- ¡Ichigo! ¡Bienvenido a casa mi adorado hijo!- grito Ishinn mientras recibía a su hijo con una patada voladora súper híper mega interestelar que obviamente era una demostración de amor y afecto paternal de lo mas normal, en un mundo completamente demente como la mente del Kurosaki Ishinn.
- Hola viejo desequilibrado – saludo indiferente el adolescente mientras esquivaba el golpe y se lo regresaba al mayor dejándolo tendido en el suelo- Lo encontré al fin- declaro del de cabellos naranjas antes de sonreír ampliamente y caminar a la sala.
- ¿A quién?- pregunto el mayor un tanto confundido incorporándose mientras aun mantenía la mirada fija en su hijo, esa sonrisa tan amplia no era común en el adolescente. No es que le molestara, al contrario, amaba que sus pequeños fueran felices pero debía reconocer que Ichigo no era alguien que sonriera en todo momento.
- Hitsugaya Toshiro, mi pequeño ángel de nieve- contesto el menor mientras adentrándose en la sala donde estaban sus hermanas bastante sorprendidas de lo que habían escuchado, no es que fueran metiches solo fue una coincidencia.
- ¿Encontraste al chico de ese día?- pregunto emocionada Yuzu mientras era rodeada por un aura de alegría, flores y nubes rosadas cargando el ambiente de una empalagosa sensación a alegría, romanticismo y cursilerías de cualquier tipo.
Incluso Karin podría casi jurar que había escuchado un pequeño coro de ángeles hasta que noto que en realidad era el celular de su hermana que resonaba desde los bolsillos de esta.
- Yuzu ¿Podrías contestar? Ese tono de mensajes es muy rarito y me incomoda- dijo un tanto nerviosa la azabache mientras jugaba con su propio teléfono- Maldito Candy Crush!! Me quede en el nivel 22 y no lo puedo pasar!- renegó la morena.
- ¿No van a felicitarme?- pregunto el peli naranja mientras veía incrédulo a sus hermanas.
- Claro que si Ichi-nii. Estoy muy feliz por ti… ya creo que esto fue algo del destino como en mis mangas Yaoi favoritos- dijo soñadoramente Yuzu mientras esa aura misteriosa y súper empalagosa volvía a rodearla en sus delirios de fujoshi.
- La verdad es que mientras estés feliz eso es lo que importa, además…. Mas le vale que sea bueno jugando fútbol porque no voy a dejarle a mi hermano mayor a un bueno para nada- dictamino la morena mientras una leve sonrisa surcaba sus labios, era obvio que estaba contenta por su hermano pero ella era demasiado orgullosa para decírselo en la cara… de momento.
- El es perfecto, no por nada llevo buscándolo cinco años Karin, desde esa vez en la que lo vi nunca lo olvide y siempre di lo mejor de mi para volverlo a ver aunque el no supiera de mi o me recordara ni nada porque yo mismo me encargare de que el no pueda olvidarse jamás de mi existencia…
- Kyaaa Nii-san es tan tierno! Es todo un seme dispuesto a enamorar a su uke!- grito emocionada Yuzu antes de abrazar a su hermano- confió en ti Ichi-nii
- Y ya le despertaste la vena fujoshi… gracias ichi-nii-san – dijo sarcásticamente Karin mientras suspiraba y se concentraba nuevamente en su enemigo mortal, El malévolo y tramposo candy crush. Ese ser inmundo caería ante ella o no se haría llamar “la demoledora”, que ahora que lo pensaba ese apodo no tenia sentido pero aun asi lo llevaba con orgullo.
- ¡Ustedes son tan crueles, Ignoran a su padre! ¡Masaki! Nuestros hijos me ignoran!- lloro infantilmente el adulto mientras hacia un pequeño berrinche frente al retrato de la madre los tres jóvenes presentes quienes ignoraban olímpicamente a su progenitor.
- Ahora que lo pienso… nunca nos explicaste exactamente cómo fue que lo conociste, dijiste que asististe a una exposición en la escuela Sereitei y que allí lo viste y querías encontrarlo pero no diste mucha información…- comento Karin mirándolo curiosa.
- Si lo hice pero como siempre estabas concentrada en juegos y deportes y la única que me escucho fue Yuzu- respondió el mayor mientras la pequeña castaña clara asentía animosamente.
- Es una historia tan romántica que conmueve mi corazón fujoshi!
- Como sea tengo tarea que hacer y si quiero permanecer en esa escuela mis notas tienen que ser perfectas! Asi que yo me voy a estudiar, si quieres pregúntale a Yuzu.
- Eso es Ichi-nii esfuérzate por permanecer junto a tu uke!
- Si, si lo que digas hermanita- contesto el mayor mientras desaparecía por las escaleras rumbo a su habitación, realmente estaba apresurado.
- No pensé que Ichi-nii pudiera subir las escaleras tan rápido… ni cuando escapa del anciano lo hace con tanta prisa….Como sea ¿vas a contarme o no?- cuestiono la joven de cabellos negros mientras dejaba espacio junto a ella en el sofá para que su hermana se sentara.
- Bueno…si insistes- La muchacha se sento con sumo cuidado de no molestar a su hermana y procedió a contar de una manera tranquila y serena la historia que habia escuchado de labios de su hermano, manteniendo ese brillo soñador en su mirada pero mucho mas serena que antes.
- Ichi-nii siempre tuvo un talento excepcional para la música como ya sabes, sólo comparable a su amor por esta, por eso siempre que podía participar de los festivales de la academia Sereitei donde siempre se hacían exposiciones de los talentos artísticos de sus alumnos siendo uno de los más destacados Toushiro Hitsugaya quien acababa de ingresar a la academia por una beca y en ese momento iba a demostrar su talento….
- Comprendo, esa parte si la escuche y fue lo que me aburrió
- Bueno a mi me escuchas o me escuchas, asi que calladita y me dejas seguir. El pianista ese dia estaba muy enfermo y no podía tocar debido a que estaba en cama con mucha fiebre y para colmo de los colmos su suplente una tal Hinamori sufrió de pánico escénico y se desmayo… según tengo entendido rukia asistía a esa escuela y como la encargada del acto decidió aprovechar la presencia de Ichi-nii para ponerlo de suplente contra las protestas de este y todo…
- Suena a algo que haría Rukia- comento entre risas Karin mientras imaginaba a la pequeña heredera amenazando a su hermano.
- Lo que sucedió después fue que mientras leia la partitura y se preparaba para ir al escenario le presentaron al chico que iba a cantar la canción que no era otro que Toshiro, Ichi-nii en ese momento lo describió como si el chico fuera un ángel y recuerdo que tenia una mirada tan cálida y amorosa, tan rara en el pero que le quedaba tan bien… que me hizo desear poder ver esa mirada otra vez, poder volver a presenciar esa felicidad en el…
- Entonce se enamoro de su rostro y apariencia … que frívolo
- NO!! Se enamoro de su canto, de su amor por la música y de su sonrisa…. Veraz la cosa es que, una vez en el escenario Ichi-nii como siempre que toca un instrumento lo hizo como sabe hacerlo, con el alma y corazón en ello transmitiendo todo su amor por la música pero en cuanto escucho cantar a Toshiro dijo que sintió algo que nunca antes había sentido, porque el dijo que fue como un sueño, un maravilloso sueño, y que cuando termino la canción vio por solo un instante una leve sonrisa del pequeño ángel de nieve y que fue esa misma sonrisa la que lo enamoro….- comento con voz soñadora la castaña.
- ¿a Ichi-nii-san le gusto su sonrisa? ¿Qué hay de su canto?- Pregunto la azabache interrumpiendo a su hermana, arrepintiéndose al instante al ver aura oscura que rodeo a la anteriormente alegre y soñadora niña.
¿Quién diría que la pequeña y dulce Yuzu escondía una personalidad oscura detrás de esa fachada dulce e inocente?
- No pudo olvidarlo jamás, dijo que era algo tan hermoso que habia logrado hacer que el y el publico llorara de emoción…. Siempre quise ver que tan hermoso era pero Toshiro nunca volvió a cantar, solo se dedico a los instrumentos. Ichi-nii aun asi no se da por vencido el quiere escucharlo cantar una vez mas pero hasta ahora el no hbaia podido encontrarlo.... Parece obra del destino crear un entorno tan romantico para esta historia....
- Bueno… supongo que si es un tanto tierno pero no es para tanto…-contesto Karin desviando la mirada, sin embargo ese brillito soñador en su mirar y el sonrojo en sus mejillas no decía lo mismo.
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- Bueno, esta no era tan difícil. –Dijo el peli naranja cerrando su cuaderno donde todas las consignas dejadas por el profesor estaban resueltas. Suspiro mientras recargaba su peso en la silla y cerro sus ojos rememorando esa cálida y dulce sonrisa que apenas podía divisar en sus memorias y esa hermosa vos que resonaba como un eco lejano casi extinto.
Poco a poco comenzaban a hacerse borrosos esos recuerdos, por eso quería revivirlos. No se podría perdonar olvidar algo tan maravilloso.
Pero aun mas importante que eso, quería volver a verlo.
Su corazón y su alma lo pedían a gritos. Ansiaba volver a ver esa sonrisa y escuchar esa voz tan melodiosa pero esta vez no quería que su canto transmitiera tristeza y melancolía como esa vez, quería poder hacer que esa voz se escuchara feliz.
Tal vez no tenia sentido pensar cosas como esas.
Tal vez era imposible enamorarse solo por eso.
Tal vez no estaba bien.
Pero al carajo los “Tal vez”. Un “Tal vez” no lo haría sentir como su corazón se estremecía dolorosamente y al mismo tiempo darle tanta alegría como lo hacía “el”.
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Suspiro mientras terminaba de vendar su muñeca, no lo había notado mas temprano pero se la había doblado, aunque no sabía si fue en la pelea o cuando echo a patadas a Kurosaki.
Sin saber porque y luego de años de no hacerlo el albino lleno de aire sus pulmones antes de cantar con una voz suave y dulce, pero melancólica.
- fure fure koyuki boku no sugata- mientras cantaba veía como ligeros copos de nieve caían desde el cielo y una ligera sonrisa se formo en sus labios - tsutsunde kakushiteite hoshii
kimi no saru senaka o mitsumete namida kotaeta ….
Pero tan rápido como llego la inspiración para cantar se desvaneció.
Hace cinco años había sido la última vez que canto, esa vez había cantado como nunca antes… y todo se debió a un pianista que logro hacerlo sentir como la tristeza de la canción invadía su ser. Luego de eso nunca más pudo sentir nuevamente esa pasión en la música… esa emoción tan fuerte.
Ni siquiera aunque el mismo lo intentara no podía sentirse tan libre como aquel chico.
Pero lamentablemente no podía recordarlo, ya que se había concentrado tanto en escuchar la música que no se había fijado en el.
Sin embargo le encantaría encontrarlo.
Lo más curioso es que lo que lo había inspirado a cantar ahora era… la imagen fija de Kurosaki en su mente.
Tal vez era una señal…. El pianista misterioso podría estar relacionado con ese chico. ¿Un amigo tal vez? O podía ser solo una esperanza vacía que simplemente buscaba desesperadamente recuperar la inspiración.
Suspiro y decidió centrar su vista en la blanca y fría nieve.
Tan hermosa, tan frágil y a la vez tan peligrosa pero tan sublime.
El sonido de un golpeteo constante en la puerta llamo su atención y por la insistencia y alegría del tono dedujo que eran Nell , Momo y Yukio quienes venían a molestar como siempre.
- ¿Qué quieren?- pregunto con amabilidad mientras abría la puerta… bueno tal vez no tanta amabilidad, bueno esta bien solo abrió bruscamente la puerta y con el ceño fruncido y su mejor voz de ultratumba le hablo a sus sonrientes amigos que habían desarrollado la habilidad de ignorar su mal humor.
- Shiro-chan! Yukio fue a buscarnos y nos conto sobre la pelea, además de contarnos de tu romance con Ichigo-chan!- exclamo Nell mientras lo abrazaba- Sabia que mi primo era sexy pero no que tu eras tan rápido Shiro-chan
- No estoy con Kurosak….¿tu primo? ¿Es tu primo?
- Primos lejanos, bueno su madre era prima de mi padre asi que básicamente seria eso pero nos criamos juntos. ¿Que no viste hoy en el recreo la tacleada que le di? Es tradición familiar…
- ¿Qué clase de familia tienen?
- Una muy rara pero hermosa
- Especialmente rara…¿Cómo sea que hacen aquí?
- Elemental mi querido amargado….Venimos a quedarnos aquí, asi mañana te escoltaremos hasta la escuela Shiro-chan. Tenemos que evitar sucesos como los de hoy- dijo Yukio mientras lucia un porte y elegancia dignos de un joven de clase alta.
- No quiero saber lo que eso quiere decir…
- Mañana el escuadrón EX-Ar-shi te escoltara a la escuela… La Teniente Hinamori Momo, La Espada Nelliel tu Odershwank y EL príncipe y futuro rey Yukio Hans Voralberna
- Esos rangos ni siquiera tienen sentido por si no lo notaron…- comento el albino mientras pasaba una mano por su rostro antes de suspirar cansinamente- Aunque dudo que les importe
- Si quieres puedes ser capitán- Propuso Momo sonriendo cálidamente a su compañero, sabiendo de antemano que el aceptaría porque aunque fuera demasiado orgulloso para admitirlo adoraba que lo trataran como capitán desde que tenían memoria, aun recordaba esos juegos de infantes y aun más el brillo orgulloso en la mirada del de ojos agua marina.
- Esta bien…acepto que se queden pero no me hagan pasar vergüenza o fingiré que no los conozco