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El color del mar por OlivierCash

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Notas del capitulo:

Antes que nada recordar que la obra original fue escrita y dibujada por Masami Kurumada y el Lost Canvas por Shiori Teshirogi

 

La lluvia seguía cayendo sobre la ciudad,todas las calles estaban mojadas y repletas de charcos que iban creciendo conforme pasaban las horas. El viento soplaba fuertemente y ya daba igual llevar o no paraguas,te mojabas de todas maneras. Mucho paraguas había salido volando ese día. El mar estaba muy picado,tanto que en ocasiones mojaba el paseo marítimo,por lo que ese día nadie se atrevió a pasar por ahí a menos que fuera totalmente indispensable.

 

Como Degel,que se dirigía hacía la panadería de Hasgard para devolverle las llaves de su casa a Asmita. No le quedaba más remedio que pasar por el paseo marítimo ya que la panadería se encontraba en este. Sino hubiera sido por la fuerte tormenta,se podría haber apreciado que Degel tenía mejor cara y el haber dormido le había sentado bien. Pero con lo empapado que estaba eso era algo complicado de apreciar. Continuó caminando por el paseo hasta que llegó a la panadería y entró.

 

Estaba totalmente empapado y por donde caminaba dejaba sus huellas húmedas y algo embarradas. Se quedó frente al mostrados quieto,para hablar con Asmita. Asmita se dio cuenta de la presencia de una persona frente a él,pero no lo reconoció como Degel hasta que escuchó el sonido se las llaves sobre el cristal del mostrador.

 

—Hola Degel—saludó Asmita—¿Has dormido bien?—Cogió sus llaves y se las guardó en el bolsillo.

 

—Si,la verdad es que ahora me encuentro mucho mejor,gracias.

 

Por la puerta que daba a la trastienda salió Hasgard,sacudiéndose algo de harina y visiblemente cansado.

 

—Ah,hola Degel—saludó. Le echó una ojeada de arriba abajo—¿Llueve mucho no?.

 

Degel bajó la mirada y vio como bajo sus pies se había formado un pequeño charco.

 

—Diluvia más bien.

 

—Créeme,lo veo perfectamente—afirmó Hasgard—¿Quieres una toalla para secarte un poco?

 

—No gracias,cuando deba salir me mojaré de nuevo—respondió Degel. Este se quedó mirando un poco lo que había en el mostrador— Ya que estoy aquí,me llevaré una tarta de manzana.

 

Asmita le sonrió y se la preparó para que se la pudiera llevar en una caja,la cual colocó en una bolsa para que le fuera más fácil llevársela. Le ofreció dicha bolsa y Degel la cogió. Después Degel buscó en su cartera y le pagó la tarta a Asmita.

 

—A Kardia le encantan las manzanas,seguro que la tarta de manzana le gustará...—comentó bajito,casi como si le diera vergüenza admitirlo delante de alguien.

 

Las campanillas de la puerta tintinearon y los tres miraron hacía la puerta para ver quien entraba. Lo primero que vieron fue un paraguas que estaba siendo cerrado y una vez cerrado,pudieron ver a El Cid,quien al igual que Degel,estaba empapado.

 

—Buenas El Cid—saludó alegremente Hasgard.

 

Por el contrario El Cid le saludó con la cabeza sin decir nada y se acercó hacía el mostrador para ver que compraba. Cuando Degel y Asmita también le saludaron,más por educación,les dijo hola.

 

—Hacía tiempo que no te veía El Cid,¿qué tal estáis tú y Sísifo?—preguntó Hasgard.

 

—Bien,como siempre—fue la simple y corta respuesta de El Cid.

 

Cada vez que Hasgard cruzaba palabras con El Cid,se preguntaba más como es que él y Sísifo habían acabado estando juntos. Suponía que seria por eso de que al ser tan contrarios,se complementaban. También era cierto que al contrario que Aspros,Hasgard se alegraba por ellos y si Sísifo estaba bien con El Cid,él era el primero que se alegraba por su relación. Aunque al comprender que no le podría sacar mucha mas conversación a El Cid,decidió hablarle a Degel.

 

—Por cierto Degel—comenzó ganándose la atención del nombrado y de Asmita—Lo de los robos,¿cómo va?

 

Por la cara que puso Degel,Hasrgad se dio cuenta que la cosa no iba del todo bien.

 

—Solo te diré que un día probamos a no poner vigilancia por lo de las tormentas y nos robaron—contestó visiblemente molesto—Así que bueno,simplemente vamos,algunos días nos pasamos la noche en vela,pero es lo que hay.

 

Mientras Degel hablaba El Cid le señaló a Hasgard que era lo que quería y este cogió los bocaditos de nata y los fue colocando en una bandeja.

 

—Pues si que es una faena...—comentó Hasgard mientras continuaba con lo del Cid— Y El Cid,¿tú sabes si los de la policía saben algo?.

 

—Solo están las denuncias,pero a menos que Aspros mandara que alguna patrulla vigilara el puerto,no se preocuparían del todo. Por otra parte,con lo grande que es el puerto y visto lo visto que ocurre en el cementerio,lo que me extraña es que aunque lo vigiléis vosotros,no roben nada cuando estáis de patrulla— Hasgard jamás había escuchado hablar tanto a El Cid.

 

Degel se quedó pensativo ante el punto de vista de El Cid.

 

—Pues si lo planteas así,es realmente extraño.

 

—Mira Degel,ayer mismo robaron el cable de la luz del cementerio y había varios coches de policía vigilando,no los pillaron. Mientras que vosotros,que con dos personas dando vueltas por el puerto,no os roba—dijo El Cid.

 

El lugar se quedó en silencio y Asmita notó como ahora Degel estaba más mosqueado con el tema e incluso parecía sospechar algo.

 

—¿Y tú no puedes hacer nada El Cid?—le preguntó Hasgard. Ahora estaba acabando le cubrir los bocaditos de El Cid.

 

—Como no sea ponerles una multa de trafico si cuando han ido a robar han aparcado mal—los tres pudieron notar como a El Cid no le hacía mucha gracia eso de estar poniendo multas de tráfico.

 

Hasgard acabó de envolver los bocaditos y al igual que Asmita antes,los metió en un bolsa y le cobró a El Cid. Este cogió la bolsa,se despidió y se fue sin mas. Dejando en el suelo un charco de agua al igual que Degel y algunas huellas.

 

—Realmente,visto desde ese nuevo punto de vista,la cosa es un poco extraña—dijo Degel—Además la cuestión en sí ya es sospechosa,eso de que Aspros no nos mande a nadie pese a todas las quejas que hemos puesto...

 

—No se,dudo que Aspros lo haga con mala intención—defendió Hasgard.

 

Degel se encogió de hombros sin más,seguía dándole vueltas al asunto,ahora lo tenía aun menos claro que antes.

—¿Creéis que El Cid sepa o sospeche algo que no nos ha dicho?—cuestionó Asmita,quien llevaba un rato en silencio.

 

Los otros dos se quedaron mirando a Asmita,estaba claro que El Cid les había ocultado algo y que ese tema le molestaba,pero bien podía ser perfectamente porque este quisiera que les ayudaran y él no podía hacer nada al respecto.

 

—No se y bueno,tampoco suelo tener del todo en cuenta cuando El Cid habla de cosas relacionadas con Aspros...No le cae muy bien que digamos—Hasgard susurró lo último.

 

—Y a Aspros tampoco le cae bien El Cid,es algo mutuo—dijo Degel— Y eso quedo claro cuando todos pensábamos que iban a darle el merecido ascenso a El Cid,pero justo en ese momento Aspros fue nombrado Gobernado y El Cid acabó poniendo multas,cosa que también queda bastante claro con que El Cid no le ha perdonado eso a Aspros.

 

Asmita escuchó lo dicho por Degel atentamente,a veces se sorprendía de todos los lios que se había perdido en la temporada que había pasado fuera. Pero a una parte de él le acaba interesando enterarse de esas cosas...pasaba demasiado tiempo con Hasgard.

 

—Vale,en ese punto tienes razón,fue algo muy extraño—admitió Hasgard

 

—Pero bueno,que quede claro que no estoy acusando a Aspros de ser el culpable de los robos....solo que esta manejando esta situación de una manera muy extraña y nos estamos comiendo el lio los del puerto,así que estamos bastante enfadados—explicó Degel.

 

—Normal,con la de tiempo que lleváis con eso,cualquiera estaría ya cansado—dijo Hasgard—Seguro que aunque sea por casualidad,acabáis pillando algún día al ladrón—animó.

 

—Espero que sea un día no muy lejano—dijo Degel.

 

Siguieron hablando de cosas más triviales y finalmente,Degel se marchó. Asmita y Hargard siguieron a lo suyo. Pero Hasgard comenzaba a notarse algo cansado.

 

—Oye Asmita,¿te importaría hacerme un favor?—preguntó Hasgard.

 

—No,claro que no,¿qué es?.

 

—Mira,cuando vengas los chavales,vente a casa—comenzó—Y ya cuando venga Dohko,vienes tú y así os encargáis los dos de la tienda,porque yo me veo totalmente incapaz de estar aquí toda la tarde sin quedarme dormido sobre la masa—hizo una pausa—Por supuesto te pagaré un extra.

 

—Claro que no me importa—dijo Asmita casi sin pensárselo—Total,no tengo planes para esta tarde y con la lluvia,casi me entretendré más aquí.

 

—Mil gracias.

 

Pasaron las horas y llegaron los niños,así que Asmita se despidió de ellos y se fue a casa. Se le hacía tan raro estar en casa a esas horas. Se tumbó sobre el sofá,pensando en que podría hacer con ese rato libre que tenía hasta la hora de comer y volver a casa. En un principio pensó en llamar a Degel,pero no quería molestarlo,sabía que estaba con Kardia y no quería interrumpir su momento. Hablando de Degel,no se notaba en nada que había estado ahí. Pensó en llamar a alguien para comer con él,pero no tenía mucho amigos y a Aspros no lo iba a llamar ni en broma. Solo se le ocurrió una persona,así que lo llamó para preguntar y este dijo que si. A la media hora ya estaba llamando a su puerta.

 

Caminó hasta la puerta y la abrió,apartándose para dejar pasar al recién llegado. Cuando este entró,escucho como sus pisadas se notaban húmedas,seguía lloviendo.

 

—Por como se escuchan tus pisadas,diría que sigue lloviendo.

 

—Llover es poco para describir la que esta cayendo—se quejó Manigoldo—Es mas parecido a la sensación que se te queda cuando te tiran mogollón de cubos de agua.

 

Manigoldo dejó una bolsa de plástico sobre la mesa de la cocina. Asmita por su parte fue al baño a por una toalla para Manigoldo,este la agradeció y se secó un poco. Se quito los zapatos y los calcetines y se sentó en una de las sillas que había en la mesa.

 

—¿Al final que comida has comprado?—preguntó Asmita,sentándose frente a Manigoldo.

 

—Comida china,tengo un restaurante chino al lado de casa y al otro lado un Kebad—contestó—Pero como ayer a Shion y a mí nos dio vagancia cocinar comimos en el Kebad y hoy como que no me apetecía repetir.

 

Asmita asintió y comenzó a sacar la comida envuelta en papel de plata de la bolsa para dejarla en la mesa.

 

—¿Qué menú has cogido? Parece que hay un montón de comida.

 

—He cogido el de una persona,siempre hay que coger el menú en el que sale menos gente de la que estan para comer y aun con esas,siempre sobra.

 

Asmitia asintió a eso y continuo sacando la comida hasta que la bolsa se quedó vacia. Luego entre los dos prepararon la comida y los cubiertos para comenzar a comer. Y comenzaron a comer.

 

—Oye ¿Y Shion?—preguntó Asmita extrañado.

 

—A las mañanas tiene clases—contestó Manigoldo.

 

—¿En serio? Pensaba que trabajaba en el puerto.

 

—Eso es a las tardes,a las mañanas estudia,esta en un Grado Superior—aclaró Manigoldo.

 

Se quedaron en silencio mientras comían durante unos cinco minutos.

 

—¿Cómo es que te ha dado por llamarme de repente?—preguntó Manigoldo— Podrías haberlo hecho hace tiempo,me sorprende que te haya dado por hacerlo ahora.

 

—No lo se,supongo que como he estado mucho tiempo sin verte,me ha apetecido—ni siquiera él sabía la respuesta a eso.

 

—Vale,eso suena a que estas más raro de lo habitual—suspiró— A ver,cuéntame mi querida Barbie,¿qué te pasa?

 

Asmita quería responderle que era lo que le pasaba,bien sabia lo que era,pero se negaba a creer que su boda con Aspros le afectaba tanto como para querer estar con más gente. Quería creer que simplemente,después de haber comido con ellos,se había dado cuenta de lo mucho que los extrañaba. Y no le hacía falta querer creérselo,porque era una de las muchas cosas que le pasaban.

 

—Diría que me he puesto nostálgico y no se,a lo mejor quiero saber como os va,o algo así—respondió—Creo que lo que acabo de decir no tienen ningún sentido.

 

—Vamos,que te has puesto moñas y querías algo de compañía—resumió a su manera Manigoldo—Prometeme que con lo de tu inminente matrimonio,no te vas a poner súper cursi,porque es lo que te falta para ser una jodida Barbie.

 

Por cosas como esa,Asmita extrañaba un poco a Manigoldo,era un estúpido impulsivo,pero era una buena persona. Asmita sonrió un poco y siguió comiendo.

 

—Créeme Manigoldo,ni soy cursi,ni soy romántico—dijo Asmita—¿Tú con Shion eres cursi y romántico?

 

Manigoldo apartó la mirada de Asmita y se quedo callado,algo muy raro en él. Estuvo unos segundos sin decir nada,pensando en una respuesta y una vez que la tuvo,volvió a mirar a Asmita.

 

—¿Yo?¡Qué va!—contestó.

 

—Vamos,que lo eres—aseguró Asmita—De lo contrario,te aseguro que tú no hubieras tardado tanto en responder—dijo Asmita con tono de broma.

 

—Bueno,es posible,que muy de vez en cuando,en alguna ocasión en especial,sea un poco cursi—admitió Manigoldo.

 

Y Asmita supo que siendo quien era,esa respuesta fue más que suficiente.

 

Continuaron con la comida y una vez que acabaron,Asmita se puso a fregar los platos e increíblemente,Manigoldo le ayudó a secarlos. A Manigoldo el vivir con Shion de había sentado mucho mejor de lo que Asmita se había imaginado en un principio. Mientras fregaban,Asmita le contó el porque había ido a comer a una hora tan rara en él y que luego tendría que ir a la tarde a trabajar.

 

—Pues fijo que ves a Shion,va todas las tardes—dijo Manigoldo,a Asmita le pareció escucharlo un poco molesto,pero no se le ocurría porqué podría ser.

 

—Si,la última vez que estuve de tardes me lo encontré.

 

—Cierto,algo me dijo—dijo Manigoldo—Oye,tú ¿qué piensas de Dohko?—preguntó mientras lo miraba fijamente y extrañamente serio para lo que solía ser Manigoldo.

 

—No se,solo me lo he cruzado de vez en cuando,parece ser majo.

 

Manigoldo asintió y continuo a lo suyo sin decir mas palabras al respecto. Asmita por su parte comenzó a pensar en que podría pasarle. Hizo memoria de cuando comió en su casa y Shion reconoció que el paraguas que llevaba era de Dohko,eso sumado a la reacción de Manigoldo cada vez que lo mencionaba y lo que dijo Hasgard sobre la manera en la que Dohko trataba a Shion. Daba algo muy claro,tan claro que Asmita se sintió un poco estúpido porque le había costado darse cuenta para lo obvio que era.

 

—¿Tienes celos de Dohko por como se lleva con Shion?

 

Manigoldo le miró de nuevo,hasta paró de secar los platos. No dijo nada,solo miró un poco al suelo.

 

—¿Celos? ¿A mí? ¿Ese imbécil?—comenzó Manigoldo—¿Cómo me va a dar celos un tonto buenazo como él,que ayuda a cualquiera aunque ni lo conozca,que siempre defiende a otros aunque no lo merezcan,que de tan bueno es tonto,que se le nota a la legua que esta por Shion, que aprovecha cualquier situación para estar con él y de alguien con una extraña obsesión con los abrazos?.

 

—Vamos,que si,que esta celoso de Dohko.

 

—Ni te imaginas cuanto.

 


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