SeHun…
Cuando era un niño tenía el habitó de irme a meter en la cama del hijo del esposo de mi madre, él jamás me reprochaba nada y solía recibirme con una sonrisa radiante, tan deslumbrante como el sol al amanecer. Adoraba despertar entre sus brazos, con las piernas enredadas y la cara hundida en su pecho, ambos cobijados con las sabanas de lujosa seda negra.
También tenía la jodida costumbre de lanzarme a su cama cuando él estaba durmiendo, amaba despertarlo para que fuera a clases y aún más si eso significaba que me dejaría en el colegio de camino al instituto.
Aún recuerdo aquellas mañanas frías de noviembre en las cuales sus brazos me abrigaban con ternura y calidez, protegiéndome de los fantasmas en el armario y los monstros bajo la cama. O aquellas tenaces tardes en que descansaba la cabeza sobre su regazo hasta quedar dormido, mientras que él velaba mi sueño.
Cada que los recuerdos embargan mi mente, mi cuerpo tiembla y lágrimas involuntarias abandonan mis ojos, arrebatándome gotas de agua salada que podría gastar de mejor forma.
JongDae acostumbraba ser el mejor hermano mayor, arrebatándome el aliento y algunos suspiros, él era tan perfecto que me perdí en sus sonrisas sinceras y cálidos ojos, cuando quise darme cuenta estaba sufriendo un enamoramiento de mi hermanastro. De aquel que cuando niño me canto en las noches de lluvia y me meció en sus brazos hasta quedarme dormido, todo con el objetivo de que no llorase a causa de mi temor a los truenos.
¿En qué momento él dejo de ser el mejor? Porque cuando quise detenerle, él ya iba a kilómetros de distancia.
Y aunque era tan reconfortante despertar a su lado, ahora me es imposible siquiera contemplarlo de lejos…
Hace unos días que JongDae no vuelve a casa, hace unas noches que no duerme más en su cama y eso me está volviendo loco, quiero a mi guardián velando mis sueños, sosteniéndome en la calidez de sus brazos y cantándome al oído cuando tenga pesadillas, quiero al hombre del que me enamore de vuelta, quizás si esta noche duermo en su habitación, él amanezca como por arte de magia a mi lado.
Y por si eso fuera poco, me he enterado que lleva una relación de más de un año, pero que se hizo oficial hace un año. Hoy es su aniversario, quizás hoy tampoco llegue a dormir.
…
He despertado y para varear, estoy sólo en su cama, destrozado. Quizás las promesas que nos hicimos no valen nada, tal vez eran sólo juegos de niños.
JongDae…
— ¡JODER! ¡ERES UN MALDITO FALSO! ... Justo ahora me siento un idiota, no puedo creer que te creí, que realmente creí en tu palabra... Me has decepcionado — graznó con desprecio, el dolor y la decepción reflejados en sus cristalinos ojos, que cual volcán estallaron en lágrimas de irá y posible rencor, quizás ahora me odie.
—YiXing…
Y le deje ir, viendo cómo se perdía en el mar de gente en las concurridas calles de Hong Kong.
Con lágrimas en los ojos arrugue en mis manos la carta que me ha dejado hoy en la oficina.
“Hoy es nuestro aniversario, vaya que el tiempo pasa volando y es que, no lo he sentido al estar a tu lado, hace ya un año que prometimos amarnos sin importar nada y que juramos nunca separarnos… Realmente llegue a dudar de esas promesas y juramentos, creí que eran sólo juegos y palabras vacías, lo lamento. ¿Sabes? Siempre creí que ibas a dejarme, que si alguno de los dos se rendía, ese serías tú, lo siento, soy yo quien no tiene valor y fuerza… Fui yo quien te lastimo casi por deporte. El que traiciono nuestros sueños, ese también fui yo, y el que fallo, sin duda he sido yo.
Muchas veces creí que lo nuestro no tenía futuro, que era mejor irme y rendirme ante mis lamentables ganas de luchar por lo que me mantiene firmemente enamorado de ti, muchas otras considere que era mejor para ambos estar lejos e instintivamente te hice daño, lo lamento, esa jamás ha sido mi intención. Cuando me portaba cortante, mi intención siempre fue alejarte y no sabes cuánto lo siento, he sido un completo imbécil. He comenzado a cansarme de esta maldita distancia que se interpone entre nosotros, estoy harto de que ninguno de los dos tenga el tiempo suficiente como para estar juntos y estoy tan jodidamente desesperado, porque estoy perdiendo lo que siento, he comenzado a dejar de sentirme vació en tu ausencia y las ganas de llorar cuando no estas, han sido sustituidas por el conformismo que ahora me corroe en cuerpo y alma.
Soy patético, porque he dejado de encontrar motivos para aferrarme a ti y estoy perdiendo la fuerza para seguir luchando contra el mundo, estoy cansado de luchar una batalla que creó que ya he perdido.
—Te extraño ¿Puedes creerlo?
—Te amo ¿Entiendes lo qué significa?
—Te necesito ¿Sabes lo que eso implica?
No estoy seguro de si me entiendas, justo en esto momento, siento como si no nos conociéramos… Pero ¿Realmente lo hacemos? Siento que no es así, por más sinceros que tratemos de ser, siempre nos ocultaremos partes de nosotros mismos, es algo natural, no hay ser que se exponga en su forma más vulnerable, incluso ni por amor. Te amo ¿Aun lo sabes? ¿Aun recuerdas cómo se siente mi amor? Porque yo aún puedo sentir tu calor, aún puedo saborear la dulzura de tu amor, de tu cariño y comprensión. Te extraño mi amor, me haces falta y no sé si pueda soportar un día más en el frío lugar que es mi vida sin ti. Tengo miedo de superarte y dejarte caer, no tienes idea de cuánto me aterra dejarte sólo… Porque eres importante para mí.”
>>Podría decirse que nos estamos volviendo dos manchas borrosas que se están desvaneciendo poco a poco. Hay tantas cosas que desearía poder compartir contigo...<< Hubiese haberle dicho eso, que era importante para mí y que le amo, sin embargo, ahora ya no tiene sentido que me sienta lamentable si fui yo quien le orillo a esto.
Ahora YiXing no sería más que un desconocido que llena mis memorias.
Para ese momento mi bufanda y abrigo parecían ser insuficientes para cubrirme del frío desgarrador de invierno, volviéndome tan frío como el hielo, quizás sea buen momento para ir a casa y encerrarme en mi habitación, para ahogarme en mi miseria mientras lloro por lo que acabo de dejar ir.
Esa noche, por primera vez en meses volví a mi hogar y me tire en mi cama, SeHun no estaba en casa, quizás estaba tonteando por ahí con JongIn.
SeHun, debe creer que le odio o algo por el estilo, ese niño tiende a sugestionarse cuando se trata de alguien a quien quiere. Cuando llegue me encargaré de hacerle ver que no es el caso, que le quiero y que no tiene idea de cuán importante es para mí.
SeHun…
Paseaba por las concurridas calles de Hong Kong, a mi lado iba mi mejor amigo y cómplice, JongIn. Hace unas horas le llame, estaba desesperado por encontrar a alguien que me hiciera ver que soy más un crio, que me diera ánimo y cariño sin contención, quien mejor que una persona que me quiere como a su hermano.
Nuestros dedos estaban intercalados y compartíamos mi par de guantes favoritos, nevaba mientras hacíamos el camino a casa, hoy JongIn iba a quedarse a hacerme compañía y por primera vez en meses, no despertaría sólo.
—Así que JongDae tiene un novio, por eso es que no llegaba a casa, supongo que tiene sentido— susurró JongIn, sacando conjeturas mientras llegábamos a la esquina de la calle, un par de pasos y estarías fuera de mi casa.
—No quiero hablar de ello, así que cállate— espete con enojo, aún me dolía pensar que mi hermanastro y primer amor eligiera a otro en mi lugar.
De pronto unos brazos me rodearon por atrás, brindándome calor y confort, sabía que era JongIn, así que me deje hacer, recargando la cabeza en su hombro, sentí sus labios besarme la cien y no pude evitar sentirme consolado.
Era obvio que mi mejor amigo sabía cómo tratarme para hacerme sentir bien, porque cuando avanzamos y mi mirada se encontró con aquel auto negro mate en la cochera, su mano apretó con firmeza la mía, dándome fuerza.
—Así que el hermano mayor esta en casa— murmuro halándome para pasarme un brazo por los hombros y abrazarme de esa manera. —Vamos a ver a que se debe el honor— agrego con diversión y me arrastro con él, yendo hasta la puerta principal.
…
Sin embargo, aunque JongIn haya dicho eso, nos fuimos directo a mi habitación y me recostó en la cama, echándose a mi lado me abrazo de esa forma toda la noche, hasta que caímos dormidos.
Quizás al despertar él esté ahí, en su lado de la cama.
Cuando abrí los ojos, parecía que era un sueño… JongDae estaba ahí, sentado en la cama acariciando mis cabellos.
Esa era una maravillosa forma de despertar, sin embargo, me pregunte que hacia ahí en lugar de JongIn.
>> ¿Qué es esto? ¿Estoy despierto? ¿En verdad lo estoy? <<