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El color del mar por OlivierCash

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Notas del capitulo:

Antes que nada recordar que la obra original fue escrita y dibujada por Masami Kurumada y el Lost Canvas por Shiori Teshirogi.

Era un salón grande,pero extrañamente cálido y acogedor,Asmita se preguntó durante mucho tiempo como es que ese lugar que en un principio pensaba que le resultaría enorme y frio,le pareció el lugar más cálido en el que había estado. Cuando estuvo fuera comprendió que era porque consideraba ese lugar su hogar y en ese salón en concreto había pasado mucho tiempo.

 

Asmita se sentó donde solía hacerlo cuando vivía ahí,entre Shion y Yuzuriha,aunque ninguno de los dos estaban. El más cercano era Manigoldo,que se sentaba a la derecha de Shion y a la izquierda de Sage,quien presidia la mesa. Estos dos estaban hablando cuando Asmita llegó,pararon un momento para saludarlo y volvieron con su charla.

 

—Desde que patrullamos no roban,pero acabamos cansados y las horas de sueño no nos las devuelve nadie—se quejaba Manigoldo— Y ni mencionar cuando te toca guardia con una tormenta como la que esta cayendo hoy.

 

—Manigoldo,como te he dicho mil veces,estoy de acuerdo en que mandaros a vosotros vigilar a la noche no me parece del todo bien,pero si no os queda otra es lo mejor que podéis hacer y lo sabes.

 

—No,lo mejor que podría pasar es que Aspros nos hiciera caso y pusiera alguien en el puerto a las noches—replicó Manigoldo malhumorado—Asmita,a ver si le alegras el día y así esta más dispuesto a hacerlos caso.

 

Asmita levantó la ceja visiblemente molesto ante el comentario,pero prefirió callarse.

 

—¡Manigoldo! No digas esas cosas—le regañó Sage como si fuera un niño pequeño— Ya lo ves Asmita,sigue igual de siempre.

 

—No se si alegrarme por ello o pensar que es una desgracia— comentó Asmita.

 

—Yo también te quiero Barbie —dijo Manigoldo un poco enfurruscado.

 

Asmita se sentía algo extraño,hacía tiempo que no veía a Sage y que no estaba en esa casa,pero por alguna razón,parecía que todo estaba igual que antes,como si el tiempo no les hubiera afectado,como si diera igual que hubiera estado tanto tiempo sin siquiera llamarles.

 

—¿Y los demás?—preguntó Asmita extrañado de que solo estuvieran ellos tres en la mesa y en el salón—Hakurei me ha abierto la puerta,pero se ha ido en seguida.

 

—Pos los rubios,osease,Shion,Yuzuriha y Tokusa,están haciendo la comida—comenzó Manigoldo contando a cada uno con los dedos de una mano— Y de los tres el único que sabe cocinar bien es Shion,así que a saber que sale—hizo una pausa—Atla estaba por ahí siendo Atla y Hakurei a saber que estará haciendo,seguro que nada bueno.

 

Nada más acabar Asmita pudo escuchar a la perfección la colleja que le propinó Hakurei a Manigoldo. El cual entró en el momento que comenzó a especular sobre lo que estaría haciendo.

 

—Para tu información,estaba echándole un ojo a los cocineros—dijo Hakurei,quien se sentó al otro lado de Sage y frente a Manigoldo.

 

—¿Tú supervisando la comida? —preguntó Manigoldo fingiendo estar sorprendido y entre risas.

 

—Chaval,te recuerdo que antes de que Shion aprendiera a cocinar yo era el que hacía aquí la comida.

 

—Y yo te recuerdo que Shion aprendió a cocinar por no comer lo que nos hacías—le recordó Manigoldo—Aquí el que mejor come soy yo,que vivo con Shion.

 

—Yo que tú estaría muy agradecido de eso,te aterra hasta preparar un huevo frito—le devolvió Hakurei.

 

Manigoldo iba a responderle a Hakurei,lo malo de las lluvias de puñaladas traperas entre esos dos,es que ambos quería tener la última palabra,pero en este caso Asmita cayo en la cuenta de que Manigoldo había mencionado que Shion y él vivían juntos,así que interrumpió la discusión.

 

—¿Shion y tú vivís juntos?—preguntó Asmita sorprendido.

 

Manigoldo se le quedó mirando unos instantes.

 

—Si,desde hace unos meses—respondió—Si que hacía tiempo que no hablábamos si no lo sabías.

 

—Es que hace como un año o así que no hablábamos—aclaró Sage— Y como unos tres desde que te fuiste de la casa.

 

Se hizo un silencio incomodo en la sala ante ese comentario.

 

—Entonces...¿en serio vivís juntos?—Asmita rompió el silencio tras unos minutos.

 

—Si,como he dicho,desde hace unos meses—respondió Manigoldo de una manera un poco agresiva— ¿Es que ahora estar sordo?

 

—No,es que me sorprende—contestó Asmita.

 

Ya hacía años que sabia de la relación que compartían Manigoldo y Shion,pero por eso de que la conocía,le extrañaba que fuera algo lo suficientemente serio como para vivir juntos en una casa a parte. No era tanto por Shion,si no por Manigoldo. Quien por todos era sabido,había tenido una vida en la que durar más de unas horas con la misma persona ya era un logro a tener en cuenta. Por ello cuando comenzó a tontear con Shion jamás se podía imaginar que fuera lo suficientemente en serio como para vivir juntos,pero ese punto de vista no era solo suyo,lo compartía con muchos que conocía a Manigoldo.

 

—Créeme,a mi a veces todavía me cuesta creérmelo—aseguró Hakurei.

 

—Gracias viejo,me alegra que confíes en mi de esa manera—dijo Manigoldo con sarcasmo.

 

—¿Y cómo es la casa?—Asmita prefirió intervenir antes de que esos dos volvieran con otra de sus discusiones.

 

—Pues la verdad es que esta bastante bien,es una casa pequeña,de tres pisos—contó Manigoldo—Eso si,es super estrecha y con las casas que tiene al lado,aun parece más estrecha. Pero para nosotros dos nos sobra. Esta pasando la panadería donde trabajas,cerca de la entrada y la lonja del puerto,así que a la hora de ir a trabajar nos viene de perlas. Y ¿qué más? Ah bueno,tiene unas vistas bonitas,del puerto,el mar y algo de la lonja,esta en el paseo marítimo. A Shion le gustó mucho esa casa por las vistas.

 

Asmita escuchó con atención todo lo que le decía Manigoldo.

 

—Si quieres te puedes pasar un día de estos,cuando tengamos fiesta o algo así—le dijo Manigoldo.

 

—Bueno,hoy me imagino que has tenido el día libre—comentó Asmita.

 

—¡Pues claro que si! No salgo ni loco con la que esta cayendo ahí fuera—dijo Manigoldo.

 

—Pero pronto serán las fiestas del pueblo y esos días te los pillas libres todos los años—comentó Sage.

 

—Oh si,las fiestas del pueblo,¡que ganas!—dijo Manigoldo ilusionado como un crio—Me encantan—miró a Asmita—Pues alguno de esos día pásate,dame un toque antes al móvil que como son fiestas ya sabes,a saber donde puede estar uno.

 

—Y más siendo que Shion esta en la charanga—recordó Hakurei.

 

—Si,recuerdo que el año pasado o así me lo dijisteis,creo recordar que tocaba bien el saxofón.

 

—Y es el que toca,tengo conciertos de saxofón todas las noches,todas—contó Manigoldo,se le notaba estar un poco harto de eso.

 

Siguieron hablando un poco más sobre temas triviales,hasta que al final llegó Tokusa con un bol de ensalada,estaba contento y se le veía orgulloso por algo que había hecho bien. Saludó a Asmita y después se fue a buscar a Atla para decirle que ya iban a comer.

 

Poco después llegó Shion con un plato en cada mano,eran truchas. También saludó a Asmita al entrar y fue repartiendo a cada uno su comida.

 

—¿Tanto os habéis tardado para hacer una maldita trucha?—preguntó Manigoldo—Si en casa las haces en un pis pas.

 

—En casa no debo hacer trucha para siete y enseñar a dos personas a hacerla—respondió Shion—Y luego no debo limpiar todo el desastre que se ha armado.

 

—Mejor ni pregunto—dijo Hakurei resignado.

 

—Pues si,mejor y ya ni te digo la que se ha liado con el postre,ha costado más limpiar eso que hacerla comida.

 

Shion acabó de repartir los platos y se sentó en su sitio listo para comer. Poco después llegó Yuzuriha y se sentó junto a Asmita,quedando frente a Sage. Por último llegaron Tokusa,el cual se sentó junto a Yuzuriha y Atla,quien se sentó entre Tokusa y Hakurei. Al estar todos sentados Asmita no pudo recordar porqué Yuzuriha se sentaba frente a Sage,cuando lo lógico habría sido que fuera Hakurei el que se sentara ahí.

 

La comida fue tranquila,como las de antaño,casi parecia que el tiempo no había pasado entre ellos,casi.

 

—Asmita,¿cómo fue tu viaje?—preguntó de repente Hakurei.

 

—Fue bastante bien,no encontré todo lo que quería hallar,pero logre dar con muchas cosas de las que buscaba—respondió Asmita.

 

—Nunca le pillaré el sentido a ese viaje espiritual tuyo—comentó Manigoldo.

 

—Ya sabemos que el coco no te da para tanto Manigoldo—dijo Hakurei.

 

Y volvieron a discutir como siempre,pero a Asmita no le importó,no estaba de humor como para hablar de ese viaje y menos delante de tanta gente,aunque fueran ellos. Realmente ese viaje había cambiado muchas cosas,a lo mejor demasiadas.

Acabaron con la comida y llegó la hora del postre,era una tarda de cuatro chocolates y estaba realmente buena. Aunque algunas partes se había quedado un poco raras,cosa que recalcó Manigoldo. Pero lo importante era el sabor y sobre eso no hubo ninguna queja.

 

—No sabia que habías aprendido a cocinar repostería Shion—comentó Asmita.

 

—La verdad es que no suelo hacer muchas veces postres,pero como ciertas personas se empeñaron—le echó una rápida ojeada a Yuzuriha y Tokusa—pues no me quedó otra,aunque solo se hacer cuatro cosas.

 

—Aunque lo que realmente le duele es que pese al millón de veces que lo ha intentado,es incapaz de hacer pastelitos de limón,siempre se le estropean—se burló Manigoldo—Y por eso siempre los compra,porque le gustan demasiado.

 

Shion miró a Manigoldo con cara de pocos amigos y le propinó una patada por debajo de la mesa.

 

—¡Ey! ¡Qué ha dolido!—se quejó Manigoldo.

 

—No seas un quejicas—contestó Shion y continuó comiendo su trozo de tarta.

 

—Me sorprendió que acabases trabajando con Hasgard,pensaba que no os llevabais del todo bien—dejó caer Sage.

 

—A mi también me extrañó,pero cuando volví y me puse a buscar trabajo,para mi sorpresa y mi suerte,me dijo que tenía un puesto libre en la pastelería y que si quería podía ocuparlo. En ese momento me vino bastante bien para lograr la estabilidad que buscaba y bueno,no me quejo,estoy bastante bien ahí.

 

—La verdad es que me imagino que fue una mejora en comparación con el chaval que estaba antes—habló Tokusa.

 

—¿Había otra persona antes?—preguntó,le sorprendía que Hasgard nunca había mencionado eso.

 

—Lo había,pero era un chico problemático,así que después de una discusión muy fuerte con Hasgard se largó—contó Manigoldo—Aunque de aquí el que más tuvo el honor de conocerlo fue Shion—miró a este con una sonrisa sarcástica—Y creo recordar que era algo así como el amante chiflado de tu amiguito—esa última palabra la dijo con algo de desprecio.

 

—No era el amante chiflado de Dohko,ni siquiera estuvieron juntos—defendió Shion un poco molesto—Simplemente no soportaba a Dohko y la liaba de vez en cuando,eran más como nemesis o archienemigos,guardando las distancias claro.

 

—¿Quién demonios tiene un archienemigo?—preguntó Manigoldo con sarcasmo—Porque si ese puede tener,¡yo también quiero un archienemigo!

 

Shion suspiró e intentó armarse de paciencia. Asmita notó que el tiempo que había pasado viviendo con Manigoldo le había dado mas paciencia,hace unos años ya lo habría tirado de la silla, o algo peor.

 

—No me tires de la lengua Mani—fue la respuesta contenida de Shion—A lo que estábamos,que el chico a parte de las constantes discusiones con Dohko,solía meterse en muchos problemas y peleas callejeras. Y un día Hasgard se hartó de que se la jugara tanto y se metiera en esos líos,por lo que quiso convencerlo para que dejara de meterse en esos embrollos,pero se caldearon los ánimos y se fue para no volver.

 

—Y desde entonces nunca lo hemos vuelto a ver—finalizó Manigoldo haciendo una imitación de la voz de Shion,que estaba claramente destinada a burlarse de él,lo que le costó otra patada en la pierna y en el mismo sitio que antes—¡Ay! Al final me va a salir un moratón.

 

—Y bien merecido—matizó Shion.

 

—Se me ha hecho curiosa esa historia. Hasrgard nunca me había contado nada sobre eso y os aseguro que Hasgard cuenta muchas cosas.

 

—Seguramente fue porque quiso hacer algo por ese chico,al igual que hizo por Teneo,Selinsa y Saro,pero al no haberlo podido lograr,se siente culpable—intervino Sage.

 

Tras esta conversación la cosa volvió a irse por los temas sin importancia,pero divertidos. Acabaron de comer y recogieron la mesa,Hakurei dijo que dejaran todo en la cocina que ya limpiaria él los platos cuando se fueran. A Asmita le costó creer que lo decía en serio y a Sage aun más. Después prepararon algo de café y volvieron a sentarse en la mesa,igual que antes para comerlo. Hasta Atla se quedó,aunque este solo fue por comer las pastas. Tokusa y Yuzuriha estaban comenzando a tomar café,como gritando que ya se estaban haciendo mayores. Shion bebia mucho café,al igual que Manigoldo. Y Sage y Hakurei era como les diera,aunque Hakurei mas que echarle azúcar al café,le echaba café al azúcar. Y al final,llegó la conversación que tanto se temía Asmita,pero que en cierta forma prefería pasarla cuanto antes mejor,su repentino compromiso con Aspros.

 

—Bueno,dejémonos de mierdas,veo que ninguno de vosotros va a soltar la pregunta que nos llevamos haciendo unos días—comenzó Manigoldo—¿En serio Asmita?¿En serio con Aspros?

 

—Si Manigoldo,va en serio—contestó Asmita sin más.

 

—Nos ha pillado un poco por sorpresa,no sabíamos que estabais saliendo—comentó Sage.

 

—A mi también me pillo por sorpresa—dijo Asmita intentando aparentar un poco de ilusión,pero no le salía,así que dejo de intentar aparentar—Pero bueno,así va a ser.

 

—¿Y para cuando es?—preguntó Tokusa.

 

—Pues aun no tenemos fecha prevista,pero seguramente será un poco a la larga,como hemos llevado nuestra relación en secreto hasta ahora,pues queremos adaptarnos un poco a las cosas—mintió Asmita,no les gustaba mentirles,pero era lo mejor.

 

Pero ellos parecieron sospechar que mentía,aunque se lo callaron.

 

—Bueno,si es así,felicidades—felicitó Sage—Aspros puede tener sus cosas,pero es un buen hombre,seguro que estaréis bien—Asmita pudo notar,como ni siquiera Sage,parecía del todo seguro con eso de que se casara con Aspros.

 

—Es un pomposo imbécil,no se que has visto en él,pero bueno,todos cometemos nuestros errores,así que felicidades y espero que te trate mejor que como trata al resto del mundo,mirándonos desde su alta nube—habló Manigoldo.

 

Aunque Asmita no pudo demostrarlo,agradeció una a una las palabras de Manigoldo,al fin sentía que alguien a parte de él,era capaz de odiar a Aspros.

 

—Si,felicidades—felicitó Shion,sin muchos ánimos.

 

Tokusa,Yuzuriha y Atla fueron los siguientes en felicitarle,solo quedaba Hakurei.

 

—Hasta que no os vea casados no pienso felicitaros—dijo cortante Hakurei,no parecía confiar en todo aquello.

 

Después de eso Asmita contó algo sobre la buena relación que tenían Aspros y él,para aparentar un poco y que no sospecharan,no quería que se enteraran de la verdad,podía cometer el error de intentar ayudarle. Y Asmita no quería que les pasara nada. Al final se le hizo las seis y Asmita pensó que era hora de irse ya,pero la lluvia no había cesado todavía.

Por fortuna Shion y Manigoldo también se iban ya a su casa,así que se ofrecieron a llevarlo en coche. Asmita aceptó.

 

Se despidieron de los demás y ya se fueron,Asmita cogió el paraguas de Dohko y Shion se le quedó mirando.

 

—¿Ese es el paraguas de Dohko?—preguntó con curiosidad.

 

—Si,me lo ha dejado para que no me mojara—contestó Asmita.

 

—Es muy propio de él hacer ese tipo de cosas—comentó con una sonrisa—Se lo regalé yo,como tenía unos tigres muy graciosos que me recordaron a él.

 

Asmita pudo notar como Manigoldo pareció ponerse celoso,pero no quiso decir nada al respecto. Salieron a la calle bajo la tormenta y en seguida se metieron en el coche. Era un coche pequeño,pero nuevo,olía a nuevo que echaba atrás. Shion se sentó en el asiento del piloto,Manigoldo en el del copiloto y Asmita atrás.

 

En nada llegó a la panadería,se despidió de Manigoldo y Shion,los cuales le dieron su número para poder quedar en otra ocasión. Asmita entró en la panadería y le devolvió el paraguas a Dohko,en esa ocasión se percató de que parecía tenerle especial afecto a ese paraguas.

Llamó al portero automático para que Saro le devolviera al cachorro,pero este le respondió que estaba muy a gusto con su hermano y Asmita le propuso que mejor que Saro se lo cuidara hasta que tuviera unos días más de vida,pero que él lo visitaría todos los días. Saro aceptó.

 

Cuando se despidió y se fue a casa,Hasgard todavía no había vuelto a la panadería. Al llegar a su casa se tumbó un rato en el sofá pensando en mil cosas,en su viaje,en Aspros,en todo. Hasta que le llamó Aspros por teléfono y se vio obligado a hablar con él como si fueran una pareja feliz.

 


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