chupando y humedeciendo todo su periné, devorándolo ávidamente, con una fuerza desconocida, la sensación que lo invadió le cortó el aire, levantándolo como una ráfaga de un huracán violento, un espasmo de dulce placer lo llenó hasta hacerlo gritar y sollozar lo feliz que era.
El menor comprendió que todo ese tiempo, realmente Thor se sometía por voluntad propia, ya que fácilmente, de haber querido, pudo librarse de él en el momento que lo deseara. Era por mucho, más corpulento, fuerte y experimentado y sin embargo, aguantó de todo solo por seguir a su lado. Ahora, su fuerza se volcaba de amor y ternura sobre él... aferrándose con fuerza a sus caderas, dejándole marcadas las manos en las nalgas blancas y suaves.
-Ahh Thor…- jadeó al sentir la lengua del rubio en su interior, creyendo que se desmayaría de placer- Despacio... despacio... por favor...
Thor continuó su labor sin importarle sus ruegos, necesitaba poseerlo, le urgía verdaderamente... su miembro agolpaba tanta sangre y calor, que temía estallar antes de tiempo... pero no podía hacerlo sin el cuidado y preparación necesarias, no a juzgar por lo que estaba sintiendo.
-Estás verdaderamente estrecho...- le dijo, sin saber si era un cumplido o una queja.
-¿No te gusta estrecho?
-Todo lo contrario- sonrió el rubio, colocándose entre sus piernas para empujar un poco- Pero creo que estás tan apretado como si fueras virgen...
-Thor...- murmuró Loki, aguantando el dolor de sentirse partido al medio- Con cuidado... te lo suplico...
Las lágrimas que escaparon de los ojos verdes alertaron al mayor, quien se detuvo esperando que Loki se acostumbrara antes de moverse un poco más. El pelinegro forzó una sonrisa y Thor empujó, encontrando nuevamente una resistencia que no esperaba.
-Creo que estoy apresurándome contigo…- murmuró, recostándose sobre el ojiverde para besarlo en la boca y esperar otro par de instantes- No quiero que te duela, Loki... no sabía que te iba a doler tanto...
Sacó su miembro e introdujo un dedo en su lugar, necesitaba relajarlo más.
-Thor... debo decirte algo...
-No me digas nada si vas a romper el encanto de este maravilloso momento.
-Es que necesito decírtelo... ¡No te detengas! Sigue con tu mano... no te detengas...
-Dímelo pues- jadeó Thor, nuevamente acalorado y trabajando ahora con dos dedos.
-¿Recuerdas aquella noche en Asgard... en mi alcoba?
-Por supuesto que lo recuerdo... fue nuestra primera vez juntos... y la primera vez tuya conmigo...
-La primera vez de mi vida… y fue contigo... y después con ninguno otro... ¿Entiendes eso? Con ningún otro...
Thor abrió grandes sus ojos de zafiro, sonrojándose ante aquella confesión. Loki se comportaba tan libertino y sensual, que nunca dudó que toda una legión de hombres y mujeres ya habían desfilado por los placeres de su cama, prefería dominar... pero era tan solo para conservarse para él... para su recuerdo... en otras palabras le había sido absolutamente fiel...
-¿Es cierto lo que dices?
-Muy cierto... ¿No te das cuenta acaso?
-¡Oh, Loki! Es que es... enloquecedor eso que me has dicho... ¿Con nadie después de mí… has…?
-Nadie dentro de mí.
Loki entreabrió los labios y el rubio acudió a ellos sin pensarlo dos veces, ahora sí que estaba loco por el jotun. Más que amarlo, comenzó a venerarlo... sacó los dedos y volvió a colocar la cabeza del pene, empujó suavemente y esta vez, el miembro se deslizó con un poco más de facilidad... sin duda, confesarle aquello había aliviado un poco la tensión del pelinegro.
-¿Duele?
-Sigue…
Empujó otro poco... más allá de la mitad y Loki gimió de placer y dolor... pero aguantó estoicamente. Entonces Thor lo introdujo todo de golpe, haciéndole abrir los ojos desorbitados y exclamar ahogadamente.
-Lo siento... pero es mejor así o no te acostumbrarás...
-Has crecido bastante- dijo Loki- Y sigues siendo bastante bruto...
Thor se movió un poco, solo lo suficiente para ir paso a paso, hasta que pudo comenzar un bombeo suave y placentero. Prendido a la blanca piel de su hermano, dejandole las marcas de sus besos por el cuello y el pecho, comenzó a empujar con delirio… midiéndo en cada embestida el gesto de dolor del otro... pidiéndole perdón con cada lágrima que secaba con un beso, pero sin desistir de hacerlo suyo.
-Eres mío, Loki... siempre lo fuiste...
-No hables... dame placer...
-Deja de decir esas cosas... Aquí no eres el indiferente Loki, ni el poderoso Príncipe del orgullo... Aquí eres mi pequeño hermano y mi amante... y yo te estoy dando mi amor... ¿Acaso no lo sientes? Te estoy entregando mi corazón...
***
Thor se vació dentro del jotun en medio de los gritos de placer de ambos. Con suerte, la mitad del castillo de Gandrl no los había escuchado.
Se dejaron caer ambos sobre la cama, riendo como enajenados, felices y ahítos de placer. Boca arriba, mirando el techo, permanecieron en silencio varios minutos, cada uno sumido en sus propios pensamientos.
Thor giró la cabeza para deleitarse con el fino perfil del pelinegro, con sus ojos de esmeralda, con sus blancos y perfectos dientes... parecía el niño que le seguía y le encubría en sus travesuras y al mismo tiempo, el adolescente al que le robaba besos y caricias, al que le recitaba palabras de amor, al que una noche... temblando de miedo, le propuso unirse para amarse y sonrojado, aceptara, quedando en una cita a la media noche…
Nunca imaginaron que el día siguiente sería el día de su separación. Y Thor nunca imaginó que siete años después, su amor siguiera intacto.
-Ven- le dijo Loki, apenas recuperado- vamos a bañarnos.
Thor le siguió tomado de la mano del jotun, buscaron en las puertas de la habitación de huéspedes y tal como Loki sospechara, una de ellas dio a un cuarto de aseo con una enorme tina llena de agua cristalina. Loki se inclinó un poco y metió su mano para constatar la temperatura del líquido.
El rubio no le dio tiempo de mucho, lo tomó en brazos y lo arrojó al agua, haciéndolo estremecerse del susto y del repentino baño.
-¡Joder, está helada!- se quejó con enfado- ¡Maldito seas, Thor!
-No seas llorón… encenderé la caldera, hay suficiente leña aquí... el agua se pondrá tibia en unos minutos.
Se lanzó también al agua y emergió frente al príncipe salpicándolo en la cara, mientras reía al verlo temblando de frío. Loki estaba realmente enfadado, con la temperatura, su cuerpo se transformó nuevamente, pero... para su sorpresa, con la piel de color celeste, con los tatuajes vivos en su rostro y en su cuerpo... sentía algo que no había sentido en más de siete años.
-Tengo frío...
-No entiendo... eres un Jotun... ¿Por qué tienes frío?
-No lo sé... ¿Por qué me arrojaste al agua fría?- preguntó apresurado, observando su reflejo en el líquido- ¡Soy un maldito monstruo nuevamente!
-Eres tú y nada más. Loki, no me agrada que te digas palabras hirientes... Tu me enloqueces así, con tu forma natural... no sé por qué tienes frío pero... mis besos te van a calentar antes de que te des cuenta...
Y Thor se acercó para abrazarlo y besarlo nuevamente. Era la noche más deliciosa de su vida, lo era para ambos. Nunca habían tenido el tiempo, ni la libertad suficientes para disfrutarse de esa forma... y ni siquiera estaban ciertos de que volvieran a tenerlo... así que no había un minuto que desperdiciar.
El pelinegro sintió como sus caderas eran giradas ligeramente y un arma lista y entera se encajó entre sus redondeces.
-¿Cómo puedes tener fuerza después de hacerme gritar como condenado?- rió Loki, recibiendo la nueva embestida del rubio en su trasero.
-Podría seguir por horas...- presumió el otro, volviéndolo completamente de espaldas para tomarlo mejor. Loki se reclinó sobre la orilla de la tina y dejó a Thor hacer su parte, mientras pensaba seriamente en como diantres haría la siguiente mañana para sentarse decentemente- Pero esta vez seré más suave... ¡Ahora quiero poseer a mi hermoso jotun!
Y cumplió, el vaiven dentro de la tina fue una hermosa danza acuática en la que ambos se deslizaron al mismo ritmo... lentamente, con toda la ternura del amor redescubierto y ya muchas veces protestado mutuamente... Loki desbordaba sensualidad gimiendo y jadeando ante cada estocada recibida, mientras el mayor gruñía como un enorme y cariñoso león que se regodeaba devorando una frágil gacela. Ambos llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo... y fue estupendo.
Terminaron de bañarse y regresaron a la cama, exhaustos y dispuestos a dormir. Bajo el calor de las pieles, bien pronto quedaron abrazados, soñando.
Pero antes del amanecer, Loki despertó y se encontró a solas en la enorme habitación. No se movió, solo murmuró un hechizo de protección para que el hijo de Odín no fuese descubierto por los guardias, ni por Gandrl.
-Guíale con certeza, noble espíritu del rayo- prosiguió murmurando- Hazle precavido en sus movimientos, silencioso en su andar... y tórnalo como su destino marca: Inesperado, certero y mortal... igual al relámpago que precede el trueno de su ira...
Una lágrima de preocupación resbaló por su mejilla y se congeló a la mitad. Miró sus manos de color azul y sus uñas negras... el Jotun estaba de regreso y el Loki asgardiano de nuevo se había esfumado. Pero esta vez no le importó tanto... su corazón estaba ocupado esperando por Thor.